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América Latina con los ojos puestos en Ecuador

Por: Emir Sader
Fuentes: Alainet [Imagen: Andrés Arauz con Evo Morales y el presidente de la CONAIE, Jaime Vargas, en Bolivia]

En caso de que triunfe Arauz, se consolida el segundo ciclo de gobiernos progresistas en la región, si gana Lasso, Ecuador vuelve a estar aislado, dando continuidad al desastroso gobierno de Moreno.

La primera década del siglo XXI estuvo marcada por los gobiernos antineoliberales en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador. Los únicos gobiernos en el mundo que han puesto en práctica programas antineoliberales, disminuyendo las desigualdades en el continente más desigual del mundo.

A lo largo de la segunda década, la derecha ha logrado recuperar fuerza, retomando gobiernos en Argentina –mediante elecciones-, en Brasil y en Bolivia – mediante golpes– y en Ecuador, mediante la adhesión del presidente elegido, Lenin Moreno,  con un  programa antineoliberal, al neoliberalismo.

Moreno ha fracasado, como todos los gobernantes latinoamericanos que han intentado implementar ese modelo.

El neoliberalismo ha revelado que tiene corto aliento, porque responde a los intereses del capital financiero, no tiene políticas sociales y así no logra conquistar bases sociales de apoyo que le permitan estabilizar sus gobiernos. El caso de Argentina fue ejemplar, con una victoria eufórica de Mauricio Macri, que se agotó rápidamente, por que su gobierno retomó el mismo modelo neoliberal que ya había fracasado no solo en Argentina, sino también en Brasil, Uruguay, Bolivia y Ecuador. La victoria reciente de la derecha en Uruguay,  promete tener un destino similar.

La tercera década está marcada por un segundo ciclo de gobiernos antineoliberales en la región, con la victorias de Alberto Fernández en Argentina, de López Obrador en México, de Luis Arce en Bolivia. Victorias con gran apoyo electoral, porque se fundamentan en políticas sociales, en políticas económicas antineoliberales, en la retomada de los procesos de integración latinoamericana.

Los ojos del continente se vuelven ahora sobre Ecuador, donde un presidente elegido por la continuidad del gobierno antineoliberal de Rafael Correa –el gobierno más importante de la historia de Ecuador– lo traicionó e hizo exactamente lo que proponía la derecha, pasando a gobernar con la derecha, retomando el modelo neoliberal. Ha fracasado, como habría fracasado Guillermo Lasso, si hubiera ganado.

La primera vuelta de las elecciones presidenciales ha confirmado el favoritismo de Andrés Arauz, candidato apoyado por Rafael Correa;  el segundo lugar fue para Guillermo Lasso, uno de los más grandes banqueros del país que fue  derrotado ya en las elecciones anteriores. Yaku Pérez, del movimiento Pachakutik, llegó en tercer lugar.

La disputa está cerrada entre los primeros. Yaku mantiene una posición crítica a los dos. Lasso defiende, como siempre, una versión ortodoxa del modelo neoliberal. Desecha todo lo conquistado por el gobierno de Rafael Correa, propone privatizaciones, un Estado mínimo, la centralidad del mercado. Pretende volver a los gobiernos anteriores a Correa, que solamente han multiplicado la crisis entonces permanente de Ecuador.

Mural en una calle de Quito

Andrés Arauz recoge las experiencias positivas del gobierno de Rafael Correa y se presenta como la expresión ecuatoriana como otros gobiernos antineoliberales, como los de Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Evo Morales, López Obrador y el propio Rafael Correa. En caso de que triunfe Arauz, se consolida el segundo ciclo de gobiernos progresistas, antineoliberales, sumando Ecuador a los gobiernos actuales de Argentina, México y Bolivia. En caso de que gane Lasso, Ecuador vuelve a estar aislado, dando continuidad al desastroso gobierno de Lenin Moreno.

Por ello,  los ojos y el corazón de América Latina están puestos en Ecuador.

Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/211671

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Chile: Colmed, universidades y ex ministro presionan para postergar elecciones y Gobierno sigue resistiéndose a esa posibilidad

Dada la compleja situación sanitaria que enfrenta el país producto de la pandemia, varios expertos en medicina han sugerido postergar los comicios del 10 y 11 de abril, entre ellos el ex ministro de Salud Jaime Mañalich y el rector de la Universidad de Chile Ennio Vivaldi. Sin embargo, el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, insistió esta mañana en que «es parte de nuestra ocupación diaria dedicarnos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que se puedan realizar las elecciones el 10 y 11 de abril, en eso estamos». Ayer, el Ministerio de Salud reportó la segunda cifra más alta de contagios diarios desde el inicio de la pandemia, y 14 comunas de la Región Metropolitana retrocedieron a cuarentena. Con esto, la capital del país en su totalidad entrará en confinamiento a partir del sábado.

La crisis sanitaria en Chile producto de la segunda ola de covid-19 está en un punto crítico. En el reporte de ayer, el Ministerio de Salud reportó la segunda cifra diaria más alta desde el inicio de la pandemia con 7.023 casos, lo que obligó a decretar cuarentena total en la Región Metropolitana y otras comunas del país, provocando que alrededor de 13 millones de personas estén confinadas.

Esta situación ha puesto sobre la mesa la posibilidad de postergar las elecciones del 10 y 11 de abril. Expertos médicos consideran que se deben postergar. Por ejemplo, El jefe de la Unidad de Pacientes Críticos de la Clínica Indisa, Sebastián Ugarte, dijo a T13 que «de acá a una semana vamos a tener nuevas cifras que indiquen el resultado de las medidas», En ese sentido, sostuvo que si las cifras siguen al alza, «sería prudente postergar este proceso eleccionario».

«Idealmente la cifra de camas críticas deberían estar muy por debajo de las cifras actuales, por debajo del 85%», sostuvo el experto.

En la misma línea, el jefe de Urgencias del mismo recinto hospitalario, Leonardo Ristori, comentó a CNN Chile que «la situación actual es tremendamente preocupante», argumentando que es incluso más complicada que el panorama de mayo del año pasado. «Este es el momento más crítico de la pandemia», aseguró.

«La ocupación de camas con gente joven es mucho más larga que la que teníamos con gente de mayor edad y eso hace que tengamos menos posibilidad de hospitalizar», agregó el experto, y advirtió que «si no se toman medidas y sobre todo, si la población no las acata, podríamos llegar al dilema de la última cama».

Bajo ese contexto es que Ristori se mostró a favor de postergar las elecciones , argumentando que «ya hay suficientes antecedentes para posponer las elecciones y diría que hace una semana atrás ya había suficientes antecedentes para hacerlo. La curva de progresión de los contagios y lo que se veía venir eran razones más que suficientes para haber postergado las elecciones en una decisión tomada hace por lo menos una semana atrás».

Mañalich: Hay «factores suficientes» para postergar la elección

El ex ministro de Salud Jaime Mañalich también manifestó su postura a favor de postergar los comicios de abril, argumentando que hay «factores suficientes» para tomar esa decisión. «Cantidad de camas críticas, casos positivos, positividad del test, casos activos, tendencia, etcétera. Los factores son suficientes para tomar una decisión, en el sentido de modificarlas», dijo a El Mercurio.

«Pensemos muy en serio, con responsabilidad social y política, si es prudente o no mantener este acto eleccionario», agregó la ex autoridad del Ministerio de Salud.

El ex secretario de Estado consideró que «se ha dicho que el lunes se tomaría una decisión y es tarde. Estamos en una situación sanitaria donde es poco probable que el escenario cambie radicalmente, a pesar de las medidas tomadas ayer».

El ex secretario de Estado también dijo que «si va el 50 por ciento del padrón, como en el Plebiscito, bien, pero si va el 30 por ciento, que es posible, dadas las medidas de confinamiento y temor de las personas, la validez de los resultados, sobre todo de la Convención, puede entrar fácilmente en discusión».

«Lo que corresponde es que se haga una reunión entre los distintos poderes del Estado y se tome una decisión. Puede ser postergar las elecciones o mantener una de ellas, como la de constituyentes, y dejar las otras para después», propuso Mañalich.

Por otra parte, el vicepresidente del Colegio Médico, Patricio Meza, también manifestó que la situación por el covid-19 en el país «es compleja» y señaló que «hay indicadores que llaman poderosamente a suspenderlas».

Rector Vivaldi: «Es más prudente postergar»

En conversación con Radio ADN, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, dijo que muchos votantes podrían abstenerse de participar en las elecciones de abril producto de la segunda ola de covid-19, y en esa línea, dijo que «la evidencia dice hoy día que es más prudente postergar».

«Yo aconsejaría prudencia y postergarlas», agregó el médico cirujano.

Gobierno insiste en mantener la fecha de las elecciones

Pese a las advertencias de expertos que sugieren que lo mejor es postergar las elecciones, el Gobierno se ha mantenido firme respecto a que se realicen el próximo 10 y 11 de abril. Es así como entrevista con T13, el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, dijo que «es parte de nuestra ocupación diaria dedicarnos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que se puedan realizar las elecciones el 10 y 11 de abril, en eso estamos. Si los datos cambian, será en su momento».

«Necesitamos cuanto antes bajar la cantidad de contagios, continuar con la campaña de vacunación y bajar la movilidad, especialmente en las ciudades más grandes», agregó.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2021/03/26/colmed-universidades-y-ex-ministro-presionan-para-postergar-elecciones-y-gobierno-sigue-resistiendose-a-esa-posibilidad/

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Organismos Constitucionalmente Autónomos, sí, pero no así

Por: Manuel Gil Antón

Ante el blanco y negro: grises intermedios. Frente al juicio sumario que los descalifica de manera absoluta, no es adecuada una actitud que los defienda de la misma manera. Discrepar de la desautorización que, sin matices, ha expresado el presidente a los Organismos Constitucionalmente Autónomos (OCA), no debe conducir a entronizarlos como indispensables tal y como ahora operan sin un ejercicio crítico de sus características. El argumento de su idoneidad ha de eludir tropezar con la misma piedra de quien los considera inútiles per se: una generalización tosca e inválida.

Valga un ejemplo: luego de la experiencia (durante décadas) de lo pernicioso que era que los gobiernos organizaran las elecciones y realizaran el conteo de los votos en las que está de por medio su continuidad, no dudo – ni dudé – que era necesaria una entidad pública sin relación orgánica con el gobierno en turno, que se encargara de esas funciones para que el voto contara y fuera bien contado. La creación del Instituto Federal Electoral, IFE, como OCA al frente de los procesos electorales, fue una demanda de la generación a la que pertenezco. Es indispensable porque en esa tarea el poder constituido no debe ser juez y parte. ¿Se sigue de esta convicción apoyar, sin más, su forma de organización, la manera en que se conforma el conjunto de los consejeros, el tamaño de su burocracia o las tareas que las sucesivas leyes le han asignado, por mencionar algunos aspectos? No. Lo que pedimos y por lo que nos esforzamos fue por contar con una institución autónoma que organizara la renovación de los distintos poderes por medio del voto. Exigimos eso, de lo que no se sigue que tengamos que defender, por ello, la manera en que a lo largo del tiempo se ha legislado y opera el actual Instituto Nacional Electoral (INE).

Por eso, considero vital que defendamos su existencia sin confundir, por esta razón, que equivale a preservar, sin revisión, la estructura, procedimientos, costos y demás aspectos del INE como está ahora. ¿Este organismo es indispensable? Sí, sin duda, pero no necesariamente así. Y la crítica a esos aspectos es, aunque a algunos les parezca paradójico, la mejor manera de defenderlo frente a una tendencia gubernamental que, alegando aspectos criticables en su organización (que los hay, y muchos), estima que debe desaparecer.

Como en otros casos, aunque el ejemplo sea el INE, urge analizar, entre otras cosas, si la manera de elegir a sus directivos es la más adecuada. La injerencia de los partidos en esos nombramientos ha sido muy clara. ¿Evitarla es posible? ¿Cómo? ¿Es factible diseñar formas de elección de sus integrantes que no pasen por la criba oportunista de los partidos en el Congreso? ¿Tiene que ser el ejecutivo quien haga las ternas de quienes conduzcan este y otros OCA y una cámara ser la electora? ¿No podría ser esta tarea encomendada a un conjunto de personas que, de manera transparente y con conocimiento de causa, las integren? En todos los casos en que sea necesario evitar que el gobierno sea juez y parte – como en los derechos humanos, el acceso a información completa o la generación confiable de estadísticas y datos mediante los cuáles se pueda conocer el estado que guardan asuntos que nos importan – es imprescindible la existencia de OCA. Ese es, si no yerro, el valor a defender, y otro, igual de importante, es reivindicar el derecho a debatir si la manera en que se constituyen esos organismos y cómo operan hoy es la adecuada. Ambos, sí, son necesarios.

Fuente:  http://www.educacionfutura.org/organismos-constitucionalmente-autonomos-si-pero-no-asi/

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Elecciones Perú 2021: ¿por qué los jóvenes tendrán más opciones de ser miembros de mesa?

La Oficina Nacional de Procesos Electorales ha anunciado que en las elecciones se priorizará que los miembros de mesa sean jóvenes.

La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) se encuentra organizando las elecciones generales y parlamentarias que se llevarán a cabo el 11 de abril del 2021. El proceso electoral se llevará a cabo con algunas particularidades producto de la pandemia, que tiene al Perú como uno de los países más afectados en todo el mundo.

En ese sentido, Piero Corvetto, jefe de la ONPE, señaló que para el sorteo de miembros de mesa se priorizará a los más jóvenes, debido a que las personas mayores de 60 años son las más vulnerables ante un posible contagio de COVID-19.

“La edad tendrá peso diferente, no se debe colocar como miembros de mesa a los mayores de 60 años, debemos proteger la salud de la ciudadanía, por eso en el sorteo se pondrán criterios para priorizar a los más jóvenes frente a los mayores que son vulnerables”, indicó Corvetto.

El jefe de la ONPE también agregó que quienes salieron sorteados en elecciones pasadas podrán volver a hacerlo debido a que se priorizará la edad. Habrá seis miembros por mesa: tres titulares y tres suplentes. “Ahora las mesas cambian porque entran o salen electores, hay más movilidad y además está la opción de elegir tu local de votación que permite a los electores y las familias organizarse para ir a votar en lugares cercanos a su domicilio”, añadió.

Fuente: https://peru.as.com/peru/2021/01/03/actualidad/1609696518_005469.html

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Elecciones en Estados Unidos: «pueblo de brutos»

«Si pierden el camino de la libertad, miren hacia el Sur»

«La condición de un pueblo embrutecido es peor que la condición de un pueblo de brutos «. 257 años separan esta frase escrita en 1763 por el filosofo francés y creador de la Enciclopedia Denis Diderot de este final de 2020. Lo que está ocurriendo en Estados Unidos en este momento respira en cada palabra de esa frase. Un pueblo embrutecido elige a un déspota y regala su libertad. La brevedad lapidaria de Diderot retrata magistralmente, más allá de los tiempos, la involución dramática de una sociedad y de una cultura que representó lo más avanzado de la modernidad democrática, muy por encima del cínico almidón europeo.

Donald Trump boicotea su propio país con la misma filosofía con la que los esbirros de Washington boicotearon nuestras democracias durante un largo periodo del Siglo XX. Sus sicarios se llamaron Pinochet, Videla, Duarte, Bordaberry o Stroessner y diseminaron en los años 70 un tendal de horrores que la memoria colectiva guarda como actos de barbarie encubiertos por la impunidad y la fuerza. De Siglo a Siglo, de Pinochet y Videla a Donald Trump, se derrumba una ficción alimentada por el imperio y surge, potente e íntegra, una fuerza que dio vuelta la historia y puso al Sur de América en el camino de su resurrección soberana y al exportador de crímenes ante los mismos extremos que el expandió. La víctima de esos crímenes tiene las manos en las riendas de su destino. Chile, con el plebiscito para la reforma de la Constitución, se sacó de encima la herencia del autoritarismo, de la violación de la ley y la contaminación de las instituciones con la que Trump ha gobernado e intenta seguir en el poder. La historia vuelve a ser nuestra y respira en el Sur.

Los procesos son simultáneosChile se libera y nos libera en lo real y lo simbólico de ese pasado de sicariato, de una Constitución diseñada en Washington, mientras Estados Unidos ingresa en el túnel del tiempo del que Chile acaba de salir: el imperio que exportó muertes, torturas y dictaduras se fabricó un autócrata mentiroso y corrupto que pisoteó todas las leyes y dejará un legado mucho más arraigado de lo que se sospecha: el trumpismo no se acaba con Donald Trump sino que recién empieza.

En 2020, Donald Trump le agregó 5 millones de votos (68 millones) a los que había obtenido en 2016. Instituciones vaciadas o corrompidas, un Partido Republicano aliado a lo más nefasto que haya existido y orientado hacia la confrontación y la trampa, servicios secretos y organismos de seguridad en el fango y una Corte Suprema cautiva del trumpismo se han instalado por unas cuántas décadas en el corazón de esa democracia degradada. Mientras Chile despedía el legado de la dictadura-cultura que Washington exportó, Estados Unidos entraba de lleno en la era del autoritarismo mesiánico. El renacido espectro de Augusto Pinochet se mudó al Capitolio y allí permanecerá por un tiempo. En el discurso que pronunció cuando prestó juramento (27 de enero de 2017), Trump saludó a aquellos norteamericanos que habían votado por él “para formar un movimiento histórico como el mundo jamás ha visto hasta el momento”. Y allí está, lejos, muy lejos de la “majestad de la democracia norteamericana” con la que el ex presidente Georges Bush saludó la victoria de Bill Clinton en las elecciones de 1993.

La “majestad” es un trapo pisoteado por un demente en quien millones de votantes siguen viendo un Mesías. Trump es más que Trump: es el interciso a través del cual se ve el derrumbe moral de una sociedad que se cansó de fabricar en el cine héroes morales para terminar eligiendo al actor más acabado de la inmoralidad. El sueño americano se transmutó en pesadilla planetaria. En el abismo entre uno y otro, del sueño a la pesadilla, no sólo cae la puerilidad del mito. En esa caída también se desnuda nuestra mansa y constante rendición a los pies de un modelo cultural, financiero y tecnológico que ha hipnotizado a todo el planeta. Los años durante los cuales, en América Latina y en Europa, se exploraban y realizaban intentos de estéticas soberanas en muchos campos culturales se esfumaron o reciclaron en una dependencia cultural y tecnológica que no tiene precedentes en la historia humana. Jamás hubo tantos millones de seres humanos, oriundos de culturas y geografías tan diferentes como distantes, usando o mirando embobados los productos confeccionados por un mismo imperio.

La dependencia mental con respecto a Estados Unidos ha sido una abdicación global. Ni siquiera el imperio ha podido controlar sus propias invenciones. Ha acumulado una fuerza imperial tan destructora que ya no tiene armas para protegerse a sí mismo. Una vez más, Facebook, Twitter o YouTube fueron incapaces de frenar o gestionar el flujo de informaciones falsas generado por las elecciones en Estados Unidos y el posterior diluvio de aberraciones difundidas por Donald Trump y sus partidarios. En inglés –únicamente en inglés– Twitter colgó una advertencia sobre los dudosos mensajes de Trump, pero no evitó su propagación. En cuanto a Facebook, la totalidad de los mensajes mentirosos del mandatario denunciando supuestos “fraudes masivos” están en acceso libre. En español o en francés no hay freno alguno: los repetidores conspiracionistas los traducen y los retwittean con plena holgura. Así aparecieron en español mensajes vistos por millones de personas que hablaban de fraudes en Arizona o denunciaban la presencia imaginaria de milicias de ultra izquierda desplegándose en el territorio norteamericano. Ni hablar de YouTube y sus canales alternativos.

Las mal llamadas redes sociales han vuelto a probar que son Armas de embrutecimiento masivo (AEM). De esa subcultura surgió Qanon. Este grupo de extrema derecha radical, adepto a la violencia, híper trumpista, antisemita, islamofóbico, anti latino y anti afroamericano funciona mediante mensajes encriptados propagados en la red y cree que existe un Estado profundo manejado por una elite de pedófilos que conspira contra quien es, para ellos, el salvador del mundo, Donald Trump. Ese delirio violento presentó 20 candidatos y uno de ellos ingresó hace unos días a la Cámara baja: la hoy senadora Marjorie Greene (Georgia). Es rubia, racista, pro Qanon, armada hasta los dientes, promotora de una campaña bélica contra los “pedosatánicos” del supuesto “Deep State” y los socialistas. El FBI considera a Qanon como una amenaza terrorista con “capacidades de motivar a extremistas nacionales a llevar a cabo actividades criminales y violentas”. El más perfecto y expandido útil tecnológico engendró un monstruo que se come su propia democracia.

A los verdaderos demócratas de Occidente les vendría muy bien mirar hacia nuestro Sur para reinventarse. Hemos resistido dictaduras asesinas, a las desapariciones, las torturas, al terrorismo de Estado, a las privatizaciones, al colonialismo interior, a los evangelistas liberales, a la expoliación de nuestros recursos naturales, a la deslealtad de nuestras burguesías, a la manipulación de las instituciones, a la corrupción, la impunidad, el subdesarrollo, la desigualdad como filosofía política y a la guerra permanente que, desde el inicio, Estados Unidos le declaró a América Latina. Siempre han estado en guerra contra nosotros. No ha habido presidente norteamericano que no nos haya legado una dictadura. Obama nos dejó el golpe de Estado en Honduras (Manuel Zelaya) y Trump y la OEA la mascarada patética del golpe en Bolivia contra Evo Morales.

Hemos mirado a los ojos y respirado el aliento de la barbarie durante décadas. Nunca dejamos de ser el sueño colectivo de libertad con la que se forjaron nuestras historias americanas. ¡Qué enorme y sórdida paradoja ! Hoy le toca a la primera potencia mundial y a la democracia piloto luchar por su propia libertad. Y los demás imperios coloniales de Europa están sacudido e invadidos por una extrema derecha violenta y xenófoba que corroe todo lo que roza. La Argentina le está diciendo al mundo mucho más de lo que la confrontación interna y la basura mediática permite escuchar. Bolivia regresó a los tiempos modernos democráticos después de una pausa en el Siglo XIX y Chile desterró los suspiros moribundos de una infamia institucional. Los medios globales miran el Brasil de Bolsonaro, pero la epifanía somos nosotros. Late en ese triángulo mágico del Sur acechado y violentado que ha sabido restaurar y creer en lo que Occidente no cree más. El autoritarismo galopante que se extiende en Occidente contrasta con la lenta pero firme conquista de nuestras libertades.

El Siglo de las Luces que preside el nacimiento de la democracia occidental se dejó envolver por el sigilo de las sombras. ¿Quién nos hubiese dicho que un fantoche grosero convertiría la Casa Blanca en el Castillo sombrío de una autocracia naciente? El trumpismo nos revela mucho de nosotros porque enfoca, en su fatal contradicción, nuestra potencia emancipadora, los horrores que padecimos por la libertad y la forma irrenunciable en que la fuimos consolidando. También nos demuestra la futilidad de la dependencia y el costo que aún acarrea.

Hoy es el Sur quien puede ayudar, con las manos abiertas y la memoria sin rencores, al pueblo estadounidense a liberarse. Tenemos mucha experiencia en autócratas formados en Washington. Sabemos, mejor que ellos, cómo salir vivos y libres de la sumisión. No hemos levantado una Escuela de las Américas para capacitar dictadores como lo hizo Estados Unidos, sino desarrollado una práctica democrática con identidad nueva.

Empieza ya un viaje al revés. El Sur le puede transmitir al Norte la ética de la emancipación y la libertad que ese mismo Norte tantas y tantas veces interceptó para su conveniencia. Pueden contar con nosotros. Tal vez, nuestras debilidades e imperfecciones institucionales no nos legitimen ante Occidente. Pero somos hoy un halo de luz. Las sombras que proyecta el imperio iluminan nuestra propia grandeza colectiva, nuestro hondo pasado de violencia importada y nuestra resurrección soberana. Pueblo norteamericano, nuestras fosas comunes, nuestros vuelos de la muerte, nuestros desaparecidos, nuestros hijos robados, nuestros escuadrones de la muerte, nuestros pueblos originarios despojados, nuestras democracias vendidas son parte de la guerra encubierta que las sucesivas administraciones norteamericanas fueron implementando con los lacayos nacionales. Hemos vencido esas vicisitudes sangrientas. En la Argentina hemos hecho justicia y condenado a los criminales contra la humanidad. Tenemos mucha sabiduría acumulada para compartir. Si pierden el camino de la libertad, miren hacia el Sur.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/304212-elecciones-en-estados-unidos-pueblo-de-brutos

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Elecciones de Estados Unidos: Salto electoral y político de Democratic Socilaists of America (DSA)

Por: Víctor de la Fuente | Poder Popular 

Como era de esperar los ojos del mundo se posan estos días sobre las elecciones en Estados Unidos. En una jornada histórica, donde la participación electoral ha alcanzado máximos solo vistos en el año 1900, la presidencia sigue en el aire ante lo ajustado de las votaciones. Entre los dos candidatos que presenta el establishment norte americano, Biden y Trump, la experiencia de Democratic Socialist of America (DSA) ya comienza a cosechar victorias.

A nadie se le escapa que gane quien gane la carrera presidencial la situación en EEUU refleja una fuerte tensión social. La resolución de las votaciones en los estados de Michigan, Wisconsin, Nevada y Arizona allanan la victoria de Biden bajo las amenazas de Trump de no reconocer los resultados. Junto a ésto, la pandemia sanitaria y la inestabilidad política marcan el terreno del debate político desde hace meses. Tras el asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis (en el Estado de Minnesota), el movimiento Black Lives Matter tomó las calles de todo el país frente a la política racista y clasista del presidente Donald Trump y sus fieles seguidores. Política que era tibiamente contestada, y en algunos casos acompañada por la dirección del Partido Demócrata.

Pero hay vida más allá del todo poderoso Partido Demócrata, concretamente más a su izquierda. En esta izquierda se desarrolla desde hace unos años la experiencia de Socialistas Democráticos de América (Democratic Socialists of America, DSA por su siglas en inglés). Un espacio siempre inhóspito para quienes miramos desde fuera de Estados Unidos lo que allí sucede. Un lugar que empezamos a conocer desde las pasadas primarias para la elección del candidato entre Hillary Clinton y Bernie Sanders y que seguimos con expectación durante el proceso que tristemente acabó con Joe Biden como candidato oficial para conseguir la presidencia en las elecciones que en estos días se dirimen.

A esta organización pertenece precisamente la ya famosa congresista latina Alexandria Ocasio-Cortez, reelegida en estas elecciones por el 14º distrito, parte del Bronx y Queens, donde ha conseguido recoger dos de cada tres votos emitidos. Junto a ella, el DSA ha conseguido otros 25 cargos institucionales en estas elecciones. Posiciones en ciudades importantes como Oakland y Richmond en el estado de Californnia, Rashida Tlaib, reelegida al congreso por Michigan, junto a Ilhan Omar, por Minnesota, Ayanna Pressley, por Massachusetts, y la ya mencionada Ocasio-Cortez en Nueva York. Además de varias y varios legisladores elegidos en sus respectivos estados y ciudades. Además de diversos referéndums sobre los que también se decidía en estas elecciones en diferentes estados. Como la subida del salario mínimo en lugares como Florida y Maine, a 15USD la hora, el control de las grandes rentas del capital, limitaciones ambientales y la prohibición de controles faciales por parte de la policía.

Desde el otro lado del Atlántico, Todd Chretien, miembro de Democratic Socialists of America en el Estado de Maine, nos traslada como viven estas horas mientras aún se siguen contando los votos y Trump lanza sus amenazas en la televisión. “Hay un sentimiento en DSA de que la campaña de Joe Biden fue un completo desastre. No podemos olvidar que él es un neoliberal, un racista y machista, acusado de abusar de una mujer hace años, animador directo de la política imperialista de los Estados Unidos. Desde luego que Biden no es el candidato de DSA, pero ante el modelo electoral con el que contamos aquí y frente a la ofensiva de Trump, la mayoría de nuestra organización decidió apoyar su campaña contra la de los republicanos. Ésto no significa de ninguna manera que la organización de DSA esté capturada por los demócratas» afirma Chretien.

«Hay una lucha a la izquierda del partido demócrata para organizar algo nuevo. DSA tiene una oportunidad en este momento para crecer y desarrollar su propia identidad, para lanzar sus propios candidatos”. Y es que desde DSA no son ingenuos por mucho que se rechacen las políticas de Trump, “la gran parte del Partido Demócrata, tanto los nuevos como los viejos miembros elegidos, son centristas, totalmente comprometidos con el camino neoliberal. Intentarán llegar a acuerdos con los republicanos. No tenemos esperanzas en un cambio importante por su parte. Claro que Biden acabará con algunas de las medidas más disparatadas de Trump, pero desde luego no pondrá en marcha la necesaria transformación ecológica del sector industrial, no aumentará los salarios, no fomentará el proceso de sindicalización de las trabajadoras y trabajadores, ni controlará a la policía. En definitiva, el Partido Demócrata sigue siendo completamente neoliberal”. Es por ésto que Todd es optimista respecto a las posibilidades de desarrollo político de DSA, “va a ser un periodo importante para DSA bajo la administración de Biden, vamos a ser la oposición por la izquierda del Partido Demócrata”.

Estos resultados que conocemos hoy no vienen de la nada, si hay otro aspecto por el cual es necesario acercarnos a la experiencia de DSA y su desarrollo, es por ser capaz de dar forma organizativa al proceso de politización que estos años atraviesa EEUU. “Éstos son unos grandes resultados y yo creo que DSA va a crecer más tras ellos” como nos comenta animado Todd Chretien y añade que “desde hace unas semanas lanzamos una potente campaña para atraer a más personas a formar parte de nuestra organización y ésta va dando resultados”. Y es que DSA contaba aproximadamente con 10.000 militantes en 2016 y ha llegado hasta los 70.000 en la actualidad y no descartan alcanzar los 100.000 en los próximos meses. Militancia sin la cual no serían posibles los resultados que hoy conocemos.

Mientras escribimos estas líneas y charlamos con  Todd Chretien, no se conoce aún quien es definitivamente el próximo presidente de los EEUU para los próximos cuatro años. Las sospechas que Trump intenta sembrar sobre el proceso electoral comienzan a movilizar a sus votantes, quienes ya se han presentado en varios colegios electorales reclamando que se detengan las votaciones. “En este momento hay muchas discusiones entre los sindicatos, las organizaciones feministas, el movimiento LGTBIQ, organizaciones de la población migrante, el movimiento estudiantil, DSA y todas las organizaciones progresistas ante la necesaria respuesta si Trump llegara a movilizar su base con el fin de detener el proceso electoral. No hay un comité central de la oposición, pero la gente si que está preparada y se están comenzando a dar algunas movilizaciones espontáneas”. En el caso concreto de DSA Todd nos señala como en el caso de Nueva York la organización ha llamado a manifestaciones esta noche a través de la campaña #ProtectTheResults. “Si hay un intento de golpe parlamentario-judicial de Trump contra el proceso electoral vamos a tener movilizaciones tremendas, pero si Trump fracasa no espero que veamos manifestaciones muy grandes en los próximos días. Depende de la respuesta de Trump en las próximas 24 y 48 horas”.

Víctor de la Fuente es militante de Anticapitalistas y miembro de la redacción de Poder Popular

*https://poderpopular.info/2020/11/05/elecciones-de-estados-unidos-salto-electoral-y-politico-de-democratic-socialists-of-america-dsa/

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Elecciones del 18 de octubre. Bolivia y el camino del retorno

Por: Cristóbal León Campos

A unas horas de que el pueblo boliviano retorne a las urnas para elegir cual será el rumbo de su nación en los años venideros este domingo 18 de octubre, la esperanza está puesta en la salida irrevocable de los golpistas del poder de una vez y para siempre. Las movilizaciones que desde meses atrás tienen lugar en Bolivia han dejado en claro que las fuerzas proletarias-campesinas-indígenas-populares reclaman su derecho a retornar al camino de la emancipación iniciado e interrumpido en tantas otras ocasiones.

El Movimiento al Socialismo (MAS) en cierta forma renovado y fortalecido por los procesos álgidos impuestos en la coyuntura del golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales, la brutal represión ejercida por militares traidores y el imperialismo estadounidense avalado y exacerbado por la oligarquía burguesa que añora los tiempos coloniales, junto a la crítica y autocrítica que el MAS ha debido efectuar en su seno y sobre el proyecto defendido, son parte del marco que genera la oportunidad del restablecimiento primero de la democracia y el fin de la dictadura encabezada por Jeanine Áñez (de la cual en realidad ha sido títere y burla), y segundo, la implementación del proyecto político socialista que reoriente las reformas sociales algunas desgastadas ya antes del golpe de Estado y otras destruidas en los meses del gobierno golpista, el triunfo del MAS este domingo 18, sería una nueva oportunidad para retornar el camino y radicalizarlo evitando los errores del pasado y afrontando la embestida imperialista-oligarca que vendrá tras el triunfo. El MAS tiene en su propio nombre la salvación boliviana: el socialismo.

Lo anterior no significa la celebración adelantada ni un pretende ser un triunfalismo ingenuo, nunca el gobierno golpista pretendió la celebración de elecciones realmente democráticas y limpias, su intención fue postergar las votaciones (como hizo dos veces) y perpetuar el régimen dictatorial implantando, por ello la implementación del fraude no se descarta. Se sabe de la represión abierta y selectiva, el bloqueo político al MAS, la guerra mediática, la injerencia imperialista y el silencio cómplice de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que una vez más ha quedado en desprestigió al ser demostrada la mentira sobre el fraude electoral que difundió en las pasadas elecciones como justificantes para el derrocamiento de Evo, la OEA no hizo ningún llamado a Áñez para la celebración de las elecciones en las dos ocasiones cuando las postergó, su complicidad golpista es evidente.

El pueblo boliviano, su voluntad y conciencia en la resistencia y la lucha por la democracia, por sus derechos de soberanía-autodeterminación y en contra de la dictadura neofascista, tendrán una prueba muy dura, desde días atrás imágenes y denuncias sobre la militarización y la organización represiva del régimen de facto para impedir el triunfo en las urnas del MAS se divulgaron. Serán horas y días fundamentales para la justicia, pues si algo ha caracterizado al gobierno de Áñez ha sido la represión, la mentira, el extremismo religioso, el autoritarismo y su sumisión absoluta al imperio estadounidense.

El domingo 18 de octubre es significativo y crucial, para la región Sudamericana tiene además un carácter reivindicativo y de resistencia aún mayor en este 2020, en la misma fecha el pueblo chileno saldrá a las calles conmemorando un año de la rebelión de octubre que los ha llevado a estar próximos de la celebración de un plebiscito el día 25 de este mes, del que se pudiera desprenderse la realización de una constituyente que reformule los resabios de la dictadura de Augusto Pinochet que persiste en la Carta Magna de dicha nación. También es de recordarse que fue en octubre cuando las fuerzas ecuatorianas demostraron su poder ante la continuidad neoliberal. La región latinoamericana sigue en disputa, entre los sectores proletarios-populares frente a los deseos imperialistas y de las burguesías locales sumisas y entreguistas. El triunfo del MAS en Bolivia significaría un freno al avance de la derecha neofascista que en los últimos meses ha reactivado sus andanzas de forma agresiva y descarada por toda nuestra América.

Los deseos puestos desde México se dirigen hacia la esperanza y confianza de que el pueblo boliviano derribará la dictadura y saldrá avante de esta noche que ha significado el golpe de Estado que en noviembre estaría cumpliendo su primer año. Florezca este domingo 18 el camino de retorno a la libertad y soberanía andina y el reinicio más profundo y radical de un nuevo capítulo en la verdadera construcción del socialismo para el bien de Bolivia y de nuestros pueblos latinoamericanos.

Fuente: El autor escribe para OVE

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