¿Por qué la ética y la filosofía son fundamentales en la educación?

Por: Universidad de Alcalá Portal de Información.

En esta entrevista, la catedrática de la UAH, Stella Villarmea, habla sobre la importancia de la ética y la filosofía para el desarrollo del individuo.

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Stella Villarmea.

Los retos de la era digital, la sociedad de la (des)información, los avances en biotecnologías y el desafío de las crecientes desigualdades parece que hace necesario que adolescentes y jóvenes dispongan de herramientas que les proporcionen autonomía y capacidad de decisión y, en este sentido, materias como la Filosofía o la Ética se presentan como instrumentos importantes para ofrecer una formación integral a los alumnos. Y esa parecía la intención, tras el acuerdo adoptado en el mes de octubre por la Comisión de Educación del Congreso, aplaudida por la Red Española de Filosofía (REF). No obstante, en el anteproyecto de ley que, en principio, queda paralizado por la convocatoria de elecciones, la asignatura de Ética de 4º de la ESO desaparece del programa obligatorio y eso cae como un jarro de agua fría entre los defensores de estas materias, entre los que se encuentra la catedrática de la UAH.

-¿Qué ha ocurrido, profesora, para que se rompa lo que parecía un consenso?
-El pasado otoño la Comisión de Educación del Congreso dio luz verde a la aplicación de un ciclo formativo obligatorio en Filosofía durante el último curso de la ESO y los dos cursos de Bachillerato. Un acuerdo aplaudido por muchos sectores de la sociedad, incluida la REF, a la que pertenezco. El anteproyecto de ley educativa que se estaba elaborando no contempla la asignatura de Ética como materia común y obligatoria en 4º de la ESO, tras la consideración de enmiendas del Consejo Escolar del Estado. Se ha roto el acuerdo parlamentario inicial y se está dando marcha atrás.

-¿Qué implicaciones tendría esa medida?
-Eso implicará que, por ejemplo, los estudiantes que no opten por el Bachillerato y elijan estudiar Formación Profesional no tendrán nunca la experiencia de reflexionar con rigor filosófico sobre el concepto de autonomía y sobre el mismo problema de la libertad. Me parece muy grave. La Red española de Filosofía está instando al Gobierno a que la ética vuelva a ser materia común en la Enseñanza Obligatoria. El valor del consenso político sobre la educación no debería desdeñarse ante los urgentes retos de la sociedad presente y futura.

-¿Qué aporta la Filosofía y la Ética en estas edades, en las que el pensamiento y las ideas van tomando forma?
-La presencia de una asignatura común de Ética en 4º de la ESO es necesaria e imprescindible, puesto que la enseñanza obligatoria debe incluir, como contenidos filosóficos esenciales de la educación, la reflexión y el análisis crítico-racional sobre temas como el ser humano y su dimensión moral, el problema de la libertad, las nociones de deber, derecho y principio; la distinción fundamental entre lo moral, lo político y lo legal; el análisis del pluralismo de las concepciones del bien, una introducción a las teorías de la justicia,  la relevancia de la Ética pública y de la integridad personal, la igualdad de trato y la no discriminación y, finalmente, el valor de racionalidad del diálogo y los procedimientos deliberativos que dan soporte a la misma democracia.

-Desde 2013 en que Filosofía se convirtió en asignatura optativa, la matrícula en el Bachillerato ha caído un 80%. Si somos tan conscientes de su importancia, ¿por qué se ha producido este descenso tan importante?
-Pues precisamente por lo que la pregunta dice: porque solo se oferta como optativa en una de las ramas del Bachillerato, la de Humanidades, y no se oferta, ni siquiera como optativa, en las demás ramas del Bachillerato. No es que los estudiantes no la elijan, sino que no pueden elegirla porque ni siquiera se oferta. Y cuando se oferta, han de elegirla entre otras opciones… En esas circunstancias, no se puede interpretar el descenso de matrícula como falta de interés del alumnado sino como una carencia en la oferta educativa.

-¿Qué diría para convencer de que estas asignaturas tienen que ser obligatorias, profesora?
-Debemos convencer a nuestros dirigentes de que no solo están cometiendo un error educativo, sino también político al no dar valor al consenso sobre la Filosofía, tras la historia de los avatares del frustrado pacto educativo. El objetivo de la educación obligatoria es fomentar la autonomía y la responsabilidad de la futura ciudadanía. La Ética ha sido siempre una parte fundamental de la Filosofía, desde sus orígenes en la Grecia antigua, y debe ser impartida por el profesorado de Filosofía, como recomienda expresamente la UNESCO. Requiere, finalmente, de una dotación horaria suficiente que permita dotarla de rigor y seriedad. Necesitamos restituir la dignidad de la Filosofía en el sistema educativo y la opinión pública nos es favorable.

Fuente de la entrevista: http://portalcomunicacion.uah.es/diario-digital/entrevista/una-profesora-de-la-uah-analiza-por-que-la-etica-y-la-filosofia-son-fundamentales-en-la-educacion.html?fbclid=IwAR3nPdZfPNhc3DcEwMaRdhwGuH11uqfH2gyvDOyIOTsysFf0wlmv4uyELcw

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Alejandro Cussiánovich: La Pedagogía de la Ternura

Por: Victoria Avila Tramarria.

 

La  pedagogía de la ternura nace en un contexto de Conflicto Armado Interno en nuestro país; este fue un periodo que trajo consigo mucha muerte y dolor para los peruanos.  Es en este contexto que nace el “Ensayo sobre Pedagogía de la ternura” , el cual nos invita a reflexionar, actuar y a formar al ser humano en una nueva ética y en una nueva comprensión de la política como ética pública.

Alejandro Cussiánovich mencionó en un discurso que la pedagogía de la ternura está siendo tomada como un título lindo y dulzón pero que el sentido de la palabra ternura va más allá de eso, ya que tiene de fondo un contexto social y político. Lo que este ensayo busca, es hacer un ejercicio de reflexión a partir de nuestras prácticas y experiencias. El capítulo tercero de este ensayo intenta acercarnos a aquellas experiencias de amor que ha tenido y tiene todo ser humano a lo largo de su vida, y a la ternura como expresión difusa y paradójica. En primer lugar, menciona que el amor es parte de la condición humana; y como dice la cita de Maturana que “la emoción fundamental, que  hace posible la historia de hominización, es el amor” (p.89). El término desarrollo está bastante desgastado, ya que su uso ha hecho que se tengan distintos significados, pero algo que no se debe desligar de este término es que el desarrollo es crecer como seres humanos. Para lograr este desarrollo es necesario el haber experimentado el amor, siendo uno de los lugares privilegiados para recibirlo dentro del seno familiar, sin ignorar que es ahí también donde se cometen las peores aberraciones. Al respecto, señala que solo aquellos que han experimentado y recibido de distintas fuentes ese “sentirse querido(a)” tendrá la posibilidad de construir una mejor autoestima, una identidad, mayor capacidad para relacionarse, y podrá encontrarle sentido a la propia vida. Plantea una interrogante que me parece importante mencionar “¿acaso, no se transforma la vida de uno, cuando siente que se le dice o se le comunica que alguien lo quiere?” (p.90). Definitivamente esta experiencia enriquece y enaltece, ya que da la posibilidad de sentirse persona, es por ello que esta pedagogía de la ternura tendría que motivar a que se exprese con la mayor energía y espontaneidad esa admiración por el otro.

En segundo lugar, nos habla sobre la paz y la justicia, como expresiones necesarias e insuficientes de una sociedad, mientras que la solidaridad es la expresión de la valoración y reconocimiento del otro, por eso hace énfasis en que solo si tenemos impregnada y desarrollada esta competencia podemos hablar de “desarrollo” en el término amplio de su significado. El concepto que le da Cussiánovich a la solidaridad va desde la mirada de que pertenecemos a una misma y única especie, de que somos el uno para el otro, no algo exterior; es el otro el que me da la oportunidad de ser… Bajo esta mirada considera que la ternura es un factor de protección y resiliencia. Sin embargo, para que así sea, es importante tener en cuenta la alteridad,  la relacionalidad y el hecho de que hay culturas de infancia que no han sido formuladas. En nuestros días hay acciones que van siendo vistas como normales, por ejemplo las sociedades modernas van dejando fuera a la infancia, siendo estos prescindibles sólo como objeto de consumo, esto es algo que todos ven, y que no les sorprende. El adulto al parecer no requiere de los niños y de las niñas para aportar y repensar la vida. Aquí el autor plantea la siguiente interrogante: “¿Cómo podemos hablar en ese contexto de cariño, de afecto, de una sociedad amorosa, de una escuela acogedora, de una familia abierta a la sensibilidad, al afecto y la amorosidad?” (p.93)

Por ello cita el planteamiento que hace Erich Fromm de que “El amor es un poder que produce amor”. Solo si se acoge al otro, a los otros, valorando sus diferencias e individualidades, si aprendemos a amar a esos otros por el sencillo hecho de que son seres humanos como nosotros, seremos productores de la mejor fórmula de crear sociedad.

En tercer lugar, la ética como horizonte del discurso de la pedagogía de la ternura nos habla de cómo la ética tiene un fundamento emocional que trasciende lo racional o cognitivo es decir lo ético abarca la capacidad de analizar y cuestionar nuestros proyectos de relaciones humanas, los cuales son una expresión de racionalidad, pero fundamentalmente de sentimientos y afecto. Según Cussianovich este paradigma ético nos hace conscientes, ya que va descubriendo nuestro actuar, este que expresamos en los distintos entornos donde nos desenvolvemos (familia, escuela, barrio, parroquia, comunidad, país), y mirar a través de ella si estamos siendo productores de fraternidad o estamos quebrando con aquellas relaciones que nos permiten mirarnos a los ojos como hermanos y hermanas que somos. La ética está centrada en el valor o implicancia que tiene la persona para el todo que abarca tanto a la comunidad como al individuo es en este sentido que se diferencia del paradigma moralista que se estructura basándose en normas o criterios dualistas, pero decir que la ética no está basada en la norma no significa que no posea una estructura en sí, ya que  su estructura está en la esencia del ser humano y su condición. Es así como nos va dando un centro lógico y afectivo en las relaciones humanas, que promueve el uso de nuestra consciencia y sensibilidad. Esta ética que promueve Cussianovich tiene dos finalidades la primera, es que ser humano se ame a sí mismo para que pueda amar a otros; y la segunda, es impulsar movimientos sociales que defienden la dignidad frente la injusticia y la valorización de la condición humana. También tenemos la convicción en la educabilidad de cada ser humano. Un educador no puede abandonar o menguar en sus esfuerzos ante los obstáculos y cuitas que presenta el hacer realidad los arquetipos del bien social.

Finalmente, la ternura como discurso se va expresando y presentando como ambiguo, difuso y paradójico. Por medio de la pedagogía de la ternura se busca exigir a la sociedad el cumplimiento del derecho a la ternura, que es planteado por el psiquiatra colombiano Luis Carlo Restrepo en 1994. Ya que hoy en día su aplicación se ve limitada debido que hay una estigmatización de su concepto. Con esto me referiero que en la actualidad mayormente los portadores de actos con ternura son las mujeres y los niños. Generando una exclusión a las personas que no pertenecen a esas categorías. Por eso es importante que la humanidad se involucre a conocer cómo y qué es la ternura, para que tenga en claro que con ternura se hace referencia a un sentimiento que todos deberíamos experimentar y aplicar.  Está claro que el contexto que rodea nuestra sociedad aún hay rezagos de violencia y competencia que fueron promovidos por dictaduras pasadas. Pero no hay que desvalorizar que en la actualidad hay un mayor interés el respetar los derechos humanos Estamos en una época en la que existen cambios de paradigmas que van a influir en nuestra forma de pensamiento y en nuestras prácticas sociales.

El amor debe revestirse de ternura, de cercanía, de firmeza y fidelidad si quiere simultáneamente expresar su fuerza política y su significación transformadora.

Bibliografía

Cussiánovich, A. (2007). Capítulo Tercero: Vida cotidiana, sentidos comunes, modo de vida y pedagogía de la ternura. En Aprender la condición humana: Ensayo sobre Pedagogía de la ternura (p. 89-102) Lima: Ifejant.

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Macri quiere guerra en educación y tarifas

Por: Martín Granovsky

Como ocurre con cualquier Mandatario, el mensaje al Congreso es una pieza clave de la estrategia política. Y no porque la realidad vaya a cambiar al minuto siguiente para bien o para mal. Es clave por lo que enfatiza y por lo que disimula.

Mauricio Macri fue enfático cuando buscó confrontar y definir un perfil de guerra contra el sindicalismo combativo y a favor del aumento de tarifas.

Su ironía sobre que Roberto Baradel, el dirigente de los docentes públicos de la provincia de Buenos Aires, no necesita que nadie lo cuide, mostró a un Macri despiadado. En casos de amenaza contra la vida de un dirigente o de su familia como en este caso, incluso para cuidar las formas el poder político suele interesarse en lugar de recurrir al humor negro. Los sindicalistas suelen preferir aparecer, más bien, como gente dura capaz de aguantarse todo. Mostrarse vulnerables no es su negocio político. Que Macri no haya cuidado ni las formas con un sector que no acostumbra victimizarse debe interpretarse como la elección de un frente de combate. Es una decisión congruente con el anuncio de la gobernadora de Buenos Aires, a quien apodaban Heidi, hasta que miró las inundaciones desde México, de amenazar con la convocatoria a voluntarios para el sector educativo cuando está claro que ni siquiera hay un cuadro legal que lo permita.

En tarifas, el énfasis fue tan explícito que consistió en que Macri repitiera el mismo párrafo, primero en su tono monocorde y después casi a los gritos. Primera vez: “Después de una década de despilfarro y corrupción, empezamos a normalizar el sector energético para que los argentinos, en sus casas”. Segunda vez: “Repito, después de una década de despilfarro y corrupción, empezamos a normalizar el sector energético”.

El disimulo correspondió a lo que genéricamente el Presidente describió como “dos decretos sobre juicios y contrataciones para gestión de conflicto de intereses”. Bien lo pudo haber hecho antes. Hay un proyecto de reforma en la Etica Pública, presentado por el diputado Guillermo Carmona en noviembre de 2016, luego de una comprobación a cargo de la Universidad Nacional de San Martín: el 31 por ciento de los funcionarios actuales ocupó puestos de alta o media gerencia en el sector privado y el 11 por ciento del gabinete tuvo cargos ejecutivos en las principales empresas que operan en la Argentina.

Que el Presidente hable a esta altura de conflicto de intereses es la disimulada aceptación de que escándalos como el del Correo lastiman la imagen presidencial. Faltan menos de ocho meses para las elecciones de octubre.

El tramo de la seguridad también fue escenario de las ambigüedades. Dijo el Presidente: “Si queremos resolver el problema de la inseguridad, tenemos que dar un debate serio sobre un nuevo sistema de responsabilidad penal juvenil”. No explicó qué relación hay entre la inseguridad y las cifras que muestran a los menores de 16 mucho más como víctimas que como victimarios. Y tampoco, es cierto, anunció que buscaría bajar la edad de imputabilidad. Si efectivamente deja de perseguir ese objetivo habrá sido una victoria de las organizaciones del Estado, como la Defensoría General, y de la sociedad civil. Demostraron en la comisión habilitada dentro del Ministerio de Justicia la falacia, la inutilidad y la injusticia de bajar la punibilidad de 16 a 14 años.
No es ensayo y error. Es forcejeo.

Fuente: http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2017/0305/noticias.php?id=213151

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