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Argentina: Educación comunitaria. Aprobaron procedimientos para proyectos

04 de Febrero 2018/Fuente y Autor: jujuyaldia

El Ministerio de Educación, a través de la resolución N° 7918, aprobó las líneas prioritarias de la Educación Comunitaria 2018 y el procedimiento de autorización de proyectos educativos comunitarios por parte de educadores comunitarios que hayan cumplido servicios en 2017.

La disposición asigna carácter de líneas prioritarias a las prácticas educativas destinadas a la primera infancia, al apoyo escolar y bibliotecas populares, al deporte social, al arte social y a la inclusión.

Asimismo, la resolución fija como plazo para la presentación de proyectos el 20 de febrero próximo por la mesa de entrada de la Secretaría de Equidad (José de la Iglesia 1693 del barrio Cuyaya), días hábiles de 8 a 12 y de 14 a 18 horas.

También establece que los proyectos podrán incluir entre dos a diez educadores comunitarios cada uno.

Los requisitos incluyen nota dirigida a la ministra de Educación solicitando autorización para implementar el proyecto; identificación de la institución solicitante con datos del lugar de ejecución del proyecto; información de los educadores comunitarios; datos del proyecto conforme líneas prioritarias 2018; fotocopia de DNI actualizado y constancia de CUIL de cada educador; fotocopia del carné sanitario; planilla prontuarial original expedida con fecha posterior a octubre de 2017; fotocopia del recibo de sueldo o copia de planilla de haberes; fotocopia del título oficial que acredite el nivel educativo del educador comunitario y/o copias de los certificados de cursos de capacitación pertinentes al proyecto.

Además, debe presentarse resumen de la experiencia laboral de cada educador referida a la actividad del proyecto; documentos de la institución que presenta el proyecto; constancia actualizada de la personería jurídica activa otorgada por Fiscalía de Estado; constancia actualizada de la matrícula del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social emitida por el Ministerio de la Producción de la Nación y constancia actualizada de personería gremial otorgada por la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

La Secretaría de Equidad Educativa a través de la Dirección de Educación Comunitaria tendrá a su cargo evaluar la pertinencia y viabilidad de los proyectos.

Los interesados podrán acceder a más información y formularios en la web del Ministerio de Educación (http://educacion.jujuy.gob.ar/).

Fuente de la noticia:  http://www.jujuyaldia.com.ar/2018/02/02/educacion-comunitaria-aprobaron-procedimientos-para-proyectos/

Fuente de la imagen: http://artedepasco.blogspot.com/2011/07/educacion-comunita

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La inequidad educativa al sur de México

México/30 de Octubre de 2017/Aquinoticias

La pobreza que azota esta entidad es de tal magnitud que más de un cuarto de la población tiene carencias alimentarias (27.5 por ciento) y más de la mitad carencias en su vivienda (57.4 por ciento).

Esta semana concluyó la fase de regreso a clases en la entidad chiapaneca, luego que el terremoto del 7 de septiembre afectara —según el censo oficial— mil 606 instituciones en su territorio; de esas, 86 con daños graves. No obstante, debajo de la polvareda generada por el movimiento telúrico ya se encontraba un sector educativo precario e inequitativo, muy distante de las condiciones en la capital del país; la brecha es tal que pareciera que pertenecen a estados de diferentes naciones.

De acuerdo con el docente y maestro en Pedagogía, Rogelio Javier Alonso Ruiz, el contexto socioeconómico que rodea a las escuelas capitalinas y chiapanecas es radicalmente opuesto, con disparidades pronunciadas por la marginación, la pobreza, el analfabetismo y las deficiencias infraestructurales en el estado del Sur.

En su artículo “Al perro más flaco se le cargan las pulgas: la inequidad del sistema educativo”, recién publicado, acusa: “Si nuestro sistema educativo comulgara con la equidad, se deberían observar esfuerzos adicionales en el estado del sur para alcanzar niveles de bienestar como los de la capital del país, es decir, se debería dar más a los que más necesitan. Desafortunadamente, la realidad y los números en el ámbito educativo demuestran lo contrario”.

De acuerdo con su estudio, la pobreza que azota esta entidad es de tal magnitud que más de un cuarto de la población tiene carencias alimentarias (27.5 por ciento) y más de la mitad carencias en su vivienda (57.4 por ciento). Esto se traduce en que el 81.4 por ciento de los estudiantes chiapanecos de primaria y secundaria tengan un nivel alto o muy alto de marginación.

Asienta también que el 14.8 por ciento de la población de Chiapas es analfabeta, mientras que en la capital del país el analfabetismo es prácticamente un fenómeno erradicado (1.5 por ciento). Además, el índice de permanencia en la escuela es mucho más alto en la Ciudad de México, que en este lado de la comarca, sobre todo en la población adolescente.

La cifra de los que permanecen insertados en el sector educativo, niveles medio y superior, en la capital del país quintuplican a la de chiapanecos en las mismas condiciones.

“Esto pudiera tener una explicación evidente: a medida que crecen, los alumnos de contextos desfavorecidos van convirtiéndose en una fuente de ingreso para sus hogares. Lo anterior se confirma al observar que casi dos de cada tres alumnos chiapanecos (60.2 por ciento) de sexto grado de primaria trabajan, mientras que sólo una cuarta parte (27.2 por ciento) de los capitalinos lo hacen”, explica el investigador.

Aquellos que trabajan y estudian afrontan dificultades para la adquisición de aprendizaje como cansancio, falta de tiempo y ausentismo —añadió Alonso Ruiz— que al final llevan al mismo camino: la deserción escolar y por ende, la disminución de la escolaridad de la población. “Mientras el 92.8 por ciento de los capitalinos de 20 a 24 años ha cursado la educación básica completa, sólo dos de cada tres chiapanecos (67.3 por ciento) lo ha hecho”, comparó.

Infraestructura y conectividad

En el artículo difundido en un portal de noticias nacional, el experto también enfatiza que a estos problemas se suman las precarias condiciones de la infraestructura educativa y del acceso a servicios básicos como internet.

En cuanto a condiciones materiales, en el estado del sur sólo el 6 por ciento de los centros escolares admite no tener carencias. En cambio, sólo una de cada cuatro escuelas tiene computadoras (25.7 por ciento) y casi uno de cada 10 (8.9 por ciento) cuenta con conectividad a internet; además, una de cada cinco instituciones educativas (19.4 por ciento) tiene paredes precarias. En contraste, en la capital del país el 70.9 por ciento de las escuelas no reporta alguna carencia en cuanto a infraestructura.

En cuanto a personal docente, el especialista concluyó que el 25 por ciento de los alumnos chiapanecos de primaria asisten a escuelas “multigrado” —donde el docente imparte clases a más de un grado escolar—, mientras que en la Ciudad de México la proporción es 10 veces menor (2.5 por ciento).
No hay suficientes profesores asignados a grados específicos; “la falta de personal hace que la inequidad se extienda incluso a los alumnos con alguna discapacidad”.
“En la Ciudad de México, un estudiante discapacitado tiene mayores posibilidades de recibir un servicio educativo acorde a sus necesidades, pues tres de cada cuatro escuelas (74.5 por ciento) de preescolar a secundaria cuenta con USAER (Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular), mientras que en Chiapas sólo una de cada cuatro (27.1 por ciento)”, reveló su análisis.

Apreciaciones

El maestro Alonso Ruiz consideró que pareciera que el sistema educativo mexicano se esforzara “por hacer realidad un sabio refrán popular: ‘al perro más flaco se le cargan las pulgas’”.

Resaltó que muestra de ello son los casos de Ciudad de México y Chiapas que retratan muy bien la inequidad del sistema, es decir, “dar las mejores escuelas y los mejores servicios a quienes se encuentran en condiciones más favorables, mientras se brindan las peores escuelas y los servicios más deficientes a quienes más requieren superarse a través de la educación”.

“No obstante que los chiapanecos tienen un contexto significativamente más desfavorable antes de pisar una escuela, el sistema educativo mexicano hace que su experiencia educativa sea aún más complicada. Como si sufrir de pobreza, hambre y contextos culturales adversos fuera poca cosa, las autoridades parecen ver con indiferencia (o impotencia, en el mejor de los casos) el hecho de que las escuelas de los alumnos chiapanecos tengan deficiencias tan severas”, concluyó.

Fuente: http://aquinoticias.mx/la-inequidad-educativa-al-sur-de-mexico/

 

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Pedagogía de los cuidados – Perú

Perú / 29 de octubre de 2017 / Autor: InteRed ONGD / Fuente: Youtube

Publicado el 23 oct. 2017
¿Qué es la pedagogía de los cuidados?. En este vídeo te lo explicamos desde escuelas rurales de Cusco (Perú) La pedagogía de los cuidados gira en torno a la idea de poner la vida en el centro en todos los ámbitos de la educación, entendiendo que el ser humano es igualmente de interdependiente que eco dependiente. Mediante este paradigma se otorga centralidad a valores y capacidades como: el cuidado, la solidaridad, la empatía, la autonomía, la autoestima, las relaciones afectivas, el empoderamiento, la comunidad, la participación y un largo etcétera que, además , otorga valor al trabajo que históricamente han desarrollado, mayormente, por las mujeres para el sostenimiento de la vida.

Fuente: 
https://www.youtube.com/watch?v=v5_sTnMrvoA
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El puzzle de la equidad educativa

España / 15 de octubre de 2017 / Autor: José Saturnino Martínez García / Fuente: Agenda Pública

Nuestro sistema educativo es razonablemente equitativo desde el punto de vista de las competencias. Las diferencias entre alumnado son relativamente bajas (desviación típica), los de bajo origen social logra un nivel bueno (resiliencia), el nivel socioeconómico y cultural de la familia influye, pero menos que en los países de nuestro entorno, y frente a lo que se asevera de forma insistente, el nivel promedio está en línea con los países de la OCDE, especialmente si corregimos por nuestro atraso cultural.

De estos datos (puede consultarse una amplia base de datos sobre la influencia de los factores socioeconómicos y culturales sobre el rendimiento escolar en este barómetro del Observatori Social la Caixa), me gustaría destacar tres cuestiones. Por un lado, la equidad observada se debe a que el alumnado de bajo origen social obtiene resultados más altos que en el promedio internacional, mientras que el alumnado de alto origen social, obtiene malos resultados (cuando hablamos de alto origen social no hablamos del 1% más rico, sino de familias con progenitores universitarios). ¿Por qué nuestros jóvenes de orígenes populares son buenos en competencias pero los de alto origen social son malos? No lo sabemos a ciencia cierta, solo cabe aventurar hipótesis no comprobadas, como el escaso valor de la cultura entre nuestras clases medio-altas. La segunda cuestión a destacar es que la crisis más intensa de la economía española desde la Guerra Civil apenas les ha hecho mella, a pesar de que la inversión por estudiante ha disminuido un 25%,  la renta de las familias un 10% y somos de los países de la OCDE en que más ha crecido la desigualdad económica. Quizá porque sus efectos se noten en un plazo más largo. Pero lo cierto es que entre quienes ya se han escolarizado durante la crisis, tampoco se nota. Da la sensación de que la lógica educativa, en el ámbito de las competencias, es más robusta a los embates económicos de lo que creíamos, posiblemente debido a las inercias de la vida escolar (el profesorado no trata peor al alumnado cuando le recortan el salario), o a que las competencias no se forman principalmente en la escuela, como sostiene Julio Carabaña. Y en tercer lugar, estos indicadores nos ponen cerca de países nórdicos, como Dinamarca, que en materia económica y social, sin embargo, es mucho más igualitaria que nuestro país. Todos estos datos ponen en cuestión mucho de lo que creíamos saber sobre la relación entre economía y educación, al menos desde el punto de vista de las competencias.

Pero las competencias son solo una parte de lo que se evalúa en el sistema educativo. Además, se evalúan contenidos (currículum) y aptitudes, como el orden, la obediencia, la motivación, la perseverancia, etc. Todas estas dimensiones se resumen en un solo indicador: el título educativo.Lograr un título guarda una relación compleja con las crisis. Por un lado, familia y Estado, son más pobres, lo cual influye negativamente. Pero por otro, el aumento del paro hace los estudios más atractivos, sobre todo en países como España con amplia oferta de educación post-obligatoria gratuita o subsidiada. Incluso el importante incremento de las matrículas universitarias, se transforma en una cifra asumible de unos 30€ al mes, prohibitiva para algunas familias (un 5% de los jóvenes declara no estudiar por problemas económicos), pero no para la mayoría, al punto que ha aumentado el dinero que las familias dedican a educación, a pesar de la disminución de la renta. El efecto del paro gana al empobrecimiento, por lo que el fracaso escolar ha llegado a los niveles más bajos de nuestra historia. Desde el punto de vista de la igualdad de oportunidades, ha habido un aumento de la desigualdad, debido a que el 5% más pobre ha empeorado su logro académico.

Por último, me gustaría destacar el peor indicador de equidad del sistema español: la repetición de curso. Por un lado, la repetición es anormalmente alta en España, hasta el punto de que los jóvenes que no repiten tienen un promedio de competencias claramente superior a la media internacional, lo que quiere decir que muchos estudiantes que repiten en España, no lo harían si viviesen en otros países desarrollados. Pero además, durante la crisis ha aumentado el peso de la influencia socioeconómica y cultural de las familias en la repetición de curso, de forma que si dos estudiantes tienen el mismo nivel de competencias, las posibilidades de repetir del de origen popular quintuplican al de origen alto. Esta desigualdad se ve agravada por la rigidez de nuestro sistema educativo, pues el paso a la educación post-obligatoria exige acabar la ESO (aunque esto ha cambiado tímidamente con la FP Básica), a diferencia de los países de nuestro entorno. Por ejemplo, para acceder a la FP Dual en Alemania no obligatorio el título equivalente.

Este artículo resume en líneas generales los principales resultados del libro del mismo autor “La equidad y la educación” (La Catarata, 2017), que es un resultado del Proyecto INCASI, que ha recibido fondos dl proyecto 2020 de la UE (Marie Skłodowska-Curie GA No 691004), coordinado por Dr. Pedro López-Roldán.

Artículo realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”

Fuente del Artículo:

http://agendapublica.elperiodico.com/puzzle-la-equidad-educativa/

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¿La escuela al centro?

México / 8 de octubre de 2017 / Autor: Manuel Gil Antón / Fuente: Educación Futura

Ocho días después del terremoto, la sala del INEE donde se llevaría a cabo la segunda sesión del Seminario para hace un balance de la Reforma Educativa está, a las 5, y a las 5 y 10, y a las 5 y cuarto casi vacía.

De las dos filas asignadas para la prensa, solo hay un par de lugares ocupados. En el pasillo, varias cámaras. Día de silencio todavía, de un luto inserto, sin paradoja, en la memoria anticipada del presente cuando sea pasado en el futuro. La escuela Enrique Rébsamen, sus restos, reiterados en la retina, y Frida Sofía ya declarada inexistente: si no estaba, ni había estado, se derrumbaban, a la vez, dos esperanzas: la del rescate de una vida posible, y la de La Foto (la imagen más anhelada) de una niña arrancada a los escombros, placa que consagraría, por su fuerza y símbolo, un proyecto político. Al final, espectro, ausencia, ceño fruncido del poder. Enojo. Siempre quedará la duda: furia por no hallar a la niña y sus compañeros, o por la oportunidad mediática perdida. Luto, sí, pero más negro por esa y tanta manipulación.

La demora cesa: los ocupantes del presídium ya llegaron: en este caso, abrirá plaza el subsecretario de educación básica, Javier Treviño, acompañado por (tome aire si lo va a pronunciar) el Secretario Técnico del Consejo Directivo Nacional “La Escuela al Centro” de la Secretaría de Educación Pública, SEP, Pedro Velasco Sodi. Junto con ellos, los comentaristas, Oralia Bonilla Pedroza, quien preside la Asociación Civil Innovación y Asesoría Educativa, y (aire de nuevo) el Titular de la Unidad de Normatividad y Política Educativa del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, INEE, Francisco Miranda López. Modera la sesión el periodista José Buendía.

Luego de proyectar las semblanzas, la sesión empieza. Toma la palabra al subsecretario Treviño quien anuncia que hablará sobre La Escuela al Centro, y luego su colega Velasco sobre el SATE… (Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela). Son los dos temas programados esta tarde.

La marcha de las cifras

Al parecer, es el estilo de la actual administración: quien lleva algo de tiempo en esta vida – una década más del medio siglo al menos – recuerda, al escuchar a los funcionarios, los viejos informes presidenciales, aunque sin confeti: cifras, números, comparaciones de algo “sin precedente”, incrementos en estos 5 años mayores que los 12 anteriores (curioso: siempre las administraciones panistas son el límite de la comparación, quizá porque, más allá, hay aliados a los que no hay que molestar).

No hay errores, todo marcha como estaba planeado. Avanza la Reforma. Lo más cercano a la crítica, suele ser, en ellos, el eufemismo de llamar “ventanas de oportunidad” a lo que en buen castellano serían pifias, errores, o el reconocimiento franco de una falla en los proyectos que parieron. Pero en esta ocasión, ni eso. Y las cifras avasallan al escaso argumento. Los puntos a debatir serían más interesantes que el alud de millares de tal cosa y las proporciones resultantes: queda poco tiempo para ello.

La Escuela al Centro, dice Treviño, es uno de los cinco ejes clave de la que conciben como “transformación educativa” las autoridades de hoy: ocupa el segundo lugar en el listado. Primero se propone el Planteamiento Curricular, en tercer sitio la Formación y Desarrollo Profesional Docente (del que se habló en la primera sesión, muy centrado en la evaluación y sus cifras: los millones de evaluados como signo de progreso). El cuarto es la Inclusión y equidad y, por último, la Gobernanza (sic) del Sistema Educativo.

La Escuela al Centro no es un programa, afirma, sino una estrategia. Se pondrá en marcha en el siguiente ciclo escolar. Advierte que no se le comprende sin entender que se trata de un medio, no un fin “cuyo objetivo es establecer las condiciones adecuadas para que cada centro escolar – independientemente de su contexto – pueda garantizar una educación de CALIDAD, con EQUIDAD e INCLUSIÓN a las niñas, niños y jóvenes”. Las palabras con mayúsculas provienen, tal cual, de las diapositivas que proyecta.

Las notas de este escribidor no pueden dejar pasar la frase: independientemente de su contexto… Estamos ante una estrategia que es tan poderosa, según su decir y pensar, que puede hacer de lado el contexto, de tal manera que en cualquiera que este sea, va a florecer todo lo que enfatizan las mayúsculas en la ilustración que aparece en la pantalla y el subsecretario lee.

Destaca que, de acuerdo a lo establecido en los cambios constitucionales, “La autonomía de gestión escolar”, implica trabajar mucho, y a mediano plazo, pues requiere “romper usos y costumbres contrarias el principio de… “la autonomía de gestión escolar”. Con orgullo, el señor Treviño dice que cuando empezó la reforma, era diputado y voto por ella. ¿La habrá leído y comprendió sus múltiples impactos, o acompasó el levantamiento de su dedo a la indicación de Aurelio Nuño, actor preponderante en ese entonces en el Pacto por (su) México, y hoy su Jefe? Tampoco lo sabremos.

Por último, para concluir el introito a su ponencia, reitera que no es un programa o proyecto, sino una estrategia que contiene “un conjunto de acciones, programas, intervenciones y normas que tienen por objeto transformar el sistema y fortalecer a las escuelas y sus comunidades”. En síntesis, estamos ante uno de los cinco pilares, pero ha de ser la piedra angular, con una potencia tal que transformará al sistema.

¿De veras se comprenderá la complejidad de lo que se da en llamar sistema, de manera que crean que se le puede transformar así, a pesar de ser la realidad educativa mexicana resultado, diría Marx, de múltiples determinaciones? Con Treviño, pero más con Velasco, uno percibe que la transformación en el papel y el discurso son claras en cuanto objetivos, pero que del dicho al hecho hay tanto trecho: actores, socios de palabra y no de acciones, acciones que van en todos los sentidos y generan la imagen de la SEP como “paquidermo reumático” al que refería don Jesús Reyes Heroles. La sensación de estar ante un reporte de lo normativo, del deber ser como estando siendo (doble gerundio), es inevitable. Una quimera. Ni siquiera una utopía.

Mire usted un ejemplo: ¿“Para que La Escuela al centro? Para que contemos con MEJORES ESCUELAS”. Las mejores escuelas son las que tienen “autonomía de gestión”, y esto implica:

  1. Directores con alto liderazgo
  2. Nuevas facultades para que la comunidad escolar decida
  3. Uso óptimo del tiempo escolar
  4. Asistencia y apoyo técnico de la supervisión
  5. Trabajo colegiado docente dentro del plantel
  6. Intercambio de experiencias entre escuelas y zonas de supervisión
  7. Involucra a todos los alumnos en el trabajo en clase
  8. Participación activa e informada de los padres de familia
  9. Ejercicios de evaluación interna para la mejora continua, y
  10. Ruta de mejora escolar decidida entre los directivos y maestros.

El reino de los cielos del dios educador en la tierra: al ver lo proyectado en la pantalla se confirma: el señor subsecretario tiene en mente una escuela maravillosa, que resulta, nada más y nada menos, de un factor, de uno solo: la autonomía de gestión. Las nubes no son un elemento menor en la imagen. Cielo azul, cuando otros lo ven encapotado; la escuela con forma de iglesia – la cúpula indica al templo del saber – en que, sin embargo, colocada en medio del patio, ondea, en su asta, la bandera nacional.

Hace dos semanas todo el aprendizaje dependía del profesor, según el señor Granados con base en la investigación científica, y sus resultados en la evaluación… ahora, otro subsecretario nos dice que la escuela que imaginan depende de que las escuelas tengan autonomía de gestión. Otra vez, un solo factor es capaz de modificar tanto, todo y cuanto antes si se instaura pronto. Es, escribe en sus notas el cronista, el espacio del deber ser, de lo imaginado: si el 40% de las escuelas son multigrado, muchas con una o un solo profesor, ¿se imagina la intensidad del trabajo colegiado entre la misma persona que es profesor, director, intendente, maestro de deportes y música, asesor de los padres de familia y único integrante del Consejo Técnico Escolar (CTE)? En fin: la ilusión viaja en filmina.

Y arrancan las cifras:

“Hay una nueva generación de directores: 13 mil 639 docentes promovidos (a esa función) que representan un área de oportunidad para la innovación”

“En 2016-2017, 36 mil 355 directores capacitados a través de formación presencial y en línea, en liderazgo y gestión, herramientas de Alerta Temprana, observación del aula: como resultado, se les otorga el Certificado en autonomía de gestión…”

“En 2017-2018 iniciará un diplomado: “Una gestión educativa centrada en el Aprendizaje”, que en el marco del Consejo Técnico de Zona (CTZ) impulsará el aprendizaje entre pares, con la meta de la asistencia, nada más, del 50% de los Directores de todo el país en 2018”  

“Así mismo, en este ciclo escolar, se implementará un curso en línea específico para introducir a los directores al Plan y Programas de estudio”. ¿A todos? Claro: ¿qué cuesta decir lo que se va a hacer si no hay rendición de cuentas, sino cuentas de acciones de futuro que –de forma increíble– dan cuenta de lo que está sucediendo. El futuro es presente, y el presente futuro: buena idea para un reactivo en el examen PLANEA para funcionarios. Urge.

En la dimensión de Consolidación de Comunidades de Aprendizaje: “33 mil Colectivos docentes formados en el “Sistema de Alerta Temprana”.

Como hacen falta subdirectores de gestión, hay 450 plazas para que los directores, sobre todos los jóvenes recién egresados que aprobaron el examen autorizado por el INEE, no tengan carga administrativa que los distraiga de su indudable labor de ser líderes de colectivos docentes que, luego de la fase intensiva previa al inicio del curso, unos cuantos días, se reunirán 8 veces en el ciclo… Una simple comparación; 13 mil, y pico, nuevos directores – 450 plazas de subdirector – y 36 mil capacitados en todo lo habido y por hacer, con las mismas 450 plazas… Un subdirector por cada 29 plazas nuevas, y el mismo subdirector para cada 80 directores recién diplomados…

No importa que las cifras indiquen que hay un abismo entre lo deseado y lo real: lo que importa es que suenen a muchos: “(De) 14 mil 217 escuelas de organización completa, 19% cuentan con un subdirector, ya sea de gestión o académico). Si uno hace cuentas, hay subdirector en 2 mil 701 planteles de ese tipo. En 11 mil 516 no.

Llega el rubro de mejor infraestructura: en todo el sexenio, lee el subsecretario Treviño, beneficiaremos a 60 mil escuelas de educación básica: “Esto es, 3 veces superior a la inversión realizada en los dos sexenios anteriores”. Recuerdo las palabras del Secretario Nuño esa mañana en el periódico: en las zonas en que el sismo afectó al país, 10 mil escuelas tienen daños. Si tomamos al conjunto total de escuelas, y lo comparamos con las dañadas, le proporción de escuelas con deficiencias que derivaron en fracturas de distinto tipo es mucho mayor, y mucho en serio, que la proporción de viviendas correspondiente a las mismas zonas: de ese tamaño ha sido el descuido de la infraestructura escolar durante medio siglo (no solo los dos sexenios anteriores: o qué, ¿cuándo Elba Esther o Jongitud eran aliados del PRI, la infraestructura escolar era maravillosa? Ha lugar a dudas…

Datos duros e imágenes incuestionables… Va la diapositiva:

Lo que sorprende más es que, en medio de las cifras, se hace alarde de avances inmediatos. Una escuela de tiempo completo, recién establecida, ya muestra avances incuestionables en el aprendizaje de los niños… “se incrementaron 274% las escuelas de tiempo completo, pasando de 6 mil 700 a 25 mil 130”. Y en ellas, ya, se aprende más y mejor: va la prueba irrefutable. Otra diapositiva que ofrezco a usted, paciente lector, en que se observan los resultados de PLANEA nacional, de la misma prueba en todas las escuelas de tiempo completo, y las que tienen ya tres ciclos como tales. En las últimas, se reduce la proporción de alumnos en el nivel bajo, y crece (se multiplica por 3) los del nivel más alto: pasa del 2 al 6% en números redondos. Éxito rotundo.

Siguen más datos y diapositivas: ojalá el INEE, en sus informes de estas jornadas, ponga a disposición de los lectores las presentaciones de los funcionarios. La crónica se extiende demasiado y faltan expositores… No es posible dejar de mencionar el último de los programas de la estrategia: Padres Educadores. Se atenderán 3 mil 200 escuelas en el ciclo 17-18 para “Incrementar significativamente el impacto que el apoyo de los padres de familia puede tener en el aprendizaje y el desarrollo de sus hijos” o bien, formar a los padres para que puedan desarrollar las habilidades que les permitan colaborar con la escuela para garantizar la educación de calidad… Lo dicho: esto ocurre, u ocurrirá – los tiempos verbales varían – en otro país que no es el nuestro, pero que si habita el Presidente, sus Secretarios, los Subsecretarios y demás funcionarios. Lo malo es que no hay visas para entrar: el país de la pobreza, donde la mayoría de los padres de familia no tienen ni tiempo ni la formación escolar necesaria para apoyar a sus hijos, ese sitio en que vivimos los demás no es donde ocurren – o se les ocurren – las ideas a los reformadores.

Hay, en síntesis, un dilema que es menester enfrentar: ¿La escuela está al centro porque la SEP ha decidido ponerla en el centro? Entonces, la escuela no está en el centro del proceso, sino del discurso, pues es ahí donde se afirma que se ha puesto al centro. Hagámonos cargo: ¿cómo puede estar la escuela al centro sin soltarla, sin darle instrucciones para que esté en el centro, lo que hace que no lo esté, pues desde el centro del poder educativo ahí se le coloca y monitorea para que sea central en lo que se afirma? No es mala idea que la escuela esté al centro, pero una cosa es ser el centro de algo, y otra es estar “centrada” por los designios del poder. Tarea para pensar todos.

¡A mover los números!

En su turno, el señor Velasco explica lo que es el SATE: para recordarlo, las siglas remiten al Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela. A través de este programa, parte de la estrategia, se enseña a las escuelas a ser autónomas en su gestión.

Es una autonomía dirigida por la SEP: con mucho entusiasmo relata que a través del SATE se está “más cerca de las escuelas, y se les acompaña para monitorear… que sean autónomas en su gestión”

No hay tanta explicación como la de antecesor en el empleo dela voz, pero anoto frases muy significativas: “Nuestros (sic) supervisores” ¿De quién? De la SEP. Ellos enseñarán, desde la centralidad de su influencia, a que el centro sean las escuelas y tengan autonomía: pero, en realidad, lo que expone Velasco es que no serán centro, sino centradas, y que la autonomía dirigida es lo contrario a ejercer la autonomía.

Todo está previsto, todo engarza en una lógica perfecta, no hay resistencia ni problemas, no hay pasado y una cultura de la obediencia a la autoridad y a los caciques sindicales. ¿Qué ahora hay que ser autónomos? Pues no hay problema, nosotros les indicamos cómo serlo, o parecerlo.

¿Será que Javier Velasco, Javier Treviño, Otto Granados, Aurelio Nuño y el resto del equipo educativo del sexenio que fenece, comieron el fruto prohibido del que habla el Génesis de la Biblia? Hay que recordar que se trataba del producto del Árbol de la Vida, de la Ciencia, del Bien y del Mal: y la Serpiente los convence de hacerlo porque, dice, al comerlo “seréis como dioses”.

Quizá: en una intervención posterior, en respuesta a los comentarios, dudas y críticas de los comentaristas, Treviño relata que, en las reuniones con Gobernadores, las CONAGO educativas, cuando les presentan las cifras de su entidad, y ven las de otros, llaman a su encargado del despacho educativo local y lo reprenden. A la siguiente ya son otros los reportes. Ergo, la Reforma Educativa avanza.

Quizá: en una intervención posterior, también en defensa de lo cuestionado, Velasco dice: “el termómetro de todas estas acciones es el aprendizaje de los estudiantes. Nuestros supervisores son centrales, pues cada supervisor es responsable de mover los resultados de aprendizaje de su zona” ¿Mover los resultados? Es distinto mejorar los procesos, anoto en el cuaderno, para que haya mejores resultados, que la encomienda de moverlos como el eje central.

Si no es lapsus lo que dice, entonces estamos ante el riesgo de modificar el velocímetro para que el carro parezca que va a más velocidad, pues donde dice 60 se ha puesto 80 kilómetros por hora. Si la tarea es mover los resultados, la manipulación del odómetro, del popular cuentakilómetros, es muy atractiva. Ojalá no sea así.

 

¿La escuela al centro o la escuela, y los profesores, en el blanco?

El comentario de Oralia Bonilla arranca con un reconocimiento al esfuerzo realizado, pero con la necesidad de entender que la escuela es un bien nacional, no un recurso del gobierno: las escuelas pertenecen a la sociedad. Y son muy complejas sus relaciones al interior y con el entorno.

Hay, dice, que conocer a la escuela: lo que pasa en ella, sus lógicas, su historia, sus prioridades. No es solo una unidad pedagógica, sino que tiene otras caras: la administrativa, la laboral, la política.

Señala que, como en esta sesión, los responsables hacen reportes llenos de datos, “datos duros”, indicadores… pero la cultura de la exposición es privilegiar los logros sobre los desafíos.

Hay una tradición, en el vínculo de la SEP con las escuelas: la relación es vertical y jerárquica. No se puede poner al centro a la escuela desde el centro con tal sencillez. Que sea el centro de la vida educativa es diferente a que sea el centro del discurso de la reforma. Es necesario reconocer que la escuela se encuentra constreñida por un conjunto de estructuras que la agobian, de niveles de gestión locales y nacionales que la acotan de tal manera que son centro de la acción de esos actores y estructuras, y sin modificar eso, no pueden ser un centro del que surjan las modificaciones necesarias.

No es sencillo, pero es preciso generar las condiciones políticas para que las escuelas queden al centro: no se puede centrar desde el poder, sino dar el poder a la escuela para que esté al centro.

Hablando en confianza con algunos profesores, comenta, lo que dicen es que, con el lema de “la escuela al centro”, perciben que, en efecto, esta reforma ha puesto a la escuela al centro de una diana, de un círculo en el que, al centro, como blanco de las acciones y las políticas, está la escuela. Es una crítica que retoma el parecer de maestros que, centrados como responsables, se ven vistos desde la reforma como el blanco, el objetivo del disparo de las estrategias, programas y transformaciones. ¿Centro para actuar con autonomía, o lo central – en un tiro al blanco – en la esperanza de la reforma?

Sin duda, un aspecto a pensar muy valioso. El choque entre la mirada del reformador y la del actor y el sitio de trabajo que se pretenden reformar. Desde el centro.

Algunos peligros

En su turno, Francisco Miranda comenta que los números expuestos son impresionantes, pero hay que cuidar lo que resulta al cambiar la escala de los programas. No es trivial el pasaje de un programa piloto a la extensión de sus factores a todo el sistema.

Si, en efecto, las escuelas están en el centro, ¿cómo ha de cambiar la forma de administrar el sistema?

No lo desea, ni lo considera inevitable, pero sugiere que, dada la importancia de la estrategia, es muy importante cuidar los fenómenos derivados de hacer de las instrucciones de autonomía de gestión simples rutinas a cumplir, y reacciones burocratizadas a las instrucciones superiores.

Es necesario, sugiere, atender a lo que significa autonomía para las escuelas: ¿es un instrumento que se “da” a las escuelas, o se adopta una noción de autonomía con los márgenes de libertad y gobierno que pueden entenderse de esa noción?

Si se aprenden las rutinas para dar cuentas de procesos, y predominan los formatos, podemos caer en una autonomía aparente.

Es necesario tomar en cuenta experiencias de otros lados del mundo. En ciertos lugares, con nociones parecidas a la escuela al centro, o la autonomía, se presentaron casos de una especie de ausencia de responsabilidad del estado.

¿Cómo se relaciona esta estrategia, pregunta, con la diversidad de condiciones? ¿Hay un plan de discriminación positiva, que apoye de manera diferente esta idea a las escuelas multigrado, por ejemplo? Quizá no haya, en el sistema actual, una modalidad tan autónoma y en el centro de las comunidades que las escuelas multigrado.

Hay una expresión de Francisco Miranda que merece mucha atención, a mi juicio. La expone, insisto, como una preocupación a tomar en cuenta. ¿Queremos un agregado de escuelas autónomas, o un sistema organizado que mejora a partir de la autonomía de las escuelas? No es trivial el dilema que presenta, pues se basa en la necesidad de aprender de lo que ha ocurrido en el sistema, como el caso del programa de Escuelas de Calidad (PEC)

Hay, al revisar las notas de la reunión que tomé (siempre relativas a la mirada de quien las toma, nunca la “realidad real”, inexistente) una convergencia en los comentarios de Bonilla y Miranda: cuidado con la premura, prudencia, no agotar la discusión en la avalancha de números, reconocer la complejidad de lo que llamamos escuela y sus actores, recuperar la experiencia del pasado y de otros lares… Establecen un conjunto de dilemas, retos y riesgos. Hay, más allá de lo sucedido en la conversación posterior, mucho que aprender de sus comentarios.

Al final

El tiempo es un tirano. Llegan muchas preguntas, pero sólo se pueden atender unas cuantas dado que el moderador da la palabra a los funcionarios.

Lo que destaca en las respuestas es un cambio en la actitud. Dicen Treviño y Velasco que han tomado nota de todo lo dicho y que lo tomarán no solo como notas, sino en cuenta para revisar sus acciones.

Tengo la impresión que, en su proyecto, hay una apuesta central: desplazar, en la medida de lo posible, a los antiguos actores, para renovar las cosas y las relaciones: les entusiasma la idea de contar con los nuevos directores y supervisores, pues se trata, afirman, de un cambio cultural.

Por ejemplo, que el Consejo Técnico de Zona – donde se reúnen supervisores y directores de varias escuelas – sea, en efecto, un espacio real de diálogo.

Llama la atención un cambio en el discurso: el subsecretario Treviño acota lo dicho en su primera exposición. Al parecer, todo lo anterior es un plan piloto, del que surgirán lineamientos para el ciclo 2018-2019…

Se atiende a una pregunta: ¿Qué van a hacer con la simulación de las autoridades locales, que frente al centro siempre cumplen, aunque su cumplimiento sea más bien formal?

La respuesta es: contra la simulación, el antídoto es la participación de los padres de familia, que participen en el monitoreo del aprendizaje de sus hijos.

Hay más notas. No hay ya espacio ni tiempo. La reseña que se ofrece es una mirada que, sin remedio, se realiza desde los ojos del que la relata. En esta segunda sesión, muchos temas quedan abiertos a la reflexión, sobre todo por la serie de asuntos que pusieron sobre la mesa los comentaristas. Toda una agenda en torno al tema de la Escuela al Centro y la cuestión central: ¿Es posible una escuela al centro, decretada así por una política que proviene del centro y la regula? ¿Es posible, y qué significa más allá de la decisión de cuántos días tendrá un ciclo escolar (180 o 2000) la autonomía de gestión en las escuelas?

Fuente del Artículo:

¿La escuela al centro?

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Libro: La equidad y la educación

España / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Saturnino Martínez / Fuente: InfoLibre

El sociólogo Sarturnino Martínez trata de ofrecer «una mirada lo más limpia posible sobre el debate de la equidad educativa» en su último libro, que publica Catarata. La obra será presentada el 14 de septiembre, en la Casa del Libro de la calle Fuencarral (Madrid), por Ángel Gabilondo. A continuación, infoLibreadelanta el capítulo con las conclusiones.

 

La fábula de la tarta nos anticipó la complejidad del debate sobre la equidad. Una complejidad que muestra que no tiene sentido defender la equidad en abstracto, sino que debe realizarse siempre en un marco interpretativo complejo. Esta complejidad en el debate público tiende a degradarse a favor del solapamiento entre utilitarismo y liberalismo, que desplaza del debate político otras opciones. Pero deberíamos crear más solapamientos con las otras corrientes de pensamiento, para mejorar los consensos. En algunas cuestiones, como la educación obligatoria, se ha logrado un gran acuerdo de todas las filosofías políticas. Pero en muchas otras, estamos lejos de tal convergencia. En tal caso, solo cabe conllevarlas de forma inestable, según las correlaciones de fuerzas políticas, como sucede con la “libertad de elección”, es decir, la escuela concertada.

También debemos destacar que el mal uso de las palabras o de los datos oscurece, en vez de clarificar, los problemas educativos. Por tanto, es fundamental la precisión metodológica a la hora de estudiar los problemas educativos. En este punto cabe rogar a las administraciones públicas que generen indicadores que nos aclaren en vez de confundirnos, como está sucediendo. En otras cuestiones, no hay mucho margen para el optimismo, pues hay tensiones que son inherentes a la naturaleza de la educación como campo social. Aristóteles ya señalaba la tensión entre las diversas formas de entender la educación, por lo que lo mejor a lo que podemos aspirar es a un diseño institucional flexible, que permita que convivan de forma inestable las diferentes aproximaciones (ciencia, humanismo y mercado de trabajo). Acabar con los callejones sin salida del sistema educativo, en línea con las últimas medidas de política educativa, parece por tanto, ir en la buena dirección.

Es fundamental destacar cómo la crisis ha puesto en cuestión muchas ideas comunes sobre educación. Las familias se han empobrecido un 10% y la inversión pública por estudiante se ha reducido en un 25%, pero los indicadores de titulación han mejorado, los de competencias permanecen estables y como varios de equidad, incluso algunos mejoran, como resiliencia. Además, somos uno de los países de nuestro entorno con más desigualdad económica, y sin embargo tenemos varios indicadores de equidad educativa a un nivel de país nórdico. Este puzle se resuelve si tenemos en cuenta dos argumentos. Por un lado, la independencia y estabilidad del sistema educativo. Al profesorado le han bajado el sueldo y le han aumentado el número de estudiantes por clase, pero cabe inferir que no por eso se ha visto muy afectada la calidad de su trabajo, aunque hayan empeorado sus condiciones de vida. Como ya se ha señalado, si cuando aumentó el presupuesto, no mejoraron los indicadores educativos, ¿por qué van a empeorar cuando se recorta? Esto abre el debate a que posiblemente tengamos que explorar otras formas de dirigir la inversión en educación.

El otro elemento a tener en cuenta es la importancia de las estrategias familiares de reproducción social y las de los jóvenes, que reaccionan al empeoramiento del mercado de trabajo estudiando más. Cuando pensamos en educación, tendemos a fijarnos en las políticas educativas, el profesorado o en la didáctica, pero se nos olvida la importancia de los factores socioeconómicos y culturales ajenos al aula. En este punto España tiene un grave déficit en equidad: la dificultad con la que los estudiantes de clases populares pasan de las competencias a obtener el título de la ESO o a no repetir curso. Si bien nuestro sistema resulta equitativo desde el lado de las competencias, no lo es en estos indicadores. La situación es más grave debido a que no tener el título de la ESO limita el acceso a la educación posobligatoria, a diferencia de lo que sucede en los países de nuestro entorno. La FP básica ha sido un tímido movimiento para salir de esta situación, y la normalización prevista en la prueba de acceso a la FP de grado medio, puede ser, si se hace bien, una medida en la dirección adecuada; pero aun así, habría que reconocer mejor que hay estudiantes a los que si no facilitamos una formación profesional con poca exigencia académica, quedan fuera del sistema. El fracaso de la LOGSE en “rescatarlos”, pensando que era suficiente con escolarizarlos dos años más para que mejorasen sus resultados, tuvo el efecto perverso de aumentar el fracaso escolar y la desigualdad de oportunidades, por lo que debemos ser más realistas con respecto al tipo de alumnado existente.

La inercia del sistema educativo y la fuerza de los factores socioeconómicos y laborales ajenos al aula no deben llevarnos a la pasividad. El buen profesorado produce más efectos positivos en el alumnado de clases populares que en el de clases altas. Posiblemente medidas encaminadas a mejorar la selección del profesorado sean las más adecuadas, como el “MIR docente”; una selección que dé un gran peso a la vocación, y que use los incentivos de forma moderada y delicada, pues producen demasiados efectos perversos y pueden degradar la relación de confianza necesaria en educación. Además, las medidas de apoyo extra personalizado también mejoran el rendimiento y reducen las desigualdades educativas, pues impulsan más al alumnado de origen popular. En el aula se juega amplificar o mitigar las desigualdades que hay fuera de ella.

Quizá la mayor crítica que pueda realizarse a este libro está en los muchos temas que hemos dejado de lado. Pero nos hemos centrado en aclarar algunas cuestiones básicas que están muy oscurecidas en el debate educativo: la equidad, como inseparable de una concepción de qué sociedad queremos; en qué consisten los indicadores educativos y cómo operan; la desigualdad de clases sociales y cómo se transforma en desigualdad de oportunidades educativas. La cuestión de género se ha tratado bajo el prisma de la clase social, en parte porque en ella intervienen varios factores que actúan en la desigualdad de clase (como las expectativas familiares y las oportunidades laborales). No se ha indagado cómo es la relación entre identidad de género y escuela, de forma tal que la educación es uno de los pocos ámbitos en los que las mujeres están claramente mejor que los varones. En la cuestión de las minorías y de los inmigrantes se pueden entender parte de las diferencias como desigualdades en los efectos primarios; pero cuestiones como la discriminación o el choque cultural merecen un tratamiento específico.

El objetivo final del libro ha sido mostrar que la equidad y la educación son sumamente complejas, y que ganamos mucho en el debate si manejamos las expresiones de forma precisa, y con conocimiento de sus matices, para saber qué decimos en cada momento. A partir de ahí, cabe esperar que el debate vaya a mejor. Si no, será ruido, y no intercambio de razones y evidencias.

Fuente de la Reseña:

https://www.infolibre.es/noticias/cultura/2017/09/04/prepublicacion_equidad_educacion_saturnino_martinez_68973_1026.html?utm_source=twitter.com&utm_medium=smmshare&utm_campaign=noticias&rnot=1024044

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Panamá: Presentan informe con políticas públicas para mejorar el sistema educativo

El Diálogo Compromiso Nacional por la Educación fue instalado por el presidente Varela en octubre de 2016

Para el mandatario, este esfuerzo crea un camino a seguir en el sistema de educación como política de Estado consensuada a través del diálogo y cuyo objetivo son miles de estudiantes de escuelas públicas, colegios particulares  y universidades.

“Hay 70,000 panameños dedicados a este esfuerzo:  45,000 educadores, 15,000 administrativos del Ministerio de Educación y 10,000 colaboradores de las universidades públicas del país. Entonces, la meta es clara, que el 100% de nuestros estudiantes se gradúen de escuelas secundarias y puedan avanzar a una educación universitaria, técnica o al mercado laboral preparados y capacitados”, expresó el gobernante.

El Diálogo Compromiso Nacional por la Educación fue instalado por el presidente Varela en octubre de 2016 y en él participaron representantes de la Confederación Nacional de Padres de Familia, del Consejo de Rectores, del Consejo Nacional de la Empresa Privada, del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados, Gremios de Educadores (Unión Nacional  de Educadores de Panamá y Unión Nacional de Educadores por la Calidad de la Educación), oenegés del sector educativo, del Ministerio de Educación y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo como facilitador.

Además, el jefe de Estado instó a todos los entes que intervienen en el sistema educativo a utilizar este documento como guía para que en los próximos diez años se pueda cumplir con el objetivo de dejarles a los estudiantes las herramientas para ser mejores ciudadanos.

Una de las recomendaciones más importantes establecidas en el informe es la creación de un Consejo Permanente Multisectorial para la Implementación del Compromiso Nacional para la Educación (COPEME) y tendrá la misión de dar acompañamiento a las autoridades en el proceso de implementación las políticas y líneas de acción identificadas en el proceso de diálogo.

Para ello, se recomendó una propuesta de ley, cuyo objetivo sea garantizar el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en el Diálogo, razón por la cual el presidente Varela pidió trabajar en la iniciativa para presentarla  a la Asamblea lo más pronto posible.

Por su parte, Marcela Paredes de Vásquez, ministra de Educación, sostuvo que en el documento se plasman metas a corto, mediano y largo plazo para modernizar la institución, descentralizar sus operaciones y mantener una política fuerte de mantenimiento de los centros educativos.

En tanto, Harold Robinson, coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en Panamá y representante residente del PUND, calificó como positiva la propuesta, ya que contiene un mecanismo innovador para el seguimiento de lo establecido en el Diálogo y representa un compromiso para asegurar el derecho a la educación con calidad con una mayor cobertura con un modelo eficaz de inversión.

El Diálogo desarrolló cinco ejes temáticos: calidad de la educación, equidad educativa, formación de educadores, gestión e inversión en la educación.

A continuación el video de la presentación

Fuente: http://laestrella.com.pa/panama/nacional/presentan-informe-politicas-publicas-para-mejorar-sistema-educativo/24017010

Imagen tomada de: http://www.compromisoeducacion.org/images/noticias/dialogo_por_la_educacion_pide_mejorar_inversion/301121_800x600_crop_58a521e1f1598.jpg

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