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España: Aumenta la brecha educativa en la infancia y adolescencia vulnerables, según Cáritas

Redacción: El Economista

También pide «reforzar el actual sistema de becas para al alumnado de todos los cursos»

Cáritas Española ha detectado un «aumento de la brecha educativa» en los niños y adolescentes de familias vulnerables en España como consecuencia de la crisis del coronavirus COVID-19 y de las condiciones de confinamiento decretadas dentro el Estado de Alarma.

Además, añade que en gran parte de los hogares en situación de vulnerabilidad se notan más las desiguales capacidades de los progenitores para acompañar en los procesos educativos de sus hijos e hijas, debido tanto los niveles educativos y formativos, como por las preocupaciones socioeconómicas y la carencia de habilidades parentales.

«Si ya antes del confinamiento algunas familias acompañadas por Cáritas no tenían una conciencia profunda sobre ‘la importancia’ de ir a la escuela, ahora ven más remota la importancia de la educación para la vida de sus hijos e hijas, sobre todo cuando las situaciones de precariedad económica y social les consume gran parte de sus esfuerzos diarios», indica Cáritas.

A esta situación de partida, se le une en estos momentos «el impacto del estrés emocional» provocado por la situación de confinamiento, según precisa la labor social de la Iglesia Católica. Estas situaciones, según añade, se agravan en los hogares monomarentales o en familias numerosas, donde pueden surgir «conflictos de convivencia».

Asimismo, Cáritas precisa que, a la desigualdad educativa se suma «la brecha tecnológica», creada «no sólo por la ausencia de ordenadores o impresoras en casa y el consiguiente acceso a Internet, sino también por una falta de cultura tecnológica en la familia».

A través de sus programas específicos de Infancia, Juventud y Familia, Cáritas acompaña anualmente a 25.644 familias en toda España. La situación de emergencia sanitaria y social generada por la Covid-19 ha obligado a las 70 Cáritas Diocesana de todo el país a reforzar el acompañamiento a las familias vulnerables con acciones específicas y seguimientos telefónicos individualizados para apoyar la labor del profesorado en coordinación con los centros educativos. Se facilitan, además, lotes de material escolar para aquellas familias que lo demandan.

Además, los equipos diocesanos están facilitando también apoyo emocional y de escucha, y oferta de ocio saludable en el tiempo libre dentro del hogar con el fin de liberar de la presión a las familias que, por trabajo u otros motivos, no puedan pasar tanto tiempo con sus hijos.

Humanizar la escuela

Cáritas cree que para fomentar el desarrollo y aprendizaje, «las prioridades no solo deberían centrarse en los contenidos curriculares, sino también en otro tipo de aprendizajes, como son la gestión de las emociones, la generación de un pensamiento crítico y el desarrollo de diferentes habilidades sociales, como la empatía, la capacidad de adaptación o la resolución de conflictos». «Se trata, en definitiva, de humanizar la escuela y no llenarla únicamente de contenido académico», señala la organización.

Para ello, considera «fundamentales» aquellas medidas que permitan que todo el alumnado pueda continuar en el sistema educativo «con las máximas garantías e igualdad de oportunidades», abogando por «la gratuidad real y efectiva de este derecho en la educación obligatoria».

También pide «reforzar el actual sistema de becas para al alumnado de todos los cursos, incluido el universitario, poniendo el acento no tanto en el rendimiento académico como en la realidad socioeconómica de los sustentadores», incluyendo la continuidad de las medidas de comedores escolares.

Finalmente, señala que esta crisis pone sobre la mesa la «necesidad inaplazable de un pacto de estado por la educación», que garantice «un mismo currículo académico para todos los alumnos durante la escolarización obligatoria y que posponga los itinerarios diferenciados hasta las etapas postobligatorias».

Fuente: https://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/10527964/05/20/Aumenta-la-brecha-educativa-en-la-infancia-y-adolescencia-vulnerables-segun-Caritas.html

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Entrevista a Rafael Guerrero: “La pandemia afecta a la capacidad del niño de regular el miedo”

Por: Laura Román

La capacidad de gestionar y regular las emociones en los niños es especialmente relevante en la situación de pandemia actual. El psicólogo Rafael Guerrero aporta ideas y actividades concretas para potenciar ésta y otras funciones ejecutivas del cerebro con el fin de proporcionar bienestar y seguridad en los más pequeños y sus familias.

Las funciones ejecutivas son el conjunto de capacidades cognitivas que emplea el cerebro para controlar y autorregular la propia conducta: memoria, concentración,  control de impulsos, flexibilidad cognitiva, planificación, solución de problemas, regulación emocional, velocidad de procesamiento y orientación espacial.

En su último libro, ‘Cómo estimular el cerebro del niño’, el psicólogo y doctor en Educación, Rafael Guerrero, explica cuál es el papel clave en el desarrollo del niño y aporta 100 ejercicios prácticos, que serán especialmente útiles para ayudar a los niños a controlar sus impulsos, concentrarse o regular sus emociones en esta etapa de confinamiento en familia.

Pregunta: Teniendo en cuenta la situación actual, ¿qué propone para que los niños potencien funciones ejecutivas como la concentración, la memoria, la planificación… desde casa?

Respuesta: Nos brinda la posibilidad de trabajar y potenciar de manera directa las diferentes funciones ejecutivas como la concentración, el control de los impulsos, la memoria operativa, la planificación, la autorregulación emocional… Por ejemplo, algunas actividades que se pueden hacer para trabajar la concentración son los puzzles, los rompecabezas, las sopa de letras, ‘encontrar las siete diferencias’ o cualquier juego de mesa.

Para potenciar el control de impulsos podemos jugar al ‘mundo al revés’: cada vez que el niño quiera decir sí, tendrá que decir no y viceversa. Si jugamos durante un buena parte de la mañana o la tarde al ‘mundo al revés’, estaremos potenciando su control de los impulsos, ya que enseñamos a su cerebro a ‘frenar’. También se puede practicar a través del uso imágenes en las que si, por ejemplo, aparece una zapatilla los niños tienen que dar una palmada y cuando se muestre la imagen de una manos aplaudiendo, los niños tienen que dar un pisotón. Para la memoria operativa podemos deletrear palabras al revés y para la planificación hacer laberintos.

P: ¿Cómo afecta el confinamiento actual a algunas de estas funciones ejecutivas, como la regulación emocional?

R: Es evidente que influye sobre todos nosotros en mayor o menor medida. Al estar en una situación excepcional y rodeados de mucho caos, miedo e incertidumbre, nuestro funcionamiento cerebral se ve afectado. Quizás, una de las funciones ejecutivas que se ha visto más afectada es la regulación emocional. El hecho de no poder seguir con nuestras rutinas, no poder salir a la calle y tener a familiares o amigos afectados por el coronavirus (o con miedo de que se contagien) hace que la identificación y la regulación de determinadas emociones como el miedo, la tristeza o la rabia, se vean significativamente afectadas.

En estos días es habitual sentirnos más irritables y temerosos de lo normal, pues la situación extraordinaria y excepcional que estamos viviendo hace que dichas emociones afloren con mayor facilidad.

P: En su libro analiza las funciones ejecutivas que permiten establecer objetivos a largo plazo y resolver problemas. ¿Cómo se puede conseguir la ‘atracción cerebral’ por una actividad (por ejemplo, el estudio entre los niños) que no les resulta motivadora?

funciones ejecutivas cerebro regulación emocional

De este modo, la clave la podemos situar de ‘fuera hacia dentro’ porque el proceso de aprendizaje es de fuera hacia dentro. La capacidad para mantener la concentración, la memoria, o la atracción de una tarea por parte del estudiante va a depender mucho de cómo el profesor (o adulto) se la muestre. Conforme el cerebro se va desarrollando (en el caso de los adolescentes), ya se les puede ir pidiendo un esfuerzo mayor por actividades que no quieran hacer o que no les gusten.

«En estos días es habitual sentirnos más irritables y temerosos de lo normal»

P: Los ejercicios que aparecen en su libro potencian la concentración, la memoria y otras funciones ejecutivas como el control de impulsos o el desarrollo de la planificación, ¿cómo se pueden aplicar para los estudiantes con necesidades especiales?

R: Todo hay que adaptarlo. Da igual si son niños o niñas, de Infantil o de Primaria, estudiantes con TDAH o con dislexia. En el libro aporto una serie de ideas para practicar las distintas funciones ejecutivas pero el principal objetivo es que luego el lector (padre, madre o docente) sea quien lo pueda ‘llevar a su terreno’.

P: ¿De qué formas influye un desorden de las funciones ejecutivas en el desarrollo de trastornos como el TDAH?

R: El TDAH es un trastorno de las funciones ejecutivas, es decir, con el TDAH el cerebro se desarrolla mucho más lento y de forma diferente a lo que se considera ‘normal’. Por lo tanto, como las funciones ejecutivas están en la corteza frontal y es lo último que se desarrolla, con el TDAH se adquieren mucho más tarde.

«Un niño necesita un ‘guía emocional’, un referente significativo (padre, madre, abuelo, docente…) para aprender a regular sus emociones»

P: Del cerebro emocional comenta que es involuntario, inconsciente y automático pero, en cambio, la regulación emocional debe aprenderse, no es genética. ¿Cómo pueden equilibrarse ambos procesos?  

R: Además de ser involuntario, inconsciente y automático, el cerebro emocional reacciona, que no es lo mismo que responder (procesar y valorar una respuesta a una acción determinada). Es lo que se denomina como el ‘cerebro caliente’. Mientras que la regulación emocional se aprende de alguien, es decir, se repite el proceso de ‘fuera para dentro’. Así, ambos procesos se pueden equilibrar con práctica y si en clase permitimos a nuestros alumnos que puedan legitimar y etiquetar sus emociones es todo un avance. De este modo, un niño necesita un ‘guía emocional’, un referente significativo ( padre, madre, abuelo, docente…) para aprender a regular sus emociones.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/pandemia-afecta-capacidad-nino-regulacion-emocional/

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Mundo: Libros infantiles para afrontar las emociones por el coronavirus

Mundo/26-04-2020/Autor(a): Mayra Bosada, Redacción de Educaweb/Fuente: www.educaweb.com

Descubre 5 obras recomendadas por escritores y profesionales de la Psicología y la Pedagogía para que los niños y las niñas comprendan y afronten la pandemia y el confinamiento.

Este 23 de abril es el Día Internacional del Libro y en Catalunya el Día de Sant Jordi, que por primera vez se celebra en medio de una pandemia y con la mayoría de las personas confinadas en casa y con cargas emocionales importantes, entre ellas los niños y las niñas.

Educaweb te presenta algunas recomendaciones de libros infantiles surgidos recientemente para ayudar a los lectores más jóvenes a entender la crisis del coronavirus, y afrontar el confinamiento y las emociones, fruto de la situación. Se trata de libros que han propuesto autores infantiles y profesionales de la Psicología y la Pedagogía. Todos ellos se pueden descargar gratuitamente por internet.

Y es que los libros infantiles son recursos mediante los cuales «los niños y las niñas reflexionan sobre lo que les duele, les enfada, o les da miedo. Narrarles una historia resiliente con un final elaborado hace que, de una forma en que casi no se dan cuenta, puedan afrontar bien sus conflictos y preocupaciones», opina Laura Hernández, psicóloga y autora del cuento ¡Aplausos para mamá!

Este tipo de libros también dan pie para que los adultos puedan hablar con los niños y las niñas sobre las emociones que están viviendo a causa del coronavirus, señala por su parte la educadora María Guadalupe Lópezeducadora y fundadora del proyecto de lectura para bebés Mar de conocimiento, libros y lectura, quien asegura que «los niños, mientras más pequeños sean, tienen que aprender a reconocer sus emociones, y a través de los cuentos pueden nombrarlas».

Por su parte, Mercedes Bermejo, psicóloga y autora del libro Rosa contra el virus, considera que «los cuentos fomentan mucho la reflexión, la expresión y también la adquisición de diferentes recursos que los niños y las niñas pueden aplicar en su día a día», especialmente en situaciones de carga emocional como la que se vive actualmente.

5 libros para entender la pandemia y las emociones que conlleva

 Los siguientes títulos infantiles recomendados están directamente relacionados con la crisis del COVID-19, para que los niños y las niñas entiendan la situación y las emociones que pueden surgir a partir de esta.

1. Alicia y el coronavirus

El cuento Alicia y el coronavirus aborda la historia de una niña que no entiende por qué no puede salir de casa, pero su padre le cuenta de forma amena y pedagógica qué es el coronavirus y el porqué del confinamiento, a la vez que disipa sus miedos con sus explicaciones. «Es un libro corto, pero claro sobre qué es el coronavirus», explica la escritora de libros infantiles Meritxell Margarit, autora de El meu millor no amic y El tesoro del cálao.

Alicia y el coronavirus ha sido escrito por el médico, investigador y escritor Salvador Macip e ilustrado por Emilio Urberuaga, «que han elaborado otros cuentos juntos como En la caja maravillosa y Viaje al interior de la vida, en los que también la protagonista es la niña Alicia», señala Margarit a Educaweb.

Este cuento de la Editorial Flamboyant espara niños de entre 7 y 8 años. Se puede descargar gratuitamente aquí.

2. Aplausos para mamá

Este libro está dirigido a hijos e hijas del personal sanitario, socio sanitario, de residencias, fuerzas y cuerpos de seguridad, y personal de supermercados, cuya vivencia emocional y realidad es distinta al resto.

Y es que estos niños y niñas «se tienen que exponer a más ausencias de mamá y papá en el hogar, por los turnos de trabajo más largos que ella o/y él tienen, y por las mayores medidas de seguridad cuando llegan a casa», explica una de sus autoras, Laura Hernández. «Nos pareció imprescindible un cuento que se digiera a ellos y ellas, y los visibilizara».

El cuento es protagonizado por una niña cuya madre trabaja en un hospital. En el libro se reflejan todas las emociones y preocupaciones que siente por esta situación. También aborda cómo ella y su familia intentan sentirse mejor: inventándose todo tipo de trucos, actividades y recursos tanto para animarse ellos mismos como a su madre, cuando esta llega de trabajar.

Este libro digital gratuito ha sido elaborado por tres psicólogas infantiles, María Ángeles de la Cruz, Laura Hernández, y Laura Rodríguez; así como por la ilustradora Gema Díaz, y ha sido editado por el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Se puede descargar gratuitamente desde la web de esta entidad.

3. Coronavirus, a Book for Children

A través de coloridas ilustraciones y una variedad de personajes, este libro en inglés aporta desde explicaciones sobre cómo se propaga el coronavirus y cómo se pueden proteger las personas para no contagiarse, hasta consejos para afrontar las situaciones difíciles que se están viviendo por su causa. Por ejemplo, habla sobre la dificultad del teletrabajo de los padres y madres con niños en casa, o el enfado que en algún momento pueden sentir por no poder salir de sus hogares.

«Aparte del aspecto divulgativo sobre el virus, con información clara, concisa y apropiada para los niños y las niñas, también habla a los jóvenes lectores de las emociones que pueden sentir durante este momento de confinamiento y de cómo pueden sentirse sus mayores. También da consejos a los niños y las niñas sobre cómo pueden actuar», señala la escritora Meritxell Margarit, quien recomienda esta obra.

El libro está dirigido a niños de entre 5 y 9 años, pero como es en inglés puede ser adecuado también para estudiantes mayores. Ha sido publicado por la Editorial Nosy Crow, de Reino Unido, y sus autores son Elizabeth Jenner, Kate Wilson y Nia Roberts; así como el ilustrador Axel Schefflerconocido por sus ilustraciones en el popular libro infantil Grúfalo. En su elaboración, han sido consultados psicólogos infantiles y docentes, así como de un experto en epidemiología.

«Sabíamos muy bien que muchos padres y cuidadores están luchando para explicar la situación extraordinaria actual a los niños, muchos de los cuales están asustados y confundidos. Pensamos que lo mejor que podríamos hacer era  producir un libro gratuito para explicar y, cuando sea posible, tranquilizar a los niños y las niñas», explica Wilson, una de las autoras, a través de la web desde donde se puede descargar gratuitamente.

4. Rosa contra el virus

Este cuento digital dirigido a pequeños y pequeñas de entre 3 a 8 años explica qué es el coronavirus y el porqué del confinamiento, a través de la historia de una niña que cuenta en primera persona y con lenguaje sencillo información sobre el COVID-19 y cómo se siente ante la pandemia.

«Creamos este recurso literario de una manera interactiva, lúdica y con un lenguaje sencillo y cercano, para explicar la situación actual, que ya de por sí para los adultos es difícil de entender», indica en declaraciones a Educaweb la psicóloga y autora del cuentoMercedes Bermejo, quien también es coordinadora de la Sección de Psicología Clínica y de la Salud del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.

Y es que, para ella, «es importante adaptar la información del coronavirus a los niños y las niñas, de acuerdo con su etapa evolutiva y a sus características emocionales». En Rosa contra el virus se proponen también actividades para que dibujen cómo se sienten después de leerlo, o bien para que expresen sus posibles miedos y les pregunten a los adultos cómo vencerlos.

El cuento ha sido publicado por la Editorial Sentir (especializada en libros infantiles que abordan emociones), en colaboración con el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y el Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya. Está disponible en castellano y catalán.

5. Mi héroe eres tú ¡Cómo pueden los niños luchar contra la COVID-19!

Para ayudar a los niños y las niñas a comprender la pandemia de COVID 19 y aprender a desenvolverse en esta situación, se ha publicado en formato digital y de audiolibro el cuento Mi héroe eres tú: ¡Cómo pueden los niños luchar contra la COVID-19!, que recomienda la Organización Mundial de la Salud, ya que ha sido una de las 50 organizaciones que ha participado en su elaboración y edición.

Con ayuda de una criatura fantástica, llamada Ario, el cuento explica «cómo pueden los pequeños protegerse a sí mismos, a sus familias y a sus amigos del coronavirus, y gestionar emociones difíciles cuando se enfrentan a esta nueva realidad«, explica la OMS sobre esta obra en su web.

Los creadores del cuento recomiendan que este sea leído con las familias o los docentes. Asimismo, han anunciado que lanzarán próximamente una guía complementaria llamada Acciones para héroes, con el objetivo de ayudar a los jóvenes lectores a manejar sentimientos y emociones a través de algunas propuestas de actividades.

Mi héroe eres tú: ¡Cómo pueden los niños luchar contra la COVID-19! es un proyecto del Grupo de Referencia sobre Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Emergencias Humanitarias y Catástrofes del Comité Permanente entre Organismos, en colaboración con diversos organismos de las Naciones Unidas, ONG nacionales e internacionales y otras entidades que prestan servicios de salud mental y apoyo psicosocial en situaciones de emergencia.

Para su creación se han consultado más de 1.700 niños y niñas, y familias, así como docentes de todo el mundo, y sus contribuciones ayudaron a la autora y escritora de la obra, Helen Patuck, y al equipo del proyecto, a desarrollarla. Además, está disponible en 25 idiomas.  Se puede descargar desde la página web de la OMS en castellano.

Si conoces más libros infantiles relacionados con el coronavirus y las emociones que los niños y las niñas están experimentando en estos tiempos de coronavirus, te invitamos a que los compartas a través de tus comentarios.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/04/23/libros-infantiles-afrontar-emociones-coronavirus-19160/

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Cómo sobrevivir a un largo encierro con tus padres

Por: Jaume Funes

En los últimos días y semanas, nos hemos centrado en el mundo adulto. Ya es hora de hablar de las y los adolescentes sobre la situación que viven… y darles algunos consejos o pautas para llevarla lo mejor posible.

Querido y desconocido adolecente (o joven si lo prefieres):

Estos días, a menudo, he tenido que hablar y escribir para ayudar a los padres y madres a aguantaros. Sin embargo, hoy he pensado que no era justo, que también debía hablar y escribir considerando tu punto de vista, tus sentimientos, tus felicidades e infelicidades, tus rabias.

Seguro que una de las primeras cosas que has aprendido estos días es el sentido de la extraña palabra “confinamiento”. Es una expresión de los mayores que viene de cuando la tierra no tenia fin, un final conocido, y los aventureros se iban a descubrir mundo. Los poderosos, las naciones de entonces, ponían límites a las entradas y salidas y “confinaban” para impedir la circulación de peligros y enemigos (hoy prohibirán, ya prohíben, por ejemplo, Instagram).

Estos días, de golpe, nos han hecho saber que este mundo global en el que todo está en comunicación se reduce a tu casa (o, si tienes esa suerte, a tu habitación). Hasta ahora, cuando llevamos poco más de una semana encerrados, si el wifi que tienes es potente, no le has encontrado demasiados inconvenientes. Sólo uno muy importante: pasar 24 horas cada día al lado de tus padres (sin poder “salir”, huir, solo estar bajo su control).

Me temo que las tensiones se van acumulando. Acabo de preguntar a un chico al que intento ayudar a orientarse en la vida cómo le va a su saco de boxeo que tiene colgado en la terraza y me ha respondido esto: “Está fatal… ya le estoy dando sin guantes”.

Supongo que también te das cuenta de que no eres el único en esta situación, de que las personas que están a tu lado también se ponen “histéricas”, están a punto de explotar, especialmente si tú enciendes la mecha. Aunque, siendo honesto, la verdad es que tú y ellas vivís la mayor parte del día felizmente en paz.

Como me temo que esto va para largo, he pensado que te podía vender una “guía de supervivencia”. Por eso, me he puesto a escribir una lista de argumentos para construir y mantener una relación civilizada y razonable con tus padres (que, cuando nadie te ve o te escucha, puedes reconocer que los quieres y los necesitas):

  1. A los padres y madres les suelo explicar que no hace falta que se peleen contigo por todo. A ti te tengo que decir que, aunque necesitas hacerlo porque ahora te sientes diferente, tienes que negociar cuántas batallas están dispuestos a aguantar (tú sabes muy bien que la mayoría de las veces son batallitas sin importancia real). Puedes pedir tolerancia, pero vigila. Tu madre y tu padre también tienen sentimientos y les haces daño.
  2. Como te decía, si tienes la suerte de tener habitación para ti, deja claro que es tu espacio. Pero deja entrar a ratos (al menos el aire) y sal para compartir una parte de tu vida. Además de estar confinado, no te recluyas en una celda.
  3. De tanto en tanto, sorprende a tu madre o a tu padre preguntándoles cómo les va la vida, la de ahora y la que tenían fuera (es posible que antes estuviesen tan ocupados que, como no os veíais demasiado, no tengas ni idea de lo que es importante en sus vidas).
  4. No se me ocurrirá decirte que no vivas entre pantallas. Gracias a internet y a tu móvil puedes descubrir cada día que la vida sigue. Tan solo te sugiero que te pares en algún momento a hacer balance de todo lo que vas viviendo en la pantalla (cuánto tiempo conectado con los amigos, cuánto buscando información, cuánto escuchando música, cuánto con las series, cuánto leyendo, creando, escribiendo…). Así, cuando te digan aquello de “todo el día con la pantalla perdiendo el tiempo”, podrás tener argumentos para la respuesta.
  5. Supongo que has comprobado de qué manera el encierro va poniendo un poco “neuras” a los adultos. Se ponen hiperactivos para no pensar. No te pido que te ralles, pero cuando estás tranquilo o tranquila en tu habitación, dedica un poco de tiempo a descubrir cómo te sientes, qué vives, qué te emociona. Como siempre afirmas que los mayores no pueden entender lo que vives tú, ahora tienes la ocasión para tratar de aclararte y descubrir los líos que tienes por dentro.
  6. Estoy convencido de que no echas de menos el instituto (bueno…la vida del instituto sí). En cualquier caso, lo peor que te puede pasar es que pasen los días sin saber más. Destina tiempo a descubrir y aprender y creo que te iría bien preguntarte cada noche: “¿Qué he aprendido, descubierto, hoy?”. Si miras lo que mucha gente va difundiendo estos días en las redes, puedes comprobar que no suelen tener mucha idea de lo que hablan, se lo creen todo, no saben cómo funciona el cuerpo humano, confunden los sistemas políticos, no imaginan un mundo más justo, etc., etc. Estar encerrado no puede convertirte en analfabeto social ni en un pasota de la ciencia que se guía por el horóscopo. No te conformes con hacer (o no hacer) pasivamente los deberes que te han enviado por internet. Molesta un poco a tus profes (todas y todos tienen alguna manera de ser localizados y entrar en contacto) para que se preocupen por ti y por tus compañeros y compañeras. Habla con tus colegas de todo lo que ahora descubrís solos y luego podréis explicar a los que os enseñan.
  7. A pesar de todo, tienes a los amigos y amigas bastante cerca. No estáis juntos, pero hacéis vida juntos. Ahora, puedes comprobar cuánto los necesitas y cuánto te necesitan ellos y ellas a ti. Si el encierro te cogió en la fase de los besos y los abrazos, la intensidad del amor y de la añoranza tendrá que ser virtual, pero no se va a romper. No todos tus amigos y amigas tienen las pequeñas comodidades que tú tienes y su wifi o sus datos del móvil son pobres. Nada te impide pensar en cómo ayudar a un amigo.
  8. Tener que vivir inevitablemente juntos, a pesar del cariño, comporta ponerse de acuerdo en cómo vivir. Seguro que tu madre (o tu padre) desde el primer día ha querido repartir las responsabilidades de la casa. Lo que probablemente quiere tu padre (o tu madre) es que todo el mundo tenga su horario. A ti siempre te ha molestado que esté previsto lo que hay que hacer en cada momento. No tienes opción. Tu vida pasa ahora por acordar, pactar y recordar que la convivencia será fruto del acuerdo. Reclama opinar y participar, pero olvida por unas semanas tu tendencia a escaquearte y no desgastes más a tus padres haciendo que te lo tenga que repetir todo varias veces.
  9. No tienes clase ni de sociales ni de historia ni de biología ni… pero seguro que has descubierto lo que significa vivir en un mundo global, sin fronteras posibles, desigual, injusto… También has comprobado que no sueles tener ese miedo especial que parecen sentir algunos adultos. Sin embargo, has descubierto lo que quiere decir vivir entre riesgos, qué significa aprender a protegerse (recuérdalo cuando te dé por llevar una vida algo loca).
  10. Pienso y deseo que pronto podrás salir de la “prisión” y que la vida volverá a ser genial. Cuando llegue ese momento ya volverá ser tu vida sola. Habrás descubierto qué puedes ser tú y que has de ir decidiendo cómo crees que podría ser. Recordarás lo necesarios que son los amigos y amigas. Te sentirás seguro de nuevo porque has podido sentir que tienes una madre, un padre (pesados) siempre cerca.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/30/como-sobrevivir-a-un-largo-encierro-con-tus-padres/

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Salud Mental: el verdadero reto del trabajo a distancia

Por: Sofía García-Bullé

La contingencia no solo se trata de detectar y atacar los aspectos que afectan nuestra salud física, la mental también importa.

Cuando pensamos en la eventualidad de trabajar desde casa, las primeras dificultades que consideramos son las técnicas, si tenemos los recursos tecnológicos para realizar teletrabajo; luego las logísticas, si podemos organizar el tiempo y las tareas para cumplir los objetivos, luego tal vez pensamos en los retos que implicaría trabajar en equipo con personas en otras locaciones y cómo lidiar el teletrabajo cuando tenemos roomates o familiares en casa.

Pero usualmente, cuando nos preguntamos cómo y cuándo el teletrabajo puede afectar nuestra salud mental, es porque ya lo hizo. La primera regla para la auto-conservación durante una situación de aislamiento, es mantenerse ocupado. Aquellos con la posibilidad de realizar sus labores desde la comodidad de sus casas ya tienen ese objetivo cubierto, pero a largo plazo, ¿será suficiente?

Los efectos psicológicos de trabajar en casa durante una cuarentena van más allá de una facilidad mayor para distraerse y la necesidad de cambiar de hábitos para cumplir las metas laborales. Entre las consecuencias de trabajar en un ambiente de aislamiento están: un sentimiento de soledad, estrés y ansiedad. Todos estos son elementos que pueden afectar la productividad de cualquiera a la larga, por no decir su salud mental.

Si estás en casa y ya comenzaste a experimentar algunos de estos efectos, te compartimos algunos consejos para mitigarlos.

1. Establece límites claros entre el tiempo dedicado al trabajo y el tiempo personal

Esta es una de las medidas más básicas para asegurar una jornada laboral eficiente, aún fuera de una situación de contingencia. El trabajo a distancia ofrece la oportunidad de ser más flexible con tus horarios, en algunos casos te da completa libertad para trazarlos, esto es una ventaja, y un problema. El 42% de los profesionales del sector público en Reino Unido han usado una instancia de flexibilidad sobre sus horas de trabajo. En Estados Unidos, 57% de la compañías ofrecen horas flexibles. A pesar de estas ventajas, la mayoría está trabajando más horas. Esto es porque la gente tiene la tendencia de trabajar más tiempo cuando se les permite flexibilidad en su horario, a diferencia de cuando no tienen la opción. El peligro de no monitorear las horas de trabajo aumenta cuando se tiene total autonomía sobre el horario laboral y se trabaja desde casa.

Establecer un horario definido y respetarlo ayuda a marcar los límites del recurso que representa nuestro tiempo como profesionales. Entender este tiempo como un recurso limitado y no como una manera de probar nuestra entrega al trabajo o de distraernos de una situación de aislamiento, es crucial para mantenernos concentrados y productivos dentro del horario laboral, así como relajados y con menos estrés fuera del mismo.

2. El trabajo en equipo no es solo “trabajo”

El trabajo a distancia por elección no es lo mismo que el que se hace en casa ante la contingencia de una crisis de salud. La mayoría de los artículos que aconsejan cómo ser más productivo trabajando desde casa coinciden en una indicación: salir de casa. En el necesario estado de cuarentena no podemos hacer eso, sin arriesgarnos a favorecer el avance de la pandemia. En parte, uno de los aspectos más pesados del aislamiento es la imposibilidad de procurar contacto humano presencial, especialmente cuando las interacciones laborales durante el trabajo a distancia se vuelven más concisas y transaccionales. Podemos enviarnos correos o hacer juntas en línea, pero ya no se da esa pausa para el café o esa comida en grupo.

“Cuando nos comunicamos con la gente, cara a cara, esto puede ayudar a hacernos más resistentes a los efectos del estrés a largo plazo”.

Hacerlo personal también es parte del trabajo, si procuramos un tiempo en la oficina para socializar y empatizar con nuestros compañeros. La socialización es algo que también podríamos seguir haciendo en línea en los momentos que tomamos nuestras pausas o descansos. Un sistema de soporte es crucial para mantenerse saludable y concentrado, atributos necesarios para realizar un buen trabajo, sin importar en qué ramo se labore. La comunicación es la base, y gracias a la tecnología digital, esta puede ser visual sin la necesidad de ser presencial.

“Cuando nos comunicamos con la gente, cara a cara, esto puede ayudar a hacernos más resistentes a los efectos del estrés a largo plazo”, señala la Dra. Maria Cohut, en un artículo para Medical News Today. Cohut sostiene que apelar a nuestra naturaleza social, es la mejor forma de lidiar con los aspectos psicológicos negativos de aspectos como el estrés laboral y el envejecimiento. Muchos profesionales trabajando en casa están pasando por las mismas experiencias debido al aislamiento, la comunicación personal y empática con ellos es tan importante como la laboral para mantener un nivel adecuado de salud mental, a pesar del encierro.

3. Rutina y self-care: lo más básico

La incertidumbre ante una contingencia por crisis sanitaria es uno de los aspectos más complicados de procesar a nivel emocional para todos. El aislamiento no solo nos adormece, sino que vuelve más difícil encontrar los reforzamientos positivos consecuentes de la interacción social. Haciendo más fácil la llegada de problemas como la ansiedad y la depresión. La situación se agrava cuando estamos ante una fase de cuarentena, en la que no hay un tiempo definido de encierro, y generar mecanismos que nos ayuden a adaptarnos se vuelve más difícil.

“Frecuentemente, si tienes un periodo definido de tiempo en el que te vas a aislar, a la gente le va bien, hasta la mitad del mismo”, explica Lawrence Palinkas, investigador de adaptación psicosocial a ambientes extremos para la Universidad del Sur de California. “Luego experimentan decepción. Pero cuando estás en una situación como la que tenemos ahora, en la que no estas seguro cuánto te pedirán mantener esa distancia social, esto también produce ansiedad”, agrega el especialista, generando la pregunta base: ¿cómo hacer frente a esta ansiedad?

La Dra. Maurya Glaude, profesora asociada en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, EE. UU., recomienda centrarse en situaciones que se puedan controlar, como la ejecución de una agenda creada para cumplir con las tareas laborales y realizar tareas de cuidado personal. Este ejercicio nos ayudará no solamente a organizar nuestro tiempo, sino a concentrarnos en lo que nos es importante y está dentro de nuestras posibilidades. Cosas tan simples como programar el despertador, delimitar metas de trabajo, además del tiempo para obtenerlas, cocinar en casa, hacer ejercicio, dedicar un momento determinado del día para revisar objetivos con el equipo de trabajo y otro para ayudar a los hijos con su tarea, forman parte de un sistema de acciones hacia el cuidado de la  salud física, mental y emocional que necesitamos para vivir bien y trabajar, aún en tiempos de crisis.

Estas medidas en conjunto son tan importantes como revisar que tengamos los recursos técnicos y la estructura logística para trabajar a distancia. El bienestar personal es un recurso tan importante como los anteriores, es necesario cuidarlo hoy, y lo será también en un futuro próximo en el que no haya contingencia que observar.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/teletrabajo-bienestar

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El hombre confinado

Por: Paola Ruiz-Huerta

Tal vez el hombre confinado pueda llegar a descubrir, en estos días, que salirse de la lógica productiva, patriarcal y machista genera cambios importantes y positivos en su vida y en la de quienes le rodean.

¿Qué les estará pasando a los hombres durante este periodo de encierro y confinamiento? ¿Cómo vivirán las 24 horas al día en el espacio doméstico, ese espacio privado, femenino, tan denostado por el patriarcado y que tanto amenaza su masculinidad? ¿Cómo llevarán el saberse menos productivos? ¿Cómo se sentirán los que hayan perdido el atributo identitario que es su trabajo? ¿Cómo estarán gestionando sus emociones: el miedo, la incertidumbre, la frustración, la rabia…?

¿Cómo afectarán a su identidad estos días de confinamiento en los que resulta tan complicado ser activo, racional y autónomo, los mandatos principales que determinan la masculinidad, según el sociólogo Antonio García? ¿Es posible que esta situación favorezca que algunos adopten posiciones más dominantes y aumenten su agresividad y violencia para sentirse así más masculinos y recuperar lo que Dona Haraway denomina la plusvalía de género?

Ayer, en Castellón, un hombre asesinó a una mujer. El 30º hombre que asesina a una mujer en lo que llevamos de año, según la última actualización de la plataforma Feminicidio.net. Otro, en Sevilla, intentó ayer cortarle el cuello a su pareja cuando le dijo que iba a dejarle.

La construcción de la subjetividad masculina está basada en la dominación, la crueldad y la falta de empatía. La subordinación, la complacencia y el agrado son atributos determinantes de «lo femenino». Y es sobre este orden mental de ambos géneros sobre el que tenemos que reflexionar, para deconstruirlo.

Por eso, quiero pensar también en cómo la incomodidad que para el género masculino produce este confinamiento puede ser una oportunidad para que los hombres reflexionen, se impliquen con el feminismo y hagan un proceso de transformación de sus vidas y de las relaciones de género, que tenga el consecuente impacto social.

El feminismo es imprescindible y positivo para todas las personas: para los hombres también. Les libera de esa fragilidad rígida y la carga que supone tener que liderar, competir y dominar todo el tiempo. Aunque sin perder de vista que los hombres en el Patriarcado tienen la posición privilegiada y dominante. El patriarcado oprime a los hombres, pero asfixia y mata a las mujeres.

Partiendo de la idea de Elisabeth Badinter de que la masculinidad se construye en oposición a tres grupos (mujeres, niños y homosexuales), ahora es el momento para cambiar el paradigma masculino y funcionar de otro modo. Para desarrollar, en la intimidad de la casa, habilidades que les permitan ser el hombre que querrían ser, si estuvieran dispuestos a perder privilegios. O a ser, quizás, «menos hombre».

Estas son algunas propuestas que me parecen imprescindibles para un cambio radical en las relaciones de género y el sistema patriarcal. Y que en este periodo de obligado encierro los hombres pueden ejercitar:

–Hacerse cargo de los cuidados. Es el momento para ver la cantidad de cosas que hay que hacer en un hogar y entender que los cuidados son responsabilidad de todos y todas. Los domésticos y los emocionales. Otorgarles el valor que merecen y la necesidad de ponerlos en el centro de la vida. Prestar atención a las personas con las que se convive. Ocuparse también de los padres, hermanos, amigos. Decir que les echas de menos. Que los quieres.

–Desarrollar la escucha. La empatía. Ponerse en el lugar de la otra persona tratando de entender, de verdad, lo que quiere decir. Escuchar en silencio, procurando no dar consejos ni «resolver vidas». Escuchar, además, sin ningún interés por medio, sexual o de cualquier otra índole, y sin cerrar a priori la posibilidad de aprender de la otra persona.

–Responsabilizarse de las emociones y necesidades. Estos días van a surgir muchas emociones y hay que aceptar cualquier sentimiento sin luchar contra él. Conectar con la propia vulnerabilidad, reconocer el sufrimiento y hacerse cargo de él. Puede ser un buen momento para llamar a algún amigo y compartir la ansiedad y la fragilidad.

–Descubrir la ternura: otra sexualidad es posible. Deconstruir la sexualidad patriarcal, la erotización de la dominación y la violencia y erotizar la empatía, los cuidados y el buen trato. Quizás sea momento para experimentar otras formas de placer, de explorar, sin prisas, nuevas maneras de relacionarse con el propio cuerpo y el de la compañera o compañero. Romper con la jerarquía de los placeres que nos enseña que hay unos superiores, como la cópula y el orgasmo, y otros inferiores. Dedicar más tiempo a las caricias, a la ternura y atreverse a experimentar nuevas sensaciones. A ver qué sucede.

Tal vez el hombre confinado pueda llegar a descubrir, en estos días, que salirse de la lógica productiva, patriarcal y machista genera cambios importantes y positivos en su vida y en la de quienes le rodean. Cambiar el pequeño mundo de cada uno es la única manera de cambiar el mundo. Y será sólo a través de la toma de conciencia, el propio cuestionamiento, la responsabilidad y la renuncia de los privilegios que este sistema otorga a los hombres, por el hecho de nacer varones, como podremos acabar con este virus que es el patriarcado.

Fuente e Imagen: https://www.eldiario.es/tribunaabierta/hombre-confinado_6_1008659143.html

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