La educación en los campamentos de refugiados saharauis

África/25 Octubre 2019/ Ecsaharaui-Redacción Lehbib Abdelhay y Mariam Moulud/ ECS

Con la colonización española al Sáhara Occidental, la dinámica de la cultura saharaui cambió al mismo tiempo que cambiaron los roles tradicionales desempeñados por los hombres y mujeres saharauis. Después del descubrimiento de minerales en la tierra, muchos hombres trabajaban para el gobierno español en las minas de fosfato y otros entraban al servicio militar de la colonia. Aunque antes del colonialismo, la cultura literaria era más bien oral, sin embargo eran distinguidos en música y poesía. No obstante, después de un año de dominio español en el que tuvieron que adoptar nueva lengua y nuevas costumbres, los saharauis eran considerados de los más analfabetos de la región del Norte de África.

Siguiendo el ejemplo de sus países vecinos, quienes luchaban en contra del colonialismo, un grupo de jóvenes estudiantes formaron un movimiento de liberación que se ha conocido como el Frente Polisario, cuyo objetivo era conseguir la independencia del Sáhara Occidental y recuperar la cultura e identidad saharauis en los que la mujer era el centro de la sociedad. Y para ello, necesitaban la implicación directa de las mujeres. Entonces empezaron a combatir.

Por entonces, España había prometido al pueblo saharaui su independencia. Sin embargo, Marruecos y Mauritania reclamaban el territorio y tras el Acuerdo Tripartito de Madrid de aquel fatídico 14 de noviembre de 1975, firmado a espaldas del pueblo saharaui, el Sáhara Occidental fue invadida por Marruecos por el norte y Mauritania por el sur.

Ante la crueldad de la guerra, la mayoría de la población civil huyó a la parte suroccidental de Argelia donde se asentaron los campamentos de refugiados saharauis. La otra parte de la población quedó atrapada por la guerra. Mientras tanto, el recién formado Frente Polisario luchaba a doble bando contra Marruecos por un lado y Mauritania por otro. Entonces, las mujeres no dudaron en tomar las armas por primera vez en su historia y unirse a las filas del ejército del Polisario para luchar junto con sus compatriotas masculinos.

Las que se asentaron en los campamentos, tuvieron que construir con sus propias manos escuelas, centros de salud y demás administraciones públicas. A pesar de la poca base educativa, se convirtieron en médicas, enfermeras, estudiantes y profesoras. En fin, su participación fue clave en la construcción de la recién formada nación saharaui:

la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Durante estos tiempos cruciales, las mujeres recuperaron el papel que poseían antes de la invasión española, volviendo a convertirse en el pilar de la sociedad saharaui.

El Frente Polisario ha logrado conseguir una de los tasas de analfabetismo más bajas en toda África y en poco tiempo. El prestigioso británico The Guardian abordó el asunto.

Con el paso del tiempo y el conflicto bélico entre el Frente Polisario y Marruecos, las mujeres saharauis siguieron construyendo los campamentos, dándole prioridad a la educación de las generaciones siguientes. Y hoy en día, gracias a su gran labor, el pueblo saharaui puede sentirse orgulloso de haberse convertido en unos de los pueblos más educados de la región del Norte de África, con prácticamente el 100% de los niños escolarizados.

Después de 40 años en el exilio esperando una solución, las mujeres saharauis continúan siendo las protagonistas de la resistencia a la invasión marroquí en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Organizan manifestaciones, luchan por sus derechos como saharauis y se oponen diariamente a la opresión de las fuerzas de ocupación marroquí.

Mientras, en los campamentos saharauis, las mujeres ocupan cargos de liderazgo y tienen acceso a las mismas oportunidades educativas y profesionales que los hombres. Y la violencia machista es algo que no tiene cabida en la sociedad saharaui.

Las mujeres saharauis, tanto en los campamentos como en los territorios ocupados, luchan constantemente contra la ocupación y las duras condiciones de vida, sin embargo, siguen siendo una voz de esperanza y el símbolo de la liberación y la resistencia contra todo pronóstico.

Los campamentos de refugiados saharauis, albergan a más de 170,000 personas.

Aunque la vida en los campamentos de refugiados saharauis, uno de los más grandes del mundo con 170,000 habitantes, es dura, había una rica cultura de valoración a la educación que ha distinguido el Sáhara Occidental de todos los países de la región.

El Frente Polisario ha logrado conseguir una de los tasas de analfabetismo más bajas en toda África y en poco tiempo. «Estaba integrado en nuestra mente que la educación era la clave de todo», según resaltó la activista saharaui Tecber Ahmed Saleh en una entrevista con un diario australiano.

Durante cuatro décadas, la comunidad internacional no ha otorgado el derecho a la autodeterminación a la última colonia de África. Contra las armas de los militares marroquíes, la causa saharaui parece débil, contra el poder de las superpotencias parece pequeña, pero con su recurso natural más valioso, la educación y el intelecto, están construyendo las bases de un futuro Sáhara Occidental Libre. En el Sahara, añade la activista saharaui: “tratamos de hacer algo con esta vida para nosotros, pero la educación es la clave de nuestra lucha».

La tasa de analfabetismo en los campamentos saharauis baja a 0,9%

El Sáhara Occidental se convierte en el segundo país más alfabetizado del continente africano por detrás de Guinea Ecuatoria. Los expertos que trabajan sobre el terreno de las diferentes organizaciones internacionales admiran la labor de los líderes saharauis por fomentar e impulsar la educación en condiciones tan difíciles.

Los expertos de ACNUR señalan que al inicio de la invasión marroquí del Sáhara Occidental en el 1975, la tasa de alfabetización no superaba el 25% de la población. Por ello admiran la voluntad de los saharauis por aprender a pesar de las adversidades. Aunque reconocen que no es el primer caso de que un pueblo que fue expulsado de su tierra y en plena guerra, logre una proeza de este tamaño, la Autoridad Palestina ya lo logró en 2009.

La tasa de alfabetización del Sáhara Occidental es de un 96%, la cual se encuentra muy por encima de otros países como Marruecos, que cuenta con un 70,1 %, Egipto con un 66,4% o Túnez con un 77,7%.

Esto es en parte gracias a las medidas de educación impuestas por el gobierno del Sáhara Occidental, por sus acuerdos unilaterales con países como Cuba, Argelia, España entre otros (…) y sobre todo por las ayudas que proporciona a los estudiantes saharauis en las escuelas de los campamentos de refugiados (material escolar) y su deseo para seguir progresando y educando a los niños y jóvenes saharauis.

Se estima que en 2020, el analfabetismo será erradicado de la República Saharaui. Organizaciones sociales no gubernamentales elogian y admiran a los saharauis por tal logro, especialmente a los líderes que impulsaron la educación, una herramienta indispensable para crecer como persona. Además reconocen que no es muy usual en países en guerra encontrar altos índices de alfabetización.

El curso escolar comenzó la semana pasada, en concreto el día 15 de septiembre, en todos los campamentos de refugiados saharauis, un total de 40.000 alumnos iniciaron su rutina estudiantil, aquí lo detallamos: Inicia el curso escolar 2019 / 2020 en los campamentos de refugiados.

Fuente: https://www.ecsaharaui.com/2019/10/la-educacion-infantil-en-los.html

Imagen: https://scontent-mad1-1.xx.fbcdn.net/v/t1.0-9/72842469_3221198847906767_3616245013056323584_n.jpg?_nc_cat=111&_nc_oc=AQl-1BbcLvoNYotV

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Sistema mundial de aprendizaje se encuentra en crisis: Banco Mundial

Redacción: 20 Minutos

El nivel educativo en el mundo es más alto, sin embargo, menos de la mitad de los estudiantes de los países en desarrollo logra estándares mínimos en competencias educativas, por lo que asistir a la…

El nivel educativo en el mundo es más alto, sin embargo, menos de la mitad de los estudiantes de los países en desarrollo logra estándares mínimos en competencias educativas, por lo que asistir a la escuela no garantiza el aprendizaje por parte de los menores.

En el marco del primer Día Internacional de la Educación, que se celebró el pasado 24 de enero, el Banco Mundial (BM) alertó que el mundo se enfrenta a una crisis de aprendizaje, lo cual afectaría a 56 por ciento de los niños cuando lleguen a la edad adulta. Algunos problemas de aprendizaje en la niñez no estarían relacionados con el acceso y la cobertura escolar, ya que aunque los países han mejorado de manera significativa este punto, no significa que los infantes que asisten a la escuela están aprendiendo.

En todo el mundo, cientos de millones de niños llegan a la edad adulta sin siquiera las habilidades más básicas, como calcular el cambio correcto de una transacción, leer las instrucciones de un médico o comprender el horario de un autobús, y mucho menos tener una profesión satisfactoria o educar a sus hijos.

En caso de no mejorar esta situación, 56 por ciento de los infantes perderá más de la mitad de su productividad, ya que en un mundo laboral cada vez exigente e incierto, la juventud requiere estar equipada con más habilidades para prosperar.

De acuerdo con el BM, los sistemas educativos en los países en desarrollo tienen poca información sobre quién está aprendiendo y quién no, por lo que es difícil para las autoridades del sector hacer algo al respecto.

Consideró que es necesario ayudar a los maestros en todos los niveles a ser más efectivos para facilitar el aprendizaje, mejorar la tecnología para el aprendizaje, fortalecer la gestión de escuelas y sistemas, y al mismo tiempo garantizar que los alumnos de todas las edades, de preescolar a la edad adulta, estén equipados para el éxito.

Por otra parte, de acuerdo con el Resumen Anual: El año 2018 en 14 Gráficos del BM, se armonizaron los resultados de pruebas regionales e internacionales para medir los años reales de escolarización que tienen los niños en 160 economías, con lo que se conformó una nueva base de datos.

Esa base de datos forma parte del Proyecto de Capital Humano del Grupo Banco Mundial, que incluye una clasificación de los países de acuerdo con sus resultados en salud y educación.

Según esa clasificación, las naciones que tienen el mayor índice de años de escolaridad ajustados en función del aprendizaje son Japón (12.9 años), Corea del Sur (12.24), Finlandia (12.05), Rusia (11.90), Irlanda (11.80), Canadá (11.74), Alemania (11.74), Países Bajos (11.71), Suecia (11.67) y Australia (11.55) Mientras que los países que tienen el menor nivel con menos de cuatro años de escolaridad ajustados en función del aprendizaje son: Malí (2.74), Chad (2.64), Niger (2.61), Liberia (2.34), Sudán del Sur (2.28).

En una clasificación por regiones se puede observar con el mayor nivel a Japón (12.9 años) y Corea del Sur (12.24), Rusia (11.90), Australia (11.55) y Kazajistán (11.47), mientras que las naciones con menor nivel son Afganistán (4.87), Pakistán (4.78), Papua Nueva Guinea (4.71), Yemen (4.13) e Irak (4.00). En Europa, los países con mayor índice de años de escolaridad ajustados en función del aprendizaje son Finlandia (12.05), Irlanda (11.80), Alemania (11.74), Países Bajos (11.71), así como Suecia y Austria con 11.67. Por otro lado, los Estados con el menor nivel son Bosnia y Herzegovina (8.64), Moldova (8.21), Grecia (7.70), Kosovo (7.70) y Macedonia (6.82). En el continente africano, las naciones con mayor nivel son Kenia (7.79), Argelia (6.84), Zimbabwe (6.35), Egipto (6.34) y Túnez (6.27), por su parte, Malí (2.74), Chad (2.64), Niger (2.61), Liberia (2.34) y Sudán del Sur (2.28) se ubican con el índice más bajo no sólo en Africa sino en todo el mundo.

En América y el Caribe los países con el mayor nivel el índice del Banco Mundial se encuentran Canadá (11.74), Estados Unidos (11.14), Chile (9.57), Argentina (8.87) y Ecuador (8.82), mientras que el menor nivel en el continente fue para El Salvador (6.55), República Dominicana (6.53), Honduras (6.38), Guatemala (6.29) y Haití (6.29).

El promedio de los puntajes de las pruebas regionales e internacionales para medir los años reales de escolarización que tienen los niños oscila entre 600 de los países con el mejor desempeño y 300 de aquellos con el peor desempeño (con un puntaje de 400 como punto de referencia para un nivel de competencia mínimo).

Las diferencias se deben a la salud y la nutrición deficientes de los niños en los países de ingreso más bajo, la menor cantidad de años en la escuela (unos 260 millones de niños y jóvenes no asisten a la escuela en absoluto), el ausentismo docente, los profesores que no cumplen con normas de competencia, y la fragilidad, los conflictos y la violencia.

Los años de escolaridad ajustados en función del aprendizaje es un componente del Índice de Capital Humano del Banco Mundial, con el que clasifica a los países de acuerdo con lo que invierten en sus juventudes.

Entre mayor es la inversión en educación y salud, mayores son la productividad y los ingresos de la fuerza laboral, lo que conduce a la creación de niveles de riqueza más altos y de una economía más fuerte.

El capital humano consiste en el conocimiento, habilidades y salud que la gente acumula a lo largo de su vida, permitiéndoles desarrollar su potencial como miembros productivos de una sociedad.

Fuente: https://www.20minutos.com.mx/noticia/475769/0/sistema-mundial-de-aprendizaje-se-encuentra-en-crisis-banco-mundial/

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