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Investigación estudiantil en Latinoamérica, expectativas y alcances

Eva Elena Monagas (*)

“¿Qué estamos haciendo con nuestros jóvenes? ¿De cuáles sistemas y dispositivos disponemos para recibirlos, guiarlos e incorporarlos atinadamente a una vida útil para ellos y a una obra de desarrollo correcto del país? ¿Estamos listos para manejar y dirigir ese inmenso capital de juventud, de energía, de esperanza o, por el contrario, no podremos hacer otra cosa que despilfarrarlo, desaprovecharlo o, lo que aún sería peor, convertirlo en factor negativo y en lastre para el avance social y económico de la nación? ¿Tiene nuestra educación una respuesta adecuada que ofrecerle a las ansias y a las premuras con que esa ávida y material muchedumbre surge en el horizonte de nuestro quehacer histórico?

Arturo Uslar Pietri – Universidad de los Andes, 1963

            Muchas preguntas pueden surgir de las interrogantes planteadas en el discurso de Don Arturo Uslar Pietri en la Universidad de los Andes hace más de cincuenta años. Por ejemplo, dando un vistazo regional podríamos preguntarnos ¿Hemos logrado inspirar a los estudiantes a la búsqueda del conocimiento? Esa es una difícil pregunta para los países de la región pero desde Argentina se presenta lo más reciente. Ortega (2016) realiza una interesante reflexión donde afirma que jugar libremente un juego conlleva el peligro de ser absorbido por el juego pero, contrariamente, cuando se trata del juego del conocimiento éste constituye una amenaza a la libertad, donde el esfuerzo se opone a lo que gusta y por lo cual se inhibe ahogando las posibilidades de construcción de conocimiento. El autor plantea una revisión del medio social para los jóvenes, que garantice esa libertad y ofrezca mejor visión y reflexión sobre “los gustos”; en todo caso, Ortega plantea que la inspiración hacia la búsqueda del conocimiento no está lograda.

            Ahora bien ¿Cuál es la verdadera situación regional? Damin, Di Leo, Fuentes y Vázquez (2016) coinciden en que no todo sobre los jóvenes, la juventud y sus asociaciones está estudiado y, aunque ha habido un impulso al estudio de los jóvenes en Argentina, falta análisis comparado y superar la “concepción de la juventud por fuera de la sociedad”. Esto indica que el vistazo regional se complica por la falta de investigaciones.

            Pero si a esto le agregamos visiones encontradas sobre los jóvenes, en los discursos de los funcionarios del Estado, para la aplicación de las políticas públicas de un mismo país tal como lo presenta Chorny (2016), entonces el panorama para Latinoamérica es más oscuro, no solo porque pasa por la necesidad de un diagnóstico sino porque también deben consolidarse las posiciones epistemológicas, axiológicas, metodológicas y praxiológicas para orientar ese inmenso capital de juventud, energía y esperanza contenido en la región y dirigirlo al avance social y económico. Después de cincuenta y tres años de las interrogantes de Don Arturo Uslar parece que seguimos despilfarrando y desaprovechando lo único que podrá agregarle valor a nuestras naciones.

            A pesar de esta situación, en una región llena de contrastes, no significa que se han anulado las iniciativas para la promoción de ideas emprendedoras de la población estudiantil. Se observan esfuerzos en orientar el potencial emprendedor, tratando de articular el apoyo institucional y el financiero con los objetivos de los programas y proyectos de emprendimiento. En este caso, Jirón y Chan (2016) indican que existe interés de los estudiantes por generar ideas de negocios en Costa Rica y, aunque un poco fuera de la región pero unidos por el idioma y la historia: en tal sentido, Gutiérrez, Aja, Redondo y Falcón (2013) propusieron un programa de fomento para el emprendimiento desde la universidad hasta niveles no universitarios en España.

            Pero si las iniciativas, ya sean dispersas o concentradas, se han mantenido, además del emprendimiento ¿Qué realmente se ha aplicado para desarrollar las competencias investigativas? En respuesta, se observan varias estrategias: en Chile, Sánchez (2009), presenta la propuesta de aprendizaje significativo a través de resolución de problemas por investigación en alumnos de Ingeniería en la Universidad de Bio Bio donde aplica la metodología de Aprendizaje Basado en un Problema Integrador (ABPI) que además de valorar el aprendizaje, el rendimiento académico y la aceptación de la metodología en el aula, aborda aspectos de motivación y autogestión del conocimiento; más recientemente, con parecidos resultados Moraga y Soto (2016) presentan la aplicación de la estrategia aprendizaje basado en equipos (TBL) donde los estudiantes se motivan y mejoran sus indicadores académicos. En Perú, Díaz y López (2016) aplicaron la estrategia de enseñanza-aprendizaje basada en problemas (ABP) para el logro de la competencia del proyecto tuning en estudiantes universitarios. En Cuba Gutiérrez, Reyes, Labrada, Tamayo y Benítez (2015), indican que un cambio propuesto de estrategia pedagógica aumentó el número de participantes en la Jornada Científica estudiantil.

            Pero hay una debilidad, de acuerdo con Perales y Ayerbe (2016), aplicar las estrategias de aprendizaje basado en problemas, trabajo sobre proyectos, aprendizaje por indagación y aprendizaje cooperativo aún requiere mejor fundamentación ya que algunos trabajos analizados por ellos tienen dificultades en la presentación de sus referentes teóricos.

            Ahora bien, si ha habido la preocupación de aplicar modelos pedagógicos emergentes, ya sea con sólidos referentes teóricos o sin ellos, ¿Cuál ha sido la producción de la investigación estudiantil en Latinoamérica? ¿Cuáles sus alcances y limitantes? El seguimiento a las trayectorias estudiantiles ha empezado a organizarse en este siglo y los primeros avances conceptuales los presenta Argentina, de acuerdo a Ros, Benito, Germain y Justianovich (2016), pero aún se limita a la vida estudiantil y no al seguimiento del talento y sus aportes posterior al grado, lo cual pone en duda la sostenibilidad de la actitud investigativa.

            De acuerdo a Castro, Sihuay y Pérez (2016), la producción científica de los estudiantes de odontología de Perú aún se mantiene baja, lo cual podría tener relación directa con las estrategias de estímulo a la investigación estudiantil. Otras publicaciones de Cuba, Colombia, Chile, Ecuador y Guatemala, informan que los estudiantes de las carreras de Ciencias de la Salud reconocen la importancia de realizar investigaciones pero son pocos los que consolidan sus investigaciones en congresos o revistas científicas. Según Rojas (2007), en Venezuela, la investigación estudiantil en la universidad venezolana comienza a aparecer en el siglo XXI, promovidas por sociedades de conocimiento, y ya se observa la conformación en redes de investigación estudiantil; de acuerdo a Reyes, Aular, Palencia y Muñoz (2010), quienes presentan la red de investigación estudiantil en el marco de la gestión académica de la Universidad del Zulia, para desarrollar la investigación científica, humanística y tecnológica en el estudiante y fortalecer su perfil investigador en su área de interés. Por su parte, Gutierrez y Maita (2003) presentan los aspectos involucrados en la publicación estudiantil donde también explica las limitaciones en los hábitos de publicación.

            En todo caso, Don Arturo, no todo está perdido, solo que aún seguimos siendo lentos y cómodos para proponer e instrumentar nuevos modelos pedagógicos basados en sólidas posiciones epistemológicas, axiológicas y metodológicas latinoamericanas que saquen rendimientos al inmenso capital de juventud, energía y esperanza que impulsen la investigación estudiantil y el crecimiento gnoseológico de la región para su avance social y económico. Pero ahora, además está claro que esos nuevos límites de conocimiento del potencial de los jóvenes también deben acompañarse de nuevos límites en las ciencias sociales y las sociotécnicas para que nos convierta en líderes en la praxiología requerida para el logro de un cambio en nuestro quehacer histórico.

 

Referencias bibliográficas.

Analítica.com (2006,5,31). Uslar Pietri y la educación [en línea]. Analítica.com. Recuperado en: http://www.analitica.com/entretenimiento/uslar-pietri-y-la-educacion/. Fecha de consulta: 09/01/2017.

Castro-Rodríguez, Y.; Sihuay-Torres, K.; Pérez-Jiménez, V. (2016). Producción científica y percepción de la investigación por estudiantes de odontología. Educ Med. Recuperado en: http://dx.doi.org/10.1016/j.edumed.2016.11.001. Fecha de consulta: 08/01/2017.

Chorny, V. (2016). El discurso de los funcionarios sobre los jóvenes y las políticas públicas. Representaciones encontradas entre la ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Santa Fe. Argumentos, Dossier. Nº 18, pp. 207-230.

Damin, N.; Di Leo, P.; Fuentes, S.; Vázquez, M. (2016). Jóvenes, juvenil, juventudes. Hacia la búsqueda de nuevos debates. En Blanco y Natalucci (Mod). Argumentos, Conversaciones. Nº 18, p. 1-38.

Díaz Camacho, C. y López Regalado, O. (2016). Estrategia de enseñanza-aprendizaje basado en problemas (ABP) para el logro de la competencia del proyecto tuning: Desarrollo de un planteamiento estratégico, táctico y operativo en los estudiantes universitarios. Revista DIM: Didáctica, Innovación y Multimedia, Nº 34.

Gutiérrez-Solana, F.; Aja, A.; Redondo, M. y Falcón, C. (2013). Programa E2 creación de un modelo de fomento del emprendimiento basado en un estudiante por emprendedor. La Cuestión Universitaria. 8, pp. 40-49.

Gutiérrez Santisteban, E.; Reyes Núñez, M.; Labrada Estrada, H.; Tamayo Oliva, Y; Benítez Díaz, M. (2015). Estrategia pedagógica para el desarrollo de investigaciones estudiantiles en las filiales universitarias municipales de salud. Multimed; 19(2)

Jirón-Fajardo, E.; Chan-Castillo, H. (2016). Jornadas emprendedoras: generando espacios para ideas emprendedoras de la población estudiantil de UNED. Revista Calidad en la Educación Superior. 7(2), pp. 203-230.

Moraga, D.; Soto, J. (2016). TBL – Aprendizaje Basado en Equipos. Estudios Pedagógicos XLII, N° 2, pp. 437-447.

Ortega, F. (2016). Las relaciones de los estudiantes con el conocimiento en el proceso de construcción de la identidad estudiantil. Trayectorias Universitarias. 2(3), p. 26-32.

Perales-Palacios, F. y Ayerbe, J. (2016). El trabajo por proyectos y por resolución de problemas en Educación Ambiental: análisis y tendencias. Encuentros de Didáctica de las Ciencias Experimentales. Badajoz (7-9 Septiembre 2016). Actas, pp. 593-602.

Rojas-Revoredo, V. (2007). Las publicaciones en revistas indexadas, único indicador de la producción de las sociedades científicas estudiantiles. Cimel, 12(1), 5-6.

Ros, M.; Benito, L.; Germain, L.; Justianovich, S. (2016). Las trayectorias estudiantiles en la UNLP. Aportes para pensar los desafíos a las experiencias pedagógicas. Trayectorias Universitarias. 2(3), p. 33-39.

Reyes, L.; Aular, J.; Palencia, J. y Muñoz, D. (2010). Una visión integradora de la investigación estudiantil en pregrado. Revista de Ciencias Sociales, 16(2), 250-259. Disponible en: http://www.scielo.org.ve/scielo.php? script=sci_arttext&pid=S1315-95182010000200006&lng=es&tlng=es [Fecha de la consulta: 21/12/2016].

Sánchez, I. (2009). Propuesta de aprendizaje significativo a través de resolución de problemas por investigación. Educere, investigación arbitrada, volumen 47, año 13, pp. 947-959.

(*) Eva Elena Monagas

contacto: evamonagas@gmail.com

La autora forma parte del  Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento de la autora.

 

Fuente de la imagen: http://bit.ly/2sxPA0m

 

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«La escuela tradicional es homogeneizadora y necesitamos chicos creativos»

 Por Gabriel Levinas

Hace unos días, Gonzalo Aziz intentó entrevistar a chicos de entre 12 y 15 años en la Casa de Tucumán, sobre el significado que tenía ese lugar histórico. Ninguno de ellos supo qué responder pero tampoco logró desembarazarse con creatividad de la pregunta como solíamos hacer nosotros a esa edad. ¿Qué está pasando?

La escuela es muy ineficaz, tanto para incorporar conocimientos de la historia como para el desarrollo de la capacidad expresiva de los chicos. Las investigaciones muestran que la escuela en general enseña unos contenidos fácticos que no tienen mucho sentido para los chicos: vos contás batallas y fechas, sin poder incluirlas en un relato con sentido para ellos y resulta que los chicos lo que aprendieron hoy se lo olvidaron mañana. Pero además, la escuela empieza a no enseñar a los chicos el uso tanto de la lengua oral como de la lengua escrita. Entonces estamos frente a una institución escolar que no está a la altura de los tiempos porque si bien se propone incluir, no puede incluir en el saber. Y a la vez, el saber que esta transmitiendo la escuela no son los saberes que requiere la sociedad contemporánea que requiere menos contenidos y más capacidad de competencia para comunicar, inventar y crear. La escuela tradicional es una escuela de homogeneización y ahora necesitamos chicos creativos.

Ken Robinson decía que los chicos que estamos preparando hoy son los que van a tener que dirigir empresas, colegios y universidades dentro de treinta o cuarenta años. Nosotros no tenemos ni idea de cómo va a ser ese mundo… Entonces ¿cómo se hace para formar chicos para que estén bien preparados para enfrentar problemas que ni siquiera sabemos cuáles van a ser?

Si vos necesitás formar a un chico que pueda leer una realidad que está cambiando constantemente, ubicarse frente a ella y dialogar, necesitás un chico que esté haciendo ese ejercicio en el aula. Enfrentarse a problemas de la vida real, no al problema de tres simple, y darle solución en diálogo con otros chicos. En este nuevo paradigma los chicos son activos, participan de la producción del conocimiento, de la solución de problemas, identifican problemas de su mundo socio-cultural y los tratan de resolver nvestigando, creando hipótesis y poniéndolas a prueba. Lo que podemos enseñarle a un chico que no sabe qué mundo se va a encontrar es la capacidad de leer ese mundo y de buscar formas de dialogar con él, que está cambiando todo el tiempo.

¿Por qué no se entiende, ni se le da el lugar que le corresponde a la creatividad?

La creatividad es necesaria para todas las actividades. Ninguna persona que haya inventado algo lo hizo por seguir un método sino porque tuvieron la creatividad de pensar: «hay que ir por este camino y hay que hacer esta pregunta» y eso no viene en el método sino en la capacidad creativa. El asunto del arte está cada vez más presente en las escuelas, pero equivocadamente se piensa que solo la creatividad está allí. Yo creo que no es materialmente difícil porque se trata de cambiar la escena del aula, de pasarle el saber a los chicos, que los chicos investiguen, utilicen inteligentemente internet, creen hipótesis, las pongan en juego y produzcan el conocimiento que necesitan, pero hay mucho miedo de dar ese paso. Los argentinos somos muy conservadores y con la escuela somos terriblemente conservadores.

¿Entonces resulta innecesario evaluar a los chicos por los conocimientos adquiridos? Porque por más que los tuviera y pasara el examen, no le sirven para nada.

Bueno efectivamente, pero ahí hay un punto interesante para pensar en todo América Latina. Si vos pensás en las innovaciones educativas de la región, podés agruparlas en dos grupos: una sociedad que para todo se necesita dar cuenta del mérito que se tiene para lograrlo a través de exámenes y pruebas, cuyo ejemplo más relevante en Chile, u otro modelo que es el sistema de las tutelas. Tenemos los chicos en la escuela, como no aguantan les ponemos tutores, y como éstos no alcanzan le ponemos coordinadores de tutores, y toda una ortopedia para que los chicos aguanten. Esos modelos, a mi entender, tienen que ver con países que están preocupados con mantener la escuela como un espacio de disciplinamiento. Entonces, esa escuela, no puede dar lugar al cambio y a la creatividad. Lo que están haciendo países como Holanda y Finlandia, es pensar en modelos educativos distintos en los que casi no hay exámenes y tienen los mejores resultados en las pruebas internacionales. Han articulado aprendizaje a gratificación y no a castigo como hacemos nosotros. Hay una discusión que tenemos que dar en la Argentina, que tenemos esta cultura de adorar el pasado que nos prometía una grandeza que no tuvimos. Si vamos a hacer una escuela que repite la escuela de principio de siglo, nos va a ir mal, porque la cultura y los chicos eran otros.

¿Cómo hacés para que los maestros que hay en la actualidad, que están más emparentados con la vieja escuela, entiendan la importancia de la creatividad y la participación del alumno en la construcción del aprendizaje?

Habría que pensar qué hizo la escuela moderna para instalarse. Yo creo que hay que hacer una capacitación, pero no una capacitación como la histórica de dar cursitos sino una que capacite al docente como pensamos que él debe dar las clases, y ver el aula como un espacio con chicos que están con un proyecto llevándolo adelante, usando la tecnología para averiguar lo necesario, produciendo materiales orales, escritos y audiovisuales, y un docente que está acompañando eso.

Tomado de: http://www.infobae.com/sociedad/2016/07/13/la-escuela-tradicional-es-homogeneizadora-y-necesitamos-chicos-creativos/

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