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Los cambios capitalistas… ¿en la burbuja?

Por: Eduardo Camín

La crisis actual no es una crisis financiera causada por la pandemia, sino que tiene un carácter multidimensional y de largo plazo.

¿Puede la comunidad internacional –incluidos los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores– mantener su promesa y cumplir con las “audaces” declaraciones del G20, los compromisos de la Agenda 2030 de la ONU, el Acuerdo Climático de París y la propia hoja de ruta de la OIT para un futuro del trabajo centrado en el ser humano?

La preocupación es cómo puede aprovecharse el período posterior a la Covid para repensar y construir un futuro más equitativo y sostenible. El año 2021 parece prometedor, con el despliegue de las vacunas, los signos de recuperación económica en algunas regiones y el fortalecimiento del multilateralismo.

“Se ha hablado mucho de cómo la pandemia del COVID-19 no es sólo un período de terrible crisis, sino también un momento para reajustar, repensar y construir un presente más equitativo y un futuro sostenible”, señaló Mariana Mazzucato , catedrática de Economía de la Innovación y Valor Público en el University College de Londres, en la segunda de la serie de charlas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La cuestión ahora es si los discursos sobre la reparación de los fallos socioeconómicos de la historia reciente, y el tratamiento serio del cambio climático, conducen a un recambio real en la elección de políticas.

Siguen existiendo grandes retos, como garantizar la implantación de vacunas a nivel mundial, cerrar las brechas de financiación en los países más pobres, reducir las desigualdades de ingresos y oportunidades y apoyar recuperaciones económicas sostenibles que protejan a las personas y al planeta.

El capitalismo, ¿cambia?

En el panorama actual de los organismos internacionales nos encontramos con diferentes  teorías semánticas de la verdad, en cuyo interior se crea una fuerza ilusoria y una intención comunicativa, desde la cual se pueden reinterpretar los principios clásicos de la anfibolia o restricción mental, es decir las respuestas con doble sentido, el mal menor o las mentiras piadosas.

Este es un ejercicio dialéctico que soslaya en cierta forma las consecuencias  reales que originan y agudizan las dificultades actuales. Mucho suena a las viejas teorías reformistas, imbuidas de metáforas sobre el capitalismo con justicia social o el capitalismo con rostro humano.

Sin embargo, más allá de la pandemia de la Covid 19, el capitalismo neoliberal afronta una crisis general que interpela profundamente acerca de seguir otorgando primacía a los intereses del capital o poner en el centro la necesidad de mejorar sustancialmente las condiciones de vida y trabajo de la mayoría de la población y de garantizar la reproducción de la vida humana en simbiosis con su entorno planetario.

Pero la realidad nos indica que todas las iniciativas -en mayor o menor grado-  tienden a la continuidad, hacia la aplicación de programas de rescate de empresas, o mejor dicho, de empresarios y sus monopolios y oligopolios, en respaldo al proceso de concentración y centralización de capital, subyacente a la crisis.

Este camino significa mantener indemnes algunos de los soportes claves de la acumulación mundial centralizada, como la extenuante explotación del trabajo inmediato —aunado a la tentativa de controlar el trabajo científico-tecnológico— y la depredación del medio ambiente, y sólo plantea regular la especulación financiera desorbitada, lo cual puede derivar en un neoliberalismo regulado por el Estado.

La otra opción significa colocar en el centro el sistema de reproducción de la vida humana en el planeta, dentro del proceso imbricado en el metabolismo social humanidad-naturaleza. Pero esta alternativa entraña la necesidad de generar cambios profundos en las estructuras de la sociedad capitalista y en el entramado institucional y político que le da soporte, en beneficio de la mayoría de las clases sociales.

Esta mayoría ha sido paulatinamente despojada de sus medios de producción y subsistencia, expuesta a condiciones altas de explotación laboral, excluida de los procesos de producción social y generación de conocimiento, confinada a espacios de hacinamiento y servicios precarios, expuesta a la compra de alimentos y medicinas caras, pese a su abundancia en el mercado.

A ello hay que sumar el hecho de que la violencia social y estatal se ha desatado por todos los rincones del planeta y la militarización ha significado en distintos ámbitos geográficos una escalada mortal.

Esta opción no se inscribe en un abstracto humanitarismo, que no identifica las relaciones de conflicto y desigualdad prevalecientes en la sociedad capitalista, sino que reclama la necesidad de ir al fondo del problema y plantear estrategias pos-neoliberales y pos-capitalistas, porque, al final de cuentas, bajo el comando del gran capital transnacional no hay opciones viables para la mayoría de la población, a pesar de los cantos de sirena.

La actual  crisis del capitalismo mundial está circunscrita en la órbita económica y, más precisamente, en la financiera. La tónica actual- a pesar del sinnúmero de recomendaciones-  sigue siendo la de garantizar la solvencia y riqueza de empresarios y accionistas, y no el rescate de empresas, empleos y población excluida y desposeída.

Por eso es imprescindible el análisis crítico de la crisis del capitalismo contemporáneo que supere la visión dominante, que la caracteriza como una crisis financiera, causada por la pandemia, a fin de vislumbrar sus causalidades históricas, estructurales y estratégicas, y tomar conocimiento de su carácter multidimensional y de largo plazo.

La crisis actual

La crisis actual se presenta, al igual que otras crisis del sistema, como una depresión de la economía mundial que fractura el proceso de valorización luego de una severa caída general de la tasa de ganancia y posterior a un período con altas tasas de ganancia merced a mecanismos como la desvalorización laboral, abaratamiento de recursos naturales, financiarización de la economía y transferencia de excedentes de la periferia hacia el centro del sistema.

Pero más allá de la crisis de valorización, también se trata de una crisis civilizatoria que pone al desnudo los límites de la acumulación mundial centralizada, basada en la superexplotación laboral, la devastación ambiental y la financiarización de la economía mundial.

 La idea es que tras la actual depresión de la economía mundial subyace una crisis multidimensional de gran profundidad, amplitud y duración que pone en predicamento el proceso de metabolismo social, con lo que no sólo vulnera las principales fuentes de la riqueza social (humanidad y naturaleza), sino que también pone en serio peligro la vida humana en vastas zonas del planeta.

El análisis predominante de la crisis contemporánea está orientado a preservar al sistema capitalista y a rescatar a los grandes capitales centrales. La visión dominante sigue presentando a la globalización como un fenómeno de alcance mundial inevitable, sin alternativas, y al cual hay que asumir como un reto.

Eso si, siempre con la misma receta:  apertura de los mercados, ofrecer condiciones idóneas a la inversión extranjera y afrontar el reto de la competitividad, donde el Estado debe generar un clima favorable a los negocios, particularmente a las grandes corporaciones multinacionales, abaratar la fuerza de trabajo ya barata, transferir recursos públicos al sector privado, exonerar de impuestos, además de implementar una estrategia de venta de la ciudad y el territorio, donde priman los intereses del capital, y no los de la población.

Este tipo de políticas se aplican indistintamente por gobiernos de derecha, centroizquierda e izquierda, salvo algunas excepciones de los que intentan resistirse al neoliberalismo y ejecutan políticas que pueden ser designadas bajo el concepto de nacionalismo radical.

La superexplotación del trabajo y la exclusión social

Sin dudas, la pandemia del Covid 19 está exacerbando las desigualdades ya existentes, desde enfermar del virus hasta mantenerse vivo o padecer dramáticas consecuencias económicas.

 La propia OIT señalaba que a nivel mundial, dos mil millones de trabajadores (as) equivalente al 61,2% de la población mundial empleada,  trabaja en el sector informal. Por lo tanto tienen más probabilidades de estar expuestos a riesgos de seguridad y salud con la pandemia, al carecer de la protección apropiada, desde mascarillas, desinfectante y en ocasiones suministro público de agua.

Pero desde una perspectiva cruda, para el capitalismo, la única crisis que tiene relevancia es cuando se presenta una caída general en la tasa de ganancia, porque significa una crisis del proceso de valorización, es decir, una fractura en las dinámicas de financiamiento, inversión, producción, distribución y consumo.

Poco importan las diversas expresiones de crisis humanitaria, como la pobreza, desempleo, hambrunas, enfermedades. En todo caso esos son daños colaterales, que eventualmente pueden resarcirse cuando se recomponga el ciclo natural de los negocios.

La superexplotación del trabajo significa no sólo la contención salarial y el empobrecimiento familiar, sino también la exposición a riesgos y peligros laborales, el desgaste prematuro de la fuerza laboral y la posibilidad de ser despedido y excluido de la órbita de la producción y el consumo.

No obstante, bajo el influjo del capitalismo neoliberal  han recrudecido los problemas sociales, al punto en que se pone en riesgo, cuando menos en vastas zonas del planeta, la existencia y reproducción de la vida humana. El rasgo consustancial al capitalismo neoliberal es la insustentabilidad social.

La globalización neoliberal da origen a la economía mundial del trabajo barato que convierte a los  países en vías de desarrollo , emergentes o simples subdesarrollados, en exportadores de gente. La expansión de la fuerza de trabajo acompañada de la política de precarización laboral, no significa otra cosa que la sobreoferta de trabajo a disposición del gran capital.

Bajo la égida de este modelo civilizatorio basado en la destrucción, la vida humana se convierte en un recurso desechable, en el cual se implementan modelos de gestión laboral, que conducen a la explotación extenuante del trabajo, que incluye la disminución salarial, la inseguridad laboral, políticas de subcontratación y las políticas de flexibilización y precarización laboral.

Para concluir, es importante tomar nota de que las crisis pre y pos pandemia no han significado, ni significan por sí solas un descarrilamiento del modelo neoliberal, ni el deterioro de su fundamento teórico.

 Todo lo contrario, se refuerzan los mecanismos de poder, se le confiere el respaldo político al Fondo Monetario Internacional, a la Organización Mundial de Comercio, a la vez que el neoclasicismo neoliberal sigue siendo el pensamiento dominante en el mundo académico y los programas de ajuste estructural continúan influyendo en gobiernos de derecha, centro y centroizquierda.

En su formulación ideológica, el neoliberalismo reniega de la regulación estatal sobre el mercado. En la realidad, el Estado es un agente central para que el proyecto que representa el neoliberalismo pueda implantarse y expandirse.

Fuente e imagen: CLAE estrategia.la

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Venezuela: Pensamiento Decolonial

Pensamiento Decolonial

José Romero-Losacco

22 de Febrero 2021

Este miércoles 10 de febrero, la Alianza Pedagógica Social Internacional conformada por la CEIP-Histórica de Argentina, MAEEC-CLACSO de México, KAVILANDO de Colombia, MASA CRÍTICA de Panamá, RED GLOBAL GLOCAL por la Calidad Educativa de América Latina, SAVIA de Paraguay, Universidad de Panamá, CIPCAL de América Latina, KAICHUK MAT DHA de México, EMANCIPACIÓN de Chile, Mujer Pueblo Magisterio-CNTE-Durango de México, el Centro Martin Luther King de Uruguay y CII-OVE de Venezuela, presentó la tercera conferencia del Ciclo de Pensamiento Descolonial a cargo del Dr. José Romero-Losacco, de la Universidad Central de Venezuela.

José Romero-LosaccoDoctor en Ciencias para el Desarrollo Estratégico por la Universidad Bolivariana de Venezuela;posdoctorante del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC): Laboratorio de Estudios Descoloniales y Geopolítica de los Conocimientos, Centros de Transformaciones Sociales, Ciencia y Conocimiento;profesor agregado en la Universidad Bolivariana de Venezuela y profesor invitado en el Programa de Formación Avanzada en Artes y Culturas del Sur de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE).También es coordinador de la Escuela de Pensamiento Crítico Descolonial de Venezuela.

En la moderación de la jornada estuvieron: María del Carmen López Vázquez y Jorge Orozco León. Los moderadores dieron inicio a la sesión recordándonos el propósito de estas jornadas: deconstruir las estructuras sociales y epistémicas producto de la colonización para reconstruirnos a través de un ejercicio de crítica y autocrítica desde las resistencias y las luchas de los pueblos y los oprimidos. De tal modo, nos dijo María del Carmen López, dicho ejercicio ocupa un lugar central en relación con nuestros sistemas educativos pues es allí donde tienen lugar las transformaciones pedagógicas que posibilitan la construcción de un nuevo mundo y la formación de subjetividades otras.

La conferencia del doctor Romero-Losacco estuvo basada en su trabajo doctoral, La Invención de la Exclusión y estuvo dividida en dos partes: la primera, dedicada a una “genealogía” de la exclusión, es decir, al examen de cómo ésta ha sido inventada; la segunda, discutió nuevos aportes y perspectivas para la construcción de otras formas de entender y ser en el mundo.

A manera de contextualización, Romero-Losacco afirmó que estas reflexiones se originaron en su experiencia como investigador de las reformas educativas que tuvieron lugar en América Latina durante la década de los 80 y en su estudio del proceso de municipalización de la educación universitaria en Venezuela durante el siglo XXI. En medio de sus pesquisas, Romero-Losacco se encontró con un balance de los 10 primeros años de la ley de educación en Argentina, publicado por CLACSO, cuyas conclusiones acerca del estado de las comunidades educativas en dicho país se asemejaban a lo experimentado en Venezuela dadas las dificultades materiales involucradas en la implementación de reformas educativas progresistas.

En este sentido, el problema compartido tanto por Venezuela como por Argentina era uno en el que una serie de políticas no-neoliberales terminaban por reproducir los mismos efectos neoliberales que intentaban evitar en un principio. Lo que la sociología funcional hubiera explicado como resultado de las inercias sociales producto de unas sociedades que venía siendo neoliberalizadas, el doctor Romero-Losacco prefirió examinarlo a través del lente de la filosofía de la liberación, la antropología lingüística, la semiótica y los trabajos de la Red Modernidad/Colonialidad (RMC).

Así pues, la conferencia se concentró en explorar los resultados del análisis de los discursos que han sustentado los proyectos de reforma educativa, llamando al progreso por la inclusión social –y en contra de la exclusión social– como un horizonte deseado. Entonces, ¿a qué se debe la prevalencia de dichos términos a través del espectro político, del progresismo al neoliberalismo?

El primer paso para resolver esta pregunta consiste en realizar una “arqueología” del término “exclusión social”. En otras palabras, nos dijo Romero-Losacco, es necesario investigar la forma en la que gobiernos y discursos institucionales dejaron de hablar de “pobreza” y empezaron a hablar de exclusión.

Un punto de partida en dicha arqueología es la propuesta de AmartyaSen en su trabajo sobre el concepto de exclusión social y su aplicación en políticas públicas. En primer lugar, Senhace referencia René Lenoir, ministro de protección social durante el gobierno de Jacques Chirac, quien en su trabajo Los Excluidos(1974) institucionalizó el concepto de “exclusión social” dentro de la tradición de la sociología francesa y su preocupación por la cohesión social. En vista de las consecuencias de mayo del 68, la visión dominante llegó a ser que la exclusión social atenta contra la cohesión social dado el aumento del desempleo y la crisis de la deuda que aquejaba a Europa. Ante este panorama, la exclusión social surgió como un problema social de la mano de documentos como el de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), definiéndola como la situación de aquellos individuos que experimentan la privación del sistema de protección social en medio de la crisis del Estado de Bienestar.

En este momento de la exposición, Romero-Losacco tomó una distancia crítica de la perspectiva de Sen para evidenciar en su descripción lo que Boaventura de Sousa Santos ha denominado la “línea abismal” del pensamiento occidental moderno. En efecto, la operación que institucionalizó la exclusión social en el contexto europeo de los 80 ignoró que lo que se llamó “crisis” en el norte global es lo que sucede permanentemente en el sur global: desempleo y obstáculos a la participación en el mercado de consumo. De esta manera, la exclusión llegó a entenderse como no participar del “bienestar social” cuando se quiere participar.

Esta fue precisamente la concepción que entró en disputa con la de “pobreza”, propia del desarrollismo de Estado de las potencias occidentales de la posguerra. De acuerdo con Romero-Lossaco, Francia, por un lado, y el Reino Unido, por el otro, entraron en una lucha por la hegemonía en los discursos del poder al querer posicionar su lengua y su comprensión de la realidad social sobre el otro. Finalmente, Francia salió victoriosa con la imposición del discurso de la exclusión social, diluyendo el problema de la desigualdad ante la solución propuesta: la “igualdad de oportunidades”. Con esto, las medidas que se consideraron necesarias por parte de los gobiernos fueron aquellas dirigidas a la desregulación del trabajo y a la oferta de mayores oportunidades para el consumo.

Hasta aquí la primera parte de la conferencia. Luego de esta pesquisa en la invención del concepto de exclusión social, Romero-Losacco afirmó que este panorama no está completo sin devolverse a 1492. Fue entonces, afirmó el expositor, cuando se configuró la matriz colonial que da lugar a un mundo que sirve a los colonizadores al imponer un adentro y un afuera.

Siguiendo el camino trazado por Walter Mignolo, Romero-Losacco resaltó la importancia histórica de la Gramática de la lengua castellana de Antonio de Nebrija (1492), la cual estableció las reglas de producción de la lengua que regirían la evangelización y colonización a partir del siglo XVI. Así, lo que ha sucedido con el desarrollismo y la exclusión social a partir del siglo XX, lo podemos entender como parte del arco histórico que ha usado las categorías de las lenguas europeas para explicar las formas de vida al servicio de la colonización: como en el caso de la trinidad o el racionalismo propio de la Ilustración, estos discursos han establecido metáforas espaciales (adentro/afuera), creando, a su vez, la necesidad de “estar adentro”. Según Romero-Losacco, esto es lo que explica la prevalencia de las “políticas de inclusión social” que asumen el “adentro” como un deber-ser que no se discute, sino que está ya dado –en términos de la participación en el mercado.

De tal manera, la necesidad de devolvernos a 1492 aparece como una aproximación que le da vuelta a la cuestión tal cual es planteada actualmente: el problema no es cómo incluirnos, sino cómo hemos sido excluidos. La realidad de nuestra inmersión dentro de relaciones coloniales es lo que nos debe llevar a generar procesos de rupturas en lugar de políticas de inclusión que reproducen, en palabras de Romero-Losacco, el “dualismo trinitario de la cristiandad”.

En este punto, la invitación del expositor fue a comprender la larga historia del capitalismo como elevación del feudalismo; comprender la historia anterior a 1492 a través de la decolonialidad para revelar, como lo diría Juan José Bautista, la modernidad como teología que ha naturalizado la exclusión social como discurso del orden social, al tiempo que la ha vuelto un correlato del discurso de la meritocracia, tan favorecido por el neoliberalismo.

¿De qué manera, pues, hemos de asumir los procesos políticos en este contexto? La propuesta de Romero-Losacco, en línea con lo propuesto por Hugo Zimelman, consiste en transitar hacia un pensar epistémico que se ocupe de las realidades materiales que nos atraviesan y que al tiempo atravesamos: así, atendiendo al régimen de relaciones sociales en el que nos encontramos, podremos evitar su reproducción mediante proyectos de “inclusión”. La propuesta es, entonces, un rescate de la noción de marginalidad: rescatar el lugar del no-ser, reivindicar nuestro lugar de enunciación para pensarnos desde nosotros mismos, desde lo otro, lo ausente, lo que ha sido categorizado como “nada”.

Al termino de la conferencia, la sesión de preguntas estuvo a cargo de Judith Aliaga, maestra y dirigente educativa boliviana, y Deisy Ramírez, maestra y parte del colectivo Kaichuk Mat Dha, de Durango, México.

La maestra Aliaga reflexionó sobre la relevancia de esta investigación para la experiencia en y desde Bolivia, donde el despliegue de la matriz colonial ha sido determinante. Su pregunta fue acerca de las posibles vías para continuar los procesos de decolonialidad. Recordando a Gramsci, Romero-Losacco afirmó que,ante el pesimismo de la razón, su apuesta es por el optimismo de la voluntad pues, como lo ha demostrado la filosofía de la liberación, la vida nos obliga a ser optimistas. Esto es, nos enfrentamos ya a un imperativo por vivir otra vida que es posible mediante la organización de las comunidades que se niegan a ser oprimidas. En estos momentos de crisis en los que los privilegios se muestran insostenibles, la organización y el impulso por vivir es lo que puede aprovechar esta ventana de oportunidad para fortalecer los movimientos sociales.

Por su parte, la maestra Ramírez se refirió a la grave situación en las escuelas de formadores de maestros en las que las concepciones eurocéntricas se siguen reproduciendo a la luz de una misión por enseñar la colonización y no la liberación. Ante este interrogante, el conferencista avocó por una descolonización de la historia de la epistemología que rompa con la historia del Romanticismo alemán al tiempo que se promueva el diálogo horizontal con otros pueblos subordinados del sur global. En términos prácticos, esto requeriría una apertura a otras historias que nos permitan conocer y estudiar de otras formas, mediante otras genealogías, para construir programas de formación que informen otras memorias.

El video de la conferencia puede consultarse en el canal de YouTube de Otras Voces en Educación o en el siguiente enlace:https://youtu.be/yLz6sTUQSAw

Autor: Felipe Antonio Pinilla Torres

Fuente de la Información: CII OVE

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España: ¿Cómo puede el sector privado contribuir a reducir la desigualdad?

El IV informe del Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo (OEPCI) propone ser una herramienta útil en la búsqueda de soluciones sostenibles para los retos de desigualdad y pobreza. En este sentido, la publicación ilustra cómo las empresas pueden contribuir a un crecimiento inclusivo y así ayudar a disminuir la pobreza y la desigualdad que no han hecho más que aumentar tras la pandemia.

La mejor forma de corregir un problema es comprenderlo, así comienza el IV informe del El Observatorio empresarial para el crecimiento inclusivo (OEPCI) en el cual aborda los problemas de la pobreza y la desigualdad. A las consecuencias todavía visibles de la crisis económica de 2008, se suma ahora el golpe de la COVID-19 y la pobreza y la desigualdad en nuestro país y el mundo entero es uno de los problemas más urgentes a resolver.

Las preguntas son muchas y difíciles de responder: ¿Qué entendemos por pobreza? ¿Cómo se mide? Y, sobre todo: ¿cómo puede contribuir a reducirla el sector privado? , estas son algunas de las cuestiones que aborda la publicación “Crecimiento inclusivo. En busca de una prosperidad compartida”, el cual profundiza en el concepto de “crecimiento inclusivo”, facilitando la adhesión a esta forma de hacer empresa. También visibiliza la situación de pobreza y desigualdad en España, agravada por la COVID-19. Por último, trata de guiar a las empresas en su compromiso con el crecimiento inclusivo a través de sus negocios, más allá de la filantropía y la acción social.

El informe sostiene que lograr reducir la pobreza es responsabilidad de todos los sectores. Y solo lo lograremos con un esfuerzo conjunto de toda la sociedad, empresas e instituciones. En medio de un escenario adverso, el liderazgo del sector empresarial es clave en este esfuerzo para que, junto a la necesaria y rápida reactivación económica, se logre que ese crecimiento beneficie a toda la sociedad y contribuya a una prosperidad más amplia y compartida.

La desigualdad es tratada en la publicación del OEPCI desde las perspectivas sociológica, políticas y económicas. Asimismo, según el informe, la desigualdad es, junto al cambio climático, uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la humanidad en un mundo globalizado e interconectado. El documento asevera que aquello que no se mide, no se conoce, y lo que no se conoce, no se cambia. Pese al acuerdo en cuestiones como la crisis climática y la importancia del sector privado en su solución, los avances en materia social parecen ir un paso por detrás. En este sentido, la investigación afirma que uno de los motivos por los cuales esto ocurre es la indefinición de cómo contribuir, de qué significa lo social o cómo ser inclusivo desde el propio negocio. Ya no es cuestión de proyectos puntuales, sino de un modelo nuevo. O, en otras palabras, una empresa comprometida con el crecimiento inclusivo busca cómo lograrlo a través de cualquier área de negocio y hacia todos sus grupos de interés.

El documento explica que en relación con la desigualdad económica, uno de los baremos más utilizados es el índice de Gini, que no considera nuevas formas de pobreza presentes en nuestro país, como la pobreza laboral, infantil o energética. Para mejorar la medición de la desigualdad, nació el Índice de Desarrollo Inclusivo (IDI), promovido por el Foro Económico Mundial. Esta herramienta añade al análisis otras variables, como la esperanza de vida, los índices de pobreza y la ratio de dependencia. En comparación con el resto de países europeos, España no sale bien parada, concretamente, ocupa la posición 26 de 29. El informe también menciona el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El IPM considera dimensiones como la educación, la asistencia sanitaria y el grado de bienestar social. Por su parte, el Indicador AROPE de la Red Europea de Lucha contra la pobreza y la Exclusión social (EAPN) ofrece una radiografía del impacto de la pobreza y la exclusión social en España. Según los registros, en nuestro país, el porcentaje de españoles en situación de pobreza relativa es del 26%.

Con la COVID-19, han surgido nuevos indicadores que reflejan la pobreza o la desigualdad. Por ejemplo, tener o no tener ordenador puede ser un indicador para acceder a la educación. En definitiva, esta pandemia ha hecho más visible la pobreza y la vulnerabilidad de grandes sectores de la población. Para contribuir a hacerle frente a esta grave situación, el informe propone que el crecimiento inclusivo es una gran alternativa en tiempos de pobre y desigualdad, siguiendo esa línea argumental, la publicación esboza una serie de consejos que puede tomar le sector privado para aportar su granito de arena:

  • Buscar alianzas que se puedan sostener a largo plazo. Compartir propósitos y estrategias.
  • Identificar los objetivos de forma clara.
  • Cambiar el modelo de empresa. El compromiso comienza en el interior de las organizaciones.
  • Adaptar el impacto social a la capacidad de la organización.
  • Responder a demandas reales con capacidades reales. Vincular negocio y compromiso social.
  • Garantizar la diversidad en los órganos de dirección y equipos de trabajo.
  • Apoyarse en dinámicas y procesos ya asentados: retribuciones variables, obligaciones de reporting.
  • Contribuir también es innovar. Apostar por soluciones de crecimiento inclusivo que puedan suponer un ingreso, no solo un coste.

Fuente: https://diarioresponsable.com/noticias/30606-como-puede-el-sector-privado-contribuir-a-reducir-la-pobreza

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Informe: Economías emergentes que inviertan en la educación de niñas podrían aumentar su PIB 10%

Así lo revela el informe de Citi Global Insights y Plan International. Sugiere que erradicar todas las barreras al desarrollo de las niñas y adolescentes será clave en la recuperación post-covid y el logro de los ODS de la ONU

Un nuevo informe de Citi Global Insights y Plan International arroja que las economías emergentes que logren tasas de finalización de la escuela secundaria del 100% de las niñas para el año 2030 podrían obtener, en promedio, un aumento de su PIB del 10%.

El informe, The Case for Holistic Investment in Girls: Improving Lives, Realizing Potential, Benefiting Everyone (Argumentos a favor de una inversión integral en niñas: mejorar vidas, realizar potencial, beneficiar a todos) revela que una inversión total de solo $1.53 por día por niña en las economías emergentes tendría un gran impacto en el potencial económico general de los países.

El análisis de Citi precisa que más de 130 millones de niñas en todo el mundo no iban a la escuela antes de la crisis de la covid-19. Y según la Unesco, es posible que más de 11 millones de niñas no regresen después de la crisis.

Las adolescentes de todas partes, pero especialmente en las economías en desarrollo, enfrentan barreras para acceder y completar una educación de calidad, volverse económicamente independientes, participar en la fuerza laboral y llevar una vida saludable sin violencia.

“Los planes de recuperación de la covid-19 que prioricen la inversión en la educación y el bienestar de las niñas ayudarán a las comunidades y economías a tener una reconstrucción mejor y más fuerte”, expresó en el informe la directora ejecutiva de Plan International, Anne-Birgitte Albrectsen.

Indicó que “aún más importante, esta debe ser una inversión integral no solo en la educación en sí, sino también en desmantelar las diversas barreras que impiden el empoderamiento de las niñas, desde el matrimonio infantil y forzado hasta la violencia de género y el embarazo a temprana edad. Como podemos ver en este estudio, la inversión integral en todas las áreas de la vida de las niñas resultará en un aumento del PIB, un alto retorno de la inversión para los países y un mundo más justo”.

Indicó que incluso podrían obtenerse retornos económicos aún mayores después de 2030, gracias a los efectos acumulativos de los beneficios, y si se tiene en cuenta el impacto que la educación de las niñas también tendrá en las familias y comunidades.

“El valor especial de la colaboración entre Citi y Plan International consiste en reunir argumentos económicos y sociales, y presentar un caso sólido de inversión con múltiples componentes”, señaló el director Global de Investigación de Citi, Andrew Pitt.

“Erradicar las barreras a la educación y el desarrollo de las niñas puede ser la clave para lograr muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”, enfatizó.

Sin embargo, un gran desafío para la investigación a lo largo de los años ha sido la falta de datos inclusivos y de alta calidad.

En ese sentido, Citi y Plan International se han asociado para abordar esta brecha de conocimiento crucial, creando uno de los conjuntos de datos más holísticos hasta desarrollados hasta el momento sobre los beneficios económicos y sociales de invertir en las adolescentes y jóvenes.

La ONU, por su parte, ha alentado el desarrollo de la colaboración entre el sector privado, el sector público, las ONG y las instituciones filantrópicas en pos de los ODS.

El informe concluye que invertir en el desarrollo de las adolescentes tendrá implicancias positivas en los objetivos globales más allá del ODS 5 (igualdad de género) y, de hecho, es clave para lograr el desarrollo sostenible en general.

La importancia de la educación y el empoderamiento de las niñas se han relacionado con varios ODS, que incluyen la reducción de conflictos, la obtención de agua potable y saneamiento, así como la lucha contra el cambio climático.

Fuente: https://www.laestrella.com.pa/economia/201117/inversiones-ayuden-ninas-completar-educacion-impulsar-10-pib-s-emergentes

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El segundo ciclo antineoliberal en América Latina

Por: Emir Sader

Cada país tiene sus propios caminos, pero, al estar insertado en la dinámica del capitalismo internacional, tiene que seguir formas de lucha y gobierno que se adapten a esta dinámica. Lo que significa que la lucha contra el neoliberalismo sigue como eje central, que sigue siendo la opción predominante de la derecha en el mundo y en nuestros países.

En el libro de ensayos “Las vías abiertas de América Latina”, se anunció que lo ocurrido en la primera década del siglo XXI en el continente había sido el primer ciclo de gobiernos antineoliberales. Que las condiciones para la lucha contra el neoliberalismo seguirían y, de forma similar o no, volverían en un nuevo ciclo.

Cuando regresó al gobierno, la derecha latinoamericana confirmó que no tiene otra alternativa que su modelo neoliberal original, con ajustes fiscales, privatizaciones, recortes de recursos públicos y políticas sociales, alienación de la soberanía nacional y endeudamiento externo. Fue así en Ecuador, en Argentina, en Brasil, en Bolivia. No aprendieron de su fracaso anterior, ni del éxito de los gobiernos antineoliberales.

Estos gobiernos demostraron lo que han prometido: que la lucha contra el principal problema latinoamericano, la desigualdad, solo se puede enfrentar con la prioridad de las políticas sociales, que distribuyan ingresos, generen empleo, promueven la democratización de la educación y la salud públicas, fortalecen al Estado en sus funciones públicas.

Es así como los gobiernos que asumieron programas antiliberales han reducido la desigualdad, la exclusión social, el hambre y la miseria en nuestros países como nunca antes, frente a lo que sigue sucediendo en el resto del continente y en el mundo.

Fue así como estos países lograron retomar el desarrollo económico, desarrollar procesos de integración regional e intercambio Sur-Sur, especialmente con China. Así fue como han logrado aislar, más que nunca, la influencia norteamericana en el continente. Fue un momento muy especial para América Latina, que proyectó a los principales líderes de izquierda en el mundo: Lula, Evo Morales, Rafael Correa, Pepe Mujica, Hugo Chávez, Nestor y Cristina Kirchner.

Este primer ciclo cumplió su rol, se agotó y fue reemplazado por gobiernos neoliberales, conservadores, cuando volvieron a aumentar las desigualdades, la miseria, el hambre, el endeudamiento externo y el desprestigio de los gobiernos. Fue un período corto, porque el neoliberalismo no logra un apoyo social duradero, ni la existencia de gobiernos legítimos. En Brasil y Bolivia la derecha regresó al gobierno mediante golpes de Estado, en Ecuador mediante la perversión de la voluntad popular.

Y cuando volvieron a haber elecciones democráticas, como en Argentina y Bolivia, después de que la gente de estos países vivió lo que significa el regreso del neoliberalismo y fue capaz de compararlo con gobiernos antineoliberales, no tuvo dudas y eligió, con amplia mayoría, gobiernos que retoman la dinámica antineoliberal. ¿Qué aprender del camino recorrido por Argentina y Bolivia? ¿En qué medida pueden seguir este camino Ecuador, Brasil, Uruguay y otros países del continente?

Cada país tiene sus propios caminos, pero, al estar insertado en la dinámica del capitalismo internacional, tiene que seguir formas de lucha y gobierno que se adapten a esta dinámica. Lo que significa que la lucha contra el neoliberalismo sigue como eje central, que sigue siendo la opción predominante de la derecha en el mundo y en nuestros países. Por tanto, nuestros gobiernos tienen su orientación fundamental en la lucha contra el neoliberalismo.

Lo que significa, por lo tanto, la reanudación de la centralidad de las políticas sociales como vía para combatir las desigualdades en el continente más desigual del mundo. Significa la reanudación del papel activo del Estado, de la soberanía nacional, de los procesos de integración regional.

Los procesos electorales en Argentina y Bolivia tienen elementos comunes. Los candidatos no fueron los presidentes anteriores, sobre todo porque Cristina y Evo fueron objeto de procesos de judicialización de la política, que buscaban sacarlos de la disputa electoral. Las fuerzas de izquierda fueron capaces de encontrar formas de pelear y ganar la batalla electoral, a través de otros candidatos, con Cristina como vice en un caso, con el apoyo de Evo desde el exterior, en el otro.

Los nuevos gobiernos encuentran un escenario regional distinto, con gobiernos conservadores en Ecuador, Brasil, Uruguay. Uno de sus objetivos es reiniciar los procesos de integración regional, para tener más fuerza a nivel regional e internacional. Sus aliados son la oposición en Ecuador, Brasil, Uruguay. Probablemente tendrán un presidente de Estados Unidos menos hostil, aislando aún más al actual gobierno brasileño, que se verá llevado a menos agresiones y la necesidad de convivir con un entorno más negativo para él.

Los nuevos gobiernos tendrán que afrontar problemas que, consensualmente, no se pudieron afrontar en el primer ciclo, como encontrar la vía de la democratización de los medios, la democratización del Poder Judicial, una reforma fiscal socialmente justa, la prioridad de la lucha de ideas, de elaboración de una política económica de integración regional, la búsqueda de nuevas alianzas a nivel internacional. Es una agenda densa y difícil, pero sin la cual el segundo ciclo enfrentará los mismos obstáculos que el primero.

Las elecciones de febrero en Ecuador y el desenlace de la crisis brasileña, que puede tener lugar solamente en 2022, serán los próximos pasos en este camino, que definirá el carácter de la tercera década del siglo XXI en América Latina.

(*) El autor del texto es un sociólogo y científico político brasileño, coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ).

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/opinion/El-segundo-ciclo-antineoliberal-en-America-Latina-20201027-0047.html

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España: La pornografía es la principal profesora de sexualidad de nuestros adolescentes, según un informe de Save The Children

  • Save The Children ha dado a conocer el informe Informe ‘(Des)información sexual: pornografía y adolescencia’

  • Casi 7 de cada 10 adolescentes consumen pornografía a la que acceden por primera vez a los 12 años

  • Más de la mitad de los y las adolescentes que ven contenidos pornográficos se inspiran en ellos para sus propias experiencias y el 30% reconoce que es su única fuente de información sobre sexualidad

Los y las adolescentes ven pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 (el 68,2%) consumen estos contenidos sexuales de forma frecuente (lo han hecho en los últimos 30 días). Este consumo se produce en la intimidad (93,9%), a través del teléfono móvil, y se centra en contenidos gratuitos online (98,5%), basados de manera mayoritaria en la violencia y la desigualdad.

Así lo revela el informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia que ha elaborado Save the Children para estudiar el consumo de contenidos sexuales entre la población adolescente y el impacto que estos tienen en sus relaciones y su desarrollo. Además de arrojar luz sobre este asunto, el estudio recoge una serie de recomendaciones sobre cómo abordar la sexualidad para las familias, los profesionales de la educación y de la salud y la propia población adolescente. Del mismo modo, la organización ha elaborado una guía específica para padres y madres.

Las relaciones entre iguales, clave en la iniciación del consumo

En total, el informe ha contado con la participación de 1.753 chicos y chicas de entre 13 y 17 años, que han respondido a una encuesta y participado en diferentes talleres. El análisis se ha hecho con enfoque de género y diversidad para conocer, entre otras cuestiones, si el consumo y la percepción de lo que ven varía según el género o las preferencias sexuales o si el colectivo LGTBI se siente representado.

Según este estudio, las relaciones en grupo entre compañeros y compañeras son clave en la iniciación al consumo: el 51,2%, accede mediante el intercambio entre sus amistades de fotos o vídeos por WhatsApp o redes sociales. Ahora bien, también se dan otras realidades: para un 28,5% (principalmente chicos), la primera toma de contacto responde a una búsqueda activa, mientras que un 17,4% (en su mayoría chicas), se ha encontrado con estos contenidos de forma accidental mientras navegaba por Internet. Para el 30% de los y las adolescentes la pornografía es el único recurso para aprender sobre sexualidad y casi la mitad de las personas encuestadas echa en falta tener más información sobre cuestiones afectivo-sexuales.

Falta de capacidad crítica para distinguir realidad de ficción

El estudio también revela que el 54,1% de los adolescentes, en su mayoría los chicos, cree que la pornografía da ideas para sus propias experiencias sexuales y al 54,9% le gustaría poner en práctica lo que ha visto. El 47,4% de los adolescentes que ha visto contenido pornográfico ha llevado alguna escena a la práctica. En relación a este último punto, Save the Children considera especialmente preocupante que, cuando intentan imitar lo que ven, no siempre solicitan consentimiento previo a su pareja. El 12,2% de los chicos lo ha hecho sin el consentimiento explícito de la pareja y sin que a esta le haya parecido bien, frente al 6,3% de las chicas.

Su deseo sexual se esté construyendo sobre unos cimientos irreales, violentos y desiguales propios de la ficción (Catalina Perazzo, directora de Políticas de Infancia y Sensibilización de Save the Children)

“Sin una educación afectivo-sexual incluida en el currículo y ante un mundo tecnológico lleno de posibilidades, la pornografía se ha convertido en profesora y consultorio de sexualidad para los adolescentes. El peligro no es que vean pornografía, sino que su deseo sexual se esté construyendo sobre unos cimientos irreales, violentos y desiguales propios de la ficción. También es peligroso que crean que su consentimiento, sus deseos y preferencias, o los del resto, no tienen por qué ser tenidos en consideración”, señala Catalina Perazzo, directora de Políticas de Infancia y Sensibilización de Save the Children.

El informe constata importantes diferencias entre géneros y orientación sexual. Así, mientras el 87,5% de los chicos afirma haber visto pornografía alguna vez en su vida; este porcentaje desciende al 38,9% en el caso de las chicas (aunque ligeramente más alto entre las adolescentes lesbianas). Ellos la ven casi a diario y ellas una vez a la semana o al mes. Para ellos, el primer acceso responde a una búsqueda activa o una especie de rito de iniciación. Ellas, en cambio, encuentran el contenido mucho más de manera accidental, y están más expuestas a recibirlo de personas desconocidas. Y mientras ellos lo consumen para satisfacer “necesidades instintivas”, las adolescentes lo hacen para aprender qué se espera de ellas.

Prácticas nocivas, violencia y desigualdad

Save the Children ha preguntado a los y las adolescentes si detectan violencia, desigualdad y prácticas de riesgo en lo que ven. El análisis arroja que un porcentaje alto de adolescentes sí es capaz de reconocer todo esto en la pornografía. Sin embargo, entre quienes la consumen con más frecuencia, el 36,8% no diferencia entre la ficción de las escenas y sus propias experiencias sexuales y el 38% no encuentra en ella desigualdad y premia los vídeos en los que existen jerarquías de poder. También destaca que el 27,1% de las chicas no sabe identificar prácticas de riesgo como la ausencia de preservativo.

La organización ha estudiado cómo se traslada todo esto a la realidad y ha descubierto que casi la mitad de la población adolescente (el 46,1%) no utiliza siempre métodos de protección y que el 13,7% no lo hace nunca o casi nunca. Asimismo, el 13,8% de quienes han visto pornografía han entrado en contacto, al menos una vez, con una persona desconocida con fines sexuales a través de Internet. Si bien estas conductas no tienen por qué responder directamente al consumo de pornografía, la ONG considera que son comportamientos preocupantes, ya que pueden entrañar un alto riesgo de sufrir violencia online, tan real y dañina como la física, y en caso de derivar en un encuentro real, pueden provocar que los menores sufran abusos o una agresión sexual que derive en infecciones de transmisión sexual e incluso en un embarazo no deseado.

Ley de Protección Integral a la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia

Ante los datos que arroja el informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia, Save the Children recuerda la importancia de que el Congreso tramite cuanto antes la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. Esta ley tiene un gran enfoque preventivo e incluye la educación afectivo-sexual como principio transversal en la enseñanza reglada, de modo que el alumnado aprendería en el aula, siempre de forma adaptada a su etapa educativa, conceptos necesarios para ser capaces de detectar la violencia o el abuso como son el consentimiento, la autonomía del cuerpo, el desarrollo de las emociones o la creación de relaciones igualitarias. La ley también incluye campañas de sensibilización para prevenir la violencia y empoderar a la infancia y adolescencia en cuestiones de educación afectivo-sexual y de educación en igualdad de género.

Save the Children pide la colaboración entre la Administración y plataformas de Internet para implementar mecanismos de regulación del acceso a contenido pornográfico

Esta formación tendría que ir acompañada, entiende Save the Children, de educación en ciudadanía digital para que la adolescencia sepa manejar las esferas principales de su vida. “Sin la adecuada educación afectiva y sexual, así como sin la formación en un uso seguro y responsable de Internet, existe una mayor exposición a situaciones y conductas de riesgo. Una actitud crítica ante la información que reciben, lo que ven y lo que comparten, es una herramienta que les acompañará toda la vida”, explica Perazzo.

Del mismo modo, Save the Children pide la colaboración entre la Administración y plataformas de Internet para implementar mecanismos de regulación del acceso a contenido pornográfico, que asegure que menores de edad no acceden a la pornografía. Estas plataformas deben concienciarse y ser responsables, asegurándose de que, si el contenido no es adecuado para menores de edad, no se les permitan el acceso a menores de 18 años. La Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia también pretende abordar el fomento de contenidos positivos en Internet, así como la colaboración con estos prestadores de servicios y contenidos, con el objetivo de proteger a la infancia frente a contenidos que puedan ser perjudiciales.

Save the Children lleva años trabajando para lograr la aprobación de la ley y pretende llegar al medio millón de firmas para concienciar al Gobierno y a los distintos grupos políticos sobre la importancia de acabar con la lacra social que supone la violencia contra la infancia en España.

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.

Fuente: https://www.niusdiario.es/sociedad/educacion/pornografia-principal-profesora-sexualidad-adolescentes-informe-save-the-children_18_3015345077.html

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Política y fundamentalismo religioso

Por: Leonardo Díaz

 

Imponen, como lectura escolar obligatoria, un texto religioso en las aulas; se oponen, en los planes de estudio, a la enseñanza de teorías científicas incompatibles con sus dogmas.

 

Hace siete años, publiqué un artículo titulado: “La avanzada del fundamentalismo religioso”, donde externé mi preocupación por el avance de un movimiento religioso conservador que, consciente de su crecimiento popular, pretendía convertirse en una fuerza decisiva en el escenario político dominicano.

Casi una década después, ese movimiento, que articula una amalgama de sectas de carácter protestante, y que suele aliarse en determinadas situaciones con el sector más conservador de la Iglesia católica y movimientos nacionalistas, tiene una mayor incidencia social y política. En el proceso electoral recién concluido, propagó una campaña insidiosa contra candidatos políticos de honesta trayectoria pública contrarios a su agenda, mientras apoyó a cuestionables candidatos compromisarios de la misma.

La exclusión social y las deficiencias educativas son, como sabemos, variables definitorias de la sociedad dominicana. En condiciones de pobreza extrema y de incertidumbre cotidiana, en entornos familiares desestructurados, se propicia un entorno de dependencia psicológica donde los líderes de las mencionadas sectas encuentran espacio para proporcionar consuelo, ayuda y establecer relaciones de compromiso.

Ya sea por adoctrinamiento, o por simple adhesión pragmática al grupo que proporciona apoyo y solidaridad, los individuos asumen los preceptos ideológicos de sus benefactores y padrinos espirituales. Entonces se va cerrando un círculo de adherencia ciega y manipulable que se convierte en una fuerza política capaz de decidir el curso de los procesos políticos de una sociedad.

Entonces, las bases mismas de la democracia se comienzan a socavar porque los movimientos religiosos fundamentalistas se valen de los mecanismos institucionales de la democracia para desnaturalizar el debate público. No hay procedimientos racionales que los hagan cuestionar sus creencias más arraigadas. Y lo peor es que pretenden otorgarle carácter de ley a las mismas.

Imponen, como lectura escolar obligatoria, un texto religioso en las aulas; se oponen, en los planes de estudio, a la enseñanza de teorías científicas incompatibles con sus dogmas. De igual modo, defienden una sola forma de composición familiar, un modelo único de comportamiento sexual, un sólo código moral.

En otras palabras, rechazan la diversidad y la pluralidad que han permitido a la especie humana sobrevivir, prosperar, acrecentar su conocimiento del mundo y crear formas de vida donde personas de distinto credo, nacionalidad, etnia, preferencia sexual, e ideología pueden coexistir y trabajar en un proyecto común de bienestar y de paz.

Por esto, es importante erradicar las condiciones materiales y psicológicas donde fructifican los fundamentalismos.

También, es importante que los movimientos liberales de la sociedad civil dominicana se articulen políticamente en torno a los jóvenes políticos liberales que han ascendido en el recién finalizado proceso electoral, evitando el ascenso de líderes fundamentalistas, como ha ocurrido ya en otros países de América Latina. Las luchas impuestas por nuestra cotidianidad no deben dejarnos indiferentes a la defensa del inalienable derecho a vivir una cultura de la libertad.

Fuente e imagen:  https://acento.com.do/actualidad/muere-el-destacado-cantautor-victor-victor-8840014.html

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