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Las diez historias ambientales que marcaron el 2023 en Latinoamérica

Olvido, impunidad y violencia son tres palabras que cruzan varias de las investigaciones más importantes del año. Desde los más de 90 casos de defensores del ambiente y territorio víctimas de desaparición en México y los 8278 residuos petroleros que contaminan los territorios de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, hasta la violencia que acorrala a los resguardos indígenas y áreas protegidas de la Amazonía de Colombia y Bolivia.

 

Contar cada una de las historias de esta lista ha sido complejo y también arriesgado para los periodistas que viajaron a lugares remotos donde los delitos ambientales y la presencia de grupos armados ilegales es una constante. Un periodista de La Silla Vacía, por ejemplo, que viajó para contar las historias del parque La Paya y los resguardos alrededor tuvo que lidiar con un retén de los Comandos de la Frontera. Varios de los equipos periodísticos tuvieron que esperar por meses antes de entrar a territorio para no poner en peligro a los entrevistados. Algunos navegaron por horas para llegar a lugares remotos donde la crisis climática es crítica y otros se sumergieron en investigaciones para desentrañar cómo operan las mafias que trafican especies silvestres y minerales preciados.

 

Esta es la selección de las mejores investigaciones del 2023 en la que trabajaron, durante meses, 16 medios de comunicación —de cinco países de la región— en alianza con el equipo de periodistas de Mongabay Latam.

 

10. Enemigas de la biodiversidad: especies invasoras avanzan sin control en Latinoamérica

¿Has escuchado hablar del castor, el caracol africano, la liebre europea, la palomilla y la rana coquí antillano?Estas especies tienen algo en común: son consideradas invasoras en varios países y su impacto es alarmante. Mongabay Latam; La Barra Espaciadora, de Ecuador; El Tiempo, de Colombia; y La Lista, de México, investigaron los efectos negativos que han causado en la biodiversidad y cómo pueden también afectar a los humanos.

 

Científicos señalan que estos visitantes no deseadosestán entre las cinco principales causas de la crisis de pérdida de biodiversidad mundial. Además, varios estudios indican que casi una quinta parte de la superficie de la Tierra está en riesgo de invasiones de plantas y animales, incluidos muchos ‘hotspots’ de biodiversidad. Se calcula que el número de especies exóticas invasoras en el mundo ha aumentado en un 70% desde 1970.

 

Lee aquí la investigación coordinada por Mongabay Latam en alianza con La Barra Espaciadora de Ecuador, El Tiempo de Colombia y La Lista de México.

 

9. Avasallamientos en Bolivia: las invasiones ilegales que lastiman las áreas protegidas

“Son grupos armados, son grupos contratados que ingresan a diferentes predios después de varios análisis. Visitan varias veces las zonas, ven dónde ingresar y si es necesario lo hacen a la fuerza”. Así describe una fuente policial en Bolivia cómo funcionan los avasallamientos o invasiones de tierras estatales, una pesadilla que no logra ser controlada hasta el momento por el gobierno. Las regiones de Beni y Santa Cruz son las más afectadas hasta el momento, aunque la última de ellas es la que concentra alrededor del 80% de las tomas de tierra ilegales.

 

Un equipo de Mongabay Latam y del diario El Deber de Bolivia viajaron a tres áreas protegidas para mostrar el impacto de esta modalidad de ocupación ilegal en los bosques. En el Parque Nacional Amboró, los cultivos ilícitos y el narcotráfico son el motor que alientan los avasallamientos dentro del área protegida. Mientras que en la Reserva Municipal de San Rafael los cultivos de maíz, soya y la extracción de maderas preciosas son la principal causa de las invasiones. El último lugar en ser visitado fue la reserva El Curichi Las Garzas, un refugio natural donde los avasalladores han devastado 300 hectáreas para cultivar arroz y soya.

 

Lee aquí las cuatro entregas de esta serie.

 

8. Menonitas en Colombia: acumulación de tierras y deforestación no se detienen en Los Llanos Orientales

Esta historia empieza cuando el pueblo Sikuani denuncia la ocupación ilegal de su territorio por colonias menonitas. Desde la primera historia que Mongabay Latam y Rutas del Conflicto publicaron en 2021 hasta la fecha, el grupo religioso ha logrado acumular alrededor de 38 mil hectáreas de tierra invadiendo parte del territorio ancestral de las comunidades de Barrulia, Iwitsulibu y Tsabilonia.

 

Esta investigación, que forma parte de una de las entregas del especial La huella menonita, narra cómo las tres comunidades llevan más de cinco años solicitando a la Autoridad Nacional de Tierras la consolidación de sus resguardos para poder retornar al territorio del que salieron por causa de la violencia colombiana. Además, revela cómo las tierras indígenas sikuani han sido ocupadas por los menonitas en tres sectores a los que han llamado Australia, Liviney y Las Piedras.

 

Si bien la investigación publicada este 2023 evidenció, nuevamente, como las colonias siguen comprando tierras con los mismos problemas legales y manteniendo las mismas tensiones con los sikuani, en octubre de este año la ANT anunció que algunas de las tierras volverían al Estado para ser devueltas a las comunidades.

 

Lee aquí esta investigación.

 

7. Los bosques que perdimos: ¿Cómo combatir la deforestación con datos incompletos?

Mongabay Latam y la 6ta Generación de la #RedLatam de Distintas Latitudes investigaron el avance de la deforestación en Latinoamérica. El equipo periodístico empezó por solicitar información pública a los gobiernos de Ecuador, Guatemala, Colombia, Bolivia, Brasil, México, Perú, Argentina y Chile sobre las extensiones y causas probables de pérdida boscosa entre 2001 y 2021. ¿Qué encontraron? Vacíos de información, datos incompletos y falta de transparencia en la mayoría de los casos.

 

También se logró identificar cómo cada país mide la deforestación con distintas metodologías, no todos establecen causas o amenazas específicas de pérdida de bosque, o lo que es más complejo, pueden incluir o excluir distintos ecosistemas al momento de la medición. Estos datos luego fueron comparados con las decisiones políticas que adoptaron los gobiernos en las últimas dos décadas para detectar la relación entre los picos de deforestación y el mandatario de turno. En Brasil, por ejemplo, el incremento sostenido de la deforestación coincide con el mandato de Jair Bolsonaro.

 

Lee aquí las dos entregas de esta investigación.

 

6. Navarino: una isla muy cerca a la Antártida afectada por los dramáticos cambios de la crisis climática

Para contar esta serie de historias sobre la crisis climática en Cabo de hornos, una periodista de Mongabay Latam tuvo que navegar a este apartado lugar durante 30 horas, donde la temperatura puede ser la de la Antártida, para registrar por primera vez los impactos que el cambio climático está generando en los bosques más australes del planeta. Los reportajes narran las transformaciones que están ocurriendo como la llegada de mosquitos que podrían transmitir enfermedades tropicales, el cambio en la vida de algunas especies por el aumento de la temperatura o los impactos de las especies invasoras.

 

También cómo el aumento de la temperatura y la disminución de las lluvias ha provocado que humedales se sequen, que témpanos de hielo desaparezcan y poblaciones de diferentes animales disminuyan drásticamente. La serie muestra también el desconocido trabajo científico que se realiza en lugares lejanos y que es clave para sumar evidencias sobre la crisis climática y combatir el negacionismo. Este trabajo ganó el premio en la categoría de Crónica del concurso Excelencia Periodística 2023 de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

 

Lee aquí la serie completa.

 

5. Deforestación, minería ilegal y narcotráfico acorralan a resguardos indígenas de la Amazonía de Colombia

Los resguardos indígenas de la Amazonía de Colombia llevan años siendo las víctimas silenciosas de una violencia que se agrava. Un equipo periodístico analizó geoespacialmente la situación de 230 de estos territorios y encontró que 218 perdieron más de 19 mil hectáreas de cobertura arbórea durante 2022, 88 registran la presencia de cultivos ilícitos de coca y 10 son afectados por la contaminación de la minería ilegal de oro que proviene de ocho ríos. A este panorama se suma que grupos armados ilegales acechan a las comunidades.

 

Periodistas de Mongabay Latam, Baudó Agencia Pública, Entreojos.co, La Liga contra el Silencio y La Silla Vacía viajaron a cinco de los resguardos donde la ilegalidad es crítica: Yurayaco, El Hacha, La Yuquera, Villa Catalina de Puerto Rosario y Curare Los Ingleses. Un dato clave: sólo este año, en los cinco resguardos visitados por los reporteros de esta alianza, se reportaron más de 36 mil alertas de deforestación.

 

Lee aquí las seis entregas de esta investigación.

 

4. Violencia en la Amazonía de Colombia: guardaparques desplazados y 14 áreas protegidas disputadas por grupos armados ilegales

Mongabay Latam, Rutas del Conflicto y La Silla Vacía investigaron las amenazas que enfrentan los guardaparques y el avance de varios delitos ambientales en los parques y reservas de la Amazonía de Colombia. Para publicar esta serie, el equipo periodístico viajó a los parques nacionales La Paya, Sierra de la Macarena y Amacayacu. Lo que encontraron fue un panorama grave: funcionarios ambientales amenazados por grupo armados ilegales que se disputan el dominio de las áreas naturales. Algunos han sido incluso declarados objetivo militar y otros han sido asesinados.

 

La investigación pudo establecer también que las disidencias de la FARC están presentes en 33 de los 39 municipios y áreas no municipalizadas donde se encuentran las 14 áreas protegidas amazónicas del país. Además, la presencia de grupos armados en estos parques y reservas ha traído violencia y provocado que los guardaparques sólo puedan visitar espacios muy específicos. En el Parque Nacional Sierra de la Macarena, por ejemplo, no pueden entrar a tres sectores por las amenazas recibidas, la presencia de grupos armados y de cultivos ilícitos. En Amacayacu, los funcionarios no pueden ingresar a la parte norte del área protegida por la presencia de grupos armados ilegales. Y en el Parque Nacional La Paya, los guardaparques indígenas solo pueden transitar por dos sectores muy específicos.

 

Lee los hallazgos de esta investigación aquí.

 

3. Colombia: hijo de capo del cartel de Cali envuelto en tráfico de aletas de tiburón a Hong Kong

¿Cuál es la relación entre el mayor decomiso de aletas de tiburón y Fernando Rodríguez Mondragón, el hijo del fallecido capo del cartel de Cali? Durante nueve meses un equipo periodístico de Mongabay Latam, OCCRP y Armando Info reconstruyó la ruta detrás del cargamento de más de 3000 aletas de tiburones amenazados de extinción que pretendían ser traficadas a Hong Kong. Mientras se realizaba este reportaje, la fiscalía de Colombia ordenó el arresto domiciliario de Fernández Mondragón.

 

La historia empieza en junio de 2021, seis meses después de que Colombia prohibiera la pesca y comercialización de tiburones. Ese mes, las autoridades interceptaron un cargamento con 3493 aletas de cinco especies de tiburones camufladas entre 117 kilos de vejigas natatorias o buches de pescado. ¿De dónde venían estas vejigas y las aletas?¿Quiénes estaban detrás?¿Cuál fue la ruta que siguió el cargamento hasta llegar al aeropuerto de Bogotá?

 

Lee esta investigación aquí.

 

2. A estas personas las desaparecieron por defender el ambiente y el territorio en México

Por primera vez, esta investigación coordinada por Mongabay Latam en alianza con Quinto Elemento Lab y A dónde van los desaparecidos documenta cuántos defensores del ambiente y el territorio fueron víctimas de desaparición desde diciembre de 2006. Las historias de Sergio Rivera, Eva Alarcón, Marcial Bautista y Celedonio Monroy, nombres que forman parte de la lamentable lista de defensores del ambiente y el territorio, son narradas en cada una de las entregas de este trabajo.

 

La base de datos construida reveló que al menos 93 personas defensoras han sido víctimas de desaparición en México desde 2006. Además que 39 de ellas continúan sin ser localizadas, 36 se encontraron muertas y sólo 18 fueron halladas con vida. De los 93 casos, 83 son hombres y 10 son mujeres. Este trabajo periodístico documentó los casos registrados entre el 1 de diciembre de 2006, cuando comenzó lo que el gobierno de Felipe Calderón llamó la “guerra contra el narcotráfico”, hasta el 1 de agosto de 2023.

 

Lee aquí las dos entregas de esta investigación.

 

1. Las deudas del petróleo: más de 6 mil desechos sin limpiar en cuatro países de Latinoamérica

Por segundo año consecutivo, Mongabay Latam, La Barra Espaciadora, Rutas del Conflicto, Cuestión Pública y el diario El Deber investigaron las malas prácticas de la industria petrolera en Bolivia, Colombia,EcuadoryPerú. Esta vez el foco de este trabajo estuvo en los pasivos ambientales que las operaciones dejan abandonados en los territorios. Lo que encontramos y construimos fue un mapa de la contaminación: más de 8 mil residuos petroleros acumulados en los cuatro países, más de 6 mil que aún han sido limpiados y 600 residuos petroleros que se superponen con 50 territorios indígenas y 15 áreas protegidas en la Amazonía.

 

Detectamos, además, que de los 8 mil residuos identificados, un total de 4284 pasivos ambientales son oficialmente reconocidos por los gobiernos, pero 3994 —que cumplen con la mismas características— son simplemente clasificados como “fuentes de contaminación” en Ecuador, “sitios impactados” en Perú, “impactos no resueltos” en Colombia y “pozos abandonados” en Bolivia. El equipo periodístico viajó a cinco puntos clave para narrar la historia detrás de los casos más emblemáticos.

 

Lee las ocho entregas de esta investigación aquí.

 

BONUS: Coltán, oro y pistas clandestinas: el botín con el que grupos armados desangran al Guainía

La minería ilegal se practica en el departamento de Guainía tanto en balsas dragas como en la extracción a cielo abierto. Crédito: Rodrigo Durán Bahamón.

Un equipo de Mongabay Latam y Vorágine viajó a los alrededores de la reserva Puinawai en el sur oriente de Colombia y lo que encontró es alarmante: tráfico de coltán, dragas ilegales, minería a cielo abierto para sacar oro, grupos armados y seis pistas aéreas clandestinas. Este cóctel de ilegalidad pone en riesgo a los bosques, ríos y comunidades de la zona.

Lee aquí la investigación completa.

Imagen principal: Tuberías expuestas en la base de Huayuri. Crédito: Patrick Wesember.

Fuente: https://rebelion.org/las-diez-historias-ambientales-que-marcaron-el-2023-en-latinoamerica/

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La lucha docente en Jujuy: entrevista a Mercedes Sosa, secretaria general de CEDEMS

Por: Anred

El jueves 13 de julio se llevó adelante una nueva jornada de paro por les docentes en el marco de las acciones que desarrolla la multisectorial y la citación del gobierno a una nueva reunión, luego de los descuentos recibidos, especialmente por las maestras. La secretaria general de CEDEMS, gremio docente de profesores de secundaria y de terciarios, acepta conversar y reflexionar con ContrahegemoniaWeb sobre este intenso mes y lo que se avizora. Por Andrea Arrigoni, para Contraghegemonía Web.

-Qué resoluciones han tomado en la última asamblea de CEDEMS que se desarrolló, más allá de haber logrado con la lucha un importante aumento en su rama, por la grave situación que se vive la provincia.

Bueno, la asamblea en el marco de pertenecer nuestros sindicato a la Intergremial y como hay una decisión de denunciar la persecución de parte del gobierno de la Provincia, por las situaciones de hostigamiento, situaciones represivas, amenazas permanentes de aplicación del Código Contravencional, decidió este paro.

Luego la Asamblea rondó en reivindicaciones de condiciones laborales, que tienen que ver con la precarización, con la asignación de aumentos de horas cátedras, para quienes venían siendo postergados durante mucho tiempo en el sistema educativo; los auxiliares docentes por ejemplo. También seguir peleando por un salario de acuerdo a los índices inflacionarios, seguir dando la pelea por las horas cátedras que estén acordes a los valores de la canasta familiar y no cobrar menos de esa asignación.

Otro tema importante es el resguardo del Estatuto del Docente, que bajo ningún punto de vista se lo modifique en función de una posible ley que se quiera adaptar a los lineamientos de la nueva reforma constitucional, que la damos por inválida. Porque hay procedimientos, que vamos a demostrar también en la presentación, que fueron violatorios por cómo se llevó adelante esta reforma constitucional.

-En particular, respecto a la rama de educación secundaria, ¿ha habido avances en cuanto a las reformas que se vienen imponiendo en esta rama?

Sí, hubo algunos cambios, la Ley de la grilla, la Ley de las Juntas de Calificación, que lamentablemente han restringido la participación de los docentes a través de la elección de los vocales. Ahí ya hubo una modificación que es previo a la reforma constitucional. Nosotros hemos peleado mucho en aquel momento por la grilla docente que nos condena a una capacitación permanente, sin límite de puntaje, y a la comercialización de la capacitación. Los docentes acá tienen licencia para hacer la capacitación, lo que pasa es que hasta ahora nos descontaban el presentismo si la llegábamos a hacer, pero ahora con la última negociación paritaria no se va a aplicar, ese fue un logro de la paritaria última.

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-¿Se efectivizó el aumento?

Sí, hubo un aumento de la hora cátedra. Estaba en 2.000 y pico y ahora está en 4.000 y más de un 50% también del sueldo básico que estaba en 32.000 y ahora se fue a 62.000, hubo logros de esta última lucha y bueno seguimos en camino para otras reivindicaciones que habían quedado postergadas, sobre todas las que tienen que ver con la precarización laboral.

-¿En particular sobre el tema de la precarización laboral, entiendo que el hecho de que haya un incentivo vinculado al presentismo es una parte de la precarización, de qué otra manera se manifiesta?

Sí, hay designaciones en esta oportunidad que son a término, se denomina CL que no están, no figuran, en el Estatuto del Docente y ése es un reclamo que se va a llevar a la paritaria para que las designaciones no tengan esas características.

-Ustedes han sido notificados de parte de los gremios nacionales sobre un nuevo convenio con lxs trabajadores de educación, como viene anunciando la CTERA en consonancia con el gobierno nacional.

Nuestra central es la CEA y nuestra comisión directiva es reciente. Nosotros no estamos en la CTERA, de a poco vamos anoticiándonos de los convenios que van haciendo y por supuesto que queremos tener participación más plena en las decisiones que se tomen a nivel nacional.

-Respecto a la reforma a la Constitución que se votó en la provincia, en qué sentido esto perjudica y qué acciones hay en común con otros actores, si la Multisectorial es una de ellas o qué espacios hay de articulación para seguir cuestionando esa reforma y derribarla.

La reforma, de principio, en la manera en la que fue convocada, tiene errores de vicio en su iniciativa de cambio, que bueno no puedo adelantar mucho, porque son estrategias que va a tomar el sindicato para discutirla, las estrategias legales. Por otro lado, en el contenido está lamentablemente establecido y sospechamos que va a utilizarse como una forma de legitimar, en cuanto a la protesta social, la contravencional. Una herramienta que viene utilizando el gobierno para multar, para perseguir.

-¿Son las contravenciones que fueron publicadas por el gobierno en estos días?

Sí, fueron públicas. El gobierno las anunció y lamentablemente hizo públicos listados de personas y la multa que se les asigna por su participación en las movilizaciones. Hay un relato de parte del gobierno acerca de que esto fue pergeñado por la oposición o que, en esta contienda electoral, por partidos que se oponen a la fórmula que está presentando Morales junto con Larreta. Ahí lo que vemos es la peligrosidad no solo de la aplicación de ese código contravencional sino que además esto está legitimado en este momento por la Constitución, el ataque al derecho a la protesta.

Y por sobre todas las cosas también está en cuestionamiento el uso de los recursos naturales, de la territorialidad, de los bienes públicos y cómo el Estado inmediatamente que presente un proyecto que exprese que va en función de los “intereses” de una matriz productiva determinada, entonces hay posibilidad y hay riesgo de que se vayan expropiando esas territorialidades como ya de hecho se vienen haciendo. O sea, la Constitución lo que nosotros notamos es que viene a dar la legitimidad a una política previa de saqueo y de usurpación, que no va en beneficio de las comunidades o de quienes habitan en ese lugar o que son productores, estoy hablando de la finca El Pongo por ejemplo, o de las comunidades originarias que también sienten la peligrosidad de una explotación del litio que pueda poner en discusión su permanencia, así como su posibilidad de poner en debate qué es lo que se quiere para sus entornos.

También desde el punto de vista docente hemos notado algunos cambios entre lo que era la Constitución del año 86 y la Constitución actual, donde el artículo 67 tiene algunos términos que no están tal como estaban y que pueden ser una puerta abierta a que se modifique de alguna manera el Estatuto del Docente.

¿Por los actos represivos, de hostigamiento, y que en estos días han vuelto a recrudecer, han tenido algún apoyo para poder hacer las denuncias?

Sí, han venido muchísimo organismos de Derechos Humanos a la provincia y ahí se han realizado las denuncias pertinentes.

¿Cómo ves la proyección de esta situación?

Ahora somos parte de la multisectorial, que es un movimiento que articula distintos sectores. Esto empezó como una lucha docente, pero se fueron agregando en el camino de esta lucha muchísimos espacios, organismos y organizaciones, que venían con muchos reclamos que eran postergados y además que eran perseguidos, no? Entonces se articula en esta multisectorial todas esas demandas y además lo que unifica a todos desde las organizaciones sociales, los campesinos, los pueblos originarios, los gremios es el No a la reforma y ahí estamos articulando acciones.

¿Cuándo pensamos por qué ahora se produjo lo que ya se denomina el jujeñazo, porque en definitiva el paro empezó antes de la reforma y ya venía habiendo esta situación, que es en tu opinión lo que hizo que surgiera con esta fuerza la respuesta popular?

Es multicausante, la verdad que es multicausal, en algún momento esto se iba a dar y creo que la lucha docente con su contundencia, su organización y su participación masiva fue la que motivó y en el camino se fueron sumando reclamos, como decía, que venían siendo postergados. Esa conjunción y por supuesto la lucha docente que sucedió en Salta también y que ya era insostenible la precarización en los salarios, lo magro de los aumentos, una mecánica donde se sentía, se vivía, se experimentaba el maltrato de parte del gobierno, toda esa conjunción de elementos. Bueno, todo eso fue lo que hizo que se genere este gran movimiento hoy contra la reforma, que también es el cuestionamiento de un proyecto económico que pretende darle un matiz jurídico a una política de saqueo, de precarización y de empobrecimiento.

Hay una situación que vemos que se reproduce en distintas geografías con sus particularidades entre las luchas docentes, las luchas contra el saqueo y la criminalización de la protesta, lo vemos en Misiones con el extractivismo forestal que afecta a las comunidades, también en Chubut, en Tierra del Fuego o Mendoza o Santa Cruz, por solo nombrar algunas de las manifestaciones, los mecanismos represivos y las mismas formas económicas. Hay quizás un debate ahí que nos deberíamos dar sobre cómo romper estas fragmentaciones y tomarlo de conjunto.

Sí, hay una fragmentación, en este momento, nosotros mismos en este momento estamos tratando de articular nuestras propias luchas, venimos de una desarticulación muy grande, es un fenómeno en el que estamos pensándonos nosotros también. En este tránsito, seguramente esto va a hacer que nos podamos unificar en otros reclamos a nivel nacional, pero en este momento es como que estamos muy concentrados en esta pelea en contra de la reforma y ahí hay una necesidad muy grande de que esta lucha se traduzca también en hechos concretos, ¿no? Acerca de qué va a pasar con este marco jurídico que tiene la pretensión de acallar, de perseguir y de ponernos al margen de las decisiones del futuro de nuestra provincia.

Fuente de la información e imagen:  https://www.anred.org

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Libro(PDF): Ambiente, cambio climático y buen vivir en América Latina y el Caribe

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Este libro es el resultado de la convocatoria lanzada por CLACSO en febrero de 2020 para el desarrollo de proyectos de investigación sobre «Ambiente, cambio climático y buen vivir en América Latina y el Caribe». Los ensayos presentados reúnen a más de veinte investigadoras e investigadores de ocho países latinoamericanos, que abordaron las temáticas propuestas desde diferentes perspectivas, considerando los vínculos entre el concepto de «buen vivir» y los fenómenos ambientales y económicos que están ocurriendo en todo el mundo, como el innegable cambio climático, y en particular en los países latinoamericanos, como el modelo extractivista de explotación de la naturaleza.

Autoras(es): Tatiana Cuenca Castelblanco. Letícia Larín. Juan Manuel Delgado Estrada. Luz Carina Durán Solarte. Cindy Vanessa Quintero Ramírez. Manuel Alejandro Henao Restrepo. Sara Latorre. Andrea Bravo. Marisabel García Acelas. Robert Adrián Quintero Leguizamón. Marisela Pilquimán Vera. Stepfanie Ramírez. Clarena Rodríguez Jaramillo. Melisa Argento. Ariel Slipak. Florencia Puente. Sarah Patricia Cerna Villagra. Agustín Carrizosa. María Irene Rodríguez. Stefannia Parrado Morales. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-158-0

Idioma: Español

Descarga: Ambiente, cambio climático y buen vivir en América Latina y el Caribe

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2473&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1609

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Luis Eduardo López: ¿Emergencia lingüística en América Latina y el Caribe?

La expoliación territorial, las políticas económicas, el extractivismo, los agronegocios, la expulsión de comunidades indígenas de sus territorios ancestrales y los desplazamientos forzados de índole militar o económica son solo algunos de los factores que inciden en la situación.

Nuestra región es una zona de desastres naturales y actualmente está ante el embate del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y los efectos de la pandemia. También afronta ahora un desafío adicional: el silenciamiento de los idiomas indígenas, hecho que, como la pérdida de la pérdida de la diversidad biológica, debe causar la furia de la Pachamama.

Las últimas dos décadas evidencian una tendencia de progresiva erosión y pérdida de la riqueza idiomática, que con la diversidad biológica, marcan la singularidad de América Latina y el Caribe. Entre el 40 y el 60% de sus cerca de 560 lenguas estarían en riesgo de silenciamiento y todas están en condición vulnerable, unas más otras menos.

Las causas son múltiples y, sobre todo, de orden político y económico. Varias de ellas están relacionadas entre sí y todas nos remiten a la precariedad de la vida y a la merma de la dignidad humana de nuestras Primeras Naciones; cabe recordar que esta región nació indígena. La expoliación territorial, las políticas económicas, el extractivismo, los agronegocios, la expulsión de comunidades indígenas de sus territorios ancestrales y los desplazamientos forzados de índole militar o económica son solo algunos de los factores que inciden en la situación. A ello se añaden, de un lado, la creciente interrupción de la natural transmisión intergeneracional de las lenguas, y, de otro, la despreocupación de los Estados que siguen hablando solo en castellano, pese a que en un número importante de países, los idiomas originarios ostentan el carácter de oficial, como en Bolivia y México; co-oficial, como en Colombia y el Perú; o nacional, como en Guatemala.

Tan grave es la situación que, por ejemplo, en los últimos censos de Guatemala (2018) y Perú (2017), el número de personas que aprende a hablar en un idioma originario es menor que hace una o dos décadas. El Estado Plurinacional de Bolivia tampoco escapa a esta situación: allí el quechua y el aymara, sus dos lenguas mayoritarias, retroceden significativamente en su condición de primera lengua. Solo en el departamento de Potosí un 54,4% de personas manifestó el 2012 haber aprendido a hablar en quechua; en los otros dos de antigua predominancia quechua -Chuquisaca y Cochabamba, 55,2% y 55,9%, respectivamente tienen ahora al castellano como su lengua materna.

Ante estas constataciones, la Comunidad Iberoamericana en su XXVII cumbre de jefes de estado y de gobierno, de abril 2020 en Andorra, aprobó la creación del Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas (IIALI). Esta institución verá la luz el 10 de febrero de 2021, en un acto especial a realizarse en la Cancillería Boliviana, con la participación de los 10 países que a lo largo de dos años se comprometieron en el diseño de esta iniciativa: Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y México. De ellos, Bolivia, Colombia y México conformaran su Comité Intergubernamental.

El IIALI se constituirá en un mecanismo de cooperación Sur-Sur que apoye tanto a las comunidades lingüísticas como a los Estados en la recuperación, fortalecimiento y revitalización de las lenguas originarias. Con esta acción, Iberoamérica abre y se suma de forma activa al inicio del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032), proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

*Sociolingüista y educador peruano especializado en educación intercultural bilingüe (EIB). Asesoró al gobierno de Bolivia para que lleve a cabo su reforma educativa. Divulgado por el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Fuente: https://rebelion.org/emergencia-linguistica-en-america-latina-y-el-caribe/

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Pueblos indígenas exigen detener el extractivismo en la Amazonia

Organizaciones indígenas de Ecuador entregaron a la Corte Constitucional más de 365.500 firmas de respaldo recogidas en todo el mundo, para que se les garantice el derecho a una consulta previa, libre e informada a las comunidades sobre los planes de actividades extractivas –sobre todo en minería y petróleo- en sus territorios en la Amazonía.

Representantes de las nacionalidades Cofán y Waorani, entre otras, llegaron a la Corte para mostrar el respaldo internacional a su reclamo de consulta sobre las concesiones mineras y petroleras que el gobierno neoliberal de Guillermo Lasso pretenda celebrar en la Amazonía.

Lasso, emitió en julio pasado un decreto para intentar duplicar la producción petrolera del país, acción calificada de «inconstitucional» por organizaciones sociales, que le acusan de hacerlo sin mediar la obligatoria consulta a las comunidades que podían ser afectadas. Se espera que la Corte Constitucional se pronuncie en los próximos días sobre la demanda, apoyada por organizaciones sociales ecuatorianas e internacionales.

«No queremos explotar nuestro bosque, ni mineros, ni maquinaria pesada. Queremos que sea como antes, que el río y bosque estén sin contaminación», declaró Víctor Quenamá, presidente de la comunidad A’i Cofán de Sinangoe.

Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que acompañó a las bases amazónicas, dijo que esta acción forma parte de una lucha contra el cambio climático que se produce por los excesos «del sistema de explotación capitalista». Isa exigió detener esta «forma de desarrollo criminal» que atenta sobre la forma de vida de los pueblos indígenas de la selva amazónica.

Iniciativas como «Quienes Deben Decidir», «Wao Resistencia» y «Stand With Sinangoe» recogieron cientos de miles de firmas de apoyo que fueron entregadas a la Corte Constitucional junto a una carta en la que se pide escuchar a los pueblos indígenas y que se «garantice» su derecho a decidir sobre sus territorios.

«Nos sentimos respaldados de todo el mundo por nuestra lucha y resistencia», aseguró Silvana Nihua, presidenta de una organización Waorani, y dijo confiar en que la Corte Constitucional dará el paso «histórico» en beneficio de las comunidades que habitan en la región amazónica y en el país entero.

“El mundo tiene sus ojos sobre Ecuador debido a los históricos casos de la comunidad A’i Kofán de Sinangoe y Waorani de Pastaza, que vencieron al poder empresarial y al Estado ecuatoriano que entregó concesiones mineras y petroleras en sus territorios ancestrales, sin la debida consulta”, expresa la petición.

Por su parte, el líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confenaie), Marlon Vargas se refirió al precedente que sentó la comunidad del A’i Kofán y subrayó que la corte tiene “la oportunidad histórica” de emitir un fallo favorable que garantice el derecho de las comunidades autóctonas a la consulta y “el consentimiento previo, libre e informado”.

Como parte de esta iniciativa, las comunidades que habitan junto a los ríos Coca y Napo presentaron un centenar de pedidos de medidas cautelares ante el Consejo de Judicatura de Puerto Francisco de Orellana, en el corazón de la región amazónica del país, ante el avance acelerado de la erosión regresiva del río Coca, catalogada como un peligro inminente a los derechos de estas comunidades a vivir en un ambiente sano, a la salud, la alimentación, el acceso a la información y la justicia.

A inicios de abril pasado se produjo en esta región la rotura de los principales oleoductos ecuatorianos: el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (Sote), del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y el Poliducto Shushufindi–Quito. La avería y posterior derrame de miles de barriles de crudo al suelo y cauces de los ríos afectó a más de 100 comunidades kitchwa con una población de al menos 27.000 personas.

Las comunidades denunciaron que detrás de la rotura estaba la negligencia de las empresas y otras entidades públicas, que no adoptaron medidas preventivas pese a que alertaron sobre las consecuencias de la erosión regresiva, unido a la inestabilidad geológica, la actividad sísmica y volcánica de la región.

Para evitar futuras averías y derrames, las comunidades demandan la inmediata suspensión del bombeo, el establecimiento de planes efectivos de respuesta inmediata, la reparación ante posibles inundaciones y otros daños, y la provisión de agua y proteína animal de manera estable hasta que los cauces del Coca y el Napo recuperen su normalidad.

El Ejecutivo ecuatoriano ha afirmado que las políticas aprobadas por el Gobierno de Lasso, que buscan intensificar la producción petrolera y minera en el país, tienen como objetivo impulsar la economía y reducir la pobreza que afecta, entre otros grupos sociales, a los indígenas.

Pero las organizaciones indígenas aseguran que su experiencia, a lo largo de décadas de extracción petrolera en el Amazonía, pone de manifiesto que los beneficios de dichas actividades extractivistas no llegan a las comunidades y que, además, entrañan el alto riesgo de desastres irreparables para la naturaleza y la vida de los pueblos originarios.

La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica); la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) y la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos respaldan la campaña “Detén la Extracción en la Amazonía”.

Eloy Osvaldo Proaño. Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Fuente: https://estrategia.la/2022/01/20/pueblos-indigenas-de-ecuador-exigen-detener-el-extractivismo-en-la-amazonia/

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La ONU declaró que un ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano

Frente a las consecuencias innegables del cambio climático, la resolución adoptada por el Consejo de Derechos Humanos insta a los Estados a tomar medidas «rápidas y reales» para el cuidado del ambiente y el pleno ejercicio de los derechos. La OMS también emitió un comunicado crítico en el que pide soluciones urgentes en la próxima COP 26.

El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró que un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano. Lo hizo a través de una resolución impulsada por Costa Rica, Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza, que obtuvo 43 votos de apoyo y ningún voto en contra. Sin embargo, Rusia, China, India y Japón se abstuvieron de votar. El Consejo instó a tratar el tema en la Asamblea General y estableció, en una resolución separada, una nueva relatoría dedicada específicamente al impacto del cambio climático en los derechos humanos. La Organización Mundial de la Salud y Amnistía Internacional también emitieron declaraciones que ratifican la perspectiva de derechos humanos ligados íntimamente al respeto a la naturaleza.

El organismo internacional observó que el derecho a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible está relacionado con otros derechos humanos reconocidos internacionalmente. Los derechos humanos son indivisibles e interrelacionados. En los hechos, la degradación del ambiente daña el ejercicio del derecho a la salud, a la vivienda digna y a la educación, entre otros. Este derecho tiene sus raíces en la Declaración de Estocolmo de 1972. En ese documento, la ONU ya afirmaba que «hemos llegado a un momento de la historia en que debemos orientar nuestros actos en todo el mundo
atendiendo con mayor solicitud a las consecuencias que puedan tener para el medio ambiente«.

Proteger el medio ambiente, la naturaleza y a las personas que luchan contra el extractivismo

La reciente declaración del Consejo de Derechos Humanos de la ONU alienta a los Estados a que creen capacidades para las actividades de protección del medio ambiente, a fin de cumplir sus obligaciones y compromisos en materia de derechos humanos. Se pide, asimismo, que mejoren la cooperación con otros Estados, el resto del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales y regionales, las instituciones nacionales de derechos humanos y las empresas para la implementación del derecho a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible.

También se les insta a adoptar políticas para el disfrute del derecho a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, en resguardo de la biodiversidad y los ecosistemas. El documento pone en el contexto de la garantía de los derechos humanos el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tomando en consideración su carácter integrado y multisectorial. Además, invita a la Asamblea General a «examinar» el tema. El derecho a un medioambiente saludable está reconocido jurídicamente en más del 80% de los Estados miembros de la ONU a través de constituciones, leyes, sentencias judiciales y tratados regionales.

ONU declara como derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible
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El reconocimiento de esta garantía fundamental por el máximo órgano de derechos humanos es el resultado de décadas de ardua lucha de ambientalistas, activistas, pueblos indígenas, científicos y muchos otros actores de la sociedad civil. Este hito significa también protección para quienes luchan contra los extractivismos y la contaminación. Según datos brindados por la propia ONU, solo en 2020 fueron asesinados más de 200 activistas.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó a los Estados a tomar medidas audaces para dar efecto “rápido y real” al derecho a un medio ambiente saludable. En ese sentido, manifestó su intención de que la medida “sirva como trampolín para impulsar políticas económicas, sociales y ambientales transformadoras que protejan a las personas y a la naturaleza”.

A su vez, destacó que la declaración de este derecho reconoce claramente la degradación ambiental y el cambio climático como crisis de derechos humanos interconectadas. Asimismo, continuó, la medida resalta que los segmentos de la población en mayor situación de vulnerabilidad se ven afectados de manera más aguda. Por su parte, la directora ejecutiva del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, aseveró que la adopción de la resolución es “un hito decisivo para la justicia ambiental”.

La lucha de la sociedad civil por el reconocimiento del cuidado del ambiente como derecho humano

En la previa de la reunión del Consejo de Derechos Humanos, Amnistía Internacional junto a más de 1100 grupos de la sociedad civil y de pueblos indígenas emitió una declaración pública en la que instaba al organismos de la ONU a reconocer un medioambiente seguro, limpio, saludable y sostenible como derecho humano universal. «Cuando millones de personas sufren hambre y desplazamiento debido a los efectos del cambio climático y la degradación ambiental, está más claro que nunca que la vida y la dignidad humanas dependen de un medioambiente saludable», señalaba el documento conjunto, que también exigió a los Estados miembros que mandaten un procedimiento especial de la ONU sobre derechos humanos y cambio climático.

“Los dramáticos efectos del cambio climático han puesto al descubierto, con una claridad devastadora, hasta qué punto un medioambiente saludable es parte integral del disfrute de todos nuestros demás derechos. Es fácil no valorar nuestro planeta hasta que vemos el costo humano de su degradación: hambre, desplazamiento, desempleo, carencia de hogar, enfermedades y muertes”, afirmó Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.

El documento encabezado por Amnistía Internacional denunció que «la falta de medidas de los gobiernos para abordar el cambio climático pese a las acuciantes pruebas científicas podría ser la mayor violación de derechos humanos intergeneracional de la Historia». En ese sentido, consideraron que una declaración internacional «animaría a los Estados que aún no reconocen este derecho en sus leyes nacionales a reconocerlo, y motivaría a otros a reforzar su legislación».

ONU declara como derecho humano el vivir en un ambiente sano
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La OMS se pronunció sobre «decisiones insostenibles» contra el planeta y la salud

En el Informe especial sobre cambio climático y salud, elaborado por la Organización Mundial de la Salud y publicado ayer en el marco de los preparativos de la 26.ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, expone el llamado de la comunidad mundial de la salud en favor de la acción climática. De esta manera, el cumplimiento de esos objetivos se vincula expresamente con la garantía derecho humano a la salud, razón más que suficiente para sostener la perspectiva de derechos humanos en las políticas ambientales.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, aseguró que «las mismas decisiones insostenibles que están matando a nuestro planeta están matando a las personas». Por este motivo, el organismo sanitario realizó un llamado a todos los países para que se comprometan a tomar medidas decisivas en la COP26 con el fin de limitar el calentamiento mundial a 1,5 °C.

El informe de la OMS se presenta al mismo tiempo que una carta abierta, firmada por más de dos tercios del personal de la salud mundial —300 organizaciones que representan al menos a 45 millones de médicos y profesionales de la salud de todo el mundo—, en la que se pide a los líderes nacionales y a las delegaciones de los países en la COP26 que intensifiquen la acción climática.

En el documento afirma: «La quema de combustibles fósiles nos está matando. El cambio climático es la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad. Aunque nadie está a salvo de los impactos del cambio climático sobre la salud, los más vulnerables y desfavorecidos los sufren de forma desproporcionada». Además, sostiene que la contaminación del aire, resultado principalmente de la quema de combustibles fósiles, causa 13 muertes por minuto en todo el mundo.

Fuente: https://rebelion.org/la-onu-declaro-que-un-ambiente-limpio-saludable-y-sostenible-es-un-derecho-humano/

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“Epistemologías del Sur” de Boaventura de Sousa Santos: aportes, limitaciones y errores

Las reflexiones que siguen parten de la lectura del ensayo de Boaventura de Sousa Santos titulado “Epistemologías del Sur”, publicado en la revista Utopía y Praxis Latinoamericana, año 16, No. 54, julio – septiembre de 2011, pp 17 – 39, publicada por la Universidad de Zulia, Maracaibo, Venezuela. En su libro “Descolonizar el saber, reinventar el poder” también recoge Boaventura de Sousa Santos estas mismas ideas.

¿Qué dice Boaventura?

De salida, en la primera línea de su resumen, Boaventura de Sousa Santos (BSS) afirma: “Es un hecho irreversible que el logos eurocéntrico ha implosionado en sus propias fuentes de desarrollo político y económico”.

Enseguida agrega que el nuevo logos que propone, aunque nace de la Teoría Crítica (concepto que a lo largo del texto alternará con Pensamiento Crítico, que no es exactamente lo mismo), ayudará a superar la lógica del “capitalismo y colonialismo sin fin” (en que supuestamente ha caído el logos eurocéntrico), basándose en la “sabiduría ancestral que porta el pensamiento de estos pueblos originarios” (de América) y su filosofía del “Sumak Kawsay” (Buen Vivir), vocablo de origen quechua que alude a vivir a plenitud, felizmente, en armonía con la naturaleza, y que tiene equivalentes en otras culturas originarias de América.

Estas primeras afirmaciones de BSS nos producen algunos interrogantes: ¿Es cierto que ha “implosionado” todo el “logos”, que él califica de eurocéntrico? ¿Esto incluye toda la ciencia moderna, las naturales y las sociales? ¿El concepto “sumak kawsay” se opone a todo el logos proveniente de Europa o el Norte, o específicamente a la visión positivista de la lógica desarrollista o productivista de una parte del logos “eurocéntrico”?

Según él, “no necesitamos alternativas, sino más bien maneras alternativas de pensamiento”, las cuales pueden encontrarse en los movimientos indígenas y sus concepciones sobre el estado plurinacional, la democracia participativa y desarrollo basado en el Buen Vivir y los derechos humanos que incluyen la naturaleza. Estas alternativas presentan una salida a “la calle ciega en que la tradición crítica occidento-céntrica parece estar atrapada”.

Para Boaventura, la crisis de la “tradición crítica” se basa en los siguientes desafíos: cómo interpretar lo viejo y lo nuevo; el fin del capitalismo sin fin; el fin del colonialismo sin fin; la pérdida de sustantivos críticos; la relación fantasmal entre teoría crítica y práctica.

1- Lo muy viejo o muy nuevo: para explicar este problema pone el caso del Proyecto Yasuni de Ecuador, por el cual el país dejaría de explotar algunos yacimientos de petróleo a cambio de que los países desarrollados le reconocieran 2 mil millones de dólares por no contaminar. Para BSS, esta propuesta apunta a un “futuro postcapitalista” que sale de una concepción de la vida precapitalista de los indígenas ecuatorianos que, según él, el pensamiento crítico no termina de comprender. “En el caso de América Latina, reclamar un pasado pre-colonial es una propuesta revolucionaria…”. Preguntas: ¿La propuesta modificaba el sistema capitalista? ¿Recuerda la idea del Banco Mundial de “canje de deuda por naturaleza”? ¿Su evidente fracaso habla de que no condujo a Ecuador a ningún camino postcapitalista? La política de Rafael Correa no rompió con el extractivismo, es decir, con una variante del capitalismo dependiente, aunque es justo reconocer que aplicó políticas sociales más justas gracias a una redistribución del ingreso de tipo keynesiano. Los problemas actuales de Ecuador, y el fracaso del proyecto Yasuni en 2013, prueban que no ha trascendido en un sentido post-capitalista la sociedad ecuatoriana.

2- El fin del capitalismo sin fin: para BSS la izquierda mundial está entre dos extremos, los que tienen dificultad para imaginar un fin del capitalismo, la socialdemocracia, en la que coloca a Lula; y los que tienen dificultad para imaginar cómo será el fin del capitalismo, en la que entra el “socialismo del Siglo XXI” y los procesos de Bolivia, Ecuador y Venezuela. Respecto a los últimos señala: “si los gobiernos imaginan el pos-capitalismo a partir del capitalismo, los movimientos indígenas imaginan el pos-capitalismo a partir del pre-capitalismo. Pero ni unos ni otros imaginan el capitalismo sin el colonialismo interno”. BSS simpatiza con la segunda vertiente, pero señala que su base social debe incorporar legitimidad ampliando el sentido de lo nacional popular al reconocimiento de las naciones originarias y el carácter plurinacional y pluricultural del estado. Pregunta: Coincidiendo plenamente con BSS, respecto a la existencia de un colonialismo interno que debe ser combatido, el problema es si, siete años después de escrito este ensayo, a la luz de la crisis de estos proyectos políticos “progresistas”, cabe preguntarse si ha habido algún intento serio de avanzar hacia el “fin del capitalismo” o si se mantuvieron en los límites del capitalismo sin atreverse a tocar la cabeza del sistema de propiedad burgués.

3- El fin del colonialismo sin fin: Respecto a este problema BSS también señala la existencia de dos vertientes, la primera, que cree que el colonialismo se acabó con la independencia y que sólo interesa la lucha de clases; la segunda, que entiende que las oligarquías gobernantes continuaron un colonialismo interno con implicaciones en la sociabilidad, la cultura, el espacio público y privado, las mentalidades y subjetividades. Para la segunda vertiente la “lucha anticapitalista tiene que ser conducida de modo paralelo a la lucha anticolonialista”; “la lucha por la igualdad no puede estar separada de la lucha por el reconocimiento de la diferencia”. Cita a René Zavaleta para el cual esta realidad (nuevos movimientos sociales indígenas, afro-descendientes, mujeres), crean turbulencia en los conceptos: clase/multitud, sociedad civil/comunidad, estado/nación. Lo que lleva a BSS a “la necesidad de tomar alguna distancia en relación a la tradición eurocéntrica”. Pregunta: ¿No incurre BSS en una contradicción al reivindicar aquí que una parte de la tradición marxista sostiene la lucha paralela contra el capitalismo y el colonialismo interno, pero más adelante “pone distancia” de toda ella?

4- La pérdida de los sustantivos críticos: Para BSS, la teoría crítica en el pasado poseyó conceptos que la diferenciaban de las teorías burguesas. Pero conceptos como “socialismo, comunismo, dependencia, lucha de clases, alienación, participación, fetichismo de la mercancía, frente de masas, etc. Hoy, aparentemente, casi todos los sustantivos desaparecieron” (¡!¿?). Aquí BSS no hace distinción entre vertientes reformistas y revolucionarias, y adscribe a la totalidad de la teoría crítica el adoptar conceptos burgueses adaptándole un adjetivo contra-hegemónico, como “desarrollo sostenible”, “democracia participativa”, etc. Las luchas sociales en Latinoamérica estarían dirigidas, según BSS, a “resemantizar viejos conceptos y, al mismo tiempo, introducir nuevos conceptos que no tienen precedente en la teoría crítica eurocéntrica”. Pregunta: Coincidiendo con BSS en que una parte de la izquierda (reformista) ha abjurado de los originales sustantivos críticos, la pregunta es si en verdad están muertos esos “viejos” conceptos en la academia y en las luchas sociales, o si lo que está muerto es la caricatura de añadir adjetivos supuestamente contra-hegemónicos a la sustantividad positivista burguesa.

5- La relación fantasmal entre teoría crítica y práctica: El problema aquí se centra, según BSS, en que “En los últimos treinta años las luchas más avanzadas fueron protagonizadas por grupos sociales (indígenas, campesinos, mujeres, afro-descendientes, piqueteros, desempleados) cuya presencia en la historia no fue prevista por la teoría crítica eurocéntrica… muy distintas de las privilegiadas por la teoría: el partido y el sindicato… no habitan los centros urbanos industriales sino lugares remotos…”. No se expresan en conceptos como socialismo, derechos humanos, democracia o desarrollo, “sino dignidad, respeto, territorio, autogobierno, el buen vivir, Madre Tierra”.  Esta diferencia entre teoría y práctica no se debe solo a realidades distintas, sino a diferencias ontológicas y epistemológicas, pues estos movimientos construyen su lucha en base a conocimientos ancestrales “ajenos al cientificismo” de la teoría crítica, y sus cosmovisiones los llevan a pensar en actores sociales distintos: comunidad, tierra, etc. Cita a Álvaro García Linera quien habla de “bloqueo cognitivo” e “imposibilidad epistemológica” respecto a dos realidades que serán punto de partida de proyectos emancipatorios y se sobrepondrán a la teoría marxista: la temática campesina y étnica. Termina proponiendo “alguna distancia” del pensamiento crítico y su tradición “pensado anteriormente dentro y fuera del Continente” (¿?). Preguntas: ¿Esto último incluye a Mariátegui, primer pensador marxista que le metió cabeza al tema indígena y campesino? ¿No pensaron el problema campesino Engels, Kautsky y Lenin? ¿No hubo un debate entre Lenin y Luxemburgo sobre nación y autodeterminación? ¿Flora Tristán, Vera Zasulich, Rosa Luxembugo, Kollontai, y tantas otras marxistas, no pensaron el tema de la mujer y el feminismo?

Boaventura Sousa Santos, establecidos los problemas que ve en la Teoría Crítica, pasa a formalizar su propuesta de cómo encarar la situación. Empieza por una afirmación contradictoria, “no echar a la basura de la historia toda esta tradición tan rica”, de la Teoría Crítica, “sin embargo, las soluciones modernas propuestas por el liberalismo y también por el marxismo ya no sirven…”.

Como se aprecia, siguiendo la moda postmoderna, Boaventura no hace diferenciación entre positivismo burgués y materialismo histórico proletario, los iguala para descartarlos en bloque. Ni siquiera intenta rescatar algo de algunas de las múltiples corrientes marxistas. Nada sirve. Al basurero no, pero sí échelos a algún cajón del desván. Es parte de la moda post-moderna de repudiar la “racionalidad occidental” en su totalidad.

Esquemáticamente BSS propone superar el “calle ciega” de la Teoría Crítica con: A. una Sociología de las Ausencias, que haga visible lo que se ha invisibilizado en referencia a  saberes que no responden a la linealidad y la monocultura del pensamiento eurocéntrico; B. una Sociología de las Emergencias que muestre las posibilidades plurales de futuro que pueden salir de saberes y prácticas no europeas; C. una Epistemología del Sur que reclame la justa valoración de conocimientos emanados de sociedades excluidas y silenciadas de las que puede surgir “una transformación progresista del mundo… no previstos por el pensamiento occidental…”; D. una Ecología de Saberes, que establezca el necesario diálogo intercultural de saberes, ya que no hay ni ignorancia, ni conocimiento en general; E. una Traducción Cultural o de Saberes basada en la “hermenéutica diaptópica”, de interpretación entre culturas.

Todo lo cual está muy bien y lo compartimos, con la aclaración de que no puede ser hecho sin incorporar allí al materialismo histórico, con su carga sustantiva o conceptual, incluyendo toda la tradición de lucha del movimiento obrero europeo y norteamericano, y de centenares de intelectuales marxistas de esos y nuestros países. Pretender confundir el empirismo y el positivismo burgués con la Teoría Crítica y la tradición marxista es inaceptable desde un punto de vista serio.

¿Qué aporta la Epistemología del Sur?

Dejemos claro desde el principio que consideramos un aporte positivo de Boaventura Sousa Santos y su Epistemología del Sur, el intento de comprender, explicar y producir una conceptualización a partir de los grandes movimientos sociales de América Latina de inicios del siglo XXI.

Esta labor propuesta por BSS es necesaria, porque no se han analizado suficientemente los grandes procesos sociales y políticos que dieron origen a los gobiernos radicalmente progresistas de Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales, en Venezuela, Ecuador y Bolivia respectivamente, y otros procesos menos radicales pero que fueron influidos por los primeros.

Constituye un aporte invaluable de Boaventura Sousa Santos el visibilizar y dar voz a movimientos sociales que han devenido en actores centrales de la realidad en las últimas décadas: indígenas, afro-descendientes, mujeres y agreguemos nosotros, LGTBi y juveniles.

Junto con ellos rescatar para la “doxa” y la “episteme” conceptos que de una manera u otra reflejan esa realidad: nación, pueblo, raza, comunidad, buen vivir, autonomía, naturaleza (entendida no desde la perspectiva científico-técnica, sino desde el mundo de la vida de nuestros pueblos originarios).

Adscribimos con BSS a esa vertiente de la izquierda y de la Teoría Crítica que comprende que el colonialismo interno no ha desaparecido y que se expresa en la cotidianeidad con prácticas discriminatorias, racistas, patriarcales que escinden la sociedad entre el mundo de “el Ser” y el mundo de “el No Ser”, que a su vez pretende aplastar todo tipo de manifestación cultural de los oprimidos bajo el objetivo de imponer la “civilización”, es decir, la monocultura de la dominación.

Por eso también, junto a BSS, creemos que cualquier propuesta revolucionaria del siglo XXI, no sólo en Latinoamérica y en general en el Sur, sino también en el Norte, debe desarrollar paralelamente a la lucha contra la explotación de clase, la lucha contra toda forma de opresión, discriminación, invisibilización de las culturas, los pueblos y las naciones oprimidas.

Debe prevalecer un “diálogo intercultural” no sólo limitado a los movimientos sociales y políticos, sino también en el mundo de la ciencia social y la ciencia en general. Diálogo que hay que asumir con la actitud de estar dispuestos a ver, vivir y comprender “realidades sorprendentes”, al decir de BSS.

Como propone BSS, ese diálogo intercultural debe partir de una Sociología de las Ausencias y de las Emergencias que visibilice la amplia gama de formas que la humanidad ha desarrollado a lo largo del tiempo y en multiplicidad de culturas para comprender y explicar el mundo. Esa “Ecología de Saberes” debe ser asumida rechazando los prejuicios eurocéntricos del positivismo, que pretende una clasificación de las sociedades en inferiores y superiores, según un criterio arbitrario de progreso.

Ecología de Saberes necesaria, no solo desde el conocimiento formalizado hacia las cosmovisiones de las culturas “no occidentales”, sino también a lo interno de la ciencia y las humanidades, de la academia, donde es evidente que el “norte” controla e impone sus saberes de manera lineal e imperialista, mientras devalúa y manda al mundo del “no-ser” al conocimiento formal producido en las universidades “tercermndistas”.

Suscribimos el criterio de BSS de que se debe apoyar consecuentemente las demandas de los pueblos indígenas, no solo a la tierra, sino también a vivir la vida como les dicta su cosmovisión, lo que obliga a los gobiernos a respetar su cultura, su lengua, sus tradiciones, su autonomía y su autogobierno. Otro tanto puede decirse de las comunidades campesinas y afro-descendientes, para las que la democracia comunal y participativa es un ingrediente esencial económica y culturalmente.

Entre todas esas demandas culturales también están los de las mujeres en general, pero en particular de las mujeres pobres, cuyas luchas atraviesan transversalmente los movimientos sindicales, indígenas, campesino y afro-descendientes.

¿Cuáles son las limitaciones y errores de Boaventura Sousa Santos?

Sin embargo, el enfoque de Boaventura Sousa Santos tiene una serie de errores que impiden que sea tomado en bloque como la propuesta novedosa, epistemológicamente hablando, que él ha pretendido. El asombro que siente BSS frente a los pueblos originarios de América lo lleva a ser solidario y exigir respeto por sus culturas y saberes, lo cual es correcto y estamos de acuerdo, pero también lo conduce (al menos en este ensayo) a una simplificación idealizada, por la vía negativa del logos europeo y por la positiva de la cosmovisión indígena.

Si aplicamos el rigor del pensamiento crítico veremos que en muchos casos se trata de sociedades complejas, con diferenciación de clases y explotación, como lo fueron los grandes imperios Azteca, Inca o Maya. Incluso en cacicazgos de mediana complejidad, como los existentes en el istmo de Panamá prehispánico, se practicaba la esclavitud doméstica a enemigos vencidos. En el mismo sentido, se podrían analizar la existencia de prácticas patriarcales y opresivas contra las mujeres en mucha de estas sociedades, las cuales persisten hasta el presente.

Esas contradicciones sociales fueron utilizadas por los conquistadores y colonialistas europeos para “dividir y vencer”. De manera que, simplificar los pueblos originarios, para reducirlos a la filosofía del “buen vivir”, es hacer una caricatura irreal, semejante a la del personaje (Viernes) de la novela Robinson Crusoe, de Daniel Defoe. La muy eurocéntrica imagen del “buen salvaje”, al que la civilización occidental debe “conservar” en un frasco como un producto exótico para turistas.

Lo dicho no implica justificar ninguna política “civilizatoria”, como han pretendido los gobernantes liberales y socialdemócratas inspirados por el positivismo europeo. Europa no tiene moralmente nada que enseñar. Pero el mundo no está dividido en diablitos europeos y angelitos americanos. Se trata de hacer un análisis social objetivo y realista.

Este maravillarse lleva a BSS a generalizaciones que lo colocan, filosóficamente hablando, en el margen de la metafísica, más que en análisis social concreto. Sin relación a las explicaciones concretas, decreta de salida la muerte del “logos”, que adjetiva en general como eurocéntrico, cuyos contornos van desde lo que podría ser el positivismo liberal hasta el marxismo en todas sus variantes, incluyendo aparentemente el marxismo indiano de Mariátegui. BSS toma distancia de todo eso. Y no sabemos si abarca a las ciencias naturales.

Peor aún, decreta la muerte de los “sustantivos críticos”: lucha de clases, socialismo, dependencia, etc. Y todo ello sin pararse a analizar si en la realidad concreta eso es cierto o si mantienen vigencia. Argumenta que un sector de la izquierda y la socialdemocracia (que hace cien años fue señalada de traicionar sus principios), ha adoptado variantes de sustantivos burgueses a los que suma un adjetivo con los que hacer reformismo (contra-hegemonía, dice BSS): desarrollo sostenible o democracia participativa, por ejemplo.

Pero no todas las corrientes marxistas adscriben a ese procedimiento. Reduce lo más radical de la Teoría Crítica a Habermas, el menos marxista y el más weberiano de la Escuela de Frankfurt. Cometiendo la misma falta que critica en los eurocéntricos de invisibilizar, o enviar al mundo del “No-Ser”, a buena parte de la izquierda marxista y revolucionaria del mundo y de América Latina.

Reduce las izquierdas latinoamericanas a los socialdemócratas como Lula, por un lado, y a los Evo, Chávez y Correa, por otro lado, dejando por fuera otras variantes que existen y actúan, que van desde el MSTS y el PSOL en Brasil, el Frente de Izquierda de Argentina, o el Frente Amplio peruano y chileno, etc.

Decreta una ruptura entre la teoría y la práctica de la Teoría Crítica, que él presenta como sinónimo de Materialismo Histórico, al pretender que esa perspectiva no ha pensado más que en “el partido y el sindicato”, y que los movimientos campesinos, indígenas, de mujeres, etc. “no fueron previstos” y se han producido por fuera de la teoría. Falso.

Frente a todos esos temas hay pilas de documentos y análisis que no datan del siglo XXI, sino desde hace más de cien años. Contra la mentira habitual de los postmodernos, de que Marx, Engels y demás no vieron el problema de la naturaleza, la mujer y campesino, está probado que sí analizaron bastante esos temas, hasta donde la realidad del momento les permitió avanzar.

A Boaventura se le olvidan dos cosas: una, que el marxismo o Teoría Crítica, nunca ha pretendido construir un sistema filosófico al estilo de los filósofos burgueses, que pontifican acerca de todo lo humano y lo divino. El marxismo aborda los problemas en concreto, en la medida que la lucha de clases los va colocando. Así que usar la obra de Marx, como los escolásticos usaban la Biblia, para encontrar la respuesta a todos los problemas, es un método que Marx repudiaría.

Dos, que el conocimiento nace de la realidad social, cuando en ella se van produciendo fenómenos nuevos que exigen análisis, comprensión y respuestas. De manera que, si posteriormente a Marx, surgieron movimientos feministas o indígenas que no actuaban en su época, corresponde a los cientistas sociales y a los activistas políticos de hoy realizar la actualización del “logos” que ayude a comprender los nuevos fenómenos.

Todos esos fenómenos se han analizado y se están analizando desde la Teoría Critica, y se han producido miles de documentos al respecto. Pero Boaventura Sousa Santos ha decidido ignorarlos porque, de manera apriorística, y rompiendo con los buenos métodos sugeridos por el Pensamiento Crítico, él decretó el fracaso de la Teoría Crítica.

Bajando a lo concreto de la cuestión concreta: todos esos movimientos sociales de los que habla BSS, que ciertamente han cobrado protagonismo en los últimos años, ¿Contra qué luchaban? ¿Contra el colonialismo en abstracto?

El movimiento que llevó al poder a Evo Morales, es indígena y a la vez SINDICAL (de un sindicato sale Evo), y cobró fuerza en la Guerra del Agua, contra la privatización de los servicios de agua potable de la ciudad de Cochabamba, impuesto por las políticas neoliberales de las agencias de crédito imperialistas y aplicados por los gobiernos burgueses en Bolivia. El fenómeno político de Evo Morales no puede ser explicado sin la lucha de clases.

Así que, contra el pronóstico de Boaventura Sousa Santos, tenemos vivos en Bolivia todos los “sustantivos críticos” que él dio por muertos: clase, sindicato, lucha de clases, socialismo (porque MAS se llama al partido que lo postuló), partido, imperialismo, explotación, teoría del valor, capitalismo, neoliberalismo, democracia burguesa, etc. Claro, todo ello combinado con el movimiento indigenista y sus particularidades culturales, cosmovisiones, etc.

Pero un análisis serio de por qué un indígena llegó a presidente de Bolivia, no puede desenfocarse de la crisis de la globalización capitalista actual, con toda su carga sustantiva, que BSS ha pretendido eliminar.

La lucha de las comunidades contra las empresas mineras y las hidroeléctricas, ¿No es acaso una lucha contra el capitalismo depredador que somete a sus relaciones sociales de producción zonas que antes escapaban a su lógica explotadora?

Nuevamente, cualquier “análisis concreto de la realidad concreta” (Lenin), nos lleva de vuelta a los sustantivos críticos que ha dado por muertos Boaventura Sousa Santos. Porque la realidad es que el mundo vive la crisis del capitalismo en su fase decadente, eso explica y da el tono de los movimientos comunales, campesinos, indígenas, de mujeres que defienden sus formas de vida frente a la depredación del capitalismo voraz.

Vayamos más allá. ¿Cuál es la explicación de la crisis de los gobiernos progresistas del continente, en los últimos años? La crisis del Proceso Bolivariano en Venezuela, por ejemplo, no se reduce a la mera agresión exterior del imperialismo yanqui, ella parte de la crisis mundial capitalista, la manera como la crisis general afecta en particular a ese país: con su crisis de los precios de las materias primas, el petróleo, y con ello la crisis presupuestaria en el marco de no haber cambiado las estructuras sociales capitalistas.

La crisis del “progresismo” latinoamericano es un aspecto de la gran crisis capitalista mundial que no logra ser superada en el plano social y político. Porque la humanidad no logra trascender el capitalismo, justamente es por lo cual los sustantivos críticos que lo explican siguen vigentes.

En la realidad social concreta, no existe una separación tajante y mecánica, entre los conceptos clase/pueblo, sociedad civil/comunidad, estado/nación, como propone BSS. Por el contrario, existe una fusión dialéctica de los conceptos que explica la Teoría Crítica y los conceptos propuestos por las Epistemologías del Sur.

En Panamá, por ejemplo, nuestra clase obrera agrícola está compuesta principalmente por el pueblo Ngabe-Bugle. De manera que fueron los mismos actores sociales, indígenas y a la vez obreros, los que en 2010 realizaron una huelga general en defensa de su sindicato bananero, y en 2011 y 2012, lucharon como comunidad y nación contra una ley minera que pretendía quitarles sus tierras ancestrales, y los años siguientes contra un proyecto hidroeléctrico impuesto desde el gobierno.

Como obreros y como comunidades originarias, su enemigo es la explotación capitalista. NO hay una separación mecánica entre ambas cosas, por el contrario, hay una fusión dialéctica de la realidad y de los conceptos que la explican.

La crisis no está en los conceptos, está en el sistema y en las direcciones políticas “contra-hegemónicas» que lo enfrentan. Como decía Trotsky, “la crisis de la humanidad es la crisis de la dirección revolucionaria”, porque las condiciones objetivas para la superación del capitalismo “han comenzado a pudrirse”. Las direcciones políticas contra-hegemónicas se hayan más debilitadas ahora que nunca porque, a partir de la desaparición de la Unión Soviética, en la mente de muchos se ha confundido la degeneración stalinista con todo el movimiento socialista y se ha puesto un signo de igual entre la burocracia soviética y toda la Teoría Crítica.

Parte de ese problema son las teorizaciones postmodernas, al estilo de lo hecho por BSS, que pretende la supuesta muerte de la única teoría que sigue dando cuenta cabal del sistema capitalista: el materialismo histórico.

En ese sentido, reivindicar el diálogo intercultural y la ecología de saberes, es un objetivo necesario, pero no suficiente, si no es acompañado del análisis y combate al sistema de explotación mundial que aplasta a los pueblos, naciones y etnias del mundo. Y ese análisis y lucha no se puede sin las armas conceptuales construidas por más de cien años de batallas del movimiento obrero, socialista, comunista y marxista contra el sistema capitalista.

Visualizar el “fin del capitalismo sin fin”, la sociedad que BSS llama post-capitalista (y se niega a llamar socialista), requiere repensar partiendo del invaluable aporte del marxismo y la Teoría Crítica. La superación del capitalismo industrial no la encontraremos en la añoranza de un pasado idealizado. La disyuntiva es la planteada por Rosa Luxemburgo, socialismo o barbarie. La primera opción implica superación positiva del capitalismo, para todas las naciones y culturas oprimidas del mundo. La segunda opción implica un desastre y un fracaso para toda la humanidad.

Bibliografía

Sousa Santos, Boaventura. “Epistemologías del Sur”. Revista Utopía y Praxis Latinoamericana, año 16, No. 54. Maracaibo, Venezuela, julio – septiembre de 2011.

Sousa Santos, Boaventura. Descolonizar el saber, reinventar el poder. Ediciones Trilce. Montevideo, 2010.

Fuente: https://rebelion.org/epistemologias-del-sur-de-boaventura-de-sousa-santos-aportes-limitaciones-y-errores/

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