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Argentina: Los lazos de Ciencias de la Educación con la comunidad

América del Sur/Argentina/21 Mayo 2017/Fuente y Autor:rionegro 

La Secretaría de Extensión de la facultad lleva adelante diversos proyectos que surgen, en muchos casos, de la demanda de las escuelas de la región.

En las iniciativas participan docentes, estudiantes y graduados. Se abordan aspectos educativos pero también de la psicología.

La Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias de la Educación forma lazos permanentes con la comunidad a través de sus proyectos. Durante todo el año, docentes, graduados y estudiantes realizan diversas actividades en las escuelas y también en otros espacios de Río Negro y Neuquén. “La finalidad de la extensión universitaria es la vinculación con la sociedad”, expresó la secretaria de Extensión, Silvia Hafford.

La Universidad Nacional del Comahue, a través de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología, recibe las demandas de escuelas públicas y privadas de la región. Los grupos trabajan constantemente con los docentes y estudiantes de distintos niveles. A través de los proyectos, se abordan aspectos educativos y también de la psicología.

Las iniciativas que surgen de cada carrera se presentan en septiembre ser trabajadas el año siguiente, explicó Julio Dello Russo, trabajador no docente de la secretaría.

Uno de los trabajos es el de educación intercultural, que está formado por un equipo de docentes, estudiantes y graduados de la facultad y también por educadores de las comunidades mapuches de Neuquén. Este proyecto, explicaron, se trabajará en Andacollo y Ruca Choroy.

“Pensar y hacer ciencias en escuelas rurales” es otro de la iniciativas aprobadas . Hafford explicó que se trata de contenidos de ciencias naturales pero “situados en demandas y necesidades de la zona rural”. El objetivo, detalló, es trabajar sobre alimentación, huertas y contaminación de los ríos. Este proyecto de extensión se pondrá en marcha en las escuelas rurales 121 de La Falda, 142 de María Elvira y la escuela 45 que está ubicada en Cuatro Esquinas, todas en Cipolletti.

Los proyectos de la carrera de Psicología surgen de las reuniones de cátedra y muchos son para abordar problemáticas que se dan, por ejemplo, en el ámbito educativo. Tanto Hafford como Dello Russo mencionaron que los diagnósticos hechos de manera temprana en los niños, como sucede con el trastorno de atención, es un aspecto que se tiene cuenta. “Es bastante frecuente. Es un tema que merece la pena preocuparse”, señaló.

“La idea es poder ofrecer respuestas a las problemáticas que aparecen como más relevantes en la sociedad y el ámbito de la educación”,

expresó la secretaria de Extensión universitaria, Silvia Hafford.

El proyecto “Pensar y hacer ciencias en escuelas rurales” trabaja en huertas, alimentación y contaminación de los ríos.

Fuente de la noticia: http://www.rionegro.com.ar/cipolletti/los-lazos-de-ciencias-de-la-educacion-con-la-comunidad-BL2827074

Fuente de la imagen: http://www.rionegro.com.ar/documents/1/0/660×435/0c33/660d370/none/12350/IKKK/image_content_8386765_20170519160238.jpg

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Escuelas rurales que van olvidado sus raíces de antaño

19 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Roosevelt Andrés Ramos Osuna

Las escuelas rurales no pueden dejar de lado la ancestralidad de sus orígenes en el campo.

En muchos casos en nuestras instituciones educativas colombianas, los estudiantes son asumidos como estudiantes regulares homogenizados; pero es deber del docente realizar lecturas de contexto de las realidades actuales que acontecen alrededor de las comunidades educativas, pero la historicidad misma debe hacernos desde lo educativo mismo convocar el devenir histórico para repensar nuestras Instituciones educativas.

El sujeto no es el mismo y mucho menos el estudiante urbano y rural. Este último tiene unas condiciones de vida opuestas al contexto de vida urbana porque ha sido afectado por las condiciones campesinas de sus familias que le han inculcado el amor por el trabajo de campo, por la naturaleza, por el estudio. Pero esas condiciones rurales de antaño han mutado, ya no son las mismas, se han alienado y ahora la modernidad llena de sitios turísticos, de casas campestres y chalets hacen que la ruralidad de antaño se esfume, porque el joven rural no piensa en el otro, no quiere estudiar, ni continuar con las actividades ancestrales de sus familias como conservar su entorno o aprender más de su familia, sino, por citar un ejemplo, trabajar en nuevos oficios rurales como mesero en un hotel rural y otras actividades que han invadido los espacios de producción agropecuaria y han desplazado las mejores tierras de producción agraria por la modernidad y sus múltiples amenazas mercantilizadas.

Ese capitalismo es también mental, pues las prácticas sociales en los pueblos y ciudades tienden a permear las prácticas sociales en la zona rural donde la mentalidad de las últimas generaciones de jóvenes rurales es la migración a los centros poblados para encontrar y capotear la miseria, la delincuencia, la prostitución, entre otras necesidades donde las oportunidades son mínimas en cuanto a calidad de vida para las familias.

Los recursos naturales juegan un papel de augurio en la educación, puesto que al tener contacto con la naturaleza y sus componentes bióticos y abióticos las aulas de clase pueden salir al campo, hacia el sector rural.

Esta es una problemática social, que a lo mejor termina con la migración rural, pero que desde el currículo se puede contribuir a su solución y optar porque no se convierta en un círculo vicioso a largo plazo. Para que la problemática no sea también educativa, se quiere es que la escuela no sea repetidora social y cultural del sector urbano como lo hacen los medios de comunicación que venden lo urbano como la última espectacularidad. Se requiere de un currículo validado por sus actores hacia la transformación de lo rural y donde los saberes campesinos sean potentes, activos y dinámicos en la comunidad educativa mediante el diálogo de saberes y la tradición oral porque en estos momentos para el joven estudiante rural es más importante un artefacto tecnológico como la tableta o el celular que las historias de vida de sus familias, los relatos, los cuentos, los mitos y leyendas rurales que van acompañados de la idiosincrasia, las costumbres y tradiciones agropecuarias.

Es tarea de la Institución educativa llenar esos vacíos cognitivos porque la verdad, hablar de escuela rural y campesino presenta divergencias y vacíos. Esto se debe en parte a que las asignaturas del currículo no están adaptadas para el contexto y tejido social rural, no hablan en consenso, además las asignaturas no enseñan para la vida del campo como la soberanía y seguridad alimentarias, las semillas nativas, la agroecología y el perjuicio de los agrotóxicos y la revolución verde enmarcadas en el proyecto ambiental escolar (PRAE).

Estrategias

Los recursos naturales juegan un papel de augurio en la educación, puesto que al tener contacto con la naturaleza y sus componentes bióticos y abióticos las aulas de clase pueden salir al campo, hacia el sector rural. Ahí el saber popular, el clima de familiaridad, la hospitalidad y las relaciones sociales de las comunidades rurales cumplen con la serenidad desapercibida del currículo académico que convoca las aulas expandidas[1]. Conocer los modelos productivos de los agricultores y productores agropecuarios facilita encontrar resonancias y, por qué no, disonancias con el aprendizaje. Es así que el proyecto ambiental escolar (PRAE), facilita generar espacios de aprendizaje al incluir y convocar los escenarios o ambientes naturales de aprendizaje que el estudiante y sus familias ya conocen, así como la problemática ambiental tan álgida y creciente estimulando el pensamiento crítico y cuestionado realidades que son reconsideradas. De tal modo que los docentes de la institución han modificado su pensamiento que han cambiado de hecho sus prácticas docentes involucrando el pensamiento ambiental en sus clases con el fin de realizar cambios significativos en los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación donde las categorías ambientales y agropecuarias no dejan de ser aisladas sino por el contrario entran en sinergia con sus asignaturas replicándose a otros espacios del contexto académico y rural.

Luego de analizar el contexto, se convoca a la agricultura, al quehacer diario de las actividades agropecuarias, donde las labores arduas pero productivas que, fuera de vivirlas a profundidad, re-estimulan el trabajo y faena de campo evocando la práctica vivencial viable en la educación del “aprender haciendo”. Es decir, que desde la institución educativa se logran realizar ejercicios prácticos agrarios donde la academia pueda dejarse permear por el contexto rural y sus problemáticas involucrando sujetos políticos en su camino. Se promueve el trabajo con miembros de la comunidad en el aprendizaje de los estudiantes al realizar visitas pedagógicas a las experiencias exitosas de los productores agropecuarios de la zona con el fin de analizar sus modelos y procesos productivos permitiendo resolver problemas de su mismo contexto y teniendo contacto con el otro y lo otro.

La misma institución educativa considera cambiar su currículo y sus prácticas educativas docentes, como lo han hecho los estudiantes históricamente con los docentes. De esta manera, se debe establecer un rastreo general para situar en los antecedentes o componentes históricos de la incubación investigativa. Esto implica facilitar el acercamiento a los estudiantes y jóvenes rurales para identificar sus historias personales y familiares, conocer sus historias de vida y las diversas características en que viven, aquello que traen desde su contexto rural al aula, para dejarme contagiar y conocer su “ruralidad esperanzadora”. Porque la ruralidad ha cambiado externamente, pero internamente desde su ancestralidad, ella es potente, prometedora y con vida y ha cambiado por estar inmersa en un mundo tecnológico de tan rápidos giros, para que la institución educativa cambie su concepción de dejar de ser creadora de jóvenes y adultos dependientes de ella y con mentes pasivas, para transformarse y configurar opciones que produzcan sujetos proactivos y productivos. Es necesario que en estos espacios se convoquen las “aulas vivas y expandidas” rurales, con el fin que emerjan propuestas que permitan asumir su realidad rural, comprenderla y buscar alternativas de proyecto de vida para transformar su contexto y el buen vivir en armonía. Estas aulas expandidas facilitan la utilización del contexto rural en el ejercicio educativo porque se usan los cultivos como tal para desarrollar las clases, así como los animales que tienen cabida en la producción pecuaria, por eso se llaman vivas. Allí, se genera sentido de pertenencia y liderazgo en los miembros de la comunidad educativa y didácticas emergentes que usan el campo o zona rural para la apropiación y generación de conocimiento. Las instituciones educativas a partir de las ferias de las ciencias departamentales pueden liderar eventos que convoquen ideas de negocios e inversionistas para que la comunidad educativa se haga participe de estas ideas y se generen las agroindustrias rurales en el sector rural, brindando transferencia de tecnología aplicada para el campo.

Esa problemática del desempleo planteada inicialmente debe tener una solución que puede ser promovida y motivada por las mismas instituciones educativas donde puedan integrarse y desarrollar procesos productivos de la mano del sector empresarial o de las asociaciones, pensar en el estudiante como relevo generacional del campo articulando con asociaciones de productores con el fin de poner en funcionamiento empresas reales que simbióticamente puedan de forma recíproca aportar para el desempleo creciente en el país.

De tal manera que, el currículo de la institución se ve permeado por el sector productivo y a la vez ese currículo se ve articulado por las demás asignaturas como las matemáticas, el castellano, la ética, las ciencias naturales, entre otras sin perder su carácter cultural, ni mucho menos su norte académico. Re-pensar el desarrollo en la institución educativa de forma transversal en la re-interpretación del currículo y en desempeño en colectivo de docentes.

Es decir, que los docentes puedan referir hacia el currículo y otorgarle significación, en otras palabras, que sea transversal, con el fin que se puedan ver por ejemplo en contexto a las matemáticas, a las ciencias naturales, al castellano, ciencias sociales en contexto, entendiendo las técnicas agropecuarias e identidades rurales contextualizadas, para proponer las aulas vivas expandidas y consecuentemente haya perspectivas de un componente transversal que adhiera fácilmente al estudiante a la educación superior y se encuentre un sentido a la validación del saber, esa validación desde la producción agrícola (cultivos transitorios y permanentes) y desde la producción pecuaria (especies menores y especies mayores). Los estudiantes que antes no entendían las matemáticas en un salón de clase y lo tortuoso y poco pedagógico que resulta, ahora pueden comprender las matemáticas desde modelos que involucran las tecnologías, las matemáticas las asignaturas agropecuarias, entre otras; porque se incentivan la creatividad, la iniciativa, la innovación en modelos experimentales de ciencia que pasa desapercibida lo cual puede constituirse en procesos para analizar por el ministerio de educación nacional para mejorar las pruebas SABER, PISA desde aprendizajes experimentales como prácticas de aula.

La construcción de sentido se hace desde el ejercicio docente, ya que los planes de área permiten plasmar el currículo en su quehacer diario y vivencias en el aula de clase. Estos planes de área de las demás asignaturas deben estar orientadas al desarrollo agropecuario institucional, puesto que pueden encarnar los contenidos para las matemáticas contextualizadas, las ciencias naturales, las sociales y el español en contexto. De esta forma, hay integración desde el plan de área técnico-agropecuaria hasta las demás áreas básicas de manera transversal, obteniendo como consecuencias resultados productivos. Cuando se puedan implementar acciones tendientes a que las asignaturas se dejen permear por las áreas técnicas se puede, por ejemplo, con transversalización curricular, como por ejemplo el castellano agropecuario que puede emplear el contexto rural y natural para provocar acciones desde la composición literaria, así mismo, al manejo de actividades ortográficas contextualizadas, la redacción y elaboración de textos inmersos en el sentir y las necesidades que tienen que ver con el agro y con su proyecto de investigación agropecuaria que se inicia desde grado noveno donde el castellano es imprescindible.

Para la propuesta de investigación se habla de la ruralidad y los aspectos educativos en lo que respecta al currículo contextualizado a las actividades agropecuarias, usando la didáctica y olvidando la copia de modelos y experiencias foráneas o extranjeras, se deben realizar procesos investigativos en educación desde lo autóctono, étnico que sean propios y nuestras tradiciones y cultura, sin continuar siendo hacedores o repetidores de “guías”, talleres o modelos externos.

[1]El aula expandida es una manera de hacer currículo; agencia trayectos a partir de la interpretación de situaciones, al retomar problemas y producir reflexiones; de allí su carácter epistemológico. Este tipo de currículo, sugiere metodologías participativas-activas; convoca lo grupal y lo individual; de igual manera, privilegia el juicio crítico, como elemento de evaluación. En el aula expandida “la conversación se discursa en un horizonte de posibilidades que aflora en la subjetividad (que) representan el tejido de la palabra, en gesto y en estética en el vínculo con el otro” (Banguero Camacho, 2008)

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/escuelas-rurales-que-van-olvidado-sus-raices-de-antano

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Ecuador: Cierran escuelas rurales para unificarlas

América del Sur/Ecuador/18 Marzo 2017/Fuente: El diario

Katiuska Mora, Gabriela Intriago y Alajita Macías señalaron que en la escuela, que tiene 64 años de funcionamiento, se educaron los pobladores de El Pechiche, donde está ubicada, y de sitios cercanos como Riochico, El Zapote, Chacras Afuera, Chacras Adentro, El Milagro, entre otras.

Pero en una reunión con la directora distrital de Educación, hace dos semanas, se enteraron que la escuela va a ser cerrada para unificar varios planteles en la unidad del milenio que se construye a un kilómetro de allí, en el sitio El Zapote, a un costado de la vía Riochico-Mejía.
El plantel abrirá sus puertas el próximo año lectivo.
Tras conocer la noticia las madres empezaron a preocuparse.
Preocupación. La escuela 10 de Agosto tiene los 2 niveles de inicial y 7 años de educación básica. Cerró el año lectivo con 87 niños y cuatro profesores, tres de ellos daban clases en dos cursos cada uno y el restante tenía bajo su responsabilidad tres cursos.
Gabriela Intriago dijo que le preocupa la seguridad de sus tres pequeños hijos por el traslado al otro plantel, además de que tendrá que ver de dónde saca para el transporte, que no siempre tiene porque la situación es difícil. “Se nos cayó la casa en el terremoto, no tenemos ayuda y ahora pasa esto”, dijo.
A las otras madres también les preocupa la seguridad de sus hijos y el gasto en transporte, ya que no pueden ir a pie porque esa es una vía por la que pasan carros pesados, dijo Macías.
Educación. En esa zona hay otra escuela que funciona atrás de la capilla, que no tiene educación inicial pero sí los 7 años de educación básica, indicaron.
En Chacras Adentro hay otra escuela con unos 20 alumnos y en Chacras Afuera otra con 120 estudiantes.
CIERRE. Carlos Chávez, coordinador zonal de Educación, manifestó que en las zonas rurales de la provincia han unificado planteles para brindar un mejor servicio educativo.
“En algunos sectores hay escuelas a cien metros una de la otra y el objetivo es agruparlos  en un establecimiento más grande porque en algunos de los casos la capacidad de estudiantes no justifica la existencia de los planteles”, explicó.
El funcionario informó que en total han inaugurado 28 unidades educativas en zonas  rurales  de Ayacucho, Jipijapa, Membrillal, Zapotal, Montecristi, La Sequita y Las Pampas.
Estas escuelas cuentan con  laboratorios y bibliotecas. Además los estudiantes pueden seguir allí hasta décimo año, que generalmente funciona en la tarde. Los planteles están quedando en  un diámetro de 2,5 kilómetros de las comunidades, explicó.
Fuente: http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/426442-cierran-escuelas-para-unificarlas/
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Las tareas de gestión educativa en los Colegios Rurales Agrupados

15 de marzo de 2017 / Fuente: http://www.educaweb.com

Por: Cristina Ortega

Después de muchos años trabajando como Maestra especialista de Educación Física en un Colegio Rural Agrupado (CRA), las funciones y las tareas de gestión del equipo directivo han ido cambiando con la introducción de las nuevas tecnologías.

Concretamente, en la comunidad autónoma de La Rioja, hace unos años que contamos con una plataforma educativa llamada «Racima».

«Racima» es una aplicación de Internet que se usa para la gestión académica y administrativa de los centros educativos, así como para la comunicación entre la Administración, el profesorado, padres y alumnos.

Los padres cuentan con unas credenciales que les facilitan desde el centro educativo y pueden acceder a lo que se llama «Racima al Día», pudiendo ver en tiempo real la evolución de sus hijos.

También a través de esta aplicación se pueden realizar matriculaciones telemáticas, tramitación  de becas y ayuda, así como otras gestiones.

Y aquí es donde nos podemos hacer la siguiente pregunta: ¿están los equipos directivos suficientemente preparados para llevar a cabo estas tareas de gestión?

A mi entender, no.

Hace unos años en La Rioja contábamos con varios Centros de Profesores y Recursos (CPR), los cuales impartían cursos, bien desplazándose a los centros educativos o en sus centros, lo que hacía más fácil el estar al día con diferentes aplicaciones de gestión educativa u otros cursos interesantes para nuestra formación permanente.

Hoy en día contamos con el Centro de Innovación y Formación Educativa (CIFE), ubicado en Logroño. Este oferta cursos para todo el profesorado de La Rioja, lo que hace muy difícil acceder a ellos, no solo por las pocas plazas que existen sino también por el desplazamiento que tenemos que realizar algunos profesores unido al horario de dichos cursos.

Por lo que entregar un manual, dossier, guía, resumen… de cómo se realizan diversas tareas no les prepara para las tareas de gestión sino que entorpece su labor educativa.

No hay que olvidar que en muchas ocasiones, debido a la falta de personal existente tanto en los Colegios de Educación infantil y Primaria y en los CRAS, el director/a es nombrado por la Administración, sin seguir el procedimiento que en el artículo 135 de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) se dicta.

Las personas que se dedican a estas labores y que forman parte del Equipo Directivo, lo primero son maestros y no hay que olvidar que es el director/a quien nombra a Jefe de Estudios y Secretario.

Los miembros del equipo directivo también pertenecen al Consejo Escolar, al Claustro de Profesores así como a otros órganos de Coordinación Docente participando en la elaboración de proyectos de gestión del centro como la Programación General Anual, el Plan de Convivencia, el Plan de Acción Tutorial,…y en ocasiones no se tiene esas reducciones horarias debido al trabajo acumulado de gestión educativa que en diferentes periodos del curso escolar se producen.

«Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber». Confucio.

Fuente artículo: http://www.educaweb.com/noticia/2016/11/10/tareas-gestion-educativa-colegios-rurales-agrupados-10625/

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¿Existe la educación rural?

Pluma Invitada

Diego Juárez Bolaños*

La respuesta a esa pregunta depende de quien la responda. Para los millones de alumnos que asisten a centros de educación inicial, escuelas preescolares, primarias, secundarias, bachilleratos, universidades y tecnológicos insertos en territorios definidos como rurales, la respuesta evidentemente es afirmativa. Pero para las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que diseñaron tanto el plan La Escuela al Centro como El Modelo Educativo 2016, su respuesta es “no”. Quizá de esa misma manera respondería buena parte de habitantes de zonas urbanas que, concentrados en su vida cotidiana citadina, y cada vez más ensimismados, se alejan de formas de vida que se desarrollan en otros territorios. 

Para dimensionar la importancia que tienen las escuelas rurales en México, basta mencionar que, de acuerdo a cifras oficiales, casi un 56% de los preescolares, un 58% de las primarias, un 57% de las secundarias y un 30% de los establecimientos de media superior existentes durante el ciclo escolar 2013-2014, se ubicaban en localidades menores a 2500 habitantes (INEE, 2015, p. 66). criterio que –hay que recordar– es el que usa el INEGI para definir a una población rural. A estos planteles asisten casi 7 millones de alumnos de todas las entidades federativas del país.

Para el caso de alumnos que acuden  a escuelas rurales multigrado; es decir, en donde un maestro atiende a estudiantes de más de un grado escolar; cabe señalar que, durante el ciclo escolar ya mencionado,  esa modalidad constituyó un 53% de las escuelas preescolares del país, un 51% de las primarias y un 25.4% de las telesecundarias (inee, 2015, p. 305).

Con esas cifras pretendo enfatizar que la educación rural es una realidad que viven millones de familias, de estudiantes, docentes, directores, supervisores, asistentes técnico-pedagógicos y demás figuras educativas en todo el territorio nacional. Sin embargo, la SEP los desconoce y así lo confirman tanto sus planteamientos y acciones que los acompañan. Por ejemplo, en el plan La Escuela al Centro se “parte de la premisa de que existe un único sistema de organización [administrativo] idóneo para todas las escuelas” (SEP, 2016, p. 22), sin reconocer las profundas diferencias que existen en materia de gestión escolar entre las llamadas escuelas regulares y las multigrado. En éstas últimas los docentes deben cumplir también con labores directivas.

Ese mismo desconocimiento de lo rural se ve reflejado en los planes de estudio de las escuelas Normales y de las Universidades Pedagógicas Nacionales, además de los cursos de formación continua que se ofrecen a los maestros, donde la formación y capacitación sobre el trabajo en escuelas rurales y multigrado son casi inexistentes.

De frente a lo anterior y con el interés de impulsar y visibilizar la educación rural, se creó la Red de Investigadores de Educación Rural (RIER), proyecto que encabeza el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. En la RIER participan alrededor de 30 especialistas provenientes de 17 estados del país. Como parte de las actividades que desarrolla, cabe destacar que recientemente realizó –en el mes de octubre de 2016– el “Primer Coloquio Iberoamericano de Educación Rural”, en el que  se congregaron más de 50 investigadores provenientes de México, Colombia, Perú y España. Se organizaron cinco mesas con las siguientes temáticas: Reflexiones teórico-conceptuales de la educación rural; políticas educativas dirigidas a los habitantes de los espacios rurales; formación docente inicial y continua para la educación rural; prácticas y saberes docentes en el medio rural y procesos de aprendizaje en escuelas de contextos rurales.

Fruto de las ponencias y conferencias derivadas del Coloquio destaco tres aspectos importantes, a fin de comprender y contextualizar los eventos presentes:

  1. Para el caso de México es indispensable conocer los antecedentes históricos que nutren las acciones y omisiones de las actuales políticas educativas dirigidas a los pobladores rurales. De ahí que no se pueden desconocer los contextos históricos y los procesos de la llamada “Escuela rural mexicana”, las “Misiones culturales” que impulsó José Vasconcelos durante la década de 1920; la creación de las normales rurales, sus planteamientos y las acciones que se desarrollaron en el marco de la educación socialista durante el gobierno de Lázaro Cárdenas; los procesos de urbanización derivados de transformaciones económicas y políticas gubernamentales durante la segunda mitad del siglo XX; la creación del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) durante el sexenio de Echeverría (instancia estatal que atiende a las escuelas de las localidades menores a 200 habitantes) o el impulso y la creación de las universidades interculturales durante el gobierno de Fox.
  2. En prácticamente todas las naciones iberoamericanas: básicamente consideramos que no existen instancias o actividades que incorporen visiones de “lo rural” que se dirijan específicamente a la formación inicial y continua de los docentes, quienes, en buena parte, durante algún periodo de su carrera profesional trabajarán en escuelas ubicadas en espacios rurales.
  3. Para los encargados de la educación: la diversidad y las particularidades de los contextos rurales obliga a considerar el desarrollo de diversos modelos pedagógicos, materiales didácticos, equipamiento, e infraestructura escolares, así como apoyos dirigidos a los estudiantes rurales, tales como transporte gratuito, alimentación, becas y materiales.

En relación a este último punto señalo lo que una autoridad educativa de Puebla dijo sobre el sistema educativo mexicano: que está planteado de manera tal que ignora que más de la mitad de sus escuelas se ubica en espacios rurales, de ahí se explica que los modelos pedagógicos, los libros de texto, los materiales didácticos, la formación docente, la gestión escolar, los procesos de planeación y de evaluación e incluso la misma arquitectura de los planteles, están diseñados y desarrollados igual que  las escuelas urbanas. A excepción de contadas iniciativas que autoridades educativas han desarrollado en algunas entidades como en Durango, Puebla, Zacatecas, Veracruz, San Luis Potosí o Tabasco y por el Conafe. Cabe señalar pues que durante los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña la atención educativa  especialmente dirigida a las poblaciones rurales ha sido prácticamente nula.

Ante ese panorama, es necesario reconocer el esfuerzo de miles de docentes y agentes educativos que día a día laboran en territorios rurales, en contextos con una marcada diversidad cultural, social, política y medioambiental, pero también donde se viven situaciones de inseguridad, pobreza, marginación, despojos  territoriales y  carencia de servicios. El empeño del personal que trabaja en las escuelas rurales debe de ser reconocido. Las escuelas rurales conforman la única presencia permanente del Estado en decenas de miles de pequeñas localidades del país.

Para terminar me parece conveniente recordar las ideas que la RIER expresó en un comunicado: “Habría que destacar las bondades de las interacciones de aprendizaje que se dan en las escuelas rurales multigrado y las ventajas que estas escuelas traen en el funcionamiento y desarrollo mismo de sus comunidades. Se requiere ir revirtiendo la idea de déficit de la escuela multigrado y plantear que la convivencia de alumnos de diferentes grados […] es una oportunidad para el desarrollo cognitivo y afectivo”.   

*Investigador titular del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México y coordinador de la Red de Investigación en Educación Rural. Texto publicado originalmente en el Blog de Educación de Nexos

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/existe-la-educacion-rural/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/05/escuela-rural-e1431705278482-300×201.jpg

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Cuba: Escuelas rurales por un curso escolar con mayor calidad.

Centro América/Cuba/20.09.2016/Autor y Fuente:http://www.sierramaestra.cu/

Con la premisa de Fidel Castro de que “el esfuerzo educacional de los próximos años tiene que estar encaminado a elevar la eficiencia y la calidad en la enseñanza y la educación”, las escuelas rurales santiagueras también iniciaron este 5 de septiembre el curso escolar 2016 -2017.

En Santiago de Cuba casi el 80% de las escuelas primarias se encuentran enclavadas en zonas alejadas del entorno citadino, por lo que las actuales transformaciones de esta enseñanza cobran gran importancia en los colegios rurales, especialmente en los que se caracterizan por ser multigrados.

De ahí que los maestros y profesores encargados de llevar el conocimiento a las aulas hayan recibido una buena preparación en los meses precedentes para una mayor calidad en el proceso educativo, con el fin de potenciar de manera más directa la formación integral y para la vida, de los pobladores de nuestras zonas rurales.

El objetivo final es lograr que cada uno de los niños y niñas de estas regiones se conviertan en futuros baluartes de la sociedad que estamos construyendo.

De tal modo la escuela primaria rural multigrado se encuentra en un proceso de perfeccionamiento en el que el aprendizaje desempeña un rol de primer orden, porque mediante el contenido de enseñanza se pretenden lograr las normas y conductas cívicas deseadas y, sobre todo los sentimientos patrióticos a que aspira el proyecto educativo del nivel primario.

Uno de los elementos que distingue a las escuelas rurales es la llamada “clase única”, que constituye un proceso inclusivo que se trabaja con todos y para todos. Esto quiere decir que dicha clase, debe estar planificada con una estructura que permita al maestro dirigir las acciones de manera que el proceso se proyecte hacia el grupo y no hacia cada grado.

Lo anterior, presupone una gran preparación del docente, para orientar acertadamente las actividades colectivas e independientes, y controlar de forma sistemática el resultado de ambas.

Con el perfeccionamiento de la clase única, se apuesta no solamente al trabajo que hace el maestro dentro del aula sino a la cooperación entre los estudiantes, que logran en su relación interpersonal fortalecer el aprendizaje de sus coterráneos de grados inferiores; por lo que dentro de un grupo multigrado existe una integración desarrolladora y activa, que propicia y facilita el aprendizaje.

Hoy es posible decir que el sector rural cubano tiene una nueva perspectiva, partiendo de la preparación de los maestros, de la atención que reciben los niños y del trabajo que se hace de conjunto en la comunidad y con la familia.

Fuente: http://www.sierramaestra.cu/index.php/santiago-de-cuba/9670-escuelas-rurales-por-un-curso-escolar-con-mayor-calidad

Imagen: http://www.sierramaestra.cu/images/Logo/escuela_rural_cubana_jr.jpg

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