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Juego como herramienta de aprendizaje

Por: Claudia Garcia

En la escuela, los niños juegan durante el recreo y estudian durante la clase. Sin embargo, algunos de los grandes nombres de la psicología, entre ellos  Jean Piaget  y  Jerome Bruner , creen que el juego  es  el trabajo de un niño. La mejor manera de enseñar a los niños, dicen, es a través del aprendizaje activo con manos.

Sin embargo, con los puntos de referencia estatales y la evaluación de maestros basados en el desempeño que cuelga por encima de nuestras cabezas, es difícil que los educadores imaginen pasar tiempo jugando juegos académicos preciosos con niños. Ahí es donde el aprendizaje basado en el juego (a menudo confundido con gamification viene, que no es exactamente lo mismo) tiene este enfoque, el aprendizaje y el juego no están en conflicto entre sí. De hecho, los juegos son el vehículo y el medio ambiente para el aprendizaje.

Aprendizaje: Teoría del descubrimiento de Bruner

Según Bruner, los estudiantes que participan en el aprendizaje práctico y actividades basadas en la experiencia de juego, adquieren los siguientes beneficios:

  • Aumento de la motivación.
  • La creatividad impulsada.
  • Habilidades de resolución de problemas mejoradas.
  • Un mayor sentido de la responsabilidad personal.
  • La alegría de la autonomía y la independencia.

El maestro quiere que sus estudiantes estén motivados, creativos, inteligentes, responsables, y llenos de alegría. Si jugar juegos verdaderamente beneficia a los estudiantes de esta manera, no nos podemos permitir no jugar con ellos. Pero ¿qué significa eso en términos reales?

Consejos

Tanto si eres un maestro de primaria que quiere integrar aplicaciones de aprendizaje de matemáticas en el aula o un profesor de secundaria en busca de maneras de utilizar juegos en la escuela, los videojuegos son una manera divertida y eficaz para inspirar y motivar a sus estudiantes. Siga estos consejos para obtener los mejores resultados:

  • Pruebe el juego primero.
  • Encontrar maneras de conectar los puntos en su plan de estudios para el juego.
  • Esté preparado para justificar su uso de juegos en el aula a los espectadores dudosos.

En breve

Aumentar el tiempo de juego cuando se está bajo presión para poner hacia fuera a los evaluados, orientado al logro requiere que dar un salto de fe. Aunque podría parecer contraproducente, se ha demostrado una y otra vez que su salto de fe tendrá resultados positivos.

Fuente: https://revistaeducacionvirtual.com/archives/2916

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El dibujo como medio de expresión y fuente de salud

Por: Observatorio FAROS Sant Joan de Déu. Observatorio de Salud, Infancia y Adolescencia

Dibujar es una actividad que favorece la comunicación interpersonal, ayuda a la exteriorización de emociones y fomenta la creatividad.

Ya desde una edad muy temprana las personas comienzan a realizar primitivos garabatos como forma de expresión, antes incluso de la aparición del lenguaje.

Más adelante, en las diferentes etapas del crecimiento, se produce un desarrollo progresivo de las habilidades psicomotrices que premiten la creación de líneas rectas, círculos, cuadrados, rombos y, finalmente, dibujos complejos y escenas concretas.

El dibujo es un medio a través del que expresamos nuestros sentimientos, una herramienta que utilizamos en muchos casos de manera inconsciente para que aflore nuestro mundo más personal, emocional y afectivo. Por supuesto, ha de ser un especialista el encargado de anailizar e interpretar el dibujo y sacar las conclusiones pertinentes en función de su profesionalidad y conocimientos. En el caso de los más pequeños, la psicóloga Claudia López de Huhn asegura que los niños «proyectan en el dibujo emociones a las que no pueden poner palabras».

Por su parte el enfermero y psicólogo infantil Daniel Toro añade que «no es tan importante el contenido de los dibujos como la manera de realizarlos (tipo de trazo, colores escogidos, líneas rectas o curvas, presión aplicada sobre el papel…), ya que ello ayuda enormemente a observar los diferentes rasgos de la personalidad y los distintos estados de ánimo del niño«.

En una línea similar se expresa la también psicóloga Cristina Gómez García cuando dice que «lo importante no es qué expresan los niños a través de sus dibujos. Es en el mero hecho de plasmar sus estados internos donde radica la importancia de los dibujos”, y añade que a través del dibujo “el niño aprende a conocer y a manejar sus gestos, el espacio, las formas y los colores, agudiza el sentido de la observación y la aptitud para esquematizar”.

Como ejemplo, López de Huhn habla de posibles alertas «si siempre escoge el color rojo o el negro para dibujar o pintar, pues el primero está relacionado con la agresividad y el segundo con la tristeza». Del mismo modo, el tamaño de los dibujos respecto al folio también puede llegar a ser un indicador de timidez o inhibición en el caso de ser extremadamente pequeños, o de falta de límites si son enormes y desmesurados.

El dibujo de la figura humana también nos aporta datos importantes sobre el concepto que la persona tiene de sí misma. De esta forma, alguien que rápidamente borra su autorretrato puede denotar baja autoestima, o quién no acaba nunca de colocar detalles una vez finalizada la obra manifiesta un cierto grado de obsesión. De la misma manera, aquellos que se sienten acomplejados por determinados aspectos de su físico tienden a minimizarlos o sombrearlos en el dibujo (nariz u orejas grandes, baja estatura, exceso de peso…).

El dibujo cómo herramienta para promocionar la salud

Pero además, el dibujo es utilizado por diferentes profesionales sanitarios como medio de educación y promoción de la salud. Es el caso de Daniel Gonzalo Eslava Albarracín, enfermero colombiano especializado en desarrollo rural, que asegura en su articulo «El dibujo como herramienta para la educación en salud» que en muchos casos la forma a través de la que se intenta llegar a las poblaciones rurales de su país con el objetivo de promocionar la salud son de todo erróneas. El gran problema, según este enfermero, se encuentra en que habitualmente el profesional de la salud intenta comunicarse con el campesino mediante un lenguaje excesivamente técnico alejado de la realidad rural y producto de una actitud paternalista y poco empática.

Por ello, Eslava Albarracín asegura que «el dibujo como eventual fuente de conocimiento e información puede evidenciar los saberes y la conciencia que tienen los individuos sobre la realidad social. A través de su interpretación, los que aun piensan en la educación en salud como una ‘misión salvadora’ no verán nunca la importancia que pueden tener para el futuro de una población los simples trazos hechos por un campesino intentando explicar lo que para él significa estar sano o tener salud».

Dibujo infantil

En este abismo social y cultural que existe entre el urbanita profesional de la salud y el campesino colombiano, Eslava Albarracín dice que «el dibujo es para nosotros una excelente herramienta para la comunicación, un espacio de iguales, un lugar donde la creatividad y la imaginación surgen como verdaderas estrategias para el cambio y la mejora de realidades diversas y semejantes en la población«.

Por todo ello, y con el importante añadido de que dibujar al aire libre aumenta sus beneficios saludables, Ester Corrales Baz, enfermera y directora de Rural Salut, apuesta por la promoción de la salud a través de una de sus actividades lúdicas y creativas: el taller de cómic en plena naturaleza.

De esta manera, una enfermera y un especialista en cómic enseñan a grandes y pequeños las técnicas y trucos necesarios para crear una historia con viñetas. Un paso más en la comunicación emocional a través del dibujo, ya que las nociones de narrativa básica con viñetas ayudan no sólo a expresar sentimientos y sensaciones sino a explicar una historia concreta que englobe todos los elementos característicos de un cómic (bocetos, tipos de plano, encuadres, líneas cinéticas, bocadillos, onomatopeyas, guión, rotulación…).

Y si además, el contexto en el que se desarrolla la actividad es un entorno natural alejado de cualquier núcleo urbano, y acompañado siempre de los consejos de salud de una experta enfermera, la jornada se convierte en una experiencia inolvidable y absolutamente sana.

Fuente: http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/dibujo-como-medio-expresion-fuente-salud

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Entrevista a Javier Martínez Aldanondo: “No tengo ninguna duda de que el sistema ya está cambiando”

11 febrero 2017/Fuente: Blog.tiching

Usted afirma que es necesario cambiar el modelo educativo actual. ¿Por qué?
Es evidente: porque no funciona. Porque si funcionara no estaríamos hablando de la cantidad de problemas que existen, con los jóvenes por un lado, a nivel de desempleo juvenil y descontento hacia el proceso educativo, y con los adultos por el otro, que se dan cuenta de que todo el tiempo y esfuerzo que dedicaron a estudiar luego tiene poco provecho en el mundo real.

¿Y el problema está en el sistema educativo?
Hay que cambiar el modelo porque está totalmente desfasado respecto a lo que se necesita para vivir. Lo que enseña el colegio no tiene nada que ver con las cosas que realmente hacen falta para desempeñarse en la vida. Y la forma en la que se enseña también es una forma que no tiene nada que ver con el método natural de aprendizaje.

¿Hay que elaborar entonces un nuevo modelo?
Creo que es hora de dar las gracias al sistema y pensar en que hay que rediseñar el modelo educativo o empezar de cero, no sé cuál es la alternativa correcta. Pero hay que tener un sistema educativo acorde con lo que estamos pidiendo a los ciudadanos.

¿Cuál es su apuesta para el futuro de la educación?
No tengo ninguna duda de que el sistema ya está cambiando. Venimos de una historia de muchos siglos de jerarquía y de poca valentía a la hora de denunciar y de reclamar. Hemos sido civilizaciones muy sometidas, muy jerárquicas, donde la mayoría tenía un destino y nacía donde nacía y tenía que aguantar lo que le tocaba vivir. Eso está cambiando. De hecho, cada vez hay más gente que tiene expectativas respecto a su vida y no está dispuesto a ser uno más o a desempeñar un trabajo que no le guste o vivir una vida que no es la que espera. La educación es de los sectores que más se ha resistido a los cambios. El proceso educativo que fue diseñado hace siglos no ha variado mucho. Ha sido de los sectores más reacios.

¿Y cree que estos cambios llegarán a buen puerto?
Es un proceso que va a llevar tiempo y que va a necesitar mucha valentía y mucha decisión, pero es algo inevitable porque la brecha es cada vez mayor. Cada vez se parece menos lo que estudias y respondes en un examen con las competencias que necesitas en la vida.

¿Dónde cree que puede estar la clave para llevar a cabo los cambio adecuados?
Creo que hay un elemento, la tecnología, que puede ser la clave que nos ayude a dar el salto. No porque para aprender haga falta tecnología, sino porque la tecnología nos puede permitir cosas que hasta ahora, por medios presenciales físicos, no podemos hacer.

¿Puede desarrollar esa idea?
Hoy en día la tecnología inunda toda la vida y hay montones de cosas que no podríamos hacer si no fuera por la tecnología, desde viajar hasta comunicarnos y alimentarnos. Todo está marcado por la tecnología. Y la educación tendrá que dar el mismo paso. No es posible que tú para aprender tengas que ir a un sitio y ese sitio tenga que ser el de al lado de casa, con la gente y los profesores de al lado de casa. Ese mundo yo creo que ya no es posible. Y mi apuesta es que eso se va a modificar.

Entonces, ¿qué papel deben jugar las TIC en este nuevo modelo? ¿Cree que deben ser las protagonistas?
Yo diría que son protagonistas invisibles. La tecnología forma parte de nuestras vidas y sin ella no podríamos hacer nada. La única decisión inteligente es ver de qué forma te sirve. Nunca es la tecnología la que gobierna. Somos nosotros los que decidimos qué hacer con ella. La clave es definir bien de qué forma la tecnología nos ayuda a modificar la manera en que tenemos diseñado el sistema educativo. Porque nos permite cosas que hasta ahora no podíamos hacer. Y eso no significa que todo tenga que estar teñido de tecnología, sino que nos hagamos esa pregunta.

¿Qué pregunta?
La tecnología es la quinta pregunta que uno se hace. Antes tiene que preguntarse qué es importante aprender, por qué es importante aprenderlo, cuál es la mejor manera de aprender eso y cómo vamos a diseñar ese proceso. Y en esa serie de cuestiones uno se pregunta cómo la tecnología me ayuda. Lo que tengo claro es que sin tecnología no vamos a poder hacerlo.

¿Una mayor presencia de tecnología en las aulas será sinónimo de innovación?
No, tecnología e innovación no necesariamente son sinónimos. Innovas cuando haces algo distinto. Cuando cambias algo que no te funciona. Y a veces se hace con la tecnología y a veces no. Y a veces la tecnología ya está ahí, y lo que hay que ver son las nuevas maneras de utilizarla.

Respecto a este cambio de modelo, ¿deben ser las instituciones o los centros quienes lo empiecen? ¿Es necesario que los centros tengan mayor independencia para poder desarrollar este cambio?
Este es un tema de confianza, de si confiamos o no en los ciudadanos. Cuanto más reglado y menos margen tienes para poder moverte, expresarte y proponer, es mucho más complicado. Hace unos años el ciudadano podía estar más acostumbrado a ser obediente, pero hoy en día cada vez hay menos margen para eso.

¿Y cómo puede traducirse eso en estas transformaciones?
Creo que hay que tomar una decisión, en este caso a nivel de país, y luego entregar a cada uno de los actores la confianza, las herramientas y los recursos para que lo puedan desarrollar. No tiene por qué haber un único modelo. Lo que sí necesitamos es tener un consenso respecto a cuáles son las condiciones mínimas que cualquier habitante de este entorno necesita manejar. Y luego mientras tú cumplas con eso que hemos asumido que son las características razonables que necesitamos de un ciudadano, que debería estar en revisión permanente, hay que entregar autonomía y libertad.

¿Están los centros preparados para ese reto?
El problema es que los centros y los profesores todavía no tienen muy claro qué hacer con esa autonomía porque siempre han hecho las cosas de una manera. Saben que esa manera no funciona, pero tampoco saben hacerlo de forma distinta. Y eso les genera temor e incertidumbre.
Pero esto tiene solución, porque se puede enseñar a los profesores y centros a rediseñar todo eso. Pero no es sólo una cuestión de entregarles la libertad porque aunque no quieras, la inercia te va a llevar a seguir haciendo lo que siempre has hecho porque es lo único que sabes.

¿Están los equipos docentes preparados para este cambio?
La verdad es que nadie está preparado para los cambios, que son impredecibles. Si no, no serían cambios, y todo el mundo estaría ya preparado para todo.
Si nos fijamos en el proceso de formación de los profesores, los propios alumnos que egresan de magisterio dicen que ellos siguen siendo formados de la manera tradicional, con un profesor que les cuenta cosas. Y claro, finalmente van al aula y replican lo que han visto siempre, en el colegio y en la facultad.

¿Y qué hay en este momento que no había hasta ahora para impulsar esta transformación?
Lo que sí que veo es una predisposición distinta a la que veía hace un tiempo. Llevo dando charlas relacionadas con esto unos cuantos años y en lo que antes generaba polémica porque la mayor parte de los profesores se sentían amenazados hoy veo un nivel de aceptación que antes no veía. Lo que falta es alguien que les apoye y acompañe en el proceso.
Se está generando un caldo de cultivo de gente que quiere hacer cambios pero no sabe cuáles ni cómo hacerlos. Es parte de la incertidumbre y es parte de la diversión del proceso.

Entonces, ¿cuál debe ser el rol del profesor? ¿Tienen que cambiar los profesores su forma de enseñar?
Está claro que ya no tiene sentido que los profesores sepan muchas cosas, porque eso no te conduce a nada en esta sociedad. Lo que necesitas saber, lo saben las máquinas y lo van a saber mejor que tú. Todo el desafío que está llegando de la automatización, de la inteligencia artificial, de la sustitución de las personas por la tecnología, nos llevan por el camino de no dedicar tiempo a acumular información, sino a desarrollar habilidades y competencias que las máquinas no pueden adquirir.
Entonces saber mucho de una materia ya no tiene sentido. Nunca lo tuvo demasiado, pero ahora menos. Lo que sí que está claro es que cuando definamos qué competencias debe tener un ciudadano (si es que algún día lo hacemos), los docentes deberían ser las personas que acompañen en ese proceso de desarrollo de competencias.

Ha apuntado a un compromiso como país por la educación. ¿Debe haber más actores implicados en la educación además de los profesores?
En esta tarea no podemos dejar solos a los profesores. La educación es uno de los pilares de la sociedad, todo el mundo tiene que participar en este proceso. Evidentemente hay un colectivo que lleva el peso del día a día, pero toda la sociedad debería estar involucrada en el proceso educativo, personas de todas las profesiones.

Fuente:http://blog.tiching.com/javier-martinez-aldanondo-no-duda-sistema-esta-cambiando/#more-15628

 

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Música y matemáticas: dos geniales compañeros

Por: Dácil González Martel

La música y las matemáticas tienen algo en común, las dos necesitan de la creatividad para desarrollarse. Además de esto, su relación es muy estrecha, las dos son lenguajes universales, son lenguajes abstractos que requieren de su aprendizaje para poder descifrarlos y ambas buscan la belleza. Ya lo decía Puig Adam: “Tal vez sea la música la matemática del sentido y la matemática la música de la razón”.

El objetivo principal de nuestra labor como maestros es potenciar la situaciones de aprendizaje dentro del aula. En el área de matemáticas no sólo debemos transmitir conocimientos, sino que debemos dejar que el alumno descubra a través de retos, desafíos y problemas cada uno de los conceptos que trabajamos. De esta forma no solo estaremos transmitiendo conocimiento, sino que el alumno desarrollará el pensamiento crítico, el razonamiento y la creatividad haciendo significativo el aprendizaje.

Dentro del tema que nos ocupa, matemáticas y música, podemos encontrar muchas actividades que engloban las dos disciplinas y que ayudan no sólo a perder el miedo a algunos conceptos matemáticos o musicales, sino a desarrollar la creatividad a través de diferentes retos:

  • Operar con figuras musicales: Las figuras con las que se escriben las notas musicales tienen unos valores numéricos que nos proporcionan una excusa perfecta para trabajar series numéricas u operaciones sencillas de cálculo.

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  • Perder el miedo a las fracciones: Hay conceptos musicales como el “puntillo” (es un signo que se coloca a la derecha de la figura y que aumenta la mitad del valor de la misma) que nos ayuda a trabajar la suma de dos fracciones con denominador diferente, pudiendo pedir al alumnos que expresen notas con puntillo como suma de dos fracciones.

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  • Matemáticas y compás musical: Un compás musical es la entidad métrica musical que se coloca entre líneas divisorias y se estructura al comienzo de una obra mediante una fracción cuyo denominador marca las partes en las que se divide la figura redonda y el numerador indica el número de partes que entran en el compás. Podemos proponer a los alumnos que escriban tres compases de manera que los valores de sus notas se corresponda con la suma de una serie de fracciones. También se puede hacer al contrario, darle al alumno un pentagrama con tres compases y pedirle que exprese las notas que aparecen como suma de fracciones.

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  • Jugamos con la música y la matemática: Podemos crear un dominó de sumas y figuras musicales tomando el valor de la corchea como el 1, dos corcheas como 2… También se puede incluir el concepto de suma de fracciones poniendo la equivalencia del valor de las figuras musicales en forma de suma de fracciones.

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El aula de matemáticas debe ser un lugar vivo, con multitud de experiencias vivenciales para el alumno que le hagan desarrollar un pensamiento matemático rico y real. Para conseguir esto, el profesor pasa a un segundo plano y el alumno se convierte en el auténtico protagonista. Como dice José Antonio Fernández Bravo, “se debe partir del cerebro del que aprende y no del cerebro del que enseña”.

Fuente: http://blog.tiching.com/musica-matematicas-dos-geniales-companeros/

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Entrevista a Francisco Mora “Sólo se puede aprender aquello que se ama”

España/06 febrero 2017/Fuente: Educación 3.0

Mora es doctor en Medicina, doctor en Neurociencias y catedrático de Fisiología Humana. Autor del libro ‘Neuroeducación, sólo se puede aprender aquello que se ama’.

Qué hace que en una clase llena de alumnos atentos, en la que el profesor está explicando un tema determinado, los alumnos, sin ex­cepción, cambien su foco de atención desde el profe­sor y lo que explica, hacia una jirafa que entrara en la clase por una puerta, y tras pasearse por detrás de él, saliese por otra? ¿Qué despierta la jirafa que no tenga el profesor? Despierta simplemente curiosidad, uno de los ingredientes básicos de la emoción. La curiosidad, lo que es diferente y sobresale en el entorno, encien­de la emoción. Y con ella, con la emoción, se abren las ventanas de la atención, foco necesario para la creación de conocimiento.

Hoy comenzamos a saber que nadie puede aprender nada, y menos de una manera abstracta, a menos que aque­llo que se vaya a aprender le motive, le diga algo, posea algún significado que encienda su curiosidad. Para aprender se requiere ese estímulo inicial que re­sulte interesante y nuevo. Y es entonces cuando se enciende la atención de un modo poderoso. Precisamente el juego es, en los primeros años, la conducta que desarrolla el niño para aprender con el estímulo de la curiosidad. Todos los maestros y educadores, particularmente de escuela primaria pero también profesores de secundaria o de más altos nive­les de docencia, buscan encontrar la fórmula docente que les permita encender, captar la curiosidad de los alumnos en la clase. ¿En qué medida la neurociencia podría descubrir esta forma curiosa de aprender en la estructura de los propios colegios?

Tribuna Francisco MoraLo cierto es que en el ser humano la curiosidad, ese deseo de conocer cosas nuevas, es el que lleva a la bús­queda de conocimiento no sólo en general, sino en el contexto del colegio, las universidades o en la inves­tigación científica. Así pues los circuitos cerebrales que se activan ante ciertos estímulos que encienden la curiosidad son aquellos que anticipan y adelantan la recompensa, o si se quiere el placer, y por tanto re­siden en el sistema límbico o emocional.

Hoy sabemos que una buena educación produce cambios profundos en el cerebro que ayudan a me­jorar el proceso de aprendizaje posterior y el propio desarrollo del ser humano. Hoy también sabemos la importancia que tiene proyectar mejores escuelas con mucha luz, control de la temperatura y del ruido, es decir el diseño del colegio mismo (neuroarquitectura), lo que rodea su entorno y desde luego la cultura en la que se vive. En este contexto, ya se empieza a hablar de la necesidad de extraer los conocimientos que apor­ta la neurociencia cognitiva y la psicología cognitiva y llevarlos a las aulas con la finalidad de aprender y enseñar mejor, es decir, hacerlo de una manera más eficiente, nueva y diferente de como hasta ahora se ha hecho utilizando nuevas estrategias.

Neuroeducación de Francisco MoraPorque, ¿qué sabemos del cerebro cuando apren­de y cómo lo hace? ¿Qué sabemos del cerebro cuando enseña y cómo lo hace? ¿Qué funciones cerebrales conocemos hoy esenciales en la transmisión del conocimiento, es decir, aplicables a la enseñanza? ¿Qué daños psicológicos cerebrales siquiera suti­les impiden o dificultan el aprendizaje de los niños? Son preguntas que todavía no se pueden contestar con propiedad, pero sí esbozar algunas respuestas nuevas. En cualquier caso, hoy es bien cierto que la neurociencia comienza a aclarar los ingredientes neuronales de lo que conocemos como emoción, cu­riosidad, atención, conciencia, procesos mentales, aprendizaje, memoria y consolidación de la memoria. Por ejemplo, sabemos que lo que llamamos atención no es un fenómeno singular y único sino que se refiere a procesos cerebrales diferentes según los estímulos que se reciben y a los que prestamos interés. Conocer todos esos ingredientes de la atención en términos neurobiológicos y educativos puede ayudar a conocer los tiempos reales y los componentes reales necesarios para poder adecuar las enseñanzas a cada edad y hacerlas más efectivas y eficientes.

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República Dominicana: Ministro de Educación pide a jóvenes innovar

República Dominicana/06 febrero 3017/Fuente: Hoy Digital

El ministro de Educación, Andrés Navarro, participó como orador en la nonagésima quinta ceremonia de graduación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y exhortó a los graduandos a no dejar de prepararse, ya que apenas inician en la vida profesional.

Sostuvo, además, que en un mundo de constante cambio y evolución, los profesionales de hoy deben innovar, aplicando nuevos conocimientos y prácticas bajo un estricto sentido ético para “traspasar las barreras de la eficiencia y ser efectivos”, en procura de generar un impacto positivo y agregar valor a la vida de los demás.

Recordó a los jóvenes graduandos que tienen que seguir preparándose, ya que la educación y la formación no concluyen con la graduación universitaria, sino que apenas comienza.

“En un mundo como el de hoy, caracterizado por el acelerado proceso de cambios en las tecnologías, en las ciencias, en los métodos e instrumentos de actuación, el profesional que se acomoda a las formas tradicionales de operación, más temprano que tarde queda desplazado”. dijo.
Agregó que también podría convertirse en obstáculo para el desarrollo de los demás o la organización a la que pertenece.

Alertó que para evitar ese peligro es necesario desarrollar el pensamiento lógico y crítico, apostar a la creatividad y estar dispuestos a innovar.
“Estar fuera de nuestra área de confort ciertamente duele, nos mantiene tensos, pero a la vez nos fortalece y nos prepara para nuevos retos”, sostuvo Navarro.

Manifestó que, en el ejercicio de toda profesión, lo estrictamente moral no es suficiente, tras asegurar que además se requiere ser ético.
Dijo que esas condiciones permiten traspasar las fronteras de la eficiencia.

Fuente: http://hoy.com.do/ministro-de-educacion-pide-a-jovenes-innovar/

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Entrevista a Tonucci: “El alimento de la escuela debería ser la experiencia de los niños”

30 enero 2017/Fuente: Blog Tiching

¿Cuál era su punto fuerte, en la escuela?
El dibujo: siempre era el mejor. Recuerdo a las maestras acercándose al pizarrón para admirar mis dibujos. Pero lo cierto es que viví una experiencia escolar muy regular; cada año tenía miedo de no pasar de curso. Ahora sé que no hay ninguna relación entre el éxito escolar y el éxito en la vida. Esto es así porque, lamentablemente, la escuela tiene una relación muy escasa con la vida misma.

¿Cómo podrían acercarse ‘vida’ y ‘escuela’?
La experiencia de los niños debería ser el alimento de la escuela: su vida, sus sorpresas y sus descubrimientos. Mi maestro siempre nos hacía vaciar los bolsillos en clase, porque estaban llenos de testigos del mundo exterior: bichos, cuerdas, cromos, boliches…

Quería evitar distracciones.
Pues hoy un maestro debería hacer lo contrario, debería pedir a sus alumnos que le mostraran lo que llevan en los bolsillos. De esta forma la escuela se abriría a la vida, recibiendo a los niños con sus conocimientos y trabajando alrededor de ellos.

Si todo lo ponen los niños, ¿para qué necesitamos escuelas?
La escuela ofrece un método de trabajo, ofrece el cómo. El qué no es tan importante porque el contenido cambia. Hoy en día no queda nada de la geografía que yo estudié y, en cambio, nadie me enseñó a viajar, a conocer una nueva cultura. Lo que necesitan los alumnos de hoy, que serán adultos mañana -en un mañana que nosotros no podemos conocer-, son herramientas y ganas de aprender.

Para esto hace falta un buen maestro.
Claro. Un buen maestro es el que escucha a los niños, porque sabe que no están vacíos, sino que son ricos de una experiencia que él no conoce. Y si no la conoce, ¿cómo va a proponer un contenido que les resulte interesante? Cada acción educativa tiene que empezar con una escucha, para recibir a los alumnos con lo que conocen y lo que saben hacer.

¿Y qué papel juegan las nuevas tecnologías y herramientas digitales como Tiching?
Las tecnologías son un gran invento pero no hay que olvidar que son un instrumento que solo vale si el que lo utiliza es bueno. Por eso los buenos maestros no solo necesitan estos instrumentos, ¡los estaban esperando! Yo conocí a grandes maestros que si hubieran vivido estos cambios habrían dicho: “menos mal que alguien lo ha pensado, porque estábamos haciendo un gran esfuerzo”. Son aquellos que utilizaban la imprenta para hacer un diario escolar, los que organizaban correspondencia con niños de otros países…

No todos los maestros piensan así.
Un maestro que usa el libro de texto de la primera página a la última -que es una forma lineal de enseñanza-, ¿qué puede hacer con un instrumento tan plástico y tan poderoso como un ordenador? Como mucho, lo puede humillar utilizándolo como libro de texto. No serán las tecnologías las que mejorarán las escuelas. Ni tampoco las leyes. Serán los buenos maestros.

¿Qué cambiaría usted de la escuela?
Todo. La escuela es una estructura absolutamente ajena a la vida social. Dentro de la escuela tenemos el aula, un espacio abstracto que se repite exactamente con la misma forma más de 20 veces. Y lo raro es que, en ella, con el mismo mobiliario y con los mismos instrumentos, los alumnos se quedan horas y horas sentados haciendo cualquier cosa: lengua, matemáticas, arte, música…

¿Dónde deberían estar, los alumnos, si no es en el aula?
Mi propuesta es renunciar a las aulas. Me imagino una escuela hecha de laboratorios y talleres fuertemente significativos en la que son los alumnos los que se mueven, no los adultos. El recorrido de un taller a otro les ayuda a cambiar el chip y con la ambientación de cada taller se acaban de situar en la materia que les toca.

¿Cómo sería, por ejemplo, el taller de lengua?
Podría ser una biblioteca. Un lugar con libros, donde pudiéramos leer y escribir. En cambio, una clase de matemáticas sería completamente diferente, con elementos de geometría, por ejemplo. La de ciencia tendría microambientes, animales, plantas, microscopios… Y el taller de arte no se parecería en nada a todo esto, sería de colores y en las paredes habría las obras de todos los niños y niñas.

Parece divertido.
Y esto son solo los espacios internos, pero también pienso en los externos. En vez de patio, pondría una huerta. El patio de la escuela de la mayoría de escuelas parece una plaza de toros, un lugar adecuado para descargar las energías que se han cargado demasiado en actividades no reconocidas y no aceptadas por los niños. Me gustaría una escuela sin recreo, porque si en las escuelas se aprendiera jugando, no haría falta que los niños se desahogaran.

Pero los niños piden el recreo.
Si por la mañana hiciéramos una escuela de verdad, que no molestara a los niños, no haría falta el recreo. Y por la tarde podrían vivir una experiencia verdadera y con autonomía fuera de la escuela, en las calles.

La ciudad es peligrosa para los niños.
La ciudad que yo propongo, no. Se trata de la Ciudad de los Niños y debe cumplir dos requisitos. El primero es renunciar a hacer parques y otros espacios para niños. En el momento en que la ciudad inventa espacios para niños está excluyendo a los niños de los espacios que deberían ser para todos. Aunque hoy en día no son para todos, son para los coches.

De acuerdo, una ciudad sin parques. ¿Y el segundo requisito?
El segundo es garantizar a todos los ciudadanos la posibilidad de moverse en su propia ciudad con seguridad. Para conseguirlo, hay que dar la vuelta a la jerarquía. En vez de intentar mejorar el tráfico, garanticemos primero la movilidad de los peatones. Después de los peatones, nos ocuparemos de las bicicletas y luego del transporte público. Los coches tienen que ser los últimos. Dando la vuelta a la jerarquía afirmamos que los primeros y los dueños de la ciudad son los peatones.

Esto en las grandes ciudades parece imposible.
En realidad no, porque la ciudad es una suma de barrios y la mayoría de la gente no sale de su barrio. En él tienen la escuela, las tiendas, el kiosco, la farmacia… Hay que considerar este espacio, el barrio, como sagrado, y no cortarlo con nada. Si hay que poner en marcha un sistema urbano de conexión rápida, se hará bordeando los barrios.

¿Y dentro de cada barrio?
Prioridad absoluta de los peatones. Esto significa que el camino de los peatones, que son las aceras, no se puede interrumpir nunca alrededor de las manzanas. Y, para cruzar la calle, no hay desnivel para el peatón; es el coche el que sube y baja para adaptarse a la acera.

¿Quién viene después de los peatones?
Las bicicletas. Hay que adaptar la ciudad a las bicicletas: con carril bici, aparcamientos… Llegados a este punto, nos daremos cuenta de que no hace tanta falta el transporte público, porque la gente prefiere ir andando o pedaleando. Por lo tanto, vamos a ahorrar con el servicio público y podremos hacerlo de mayor calidad.

Y ya les toca a los coches.
Sí, pero como lo hemos montado todo pensando en los peatones, los medios privados tendrán una vida más complicada. Si tienes prisa, es mejor que utilices el medio público o la bicicleta. Si vas en coche, tendrás que tener paciencia, porque te espera el camino más largo y más incómodo. De esta forma, si hay un accidente las consecuencias son mucho menores.

Así los niños podrían jugar en la calle.  
¡Y esto les permitiría tener algo que contar en la escuela! Además, es muy importante que un adulto reconozca a su hijo el derecho de salir de casa

. Así, cuando vuelve, es él quien explica lo que ha pasado, sin ser interrogado. Esto le da la capacidad de enfrentarse a la novedad, a lo desconocido. Y le proporciona el gran placer de poder contar su historia.

Fuente:http://blog.tiching.com/francesco-tonucci-el-alimento-de-la-escuela-deberia-ser-la-experiencia-de-los-ninos/

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