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Nuevo proceso de admisión con una admisión inconclusa

 Abelardo Carro Nava

Como bien sabemos, a partir de la aprobación de la mal llamada reforma educativa de 2013, las disposiciones legales y normativas para el ingreso al Servicio Profesional Docente cambiaron sustancialmente. Los exámenes de ingreso, conjuntamente con el cumplimiento de ciertos requisitos, fueron algunos de los aspectos que los aspirantes tendrían que realizar para que accedieran y ocuparan un lugar dentro del Sistema Educativo Nacional (SEN). De ahí que, como también sabemos, una vez que los participantes pasaban los filtros establecidos por la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD) y, desde luego, si es que los resultados les eran favorables de acuerdo a las listas de prelación y las vacantes disponibles, éstos ingresaban al magisterio de manera provisional, por lo cual se les otorgaba un nombramiento con un código 89 “Alta por Tiempo Fijo, por Ingreso al Servicio Profesional Docente”.

Ahora bien, después de cierto tiempo (que variaba entre los 6 meses a un año, aproximadamente), muchos de estos maestros y maestras tuvieron que realizar un examen de diagnóstico para que pudieran cambiar el código 89 por un FU “Alta Definitiva por Ingreso, SPD”; esto no significaba que ya tenían en sus manos una Alta Definitiva, puesto que la misma ley estipulaba que al término de dos años los recién ingresados al SEN, tendrían que realizar otro examen para que les fuera otorgado el código FV “Alta definitiva por ingreso y evaluación, Servicio Profesional Docente” que, en sentido estricto, no era otra cosa más que lo que muchos conocemos como código 10 “Alta definitiva”.

Todo lo anterior se realizaba con fundamento en lo que se conoció como “Disposiciones en materia del Servicio Profesional Docente” que emitió la CNSPD (CNDSP, 2017) y, de los cuales, hay que señalarlo, las entidades federativas lo aplicaban bajo su propia interpretación y, por tal motivo, muchas de los nombramientos que se dieron durante este sexenio variaron en cuanto a su temporalidad (aplicaciones de exámenes diagnóstico y de los dos años) y características de los formatos de dichos nombramientos. En fin.

Con la aprobación de la reforma a la reforma educativa de 2013, este esquema cambió un poco.

Por principio de cuentas vale la pena recordar, que las leyes y normas relativas a los procesos de admisión se modificaron, siendo lo más significativo, el hecho de la preferencia que tendrían los egresados de las Escuelas Normales, de la Universidad Pedagógica Nacional y los Centros de Actualización del Magisterio para ocupar un lugar en el SEN.

Ahora, sobre los requisitos y demás cuestiones que los aspirantes a ocupar una plaza deberían atender, de acuerdo a las convocatorias que la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM) ha emitido hasta el momento, no han cambiado mucho que digamos; la realización del registro previo cumplimientos de ciertos requisitos, el haber tomado un curso sobre la Nueva Escuela Mexicana y la aplicación de un instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes docentes, son los aspectos que hemos visto, de manera particular, el año pasado.

Y es precisamente esta última cuestión, lo que me lleva a escribir estas líneas porque, como se sabe, el proceso de admisión del año pasado no se completó o quedó inconcluso dada la imposibilidad, por parte de la USICAMM, de realizar la aplicación del instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes (examen) a todos los que participaron en este proceso; esto, por la declaración de contingencia sanitaria decretada por el Gobierno Mexicano generada por la pandemia que ya conocemos; sin embargo, dos etapas sí se llevaron a cabo y, conforme a ello, se otorgaron nombramientos “provisionales o temporales”. Asunto poco fácil de entender porque, mientras la federación ha puesto y dispuesto “ciertas normas” en la emisión de nombramientos a los participantes que obtuvieron un resultado favorable y que les permitió acceder a éste, en las entidades federativas, dichos nombramientos tienen sus propias particularidades, más en el ámbito de la Descripción del código que de éste mismo. Me explico.

Por la imposibilidad de aplicar el instrumento de valoración ya referido, más o menos en mayo del año pasado, la USICAMM emitió un comunicado mediante el cual informaba que los procesos de admisión, promoción y reconocimiento quedarían suspendidos por la contingencia sanitaria y que, por tal razón, ésta se encontraba analizando las actividades del calendario anual de esos procesos de selección; hecho que generó reacciones diversas entre los participantes. Quiero pensar que, por tal razón, y por la obvia disponibilidad de vacantes en los estados, se entregaron nombramientos con ¿código 99?, esto siempre y cuando se cumpliera con lo estipulado en los “Criterios excepcionales para el proceso de selección para la admisión en educación básica, ciclo escolar 2020-2021” (USICAMM, 2020) que la USICAMM emitió, repito, hace un año por las condiciones sanitarias del país, dejando obviamente, pendiente la aplicación del instrumento de valoración en comento.

¿Por qué un código 99 y no uno 95 “Alta provisional”? La respuesta seguramente se encuentra en la USICAMM, sin embargo, al igual que otros colegas lo han pensado y afirmado, supongo que este código es un “número identificador” que se le asignó a todos aquellos que participaron en el proceso que no ha concluido. ¿Está fuera de toda norma la emisión de este código? Al no encontrarse como tal en los “Lineamientos administrativos para dar cumplimiento al artículo segundo transitorio del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3º, 31º y 73º constitucionales”, publicados en el diario oficial de la federación el 15 de mayo, mi respuesta es afirmativa, es decir, este código está fuera de toda norma dado que no se tiene un sustento legal que lo fundamente más que, muy probablemente, la decisión que tomó la USICAMM y que, desde mi perspectiva, afecta a cientos de maestras y maestros que en próximas semanas, verán concluida la vigencia del nombramiento otorgado hace un año.

Este código 99, supongo, puede ser definido como “Alta Provisional”, si es que se tuviera el catalogo o un documento que estableciera los nuevos nombramientos con sus respectivos códigos y descripciones, sin embargo, poco se conoce sobre este tema, aún y cuando este gobierno ha pugnado, desde su inicio, por la “transparencia”. Esto lo digo porque es obvio que al reformar las leyes y dejar sin efecto las disposiciones reglamentarias de la reforma educativa de 2013, tendrían que haberse emitido otras que sustenten los nombramientos, códigos y descripciones a partir de la reforma de 2019 pero, insisto, poco se sabe de ello. Ojalá la USICAMM de a conocer estas disposiciones para que haya mayor claridad y transparencia, principalmente, para los interesados.

Y bueno, todo este asunto se complica en demasía porque, si usted revisa los documentos (formatos) que elaboraron las Secretarías de Educación de las diferentes entidades federativas y que contienen los nombramientos, códigos y descripciones que les fueron entregados a los participantes una vez que obtuvieron un lugar provisional en el magisterio, la cosa no está para creerse puesto que, en estos estados, se emitieron una serie de nombramientos con una variación de códigos y descripciones, aun y cuando la USICAMM diera a conocer que a todos ellos debería asignárseles un código 99; no obstante, en algunos casos el formato con el código 95 no se cambió o se canjeó por parte de los interesados o por cuenta de las áreas responsables del proceso y, por tales razones, aunque se encuentran prestando sus servicios profesionales en alguna zona escolar, el hecho de que en próximas fechas se inicié otro proceso de admisión podría generarles dificultades que, líneas más adelante explico, porque es importante ejemplificar algunas de las inconsistencias que he podido observar en algunos de los profesores que tienen en su formato un código 95 o 99 con descripciones diferentes, situación que puede ser susceptible de variadas interpretaciones al momento de que se tenga que aplicar el instrumento de valoración ampliamente referido, por ejemplo, a un profesor le otorgaron un nombramiento con código 95 “Alta provisional” y la autoridad local no lo ha cambiado por uno 99, a otro le dieron un nombramiento con código 99 pero “En vacante definitiva con nombramiento por tiempo fijo”, a otro, un nombramiento con código 99 “Alta provisional”¸ a uno más, un nombramiento con código 99 “Tiempo fijo”, etc.

En consecuencia, bien haría el USICAMM en aclarar todo este asunto porque, con el comunicado que emitió en su página hace unos días, en cuanto a que ésta determinará las fechas para aplicar los instrumentos de valoración de conocimiento y aptitudes al personal docente o técnico docente al que se le haya asignado una plaza vacante definitiva con nombramiento por tiempo fijo ha generado, de nueva cuenta, reacciones diversas. Ciertamente, se entiende que las listas de prelación (y los criterios de valoración para la admisión del año pasado) fueron un indicador para el otorgamiento de vacantes definitivas o temporales, sin embargo, como bien sabemos, en las entidades los documentos que se emiten difieren dada la interpretación que las autoridades educativas hacen de éstos. Es decir, si a un profesor o profesora se le entregó “por error” un nombramiento con código 99 “Alta Provisional” cuando tuvo que haber obtenido un código 99 “En vacante definitiva con nombramiento por tiempo fijo”, ¿deberá ser considerado para la aplicación del instrumento de valoración y no para el nuevo proceso de admisión?

Bien valdría la pena que antes de emitir otra convocatoria para el proceso de admisión para este año, se trabaje en lo que aún se tiene pendiente del año pasado y, sobre todo, se ponga un orden en cuanto a la emisión de nombramientos en las entidades. A muchos profesores el tiempo los está alcanzando, dada la vigencia de la emisión de sus nombramientos y, sería favorable, que todas estas dudas las disipara la USICAMM para que tuvieran una seguridad en cuanto a dos cuestiones: la aplicación del instrumento de valoración, si es que fue otorgado un nombramiento con código 99 “En vacancia definitiva con nombramiento por tiempo fijo”, o bien, la realización de todo el proceso de admisión dado su nombramiento de carácter temporal. En cualesquiera de los casos, ojo, el que el profesor responda su instrumento de valoración o el que realice otra vez el proceso de admisión, no significa que vaya a obtener un código 10 que, en términos sencillos significa: “Alta definitiva” porque, para como están las cosas y dado el deficiente trabajo que viene realizando la USICAMM, podría esperarse cualquier cosa. Menudo problema tiene en sus manos esta Unidad administrativa.

Desde mi perspectiva, como desde hace años viene sucediendo cuando se “definió” la aplicación de un examen para el ingreso al magisterio, los afectados, por toda esta serie de irregularidades faltas de orden y transparencia, son los maestros y, principalmente, los alumnos, quienes poco saben si contarán en las próximas semanas con el maestro que les estuvo dando clases, o si es que estos últimos serán recontratados bajo el mismo esquema  y con las mismas irregularidades en la emisión de sus respectivos nombramientos.

Referencias:

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/nuevo-proceso-de-admision-con-una-admision-inconclusa/

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Pakistán: Ascenso estudiantil. El comienzo del comienzo

Por: Ali Hashmi

El movimiento estudiantil en Pakistán ha visto un ascenso repentino en el último mes. Las universidades de Punjab y la capital del país, Islamabad, se vieron afectadas por una serie de protestas estudiantiles contra los exámenes en el campus y los aumentos de tarifas. En respuesta, el Estado, como de costumbre, recurrió a la represión y la violencia desenfrenadas.

A medida que la tasa de casos de coronavirus comenzó a aumentar, el gobierno decidió avanzar hacia un segundo cierre de las instituciones educativas el 24 de noviembre de 2020 y con él comenzó la segunda fase de educación virtual.

Durante el primer cierre, las universidades comenzaron a usar clases virtuales como modo alternativo de instrucción, lo que sin duda es un desarrollo avanzado en el campo. Pero en un país tecnológicamente y culturalmente atrasado donde más de dos tercios de la población no tiene acceso a Internet, y en áreas periféricas de Gilgit-Baltisitan, Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán, la gente ni siquiera tiene acceso a la electricidad y mucho menos a Internet, resultó ser un espectáculo del fracaso. Los estudiantes de las zonas periféricas salieron a protestar contra las clases virtuales y exigieron el suministro de infraestructura, internet gratuito y computadoras portátiles, cuya ausencia solo equivaldría a una violación de su derecho a la educación. La maquinaria estatal represiva respondió con violencia policial y detenciones. “Hagan lo que quieran, no nos silenciarán, continuaremos luchando por nuestros derechos humanos básicos, lucharemos hasta el derrocamiento de este sistema educativo basado en las diferencias de clase”, dijo el Dr. Mahrang Baloch, una líder estudiantil baloch , mientras era empujada dentro de la camioneta de la policía junto con otras estudiantes que protestaban.

Esta situación pasó a mostrar la grieta entre gobernantes y gobernados. La camarilla gobernante está tan desconectada de las realidades de la vida de las personas que impone políticas para cuya implementación no cuenta con la infraestructura adecuada ni el pueblo posee los recursos necesarios. También agravó el sentimiento de privación de las nacionalidades oprimidas, pero al mismo tiempo ayudó a elevar la conciencia de clase al revelar el privilegio de clase que disfruta la clase dominante con total desprecio por las miserias del pueblo trabajador.

El reciente ascenso no fue contra las clases virtuales, sino contra los exámenes en el campus. El 15 de enero de 2021, el ministro de educación federal, Shafqat Mehmood, anunció que las universidades se abrirán a partir del 1 de febrero. Como es el final del semestre, las administraciones de la Universidad decidieron realizar los exámenes en el campus y emitieron las respectivas notificaciones.

Estudiantes de la Universidad Nacional de Lenguas Modernas (NUML) se manifestaron en protesta contra esta decisión. Sus demandas incluían exámenes en línea y el reembolso del 50 por ciento de sus tarifas semestrales en línea. Le siguieron los estudiantes de la Universidad de Bahria y luego la Universidad del Aire, seguidos por la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología (NUST), la Universidad de Defensa Nacional (NDU) y la Universidad FAST, que se encuentran entre los institutos más caros de Pakistán, la administración los amenazó con aplicar FIRs pero los estudiantes no se inmutaron. Ganando confianza a partir de estas valientes luchas, los estudiantes de los campus de Punjab también comenzaron a levantarse.

Las administraciones de la Universidad Khawaja Fareed, la Universidad Sahiwal, la Universidad Bahauddin Zikriya y la Universidad de Sargodha estaban tan horrorizadas que se rindieron a las demandas de los estudiantes sin siquiera oponer resistencia. La Universidad de Administración y Tecnología se sometió a las demandas de los estudiantes después de 14 horas de sentada. Los estudiantes del Colegio Universitario Gubernamental de Faisalabad (GCUF), el Colegio Universitario Gubernamental de Mujeres de Faisalabad (GCWUF) y el Instituto NFC Faisalabad organizaron protestas frente a sus respectivos campus el 25 de enero. El GCUF se sometió rápidamente a las demandas de los estudiantes. La administración del GCWUF fue obstinada y amenazó a las estudiantes con medidas disciplinarias estrictas e incluso trató de encerrar a las estudiantes dentro de los albergues, pero después de 10 horas de sentada tuvo que retroceder debido a la moral cada vez mayor de los estudiantes. Los estudiantes del NFC organizaron una sentada pacífica que se prolongó durante 12 horas, pero la administración no atendió a sus demandas. El segundo día intervino la policía, cargó con las porras y arrestó a los estudiantes. Se puede ver en las grabaciones que la policía vestía equipos antidisturbios mientras se reunía para aplastar a los estudiantes desarmados y pacíficos, lo que solo demuestra el miedo que tiene el Estado de cualquier movimiento y también sus tendencias fascistas.

Los estudiantes de la Universidad de Administración y Tecnología (UMT), Lahore organizaron una gran protesta por los exámenes virtuales; la administración al principio reaccionó con violencia y represión policial, algunos estudiantes heridos fueron admitidos en los hospitales pero la administración tuvo que inclinarse ante el poderoso poder de los estudiantes y anunció exámenes virtuales aunque presentaron FIRs contra unos pocos estudiantes. Los actos de violencia y represión más viles se presenciaron en la Universidad de Punjab Central (UCP), donde los guardias del campus atacaron a los estudiantes, rompieron cabezas e hirieron gravemente a muchos. Incluso los guardias personales del propietario, Mian Amer Mehmood, fueron desplegados para atacar a los estudiantes desarmados. Mehmood es un poderoso empresario, propietario y fundador de grupos de universidades de Punjab, también conocido como Malik Riaz de los sectores educativos privados. Malik Riaz es un magnate inmobiliario que hizo su fortuna a través de prácticas depredadoras respaldadas por el establishment. La policía también acusó a los estudiantes y arrestó a 36 de ellos. Al principio, el tribunal, en lugar de defender los principios de la justicia, rechazó sus solicitudes de fianza y los puso bajo custodia policial, donde sufrieron más torturas; no se tomó ninguna medida contra Mehmood o su ejército personal. “La clase dominante ha utilizado la maquinaria estatal como instrumento de represión para proteger los intereses de la mafia de las escuelas privadas que han convertido la educación en un negocio para la extracción de enormes ganancias. Una vez más, queda demostrado que el Estado es solo un cuerpo de hombres armados para proteger los intereses de la clase dominante. La educación gratuita y moderna es un derecho humano fundamental. Ahora ha llegado el momento de luchar por ese derecho”, dijo Awais Qarni, organizador central del Frente Estudiantil Revolucionario (RSF) y editor de Asian Marxist Review. Pero luego, con una fuerte campaña nacional por su liberación y protestas de solidaridad, los tribunales tuvieron que liberar a los estudiantes.

El Frente Estudiantil Revolucionario (RSF) tiene como objetivo unir a los estudiantes bajo las siguientes demandas:

  • Exámenes virtuales para las clases virtuales en todas las universidades.
  • Reembolso del 50 por ciento de las tarifas para todos los semestres virtuales.
  • La condición de la declaración jurada al momento de la admisión debe levantarse inmediatamente.
  • Restaurar los Centros de Estudiantes y las elecciones deben realizarse de inmediato.
  • Todos los procesos de estudiantes que participan en protestas deben retirarse.
  • Asignar el 10 por ciento del presupuesto a la educación.

Proporcionar educación científica gratuita y moderna en todos los niveles.

Los acontecimientos recientes con todos sus logros y reveses son un paso adelante para el movimiento estudiantil en Pakistán. Los estudiantes que ganaron sus demandas experimentarán un impulso en su moral, aquellos que no lo hicieron reflexionarán y aprenderán de sus errores solo para volver más fuertes. Los estudiantes también llegarán a comprender la necesidad de organización para que puedan prepararse para las próximas luchas contra los aumentos de tarifas y los recortes presupuestarios, el gobierno actual ha estado imponiendo políticas neoliberales bajo las directivas del FMI y, a la luz de esto, es de esperar que reduzca aún más el presupuesto para la educación y las cuotas para estudiantes de áreas periféricas. Los Comités de Acción Estudiantiles que se están formando en diferentes ciudades e institutos desempeñarán un papel importante a este respecto. Todas las organizaciones de estudiantes progresistas deben reunirse en esta plataforma para ayudar a los estudiantes a organizarse.

Los Comités de Acción Estudiantiles deben incorporar la “Restauración de los Centros de Estudiantes” como su demanda central, conectar y organizar todas las demás luchas y reclamos con esta demanda principal. La vanguardia del movimiento estudiantil no solo tendrá que comprender el significado de los sindicatos estudiantiles en sí, sino también explicarlo continuamente a los demás. Solo a través del poder político y la organización los estudiantes podrán afirmarse de manera efectiva sobre los que están en el poder. El movimiento estudiantil también tendrá que ganarse el apoyo de la clase trabajadora, como explicó una vez el Dr. Lal Khan, “El proceso revolucionario puede ser iniciado por la juventud y los estudiantes, pero solo bajo el liderazgo de la clase trabajadora puede ser llevado a su conclusión lógica … el derrocamiento de este sistema opresivo».

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/pakistan-ascenso-estudiantil-el-comienzo-del-comienzo/

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La reprobación invisible (Parte III)

Experiencias e historias ante la reprobación

José Carlos Buenaventura[1]

A Alexis Fabre

En esta tercera entrega sobre la reprobación invisible se narran las historias y experiencias de Alexis Fabre y de Elías Hernández sobre la reprobación invisible en la última década en México. A través de tales narraciones, seguimos sosteniendo la idea de que: el proceso de reprobación de las niñas, niños y jóvenes en México no ha desaparecido; por el contrario, se ha vuelto un mecanismo invisible para seguir reorganizando la vida escolar, educativa y laboral de los jóvenes y adultos en México. Asimismo, quienes realizan los procesos de reprobación no son los actores que tradicionalmente se piensa que lo hacen: las maestras y maestros, sino otros actores que han surgido a lo largo de las últimas décadas, cuya actividad se enmarca en los procesos de selección.

La experiencia de Alexis Fabre ante la reprobación

Alexis Gómez Fabre estudió en una Escuela Preparatoria Oficial del Estado de México, en la zona oriente de la ciudad de México. Su escuela se localiza en el municipio Chicoloapan. Obtuvo promedio de 9.8 al finalizar el bachillerato. Se puede señalar que era un joven estudioso y disciplinado. Siempre cumplió con lo requerido: actividades y trabajos, bajo la didáctica de “trabajitis” y “activitis”. Ya que en la escuela donde él iba estaba prohibido que las y los maestros hicieran exámenes, pues los directivos argumentaban que los maestros no sabían hacer exámenes. En esa escuela años anteriores se había contratado a personas que trabajaban en el CENEVAL para enseñarles a hacer reactivos y objetivos, bajo está lógica de que las maestras y los maestros no saben. La historia de Alexis Fabre es un ejemplo del fenómeno de incluir para ser excluido, elemento propio de la reprobación invisible: aunque él fue pasando y aprobando año tras año, en el momento de hacer exámenes de selección para entrar a educación superior, los resultados de la inclusión y la exclusión se hacían presentes.[2]

En el 2017, cuando Jesús Alexis termina el bachillerato hace el examen como muchos de sus compañeros, obteniendo 55 aciertos, en un examen de 120 reactivos, para la carrera medicina. Él no les dice a sus amigos, ni profesores que hizo el examen. Le da vergüenza exponer su resultado, piensa que él es el único responsable por sacar ese número de aciertos. Toma la decisión de meterse a estudiar en una escuela privada donde no tenía un alto costo el cuatrimestre, en la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl. Algunos de sus familiares habían cursado en ella. Sitio donde comenzó la licenciatura en Mercadotecnia. Al pasar el cuatrimestre descubrió que no era lo que él quería. Él reconoce que entró a estudiar allí porque él ya no sabía qué estudiar. Se sale de la licenciatura en Mercadotecnia y empieza a hacer los exámenes para entrar a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Continúa su deseo de ingresar a medicina en alguna institución de renombre y con mayor prestigio como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En estos primeros resultados podemos leer que la formación y el capital cultural que obtuvo durante la preparatoria no son suficientes para considerar, él mismo, que ha aprendido algo durante su estancia del bachillerato. Él, como uno de los estudiantes de mayor promedio de su generación, sólo obtuvo 55 aciertos. En este sentido surge una pregunta: ¿qué le enseñaron en la Escuela Preparatoria Oficial donde estudió y por lo tanto qué aprendió en el bachillerato para poder hacer una prueba estandarizada y logar estudiar la carrera que él desea en la institución que él había elegido? Una de las cuestiones es que él entregaba todo lo que se le pedía en trabajos, tareas, comportamiento, pero eso no se vio reflejado en el momento de hacer su primer examen para educación superior para la UNAM. En su escuela, como en muchas, se busca que los estudiantes se mantengan en sus aulas para sostener la matricula, para que los maestros no vayan a quedarse sin horas y sin trabajo. Algunas veces los directivos terminan diciendo a los maestros: “deben entender a los estudiantes, ellos no van a aprender, ellos van por un papel para trabajar”. De tal modo, las expectativas laborales se reducen a fungir como mano de obra barata para tiendas como OXXO o Walmart, ya que, para obtener un trabajo mejor remunerado y más digno, la mayoría de las veces es necesario tener un mayor nivel de estudios académicos. En consecuencia, se pierde el objetivo de algunos bachilleratos de preparar a los estudiantes para la educación superior o enseñarles un oficio o una carrera técnica para que los estudiantes tengan herramientas para trabajar de forma honesta y digna. Por lo menos en los modelos de las Escuelas Preparatoria Oficiales en el Estado de México, que es parte del Bachillerato General, no enseñan un oficio o una carrera técnica a los estudiantes. En palabras de algunas personas, el fin es otorgar un “papel”. Todo se reduce a que los estudiantes necesitan un “papel” que les permita trabajar. Es muy curioso esto, porque también para poder trabajar en algo se necesita enseñar algo y ante esto ocurre que en ciertas escuelas se enseña que no hay que trabajar, ni esforzarse para poder trabajar. ¿Ante este tipo de formas de ver la educación qué es lo que se les está enseñando a las y los estudiantes en este tipo de escuelas que llevan a cabo estas acciones? Porque lo que sí se puede considerar es que algo se está enseñando, aunque no queda claro qué. En este sentido quizá se tiene que volver a utilizar el concepto de “currículum oculto” para hacer presente los verdaderos aprendizajes que se dan en estas escuelas. Ello no quiere decir que se esté transmitiendo el capital cultural y simbólico que los estudiantes necesitan para competir por un lugar en una de las carreras más demandas en México, en la universidad más importante de México, la UNAM, como lo demuestra la experiencia de Alexis Fabre.

Ya para el 2018, él empieza a estudiar un curso de preparación para el examen de ingreso para la educación superior de abril a julio. En esta escuela le apoyan frente al costo que asciende los 10,000 pesos. Él lo cubre trabajando de limpieza en esta institución; por las mañanas toma el curso y por las tardes trabaja. Porque uno de los problemas que enfrentó fue que su familia no podía pagar el curso. Otro cambio fue que él casi no salía del municipio donde vivía, Chicoloapan. A raíz de este curso, comenzó a viajar mayores distancias, ya que la escuela donde tomaría el curso se encontraba en el sur de la Ciudad de México. Era un recorrido de una hora y media, hasta de dos horas. Alexis cumplió con su parte del acuerdo con la escuela y trabajó para pagar el curso haciendo la limpieza en la escuela. Hace el examen en el mismo año y obtiene 80 aciertos para la UNAM; también hace el examen para la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), pero no obtiene los puntajes necesarios para entrar a estudiar en esa institución la carrera de medicina. En la segunda ocasión su puntaje mejoró. Esto hace pensar a Alexis Fabre que lo que estuvo estudiando en el curso sí le ayudó, pero que aún no es suficiente. Para él este segundo resultado fue doloroso; sin embargo, no se decepcionó para seguir intentando lograr su objetivo. Se iba dando cuenta que estudiar de la forma en que le estaba planteando la institución donde trabajaba le estaba ayudando. Señala Alexis que en esta institución cada determinado tiempo le hacían exámenes de cada una de las materias, de forma oral y en forma escrita. Eso no se lleva a cabo en la institución donde él estudió la preparatoria, ya que en esa institución estaba prohibido hacer exámenes a los estudiantes, puesto que se percibía que eran sólo un instrumento de exclusión social y de expulsión de la matrícula. Recordemos que una de las cosas que se creó en el sentido común y como objetivo general de las escuelas de educación preescolar hasta educación media superior es mantener la matrícula.

Dejó de trabajar después del examen en la escuela que se localizaba en el sur de la Ciudad de México. Consigue para julio de 2018 otro trabajo, como mesero cerca de su casa. Se mete a trabajar allí para ahorrar nuevamente para pagar el curso en la misma institución donde ya lo había cursado. El curso empezaba de nuevo en octubre de 2018. Una de sus compañeras meseras le dice que para qué va tan lejos a tomar el curso, si en Texcoco hay una escuela donde puede estudiar. Ella se refiere al Colegio Nacional Matemáticas (CONAMAT). Por tanto, él estudia allí de agosto de 2018 a 2019. El costo del curso fue de 9,000 pesos.

Presenta por tercera vez el examen de ingreso a la educación superior en febrero de 2019, para obtener 90 aciertos; no obstante, necesitaba sacar 104 aciertos. Alexis, pese al resultado, se siente alentado ya que se percibe cada vez más se acerca de los aciertos requeridos. Durante los meses que faltan para la segunda vuelta de ese año sigue estudiando.

Presenta por cuarta vez el examen en junio de 2019. En la segunda vuelta de ese año para ingresar a la UNAM saca como resultado 93 aciertos. Para esta ocasión necesitaba obtener como mínimo 112 aciertos. En su trabajo como mesero lo habían estado apoyando para que estudiara en un horario fijo, pero los resultados no eran positivos. Frente a esto, su jefe le señaló que decidiera seguir en los cursos o en el trabajo. Porque el resto de los trabajadores rolaban turnos y Alexis no como apoyo para su preparación.

Alexis consigue que su jefe lo siga apoyando y vuelve a tomar el curso en CONAMAT, de agosto de 2019 a febrero de 2020 (quinta vez que lo presenta), presentando el examen el 21 de febrero de 2020, obteniendo 102 aciertos. Para esta ocasión se solicitaban 104 aciertos para ingresar a la carrera de medicina en la UNAM. En esta ocasión se sintió muy decepcionado y a punto de decidir estudiar en el Sistema Abierto y a Distancia de la UNAM; no obstante, ninguna lo convenció.

Ante su depresión y decepción, sus amigos y otras personas lo apoyaron para seguir adelante. Sus amigos que conoció desde la primera escuela le decían que lo siguiera intentando que ya poco le faltaba. Algunas historias que le contaban las personas que atendía en el restaurante lo motivaron para seguir haciendo los exámenes. Una de esas historias era de una señora que a los 50 años se tituló y que le contó que le estaba yendo muy bien en el trabajo.

Alexis Fabre decide continuar con este esfuerzo y que no se debe de conformar sino seguir estudiando. Por una parte se siente tranquilo porque tiene trabajo. Sin embargo, hay algo que cambia sus planeas: la pandemia de COVID 19 que llega a México en marzo de 2020. Se cierra el restaurante donde está trabajando y rápidamente se le van a acabando sus ahorros. Como solución, vende diferentes productos para apoyar en los gastos en su casa, ya que a sus padres también les ha ido muy mal económicamente.

Sigue estudiando para poderse quedar en la carrera que él quiere durante los meses de marzo a septiembre de 2020. Señala que se privó de muchas cosas para poderse quedar en la carrera de medicina. Sin embargo, también descubrió que le gustaba otra carrera que se impartía en la Universidad Autónoma Metropolitana: Ingeniería Biomédica. En septiembre de 2020 presenta el examen a la UNAM y a la UAM (sería la sexta ocasión que presentaba el examen para ingresar a educación superior). En el examen para entrar a la carrera de medicina en la UNAM saca 110 aciertos, sólo le falta un acierto para quedarse, ya que en esta ocasión pedían como mínimo 111 aciertos. En el examen para la UAM le aparecía en los resultados que estaba seleccionado. La dicha de Alexis Fabre ha sido mucha porque logró su objetivo de entrar a una escuela de gran prestigio como es la Universidad Autónoma Metropolitana, con mucho esfuerzo, constancia y disciplina, para estudiar Ingeniería Biomédica.

Es importante resaltar que todo aquello que se ve negativo en escuelas públicas o por lo menos en el bachillerato público que cursó Alexis Jesús, fue lo que hizo en las escuelas privadas. Entre esas cosas fueron: 1) estudiar, 2) recordar, 3) memorizar contenidos, 4) ser disciplinado, 5) querer estudiar, 6) tener un objetivo personal, un sentido propio de por qué hacer esto, 7) trabajar y estudiar al mismo tiempo, 8) hacer exámenes, cuando ellos están mal vistos por lo menos en el bachillerato donde él estudio. En muchas escuelas preparatorias oficiales se les dice a los maestros que ellos no saben hacer exámenes, sólo “los especialistas” de instituciones como el CENEVAL.

Elías, profesor en el Colegio Nacional de Matemáticas (CONAMAT)

 

Elías Hernández es egresado de la Facultad de Filosofía y Letras. Del 2018 al 2020 hace su tesis de licenciatura sin ningún tipo de apoyo económico familiar o algún tipo de beca expedido por el Estado u otra institución. Él es padre de una niña de 3 años y el sostén de ella y de su pareja. Esto ha implicado buscar diferentes empleos y trabajos a lo largo de los años. Hace la tesis al mismo tiempo que trabaja en diferentes actividades: como corrector de estilo, vendedor ambulante y profesor en el Colegio de Matemáticas (CONAMAT).

De las anteriores labores, cabe destacar su desempeño como docente en Conamat en el año 2018, tiempo en el que impartió cursos COMIPEMS, UNAM, UAM, Politécnico y de Bachillerato único. Durante tal lapso vivió en una situación laboral precaria: sin prestaciones ni contrato y con un pago de 60 pesos la hora, el cual se le otorgaba, como a todos los docentes de tal sitio, en efectivo con un desface. Sueldo, asimismo, que variaba según la cantidad de cursos, más no de alumnos. De este modo, se pagaba lo mismo un grupo con cinco personas que uno con cuarenta. Por lo anterior, trabajar en esa institución implicaba una situación de inestabilidad y zozobra. Tal falta de derechos laborales suele justificarse por la falta de título. Por ello, no estar titulado pone a los trabajadores en una situación de vulnerabilidad muy preocupante.

Por otro lado, el pago de los cursos que cobra tal institución a los estudiantes es difícil de cubrir y no cualquier persona puede solventarlos. Por ello, como en el caso de Alexis, muchos recurren a alguna alternativa laboral para lograrlo. Es preciso mencionar que el precio de los cursos va de los 5 mil, 7 mil hasta los 10 mil pesos en cursos que duran 5 meses.

De acuerdo al testimonio de Elías, él debía calificar diariamente las actividades escolares de los estudiantes. Asimismo, debía revisar los exámenes que cada semana se aplicaban a los alumnos para medir sus avances, porque dichos exámenes eran calificados por el profesor y no por la institución. Esta labor se veía magnificada debido a la cantidad de grupos y de alumnos. Importante es resaltar que esta institución tiene por norma aplicar exámenes a los estudiantes y entregarles sus resultados. En consecuencia, cada profesor calificaba, por semana, un mínimo de 160 exámenes.

Existen guías de las cuales los estudiantes debían estudiar para tales exámenes, guías que seleccionaban la información pertinente para la futura prueba al que los alumnos se preparaban. Los estudiantes debían disciplinarse a estudiar, concentrarse y a aprenderse de memoria la información y el conocimiento para obtener mejores calificaciones en los exámenes que constantemente se realizan.

El estudio, la concentración, la memorización y los exámenes es parte de la didáctica fundamental que lleva a cabo el Colegio de Matemáticas, para que quien pague el curso tenga mayores posibilidades de quedarse en la institución donde desea estudiar una carrera universitaria. Frente a esto, hay que resaltar algunas cosas. Por un lado, en el sistema público se ha perdido la disciplina para estudiar. Muchos jóvenes no dedican el tiempo libre que tienen al estudio. Además, a lo largo de las décadas se ha ido reduciendo la carga de realizar tareas en casa. Por el contrario, hubo algunos discursos ideológicos que descalificaban la tarea. Ese es un debate pendiente que debemos seguir haciendo en el campo pedagógico sobre el papel de las tareas y el uso del tiempo libre, ubicando esta discusión en los diferentes contextos rurales y urbanos que existen en México.

Uno de los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día es el de revisar el papel cognitivo y psicológico de los estudiantes cuando, por medios virtuales, no logran concentrarse debido a la sobrecarga de estímulos, al tiempo en que “la nueva realidad” se basa en plataformas digitales.

Regresando a la didáctica del CONAMAT en relación a la concentración, ella está relacionada en el interés que tienen las y los estudiantes para pasar el examen de ingreso o en el peor de los casos en no querer entrar a trabajar.

La memorización juega un papel muy importante en la didáctica de este tipo de instituciones que se dedican a colocar jóvenes en el sistema público de educación superior de la Ciudad de México. En tales centros se llevan a cabo procesos de memorización de información y conocimiento de cada una de las materias, de acuerdo al testimonio y lo vivido por Elías. En este espacio no entraremos en la discusión sobre si es buena o mala la memorización, sino sólo a hacer presente que ciertas instituciones como ésta la utilizan y en el momento de hacer un examen que va a marcar y modificar su vida para siempre tiene repercusiones positivas. Esto debido a que en muchos casos quienes compran este tipo de cursos sí logran ingresar a la institución que querían.

Asimismo, hacer exámenes es importante, ya que como hemos narrado a lo largo del texto desde educación preescolar hasta bachillerato en el sistema público se ha atacado el hacer examen como lo peor, lo más tradicional, lo menos didáctico: “un buen maestro no hace exámenes”. Sin embargo, en este tipo de instituciones, tal es una de sus herramientas didácticas fundamentales, y además les funciona con el objetivo de que quienes asistan a sus cursos pasen los exámenes de selección nacional, ya sean estos a nivel bachillerato o licenciatura. Quizás tendremos que seguir estudiando el valor del examen con mayor cuidado y no descartarlo como una herramienta fundamental que arroja datos necesarios, así como los usos que se le pueden dar.

La cuestión a señalar aquí estriba en cómo este tipo de instituciones sí llevan a cabo determinados procesos, elementos y estructuras que pueden ser identificadas como “educación tradicional” y dan resultados favorables a quienes tienen la capacidad económica y el apoyo familiar. No obstante, tales instrumentos, en el sistema educativo público, han sido desprestigiados, como la memoria, el examen, la autoridad. Por ello, aunque los estudiantes “aprueben” con calificaciones de 9 o 10, como en el caso de Alexis con 9.8, siendo uno de los promedios más altos de su generación, tienen que ir a este tipo de lugares para obtener información, memorización, capital cultural y simbólico para lograr aprobar un examen que puede cambiar su vida. Quizás sea momento de analizar con más calma muchos procesos de enseñanza, de aprendizaje, de evaluación o todo aquello que se tildó como “educación tradicional”. Con esto no estoy diciendo que se haga una educación para esclavos, en contra de la libertad o en contra de la emancipación humana, sino que estudiemos con cuidado lo que está pasando en nuestras escuelas y que escuchemos a las maestras y maestros desde su experiencia y no desde aquel o aquella que quiere quedar bien con el director, la directora, la autoridad o el mismo Secretario de Educación.

A modo de continuación ante la reprobación

 

Plantear un análisis sobre la no reprobación no surge como consecuencia de creer que la reprobación es la solución de los problemas educativos. Si se llegara esa conclusión se haría lo mismo que se ha hecho en los últimos años, pero en el sentido contrario. Este análisis surge por la necesidad de pensar de forma compleja los procesos educativos, en los cuales siguen presente los procesos de aprobación y reprobación.

Y es que, para poder encontrar soluciones a los problemas educativos, lo esencial es identificarlos y no ocultarlos, que es lo que ocurre cuando por mandato institucional se aprueba a los estudiantes sin ver todos los factores, relaciones y procesos que están ocurriendo para que se dé esto y poder construir soluciones más viables y honestas. Parecería que no se pueden hacer cambios estructurales y que todo debe de seguir igual para que no se note que estamos metidos en graves problemas por la crisis educativa reforzada y acelerada por el COVID 19. Y esa crisis educativa no es sólo la que está relacionada con la formación de capital humano, sino con una crisis educativa que tiene que ver con los problemas de la mayoría de la población, y no sólo con problemas económicos y con ganancias de la grandes empresas nacionales e internacionales, donde la economía y los procesos laborales no pueden parar, y para ello es necesario consumir hasta el cansancio o hasta la muerte.

La crisis educativa que se va mostrando y está relacionada con lo que se aprende y con lo que no se aprende, con lo que se evalúa y con lo que no se evalúa, con lo que se aprueba y con lo que no se aprueba. Esto está unido con problemas más cercanos a la mayoría de la población, como son los diferentes tipos de violencias que hay en México, con el aumento de la pobreza y la desigualdad de la mayoría de la población durante esta pandemia de COVID 19, diferentes procesos de ignorancia, de indolencia y de irresponsabilidad con el otro, lo cual está incluido con el problema de volver a redefinir la noción de estudiante y maestro, ya que la noción de estudiante se parece cada día más a la noción de cliente o consumista. Es necesario volver a tomar muy enserio quiénes son los estudiantes, qué implica identificar a alguien como estudiante. Todo esto enmarcado en el campo de ubicar si realmente a la infancia y a la juventud mexicana se le está cumpliendo el derecho a la educación, si el cumplimiento al derecho a la educación se cumple exclusivamente con ser parte de una matrícula y recibir una beca o alguna concesión dada por el Estado, como es el otorgar una calificación aprobatoria aunque no sepa los conocimientos, actitudes y sentimientos necesarios para la vida o aunque no se sepa del él o ella ya que no se comunica con sus maestros por ningún medio.

La aprobación y la reprobación como un binomio de evaluación lo podemos ubicar como un sistema de administración, organización, ordenación de lo que los estudiantes pueden y no saber sobre determinado contenido curricular o escolar y de su realidad más cercana. Saber o no saber resolver problemas concretos en su realidad socio histórica, lo cual le va a permitir tener acceso a determinadas escuelas o instituciones de educación media superior y superior y también en el acceso a determinadas tipos de trabajo y de participación políticas en los diferentes espacios donde se encuentren las y los estudiantes. Por ende, la reprobación sería no saber contenidos curriculares y escolares, ni tampoco saber sobre su realidad, ya sea esta histórica, social, biológica o natural y por ende no se tiene la capacidad ni las actitudes, ni las aptitudes para resolver los problemas muy concretos de su realidad, como por ejemplo tomar las medidas preventivas para evitar el contagio de COVID 19.[3]

Tanto la aprobación y reprobación siguen estando presente en el sistema educativo nacional. En el caso de la reprobación quien la puede efectuar en la educación básica ya no son las maestras y los maestros, sino otras instituciones tanto públicas como privadas. Los momentos más claros de la reprobación los podemos ubicar en los exámenes de selección nacional para ingresar a educación media superior, en los exámenes de ingreso a educación superior que hacen diferentes instituciones, como las universidades públicas y los diferentes mecanismos de certificación que existen tanto en instituciones públicas y privadas, así como también en exámenes que evalúan el logro del aprendizaje de los estudiantes como PLANEA o ENLACE. Además, muchas veces para obtener conocimientos, creencias, saberes, capital cultural y simbólico muchas y muchos estudiantes que, por ejemplo, van a acceder a educación media superior o superior, pagan cursos privados para obtener esto, como se muestra en este texto con el testimonio de Alexis Fabre. Ello hace que lo que se transmite o lo que se necesita saber para poder resolver un examen de forma satisfactoria se tiene que comprar, se convierte el conocimiento en una mercancía epistémica. ¿Qué estudiantes pueden hacer esto y quiénes no?

Hablar de la reprobación o no reprobación se convierte en una necesidad para la sociedad mexicana si queremos cumplir el derecho a la educación para las niñas, los niños, las y los jóvenes, pero también para los adultos y los ancianos, ya que si no se cumple el derecho al conocimiento y al saber, el derecho a la educación para todas y todos, el derecho a la educación, se estará violando constantemente, ya que no sólo se debe de pensar a los derechos humanos en su dimensión individual, sino en su dimensión social y colectiva. Como se decía con el epígrafe al inicio de este texto: “aprobar no es aprender”. Aprender debe implicar desarrollar, construir, transmitir saberes, conocimientos y sentimientos que nos permitan resolver nuestros problemas. Uno de esos problemas es la proyección que hay sobre la pobreza y pobreza extrema que organismo como la CEPAL dan en consecuencia de la pandemia del COVID 19, se señala que posiblemente el 67% de la población de México esté o estará en pobreza.[4] Nos urge ir pensando de otras maneras y formas el problema de la aprobación-reprobación, ya que lo que está de fondo es poder resolver nuestros propios problemas, eso urge y es una gran necesidad si se quiere hacer frente a todas las “pandemias” que hay en México.

[1] Coordinador del Seminario de Perspectivas Críticas en Educación, Género y Derechos de la Humanidad. Agradezco a Miriam Isabel Arciniega y a Mauro Jarquín por la lectura y sugerencias al texto; a Jessica Nayelli Cruz Jiménez y a José Ángel Gil García por la información que me proporcionaron, así como a David Elías Hernández por las correcciones para este texto.

[2] Quien ha hecho avances muy interesantes en la compresión de este tipo de procesos ha sido Pablo Gentili, él habla del concepto de exclusión incluyente, señala al respecto: “los mecanismos de exclusión educativa se recrean y asumen nuevas fisonomías en el marco de dinámicas de inclusión o inserción institucional, que resultan o bien insuficientes, o bien inocuas para revertir el aislamiento, la marginación y la negación de derechos involucrados en todo esquema de segregación social, dentro y fuera de las instituciones educativas.” Pablo Gentili, “Marchas y contramarchas. El derecho a la educación y las dinámicas de exclusión incluyente en América Latina”, en: Pedagogía de la igualdad: ensayos contra la educación excluyente, Buenos Aires, Siglo XXI editores, 2011, p. 78.

[3] Cuando se habla del saber no sólo se contempla el terreno cognitivo o epistemológico, sino también se comprender como parte del saber a los pensamientos, sentimientos y emociones que se han transmitido o construido a través de diferentes procesos educativos o pedagógicos. Se sabe a partir del cuerpo y de los sentidos. De este modo, se piensa junto con Carlos Lenkersdorf que el cuerpo es la unidad unificadora de razón, sentimientos, emociones: unidad unificadora de los seres humanos. Carlos Lenkersdorf, Filosofar en clave tojolabal, México, Miguel Ángel Porrúa, 2005, p. 55.

[4] Información consultada en: https://expansion.mx/economia/2020/07/15/poblacion-mexico-sera-pobre-tras-crisis-alerta-cepal, el jueves 17 de diciembre de 2020, a las 13:05.

Fuente: https://www.educacionfutura.org/la-reprobacion-invisible-parte-iii/

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Estas son las oposiciones ideales para una persona según sus cargas familiares y tiempo disponible

Por: Carlota Fominaya

En función de las horas al día que le puedas dedicar, y también el tiempo que quieras estar, hay oposiciones a las que no se pueden acceder, reconocen los expertos.

Opositar está en el horizonte vital de muchas personas pero cada vez que alguien cruza el umbral del despacho de Jesús Martínez, jefe de Estudios del Centro de Estudios Financieros (CEF), para ver qué opción les recomienda, este les hace una pregunta que, a la postre, es determinante para dibujar la trayectoria de estudios de ese futuro alumno: «¿De cuánto tiempo dispones?». «El tiempo es un factor determinante, aunque no condicionante, para preparar una oposición, más que la edad o la capacidad. En función de las horas al día que le puedas dedicar, y también el tiempo que quieras estar, hay oposiciones a las que no se pueden acceder», reconoce.

«Aunque tampoco es lo mismo que se presente es una persona de treinta y tantos con obligaciones o cargas familiares, que un joven de 23, 24 años con dedicación exclusiva. Como tampoco es lo mismo haber realizado previamente una carrera de Humanidades que disponer de una licenciatura de Derecho o Administración de Empresas», matiza.

Para alguien con dedicación exclusiva: A1

En cualquier caso, si la persona que entra en su despacho asegura que puede sacar 40 horas de estudio semanales, la recomendación del jefe de estudios de CEF sería optar por una oposición A-1. «Son aquellas que tienen como requisito académico el grado. Se trata siempre de oposiciones superiores como, por ejemplo, a inspección de Hacienda, de Trabajo, jueces, letrados de la administración de Justicia, o inspectores del Banco de España».

Estas oposiciones, prosigue este experto, «requieren dedicación exclusiva. ¿Qué supone eso? Que algunas suponen una horquilla de entre dos y cuatro años de estudios con una matización: que suelen estar más cerca de los cuatro que de los dos. Y que las oposiciones a Juez, Fiscal, Registrador de la Propiedad o Abogado del Estado se pueden considerar a partir de los 6 años de dedicación que se pueden convertir incluso en 9 o más».

Por eso, admite Martínez, «para una persona que tiene que conciliar la vida personal con la oposición, salvo que lógicamente tenga no menos de 35 horas de estudio, que es difícil, lo aconsejable es que no se presente a una oposición de grupo A-1».

Para quien dispone de 25 horas de estudio: A2

Para aquellos que se encuentren en el entorno de las 25 horas de dedicación a la semana, lo aconsejable, indica el experto del CEF, «es que se dirijan a una oposición de grupo A-2 de cuerpos de gestión: técnicos de gestión, gestión del Estado, técnico de Auditoría, técnico de Hacienda, gestión procesal….», enumera.

La ventaja de las oposiciones A2, apunta Martínez, «es que están compuestas por un temario más corto, que se mueve entorno a 60, 80 temas, y fundamentalmente carecen de prueba oral. Las pruebas son todas escritas. Primero se realiza un test de criba, luego un segundo ejercicio que suele ser un tema escrito o pregunta corta, y luego un tercer ejercicio que suele ser un caso o un supuesto práctico que puede ser de carácter económico o jurídico».

El tiempo para preparar estas oposiciones para una persona que tiene que compatibilizar con su familia «no es menor a dos años», apunta. «Si por contra se presenta un joven de 25 años que no se tiene que preocupar más que de estudiar, y que encima es riguroso, disciplinado y se exige personalmente, podría aprobar incluso en poco más de 12 meses», asegura.

Sin dedicación exclusiva: C1

¿Qué ocurre con aquellas personas que tienen que conciliar o que no tienen dedicación exclusiva pero quieren opositar? «Estas personas se suelen encontrar con dos situaciones: primera, que no tienen 24 años, sino una media entre los 40 y los 45 años y, segunda, que no tienen de todo el tiempo del mundo. Recomendaría el grupo C1, que tiene como requisito académico el Bachillerato, haber realizado BUP, ciclos de grado superior, y se pueden optar a cuatro grandes cuerpos: Administrativo del Estado; Tramitación Procesal (Justicia); agentes de la Hacienda Pública y Ayudantes de Instituciones Penitenciarias».

El grupo C1, explica Martínez, «está compuesto de programas más cortos, que suelen moverse entorno a los 40 temas, aproximadamente pero también tiene un “handicap”. Porque al igual que no hay crimen perfecto, no hay ninguna oposición perfecta, y el ratio entre número de instancias que se presentan y el de las plazas ofertadas es mucho peor. Es decir, que aunque el temario es mucho más accesible, hay más competitividad».

En particular, prosigue este experto del Centro de Estudios Financieros, «nosotros a aquellas personas que tienen el título de grado le solemos recomendar más un grupo A2 que un grupo C1, primero porque tiene mejor ratio y menos competitividad, y segundo porque los contenidos del programa C1 están incorporados incluidos en el programa del A2. Es decir la gente que se presenta a Gestión Procesal, absolutamente todos se presentan a Tramitación. y al revés, la gente que se presenta a gestión del Estado, a cuerpo administrativo. Tienen dos posibilidades».

Menos de 20 horas de estudio semanales: C1 o C2

Para aquellos que disponen de menos de 20 horas de estudio y dedicación a la semana, Martínez recomendaría optar por un grupo C1 o C2, de auxiliar de la Administración del Estado, donde la titulación requerida para acceder es la de Graduado Escolar, Bachiller Elemental, Enseñanza Secundaria Obligatoria, FP de primer grado o equivalente.

Como Cuerpo General sus miembros realizan funciones comunes a la actividad administrativa, especialmente aquellas de carácter mecanográfico, de cálculo sencillo, archivo, registro similares.

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La visión sexista de la educación en las familias condiciona la elección del futuro académico

Por: ABC

Las chicas afrontan más activamente el sexismo en los centros educativos, según un estudio de la UOC.

El confinamiento para frenar la propagación del coronavirus ha provocado la suspensión de las clases presenciales y los estudiantes han pasado prácticamente todo el tiempo en casa con sus familias. En determinados hogares, esto podría haber repercutido en que las situaciones de sexismo —discriminación por razón de sexo— influyeran más en los menores. Esta situación cobraría más importancia en los estudiantes que este año y en pleno confinamiento tienen que elegir entre qué opción de bachillerato, qué módulo de formación profesional o qué carrera universitaria elegir. Una investigación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) ha analizado el sexismo académico en bachillerato en España.

«En los casos en que las familias tienen una visión muy sexista de la educación y de la vida pueden tener todavía más peso las opiniones de las familias sobre las competencias académicas y de otra índole que se supone que sería ideal que los chicos y las chicas tuvieran», señala Milagros Sáinz, investigadora principal del grupo Género y TIC (GenTIC) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de UOC.

Aunque el confinamiento sea temporal, la investigadora sugiere que estas situaciones pueden condicionar las decisiones de los jóvenes respecto a qué itinerario educativo de educación secundaria posobligatoria o carrera universitaria elegirán.

«En esta situación existe el riesgo de que los jóvenes, especialmente de algunos entornos socioeconómicos y culturales, estén más expuestos a la influencia de la opinión y las experiencias de los progenitores que en la situación previa a la crisis sanitaria», apunta Sáinz. «No se socializan en las mismas condiciones que antes del confinamiento con otras personas como el profesorado o grupos de iguales», añade.

En una investigación publicada en la Revista de Psicología Social, la investigadora junto con José Luis Martínez y Julio Meneses, también de la UOC, han analizado las diferencias en función del género en las respuestas de los estudiantes de secundaria ante una situación de sexismo académico. Los investigadores apuntan que estos casos se dan «sobre todo en las chicas, que se enfrentan a más actitudes sexistas que los chicos sobre su competencia en ciencias, tecnología y matemáticas (conocidas como disciplinas STEM por sus siglas en inglés)».

Según el estudio, las estudiantes cuyos padres tenían un nivel académico intermedio o alto mostraban mayor predisposición a enfrentarse a las situaciones sexistas. «Es curioso observar cómo los chicos reaccionan a las situaciones de sexismo académico evitándolas, y no como las chicas, que las afrontan o buscan ayuda de personas con mayor autoridad como profesores o familias cuando piensan en este tipo de situaciones», compara la experta.

Los chicos también sufren sexismo

La investigación se llevó a cabo en 954 estudiantes que cursaban el primer año de bachillerato en diez centros escolares de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. El 60 % de los estudiantes indicó que sus progenitores tenían un nivel académico intermedio, mientras que el 30 % señaló que tenían un nivel de estudios alto, seguido de un 10 % con nivel de estudios bajo. En cuanto a procedencia, el 80 % de los padres y madres habían nacido en España.

A los estudiantes se les pidió que completaran un cuestionario en el que se les planteaban diferentes situaciones de sexismo en relación con sus capacidades académicas y tenían que responder cómo reaccionarían: enfrentándose a ellas, pidiendo ayuda o evitándolas.

Además, los estudiantes también tenían que indicar en qué medida estaban de acuerdo con cinco afirmaciones sexistas sobre las competencias académicas de los chicos y las chicas. Sobre su propia experiencia, también tenían que responder a si alguien de su entorno había hecho comentarios desalentadores sobre sus habilidades en ámbitos STEM, como matemáticas, tecnología y física (en el caso de ser chicas), o en lengua y biología (en el caso de ser chicos).

«Nuestra sociedad tiende a minusvalorar las competencias de las mujeres en las asignaturas y los ámbitos muy prestigiosos y valorados socialmente como son la ciencia y la tecnología», afirma la autora. «Los chicos, sin embargo, están acostumbrados a que se valoren sus competencias por encima de las de las chicas, lo cual es también sexismo pero positivo hacia ellos», puntualiza.

Según Milagros Sáinz, este tipo de sexismo no significa que todos los chicos tengan altas competencias en estos ámbitos, también ellos se frustran y sufren sus consecuencias negativas porque muchos «no cumplen con este ideal de masculinidad».

Nivel educativo de los padres

Aparte de la influencia del género a la hora de enfrentarse de una manera u otra a las situaciones de discriminación académica, el estudio muestra que también influye en ello el nivel de estudios de los progenitores.

«El género per se explica las distintas maneras de afrontar el sexismo académico, pero el nivel educativo de padres y madres nos ayuda a entender en qué grupos de estudiantes se observa mayor predisposición a responder de manera más o menos activa a dichas situaciones», destaca la autora.

Si las chicas cuyos progenitores tenían estudios universitarios o de secundaria posobligatoria tendían a responder a situaciones de sexismo enfrentándose a la persona que las provocaba, en el caso de los chicos con una historia familiar similar su respuesta solía ser la evitación.

El estudio también revela que, a veces, los propios estudiantes no son conscientes de estar presenciando o viviendo en primera persona esta situación discriminatoria. «Las chicas, en muchas ocasiones, son objeto de sexismo académico que pone en tela de juicio sus competencias tecnológicas y perciben que esto se debe a que no tienen ese potencial individualmente y que, por tanto, no pueden desarrollarlo», subraya Sáinz.

«No son conscientes de que se trata de una creencia estereotipada que se atribuye, por lo general, a todas las mujeres por el hecho de ser mujeres», resalta. En el caso de los chicos ocurre a la inversa: sus decisiones y conductas están también fuertemente condicionadas a expectativas sociales y culturales relacionadas con la masculinidad.

Para evitar estos desequilibrios, la experta destaca la importancia de formar a chicos y chicas en temas de igualdad y en cómo afrontar las distintas situaciones de sexismo académico o de otra índole, una formación que tendría que llegar también al profesorado y a las familias.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-vision-sexista-educacion-familias-condiciona-eleccion-futuro-academico-202006260206_noticia.html

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Entre la presencialidad e internet: así encaran el nuevo curso los centros de enseñanza superior

Por: Nieves Mira

Tras el precipitado final de la presencialidad en colegios y universidades del pasado curso y su rápida transformación para continuar de manera online con el confinamiento, ahora los centros de educación superior se enfrentan al reto de adaptar sus estudios e instalaciones a la «nueva normalidad».

Hace unas semanas, la Universidad de Cambridge anunciaba que mantendrá la enseñanza online y a distancia durante el próximo curso, dejando de lado las clases presenciales. Ante la incertidumbre legislativa y social, esta puede ser previsiblemente una situación que pueda darse en muchas universidades e incluso colegios con la llegada del mes de septiembre. En España, casi todas las universidades apostarán el próximo curso por la enseñanza mixta, aunque teniendo muy presente un Plan B que permita seguir el ritmo de las clases desde cualquier escenario, incluida la opción de un confinamiento.

El «transformative learning» de ESIC

En el caso del ESIC, el Decano del Área de Grado, Segundo Huarte explica a ABC en qué consiste el «transformative learning», que busca «crear un aprendizaje basado en la práctica empresarial, la innovación, la auto exigencia y el trabajo en equipo». En este caso, se trata de un entrenamiento que combina la presencialidad en remoto con la física. En el caso de esta escuela, habrá semanas en que los alumnos tengan asistencia física al aula con otras alternas en remoto. Eso sí, tanto los que se encuentren de forma física en ESIC como los que no compartirán un horario de clases de forma síncrona.

En palabras de Segundo Huarte, este nuevo método «se inspira en las nuevas formas de relacionarse, vivir y trabajar, rompiendo con los modelos tradicionales de enseñanza. Esta metodología transforma el aula y el campus en espacios infinitos que unan lo mejor de los dos mundos: las últimas tecnologías y el contacto personal». En cuanto a la relación de las empresas, buscan «combinar habilidades personales y profesionales formando al alumnado para la empleabilidad, y más importante aún, para la aprendibilidad».

Para lanzar el Transformative Learning les ha servido de ayuda la experiencia previa de estos meses de cuarentena. «Durante la crisis sanitaria, en ESIC pusimos en marcha un formato presencial en remoto, de forma síncrona con los horarios habituales», y los resultados son más que halagüeños para sus alumnos, cuenta Segundo Huarte. «No solo han asistido a las clases, sino que incluso lo han hecho en mayor medida que en el formato tradicional, y además han estado más concentrados. Todo ello ha implicado una mejor tasa de rendimiento». Para los exámenes, eso sí, los exámenes seguirán siendo presenciales aunque «no cambiarán las piezas de evaluación continua, pues figuran en la memoria de Verificación del Título».

El CEU San Pablo se equipa

En la Universidad CEU San Pablo, según cuenta su rectora, Rosa Visiedo, se están buscando fórmulas para poder ofrecer el próximo curso formación presencial o a distancia en cualquiera de los escenarios posibles. «Somos una universidad presencial, por eso siempre que las medias sanitarias lo permitan impartiremos clase con presencia física en el campus, pero tendremos en cuenta las circunstancias de los estudiantes, nacionales o internacionales, que por tener su residencia habitual lejos del campus puedan tener problemas de movilidad o de incorporación en las fechas previstas en el calendario», cuenta.

  Para ello, desde esta universidad plantean el curso con una «doble presencialidad» que permite al estudiante ir a clase al campus y también conectarse en directo con el aula. Así, «podrá combinar entre presencia física en el campus y presencia digital en directo. La presencia digital interactiva es una de las novedades de este modelo», comenta Rosa Visiedo. La Universidad está equipando sus aulas con el sistema HyFlex, una tecnología multicámara que permite desarrollar sesiones en las que los estudiantes que están en el aula pueden interactuar con los que participan en directo desde casa y todos ellos con el profesor que está impartiendo la clase. Según cuenta su rectora, todos los profesores han recibido ya formación y entrenamiento para que las sesiones sean lo más dinámicas posibles.

En el caso de la Universidad CEU San Pablo, la pandemia ha acelerado su transformación digital, tanto en docencia como en servicios. «En 48 horas pasamos de una enseñanza presencial a una formación online con las mismas garantías para nuestros alumnos. Ese salto se pudo realizar gracias a la anticipación, a la formación de nuestro profesorado y a las alianzas estratégicas con empresas tecnológicas líderes como Google, Microsoft, Amazon, Blackboard o SAS, entre otras», informa Rosa Visiedo. Además, está trabajando también en la implantación del Mostrador Digital, un servicio online operado a través de Teams que permite a los estudiantes realizar los trámites administrativos con las distintas áreas y servicios de la Universidad a través de videollamadas.

Para el final del curso pasado, en esta universidad utilizaron una herramienta de vigilancia remota llamada Respondus LockDown Browser, una tecnología ‘proctoring’ que lleva a cabo un completo proceso de identificación del estudiante con la finalidad de poder garantizar la integridad y legitimidad académica de las pruebas de evaluación y exámenes. Para el próximo curso se procurará la presencialidad con carácter general, también para los exámenes finales que, cumpliendo con las distancias de seguridad, permitan garantizar la evaluación de los estudiantes, según informa su rectora.

En otras universidades

La Universidad Carlos III de Madrid cada estudiante de grado recibirá el 50% de sus horas de clase de forma presencial en el campus y el resto se impartirán de forma online síncrona en el horario previsto en directo, para permitir la interacción del docente con el alumnado. Además, según informan, la programación de las distintas asignaturas estará preparada para el paso a un modelo 100% online síncrono en caso de que se decrete una nueva suspensión de la actividad docente presencial.

Por su parte, en la web de inicio de la Universidad Complutense de Madrid, aparece un gran aviso: «Todavía no se sabe con certeza cómo será el comienzo del curso 2020-2021, pero los estudiantes internacionales de la UCM deben tomar decisiones antes del verano y, para ayudar, en la medida de lo posible, a tomar esa decisión, lo que puede decirse es que es intención de la UCM que el comienzo de curso se haga con normalidad. La información se mantendrá actualizada en la web de la Oficina de Relaciones Internacionales. Sin embargo, tanto los estudiantes Erasmus o por movilidad, a los que se haya propuesto para incorporarse a la UCM, como sus instituciones de origen, serán informados de cualquier novedad mediante correo electrónico. Los estudiantes visitantes deberán asimismo seguir la información relativa al centro en el que hayan elegido estudiar».

La Universidad de Sevilla informa en un comunicado que la suya es «una institución presencial de educación superior y confirma su voluntad de seguir siéndolo en el futuro. Las herramientas digitales de enseñanza y los procedimientos virtuales de aprendizaje son considerados especialmente valiosos como complementos modernos y eficaces para la mejora de la docencia, pero no se consideran autosuficientes para llevar a cabo, sin merma del servicio prestado, una completa sustitución de los métodos de enseñanza presencial. La Universidad de Sevilla reafirma así su naturaleza eminentemente presencial en el convencimiento de que las relaciones que se entablan en el seno de la universidad aportan un valor importante en el ejercicio de las funciones de creación y transmisión del conocimiento». A pesar de ello, prevé distintos escenarios según avance la pandemia por el país, previendo incluso turnos rotatorios entre el alumnado.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-entre-presencialidad-internet-encaran-nuevo-curso-centros-ensenanza-superior-202008030121_noticia.html

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Cómo afrontar con éxito el paso a la universidad

Por: Laura Peraita

Consejos para sacar el máximo partido a esta nueva etapa educativa.

Dar el salto del instituto a la Universidad siempre genera cierto respeto. En pocas fechas muchos estudiantes se enfrentarán a ese primer día con la incertidumbre de qué se van a encontrar en un sitio en el que profesores, alumnos, aulas… todo es nuevo.

Nicanor Tocino, coordinador de Admisiones en la Universidad Europea y experto en Orientación Educativa, explica que en el primer año el universitario se va a encontrar:

—Un entorno multicultural único donde prepararte para el mundo global y donde alcanzar tus aspiraciones, tus sueños.

Un claustro formado por profesionales comprometidos, expertos en sus disciplinas y excelentes docentes, sensibles a las innovaciones, a la transformación, en el ámbito de la educación superior.

Un modelo académico experiencial. Estarás a la altura de las necesidades del mundo profesional real, aprenderás en entornos seguros, entornos simulados, con diferentes niveles de complejidad, adquiriendo conocimientos más allá de la disciplina.

—Aprenderás a trabajar en equipo, relacionándote con agentes de otras profesiones, clientes, pacientes, empresas, y en diferentes entornos que enriquecen tu experiencia formativa y te adaptan a un futuro donde la colaboración interprofesional es fundamental. Más de 6.000 convenios con empresas te esperan, para elegir dónde realizar tus prácticas curriculares y otras actividades de acercamiento a todas las posibilidades de ramas profesionales.

Experiencias extracurriculares: participación en clubes, asociaciones estudiantiles y otras esferas de la vida universitaria. Las facultades y escuelas ofrecen actividades universitarias, programadas para cada año académico tanto en formato presencial como online, que se completan con estancias internacionales, desarrolladas a través de acuerdos con universidades y escuelas de negocio en todo el mundo.

—Una formación integral con el objetivo de construir una sociedad más equitativa en beneficio del bien común. Recibirás formación en valores, en sostenibilidad, estudies lo que estudies, y no como materias independientes, sino de forma transversal.

Asegura este experto que desde que el alumno se incorpora al aula va a sentir cómo se fomenta la cultura de emprendimiento, el trabajo en equipo y el liderazgo, que son valores que le ayudarán a su formación como profesional global, con conciencia social y ambiental, y a su capacidad para comprender cómo lo que haga, su actividad, interactúa con la sociedad.

Jorge Pérez Serrano, vicerrector de Estudios de Grado y Estudiantes de la Universidad de Alcalá (UAH), explica que esta etapa es muy diferente y a juicio de generaciones anteriores, «estos serán tus mejores años, los que más van a condicionar tu futuro profesional». Por este motivo recomienda aprovechar al máximo el tiempo, organizarse y rendir por igual ante el trabajo autónomo que haya que hacer, como ante la posibilidad de trabajar en grupo. «Por último, tienes que integrar los conocimientos, ser capaz de ello y ver que una carrera es el compendio de un todo, no de pequeñas cosas inconexas».

Trazar el propio recorrido

Nicanor Tocino coincide al insistir en que el estudiante será protagonista de su futuro. «Deberás relacionarte con el entorno universitario. Participarás en la toma de decisiones y en el propio diseño de tu proceso de aprendizaje». Explica que en educación superior cada estudiante debe trazar su propio recorrido formativo. «Deben aprender a adaptarse a un mundo cada vez más complejo, en constante movimiento. Para ello, dentro de esta autonomía madura, tanto en método como sistema de estudio, deben desarrollar conocimientos, destrezas, valores, competencias como: mentalidad global, análisis, inteligencia emocional, versatilidad, adaptabilidad, resiliencia, compromiso (ético y social), aptitudes tecnológicas (recursos digitales, datos), por mencionar los principales».

Sistema de estudio

En opinión del vicerrector de la Universidad de Alcalá (UAH) no es necesario que los alumnos cambien de metodología y sistema de estudio, pero vuelve incide en que sí deben realizar una muy buena planificación de su tiempo, que va a ser su bien más escaso. Respecto a la relación con los profesores será como en su etapa anterior. «El profesor de universidad está acostumbrado a ser preguntado y ello hace que le estimule más dar la clase. Si de algo nos quejamos en nuestro país es de la poca interacción entre el estudiante y el profesor, a diferencia de otras naciones, donde el diálogo es continuo entre docente y discente».

En la Universidad Europea el docente se relaciona con el estudiante de una manera directa y cercana. Acompaña al estudiante a lo largo de su proceso de aprendizaje, facilitando, guiando y ejerciendo la motivación necesaria para garantizar que se adquieran los resultados de aprendizaje previstos. los docentes de esta universidad tienen como rasgo esencial la innovación educativa orientada a la mejora continua. Constantemente, buscan oportunidades (dentro y fuera del aula), a través de la observación, el análisis, y de forma coordinada y colaborativa con otros docentes. Los estudiantes están en el centro.

La actitud y el esfuerzo son para el coordinador de Admisiones en la Universidad Europea y experto en Orientación Educativa, las claves de para un buen desarrollo del curso. «Ayudarán y servirán como base para desarrollar esas competencias antes mencionadas, tan necesarias e importantes en esta etapa de desarrollo. La empatía, la visión global, la escucha activa, la iniciativa y proactividad, la mentalidad de equipo, las ganas por aprender cosas nuevas, etc., son parte del resultado de aplicar esa actitud. Si además le añadimos constancia y compromiso, la probabilidad de alcanzar tus objetivos será mucho más alta».

Aprovechar al máximo las clases

Con objeto de aprovechar al máximo las clases, Jorge Pérez Serrano aconseja que lo mejor es haber leido previamente lo que se va a dar en clase, que suele estar disponible en la plataforma virtual. De esa manera, se puede progresar más rápido en la adquisición de los conocimientos. «Los profesores solemos facilitar los recursos con tiempo, pero, a veces, el estudiante los ve por primera vez al llegar a clase y así es muy difícil entablar un dialogo académico próspero».

No niega que el primer curso suele ser difícil en casi todas las carreras, puesto que es donde están las asignaturas básicas y alguna obligatoria, por lo que son materias muy generalistas. «La carrera no debe pasar por ti, ni hacerla sin ilusión o solo fijándote en las dificultades, que las hay. Precisamente, estás ahí para aprender a afrontar dificultades y para soslayarlas y, sobre todo, que no te invada la desilusión. Como digo, estos van a ser los mejores años de tu vida», apunta este docente de la Universidad de Alcalá (UAH).

Escenario Covid-19

Este año, el principio de curso está marcado también por la incertidumbre del escenario que marcará el Covid-19. En el caso concreto de la Universidad Europea, «queremos que el proyecto académico de cada uno de los estudiantes continúe y adaptar nuestra propuesta educativa al nuevo contexto por lo que de cara al próximo curso avanzamos hacia un modelo académico de Aprendizaje Experiencial HyFlex».

«Se trata de un modelo híbrido porque nos permite ofrecer a los estudiantes vivir plenamente la experiencia y excelencia académica de la Universidad cuando no estén en el campus, y es flexible, porque podemos adaptarnos a todas las necesidades que puedan ir surgiendo y garantizar la formación de los estudiantes en cualquier escenario. En general —prosigue Nicanor Tocino— el objetivo es garantizar la mayor presencialidad posible y equiparar la experiencia de aprendizaje a nuestros estudiantes en el aula y en remoto. Para ello, hemos apostado fuertemente por la tecnología, digitalizando todas las aulas, incorporando las últimas innovaciones en tecnología educativa y relanzando el campus virtual. Además, para facilitar la adaptación de todo el claustro a la tecnología y a la digitalización, se crearán equipos de trabajo con el objetivo de definir los planes de formación adicional que sean necesarios».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-como-afrontar-exito-paso-universidad-202007161759_noticia.html

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