Escuelas bajo ataque: ¿son las niñas un arma de guerra?

Por: Concha López/El Confidencial

Los conflictos armados tienen efectos devastadores en el derecho a la educación de la infancia, especialmente para las niñas y las jóvenes. En estos contextos, la desigualdad de género se agrava y hace que las niñas sufran mayores vulneraciones de sus derechos, se enfrenten a una inseguridad constante y, además, sean uno de los grupos más invisibilizados. Hoy en los conflictos armados probablemente es más peligroso ser una mujer que ser un soldado. Todavía más ser una niña.

En los países en conflicto, las niñas tienen 2,5 probabilidades más que los niños de estar fuera de la educación. Muchas veces, las escuelas se convierten en campos de batalla y las niñas en arma de guerra. En este contexto, ir a la escuela supone un desafío diario para los millones de niñas que se enfrentan a ser reclutadas por grupos armados como esclavas o trabajadoras domésticas, a ser obligadas a casarse demasiado pronto, a ser madres cuando todavía no están preparadas para ello, a ser secuestradas, abusadas, violadas, utilizadas como niñas bomba.

También es más probable que ellas abandonen la escuela para acabar explotadas en diferentes formas de trabajo infantil, como consecuencia de la pobreza y la inseguridad económica de las familias. Según datos de Naciones Unidas, Sudán del Sur es el país donde un mayor número de niñas se ven obligadas a abandonar el colegio a consecuencia de los conflictos, un 76%, seguido de Afganistán, con un 55%, y Chad, con un 53%.

Escuelas, bajo fuego

A pesar de que las escuelas deben ser espacios seguros y de protección, más que nunca en los conflictos, para que los niños y niñas puedan aprender para la supervivencia y la construcción de sociedades de paz, los grupos armados continúan atacándolas deliberadamente y convirtiéndolas en lugares donde perpetrar actos de intimidación y violencia. Desde 2013 a 2018 se produjeron ataques a niñas y mujeres estudiantes y docentes en 18 países, según el informe “Educación bajo ataque 2018” elaborado por la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques (GCPEA, por sus siglas en inglés).

Nuestra serie de informes “Adolescentes en emergencias: voces desde Sudán del Sur, desde el Lago Chad y desde la crisis rohingya” nos ha permitido conocer las experiencias de chicas en crisis cronificadas, complejas y a veces olvidadas. Todas señalan el acceso a la educación como una de sus principales áreas de seguridad, un mecanismo de protección y de supervivencia. Ellas quieren estudiar: saben que la educación mejora sus oportunidades de futuro. Por eso, para proteger su derecho, es necesario recoger datos y evidencias para el monitoreo y la investigación de los ataques a la educación y las infraestructuras educativas, desagregados por sexo y edad, con especial atención a las experiencias específicas de las niñas y adolescentes.

“Estoy orgullosa de ir a la escuela aquí en Kaleri, es una de las cosas de las que más orgullosa estoy”, decía una chica entrevistada en Nigeria. “Mi mayor logro es que lo estoy haciendo bien en el colegio y que voy a sacar mejores notas”, explicaba otra joven en Bablin, Camerún.

La educación es un derecho humano fundamental y, en épocas de conflicto, garantizarlo es una necesidad imperante para luchar contra la discriminación y la violencia que viven miles de niñas en todo el mundo. La educación no solo aumenta la capacidad de recuperación de los niños y las niñas, sino que promueve su libertad y autonomía personaly les protege frente a la explotación y el reclutamiento por parte de grupos armados.

Educación transformadora

En las últimas décadas, la comunidad internacional ha aumentado el reconocimiento del papel de la educación como agente transformador en épocas de conflicto, lo cual queda patente en acuerdos y tratados internacionales como la Declaración de Escuelas Seguras, respaldada hasta el momento por 87 países, que subraya la necesidad de proteger los colegios y las universidades en los conflictos armados. A través de ella, los Estados se comprometen a tomar medidas concretas para proteger la educación durante las guerras.

Coincidiendo con el 30º aniversario de la aprobación de la histórica Convención sobre los Derechos del Niño y los 70 años de la firma de los Convenios de Ginebra, España se convierte, del 27 al 29 de mayo, en el país anfitrión de la III Conferencia Internacional de Escuelas Seguras, una iniciativa en la que se discutirá precisamente sobre la necesidad de impulsar la Declaración sobre Escuelas Seguras como instrumento político para proteger al alumnado, profesorado e instituciones educativas en tiempos de conflicto armado.

Sin la protección de la educación en estos contextos será imposible conseguir los Objetivos de Desarrollos Sostenible 4, educación de calidad universal y equitativa para 2030, que incluye un indicador específico que mide el número de ataques a estudiantes, personal e instituciones educativas, reconociendo también la necesidad de proteger la educación durante los conflictos bélicos, y 5, que busca eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas.

Además, es un deber y una garantía de desarrollo porque es innegable que el papel fundamental de la educación en la construcción y mantenimiento de la paz. Es imprescindible que ellas no se queden atrás: la participación de las niñas en los procesos de paz ayuda a impulsar cambios culturales a largo plazo que, a su vez, inspiran a jóvenes de la comunidad a conquistar sus derechos. De esta manera,las niñas se convierten en líderes de sus comunidades, transformándolas en lugares pacíficos e inclusivos.

No podemos esperar para actuar, porque están en juego sus vidas y el futuro que queremos para el mundo. Como dice el doctor Denis Mukwege, Premio Nobel de la Paz 2018 junto con Nadia Murad por su trabajo con víctimas de violencia sexual en conflictos, la justicia es cosa de todos y todas. Debemos trabajar para que las escuelas sean lugares seguros, y las niñas puedan ser simplemente niñas, y lleguen a convertirse en las mujeres que construyan las sociedades de paz e igualdad de mañana.

Fuente: https://blogs.elconfidencial.com/mundo/tribuna-internacional/2019-05-27/educacion-bajo-ataque-ninas-arma-guerra_2037838/

 

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