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Con 12 años abrió una escuela en el patio de su casa y da clases a niños necesitados

América del Norte / México / 08.01.2019/ Fuente:  nation.com.mx.

Junto con su abuela, el ‘profe Nico’ construyó una escuela en su patio para ayudar en la educación de más de 30 niños. Una iniciativa digna de admirar.

A pesar de que solo cuenta con 12 años, los 36 alumnos de Leonardo Nicanor Quinteros obedecen con precisión las instrucciones de su pequeño maestro. El niño eligió ayudar a otros chicos de los humildes barrios Las Piedritas I y II, ubicado en Pocito, en San Juan (Argentina). Por ello, creó la escuela “Patria y Unidad” en el patio de la casa de su abuela hace cuatro años.

Fue un 7 de julio del 2014 cuando “el profe” Nico, como lo conocen, decidió empezar su aventura en la Educación. Solo tenía ocho años. “Patria por los colores de la bandera y Unidad porque es lo que queremos de los niños”, explica, con mucha timidez, el pequeño profesor.

Patria y Unidad: la escuelita más famosa

“Patria y Unidad” no tiene reconocimiento oficial, claro está, pero los alumnos aprenden. Y todos en Pocitos, enclavada a unos 20 kilómetros de la capital de San Juan, reconocen la ubicación precisa de la escuelita ubicada en el patio de la abuela Ramona. Policías, maestros, kiosqueros y niños pueden señalar tranquilamente, con mayor o menor precisión, dónde está.

La pobreza reina en la escuelita de Leonardo Nicanor Quinteros

Además de la solidaridad y las ganas de enseñar de Nico, la pobreza es otra protagonista del lugar. En Patria y Unidad, las puertas son dos elásticos de camas viejas. Las paredes, de cartón, chapa y nylon. Adentro los espacios son mínimos: tres aulas, de dos por dos, divididas por telas que hacen las veces de cortinas. Cada sala tiene su pizarrón y un tacho de lata donde se guardan pequeños trozos de tizas. Hay un jardín de infantes, donde los niños se sientan en ladrillos alrededor de una mesa. “Vienen niños de dos años… Allí primero empiezan jugando”, explica con naturalidad Nico. Las otras dos aulas son para grados superiores (1° y 2° una y 5° y 6° otra). Afuera están los bancos para los estudiantes de 3° y 4° grado, además de un mástil con la bandera argentina y hasta una campana para llamar al recreo.

La jornada de estudios en la famosa escuela

Nico atiende sus propias obligaciones escolares en las mañanas. Por ello, el horario escolar de Patria y Unidad inicia a las 2:00 p.m. y termina a las 6:00 p.m., aunque a veces pueden extenderse algunas horas más. La gran mayoría de los 36 alumnos son niños que buscan reforzar los conocimientos que adquieren en sus escuelas. “Pero puede venir cualquier persona, y no sólo los del barrio”, declara Nico durante entrevista al diario argentino Clarín.

El niño se toma su labor de profesor muy en serio. “Están aprendiendo, no vienen a jugar”, dice. Y quien puede testificar acerca de lo estricto que es el pequeño maestro es Mirta Donoso, quien tiene 40 años y es la mayor de la clase.

“A veces le pregunto si una cuenta está bien o mal, sino me pone un uno así de grande”, narra la mujer que camina más de media hora bajo el sol para llegar a la escuela. “Mimí” relata, entre lágrimas, que gracias a Nico ya puede escribir su nombre.

La construcción de un sueño

La historia del pequeño profesor se difundió en marzo y, desde entonces, los premios y los reconocimientos se multiplicaron. Sin embargo, el sueño de Nico es ampliar su escuela: “Me dijeron que iban a construir un salón para dar clases, la idea es que el año que viene ya esté listo”, se entusiasma.

Sin embargo, como no había novedades de las promesas de apoyo que le dieron al niño, su abuela Ramona decidió ayudar en la construcción de los anhelos educativos de su nieto: pidió un crédito para comprar materiales de construcción para iniciar con el mejoramiento de la infraestructura de “Patria y Unidad”.

Fuente de la noticia: http://nation.com.mx/accion-social/12-anos-abrio-una-escuela-en-patio-casa-da-clases-a-ninos-necesitados/

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Escuela y barrio

Por: Lucía Mbomío.

 

El Cervantes es uno de esos ‘coles gueto’ a los que nadie quiere ir. Entre sus consecuencias está que la ratio de alumnado por clase sea bajísima

“Cuando yo era pequeño, los profesores daban clase sobre una tarima y había que llamarles de usted”, dice Julián, docente de lengua en el Centro de Educación Infantil, Primaria y Secundaria Cervantes. Nuria, compañera de profesión, comenta que por eso intentan ser el profe que nunca tuvieron.

La pedagogía pretérita era cuestionable, a algunas ya no nos tocó sujetar libros contra la pared, pero no se atendía ni se entendía la diversidad como ahora. El recreo podía ser más salvaje que el más salvaje de los oestes y no tanto por las peleas como porque antes no teníamos un suelo blando para amortiguar las caídas. Yo diría que el 80% de mis cicatrices nacieron en el cemento del Vicente Aleixandre, un colegio que ahora es un parking, porque la natalidad es inversamente proporcional al número de coches. O no, pero ya me entienden.

De eso ya han pasado muchos más años de los que me gustaría y toca hablar del presente y de cómo se ha producido una evolución en las escuelas para adaptarse a un mundo diferente.

El Cervantes está en Alcorcón, aunque Carmen, otra de sus docentes, prefiere decir que está situado extramuros del Municipio, puesto que se erige al otro lado de la frontera natural que es el puente de la Renfe, lejos de todo. Julián explica que se trata de un ‘cole gueto’, de esos a los que nadie quiere ir. Lo cual demuestra que la distancia no tiene tanto que ver con los kilómetros, como con las murallas invisibles que se han levantado para apartarles.

Entre sus consecuencias está que la ratio de alumnado por clase sea bajísima. Nuria, que imparte la asignatura de inglés, comenta que en una clase de 2ºde ESO tiene únicamente catorce estudiantes de ocho nacionalidades distintas y que en otra de 1º de secundaria, solo diez, provenientes de una decena de países. Antonio, el de Historia, apunta que los debates mediáticos sobre educación se encallan en asuntos superficiales, cuando uno de los pilares educativos debería ser lograr que hubiera menos personas por aula.

Salma, una ex alumna del Cervantes, de origen marroquí, quedó entre las quince mejores de la Comunidad de Madrid en el concurso de matemáticas Pangea y en 2018 el centro recibió el Premio Nacional de Educación para el Desarrollo Vicente Ferrer. Detrás de estas cifras, hay esfuerzo, creatividad, vocación y una convicción que se ha traducido en la implementación de multitud de programas. Los hay centrados en el medio ambiente y también en la convivencia, como el de mediación, en el que las y los propios estudiantes interceden para resolver los conflictos que se producen en las aulas, evitando así que se den casos de bullying. Nos lo cuentan Eric y Domilena, que se sienten felices ayudando. Y se nota. Buena parte del alumnado no tiene la oportunidad de pasar tiempo con su familia porque trabajan muchas horas al día, de modo que en la escuela sienten que están en casa y en ella, reciben charlas como la de la monologuista feminista Pamela Palenciano o la visita de la laureada fotógrafa Angélica Dass, de cuyo proyecto, Humanae, ha donado una parte al centro.

Las etiquetas, tanto en las personas como en la ropa, es mejor cortarlas porque molestan y casi nunca sirven para nada.n

Fuente del artículo: https://elpais.com/ccaa/2019/01/04/madrid/1546596566_514120.html

 

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A perderse entre la urbe «A uno le toca doble discriminación por ser indígena y no hablar bien el español y no entender el inglés»

Por: Ilka Oliva Corado

Es medio día de un día de julio de verano infernal, los observo por la ventana que da a la calle mientras subo las escaleras de la casa donde trabajo; sus cuerpos bañados en sudor, con piocha en mano abren una zanja por todo el lateral de la casa para arreglar una tubería. En la mañana había llegado el dueño de la empresa, un polaco de unos 60 años, a hacer acto de presencia solamente. Se subió en su pick up de doble tracción de modelo reciente y se fue.

Sirvo dos vasos de agua con hielo y salgo a dárselos mientras les pregunto cómo van con el calor. –¿Usted vive aquí? –me preguntan asombrados al verme latinoamericana. –No, yo trabajo aquí, soy la sirvienta, bueno, soy la niñera pero ustedes saben que niñera y sirvienta es la misma cosa –les comento mientras les doy los vasos de agua-.

Resultan ser de Guatemala, del occidente, hablan español con dificultad; es un tío y su sobrino, el tío de 35 años que se vino hace 18 años y el sobrino de 16 años que vino hace 6 meses. Colocan los vasos de agua a un costado de la zanja y siguen uno picando con la piocha y el otro paleando.

Veo al sobrino esforzándose con la pala mientras pienso que a esa hora tendría que estar en la escuela, el tío me lee los pensamientos y me dice: –Se vino siguiendo a mi hijo que se vino un mes antes que él, se criaron juntos y parecen uña y mugre, pero mi hijo no quiso venirse conmigo y se fue con su mamá, entonces éste vino a dar aquí conmigo porque prácticamente yo lo crié, su mamá es mamá soltera, el papá se vino y se hizo perdidizo y dicen que está en California y que allá tiene otra familia, pero ya la otra semana se va con mi hijo porque no pueden vivir separados y además no aguanta el trajín del trabajo. Para más vino él a verme y no mi hijo.

–Pero su hijo –-le digo– ha de tener sus razones, usted se fue lejos y estuvo ausente, la presencia física no estuvo. –Pero lo llamaba todos los días por teléfono y yo traté de estar lo más cerca de él pero la distancia me lo impidió, si yo hubiera podido viajar otra cosa hubiera sido –contesta Antonio.

Antonio, piel quemada por el sol, está vestido con dos camisas; una playera y otra camisa a cuadros manga larga que le cubre los brazos, tiene puesta una gorra para cubrirse parte del rostro, su pantalón de lona y zapatos de suela gruesa enlolados hasta la altura de la manda del pantalón. José, el sobrino está vestido con esas playeras de moda que en Guatemala matarían por tener una, la tiene también llena de tierra, el estilo del pantalón también varía grandemente con el del tío, definitivamente son generaciones distintas.

–Qué dura la vida del pobre, ¿verdad Antonio? –le digo mientras me repeso sobre la pared de la casa sintiendo el calor del verano en la piel-. –Mirá, –me dice sin soltar la piocha–, yo me vine de patojo y dejé a mi hijo de 6 meses porque quería que no viviera mi misma pobreza, quería que él y mi esposa tuvieran casa, tuvieran agua potable, zapatos, que tuvieran comida en la mesa y por eso me vine. Yo quería que mi hijo fuera a la escuela y que no se quedara bruto como yo, que me tocó trabajar desde niño en las fincas con mis papás y mis hermanos.

–Aquí he hecho todo tipo de trabajo, hasta lo que no te imaginás, porque a uno le toca doble discriminación por ser indígena y no hablar bien el español y no entender el inglés; en los trabajos de construcción siempre me ha tocado el trabajo duro porque piensan que puro lomo soy, que no me canso, pero me canso y mucho. Y como pude fui mandando dinero para la casa, todas las semanas, todos estos años; 3 trabajos tengo desde que vine, no paro, yo trabajo de lunes a domingo en lo que sea, soy mil usos: unos días poniendo baños, otros pintando casas, otros arreglando jardines, poniendo pisos, techos, lo que salga y bien matado termino. ¡Y las humillaciones que me hicieron mientras yo trataba de aprender el trabajo! Porque nadie me enseñó, nadie le quiere enseñar a uno el trabajo, yo solito lo fui aprendiendo observando, a puro ojo aprendí.

A Antonio le pasó lo que le pasa a la mayoría de los indocumentados, que piensan que vienen por 1 o 2 años y terminan quedándose porque al llegar se dan cuenta que no es tan fácil como les habían contado y que para enviar una remesa hay que tener por lo menos 3 trabajos y que para lograr entender un poco el trabajo y aprenderlo y también movilizarse tienen que pasar por lo menos 8 años.

Vivimos en un apartamento 11 de allá del pueblo, todos dejamos a nuestras familias allá y trabajamos así en conjunto cuando se puede para ayudarnos con la gasolina y que todos tengamos ahí aunque sea para una tortilla con algo.

Antonio trabaja en un empresa de construcción de un polaco que solo llega con sus hijos, robustos, bien saludables, a revisar el trabajo que hacen personas indocumentadas como Antonio y su sobrino José. Los que hacen el trabajo más difícil y más sucio siempre son los latinos indocumentados.

–Mirá y les hice casa y no sirvió de nada, –continúa Antonio desahogándose– porque lo que yo no quería pasó, se vinieron de todas formas a sufrir aquí como uno. Mi esposa se vino con una prima a trabajar en el corte de verduras y frutas y anda de estado en estado por temporadas, no tiene casa, se va con los jornaleros en grupos y duermen en las fincas en las galeras, 3 semanas aquí, un mes allá y así se anda todo el país. Soy un hombre fracasado, de nada me sirvió venirme.

–¿Y piensa regresarse?

–No, solo que me deporten, ¿a qué me voy a regresar? Si lo que yo quería se deshizo.

Como Antonio hay miles, la migración forzada deshace las familias, las rompe de por vida. Tarde o temprano los hijos de los migrantes indocumentados también emigran, muchos por su cuenta, otros a dar con sus padres y al llegar que se dan cuenta que no hay lazo que los una y que son personas extrañas en realidad; y es así como terminan viviendo en lugares distintos y otros mudándose de estado como el caso del hijo de Antonio.

–¡Les hice casa! –vuelve a repetir Antonio- y ahora se vino mi hijo y anda allá cortando verduras, como si para eso me vine a sacrificar yo –deja la piocha a un lado, toma el vaso de agua y descansa un momento, el sobrino que solo ha estado escuchando cabizbajo también se detiene.

–¿Y cuáles son tus sueños? –le pregunto al sobrino. –Pues lo mismo que mi tío, trabajar duro para que mi hijo pueda ir a la escuela. –¿También tenés hijo? –Sí –contesta con voz tímida. José tiene apenas 16 años.

–Quiero trabajar y que tengan casa –continúa– y que él vaya a la escuela y que termine la universidad. Yo quiero ahorrar un poco para poner un negocio y regresarme.

–¿Era como te lo habían contado? Nada, la gente le miente a uno, Estados Unidos no es como la gente llega contando.

En José se ha repetido la historia de su tío Antonio, y así se repiten millones más, la migración forzada es eso: un nudo ciego.

Antonio dice que él es el único que les ha dicho la verdad sobre vivir en Estados Unidos sin documentos pero que la necesidad es grande y que por esa razón gran parte de la juventud de su pueblo ha emigrado y solo se han quedado los abuelos. Porque padres e hijos han agarrado para el norte a perderse entre la urbe. Aquí se pierde todo vos, -me dice Antonio- todo se pierde, uno ni llorar puede más, hasta de llorar hasta cansando.

Recojo los vasos y los dejo trabajando bajo el sol abrasador del verano estadounidense y regreso a mi trabajo, mientras camino hacia la puerta, se quedan repicando las palabras de Antonio: “aquí se pierde todo vos, todo se pierde”. Y es verdad.

De historias como la de Antonio y José, como la de su esposa y su hijo está lleno este gran establo, donde los indocumentados somos las reses que llevan al matadero.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=250499

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España: La universalización de la educación infantil, a debate en el primer encuentro de Educación Transformadora

Europa/España/25 Diciembre 2018/Fuente: ABC

La educación infantil, la que va de los 0 a los 5 años, ha cobrado especial relevancia en los últimos tiempos. Desde el anuncio del Gobierno de su universalización, ha vuelto a la palestra el debate: ¿cómo debería ser la educación para los más pequeños?, ¿qué modelos son los que mejor preparan para los retos del mañana? ¿quién o quiénes son los responsables del fracaso o del éxito escolar?

Este ha sido el eje central de una mesa redonda organizada por la escuela infantil « English for Fun» (que actualmente celebra su 10º Aniversario). Esta escuela americana con sedes en Madrid y Pozuelo de Alarcón tiene como pilares fundamentales la educación de las primeras etapas del desarrollo y otro de los clásicos suspensos de la educación española: el inglés.

Mediante un método propio desarrollado por su fundadora, la norteamericana Jill Stribling, esta escuela enseña inglés y forma en valores a niños y niñas desde hace 10 años en Madrid. Desde su punto de vista, la educación y los que se dedican a ella tienen el honor y el deber de cambiar el mundo: «Si no amas tu profesión y no consideras que tu trabajo puede cambiar el mundo a través de la educación, déjalo», señala Jill.

En esta mesa redonda se han dado cita profesionales de la innovación y del marketing, políticos, educadores y pedagogos para debatir sobre el presente y futuro de la educación. Se han planteado cuestiones como el fracaso de los métodos tradicionales, el papel de la tecnología en las nuevas formas de educar y enseñar, los retos a los que se enfrentarán los líderes del mañana y qué proyectos se están llevando a cabo para afrontar y preparar a los más pequeños para estos retos.

En este sentido, José Luis Arbeo, director del proyecto «Aprendemos juntos» de BBVA y director de Marketing operativo de la entidad, ha arrojado luz sobre el asunto. Ha dejado patente que las marcas son actores con una deuda con la sociedad. «Las grandes marcas tenemos un deber. Debemos realizar una aportación contributiva a la sociedad». El primer objetivo del proyecto de la entidad ha sido «poner la educación de moda». Y en una segunda fase, ya han comenzado a proveer de recursos a docentes de toda España, poniendo talentos nacionales e internacionales a disposición de la educación.

Otro de los temas que no podían pasar por alto los ponentes es el de la ya mencionada universalización de la educación infantil. María Luz Martínez Seijo, diputada del PSOE, secretaria ejecutiva de Educación y Universidades de la CEF-PSOE, comentaba lo «fundamental que es apostar por un ambicioso plan de formación del profesorado». Integrar la tecnología en el aula será también una prioridad en el presente y el futuro: «Los alumnos deben de tener una alfabetización digital absoluta». Por último, María Luz señalaba la necesidad imperiosa del esfuerzo que debería realizar la Administración Pública para disponer de los recursos humanos necesarios en favor de la educación infantil.

¿Y qué papel deberían jugar los propios niños en la educación? Beatriz Lucas, coordinadora de programas educativos de Radio Escuela M21 del Ayuntamiento de Madrid comentaba «hay que darle más fuerza a los docentes, empoderarles y reforzar la función tan vital que desempeñan y esto pretendemos desde nuestro programa ‘Cero en Conducta’. A su vez, hay que darles voz a los niños, escucharles, saber cuáles son sus intereses». De eso trata precisamente uno de los programas que ella coordina, Alumnos-Radioactivos, en el que «ellos son poderosos, ellos eligen qué música escucha Madrid, ellos sienten que tienen un altavoz desde el que se les escucha de verdad».

David Cervera, subdirector de innovación de Educación de la Comunidad de Madrid, ponía de manifiesto la importancia de aprovechar la tecnología en favor de la educación. No dejar que el valor que aportan los docentes se quede en la clase: «Lo que hagan tiene que salir de las aulas, darse a conocer, interconectarse con familias y con otros centros». De igual forma, «estamos ante la primera generación con educación bilingüe y aún así faltarían seis años para finalizar con el plan a 20 años desarrollado por la Comunidad de Madrid», matizaba David Cervera.

Otra de las grandes conclusiones de esta mesa ha sido que la innovación y la creatividad jugarán un papel fundamental para la superación de los retos de hoy y del mañana. Juan Pastor Bustamante, que lleva más de 20 años investigando y desarrollando estas áreas, afirmaba que necesitamos y más aún necesitaremos «gente que piense en soluciones creativas en diferentes sectores. La creatividad debería incorporarse en la enseñanza de materias como las matemáticas y las ciencias». Y no sólo desde el punto de vista de la educación: la creatividad, según Juan, es la industria del futuro.«El motor económico de las sociedades del s.XXI será la creatividad».

Las norteamericanas April Stout Heather Porteous han aportado también un punto de vista diferente sobre la educación española. Con su experiencia en el sistema educativo de los Estados Unidos y el contraste con su rodaje en nuestro país, Heather comentaba «nos han querido inculcar que no todos somos inteligentes, y eso no es verdad».

Por último, y después de hablar tanto sobre tecnología, salía el tema de la naturaleza. ¿Hasta qué punto es importante que los más pequeños no pierdan el contacto con ella? A esta cuestión respondía April «la cuestión es: ¿cuánto puede enseñarnos la naturaleza?». Y en lo que todos los ponentes coincidían es en que la naturaleza puede enseñarnos mucho. «La fragilidad de la vida y el desarrollo, la interacción y la importancia del entorno, entre otras tantas cosas», puntualizaba April.

En lo que han coincidido todos los invitados a esta mesa redonda, es en que el paradigma educativo debe cambiar, en la misma medida en la que la sociedad ha cambiado en las últimas décadas. Sin que ello signifique defenestrar absolutamente todo lo que hace referencia a la escuela tradicional, sino quedándonos con lo mejor del modelo que ha imperado en los últimos 50 años. Para combinarlo de igual manera con lo mejor de los métodos alternativos. Los líderes del mañana van a hacer frente a problemas totalmente nuevos, industrias que aún no existen, tecnologías disruptivas que todavía ni imaginamos. Y para ello deben de disfrutar de una educación centrada en el pensamiento crítico, las competencias, la creatividad y la inteligencia emocional. Y por lo expuesto en esta mesa redonda, parece que esa es la dirección en la que vamos.

Fuente: https://www.abc.es/sociedad/abci-universalizacion-educacion-infantil-debate-primer-encuentro-educacion-transformadora-201812220244_noticia.html

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La educación pública está en peligro

Por: El foro de Sevilla

Queremos escuchar a todos los políticos decir que la educación pública en nuestro país está blindada y no corre ningún peligro. Porque todos los niños y niñas tienen el mismo derecho a disfrutar de una escuela con la misma calidad y plural (Foro de Sevilla).

La modernización conservadora que plantea la derecha quiere que se rompa el derecho a la educación y se convierta en un derecho de mejor escuela para las familias de clase media y alta, y que continúe la reproducción social más fuerte que nunca. Estamos entre los cuatro países europeos que tienen una mayor oferta de plazas en centros privados a través del régimen de conciertos que se creó con la LODE en el año 1985. En concreto España ocupa el tercer lugar de Europa en escuela privada-concertada en primaria (con un 28,5%) y el cuarto lugar en educación secundaria (con un 30,7%) (Eurydice, 2015).

Desde el curso 1990-1991 hasta el curso 2010-2011 (20 años después) las unidades escolares han aumentado un 30,4% en centros públicos y un 45% en centros privados, lo que muestra que, aunque la privada-concertada naciera con la vocación de ser un complemento de la pública, habría ido creciendo en toda España y sobre todo en las comunidades gobernadas por ejecutivos de tendencias conservadora-liberal (PP y nacionalistas).

Dos hechos han sucedido recientemente que nos vuelven a poner en alerta acerca del peligro que corre la educación pública en nuestro país. Se pretende reforzar y acelerar un proceso de desmantelamiento nuevamente y generar una gran desconfianza de todo lo que es público.

Uno es el Decreto que prepara Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid, para que los centros privados puedan acceder al sistema de conciertos en las enseñanzas no obligatorias, en bachillerato y Formación Profesional. Que sirve para afianzar y asegurar las políticas de esta Comunidad que ya ofrecían ayudas a las familias que matriculan a sus hijos en las escuelas privadas.

No podemos olvidar que el aumento de la privatización de la educación secundaria ocurrió cuando se amplia con la Logse en dos años la etapa y se reducen las ratios, recurriendo a un periodo transitorio para la ampliación y adecuación de conciertos a estas enseñanzas.

El segundo hecho, la prioridad del PP para negociar con Ciudadanos el gobierno de Andalucía con la rebaja fiscal y el impulso a la educación concertada. Expresado como “el blindaje de los padres para elegir la educación que quieran para sus hijos”. Tema en el que será fácil llegar a acuerdos por la similitud programática en estos temas.

Esto no es algo nuevo porque el PP en las comunidades que ha gobernado ha creado nueva normativa para modificar el espíritu de la LODE cambiando la ampliación de las zonas de influencia, la inclusión de la proximidad al lugar de trabajo, la reducción relativa del peso de la renta familiar o la posibilidad de que los centros contemplen criterios propios de admisión.

La elección de los centros, que siempre ha sido una obstinación de la derecha, es otro de los elementos clave para avivar la competencia y para ello nada mejor que hacer públicos rankingsde centros educativos, que ordenan los resultados de las evaluaciones y ofrecen información a las familias. Como ya se ha hecho también en comunidades autónomas donde ha gobernado el PP. Todo ello conduce a la creación de centros de diferente categoría y a una mayor desigualdad. Se realiza una selección del alumnado, excluyendo los centros privado-concertados a aquellos que pertenecen a los entornos socio-económicos desfavorecidos y, especialmente, a los inmigrantes.

Los centros concertados, sin embargo, no muestran una mayor eficiencia en sus resultados, como informa PISA. La escuela privada-concertada, contrariamente a los criterios de rentabilidad y eficacia con los que se propaga, no ofrece una mejor calidad de aprendizaje y, por supuesto, no ofrece equidad. Las políticas de gestión empresarial y privatizadoras conseguirán centros con desiguales estándares de aprendizaje, en los que la libertad de elección sirve para clasificar en segmentos sociales.

En servicios o bienes que deben tener la misma calidad y proporcionar los mismos derechos básicos para todo el mundo, como es la educación, se genera una creciente diferenciación entre centros que tendrá como resultado una segregación del alumnado que contribuye a la desigualdad de nuestro sistema educativo.

La segregación escolar por nivel socioeconómico conduce a una segmentación del sistema educativo en el que existe una clara diferenciación entre la experiencia escolar a la que acceden la mayoría y la que está reservada a las élites. En España el índice de inclusión social del alumnado, que refleja que en la escuela conviven alumnos y alumnas plurales y diversos, ha pasado de 74 puntos en 2012 a 69 en 2015, ocupando la antepenúltima posición de los países de la OCDE en Europa y la quinta por la cola de toda la OCDE (Rogero, 2017). España segrega por la distribución del territorio (con un sur más pobre), la educación privada (tercer país en Europa con un 32%), clasificación interna en los centros de secundaria por niveles educativos, programas de bilingüismo y de bachillerato de excelencia, que son nuevas formas de ‘apartheid’ dentro de las mismas escuelas y, finalmente, con políticas de elección de centro.

Hemos de evitar dar poder al mercado y a la libre competencia sin ningún tipo de control o regulación por parte del Estado olvidando que el mercado codicioso nunca se preocupará del bienestar común. La educación necesita ser pública para garantizar la formación de una ciudadanía plural con objetivos sociales, bienestar común y cumpliendo el derecho a la educación de nuestra Constitución.

El mercado nunca se preocupará de una oferta de calidad y adecuada para todos porque su objetivo es el negocio y la rentabilidad económica y hemos de preservar y continuar luchando por una educación pública de calidad porque si no se convierte en subsidiaria de la privada y profundiza la brecha social.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/12/19/la-educacion-publica-esta-en-peligro/

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“El ApS forma vínculos entre el alumnado y la realidad que la escuela tradicional no genera”. Entrevista a Nieves Tapia

Entrevista/23 Diciembre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación

Nieves Tapia es un referente mundial de Aprendizaje-Servicio. Hablamos con ella en una entrevista a tres bandas con dos medios más, sobre los beneficios del ApS, que define como «la única reforma educativa que crece de abajo arriba».

Nieves Tapia, uno de los principales referentes en el mundo cuando se habla de Aprendizaje-Servicio (ApS), ha venido a España invitada por la Red Española de Aprendizaje Servicio, la fundación Educo y la Editorial edebé para participar en el XI Encuentro Estatal de ApS y en la entrega de los Premios ApS, que tendrán lugar este viernes en Coslada. Tapia atiende a El Diario de la Educación junto a otros dos medios.

Esta mujer polifacética ha visto la educación desde casi todos los ángulos. Fue docente, pasó por el Ministerio de Educación y es la actual directora del programa de ApS argentino. Tapia, entusiasta del ApS, va salpicando su discurso con ejemplos para ilustrar lo que cuenta, y se deshace en alabanzas para el ApS, al que apenas ve aspectos negativos. “Se aprende mucho más al servicio de los demás y haciendo cosas para los demás que sentados aburridos en un aula”, explica. Y le da una vuelta a un argumentario tradicional y universal para explicar por qué las escuelas deberían practicarlo. “Como padres siempre nos preocupamos de qué futuro le vamos a dejar a nuestros hijos. Pero también tenemos que preocuparnos de qué hijos les vamos a dejar al futuro de nuestros países, que van a enfrentar problemas que requerirán mucho conocimientos y muchas herramientas para solucionarlos”.

¿Cómo de distinto o similar es el ApS en España y Argentina?

Creo que son muy semejantes. Básicamente, España tomó inspiración de lo que se venía haciendo en Argentina y América Latina y lo adaptó a su contexto cultural, distinto. La historia educativa de nuestros países también es distinta, pero las prácticas de ApS son muy semejantes. Hay una diferencia que tiene que ver con los contextos. En América Latina hay una mayoría de proyectos ApS protagonizados por niños y adolescentes de contextos muy vulnerables que desde su propia pobreza y sus situaciones límite generan respuestas a la comunidad. Quizá en España sea más fácil que lo hagan niños con sus necesidades satisfechas, al menos las principales. Pero también hay experiencias de adolescentes con situaciones muy complejas. Nosotros optamos por enfatizar el aprendizaje servicio solidario, quizá porque cuando empezó este movimiento en Argentina y otros países de América Latina a finales de los años 90 había una necesidad de tomar distancia con el modelo service learning norteamericano, porque “servicio” en castellano no es lo mismo que “solidaridad”. Había una necesidad de enfatizar que no estábamos promoviendo las usuales beneficencias asimétricas y verticales contribuyentes al mantenimiento del status quo. Queríamos educar en una auténtica solidaridad de encuentro, de transformación, de búsqueda de una sociedad más justa.

Las autoridades argentinas, ¿se toman en serio y respaldan estas prácticas?

En Argentina había estas experiencias de ApS en algunas escuelas, aunque no supieran que los pedagogos las llamaban así. La iniciativa partió del Ministerio de Educación, con una recomendación de hacer proyectos de ApS que inició una línea de políticas de capacitación docente, formación, etc. En Argentina hay una larga tradición desde el estado federal, y muchas provincias tienen sus propios programas. Hay muchas universidades que, poniéndole distintos nombres, tienen ApS. Incluso la Universidad de Buenos Aires está empezando a implementar que sea obligatorio pasar por algún curso o proyecto antes de graduarse. Dicho esto, como sucede en política, ha habido altibajos. Cuando la crisis el Ministerio redujo sus presupuestos y no hubo. Pero uno de los logros importantes del ApS es que, siendo una política que empezó en 1996, ha tenido continuidad. No siempre es una política central, por tanto, pero es una política de Estado a estas alturas.

En el caso de España es muy interesante cómo empezó fortaleciéndose en las distintas comunidades autónomas y ha tenido historias distintas en cada una. Una fortaleza del caso español es que hay muchos municipios directamente involucrados. De hecho, en los inicios en el País Vasco fue Portugalete quien empezó. El apoyo ha sido muy fuerte en las comunidades. Que el secretario de Estado de Educación venga a la entrega de los premios me parece una señal interesante.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha sido criticada por rebajar la exigencia en su anteproyecto de reforma de la Lomce por permitir obtener la secundaria con un suspenso. Ella ha replicado que no hay nada peor que quebrar la autoestima de un chico y muchos se lo tomaron a broma. ¿El ApS ayuda con esto?

Cualquiera que sepa de pedagogía sabe que la autoestima es el elemento indispensable para que un niño se crea capaz de aprender, de tener un proyecto de vida con una escolaridad eficaz y que se sienta capaz de hacer cosas. Cualquiera que sepa de educación sabe que es importante. En el caso del ApS, si hay algo que quedó demostrado desde los primeros estudios que se hicieron, en los años 70, es que tiene impacto en todos los estudiantes, sean del nivel social que sean y tengan las condiciones que tengan. Obviamente, esto es más impactante en los niños y adolescentes en situaciones de mayor vulnerabilidad. Una de las primeras sorpresas que tuvimos en Argentina cuando se convocaba el Premio Presidencial es que se presentaban muchas escuelas especiales, que prestaban servicio a su comunidad. ¡El taller de panadería de un barrio abastecía de pan a la residencia de ancianos! Hay más ejemplos. Este cambio de rol, dejar de ser beneficiarios, acompañados, de recibir servicios de otros para pasar a darlos, da una dignidad enorme y fortalece enormemente la autoestima. Lo mismo pasa con los niños más pobres, que en general son vistos por las políticas educativas como beneficiarios. En cambio, en los proyectos ApS son protagonistas, y hay mucha investigación que muestra el impacto en la disminución del abandono, en un mayor compromiso con el aprendizaje, incluso en pensar en continuidad en estudios posteriores. En la experiencia de Argentina, Chile o Uruguay, donde se ha focalizado el ApS en poblaciones vulnerables, ha habido resultados muy positivos.

¿Especialmente interesante entonces para la última etapa de Secundaria, que es cuando se da más el abandono escolar?

La primera experiencia de Chile se centró en los institutos que tenían más abandono y tuvieron resultados muy significativos.

En España se habla mucho, se hizo sobre todo cuando se instauró la Lomce, de que la educación tiene una orientación muy economicista. ¿El ApS va en dirección contraria?

Una de las magias del ApS es que permite en el mismo proyecto abordar simultáneamente contenidos disciplinares, competencias para la ciudadanía y para el mundo del trabajo también. Antes hablábamos de bajar los listones… La realidad es que se necesita saber mucho más para cambiar un poco la realidad que para aprobar un examen. Todos tenemos la experiencia de los alumnos que estudian para aprobar. Y eso es una motivación muy débil que para muchos niños no tiene sentido. Pero cuando tienes que aprender a hacer algo porque eso tiene que servirle a otro y tiene que funcionar, el aprendizaje se convierte no solo en más motivante, sino en más exigente. Se hizo un estudio que decía que incluso en los test estandarizados los alumnos que han hecho ApS sacaban notas un 10% mejor que sus compañeros que no. No hay contradicción entre la legítima búsqueda de darles a los jóvenes herramientas para su inserción en el mundo laboral con que necesitamos gente que sepa usar sus servicios para el bien común. Que sepan ser buenos trabajadores, pero también buenos ciudadanos. El ApS da este plus en el que sí, aprendemos lo que dice el currículo, pero además formamos en valores y para la ciudadanía, formamos vínculos entre los estudiantes y la realidad que la escuela tradicional no genera. Incluso en las universidades los estudiantes se quejan de que las instituciones educativas son más teoría que práctica y que a la hora de aplicar los conocimientos en el mundo laboral puede ser complicado. Por eso una de las ventajas del ApS es este vínculo tan directo entre teoría y práctica.

¿El ApS es extrapolable a cualquier situación y/o alumno?

Es muy maleable el ApS y cumple funciones distintas según el contexto. A los adolescentes y jóvenes más privilegiados, como me dijeron unos alumnos de una escuela privada, el ApS les obliga a salir del tupper. A quien vive en una realidad aislada, que incluso se relacionan más de manera virtual que real, el ApS le es muy útil. Sea en los niveles sociales que sea, siempre funciona. En los sectores más vulnerables se apunta a fortalecer la autoestima y su capacidad de resiliencia frente a las dificultades y en los sectores más privilegiados se incide en que asuman responsabilidades de su condición de privilegio.

En cuanto a las asignaturas, no he encontrado ningún campo en el que no pueda aplicarse. En una universidad que visité tenían un proyecto en la asignaturas Pavimentos. Habían hecho un estudio muy interesante demostrando que la fórmula que había desarrollado la ciudad para pavimentar no era la más adecuada para ese clima y estaban desperdiciando dinero. Era un proyecto maravilloso.

Ha hablado de metodologías activas. ¿Cuál es el plus que ofrece el ApS frente a otras que están de moda ahora? ¿O queréis huir de la etiqueta, precisamente?

Hoy parece que todos necesitamos hablar de innovación educativa. Si somos honestos intelectualmente, muchas de las grandes cosas que se presentan como innovación… El aprendizaje basado en proyectos está cumpliendo un siglo. Es innovador porque los sistemas educativos arrastran una inercia tremenda del SXIX. Pero de ahí a que sea nuevo… Hay una familia de innovaciones pedagógicas que ya tienen un siglo que estamos redescubriendo y readaptando a las condiciones del sistema educativo del SXXI porque vemos que funcionan y son útiles. En ese sentido ubicaría el ApS está emparentado con otras pedagogías. Comparto mucho una cosa que dice José Puig, de la Universidad de Barcelona, que dice que es una innovación que articula cosas muy familiares. La realidad es que las escuelas, las universidades, históricamente han desarrollado actividades vinculadas al entorno. Lo novedoso es cómo se articula lo que se hace dentro de la escuela y lo que se hace fuera. Lo que es innovador, original, que revoluciona muchas cosas es que la comunidad se vuelve espacio de aprendizaje, desafía lo que pasa en el aula y lo que pasa en el aula no se queda en el aula. En ese sentido, la diferencia del ApS no es solo lo que pasa en el aula, también pasa en el territorio. Y eso cambia muchas cosas: cambia su impacto en cuanto a la formación ciudadana, en cuanto a la formación en valores, pero también cambia su impacto educativo.

Hablamos mucho de las ventajas y aspectos positivos del ApS. ¿Tiene aspectos negativos?

Hay algunas prevenciones y algunos riesgos. El principal riesgo es que la sociedad vea estos proyectos como una forma de usar a los jóvenes como mano de obra barata. Pero para que sea ApS tienen que aprender haciendo la tarea. El otro riesgo que tiene es que si no hay una buena reflexión sobre la práctica, y toda la bibliografía sobre la cuestión recomienda mucho incorporar momentos de reflexión sobre el tema, se puede caer en un activismo ingenuo que lleve a encarar las problemáticas sociales de manera equivocada.

En cuanto a las prevenciones, diría que el ApS se puede hacer en ámbitos rurales o urbanos, escuelas ricas o pobres. Pero siempre se necesitan docentes convencidos. Es muy difícil imponer que se desarrolle un proyecto de ApS si los docentes no están convencidos. Se puede hacer ABP porque te lo manden, y mientras sigas las instrucciones probablemente funcione. Pero un proyecto solidario exige un acompañamiento personal del docente y transmitirlo, y eso no se puede hacer si no se cree en ello. Es una opción personal. Hay un autor que dice que el ApS es la única reforma educativa que siempre crece de abajo para arriba. Aunque sea importante el apoyo del estado, si no están los docentes dispuestos a abrazar esta propuesta y decir: “Me interesa formar ciudadanos”, no sucede. La buena noticia es que los docentes que se implican en estas cosas las encuentran muchos más enriquecedoras que la docencia tradicional.

¿Cómo casa esta no imposición con la obligatoriedad de la que hablaba antes?

En todos los casos en los que se impone, la obligatoriedad es para los alumnos, no para los docentes. Siempre hay margen. En Argentina, tras la nueva ley de educación de 2006, se abrió la opción de poner proyectos obligatorios para al menos un curso. Quién es el docente coordinador de esto es un acuerdo entre la dirección de la escuela y los docentes. Dicho esto, un factor crítico en el momento de establecer políticas de obligatoriedad es formar a los docentes y darles a conocer la pedagogía, darles herramientas. Cuando se acerca la propuesta y se muestran buenas prácticas, para los docentes es muy entusiasmante. Pocas cosas convencen tanto a un docente como ver que a otro docente le funcionó. En general el ApS se difunde no tanto a través de los grandes catedráticos como difundiendo las buenas prácticas. El Premio, por ejemplo, es una forma mucho más eficaz que todo lo que podamos escribir los especialistas porque un docente lo ve y puede pensar: “Esto lo puedo hacer en mi clase, con mis alumnos”. Pero es verdad que la obligatoriedad plantea desafíos, como mantener la motivación, y que no sea una tarea a hacer solo porque es obligatorio.

¿Cómo bajaría el ApS al aula?

A nivel internacional hay modelos muy distintos y depende mucho del sistema educativo. El ApS tiene que funcionar dentro de un sistema y de una institución. Si un centro educativo tiene mucha tradición de investigaciones científicas, el tránsito más lógico para el ApS sería ver cómo las investigaciones científicas pueden proponer soluciones concretas para problemas de la comunidad, y utilizar la misma infraestructura que usa para la investigación científica para ello. Somos muy reacios en general al modelo enlatado. Pero los modelos varían mucho. En EEUU el modelo habitual era, por el currículum flexible que tienen ellos, generar cursos de ApS. En sistemas más tradicionales o disciplinares, como en América Latina, el ApS entra dentro de una de las disciplinas, aunque entronque con otras.

Hablaba antes del no mantener el status quo. ¿Se crean redes entre centros o se da que un centro que pueda ser etiquetado de gueto, por ejemplo, pero con un buen proyecto de ApS atraiga otro tipo de alumnado?

El ApS puede ayudar a cambiar una cierta cultura. Doy un ejemplo muy argentino. Hay toda una tradición de la ciudad de Buenos Aires de apadrinar escuelas rurales. Es horriblemente paternalista. El ministerio desarrolló un programa llamado “Escuelas Hermanas”, en el que se hacía intercambio y se aprendía mutuamente del proyecto solidario del otro. Conocer otras circunstancias, este intercambio, fue muy beneficioso para ambas escuelas.
Nosotros llevamos haciendo el seguimiento de algunas escuelas que llevan 25 años haciendo ApS. Una de esas escuelas, en la provincia de Mendoza, estaba en la franja de escuelas en peor situación educativa de Argentina por su tasa de abandono, de rendimiento. Empezó a hacer ApS y lo más llamativo fue que bajaba el abandono. Después lo que empezó a pasar, y esto es un ciclo que hemos visto en muchos casos, empezó a aumentar la matrícula porque la comunidad empieza a ver que ir a esa escuela tiene sentido. También porque empieza a atraer estudiantes de familias que ven que es una buena escuela. Ahora mismo es una de las cinco mejores escuelas de su provincia y ha ganado varios premios. Pero no es un proceso que pase en 15 días, pero los resultados son significativos.

Ha mencionado antes que el ApS es de abajo arriba y que por eso funciona muy bien. Ahora estamos en España con una reforma de arriba abajo con el cambio de ley. Usted ha trabajado en el Ministerio. ¿Qué impacto tienen las reformas desde arriba?

Antes del Ministerio fui docente. Pasaba en el autobús por delante del Ministerio y pensaba: “Si el Miniserio fuera mejor…”. Luego, cuando estuve en él, me di cuenta de que si las políticas no convencen a los docentes, muchas veces quedan en los papeles. Los funcionarios nos podemos hacer ilusiones de que hicimos grandes cosas, pero sin los docentes no tienen impacto. Mi experiencia como funcionaria fue que es muy importante aprender lo que pasa en las escuelas, y el Premio Presidencial y las buenas prácticas fue una manera de reconocer que muchos docentes hacían ApS antes de saber nada de los pedagogos norteamericanos. He aprendido mucho más de acompañar esas experiencias que de leer teorías. Cuando las políticas logran aunar lo que pasa desde abajo con lo que hay arriba, funcionan. Porque también he visto que lo de abajo, sin apoyo desde arriba, es endeble. Para el ApS son necesarias estas alianzas.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/12/14/el-aps-forma-vinculos-entre-el-alumnado-y-la-realidad-que-la-escuela-tradicional-no-genera/

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Argentina se alista para una nueva marcha contra la ideología de género en las escuelas

Redacción: Aciprensa

El sábado 15 de diciembre se realizará la 2º Marcha Nacional contra la ideología de género en las escuelas de Argentina.

La manifestación es organizada por la agrupación de padres Con Mis Hijos No te Metas Argentina (CMHNTM) y tiene por objetivo rechazar la introducción de la perspectiva de género en el currículo escolar, con un decreto que obliga su aplicación.

En Argentina existe la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) desde octubre de 2006. Sin embargo, luego del rechazo a la legalización del aborto por parte del Senado de Argentina, las presiones para implementar una educación sexual en las escuelas fueron en aumento con el pretexto de evitar los embarazos no deseados, abortos clandestinos, enfermedades de transmisión sexual, entre otros temas.

El decreto exige abordar “sin excepción” cinco ejes conceptuales en los distintos niveles escolares. Estos son “cuidar el cuerpo y la salud, valorar la afectividad, garantizar la equidad de género, respetar la diversidad y ejercer nuestros derechos”.

Al respecto, la coordinadora nacional de CMHNTM, Nancy García, precisó que los padres están de acuerdo con una ESI “centrada en la integridad de la persona, pero sin ideología de género en las aulas, ya que es extremadamente peligrosa y dañina para la formación de niños y jóvenes”.

La manifestación “apunta principalmente al decreto que vuelve a tocar la ideología de género en los distintos niveles escolares y en forma obligatoria para las provincias. No estamos de acuerdo con esta política de Estado, queremos que haya pluralidad de visiones y la mayor parte de la población de argentina, el 75%, se considera cristiana”, aseguró.

La primera marcha nacional se realizó el pasado 28 de octubre en todo el país y convocó a millones de familias y distintas agrupaciones a favor de la vida y la familia.

En Buenos Aires, el “familiazo”, como también le llaman a la marcha, se realizará a las 4:00 p.m. (hora local) frente al Congreso de la Nación.

Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/argentina-se-alista-para-una-nueva-marcha-contra-la-ideologia-de-genero-en-las-escuelas-60193

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