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Libro: La lectura y la escritura en la educación en México. Aproximaciones teóricas, experiencias aplicadas y perspectivas de futuro

México / 19 de noviembre de 2017 / Autor: Sandra Espino Datsira y Concepción Barrón Tirado (coords.) / Fuente: IISUE UNAM

La lengua escrita es una actividad compleja, donde los procesos de interpretación y de creación textual representan para el sujeto actividades que involucran procesos socioculturales, cognitivos y afectivos inseparables entre sí. Los autores dan cabida a una relación epistémica de la lectura y la escritura, y se pronuncian porque éstas les sirvan a los estudiantes, tanto en sus investigaciones como en su vida cotidiana para resolver problemas, analizar fenómenos sociales y tener una visión crítica del mundo.

Link para la descarga:

http://132.248.192.241/~editorial/wp-content/uploads/2017/04/La-lectura-y-la-escritura1.pdf

Fuente de la Reseña:

http://www.iisue.unam.mx/libros/?dd-product=la-lectura-y-la-escritura-en-la-educacion-en-mexico-aproximaciones-teoricas-experiencias-aplicadas-y-perspectivas-de-futuro

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Retroalimentación de pares, una gran estrategia para potenciar la escritura

Camila Londoño

Los talleres de escritura, asegura la profesora de lenguaje Katherine James, son procesos activos intelectuales y de comportamiento, que requieren que los estudiantes lean, formulen comentarios y hagan sugerencias en pequeños grupos de discusión. Son espacios enriquecedores y no sólo porque es una oportunidad para recibir retroalimentación de los pares y mejorar una pieza, sino porque esa misma retroalimentación permite a los estudiantes desarrollarse como escritores más allá de un trabajo específico.

La retroalimentación entre estudiantes les permite ver ejemplos concretos de lo que funciona y lo que no funciona en tipos de escritura que son similares. Además es una forma de fortalecer el lenguaje y motivarlos a pensar sobre lo que opinan su compañeros y no solo los profesores. En ese sentido les ayuda a desarrollar una especie de “voz editorial” que luego pueden llevar a su propio trabajo. Pero una buena retroalimentación de pares toma tiempo y práctica, dice James, y es necesario aplicar estrategias de discusión y de andamiaje para lograrlo. Para eso, ella sugiere algunos tips:

Las listas de verificación

Con estudiantes de 7 a 8 años, James utiliza listas de verificación que coinciden con ciertas habilidades que se quieren trabajar a lo largo de una unidad. Por ejemplo, uno de los puntos de la lista puede ser pedirle a los estudiantes que busquen frases de cierre. La idea es que trabajen en parejas para analizar un texto realizado, pero utilizando la lista de verificación.

Yo quiero, yo deseo, yo me pregunto

Una buena herramienta para que los estudiantes piensen cómo dar retroalimentación de una forma constructiva. Al leer el trabajo escrito de otro y retroalimentar, los alumnos deben discutir una cosa que les guste, una cosa que hubieran deseado encontrar en el trabajo de la otra persona y una cosa que los haga preguntarse algo, por ejemplo, cómo el personaje principal hubiera reaccionado frente a determinado evento. Este método permite a los estudiantes enfocarse en el contenido y la organización, más que en la gramática a la hora de hacer comentarios. ¿Por qué hacer esto? Porque es fácil notar errores de ortografía o gramática, pero no es tan simple dar una retroalimentación significativa basada en la creatividad y las habilidades de pensamiento.

Retroalimentación por categorías

A los estudiantes más grandes, de 10 a 11 años, James les ha pedido al inicio de los talleres de escritura, que hagan una lista de posibles cosas que pueden mirar a la hora de retroalimentar. Esta lista debe incluir descripciones, organización de ideas, puntuación y estructura de oraciones. Las listas se dividen en tres categorías: contenido, organización y mecánica. Como grupo, se discute qué categoría es más importante para que el foco de la edición se centre en eso. Esto es útil porque los estudiantes se vuelven más conscientes sobre el tipo de retroalimentación que están dando, y les ayuda a hacer lluvias de ideas de edición mucho más acertadas y precisas.

Si y no

Pida a los estudiantes que hagan una lista de lo que deben hacer y lo que no deben hacer. Empiecen con la lista del “no”. Por ejemplo: “no le digas a tu compañero que su escritura es mala” o “qué malo es tu párrafo introductorio”. Después de la lista de cosas que no se deben hacer, haz que los estudiantes formulen una lista de buenas oraciones para retroalimentar, por ejemplo: “estoy interesado en aprender más acerca de tu personaje. ¿Podrías dar más detalles?”

Ser específico

Recuérdale a tus estudiantes que sean específicos y constructivos. Por ejemplo, en lugar de decir: “me gustó tu historia”, sería bueno decir cosas como: “realmente me gustó la comparación que hiciste entre el sonido de la lluvia con el sonido de unas flechas”. Esto les ayuda a visualizar e ir más allá de los detalles generales.

James asegura que hay una curiosidad natural en los estudiantes cuando saben que van a conocer los trabajos de los demás y cuando van a compartir sus propios trabajos. Dedican más tiempo a la escritura y se comprometen con las discusiones en clase. Ella recomienda entonces empezar estas sesiones de retroalimentación recordando a los estudiantes que están en un espacio seguro para celebrar los logros y centrarse en las mejoras. Con tiempo y motivación, incluso a los estudiantes más escépticos les encantará participar de la actividad.

Fuente del articulo: https://www.eligeeducar.cl/retroalimentacion-pares-una-gran-estrategia-potenciar-la-escritura

Fuente de la imagen:https://www.eligeeducar.cl/wp-content/uploads/2017/09/620-03-768×364.pn

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Libro: Lectura y escritura como prácticas culturales

16 octubre 2017/Fuente: Open Libra

Es un hecho conocido que la psicología ha sido una de ciencias que más ha influenciado la política y las reformas en el campo de la lectura y la escritura en América latina. El impacto de las teorías psicológicas sobre el desarrollo de la lengua, y del aprendizaje de la lectura y de la escritura, se han extendido en las últimas décadas, a la definición de las propias prácticas pedagógicas en las instituciones escolares. El examen crítico de las transposiciones de estas teorías a las prácticas de enseñanza en las escuelas se ha efectuado no solamente en el ámbito de la propia psicología, sino en otras áreas del conocimiento, como la sociología, la filosofía, la lingüística y los estudios literarios. Además, estudios procedentes de la sociología, de la historia cultural y la antropología han señalado nuevos enfoques de análisis que permiten ir más allá del conocimiento psicológico de la lectura y la escritura como herramientas intelectuales. Situando a la escritura como práctica cultural, las contribuciones históricas, sociológicas y antropológicas se han traducido en investigaciones sobre las formas de enseñanza que caracterizan a prácticas de escritura y lectura como las escolares.

En este estado de situación de las investigaciones que asumen a las prácticas de lectura y escritura desde una perspectiva social y cultural, los aportes de las líneas histórico-críticas han mostrado que se precisa indagar dichas prácticas en situaciones escolares y extra-escolares, y a los sujetos que las llevan a cabo. Se trata de entender que las prácticas de lectura y escritura instituidas están implicadas con diversas situaciones sociales e históricas de su producción, pero también con historias individuales y colectivas que les confieren complejidad de sentidos a ser repensados en la enseñanza de la lengua y la literatura.

Fuente: https://openlibra.com/es/book/lectura-y-escritura-como-practicas-culturales

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El lado oscuro de la OCDE (II): de regreso al analfabetismo

Colombia / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Julián López de Mesa Samudio / Fuente: El Espectador

Una de las deficiencias más graves y serias del actual sistema educativo promovido por la OCDE, adaptado por el Ministerio de Educación y forzado sin mayor reflexión en colegios y universidades, es aquella que tiene que ver con la progresiva disminución y atraso en las aptitudes básicas de lectura y escritura de los estudiantes en todos los órdenes de la educación.

De unos años para acá, las instituciones de educación superior se han visto en la necesidad de cubrir las muy serias deficiencias en habilidades comunicativas de los estudiantes de primeros semestres, a quienes reciben cada vez peor preparados en estas competencias. Esta carencia, que con el tiempo se vuelve cada vez más difícil de superar (como con las operaciones matemáticas básicas, lo ideal es aprenderlas más pronto que tarde pues de éstas dependen otras competencias), se desprende del poco interés que los colegios le ponen a la lectura y a la escritura, debido en parte a la presión estatal que condiciona sus sellitos de “alta calidad” a hacer énfasis en materias y habilidades matemáticas, fácilmente mensurables y por tanto necesarias para los tales rankings y las absurdas exigencias de pseudocalidad aparejadas a aquellos (a su vez mecanismos de control, homogenización y nivelación por lo bajo de la educación como parte del plan OCDE para Colombia).

De otra parte, dicha carencia también se debe a que el Gobierno se ha encargado de privatizar aún más la educación, fomentando los monopolios de empresas privadas que se lucran de la misma —dentro de las que sobresale la Editorial Santillana—, entregándoles los procesos que tienen que ver con el acceso a la lectura y la escritura, así como la preparación de las pruebas estandarizadas que exige la OCDE, atando a colegios y padres al mediocre y costosísimo “plan lector” que liga la lectura y las habilidades académicas dependientes de ésta a los obscuros títulos y aún más obscuros escritores cuyos derechos de autor manejan esas mismas editoriales.

¿Cuánto nos cuesta a los padres el anodino plan lector atado a una serie de servicios obligatorios y restricciones absurdas, como la imposibilidad de que otros niños puedan usar los libros ya usados debido a que cada plan tiene un “código de acceso” personal para entrar a la plataforma virtual de Santillana, por ejemplo? En algunos casos, el precio supera el de las matrículas.

Mientras que sería fácil para colegios, muy barato para padres y de infinita mayor pertinencia para los estudiantes crear un plan lector con autores y obras que pertenezcan al dominio público, textos cuya calidad ha sido probada por el tiempo —los cuentos de los hermanos Grimm o las poesías de Rafael Pombo, por ejemplo, de seguro estimulan más la lectura en los niños que ¡Hola!, que me lleva la ola—, nuestro Gobierno prefiere seguirle apostando a subirle los costos a la educación, bajando la calidad de la misma y privilegiando a pocas empresas cuyo interés no es educar sino lucrarse.

El pésimo contenido de los planes lectores, sumado al escaso estímulo para seguir leyendo y escribiendo por la baja calidad del plan lector, del tiempo y de los recursos dedicados por los colegios a estimular y a fomentar la lectura y la escritura, está creando una generación entera que no se puede comunicar de manera adecuada ni profesional ni personalmente, con la infinitud de problemas a todo nivel que esto desencadena, además de generar costos para las instituciones de educación superior que han de asumir una falencia en la educación básica que no les corresponde.

La paulatina vuelta al analfabetismo, otra de las herencias de la OCDE.

Fuente del Artículo:

http://www.elespectador.com/opinion/el-lado-oscuro-de-la-ocde-ii-de-regreso-al-analfabetismo-columna-714122

Fuente de la Imagen:

http://ediciones-sm.com.mx/?q=blog-Las-aulas-mexicanas-tienen-exceso-de-alumnos-OCDE

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Libro: Rúbricas y otras herramientas para desarrollar la escritura en el aula

Chile / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Carmen Sotomayor y otros / Fuente: CIAE

La escritura es una práctica que involucra una gran cantidad de habilidades y el desarrollo de conocimientos en niveles diferentes.

Por eso, a través de fundamentos teóricos y material práctico, el libro «Rúbricas y otras herramientas para desarrollar la escritura en el aula» ofrece una guía y un apoyo para docentes de educación básica en su proceso de en enseñanza de la escritura en el aula.

El libro surge a partir de una investigación realizada por el Centro de Investigación Avanzada en Educación y la Fundación Educacional Arauco y de la colaboración y el trabajo con docentes de aula, quienes adaptaron y aplicaron las rúbricas en sus salas de clase.

Autores: Carmen Sotomayor, Natalia Ávila y Elvira Jéldrez (coordinadores); Percy Bedwell, María Correa, Cristián Cox Puga, Ana María Domínguez, Liliana Fuentes, Gabriela Gómez y María Graciela Veas (autores).
Centro de Investigación Avanzada en Educación, Fundación Educacional Arauco

Link de descarga:

http://www.ciae.uchile.cl/download.php?file=publicaciones/rubricas_otras_herramientas_para_desarrollar_escritura_aula.pdf

Fuente:

http://www.ciae.uchile.cl/index.php?page=view_noticias&langSite=es&id=698&externo=banner

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¡Escribir a veces cura!

30 de agosto de 2017 / Fuente: http://lopeziglesiasiolanda.blogspot.com.es

Por: Iolanda López Iglesias

Algunas personas me preguntan porqué escribo un blog. Yo siempre respondo lo mismo: porqué  disfruto, me cura, me ayuda a reflexionar, a estar en silencio y pensar, porque me hace mejor persona y profesional.

Cada mañana millones de personas en todo el mundo participan en un mismo ritual al que me incorporé hace ya algún tiempo. Poco después de levantarse cogen una hoja de papel y escriben en ella libremente. A esta rutina se le llama «Hojas de la mañana» (Morning Pages) y muchos de los que la siguen afirman que le ha cambiado la vida. Todo empezó cuando la autora Julia Cameron compartió esta práctica en su libro sobre creatividad The Artist’s Way (El camino del artista). Ella misma explica que le permitió ordenar sus pensamientos, los buenos y los malos, viviendo momentos de ansiedad, gratitud y enfado. Este hábito le ayudó a clarificar la cabeza y a encarar nuevos proyectos con fuerza y libertad. Explica que con ello aprendió a ser más honesta y a estar más centrada. Para ella y miles de personas se ha convertido en una forma de meditación y de auto conocimiento ayudándoles a hacer nuevos cambios en su vida. La misma autora afirma que cada uno debe hacerlo como lo sienta pero que hay algunos pasos que pueden llevar a que se convierta en una buena práctica. La autora nunca deja leer sus páginas ni las relee para evitar juzgar un sentimiento o pensamiento que haya podido tener.

¿Cómo empezar a escribir My Morning Pages? Pasos a seguir…

– La idea es empezar a primera hora de la mañana cuando el cerebro está algo dormido para que no pueda «censurar» lo que piensa, pudiendo escribir mucho más libremente.
– Es preferible hacerlo a mano no con el ordenador ya que así aparecen en la mente pensamientos más profundos y no puedes correr tanto.

– No se trata de demostrar que eres un gran escritor ni es necesario que sea nada profundo. Puedes hablar de lo que harás durante el día, de lo que viviste el día anterior o cómo te sientes de nervioso por la reunión a la que debes asistir. Escribe sobre aquello que sientes, que piensas, aunque creas que es totalmente banal.

¿Y por qué escribo?

Ha sido mi tema de «meditación» durante esta semana. La escritura me ayuda mucho ya que su práctica en el tiempo me permite generar nuevas ideas, adquirir hábitos, llegar a la solución de problemas y ser más intuitiva (uno de mis grandes objetivos actualmente). La práctica se convierte en un tipo de terapia y de auto conocimiento. Cuando aprendes a no juzgarte por lo que escribes puedes transferir lo aprendido a otras áreas de tu vida. Yo publico lo que escribo porque no tengo nada que esconder, lo que no quiero que sea público lo guardo muy adentro de mí así que elijo qué quiero compartir. Escribir es una acción que mejora mi salud y bienestar, también favorece mi memoria y expresión que complemento con la lectura para aprender a escribir cada día un poco mejor. También me ayuda a clarificar mis ideas, a entenderlas y ordenarlas, a imaginar y proyectar, a saber qué es importante en mi vida. Doy gracias por haber encontrado una actividad tan completa que me hace tan feliz. ¡Ojalá muchos que lean este post se animen también a hacerlo o si no que pueda estimular el inicio de otras actividades creativas: pintar, dibujar, cantar, interpretar…yo que sé…! Yo sólo pido que siga teniendo ganas de escribir…
Fuente artículo: http://lopeziglesiasiolanda.blogspot.com.es/2017/07/post-del-viernes-escribir-veces-cura.html
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Cómo la máquina de escribir y la ignorancia dejarón a los mexicanos sin acento.

Por: Paulina Chavira. NYT. 30 de junio de 2017

En el primer partido de la Selección Mexicana ante Portugal, en la segunda jornada de la Copa FIFA Confederaciones el 18 de junio, noté que, en contraste con los jugadores portugueses, los apellidos en las camisetas de los futbolistas mexicanos no tenían tildes.

La tilde, el acento, ese signo ortográfico que es una raya oblicua que se coloca arriba de una vocal para marcar que esa sílaba ha de pronunciarse con más fuerza dentro de una palabra. En la cancha se podía leer “HERNANDEZ”, “LAYUN”, “JIMENEZ” (así, en mayúsculas) en las espaldas de los mexicanos, sin acento, mientras los portugueses “CÉDRIC” o “ANDRÉ GOMES” portaban uno de los signos ortográficos latinos que distinguen al español.

Israel Márquez, jefe de Prensa de la Federación Mexicana de Fútbol —sí, a pesar de ser mexicanos y de pronunciar [fut-BOL] nuestra federación sí acentúa esta palabra— dice que el registro de los nombres y apellidos que las federaciones de fútbol hacen ante la FIFA no pueden cambiarse. “Para registrar a un jugador en una competencia, debemos hacerlo con un documento oficial, en este caso el pasaporte”, me explicó Márquez en un correo electrónico. Los pasaportes mexicanos, emitidos por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), tienen los nombres de sus portadores en mayúsculas… y sin tildes.

¿Con base en qué documento de identificación se expiden los pasaportes mexicanos? Obligatoriamente —al igual que con la credencial para votar, que emite el Instituto Nacional Electoral—, con el acta de nacimiento. Este “documento madre” es expedido por el Registro Civil de cada entidad y es el que se usa para inscribirse en una escuela, solicitar una cuenta bancaria o acreditar que somos quienes decimos que somos. The New York Times en Español ha buscado una entrevista con el director general del Registro Civil de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales, Daniel Padierna, sin éxito.

El Registro Civil debería aclarar cuál es la razón que sustenta el que los nombres y apellidos en las actas de nacimiento de los mexicanos no tengan tildes. Algunos argumentarán que se debe a que los nombres están escritos en mayúsculas y que las mayúsculas no se acentúan. La misma Ortografía de la lengua española, editada por la Asociación de Academias de la Lengua Española, relata que en épocas pasadas “se justificaba” la falta de tildes por “razones técnicas: en la composición tipográfica antigua muchos juegos de caracteres no contaban con mayúsculas acentuadas y no había un espacio reservado para la tilde”. En las máquinas de escribir convencionales tampoco se podía “escribir con tilde las mayúsculas sin herir el cuerpo de la letra”.

Pero en la ortografía se aclara que en la actualidad “el empleo de mayúsculas no exime de poner la tilde cuando así lo exijan las reglas de acentuación gráfica”.

De acuerdo con Rubén Ramírez, de Comunicación Social de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales de Ciudad de México, a partir de la década de los noventa las oficinas mexicanas del registro civil “se han modernizado” y ya no se trabaja con máquinas de escribir que no permitan usar mayúsculas acentuadas, sino con computadoras que sí lo permiten.

Entonces ¿será que los abogados que trabajan en las oficinas del registro civil desconocen esta norma ortográfica básica? ¿Es la falta de actualización educativa la que genera un error ortográfico de magnitudes masivas?

La falta de una tilde en tu nombre o apellido no impediría que recibieras una herencia o escrituraras una propiedad —siempre y cuando demuestres tu identidad con la ayuda de dos testigos—. Sin embargo, ¿cómo podemos confiar en la precisión de las actas de nacimiento —“el” documento de referencia por antonomasia— si quienes están encargados de redactarlas no saben que las mayúsculas sí se acentúan?

Corregir esta falta de conocimiento o cualquier otro error ortográfico en su acta de nacimiento no tendría un costo para los ciudadanos que quisieran ver sus nombres bien escritos. Para eso hace falta solicitar una rectificación, un trámite sencillo, de acuerdo con el notario Ángel Gilberto Adame López (quien precisamente hizo una rectificación para agregar las tildes faltantes a su nombre y apellido). “No tardas más de una hora y puede realizarse en cualquier registro civil”.

“La gente debe exigir y fijarse, a la hora en que se registre a un niño, que las tildes vengan correctas”, señala Adame. No obstante, el pasado abril una amiga acudió a registrar a sus hijas cuyo apellido es García, y exigió la tilde que faltaba en la i; la representante del registro civil le dijo que “ninguna acta lleva acentos para no generar confusión”.

¿Confusión para quién?

Al menos queda una esperanza: al igual que los beisbolistas latinoamericanos que juegan en las Grandes Ligas que hicieron la campaña #PonleAcento, los futbolistas mexicanos, a través de sus representantes en la FMF, lucharán por ponerle el acento a sus nombres.

“Estamos seguros de que para próximas competencias, tendremos las playeras con los nombres acentuados”, escribió Márquez.

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2017/06/29/como-la-maquina-de-escribir-y-la-ignorancia-dejaron-a-los-mexicanos-sin-acento/em_pos=small&emc=edit_bn_20170629&nl=boletin&nl_art=2&nlid=78074960&ref=headline&te=1

Fotografía: glotologia.wordpress

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