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Ludopedagogía. Una episte-metodología para alargar los horizontes

Por: Ariel Castelo Scelza, Seminario UCSC

Tres ejes de la exposición:

  1. – En transversal: mi práctica se llama Ludopedagogía
  2. – En esta coyuntura: mi experiencia fue la de alcanzar a

Alicia …

  1. – En prospectiva: mi sueño es alargar los horizontes

1 – En transversal: mi práctica se llama Ludopedagogía

Cada juego es una maquinita mágica en que está encerrada la vida, un pequeño mecanismo, un microcosmos. O mejor una microvida, una maqueta viva, un paradigma. (…) Y también en su condición de refugio (…) El otro lado del juego es la zona conjurada, relativamente segura del orden del mundo. 1

El juego auténtico siempre tiene un costado ciego. Una zona desconocida y de incertidumbre respecto de sus resultados. Es una de sus más grandes virtudes. 2

En transversal, me refiero a un extenso trayecto de vida que trasciende la circunstancia especial de esta pandemia de la Covid 19 por la que está atravesando el mundo entero.

Son aprendizajes de largo aliento, en los que nada es improvisado para el momento, sino que, por el contrario, todo ha sido experimentado en la acción práctica de jugar con la intencionalidad tanto profesional como política, tanto individual como colectiva, durante más de cuatro décadas.

El término seminario, con el que se nombra esta instancia de intercambio, ajusta a la perfección con mi intencionalidad última al compartir estas ideas y experiencias profesionales que no es otra que la de “seminar” o sembrar la seme -palabra que proviene del latín y significa semilla- del “deseo de jugar”.

Aun cuando imagino que lo más probable es que este deseo está germinando, acaso floreciendo o tal vez dando ya frutos desde tiempo atrás, dentro de cada una y cada uno.

Confieso que siempre tuve un particular placer en inventar palabras, un juego que seguramente tantas y tantos de uds. también hayan jugado.

Un juego que puede llevar un nombre tan sofisticado técnicamente como el de neologismos.

Para encuadrar esta breve exposición voy a explicitar el sentido que le doy a estos dos neologismos que aparecen en el título de la misma, Ludopedagogía y Episte-metodología.

Ludopedagogía: 3

Desde el año 2005 y con el objetivo de nombrar de manera diferencial el tipo de propuesta que veníamos investigando sobre el juego desde hacía más de quince años en Uruguay, conecté estas dos dimensiones específicas del saber y el hacer humano.

En primer término, la Lúdica, una zona, un territorio, una parte del fenómeno humano de ser, sentir y hacer, donde es posible construir entre la realidad y la no-realidad. Un espacio-tiempo donde hay lugar para que lo imposible se haga posible. Ciertamente una zona de transición desde la que poder mirar y re-inventar la realidad dándole otros sentidos y significados. Un terreno de juego.

En segundo lugar, la Pedagogía, como el campo de saber que tiene como objeto principal el conocimiento, su práctica y su enseñanza. En esta propuesta la intencionalidad es la de conocer las condiciones objetivas y subjetivas de la realidad, considerando como actor clave al sujeto que conoce, tanto al sujeto individual como al sujeto colectivo, en el inter-juego de aprehender para transformar.

Episte-metodología:

También la Epistemología se refiere al campo del conocimiento, pero entiendo que en un sentido más profundo respecto de comprender cuál es el modo en el que se produce el fenómeno del conocimiento.

Desde el año 2014, en oportunidad de haber participado como invitado en el Congreso llamado “Epistemologías del Sur” organizado por el Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra en Portugal, dirigido por el sociólogo Boaventura de Sousa Santos, tomé la decisión de conceptualizar la Ludopedagogía como una “epistemetodología” queriendo expresar con ello un modo, una manera particular, un trayecto, claramente definidos por la secuenciación y los recursos didácticos elegidos para recorrerlo y, por proponer un qué y un cómo conocer.

Conocer para transformar, jugar para conocer. 4

La proposición es la de conocer la realidad a fondo y desde todos los ángulos que nos sea posible, comprenderla para así poder transformarla.

La Ludopedagogía es un proyecto político en tanto se propone incidir y transformar las condiciones de existencia de las personas, con la intención de mejorar su calidad de vida y conectar con el profundo sentido que posee la expresión originaria del buen vivir.

Jugar, es la manera de conocer esa realidad que propone la Ludopedagogía.

A continuación, y para ampliar estos conceptos comparto la transcripción de un fragmento de la LudoConferencia: El juego de los espejos presentada en el Coloquio Internacional Epistemologías del Sur, en Portugal el año 2014

… Proponemos una epistemetodología. De este modo quiero llamar a la aventura de alcanzar el conocimiento, y me refiero al conocimiento de la realidad, a través de una ruta peculiar y conmovedora con la que llegar a un puerto todavía desconocido. Es una manera de hacer el viaje que nos cambia el viaje, y por ello nos modifica también el destino, el lugar de arribo. Proponemos el juego como una metáfora del conocimiento de la realidad y osadamente, además, como una forma de intervenir en esa realidad para transformarla emancipatoriamente…

La Ludopedagogía es el modo que hemos creado y desarrollado para conocer la realidad de forma más íntegra, porque las acciones que ella provoca nos invitan a movernos del lugar común, cómodo y fácil de seguridad en el que usualmente elegimos pararnos

… La Ludopedagogía es el modo que hemos creado y desarrollado para conocer la realidad de forma más íntegra, porque las acciones que ella provoca nos invitan a movernos del lugar común, cómodo y fácil de seguridad en el que usualmente elegimos pararnos; desde otro ángulo tenemos otra perspectiva, vemos cosas que hasta ese preciso instante no habíamos detectado, no estaban en nuestro campo de percepción, y sin embargo ahora completan la imagen con fragmentos nuevos que componen un todo distinto. Re-descubrimos y reinventamos el conocimiento de la realidad.

RE-DESCUBRIMOS Y REINVENTAMOS EL CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD

El juego es una actividad libremente elegida, que otorga el permiso de transgredir normas de vida internas y externas; es un satisfactor sinérgico de necesidades humanas, que abarca la dimensión individual y colectiva y tiene incidencia en el ámbito social, cultural y político. (Memorias de la Parca – Libro/memoria del Ir Bienal Internacional del juego 1994 – Centro La Mancha)

La maravillosa virtud de este fenómeno es que nos permite vivenciar esta transgresión con placer, con alegría, con disfrute, con risa y con humor, con la afectividad a flor de piel y la piel dispuesta, con la cabeza abierta a la imaginación y la fantasía; con el cuerpo abierto a la comunicación y la expresión; con la razón atenta pero serena dejándole paso a la emoción y a la intuición.

Nos permite conocer a través, de y con, todas estas capacidades puestas al servicio de un sentido emancipatorio y humanizador de uno mismo, del otro y de lo otro.

Este modo de conocimiento se parece mucho más a la sabiduría. Conocemos con la razón, sabemos con el corazón.

CONOCEMOS CON LA RAZÓN, SABEMOS CON EL CORAZÓN

La acción de jugar puede ser una práctica para emanciparnos, ¿del poder que ostenta el modelo de cultura asentado en una estructura de la razón y que nos aleja de la aventura de la incertidumbre? ¿De un sistema educativo que parcela los saberes y que privilegia lo viso-auditivo como forma de conocer por encima de otros sentidos y otros saberes que nuestro cerebro percibe al margen de aquellos? ¿Del formato social que simplifica y reduce la comunicación humana al lenguaje hablado y la lecto-escritura y no explora ni potencia “otras lenguas” y otras sensibilidades y poéticas? ¿De la cultura del silencio y la dominación a través del lenguaje? ¿De las formas del conocimiento reguladoras y al servicio del paradigma dominante que asesinan otras formas alternativas de conocer? (Una epistemología del SUR – Boaventura de Sousa Santos)

Del juego lo que más nos interesa verdaderamente no es lo que hay que hacer para jugar sino lo que la acción de jugar hace suceder; son esos aconteceres los que provocan los sentires y los movimientos en las y los jugantes; son esas las cosas que se constituyen en valor, valor de lo acontecido, valor de vida puesta en juego.

Hablamos de otra forma del conocimiento de la realidad y en la cual concomitantemente, mientras alguien conoce de esta manera y con este vehículo peculiar que es el juego, se transforma a sí mismo y transforma su realidad circundante…

Me gusta hablar en “verbos”, me remiten al hacer, a la acción, a las prácticas. Por ello quiero cerrar cada uno de estos tres ejes elegidos para compartir estas ideas con un verbo que resume y sintetiza la esencialidad en cada uno de ellos. Para el primero, planteado como transversal, elijo el verbo jugar.

Existe un modo de jugar que puede ser funcional a diversidad de disciplinas y existe otra forma de jugar que siempre es esencial a la existencia humana.

2 – En esta coyuntura: mi experiencia fue la de alcanzar a Alicia…

De modo que ella sentada con los ojos cerrados, casi creía en el País de las Maravillas. aunque sabía que solo tenía que abrirlos para que todo se transformara en obtusa realidad.5

Uno de los principales conocimientos logrados a través de mi práctica ludopedagógica en esta particular situación por la que estamos atravesando: la pandemia, la emergencia sanitaria, el colapso económico, las crisis políticas, ha sido sobre el acto de “comprender”

En el mundo del describir y el explicar, -qué es el mundo del conocimiento

(tecnociencia)- estamos acostumbrados a detectar problemas y diseñar soluciones. Es legítimo en el ámbito del conocimiento. Pero no funciona en el ámbito del comprender. Allí no hay problemas, hay transformaciones de las cuales somos parte. 6

A diferencia que en el acto de “entender y explicar” en el acto de “comprender” me siento parte de la circunstancia. Para el caso, la situación de emergencia sanitaria universal y, busco provocar su transformación vinculando para ello, el hacer lúdico y el jugar, mi práctica de siempre, con el aislamiento y la distancia, es decir con la obligación generada por la circunstancia.

La sensación que tengo es la de haber atravesado el espejo, como Alicia lo hizo en su “País de maravillas” para descubrir un universo de posibilidades nuevas, distintas a las conocidas, inimaginadas, al menos por mí.

En este punto quiero compartir con uds. uno de los hallazgos alcanzado en mi práctica lúdica bajo este contexto singular y aggiornada a la contingencia sanitaria que me propuso incursionar en el formato de lo que me gusta llamar “presencialidad a distancia” a diferencia de “virtualidad”.

Creo de valor rescatar que sin lugar a duda es diversa pero igualmente no deja de ser un modo de estar y de ser “presentes”, no es una ficción, es un tiempo compartido sin compartir el espacio físico, no deja de ser tan real, es un tiempo de vida que no tiene “devolución”, es parte de nuestro devenir en caso de tomar la decisión de atravesarlo.

Pude comprender en mi intento obstinado y resiliente de sostener el juego bajo estas circunstancias que también es posible emocionar, tocar la sensibilidad y afectar la piel, humanizarnos a través de una pantalla, jugando.

No hablo de algo que pretende sustituir lo insustituible.

El beso, el abrazo, la caricia y todo lo que solamente existe cuando se encuentran los cuerpos, afortunadamente no tiene otro modo de existir que el de la excitación epidérmica.

Sin embargo, creo que es posible y deseable bajo estos imperativos proponer una estrategia de aproximación, de sostén del deseo, de búsqueda en lo distante que aproxima.

El obstáculo principal no lo ubico en la técnica o la tecnología que se debe utilizar, con sus beneficios y sus adversidades intrínsecas sino en la incapacidad de trascenderla para encontrar el modo de sostener la intencionalidad, el interés y el deseo de lo que verdaderamente importa, de lo que tiene valor y sentido para correr los riesgos según el sentir y el comprender de cada una/o de nosotras/os.

Dar este paso hace poco más de un año atrás, fue un acto de transgresión y subversión que me impuse a mí mismo y a buena parte de mi elegida indoctrinación, de mi comodidad aseguradora y de mis miedos oscuros.

Estas son las razones por las que, para este segundo eje, propuesto como un modo de ubicarse en la situación y el contexto de actualidad, elijo el verbo exorcizarAtravesar el espejo, romper el límite, liberar la oscuridad, arriesgar para cambiar.

3 – En prospectiva: mi sueño es alargar los horizontes

Tengo el propósito de trascender, de aprender y de aprovechar social y políticamente la circunstancia por la que nos hemos visto obligados a atravesar.

A modo de ejemplo mencionaré uno de sus impactos que percibo en clave de valor positivo. El mismo lo refiero a mi práctica específica, pero entiendo que puede tener el mismo sentido para otras tantas prácticas profesionales y humanas libertarias.

Hoy y bajo este formato de “presencialidad virtual y/o a distancia” se abre la posibilidad de llegar, en mi caso con la propuesta de la Ludopedagogía, a personas que pueden estar en sitios alejados y en lugares que físicamente quizá nunca hubiese logrado alcanzar.

No es poca cosa, políticamente hablando, poder “alargar los horizontes”.

Es la oportunidad de ampliar y amplificar los impactos de nuestras ideas, pensamientos y propuestas con la intención de contribuir a humanizar y mejorar el mundo que habitamos. Es el momento de apasionarnos con una transformación en paz y con rebeldía. Es un tiempo también para enamorarnos con alegría, por existir.

Para el último de los tres ejes expuestos mi elección es por el verbo erotizar7

Movilizar la pasión para que nos empuje con caricias hacia la utopía.

Profundamente agradecido a la Universidad Católica de la Santísima Concepción – UCSC de Chile y en particular a la estimada colega Sonia Stevens por esta invitación y, a todas y todos uds. por la escucha.

17.05.2021 en Ciudad de la Costa, Uruguay

Seminario UCSC, Chile – Prof. Ariel Castelo Scelza, Uruguay
eiludopedagogía@gmail.com(link sends e-mail)

IMÁGENES

Gente jugando. Diferentes juegos

1 Graciela Scheines – Juegos inocentes, juegos terribles

2 Ariel Castelo Scelza – Intervención en Video – Construcción de EPyCA, Argentina – 2020

3 Ariel Castelo – Formación en Ludopedagogía. Inscripción de obra en Biblioteca Nacional – 2009

4 Ariel Castelo – Parafraseando a Carlos Nuñez Hurtado, Educar para transformar, transformar para educar, México 1986

5 Lewis Caroll – Alicia en el País de las Maravillas

6 Manfred Max Neef – El acto creativo, Chile 1991

7 Massimo Recalcati – La hora de clase. Por una erotización de la enseñanza 2016

Fuente de la información e imagen:  https://www.topia.com.ar

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Máximas de Paulo Freire se multiplican en Latinoamérica (Audio)

Brasil / 13 de mayo de 2018 / Autor:   / Fuente: Radio Ciudad del Mar

Los ecos de la educación popular empiezan a multiplicarse en Latinoaméricay las máximas de Pablo Freire de Educar para transformar logran calar en muchas de esas comunidades donde hay que buscarles otras salidas más constructivas a las realidades cotidianas.

 

Fuente:

http://www.rcm.cu/maximas-de-paulo-freire-se-multiplica-en-latinoamerica/

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¿De qué sirve enseñar si no hay aprendizaje?

La calidad educativa es tal cuando se evidencia en más y mejores aprendizajes. Venimos advirtiendo un profundo desencuentro entre enseñanza, aprendizaje y evaluación, los que debieran formar un sistema articulado. Aún el interés primordial de la gestión educativa continúa centrándose en qué y cuánto enseñar en el poco tiempo disponible, y no precisamente en cuánto se comprende, asimila y aprende con significado y utilidad para la vida. Aquí reside el corazón e importancia de la pregunta del título.

Esta precariedad mostrada por el estudiantado en las investigaciones realizadas, se aprecia en múltiples ámbitos: gran debilidad en la formación docente y los métodos tradicionales que utilizan; debilidades notables de niños y jóvenes en fluidez y comprensión lectora; ausencia de capacidad de análisis, razonamiento y juicio crítico; pobre verbalización mecánica de conocimientos; bajísimos resultados de bachilleres en las pruebas de ingreso a la universidad, realizadas; resultados deficitarios en lectura, matemáticas y ciencias naturales del alumnado de 3º y 6º grados en las Pruebas Serce y Terce del Laboratorio de Calidad de la Educación (Unesco); graves incorrecciones en lenguaje y escritura; incapacidad de bachilleres para escribir correctamente una carta solicitando trabajo, y otras más.

Es imposible en este artículo plantear todas las causas que se articulan y refuerzan mutuamente, para producir este profundo desencuentro entre lo que se enseña y se aprende. Son de distinto tipo, unas estratégicas, de fondo, otras organizativas y metodológicas.

La concepción que dirige la Educación y el Currículum: preside una concepción efectivista, superficial, simplista, partidaria e ingenua de la educación; el currículum se centra en conocimientos desactualizados y desconectados de la realidad del país; omite el desarrollo práctico de capacidades de pensamiento analítico, lógico y crítico; las disciplinas se presentan separadas entre sí, de espaldas a una realidad interdisciplinaria, induciendo una enseñanza-aprendizaje fracturada y desconectada. Un currículum en competencias que debieran integrar distintos niveles de conocimientos -declarativos, prácticos y axiológicos-, pero que, en la práctica se enseñan como objetivos, separando entre sí estos tres niveles.

Las políticas educativas, entre las que se encuentra “Una mejor Educación”, son intenciones desconocidas por el magisterio, que no se operativizan al nivel metodológico práctico del aula.

La formación docente es eminentemente instrumental, alejada del consenso teórico que aporta una visión reflexivo-crítica sobre la práctica; no se cuenta con un Plan Nacional de Formación Docente; los eventos formativos son circunstanciales, masivos, retóricos, nada prácticos, dominados por un discurso partidario; la formación impartida por escuelas normales y facultades de educación es más teórica que práctica, disciplinatoria, no reflexivo-crítica sobre la práctica, que descuida la creatividad, iniciativa, autonomía e innovación; desvinculada de los contextos complejos nacionales y sin acceso a formación posgraduada gratuita; con enormes brechas de acceso tecnológico para mejorar la enseñanza. Un diagnóstico de la Comisión Nacional del Sistema de Formación Docente del Mined que coordinamos (2008-2009), mostró gran cantidad de capacitaciones recibidas por cada docente, sin incidencia en mejorar la enseñanza.

El Plan de Educación 2018-2022 no responde a un trabajo colectivo del Mined, refleja una realidad educativa poco real, con estrategias de buenas intenciones, sin asidero práctico en la realidad escolar; no focaliza el aprendizaje y sus propuestas se refieren a más de la misma formación y metodología con uso de la tecnología.

Organización y fondo de tiempo escolar: las investigaciones realizadas evidencian  reducción del tiempo escolar normado. El año escolar concluye con numerosas pérdidas de clases, fenómeno ya normalizado. Esto afecta severamente el aprendizaje, sumado a la baja calidad de las sesiones de clase. La mitad del tiempo se invierte en control, organización, orientaciones, disciplinamiento, restando tiempo a lo principal, como presentar y trabajar situaciones de aprendizaje, llenando contenidos programáticos sin atender al aprendizaje. Actúan múltiples distractores: actividades extracurriculares como eventos político-culturales, talleres docentes centrados en llenar contenidos, no en aprendizajes;  actividades de aprendizaje orientadas a la repetición que no desarrollan capacidades, sin comprensión, sentido ni significado; tampoco se enseñan al estudiantado estrategias para aprender. La planificación didáctica es recicladora, formal, no ajustada, descontextualizada, sin ningún control ni asesoría de directores sumidos en otras tareas. Asesores pedagógicos de las delegaciones que incumplen sus funciones por “falta de recursos”. Tal escenario pareciera diseñado para desmotivar al estudiantado.

El siguiente artículo se centrará en Métodos y Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje-Evaluación, enfocados al aprendizaje.

Fuente: https://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/456518-que-sirve-ensenar-si-no-hay-aprendizaje/

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Las sospechosas relaciones entre educación y trabajo

Por: Carlos Aldana

La educación para el empleo genera trabajadores acríticos, que no se organizan ni reivindican. De esta forma, educar para el trabajo se convierte en educar para sobrevivir, no para la vida plena.

Por supuesto que todo ser humano debe aprender y formarse para su aporte productivo en el mundo. Claro que es preciso valorar al trabajo pues, más allá de las consideraciones sociológicas y políticas, constituye uno de los caminos para construir humanidad y para darle forma a nuestras sociedades y entornos. Por eso, comprender lo educativo en la actualidad también debe incluir al trabajo, desde miradas críticas sobre la relación educación-sistema productivo y económico. Esas relaciones no son relaciones neutras o simples de entender. Son más bien relaciones extrañas y sospechas, puesto que están acuerpadas por discursos y prácticas que ocultan más de lo que develan.

Por ejemplo, se habla de educar para el trabajo y al revisar las bases conceptuales y los sentidos sociales de esas propuestas educativas, se descubre cómo la adquisición de habilidades o el énfasis en las competencias técnicas y productivas, es una insistencia en la capacitación y en el desarrollo de una clase trabajadora que se desenvuelva en los niveles más bajos de la producción o, en pocos individuos, un cierto acceso a posiciones gerenciales. Remarcan que se trata de que la educación contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas (algo que es válido en un sentido profundo), pero solo a través de ciertas condiciones que faciliten alguna empleabilidad. En realidades como la latinoamericana, tan afectada desde hace mucho tiempo por el desempleo, incluso con realidades de subempleo realmente dramáticas, poner al sistema educativo a generar ciertas habilidades es enseñar a usar el grifo, pero sin cañerías ni agua en ellas.

Educar para el trabajo constituye una expresión tan interiorizada en la fraseología pedagógica dominante, porque nadie se resiste a ella, es una expresión guapa en contextos de pobreza y ansiedad por encontrar empleo. Pero por eso, precisamente, también es una frase que oculta las pretensiones del poder económico mediante el dominio del sistema educativo. Se enseña a ser trabajador al servicio de los dueños de las empresas, fábricas y fincas; se enseña habilidades necesarias para ganar ciertos salarios; se enseña y estimula a miles de jóvenes para trabajar en call centers en los que pueden pasar años y años sin desarrollarse o evolucionar.

Pero también ese discurso es el que “naturaliza” que la educación enseñe a niños, niñas y jóvenes a ser trabajadores, pero no a ser ciudadanos y sujetos políticos. Las relaciones extrañas entre educación y trabajo crean trabajadores que no se sindicalizan, ni organizan, ni reivindican, ni demandan. La pobreza extrema hace que un salario bajo se convierta en la salida del camino de la muerte en millones de egresados del sistema educativo, y que se abandone cualquier búsqueda de otros horizontes mediante el compromiso y la acción transformadora.

En consecuencia, en estos postulados, se justifica el abandono del estudio y comprensión de los derechos humanos en general, y los derechos laborales en particular, con la consecuencia de que la llamada “educación integral” cede su espacio a una educación tecnócrata. Educar para el trabajo parece, así, educar para sobrevivir, no para la vida plena, y para alimentar a los poderes económicos mediante mano de obra acrítica y por ello, mal pagada. ¡El redondo negocio de la educación y pedagogía dominantes!

Nuestra llamada debe ser a la de una educación del trabajo que politice la relación entre jóvenes y sistemas; que el logro de habilidades técnicas esté acompañado del desarrollo de habilidades sociales y emocionales, así como de la comprensión crítica de la realidad, principalmente del contexto económico y político; que descubran la posibilidad de otros caminos productivos. Se trata de que la educación no “regale” lo mejor de nuestro planeta a esos monstruos avorazados que se alimentan no solo de la pobreza de millones de seres humanos, sino principalmente de la ignorancia política y contextual que les crea su propia educación escolar.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/04/27/las-sospechosas-relaciones-entre-educacion-y-trabajo/

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Australia: Crean una Barbie que amamanta como una herramienta de educación

Oceania/Australia/11 Diciembre 2016/Fuente y Autor:lr21

Para la australiana Betty Strachan que creó la Barbie que amamanta la educación es la clave para acabar con el estigma que existe en torno a la lactancia materna e incorporar la práctica a los juegos es una buena forma de que la naturalicen.

La joven australiana Betty Strachan que se dedica personalizar muñecas Barbie y les modifica el aspecto cambiándoles el pelo, el color de los ojos, las curvas de sus siluetas, y a hacer sus propios muñecos hombres, bebés y niños y comparte su trabajo en su cuenta de Instagram, decidió crear una muñeca que represente a las madres que amamantan. Según cuenta la idea surgió por participar de un grupo de mamás donde constantemente hablan sobre lactancia.

Betty, madre de dos niños de 3 y 5 años y dijo que su hobbie de crear y modificar muñecas Barbie surgió cuando estaba creciendo porque “me sorprendía la falta de diversidad que existía en el mundo de las muñecas. No todos los niños nacían con el pelo rubio y los ojos azules (…) y cuando me convertí en madre, me di cuenta del daño psicológico que esa falta de pluralidad puede provocar potencialmente en los niños”.

Ante ese posible daño vio la necesidad de hacer una Barbie en período de lactancia para que sea utilizada como una herramienta de educación, ya que considera que la educación es la clave para acabar con el estigma que existe en torno a la lactancia materna.

En declaraciones a Huffington Post explicó que “una niña con cabello oscuro y tez morena puede ver a una Barbie rubia y de ojos verdes y obviamente no se sentirá identificada. Lo mismo pasa con la Barbie que amamanta. Si una niña desde pequeña sabe que es un proceso natural por el que toda madre tiene que pasar con sus hijos, pues siempre lo verá como eso…algo natural. Y no como la sociedad lo quiere dar a entender, prohibiendo y humillando a madres en plena calle o lugares públicos”.

Fuente de la noticia:http://www.lr21.com.uy/mujeres/1315168-barbie-amamanta-lactancia-materna-educacion-mujeres

Fuente de la imagen:http://www.lr21.com.uy/wp-content/uploads/2016/12/barbie-amamanta.jpg

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La difícil tarea de humanizar.

Por: Victor Corcoba Herrero.

Educar nunca ha sido una tarea fácil, pero hoy aún es más compleja, en un orbe tan injusto como desigual. Si en verdad queremos instruir para sentirnos más libres, quizás antes tengamos que adquirir conciencia de la justicia para que no se pierda corazón alguno por falta de oportunidades, pues lo fundamental es animar a convivir desde la cooperación de unos para con otros.

Precisamente, un reciente informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO nos advierte de esa necesidad de cooperación entre sectores, para ayudarnos a coexistir, a templar el alma, y así, poder afrontar de manera coordinada las dificultades de la vida, acrecentando un mayor espíritu comprensivo y tolerante. Cuesta entender que, ante esta atmósfera de deshumanización, los sistemas de educación hagan bien poco, por no decir nada, a la hora de transmitir valores en lugar de acrecentar contenidos que, más que ayudarnos a despertar, nos adoctrinan como marionetas en un horizonte de luchas inútiles. Olvidamos que el objeto de enseñar es formar personas humanas aptas para auxiliarse unas a otras, y no para ser insensibles y competitivas unas contra otras. Por eso, la educación, seguramente sea la forma más humana de reencontrarse; ¡de hallarse humano de verdad!

Lo importante no es aprender a leer o hacer cuentas, sino saber cohabitar, gobernarse por sí mismo, aprender a respetar. Ciertamente, resulta preocupante que no se preste más atención a nuestro espíritu solidario, y, únicamente se premie el intelecto de la formación. Por ello, necesitamos a mi juicio tomar acciones mundiales que prioricen la tarea de humanizarnos, con programas educativos verdaderamente ejemplarizantes y de transformación de almas, lo que conlleva otro lenguaje bien distinto a lo que hoy se ofrece en los centros escolares. La única educación que nos hace avanzar como especie pensante es aquella que es capaz de obtener lo mejor de uno mismo, tal vez para poder abrazar unidos esa trascendencia de unidad y unión que, como linaje, todos nos merecemos para sentirnos alguien en la vida. Difícilmente va a dignarse acceder a ese noble sentimiento de alianza, quien no ha sido educado para el amor y por el amor, o va a amar el planeta, si previamente apenas tiene conocimientos básicos sobre medio ambiente y cambio climático. Si fundamental es prestar más atención a las cuestiones ambientales, también es vital propiciar una sana atmósfera de virtudes, a fin de convertirse en un ser humano; ¡sí, en efecto, humano de verdad!

No hay educación si no hay humanidad que transmitir, si todo es más o menos producción de máquina, lo que conlleva el activo de una generación estúpida, creída y altanera. La UNESCO acaba de acentuar el requerimiento de una transformación profunda educativa para hacer frente a los desafíos que afronta la humanidad y el planeta. Personalmente, uno hace tiempo que lo viene demandando a través de sucesivos artículos sembrados por todo el globo, pero la irresponsabilidad de algunos, hasta ahora lo han impedido, sabiendo que un mundo humanizado es un mundo liberado, ya que la ignorancia, siempre inhumana, nos desciende a la esclavitud más servil. Pensemos que la formación es por lo menos una forma de realizarse, de culto de la voluntad, de cultura humanitaria que ha de servirse a lo largo de la vida, como activo imprescindible, porque humanizar es como sentirse parte de los demás antes que de uno mismo; ¡humano hasta las entretelas!

Sinceramente, pienso, que el valor educativo no es el aprendizaje de muchos datos, sino el ejercicio de la mente para pensar y no dejarnos aborregar; pero también, de igual modo, el adiestramiento de nuestros latidos para poder encauzar fraternalmente nuestra existencia. Todos deberíamos nacer en una familia, nacer del amor, y crecer sustentados por una sociedad hermanada. Los tiempos actuales son todo lo contrario, lo separan todo, lo dispersan todo y también lo confunden todo, por lo que la tarea de humanizar se nos complica, y máxime cuando los sistemas educativos del astro, responden más a intereses que a humanidad. ¡Dignifiquémonos!

Enfermada el alma, convertida en tumba del cuerpo, es bastante complicado entender la realidad; y, como tal, concebirnos a nosotros mismos. Ojalá hubiese muchas escuelas, sobre la faz de la tierra, que desarrollen otro civismo, otro lenguaje más del corazón que de la vida. Sería una buena manera de propiciar ese ansiado cambio en el planeta, donde todas las culturas se acogen, acompañan, saben discernir e integrarse, en un ambiente humano, donde cada cual sea el mejor aliento de su análogo; es cuestión de apreciarse, ¡no de repudiarse!

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article101383822.html

Imagen: http://elimparcialnews.com/wp-content/uploads/2016/09/Humanizacion.jpg

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En educación, amigos o enemigos.

No conocemos respuestas a estas interrogantes y si las hay, por vergüenza y por respeto.

Centro América/Panamá/Fuente: http://laestrella.com.pa/

Por: Antolino Herrera Castillo.

Recordando la pasada huelga de educadores, donde se enfrentaron cerca de 45 000 docentes a los comisionados por el Ejecutivo, más los padres de familia, para negociar una situación que, gracias a Dios, no se prolongó tanto, sino que se superó con el acuerdo del reconocimiento salarial y diferido de $600.00 a pagarse en años próximos a los docentes, nos queda la interrogante, ¿qué ganó el Estado?, que somos todos, ¿qué ganaron los estudiantes, que son siempre los más afectados, y qué ganarían los padres de familia y las empresas que han de contratar a los futuros profesionales que han de cargar sobre sus espaldas el futuro próximo de esta tierrita a que dimos por nombre Panamá?

No conocemos respuestas a estas interrogantes y si las hay, por vergüenza y por respeto, deben publicarse para dar satisfacción a quienes sufragamos, vía impuesto, todos los sueldos y salarios de cada funcionario.

Esto de educar es por demás interesante. No todo el mundo educa ni todos pueden educar de la manera en que se esperen los mejores resultados. ¿A dónde quiero ir con esto? Debemos ser conscientes de que existe un sistema educativo en los cuatro puntos cardinales del país (norte, sur, el poniente, por donde se mete el sol y el saliente, por donde nace). Si creemos que dicho sistema educativo está conformado por el Ministerio de Educación y sus programas, más los colegios particulares, sumados a las universidades públicas y privadas, se nos queda por mencionar a otros participantes como los medios de comunicación, las TV, el medio de prensa escrita como La Estrella de Panamá y La Prensa .

Toda revista, libros o documentos que circulen en nuestro medio forman parte del sistema educativo. Las academias que enseñan ciencias o arte, escuelas de karate o cualquier otra disciplina donde exista un proceso de enseñanza y aprendizaje, está pasando por el escrutinio o lupa de nuestro sistema educativo. Los comunicadores sociales son también parte del mismo. El productor o realizador de programas de televisión, tiene una incidencia determinante en el resultado que venda al público: hombres y mujeres adultas, jóvenes, niños y ancianos.

Llegué a entender que la palabra más importante en una televisora sería programa, porque es lo que va al público. De ahí que el contenido de dichos programas puede tener influencias positivas o perniciosas sobre el televidente. En espacios abiertos de acceso a los panameños, no se puede verter audio y video más propios de cabaré, bares, cantinas o garitos de mala muerte.

¿Puede llamarse educación a esto? De todas maneras el contenido de un programa reseña o habla sobre el cuerpo emocional, sanidad mental, cultura, educación, valores o vocación del sujeto que se atreve a presentar su espléndido producto que, de ser así, no hay nada que objetar. ¿Que piensan las figuras directrices del medio, como las iglesias y los cuerpos académicos? Puede acaso el panameño común, de a pie o a caballo, discernir los mensajes subliminales que provienen de estas mentes no muy bien intencionadas o confundidas.

Quienes generan contenidos que van al público como textos, revistas o programas entre otros, son generalmente como la crema y la nata; individuos versados, con autoridad, con conocimientos del tema a debatir, que les permite segregar o separar lo mejor de cada producción, del cual ha de servirse el lector, radioescucha o espectador, si se trata de una clase o conferencia.

Si solo andamos buscando figurar, sintonía o aumentar los reales a nuestras alcancías, fracasamos todos.

De hecho, hay quienes se refieren al fracaso de nuestro sistema educativo. ¿A qué te sabe esto? ¿Todo está bien en Panamá? ¿Sabes cuántos jóvenes se infectan del VIH cada mes en Panamá? ¿Cuántos son víctimas de las enfermedades sociales? ¿Cuántos andan semidesnudos por las calles, sobre o bajo los puentes? ¿Por qué a unos pocos profesionales les preocupan estas cosas? ¿Dónde están los programas o campañas para remitir el problema? ¿Cómo hay dinero para cargos de asesoría y viajes al extranjero?

Se sugiere educar a la población. Si hay indiferencia del Estado, el rol del padre, madre o tutor es proteger a los suyos. Es un problema de sangre, protege tu sangre, protege tu ADN, de los devastadores, que los hay; los mismos de siempre, los agentes del mal o figuras tenebrosas.

Deseamos mejores días para Panamá.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/educacion-amigos-enemigos/23958289

Imagen: http://laestrella.com.pa/media/news/image/263977_800x600_crop_57c1040a904a1.jpg

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