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“El discurso escolar se dirige a un pibe que ya no existe más”

Argentina / 8 de octubre de 2017 / Autor:  Juan Ignacio Provéndola / Fuente: Página 12

Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber en Ciudad Cultural Konex

En “Preguntas de la Historia y la Filosofía: amor, muerte, religión y poder”, ambos pensadores ponen en diálogo las dos disciplinas para dar con “la historia de los derrotados”. “Siempre buscamos la perspectiva del que queda afuera, del derrotado”, dicen.

Prácticamente a cada paso que dan desde el bar donde se hizo la entrevista hasta la facultad en la que se realizaron las fotos aparece alguien que se les arrima y los saluda. El recorrido dura apenas una cuadra y concluye en el patio de Puán, sede de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos aires, donde se produce una conmoción: personal académico se acerca a abrazarlos y algunos alumnos incluso preguntan emocionados si están ahí porque van a dar una charla en algún aula. Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber lograron lo que pocos consiguen, muchos admiran y algunos –para qué negarlo– envidian: sacarle la naftalina de claustro a contenidos que la pedagogía oficial dejó obsoletos y convertirlos en atractivos y populares. Moviéndose en una multiplataforma (libros, medios, charlas), ambos hicieron de la Historia y la Filosofía objetos de consumo masivo pero saludable. Así como Pigna y Sztajnszrajber leyeron a Alberdi y a Derrida, o a Jauretche y a Heidegger, en un futuro serán ellos a quienes acudirán los curiosos del mañana para entender este tiempo en el que las audiencias de repente se sienten cautivadas por aquello que el sistema educativo formal les presentó como repelente.

Por sus perfiles similares, resulta hasta obvio que hayan llegado a un proyecto común, que comenzó hace cuatro años y pasó por distintos ejes. Primero fue alrededor de la identidad argentina, luego “Cinco pensadores en su tiempo” y después “Pensar el Bicentenario”. La fórmula se fue afinando con el paso del tiempo y, para su nueva puesta, pensaron en “un espacio universal”. Así surgió “Preguntas de la Historia y la Filosofía”, en donde Pigna y Sztajnszrajber le ponen la voz pero también el cuerpo a esta diálogo cimentado sobre cuatro ideas-fuerza: el poder, la religión, la muerte y el amor. Una intertextualidad en la que la historia argentina se relee a través de sus libros pero también de sus pasiones. De sus reflexiones y de sus emociones. El espectáculo, que ellos prefieren definir como “conversatorio”, es un éxito por donde pasa, con salas agotadas en el interior y también en el Konex (Sarmiento 3131), su fortaleza porteña, adonde volverán el domingo a las 19, después de un paso por Neuquén y antes de desembarcar en Rosario (estarán en el Teatro El Círculo el 18 de octubre).

Pigna y Sztajnszrajber entraman la Historia y la Filosofía (dos saberes que lo mismo se nutren del registro y del pensamiento de cada época para poder entender desde guerras sangrientas hasta el corte de pelo de moda) con el efecto de reconstruir construcciones de sentido imperantes y ponerlas en cuestinamiento. Un ejemplo sencillo pero muy claro es el prisma del amor para explicar de qué manera la emocionalidad íntima influyó y determinó las acciones de esos próceres que el relato oficial inmaculó al punto de despojarlos de todo tipo de sentimiento más que el fastuoso “amor a la patria”. “Esos tipos del siglo XIX no eran muy diferentes a los que de carne y hueso que conocemos hoy. ¿Se piensan que no amaban, no extrañaban, no querían estar en pareja o tener relaciones sexuales? ¡Hablaría mal de esta gente si no hubiese sido así!”, sostiene Pigna. Para Sztajnszrajber, en tanto, “la idolatría en la que se coloca a los ‘héroes nacionales’ creó esta especie de personajes por encima de lo humano, en un nivel casi religioso. A San Martín se lo define como El Santo de la Espada”.

La figura de San Martín es nodal porque entraña todo un complejo sistema de disputas e imposiciones simbólicas que siguen generando tensión. “Ahora intenta vinculárselo con la idea de ‘emprendedor’ –explica Pigna–, aunque en el sentido del ‘entrepreneur’ francés. Es decir, un emprendedor empresario. Entonces la gesta libertadora se reduce a una empresa, haciendo una asociación de palabras para nada inocente. Se habla entonces de la ‘empresa del Cruce de los Andes’ para subrayar la capacidad de iniciativa individual, cuando en realidad fue una de las acciones más colectivas de la historia argentina”. En esa línea, Sztajnszrajber observa que “se buscan asociaciones y afinidades conceptuales, porque ese emprendedurismo tiene que ver con el éxito y entonces la historia, una vez más, es contada en términos de héroes y villanos, de ganadores y perdedores. Y la empatía siempre es con el ganador, porque lo que se recuerda de San Martín son sus victorias”, detalla el filósofo. “El fomento de una sociedad exitista deja debajo de la alfombra aquello que nosotros queremos desempolvar: la historia de los derrotados. Por eso, en los cuatro temas siempre buscamos la perspectiva del que queda afuera. Si hablamos del amor, salimos de las novelas rosa con final feliz, que es el discurso oficial, para entenderlo también como una zona donde se hace política, una zona de poder, de conflicto. Y que la muerte es algo irresoluble. Lo cual no es malo, salvo para una sociedad exitista donde algo que no se resuelve es visto como una falencia”.

A propósito de esto último, Pigna agrega que “en la enseñanza de la Historia en primarios y secundarios se omite el conflicto, porque se sostiene que el niño no esta en condiciones de comprenderlo, cuando en realidad el niño de 2017 vive viendo videos o leyendo comics donde conflicto está presente. Además, su capacidad de abstracción y memorización es impresionante: Pokemón tiene 590 personajes y en japonés. El discurso escolar está dirigido a un pibe que ya no existe más, que atrasa cincuenta años. Pero, por debajo, el sistema sirve para reforzar la escolarización de la Historia: parece que su único ámbito autorizado para ‘pensar’ la Historia es la escuela,a tal punto que, cuando llega el 9 de julio, la gente habla más del acto escolar que del proceso independentista en sí”.

–En el conversatorio dicen que los alumnos son “víctimas de la Historia”, en alusión a los métodos pedagógicos convencionales. ¿Cómo se podría zanjar este conflicto?

Felipe Pigna: –Los dos estamos orgullosos de nuestra experiencia docente en la secundaria, porque nos dio un aprendizaje importantísimo en la divulgación y en la necesidad de hacerte entender. La Historia y la Filosofía son dos disciplinas lo suficientemente hermosas como para convertirlas en una experiencia sufrida. La clave quizás esté en hacer coparticipar al alumno, detectar qué podría despertarle más inquietudes y, por ende, mayor curiosidad. De qué manera se pueden relacionar los contenidos del pasado con su presente, qué consecuencias generaron en su cotidianidad.

Darío Sztajnszrajber: –El aula tradicional, para decirlo en términos nitzcheanos, ha muerto. Lo cual no necesariamente signifique algo negativo: en todo caso, debemos repensar por donde pasan la transferencia y el conocimiento. Creo que enseñar hoy contenidos en un aula es una pérdida de tiempo, porque los pibes los tienen disponibles en plataformas que antes no existían. Usar ochenta minutos de Filosofía en el colegio para dictar los conceptos fundamentales de Sócrates no tiene sentido. Hay que crear acontecimientos filosóficos. Una vez, cuando era profesor de secundario, quise llevar a los alumnos caminar, emulando las caminatas que hacía Aristóteles, pero siempre tenias una autoridad que te decía: “vuelvan al aula, esto no es joda”.

–Las políticas educativas oficiales tienden a hablar, curiosamente, de la despolitización de las aulas y de los contenidos. ¿No supone esto una contradicción, en el sentido de que revisar la historia implica de por sí un hecho político?

F.P.: –Habla de educación gente que no tiene la menor idea, que no pisa un aula desde hace cuarenta años. Y ahí estamos ante un problema. Existe una gran ignorancia sobre lo que pasa en la escuela de una gran parte de los formadores pedagógicos, y también de opinión, que no saben lo que ocurre en un colegio, cómo se enseña, y con qué métodos. Todo lo que se salga del mitrismo, de ese relato oficial que se sigue reproduciendo, parece urdir intenciones políticas, pero nadie discute todo lo político que significó imponer esos discursos como cánones. La lógica actual, que por cierto el sistema avala, hace que los alumnos deban preocuparse únicamente por aprobar un examen. Se vuelven especuladores y, en ese contexto, el conocimiento queda completamente al margen.

D.S.: –Etimológicamente, la palabra “escuela” viene de “skholè”, que en griego significa “ocio”. Es decir: la gente iba a la escuela pasarla bien. Y fíjense qué deserotizada está la institución escolar actualmente que los pibes la viven como una carga y no como un lugar para realizarse. Obvio que un aula es un espacio político, porque hay relaciones de poder entre docentes, alumnos y autoridades, y esto genera conflictos de intereses. El tema es que el poder busca construir zonas apolíticas. Como el aula, o mismo la casa. ¡Los lugares donde, justamente, se ponen en evidencia las relaciones de poder! El conocimiento sale de ese choque de espadas, de lo contrario el docente fagocita al alumno hasta convertirlo en otro ladrillo en la pared, como ya lo explicó Pink Floyd.

La resistencia como pregunta

En tiempos de posverdad, en los que la verdad es dinamitada por la verosimilitud (no importa qué se dice, sino cómo),emergen desde esas ruinas quienes buscan explicaciones revolviendo los escombros. “Pensar hoy una resistencia es pensar no sólo prácticas y narrativas que rompan las del poder, sino también las de esas resistencias que el propio poder genera para su funcionalidad”, apunta Sztajnszrajber. Y ejemplifica: “La idea del Panteón de los Próceres delimita los modelos a seguir y también, por exclusión, los que no. Y produce un efecto narcotizante, en el sentido de que da placer y tranquilidad consumir y reflejarse en un discurso cerrado y, por ende, indiscutible. En ese sentido hablaba Marx de la religión como el opio de los pueblos”.

–¿Michel Foucault y su análisis de los dispositivos de control y poder se volvió una lectura indispensable para entender todo esto?

D.S.: –Es que se volvió actual, aunque hayan pasado más de cincuenta años de alguna de sus obras, porque sirven para entender la exclusión y la forma en la que hoy trabaja el capitalismo en la intervención de los cuerpos. Pero la extemporaneidad no es un rasgo de Foucalt, sino de la Filosofía entera: podés entender mejor al gobierno de Macri a través de La república que por muchos pensadores contemporáneos, porque ese libro provee categorías de análisis muy valiosas. Ya en ese entonces Platón hablaba del hombre justo como una armonía entre sus dimensiones racionales e instintivas, y por añadidura esto se extendía a la polis, donde la injusticia residía, entre otras cosas, en la intromisión del mundo de la empresa o del comercio en las decisiones políticas.

–Rescatan el tango “Desencuentro” para darle visibilidad a expresiones silenciadas durante la Década Infame. ¿La cultura popular sirve como atajo para reflejar aquello que dejaron afuera los relatos oficiales?

F.P.: –Es que la cultura popular es prácticamente el primer registro de la otra historia, aquella que el pueblo cuenta en base a lo que vive. El tango, ni hablar, pero antes la payada, un elemento que usó el anarquismo entre fines del siglo XIX y principios del XX para divulgar textos de Kropotkin o Bakunin entre obreros analfabetos. Es increíble como se han ignorado históricamente estas expresiones. Me viene a la mente una escena extraordinaria de Y la nave va donde un grupo de gitanos baila sobre la cubierta de un barco y, desde la primera clase, dos antropólogos los critican, cuestionando la autenticidad de ese baile popular. Una maestría de Fellini que por otra parte refleja un escenario real.

–Otro interés que comparten es la construcción de la identidad nacional, inquietud irresoluble que acompaña a historiadores y pensadores argentinos de todos los tiempos. ¿Es posible llegar a alguna conclusión?

F.P.: –No es esa la intención sino, por el contrario, dejar a la gente con más interrogantes que certezas. Porque la Argentina es un país aluvional, sostenido por identidades múltiples, entonces hablar de un único “ser nacional” es casi fascistoide. Muchas veces se alude al argentino espejándose en el porteño, que nada tiene que ver con el jujeño, por cierto tan argentino como aquel. En el “inventario” coexisten más de cincuenta naciones indígenas y casi sesenta colectividades extranjeras. ¡Tan solo en Oberá, una ciudad misionera de 60 mil habitantes, tenés medio centenar de colectividades! ¿De qué estamos hablando, entonces? O, mejor dicho: ¿a quién le sirve definir un “ser nacional”? Porque, en otro punto, esta idea de uniformidad identitaria disuelve también el conflicto de clases.

D.S.: –La identidad es una metáfora que busca un ordenamiento farmacológico, porque trata de encontrar aquello que es permanente en uno y, por ende, nos da más seguridad. Identidad surge de “ídem”, lo que se repite a sí mismo. Y eso se ata al concepto de Patria, como un padre compartido, y al de Nación, que viene de nacer. Todo remite a una misma sangre en el contexto de estados modernos, no sólo el argentino, que son artificiales, productos de imposiciones, de un alambrado que definió las fronteras “por que sí”. Entonces, los mitos sirven para darle sentido a esa artificialidad territorial y cunden en expresiones fundamentalistas como el reciente avance neonazi en Alemania, entre tantas otras. Pero, al mismo tiempo, del otro lado se tensa una decostrucción de identidades que no sólo afecta a lo nacional, sino también a lo sexual y a lo cultural, creo yo que como saldo positivo del posmodernismo.

–Uno de los mitos de origen de la construcción identitaria argentina es la Independencia de 1816, de la que se cumplieron 200 años. ¿Cuánto de mito y cuánto de independencia hubo en este relato fundante?

F.P.: –En principio, no fue tal independencia, porque luego hubo ocho años de guerras civiles. Pero, al mismo tiempo, el llamado Bicentenario de 1816 no generó demasiado interés ni entre los estamentos oficiales que podrían haberlo impulsado como pretexto para la reflexión histórica ni tampoco entre la gente. El año pasado, nosotros dos hicimos un ciclo referido al Bicentenario y sentimos un generalizado clima de apatía, de modo que ese debate siempre queda abierto.

D.S.: –El problema es plantearse la independencia en términos absolutos, error similar al que se comete cuando la felicidad o el amor son abordados de la misma manera. Porque absoluto implica no dejar nada suelto, ya que todo lo contiene, y esos términos no existen en la independencia. Siempre dependés de algo, en todo caso lo relevante es la gradación. Es decir, de cuántas dependencias de carácter opresivo lográs liberarte. Porque la independencia no se decide, sino que se apropia. Es producto de una lucha, no de un consenso: la ganás provocando una ruptura que inevitablemente genera perturbación.

Fuente de la Entrevista:

https://www.pagina12.com.ar/66264-el-discurso-escolar-se-dirige-a-un-pibe-que-ya-no-existe-mas

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La reforma educativa vs el valor de la experiencia docente

Miguel Ángel Pérez

El señor presidente de este país junto con sus allegados y seguidores, siguen aferrados a defender lo indefendible. No sólo se aferran a defender las causas perdidas de lo que han hecho mal en su administración sino que también, se aferran a seguir cometiendo los mismos errores que les ha caracterizado a todo lo largo de su administración.

En el marco del 5° y último informe de gobierno, (el 6° el presidente será una pieza ausente de la política pública), dicho personaje ha asociado el vacío del contenido de la reforma en cuestión, con una descarada campaña mediática por querer defender y publicitar (en los medios), lo que no ha sido posible lograr en la realidad de todos los días en el seno la sociedad mexicana.

Aferrase a defender a toda costa la Reforma educativa (2013-2017), se asemeja al poema de Manuel Acuña “ante un cadáver”:

¡Y bien! aquí estás ya… sobre la plancha donde el gran horizonte de la ciencia la extensión de sus límites ensancha.

Aquí donde la rígida experiencia viene a dictar las leyes superiores a que está sometida la existencia.

(…)

Aquí donde la fábula enmudece y la voz de los hechos se levanta y la superstición se desvanece.

Aquí donde la ciencia se adelanta a leer la solución de ese problema cuyo sólo enunciado nos espanta.

(…) Manuel Acuña

Pensar que se está no ante un cadáver humano, sino ante uno institucional: la Reforma Educativa Mexicana.

La Reforma Educativa Mexicana (REM – 13-17), es una iniciativa gubernamental, la cual nace y muere en el mismo espacio de gobierno en donde surgió, debido a contradicciones intestinas y por inconsistencias en el mismo curso de acción de lo que se pretendía hacer y a lo que se pretendía llegar.

Aunque reconozco que es mucho lo que se ha dicho y escrito con respecto a la REM, dicha iniciativa es el intento de construir una compleja propuesta y edificación institucional abstracta que contradice y se confronta, con los sujetos que hacen verdaderamente la educación: los docentes en servicio de todos los niveles, modalidades, grados y contextos educativos.

Por otro lado la experiencia (tal como la reconoce Jorge Larrosa), tiene el valor de brindarle al sujeto sabiduría, no sólo a partir de describir lo que se hace, sino a partir de pensar y reflexionar el sentido de lo que se hace, con la intención de mejorarlo. La experiencia de los docentes ha sido ninguneada y desplazada en el curso de la REM. Considero que este es el principal problema de la reforma educativa, debido a que termina por escindir y desconocer las propuestas e iniciativas que surgen de los sujetos docentes a partir de la experiencia y los saberes acumulados, con la finalidad de mejorar el curso de acción y lograr cambios que se pretende consolidar.

Yo le apostaría más a la experiencia para corregir y reorientar una verdadera reforma educativa para nuestro país, y no una bella edificación de un documento (Modelo Educativo) que no es pertinente para responder a las necesidades de la realidad educativa de nuestro estado y de nuestro país.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/la-reforma-educativa-vs-el-valor-de-la-experiencia-docente/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/08/peña-nieto-nuño.jp

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Una docente española en Finlandia: ‘Aquí, los centros eligen a sus profesores’

21 de diciembre de 2016/Fuente: el mundo

A la perspectiva que le aporta haber estudiado en España así como contar con una amplia experiencia docente durante los últimos 17 años en Finlandia, Paula Alagarda (Castellón, 1971) suma también el conocimiento de las etapas básicas de la educación finlandesa pues es madre de una niña de 13 años.

Desde esta privilegiada posición defiende las excelencias del modelo educativo finlandés, «que respecto al español se diferencia en la mentalidad y la actitud general respecto a la educación, ya que en el país nórdico se valora educar en la igualdad, tolerancia y respeto para ser ciudadanos felices».

¿Considera que el sistema educativo finlandés es el mejor o por el contrario opina que está idealizado y necesita introducir mejoras?
Mi hija estudia séptimo curso en una escuela estatal de Educación Básica (Övningskola) que depende de la Universidad Åbo Akademi y dónde los estudiantes de Pedagogía realizan sus prácticas de formación. Estoy muy satisfecha y agradecida con la educación que recibe aquí en Finlandia y avalo la calidad, reconocida a nivel mundial, del modelo de educación finlandés. En los resultados de PISA 2015, recién publicados esta semana, Finlandia se sitúa en tercer lugar en comprensión lectora de un total de 72 países participantes. Opino que el sistema educativo funciona perfectamente en Finlandia gracias a que todas las partes implicadas trabajan efectiva y unánimemente por conseguir sus valores fundamentales: el respeto y la igualdad en la educación. Es obvio que éste y cualquier sistema necesita mejoras o cambios continuos, paralelos a la evolución de la sociedad y a sus necesidades, que no en base a cambios políticos o de gobierno. El modelo de educación finlandés se actualiza continuamente; los centros educativos trabajan con nuevos proyectos todo el tiempo.
¿Cuáles son las principales diferencias que encuentras respecto al sistema educativo español?
Los cambios en el sistema educativo finlandés son constantes y necesarios, sin embargo la organización de las etapas educativas se conserva casi invariable desde los años 70. La educación básica obligatoria comprende 9 años con opción de hacer un décimo curso. El último Decreto de Educación Básica del año 1998 no divide los años en Primaria y Secundaria como antes, no obstante dispone que en los primeros seis cursos las clases serán impartidas por maestros a cargo de todas o casi todas las materias y los tres últimos cursos por maestros especializados o licenciados en otros estudios y con cursos de adaptación pedagógica que se encargarán de una asignatura en particular. Tras la educación básica obligatoria se continúa estudiando tres cursos en escuelas de formación profesional o en un instituto de Bachillerato para pasar posteriormente a una escuela superior profesional o a la universidad. Entre las diferencias con el sistema educativo español en el que me formé indicar que en Finlandia la educación básica es totalmente gratuita, incluidos libros de texto, material, almuerzo, desplazamientos a la escuela superiores a 5 km. y asistencia sanitaria en el centro escolar. La Secundaria Superior es también gratuita a excepción del material didáctico. Casi no existen centros privados puesto que el estándar de la educación pública es tan alto que no son necesarios, fomentando al mismo tiempo los objetivos de la política educativa, es decir una educación equitativa y al alcance de todos. El año escolar en la enseñanza obligatoria comprende 190 días, que se extienden desde mediados de agosto hasta comienzo de junio. El mínimo número de horas lectivas semanales oscila entre 19-30 según el curso y las asignaturas optativas.
¿Cuáles son las ratios y los horarios escolares?
Tienen todos jornada continua. Sólo en preescolar, primero y segundo curso tienen posibilidad de asistir a una especie de ludoteca pública en la misma escuela o cercanías, un servicio que se ofrece a bajo coste un par de horas antes y/o después del horario escolar. Hay diferencia en el número de alumnos y de profesores en la escuela. En clase de mi hija ahora son sólo 12 alumnos aunque la media en los primeros años es de 19-20. De todas formas no hay normas referentes al número de estudiantes por clase. Los grupos, que por lo general son de la misma edad, pueden estar formados a veces por alumnos de diferentes edades. Me parece también muy significativa la diferencia respecto a España que cada centro docente finlandés pueda elegir a sus profesores. Otro aspecto distinto a señalar es el reconocimiento de la formación continua sin diferencia de edad. Los finlandeses no dejan de participar en programas formativos de cualquier tipo y a cualquier edad. Se ha definido Finlandia como el país en donde les encanta aprender.
¿Importaría algo del sistema español al finlandés?
No, el sistema finlandés funciona y seguirá funcionando muy bien mientras no cambien sus valores fundamentales ni la mentalidad de los ciudadanos y autoridades. Al contrario, aunque España cuenta con docentes muy preparados creo que el sistema español podría aprender algo del finlandés y se podrían importar ciertos aspectos para ayudar a mejorarlo. Cabría así un cambio en la mentalidad y actitud general respecto a la educación: respetar, dar más libertad y responsabilidad al maestro respetando al alumno y velando por su felicidad; luchar por la igualdad de oportunidades en la enseñanza a todos los niveles, eliminar diferencias y aunar criterios; incrementar la comunicación y participación de los padres de familia, colaborar y compartir; luchar todos juntos por los mismos objetivos educacionales en casa, en la escuela y en la calle. Hacer una inversión conjunta e indefinida que reportará resultados positivos para todos, pues la educación es la base para el buen funcionamiento global de un país.
¿Existe allí la polémica suscitada en la actualidad en nuestro país en la que los padres se oponen a los deberes? ¿Su hija realiza tareas o trabajos en casa?
No, no existe. Según la ley, los niños deberán tener tiempo suficiente para descanso, recreación y aficiones una vez cumplido el horario escolar, viajes escolares y deberes. En los primeros años mi hija tuvo muy pocos deberes y en los tres últimos años de básica tienen más, pero no se consideran ni excesivos ni innecesarios. Hacen también tareas prácticas de cocina, costura, etc. y leen muchos libros. Se fomenta desde muy temprana edad su autosuficiencia, creatividad y desarrollo intelectual; a ser prácticos y también a pensar por si mismos y razonar, no a memorizar.
¿Cree que la figura del docente ha perdido autoridad y el respeto de los padres en nuestro país?
En mi opinión la función del docente es, entre otras, ser uno de los guías en la educación. El docente es parte del proceso educativo, al igual que los padres y los estudiantes. En Finlandia los docentes respetan y son respetados. Ejercen con eficacia y entusiasmo su profesión que se valora igual que otras, no hay gran diferencia en su remuneración económica. Están contentos con su trabajo y les gusta su profesión, esto se refleja en el trabajo diario.. Los educadores son reconocidos como claves en la calidad de la educación finlandesa; ellos a su vez han recibido una excelente formación y son considerados profesionales de alta calificación.
¿Qué metodología se usa para enseñar a leer y escribir?
Se enseña a leer y a escribir en primer curso, a los 7 años, aunque en la práctica muchos de ellos ya saben porque han ido aprendiendo en preescolar o en casa. Los maestros cuentan con cierta libertad, y en consecuencia más responsabilidad, en el desarrollo de su trabajo. Gozan de autonomía pedagógica, es decir pueden elegir los métodos de enseñanza y los materiales didácticos para su clase.
¿Existen reválidas en el sistema educativo de Finlandia?
No, no hay ninguna evaluación final tras la educación primaria y/o secundaria obligatoria. El plan de estudios nacional contiene guías para la evaluación de las asignaturas comunes. La evaluación continua es el tipo regular empleado para evaluar a los alumnos. Estos recibirán un informe individual con la evaluación de su proceso de aprendizaje al menos una vez por año escolar. Se tendrá también en cuenta la propia autoevaluación del alumno, pues se pretende que ellos mismos tomen conciencia de su progreso y del proceso de aprendizaje. El fracaso escolar en la escuela básica es prácticamente nulo. Se lucha por la integración y todos los alumnos tienen derecho a un apoyo en sus estudios; a una enseñanza personalizada u orientada con maestros de educación especial según sus necesidades.
¿El acceso a la Universidad se realiza en Finlandia con una prueba como la Selectividad española?
Los estudios de Bachillerato están previstos para tres años aunque hay flexibilidad para cursarlos de dos a cuatro años. Una vez finalizados se hace una reválida o examen de Bachillerato para poder continuar sus estudios en la Universidad, que tienen pruebas y requisitos de admisión distintos. Esta prueba se convoca dos veces al año: cuando acaba el curso en marzo y en septiembre.
Fuente: http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/castellon/2016/12/13/584fd003e5fdea513a8b46aa.html
Imagen: eo3-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2016/12/13/14816258331030.jpg
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