En Argentina, el 51,7% de los universitarios estudian y trabajan al mismo tiempo

América del Sur/Argentina/22-09-2019/www.diariodecuyo.com.ar

Surge de una encuesta a 13 mil alumnos y entre ellos, el 73,1% afirma que trabaja por una «necesidad económica».

La rutina diaria de Santiago Cassain (23) hoy se divide en dos partes. Por las mañanas, entre las 8 y las 13, trabaja en la empresa de biotecnología Biosidus. Come algo rápido y sale para Ciudad Universitaria, donde está completando la tesis para recibirse de licenciado en Biotecnología por la UADE. Allí se queda hasta las 18. Cuenta que empezó a trabajar y estudiar al mismo tiempo en tercer año de la carrera, en otra empresa. Y que “no siente” que el trabajo haya pesado sobre su carrera, sino que lo ayudó a organizarse para poder aprovechar mejor el tiempo.

Santiago está entre el 51,7% de los jóvenes universitarios argentinos que estudian y trabajan al mismo tiempo y -entre ellos- en el selecto grupo del 36,7% que consiguió un puesto de trabajo vinculado a su carrera. Al resto les cuesta conseguir ocupación, y más aún en algo afín a lo que estudiaron.

Este sábado fue el Día del Estudiante y una buena forma de conmemorarlo es observar la relación que tienen con el mundo laboral, y más precisamente con el empleo de calidad, ese objetivo tan deseado pero difícil de lograr para los jóvenes argentinos, según se desprende de los últimos informes sobre empleo que publica el Indec.

Una investigación realizada por el portal de empleos Bumeran a más de 13 mil personas muestra que seis de cada diez jóvenes universitarios en el país no trabajan de lo que estudian, y la mayoría de los que estudian y trabajan (el 73,1%) lo hace por necesidad económica. El 24,3%, por su parte, lo hace para “aprender y sumar experiencia”.

“Hoy, nuestros estudiantes necesitan trabajar y buscan empleo en cualquier lado. Ante la oferta de trabajo se enganchan en lo que pueden. La prioridad de ellos es terminar la carrera y después eligen más en qué trabajan”, dijo a Clarín Daniel Martínez, rector de la Universidad Nacional de La Matanza. En esa universidad del Conurbano bonaerense, el 80% de los estudiantes trabajan.

Con respecto a los que trabajan en lo que estudian, Martínez afirma que en cada carrera de la universidad es distinto. “En algunas, trabajar y estudiar puede ser positivo, porque el trabajo agrega a la formación. Pero en otras carreras más demandadas, como las ingenierías, es muy común que los estudiantes consigan buenos puestos de trabajo y abandonen los estudios. Y eso, a largo plazo, termina siendo negativo para el estudiante”. En la encuesta de Bumeran, el 58,4% admitió que se retrasó en su carrera luego de empezar a trabajar.

En la universidad UADE, que tiene 28 mil estudiantes, el 60% trabaja, y en el turno noche la cifra sube al 83%. Diego Dalman, de Relaciones con Empresas, dice que las carreras más demandadas son las tecnológicas, administración, contabilidad y turismo.

La Universidad Austral, en tanto, tiene 4.000 alumnos. María Manson, del departamento de graduados y desarrollo profesional, dice que la mayoría empieza a trabajar en el último año, y los más pedidos son los de ingeniería industrial e informática, abogacía y la licenciatura de enfermería.

Para Javier Lindenboim, economista de la UBA y director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (Ceped), “en los últimos 4 años el mercado de trabajo se deterioró. Hay más puestos de trabajo pero la composición es deficitaria: se produjo más empleo salarial desprotegido y empleo no asalariado y menos puestos de trabajo protegido. Visto de otro modo, hubo creación neta de trabajo pero de calidad deficitaria”. Y esto afecta más a los jóvenes.

“Las estadísticas de empleo que se difundieron esta semana, que son del segundo trimestre del año, muestran que aumentó el porcentaje de desempleo con respecto al año pasado pero también la tasa de empleo. Hoy en la Argentina hay más gente que quiere entrar al mercado de trabajo pero no hay lugar para todos”, afirma.

Fuente e imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/argentina/En-Argentina-el-517-de-los-universitarios-estudian-y-trabajan-al-mismo-tiempo-20190920-0085.html

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Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar? Políticas públicas para la juventud (Video)

BID / 2 de diciembre de 2018 / Autor: Banco Interamericano de Desarrollo / Fuente: Youtube

 

 

Publicado el 20 nov. 2018

¿Cuáles son las razones que hay detrás de las decisiones de los jóvenes de la llamada Generación Y cuando se separa el camino entre la escuela y el trabajo? Analizamos políticas públicas que faciliten una mejor transición de la escuela al trabajo para más de 15.000 jóvenes, de entre 15 y 24 años, en Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Haití, México, Paraguay, Perú y Uruguay. Conoce más descargando la publicación: http://www.iadb.org/millennials – ¡Suscríbete a nuestro blog! https://blogs.iadb.org/trabajo/

Fuente: https://youtu.be/yd42zE7jAlA

ove/mahv

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Educación y Revolución rusa: ellos se atrevieron

Federico Puy

Docente, Congresal UTE-CTERA

Enseñanza mixta, un gran proceso de alfabetización, la abolición de los exámenes y los premios, creación y construcción de jardines, entre otras medidas, fueron la política de la dirección del Partido Bolchevique durante los primeros años de la primera revolución triunfante.

En 1925, el educador T. E. Segalov escribió, “La forma en que una sociedad dada protege a la niñez refleja su nivel económico y cultural existente”. A 100 años de la magnífica revolución que llevó a la clase obrera en Rusia a construir su propio estado, y la visión avanzada de los dirigentes del Partido Bolchevique, tuvo su repercusión directa en la organización de la educación en una nueva sociedad basada en la expropiación de los medios de producción.

Muchas las medidas más inmediatas fueron pensadas en los primeros años de la revolución, los años más creativos, y eran tomadas como medidas transicionales hacia una nueva sociedad por construir (y sobre los estivos de una vieja sociedad por sepultar), que era el comunismo y la liquidación de las clases sociales.

Los primeros pasos de la revolución

El primer paso es la creación, en noviembre de 1917 del Narkompros, el Comisariado Popular de Educación que como primer medida nacionaliza todas las instituciones educativas y decreta la separación Iglesia – Escuela (Estado) y la unificación del sistema escolar. Anatoli Vasílevich Lunacharski, fue nombrado el primer Comisario del Pueblo para la Educación y la tarea organizativa central que afrontaba era la administración del sistema escolar.

Aquí se formularon los principios básicos de la reforma de la enseñanza y creó gran cantidad de guarderías como educación pre escolar (muy avanzado para la época), y una incipiente construcción de jardines de infancia llevando la educación obligatoria a partir de los 3 años de edad combinado con colonias infantiles.

En las primeras medidas del Partido Bolchevique, se preparaba una inmensa revolución política y pedagógica. Como primera medida, se construyó desde el estado obrero un gran plan de alfabetización. Esto se entiende con los datos sobre analfabetismo del régimen Zarista, que a finales del siglo XIX supera el 78% de la población.

Para los bolcheviques, el problema del analfabetismo como uno de sus principales retos a superar. Por lo tanto, todos los jóvenes y trabajadores que supieran leer y escribir fueron movilizados en un gigantesco plan de alfabetización (mayormente al campo), junto con la publicación de colecciones populares de los clásicos para ser vendidos a precio de costo. Los obreros que sabían leer y escribir jugaron un rol clave.

Otra de las medidas más importantes ni bien la toma del poder, es el establecimiento de la escolaridad mixta y se le dio a la educación un carácter politécnico y colectivo.

La revolución abolió los exámenes y decretó que las escuelas fueran regidas por un consejo del que formaban parte los trabajadores del establecimiento, los representantes de las organizaciones obreras locales y los estudiantes mayores de doce años. Bastaron pocos meses de poder obrero, para que se proclamara la gratuidad de la enseñanza universitaria. También se anularon los deberes y los exámenes así como las gratificaciones en forma de medallas de oro y plata.

El Narkomprós sostuvo que el sistema educativo debería hacer posible que el hijo de un obrero industrial fuera obrero en una fábrica, o director de una industria, o miembro de la Academia de Ciencias, sin que la elección profesional quedara restringida desde una edad temprana. Esto significaba educación general universal tanto a nivel de primaria como de secundaria. Descartaba la posibilidad de la temprana especialización profesional en las escuelas y del aprendizaje de oficios por los niños en edad escolar.

De este modo, la Escuela única de Trabajo, de acuerdo con el programa del Narkomprós, era politécnica, pero no profesional, enseñaba una diversidad de oficios manuales sin especializar en ninguno de ellos ni proporcionar una preparación profesional ni comercial.

Los niveles educativos se distribuían desde los tres a los ocho años como educación preescolar en los jardines de infancia (que incluía también para los más pequeños guarderías, ya que la mujer trabajaba igual que un hombre y no podía dedicarse en exclusividad al cuidado de los hijos). El siguiente escalón sería la escuela primaria, que en este periodo se hace obligatoria, desde los ocho a los quince años (lo que se denominó “educación escolar de siete años” en comparación con los planes quinquenales del gobierno para la economía).

Cuando los bolcheviques llegaron al poder en 1917 estaban convencidos de que bajo el socialismo la familia “se extinguiría”. Imaginaron una sociedad en la que los comedores comunales, las guarderías y lavanderías públicas reemplazarían el trabajo no remunerado de las mujeres en el hogar, a sabiendas que son las mujeres las que cargan principalmente con la tareas domesticas, y con la crianza de los niños. Esta eliminación de la carga del trabajo doméstico sería un aspecto clave de la liberación de la mujer en la revolución. El problema de la infancia y de la educación, tenía como punta de lanza la emancipación de la mujer de las tareas domésticas y entre ellas, de la crianza de los hijos.

Según León Trotsky, la intención integral de los revolucionarios era el de crear “…un sistema acabado de servicios sociales: maternidades, casas cuna, jardines de infancia, restaurantes, lavanderías, dispensarios, hospitales, sanatorios, organizaciones deportivas, cines, teatros, etc. La absorción completa de las funciones económicas de la familia por la sociedad socialista, al unir a toda una generación por la solidaridad y la asistencia mutua, debía proporcionar a la mujer, y en consecuencia, a la pareja, una verdadera emancipación del yugo secular.” [1]

A 100 años de la Revolución Rusa, vemos lo avanzado de las ideas socialistas de los dirigentes del Partido Bolchevique en los primeros años, encarnados en las figuras de Lenin y Trotsky y de tantos otros que dieron su vida por estos ideales. Sabemos que no se trata de repetir mecánicamente en nuestros tiempos esta experiencia, sino de poner en valor su herencia para las revoluciones que tarde o temprano vendrán [2]. Quedará para otro artículo los retrocesos en este terreno en el período Stalinista, y el análisis de las diferentes corrientes pedagógicas en puga en la Rusia Revolucionaria.

En Argentina, son 715.484 los chicos de 5 a 15 años realizan trabajo infantil y el 47,7 por ciento de los hogares con niños y adolescentes no cubren la canasta básica y que 5,6 millones de niños son pobres y, de ellos, 1,3 millón está en la indigencia. Mientras que más tres millones de chicos y chicas de entre 45 días y 5 años que no van al jardín. Un gran flagelo a la infancia.

Queremos cambiar de verdad el mundo tal como hicieron los Bolcheviques, expropiando a los expropiadores y rompiendo las cadenas del capital. Esta pelea no puede darse sino a través del mismo proceso mediante el cual la clave obrera se organiza y toma conciencia, y construye su propio partido. Por ello mientras luchamos por la transformación de la educación, al mismo tiempo luchamos por la emancipación de la clase trabajadora. Queremos transformar la sociedad para cambiar la escuela, y transformar la escuela para aportar en la lucha por otra sociedad.

Fuente:

https://www.izquierdadiario.es/Educacion-y-Revolucion-rusa-ellos-se-atrevieron

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La escuela productiva y el valor del trabajo

 

El modelo de escuela productiva, siempre ha tenido en su largo historial enemigos y detractores, inclusive muchos de sus maestros de forma deliberada enfrentan dicho modelo, pues este modelo no escapa de la concepción del hombre en su conjunto y del modelo de sociedad que se aspira a construir y del ciudadano que se aspira a formar desde las aulas abiertas de una escuela inmersa en la comunidad y sus problemas.

Cuando Simón Rodríguez, por allá en 1823 arribo a Santa Fe de Bogotá, en busca de su amigo Simón Bolívar, muchos de los personajes de la época, le escucharon sin entusiasmo su proyecto educativo; habló de la necesidad de hombres nuevos, de sembrar ciudadanía en las escuelas, de enseñar a trabajar y producir, Afirmando categóricamente convencido de que “sin educación nueva, la independencia estará siempre en peligro”.

Simón Rodríguez, tuvo la ingeniosa y osada idea de hacer la escuela en un edificio destartalado, levantaron las paredes derruidas, cambiaron puertas y ventanas, acondicionaron el local y le coloco un letrero llamativo que generó contradicción entre el mantuanaje: CASA DE INDUSTRIA PÚBLICA.

Ante las intenciones del intrépido Maestro, los mantuanos le miraban desconcertados y decían que no mandarían  a sus hijos  a una escuela que los pongan a trabajar pues eso podrá servir para los mestizos y orilleros pero no para los hijos de nosotros los señores.

La intención era fundar una escuela nueva, una escuela distinta, una escuela donde los niños y jóvenes además de aprender a leer, escribir y contar, aprendan a trabajar y producir, aprender a valerse por si mismos, donde se siembren ideas de transformación, donde se aprenda la evolución de la semilla, de la raíz del fruto de los ideales.

En ese sentido, el Sistema Educativo Bolivariano fue diseñado para dar respuesta a la formación de un nuevo ciudadano y una nueva ciudadana acorde con el nuevo modelo de sociedad propuesto en los lineamientos políticos del gobierno del Comandante Chávez, respondiendo con ello al nuevo modelo de desarrollo social, político, cultural y económico sustentado en los Planes de Desarrollo Económico y Social e incorporado en el plan de la patria (el original) Esta nueva concepción educativa se orienta a un modo de vida que centra su fuerza y su empuje hacia el desarrollo del equilibrio social, a través del trabajo liberador, la cohesión y equidad territorial y la conformación de un mundo multipolar para la reconstrucción de la sociedad.

Es bueno recordar, como una visión estratégica, que luego del paro y sabotaje  petrolero del año 2002 y 2003, en esa lamentable circunstancia, nació dentro del concepto y praxis de escuela productiva el programa TODAS LAS MANOS A LA SIEMBRA, el cual contempla la importancia de la siembra y cultivo de la tierra y la siembra de la nueva soberanía; este programa a pesar de ser un lineamiento del Ministerio del Poder Popular Para la Educación según resolución 024 publicada en gaceta oficial número 39158 de fecha 15 de abril de 2009 ha sido si no, desatendida, su eficacia ha sido mermada o limitado en su accionar.

La escuela productiva será realidad cuando lo productivo no sea sólo ilusión óptica, y  se observen huertos y materos que configuran una escuela acicalada y con buen rostro. La escuela productiva tiene necesariamente que llenar ese vacío aún existente, donde estudiante, docente y comunidad asignen la valoración requerida del trabajo liberador desde la escuela, desde la familia, echando las bases de la nueva cultura del trabajo.

En consecuencia, se requiere  la escuela que su accionar vaya mucho más allá de la siembra de un determinado rubro de producción agrícola, que promueva un nuevo proceso de siembra, de un nuevo modo de vida, que su acción pedagógica supere al surco de la tierra; es la siembra de la nueva ciudadanía, de la nueva soberanía, la cosecha de los mejores ideales que formen hombres y mujeres en la comprensión y transformación amplia de la vida; sin duda que ese surco que se abra en cada lote de terreno también hará brillar el pensamiento de una juventud que asume su compromiso desde los inicios escolares que encienden como   antorcha la senda del conocimiento.

*Miembro del Frente Socialista de la Educación “Alfredo Maneiro”

hriverat1@hotmail.com

 

 

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El Trabajo Infantil desde las voces de los Movimientos de Niños, Niñas y Adolecentes Trabajadores

Una mirada a la perspectiva crítica del Trabajo Infantil

Venezuela/Febrero 2016/Autora: María Magdalena Sarraute.

En las sociedades hegemónicas se ve el trabajo infantil como problema social, se ha rechazado permanentemente y hoy en día sigue siendo así en éstas sociedades. Sin embargo, los movimientos de Niños y Niñas y Adolescentes Trabajadores del Sur desde los años 80 abrieron las miradas de este fenómeno social, recuperando así su voz e imagen y pusieron en entredicho la lucha por el mandato de erradicación que de forma imperativa impulsa la Organización Internacional del Trabajo al criminalizar el trabajo de niños(as) y jóvenes.

Hoy en día existe mayor cantidad de niños, niñas y adolescentes que asumen responsabilidad económica y social para su familia y ellos o ellas mismas. Cada vez son menos los niños y niñas que no cuentan con experiencias laborales, aumentando así la data y el papel sustantivo que tienen ellos y ellas en los procesos de producción y reproducción de las sociedades.

El trabajo infantil cuenta con diferentes significados para los niños y niñas. Liebel, (2003) menciona que “Dependen de las condiciones en las que trabajan y de sus recursos individuales y colectivos para la interpretación y superación de sus experiencias. Estos recursos dependen hasta cierto grado del entorno cultural y social en el que viven y se desarrollan los niños y niñas. En este contexto, culturas de trabajo y la existencia de movimientos sociales de los niños trabajadores y en favor de ellos y sus derechos, son de gran importancia” (p.200). Desde esta perspectiva se pone en tela de juicio el modelo de infancia burgués- europeo  que busca distanciar a los niños, niñas y adolescentes de la vida laboral y encriptarlos en área de protección pedagógicas. Es importante sentarse a re- pensar que si existe un nuevo modelo que incluye a los niños y niñas en la sociedad, es para su beneficios, ya que serán reconocidos como sujetos que tienen los mismos derechos y el mismo valor que los adultos para la autodeterminación de su vida.

Permanentemente existen contradicciones sobre ésta situación, ya que por un lado, hay quienes mencionan que el trabajo infantil se desarrolla en condiciones informales, que los niños, niñas y adolescentes están expuestos a explotaciones y riesgos, pero hay otros, que mencionan que ellos y ellas aseguran su derecho a una vida digna sin pobreza y mayor autonomía trabajando.

Asimismo, Liebel (2003), nos dice que con la globalización y con el uso de las tecnologías, se van desvaneciendo los límites de la organización laboral de manera que surgen nuevas mezclas entre la esfera de trabajo y de vida, entre el tiempo de trabajo y el tiempo libre. Estas están relacionadas con una “re-subjetivización” de la sociedad, que carga sobre los hombros de cada individuo más responsabilidad para la reproducción y la planificación de su vida.

Entonces, surgen  nuevas formas y áreas de actuación para y de los niños, en los que se los requiere como sujetos activos, y en los que los límites entre trabajo y actividades de ocio o educativas y actividades de compromiso social ya no están tan definidos. Si bien es cierto, que este hecho aumenta el riesgo para los niños de ser instrumentalizados y explotados, también tienen más posibilidades de diseñar su vida bajo su propia responsabilidad.

Para concluir ésta primera mirada del Trabajo Infantil, se presenta a continuación la Declaración Final del IX Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores que se desarrolló en Paraguay en marzo de 2015, para que podamos dimensionar sus voces, desde sus experiencias y vivencias.

Declaración Final del IX Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores

“(…) Desdecelebremos-el-dia la ventana de mi trabajo yo veo una segunda familia que me escucha, que me acompaña, que se siente con mucha alegría esta segunda familia es la organización que se construyó con el paso del tiempo (…)”

Desde la ventana de mi trabajo yo veo Poema colectivo de niñas, niños y adolescentes del MOLACNATS

Asunción, Paraguay Marzo 2015

Nosotros los niños, niñas y adolescentes trabajadores de Latinoamérica y del Caribe, con motivo de la celebración de nuestro IX Encuentro Latinoamericano con sede en la ciudad de Asunción, Paraguay del 1 al 7 de marzo del 2015, saludamos con alegría y fraternidad a los pueblos de todo el mundo, en especial a niños, niñas y adolescentes trabajadores. El MOLACNATS recoge más de 35 años de lucha en la defensa de los derechos de las infancias, y cuenta con presencia actual en 9 países, donde ha mantenido la continuidad en la transmisión de experiencias entre adultos, jóvenes, niñas y niños, de generación en generación de forma sistemática.

En este marco se realizó el Foro Internacional Infancia y Trabajo, dos nudos culturales en profunda transformación, los días 2 y 3 de marzo teniendo como sede la Universidad Iberoamericana donde tuvimos la oportunidad de debatir y compartir experiencias de vida, llegando a puntos de encuentro sobre la valoración crítica de nuestro trabajo.

Valoramos y reconocemos el proceso de lucha de nuestros compañeros y compañeras de los movimientos de NATS de Bolivia para tener un Código de la niña y el niño que nos reconoce como trabajadores y que genera políticas de protección contra la explotación, de la misma forma como un aporte crítico encontramos vacíos importantes en el Código y confiamos que en el proceso de reglamentación puedan ser atendidos con la participación de niños, niñas y adolescentes trabajadores.

Por invitación del MOLACNATS la Organización Internacional del Trabajo (OIT) regional como un espacio de escucha respetuosa, con una presencia virtual del funcionario de la OIT y ante la falta de respuestas a las preguntas y propuestas de los NATs, sentimos que no hemos avanzado en el objetivo del diálogo y la confrontación respetuosa, pero como movimiento seguimos apostando al diálogo. Nos ratificamos en el rechazo al concepto de trabajo infantil porque se vincula exclusivamente con la explotación generando una confusión y exigimos se reconozca nuestro derecho a trabajar en condiciones dignas.

Así también saludamos y aceptamos la invitación de la relatora para los derechos del niño, niña y adolescente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para la participación en una audiencia temática donde se aborde el tema diferenciando entre niñas, niños y adolescentes trabajadores y explotación.

Agradecemos la participación de organizaciones sociales, instituciones públicas, privadas, estudiantes y colaboradores internacionales sumados a la lucha por la defensa de los derechos de los NATS en América latina.

Durante el encuentro se analizó, debatió y eligió como nuevo secretariado del MOLACNATS a la CONNATS de Paraguay para los próximos tres años 2015-2018, ratificando la estructura de cuatro NATS, un secretariado ejecutivo y un colaborador latinoamericano. La CONNATS es un movimiento de bases, con una constante participación política como quedó demostrado al participar en espacios de articulación de todos los movimientos de los sectores populares en Paraguay.

Definimos un Plan de acción para el periodo 2015-2018 de acuerdo a la planificación estratégica con tareas específicas que estaríamos realizando durante estos 3 años para poder encaminar la lucha para promover y defender los derechos de niñas, niños y adolescentes trabajadores en la construcción de una sociedad igualitaria con respeto hacia los derechos humanos y tengan un buen vivir.

Felicitamos a las compañeras y compañeros de Ecuavyfnats (Ecuador virtudes y fortalezas de niños, niñas y adolescentes trabajadores) que ahora ya es miembro pleno del MOLACNATS, cabe recalcar que la organización y la lucha que viene realizando como movimiento es desde el año 2008, asimismo rechazamos la acción progresiva de erradicar el trabajo infantil y la aplicación de sanciones a las instituciones que apoyan y promueven la defensa de los derechos de la infancia trabajadora.

Nos pronunciamos por qué se deje de criminalizar la juventud, la pobreza y las luchas sociales, populares y campesinas.

En el caso de Paraguay reivindicamos la lucha histórica contra el despojo, afirmando que sin tierra no hay trabajo ni vida.

Denunciamos que en Argentina, así como en otros países hermanos se está dando la constante estigmatización y asesinatos por parte de la policía a niñas, niños y adolescentes que viven en las zonas pobres. Acompañamos la lucha de las compañeras y docentes en la búsqueda de justicia y aparición con vida de Johana Chacón, de 15 años de edad, víctima de redes de trata y desaparecida desde el año 2012.

Ratificamos nuestra denuncia ante el asesinato de nuestro hermano de 13 años José Luis Tlehuatle Tamayo a manos de la policía del estado de Puebla, que hasta el día de hoy sigue impune y el gobierno del estado se niega a cumplir con las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México para alcanzar una justicia efectiva. Nos sumamos a la campaña de entrega de cartas en las distintas embajadas de México en el mundo que fue propuesta durante el homenaje que se realizó en el museo de la memoria en Paraguay.

Reiteramos nuestro saludo, compromiso y cariño con la señora Elia Tamayo, mamá de José Luis que nos acompañó en este encuentro, su familia y los compañeros de lucha que desde México acompañan el caso

¡Los NATS lo dicen y tienen la razón, SÌ al trabajo DIGNO y no a la explotación!

¡Alerta, alerta, alerta que camina, los NATS organizados por américa latina!

Firmas de aprobación de los participantes.

Referencias:

LIEBEL, Manfred (2000): La Otra Infancia. Niñez Trabajadora y Acción Social. Lima, ed. Ifejant.

LIEBEL, Manfred (2003): Infancia y Trabajo. Para una mejor comprensión de niños y niñas trabajadores de diferentes culturas y continentes. Lima, ed. Ifejant

http://molacnats.org/index.php/documentos/documentos-del-molacnats/299-declaracion-final-del-ix-encuentro-latinoamericano-y-del-caribe-de-ninas-ninos-y-adolescentes-trabajadores

Fuentes de las fotos: http://www.codehica.org.pe/actualidad/mas-respeto-tu-trabajas-yo-tambien

Ver noticias sobre el rechazo al trabajo infantil para contrastar las miradas publicadas en el Portal OVE, continente Asiático.

Autora:

María Magdalena Sarraute Requesens. Doctorado en Ciencias de la Educación, Magister en Desarrollo Curricular, Licenciada en Relaciones Industriales y con cursos de postgrados no conducentes a grado académico. Co-creadora de diferentes escuelas de postgrados. Diseñadora y evaluadora curricular de cientos de programas de pre y postgrados. Docente – Investigadora Educativa del CIM y reconocida por el PEII en la Categoría B, Coordinadora General del Centro Nacional de Investigaciones Educativas, Integrante de la SVEC e Integrante Fundadora de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.

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