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Crece asesinato de mujeres en México

México/20 marzo 2017/Fuente: Prensa Latina

El feminicidio en México tiene un marcado ascenso, reconoce hoy la Fiscalía Especializada en Atender Violencia Contra las Mujeres por Razones de Género.
Según la fuente en lo que va de año se reporta la muerte de 22 mujeres por violencia, cifra que supera la media de años anteriores.

De acuerdo con datos de la prensa nacional más de 10 mil mujeres han sido asesinadas desde 2012.

Mientras los crímenes por la lucha entre los carteles de la droga y la delincuencia en distintos estados del país marcan cifras récord.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública apuntó que solo en enero pasado se reportaron mil 938 homicidios.

Este incremento se da después que el gobierno, en agosto 2016, lanzó un programa para disminuir los asesinatos en los 50 municipios más críticos.

Lo más alarmante para los estudiosos es que nunca se habían cometido tantos homicidios al comenzar el año. arc/rga

Fuente noticia: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=72147&SEO=crece-asesinato-de-mujeres-en-mexico

Fuente imagen: https://www.awid.org/sites/default/files/thumbnails/image/banner_-_19_august_2015.jgp

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Corea del Sur: Movimiento global para erradicar la violencia y el acoso escolar.

Los sindicatos de la educación realizaron contribuciones significativas durante el Simposio internacional sobre violencia escolar y acoso, en relación con los papeles y capacidades de los docentes a la hora de combatir este problema.

Asia/Corea del Sur/07.02.2017/Autor y Fuente: https://www.ei-ie.org/

El acoso, el ciberacoso y la violencia en las escuelas fueron el principal centro de atención del Simposio internacional sobre violencia escolar y acoso: Pasar de los datos a la acción, organizado por la UNESCO y que tuvo lugar en Seúl, Corea del Sur, del 17 al 19 de enero. Pathma Krishnan, de la Oficina Regional de la Internacional de la Educación (IE) para Asia-Pacífico, figuró entre los más de 270 participantes en el evento, donde estaban representados ministros de la educación, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos de docentes y otras organizaciones activas en el sector educativo de 70 países.

Este simposio forma parte de una serie de reuniones internacionales organizadas por la UNESCO para abordar la violencia y el acoso escolar. Tenía como objetivo promover una acción, a partir de los datos disponibles, por parte de educadores, responsables de formular políticas, profesionales y actores en la educación, sanidad y otros sectores.

El simposio resultó particularmente relevante, puesto que los datos recopilados de 19 países de ingresos bajos y medios revelaron que el 34 por ciento de los estudiantes con edades comprendidas entre los 11 y los 13 años indicaron haber sufrido alguna forma de acoso durante el mes precedente, y el 8 por ciento sufrir acoso a diario. Las cifras se recogen en un nuevo Informe sobre la situación en el mundo respecto a la violencia escolar y el acoso, producido por la UNESCO y el Institute for School Violence Prevention [Instituto para la prevención de la violencia escolar] de la Ewha Womans University de Seúl, que sería presentado durante el simposio.

Efectos de larga duración de la violencia y el acoso

“Todas las formas de violencia y acoso en la escuela infringen los derechos fundamentales a la educación, y unos entornos de aprendizaje inseguros reducen la calidad de la educación para todos los estudiantes”, indicó Qian Tang, Subdirector General para la Educación de la UNESCO. “Ningún país puede conseguir una educación inclusiva y equitativa de calidad si los alumnos sufren violencia en la escuela. La violencia y el acoso escolar pueden ocasionar además enormes daños a la salud y el bienestar de niños y adolescentes, con efectos adversos que persistirán al llegar a la edad adulta”.

Necesidad de formar y empoderar a los docentes

Krishnan tomó parte en el grupo de trabajo sobre el papel de los docentes, y moderó un grupo de trabajo sobre las acciones prioritarias a nivel nacional, centrándose en la capacidad de los docentes y el personal educativo.

Comentó que los participantes discutieron sobre la aplicación de políticas, la prevención, medidas para contrarrestar el problema, y la manera en que las familias, las escuelas y las comunidades han de trabajar juntas para eliminar la violencia y el acoso en las escuelas. Reconocieron la necesidad de encontrar un enfoque global a la educación, pedagogía, programas de estudios y una educación inclusiva, y que los docentes deben recibir la formación adecuada para identificar y estar capacitados para tratar problemas de acoso y violencia, de los que también son víctimas. Hay además una necesidad urgente de implicar a jóvenes que sufren o perpetran acoso, indicó Krishnan.

En los grupos de trabajo se discutió también el detalle sobre el profesionalismo y el código de conducta, informó Krishnan. Los debates giraron en torno a la ‘tolerancia cero’ a la violencia y el acoso, la detección temprana de los problemas y una intervención inmediata ante los casos de acoso.

El ciberacoso y la violencia de género también son relevantes

Los participantes trataron asimismo sobe las maneras de sensibilizar sobre los peligros del ciberespacio, e identificaron acciones prioritarias en términos de intervención de la justicia, establecimiento de asociaciones, capacitación de los docentes, y respuestas eficaces al respecto.

“Se acordó además que no puede dejarse de lado el aspecto de género y que la violencia de género relacionada con la escuela debe incluirse en los programas de estudio”, subrayó Krishnan.

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/news/news_details/4266

Imagen: http://2.bp.blogspot.com/-2Mdj3EY_DZs/UyNSqEIbzYI/AAAAAAAACTw/R_J8UTvedUM/s1600/No_Bullying_circle.gif

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China procura frenar violencia en campus

Asia/China/18 de noviembre de 2016/spanish.xinhuanet.com

Una directriz sobre educación, que incluyó artículos sobre cómo lidiar con el acoso, fue publicada a principios de esta semana, ya que China procura abordar la violencia entre los estudiantes.

El documento fue dado a conocer conjuntamente por nueve órganos, entre ellos el Ministerio de Educación, el Tribunal Popular Supremo, el Ministerio de Seguridad Pública y el Comité Central de la Liga de la Juventud Comunista.

Las escuelas deben ser conscientes de las consecuencias de la intimidación y los incidentes violentos en las escuelas, advirtió la guía.

Se sugirieron medidas en el texto que podrían mejorar la educación ideológica, moral, legal y psicológica de los alumnos.

Además, los funcionarios serán responsables de los incidentes graves de intimidación o violencia en áreas bajo su jurisdicción.

La directriz sugiere que los estudiantes con graves problemas de comportamiento deban ser transferidos a escuelas especiales adecuadas a sus necesidades o, en casos más graves, reciban sanciones administrativas o penales.

Además, los adultos fuera de la escuela, que instiguen, coaccionen y seduzcan a los estudiantes en actividades ilegales, serán tratados con severidad, según el documento.

Tomado de: http://spanish.xinhuanet.com/2016-11/12/c_135824539.htm

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China urge en ONU combatir violencia sexual en conflictos

Asia/China/28 de octubre de 2016/
Wu Haitao, representante adjunto de China en la Organización de Naciones Unidas (ONU), urgió a la comunidad internacional a unirse contra la violencia sexual en los conflictos y pidió proteger los derechos legítimos de las mujeres, divulga hoy el Gobierno.

De acuerdo con la prensa oficial, Wu hizo el llamado durante un debate del Consejo de la Seguridad sobre mujeres, paz y seguridad.

El representante chino reflexionó sobre la necesidad de que la comunidad internacional combata las atroces acciones de las fuerzas extremistas y terroristas que violan los derechos de las féminas y en ese sentido instó a la lucha mancomunada contra ese flagelo.

El enviado resaltó la urgencia de promover la solución política de los conflictos regionales para crear un entorno favorable a la protección de los derechos de las mujeres.

Del mismo modo Wu pidió a todas las naciones ayudar a los países que atraviesan por la reconstrucción posterior a un conflicto para apoyarlos en la promoción del desarrollo económico y social y para proteger mejor los derechos e intereses de las mujeres.

Enfatizó que este Gobierno está dispuesto a trabajar con el resto de la comunidad internacional para seguir impulsando la implementación de los objetivos relacionados con mujeres, paz y seguridad y a realizar perennes esfuerzos para obtener mayores avances en la causa a favor de ese grupo poblacional.

Tomado de: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=36805&SEO=china-urge-en-onu-combatir-violencia-sexual-en-conflictos

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Humberto De la Calle: el primer paso es que los colombianos entiendan que «no hay violencia buena»

Entrevista/15 de septiembre de 2016/Fuente: BBC

¿Está cansado el jefe del equipo negociador del gobierno de Colombia, Humberto De la Calle?

No, respondió al reunirse con BBC Mundo en la ciudad de Cali.

De hecho no lo parecía, a pesar de que se pasó unos cuatro años en los diálogos de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana y de que ahora está en la que él mismo llama una maratón pedagógica por el país para explicar los acuerdos alcanzados el pasado 24 de agosto.

En medio de esa maratón fue que concedió esta entrevista en la capital del departamento del Valle del Cauca, en el occidente de Colombia.

Habló de las amenazas a los acuerdos, el narcotráfico y qué puede ocurrir en el plebiscito del próximo 2 de octubre, en el que los colombianos refrendarán o rechazarán lo firmado en La Habana.

¿Qué pasa si los colombianos votan que no en el plebiscito? ¿Y qué pasa con usted?

Si gana el «no», se acabó el proceso.

La historia muestra que tradicionalmente después de una ruptura con las FARC pasan diez años antes de reiniciar conversaciones.

Luego, la idea del «no» para renegociar es un tremendo error histórico.

Yo creo que va a ganar el sí.

Cuando matan a un joven en las calles de Cali o de Bogotá para robarle su teléfono celular, el victimario puede ser el hijo de un desplazado que viene de la situación de violencia

¿Qué pasa conmigo si gana el «no»?

Sí, sería un golpe muy duro, pero más en lo personal.

Me entristecería mucho, porque me parece que es un error para Colombia, teniendo la posibilidad de buscar la paz por un método distinto al que hemos usado hace 52 años, que es la confrontación militar.

Campaña por el Image copyrightGETTY IMAGES
Image captionSi el «No» gana sería un «error histórico», considera De la Calle.

Lo que pase conmigo yo creo que realmente es insignificante.

¿Cómo ve la campaña de cara al plebiscito? ¿Hay cosas que le preocupan?

Hay argumentos importantes por el «no» que uno respeta. Yo respeto a quien dice «nunca se debió haber hablado con las FARC, que es un grupo terrorista».

Luego hay quienes dicen: «Las FARC deben irse para la cárcel». Perfecto, esa es otra opción. Yo entendería que fuera más razonable, más sólida, si dijera: «Pero los demás también». También ha habido agentes del Estado que han violado la ley, hay terceros que han financiado masacres.

Ante la hipótesis de que un grupo de exmiembros de las FARC regrese a actividades de narcotráfico, ¿sabe qué nos han dicho las FARC? «Bueno, combátanlos»

Yo respeto al que me dice «que se vayan las FARC para la cárcel» si también dice «y los demás también».

Lo que yo aspiraría a que de aquí al 2 de octubre continuemos en la campaña dura, agresiva. Sin mentiras, pero dura.

¿Hay mentiras?

Sí, sí, sí. Muchas, ha habido muchas.

Las redes sociales han infectado a base de mitos, falsedades, afirmaciones inexactas y otras francamente mentirosas.

Humberto De la Calle: «Si en el plebiscito gana el no, se acabó el proceso de paz»

¿Cuál es el peor enemigo del «sí»?

La apatía. Colombia es un país de abstencionistas, hay una tradición de abstención enorme.

El conflicto es una realidad tremenda en Colombia, pero con el paso del tiempo creo que hay masas urbanas, sobre todo jóvenes, que ven el conflicto como algo remoto.

Yo quisiera que los jóvenes entendieran que cuando matan a un joven en las calles de Cali o de Bogotá para robarle su teléfono celular, el victimario puede ser el hijo de un desplazado que viene de la situación de violencia en el campo.

Uno no puede dividir las violencias.

Humberto De la CalleImage copyrightBBC MUNDO
Image captionHumberto De la Calle está recorriendo el país, junto a otros miembros del equipo negociador, para explicar los acuerdos de La Habana.

Esta va a ser una decisión crucial, como fue la del 57. Fue el momento de más alta participación electoral en Colombia.

Queremos que repita eso. Y si gana el «no», humildemente agacharemos la cabeza.

En el plebiscito de 1957 le preguntaron a los colombianos si querían la paz, para poner fin a unos diez años de extrema violencia, que cobró más de 200.000 vidas, tal vez 300.000. Votaron que sí, pero pocos años después apareció esta nueva violencia que se está tratando de cerrar hoy. ¿No teme que se repita la historia otra vez?

Hay que distinguir una etapa de la otra. La violencia que terminó en el 57, con el llamado plebiscito de ese entonces era una violencia entre partidos, si me permite decirlo, policlasista. Realmente el país estaba dividido entre liberales y conservadores. Y ahí no había diferencias de clase ni de ocupación. Ese plebiscito fue eficaz, la violencia terminó.

En los años siguientes teníamos niveles de criminalidad de corte europeo. Y no es una exageración, la verdad. Ahí están las cifras.

En Colombia tenemos un problema (…) hay como la idea de que uno escribe una ley y resolvió el problema. Y normalmente no es así.

Pero luego vino un fenómeno distinto, parte por la guerra fría, por la confrontación de las grandes potencias, que introdujeron el apoyo a grupos rebeldes en Colombia, y se fue generando una violencia de otro corte, una violencia mucho más social, de reivindicación, de insatisfacción de necesidades de carácter social. Y también de un propósito netamente político a instancia de las potencias que estaban jugando ese ajedrez de la guerra fría.

Ahora estamos terminando el conflicto con una guerrilla que es autárquica, que se nutre a sí misma, no hay ninguna interferencia internacional. Hemos diseñado un acuerdo que tiene suficientes garantías, para prever que eso no se repita, que no ocurra. Lo cual no quiere decir que no haya al otro día criminalidad en Colombia.

En esta nueva etapa de una cierta paz, la paz con uno de los grupos (insurgentes) que operan en el país, ¿qué amenazas que pueden romperla? ¿Cómo evitarlas?

El primer paso es que la sociedad entienda que no hay violencia buena. Puede ser que en el fondo de algunos colombianos todavía exista la idea de que uno usa las armas para destruir al que llama su enemigo, y que esa violencia es la buena y la del enemigo es la mala.

Me parece que lo primero es decantar, claramente, la idea de que la única fuerza en una democracia es la fuerza del Estado, de un estado democrático. Segundo, tenemos que actuar contra bandas criminales que van a quedar actuando allí, sucesoras del paramilitarismo.

Vamos a tener que enfrentar decisiones de carácter fiscal, seguramente de crédito externo

El gobierno está articulando un plan, por ejemplo, para impedir que ciertas zonas que queden despejadas por el movimiento de las FARC sean ocupadas por el ELN –aspiramos a que el ELN (Ejército de Liberación Nacional, el segundo grupo insurgente de Colombia) entre en un proceso de paz también–, pero sobre todo bandas criminales relacionadas con el narcotráfico.

Si gana el «sí» en el plebiscito, ¿cuáles son las líneas rojas del gobierno para determinar que las FARC no están cumpliendo el acuerdo y no se puede seguir adelante?

Eso es bastante hipotético.

Hemos creado mecanismos para resolver diferencias, dentro del acuerdo hay un mecanismo para resolver esas hipótesis, porque puede suceder al revés, que sean las FARC las que digan que el gobierno no está cumpliendo.

Yo creo que tenemos suficientes salvaguardas.

Pero fundamentalmente me parece que este es un momento en que después del 2 de octubre debiéramos lograr un acuerdo mucho más amplio.

Incluso yo quisiera llamar al doctor Álvaro Uribe y al doctor Andrés Pastrana (ambos expresidentes que se oponen a los acuerdos). Respetamos su oposición, pero transcurrido el plebiscito creo que los colombianos nos tenemos que encontrar todos.

Expresidente Álvaro UribeImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionEl expresidente Álvaro Uribe es un férreo opositor al acuerdo que se llegó con las FARC.

¿Pero hay alguna línea roja?

Pues claro. Las FARC han hecho el compromiso de romper, por ejemplo, todo vínculo con el narcotráfico; si se reactivaran esos vínculos, quienes lo hagan –no hablaría yo de todas las FARC–, si un frente o una facción lo hace, lo claro es que sale del acuerdo y tiene que enfrentar el rigor de la ley y la persecución del Estado.

Le hago una confidencia: ante la hipótesis de que un grupo de exmiembros de las FARC regrese a actividades de narcotráfico, ¿sabe qué nos han dicho las FARC? «Bueno, combátanlos, nosotros estamos de acuerdo en que los combatan».

Yo creo que las FARC van a cumplir; creo que el gobierno va a cumpir.

Hay una tendencia en Colombia: lo que está en el papel es una cosa, pero lo que ocurre en la realidad suele ser muy distante de eso. ¿Cómo evitar que ocurra esto con el acuerdo de La Habana?

Sí, hay como una especie de fetichismo de la ley.

En Colombia tenemos un problema, es cierto lo que usted dice, hay como la idea de que uno escribe una ley y resolvió el problema. Y normalmente no es así.

Los acuerdos los critican porque son detallados, pero son detallados justamente porque establecimos mecanismos y procedimientos.

Luego viene un enorme esfuerzo de carácter fiscal. El acuerdo llega en momentos en que la economía está menos bien que hace por lo menos dos años. Ahora vamos a tener que enfrentar decisiones de carácter fiscal, seguramente de crédito externo, una combinación de instrumentos.

En ese sentido hay un nuevo desafío.

Transcurrido el 2 de octubre, hecha la dejación de armas, creo que todas las fuerzas políticas deberían valorar eso y hacer un acuerdo en términos de cumplir los compromisos más allá de las discrepancias que estamos teniendo.

¿Un acuerdo escrito?

No necesariamente. Vuelvo al fetichismo de lo escrito.

No. Yo creo que hay que consolidar una decisión política, escrita o no, pero irreductible, de respetar el resultado, reconocer la dejación de armas, abrir espacios a la reintegración de las FARC a la vida civil, y me parece que eso abriría un proceso de mayor solidificación y cumplimiento de los acuerdos.

¿Están los colombianos preparados para los cambios que propone el acuerdo, especialmente la reforma rural y la política?

Yo creo que mayoritariamente sí.

Yo siento que sí hay sustento político para lograr la reforma rural, aún cuando también comprendo que hay sectores que se oponen. Hay terratenientes que no quieren, hay personas que han ido expandiendo el territorio que dominan, muchas veces explotado no en forma productiva, no de la mejor manera.

Familia campesina en ColombiaImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionLa reforma rural es uno de los pilares fundamentales del acuerdo entre el gobierno de Colombia y las FARC.

Pero yo creo que la gran masa crítica de los colombianos entiende que el campo se ha quedado, que los campesinos se han quedado, que hay todavía un porcentaje importante de colombianos que viven en el campo, que tenemos que mejorar la productividad.

En lo político hay resistencias, claro. Puede ser un tema más difícil. Puede haber personas enquistadas que se lucran de un sistema político, que echan mano de la corrupción, que es un enorme problema en Colombia, corrupción que luego se liga también con los círculos de poder local.

Pero me parece que crecientemente los colombianos, las masas urbanas, realmente anhelan una política más clara, más limpia.

La historia muestra que tradicionalmente después de una ruptura con las FARC pasan diez años antes de reiniciar conversaciones.

Lo que se pactó allí no se pactó sólo con las FARC, sino a propósito de las FARC.

Lo que se hizo fue decir: «Las FARC sin armas participan en un proceso de mejoramiento de la política». Pero esto se hace con las fuerzas políticas democráticas, y también con los movimientos sociales.

No es fácil, no va a ser fácil.

El estatuto de Roma dice que un alto mando tiene responsabilidad respecto a crímenes de subalternos cuando «hubiere sabido o, en razón de las circunstancias del momento, hubiere debido saber que las fuerzas estaban cometiendo esos crímenes o se proponían cometerlos». Pero el acuerdo de La Habana exige que haya un control más directo de los subordinados. ¿No la están sacando barata los altos mandos, entonces?

La interpretación de lo que allí se dice es armónica con el estatuto de Roma. Pero no puede llegarse al extremo de decir, como ha ocurrido, que altos mandos del Ejército sin ningún conocimiento y sin haber podido saber, sencillamente a kilómetros de distancia, terminen siendo juzgados por decisiones de subalternos.

Yo creo que es una visión mucho más realista, más acorde con una realidad de un enorme país, que además pretende resolver una situación para evitar que terminemos con guerrilleros haciendo política y militares 20 o 30 años en la cárcel, que es algo que los colombianos no soportarían.

Una pregunta a nivel personal: ¿hubo momentos de jocosidad de risas con los negociadores de las FARC en La Habana?

Siempre tuvimos claro que este no era un proceso de socialización, de festividades, la idea de que uno socializa y entonces termina generando confianza. Siempre lo entendimos como un trabajo, un trabajo en mangas de camisa, donde uno va a cumplir un oficio.

Iván Márquez, de las FARC, y Humberto De la Calle, conversando en La Habana, CubaImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionDe la Calle sostuvo conversaciones durante cuatro años con los líderes de las FARC.

Pese a eso, es claro que con el paso del tiempo lo que se generó fue –no confianza en las personas necesariamente– pero sí confianza en el proceso y en las garantías. Y un diálogo cada vez más franco.

Y luego, claro, pequeños momentos de risa o de intercambio de opiniones humanas, simplemente como colombianos.

¿Se imagina de aquí a diez años ser amigo de uno de los miembros del equipo negociador de las FARC?

La palabra amigo me parece como muy dura.

No necesariamente.

Al principio pasó una cosa muy interesante: había una gran retórica de las FARC, y hubo un momento en que yo les dije: «Miren, esto no es un ejercicio de convencimiento; no los vamos a convencer a ustedes, ustedes no no van a convencer a nosotros, y no nos convencimos mutuamente».

(Amigos no), pero interlocución yo creo que tendremos permanentemente.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37357984

Imagen: ichef.bbci.co.uk/news/660/cpsprodpb/166A1/production/_91190819_whatsubject.jpg

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