La educación necesita situarse en los contextos cotidianos

Rafael Lucio Gil

La educación es vital para la vida de cada individuo que se completa a sí mismo en tanto interactúa con los demás generando procesos de intersubjetividad y crecimiento cognitivo, emocional y espiritual.

La educación es un factor clave del desarrollo humano y económico. Cada día más, en este mundo globalizado, la educación no se reduce a la escuela que se siente sobrepasada en las tareas que la sociedad y el estado le están delegando. Pretender reducir toda su responsabilidad a la escuela, como parece estar sucediendo, supone descargar a la familia, al sistema cultural público y privado, a las tecnologías de la información y los medios de comunicación social, de la responsabilidad que tienen que asumir y que posiblemente no están asumiendo en su deber educacional.

En cualquier caso, el peso fundamental de la educación descansa en que sus contenidos y competencias sean pertinentes, correspondiéndose con las necesidades y los contextos de vida del estudiantado, situándose en su vida cotidiana, así como en su realidad cultural, económica y humana que les acoge.

La ciencia de la didáctica moderna y la psicología del aprendizaje han investigado sobradamente que, lo que se aprende en condiciones artificiales (el aula), fuera o al margen de los contextos cotidianos en que deberá ser aplicado en la práctica, difícilmente logra ser transferido por los aprendices cuando requieran utilizarlo en sus contextos habituales.

Lo anterior plantea a nuestra educación un examen a fondo del currículum, con sus contenidos y competencias, y la preparación que tienen los docentes para presentar estos contenidos y desarrollo de competencias desde una perspectiva situada en los contextos complejos de vida de los estudiantes. Tal desafío conlleva aún mayores requerimientos para la escuela rural, dado que el currículum y los métodos de enseñanza y aprendizaje poseen un carácter genérico para todo el país sin atender las especificidades que presenta la ruralidad.

Lograr que la educación esté situada descansa en varios frentes que interactúan entre sí: la concepción y contenidos del currículum y los métodos de enseñanza que le acompañan; la formación que reciben los profesionales de la educación y sus vínculos que deben darse con el conocimiento de los contextos en que desarrollan su trabajo; los vínculos que los centros educativos poseen con las comunidades en las que desarrollan su trabajo.

Frente a estas intenciones que por lo general suelen estar tímidamente reflejadas al nivel curricular, la realidad que vive la educación en los centros educativos, se presenta bastante distante de lo esperado. Me atrevería a decir que, el principal vacío que hoy experimenta la educación del país, es el distanciamiento tradicional e histórico existente entre el conocimiento científico que se enseña en las aulas, las metodologías que se emplean y su conexión con la realidad de la vida cotidiana de los estudiantes, sus códigos culturales, y su utilidad y posibilidad de aplicación en los contextos específicos de vida.

Algunas investigaciones y observaciones realizadas sobre qué y cómo se enseña en centros educativos, reflejan una realidad muy preocupante que merece ser transformada. Persiste, en gran medida, la presencia de libros de texto descontextualizados, al margen de la cultura hegemónica del país y culturas étnicas originarias. El propio currículum y los programas que se desprenden de él, ya presentan un fenómeno interesante: mientras el primero plantea aspectos de interés con cierta mirada hacia los contextos, tales buenas intenciones se desdibujan en los contenidos y enfoques que presentan los programas, instrumentos claves que deben manejar los docentes; por ejemplo, mientras se orienta en el currículum aplicar metodologías constructivistas, los programas continúan siendo tradicionales.

La formación de maestros en las escuelas normales está sobrecargada de asignaturas, padeciendo dos males crónicos: la mayor parte de su currículum se centra en aprender las didácticas específicas, con un reducido perfil de contenidos científicos referidos a los contenidos que deberán comprender y enseñar en las escuelas; en este proceso, una formación que debiera descansar en un conocimiento profundo de los contextos y particularidades que rodean, por ejemplo, a las escuelas multigrado(rurales), no ocupa el orden de prioridad requerido.

En otra esfera, la formación que proporcionan las facultades y escuelas de educación de las universidades, resulta ser, aún, mucho más descontextualizada. La lógica básica pediría que sus currículos de formación debieran responder a las necesidades y características del nivel de la educación secundaria en el que se desempeñan sus estudiantes maestros. Sin embargo, se trata de dos tipos de currículos que no interactúan cuando las universidades desarrollan transformaciones curriculares. Ello ocasiona que esta formación docente mantenga una desconexión profunda con los contextos en que los maestros desarrollan o desarrollarán su misión.

Estos breves elementos son suficientes para explicar lo que suele suceder en las aulas al nivel nacional. Los conocimientos y las competencias que se enseñan y desarrollan, están alejados del contexto y sus especificidades culturales, lo que ocasiona aprendizajes mecánicos, sin significado, que no conectan con la realidad que les rodea. La cultura hegemónica se muestra incapaz de conectar con la cultura popular y sus códigos. Ello replantea la necesidad de una transformación educativas capaz de superar el pedagogicismo tradicional e incorpore una pedagogía crítica que ayude a formadores y maestros a establecer conexiones profundas entre el saber, los métodos de enseñanza y los aprendizajes que requieren ser fructíferos en los contextos comunitarios.

Fuente del articulo: http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/361919-educacion-necesita-situarse-contextos-cotidianos/

Fuente de la imagen: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/47/Encuentro_presencial_de_la_Especializaci%C3%B3n_Docente_de_Nivel_Superior_en_Educaci%C3%B3n_y_TIC_-_5.jpg

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Educación pública descentralizada

Guatemala/ 12 de Junio de 2016/La Hora

Por: Alfonso Mata

¿Por qué no? ¿Por qué no municipal? acaso no hay experiencias previas como en Suiza. No solo en Guatemala, en muchos países aún persiste el modelo napoleónico del monopolio estatal de las escuelas públicas; pero países como el nuestro, que vive una “emergencia educativa”, a expensas posiblemente de un enorme costo, y dando resultados negativos, el cambio del sistema es ya impostergable.

Por otro lado, la educación pública se ha politizado. Su función se ha convertido en organizar empleos mal pagados y haciendo caso omiso de la realidad de nuestro tiempo, produce en serie y para garantizar la persistencia de este estado de cosas, un magisterio que acumula una montaña de ineficiencia, guardada por los fuertes sindicatos neocorporativistas.

En este contexto, una propuesta interesante viene de un Cantón Suizo, que trabaja un sistema escolar regionalizado y que para nuestro caso, permite pensar en sistemas educativos competencia exclusiva de mancomunidades municipales que negocian entre sí, con vistas a una armonización de la enseñanza con realidades vivenciales científico técnicas más acordes a sus necesidades, sin el gobierno central para interferir en su soberanía. Esto resultaría en una variedad de modelos y experiencias que haría de la escuela nacional, un laboratorio muy interesante. Entre otras cosas, ese desmembramiento educativo, se podría hacer en función de la historia, patrones culturales y productivos por regiones y la escuela pública dejaría de ser un monopolio estatal.

Por cierto que el suizo Oskar Freysinger ha publicado un folleto que contiene diez tesis sobre la educación escolar, que nuestros maestros deberían leer y que abre una debate público sobre la escuela y su filosofía educativa. Sin entrar aquí a debates y controversias que nacen de lo nuevo, en pocas palabras las diez tesis hablan sobre: 1. La pedagogía es una ciencia humana, un arte de vivir, no es una ciencia exacta 2. Una escuela debe empujar a todos (maestros y alumnos) a dar lo mejor de sí mismos; 3. Es una enseñanza basada en contenidos; 4. La calidad de la escuela, depende principalmente de la calidad de los profesores; 5. Aboga para un regreso a las materias básicas (lengua materna, matemáticas, la lectura de obras literarias); 6. Solicita una escuela en contacto con su tiempo, pero por encima de las modas; 7. Internet es deseable y necesario, pero debe estar subordinada a la formación de un conocimiento; 8. La escuela es también una escuela de la vida (sólo si conoce y asimila los valores de la tradición, se convierte entonces en capaz de abrirse a otras visiones del mundo); 9. La escuela debe promover el conocimiento y la conciencia de otros idiomas (entre más idiomas – antiguos o modernos – se saben, más preciso y mejor se afina el pensamiento); 10. La escuela está organizada en nombre de la subsidiariedad y la descentralización.

Esas tesis deberían ser discutidas a nivel nacional no por el magisterio sino toda la ciudadanía, como un principio interesante y básico en la búsqueda de una filosofía educativa. El folletito contiene argumentos que incitan al debate como que: “No hay educación general aplicable a todos por igual”. “La dignidad humana consiste en que es única e irremplazable (…)”. La “relación humana personalizada” es lo que más facilita el rendimiento del aprendizaje. “la nivelación abajo para todos, es injusta tanto para el más fuerte como para el más débil. “Uno va a la escuela, no sólo para aprender a aprender, sino también para aprender algo.” Es tiempo de retomar el estudio de memoria, que, aparte de su valor de ejercicio mental, es también una garantía de la autonomía. Lo que tenemos en nuestra cabeza está a nuestra disposición en todo momento y nadie puede robarlo “. “Nada puede reemplazar la relación profesor-alumno que es tan antigua como la civilización.” “En un mundo donde la forma tiende a ocupar el lugar del contenido, es esencial volver a la profundidad de las cosas (…) y la escuela es el lugar donde más que en ningún otro se puede proceder a estos reajustes”.

El folleto de Freysinger está lleno de sugerencias como las expuestas y aunque parezcan muy simples, son muy densas en contenido. Vale la pena aprender de ellos y desarrollarlos, como parte de una reforma.

Fuente: http://lahora.gt/educacion-publica-descentralizada/

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