Entrevista a Santiago Moll: “La tecnología ha facilitado que en las clases se trabaje de manera más inclusiva”

20 julio 2017/Fuente: Educacion Tres Punto Cero

Enamorado de la educación emocional y apasionado de las nuevas tecnologías y la educación digital, Santiago Moll lleva ejerciendo cerca de veinte años como profesor de Secundaria en distintos centros educativos intentado plasmar su pasión por la enseñanza y con la convicción de que otra educación es posible. En la actualidad imparte clases de Lengua Castellana y Literatura en el Instituto Badalona VII de Badalona (Barcelona), lleva a cabo formación presencial y on line, y compagina su profesión con la faceta de blogger en el espacio Justifica tu respuesta.

¿Su último reto? Publicar el libro de educación digital para padres y educadores “Empantallados. Cómo convivir con hijos digitales” (Editorial Larousse).  Con él hemos hablado de esta obra (la primera que publica), de las tecnologías en el aula, metodologías de enseñanza…

¿Qué tal ha sido la experiencia de publicar su primer libro?, ¿qué le ha aportado y qué ha aprendido a lo largo de este proceso?

Su publicación ha supuesto un reto extraordinario y una experiencia inolvidable. Desde el primer momento en que los responsables de la editorial se pusieron en contacto conmigo para presentarme su proyecto, vi que este libro podía convertirse en una útil y práctica guía de ayuda para todos aquellos padres y educadores que buscan respuestas concretas a las múltiples preguntas que surgen relacionadas con las nuevas tecnologías y el uso de los dispositivos electrónicos.

¿Qué temas aborda “Empantallados” y desde qué perspectiva?

Está dividido en dos partes muy bien diferenciadas. La primera parte titulada “Lo que creemos saber” tiene un enfoque más técnico, sin renunciar a un lenguaje accesible a todos, es decir, los lectores podrán aprender conceptos tan fundamentales como nativos e inmigrantes digitales, competencia digital, productividad personal, educación digital y gestión del talento y la creatividad o vocabulario relacionado con el mundo digital usado por los adolescentes.

Por contra, la segunda – “Lo que debemos saber”- tiene claramente una visión más pedagógica. Toca ponerse serios y hablar de aspectos tan sensibles como la ciberseguridad de los dispositivos que nos rodean, las adicciones a los videojuegos, el ciberacoso y sus derivados como el sexting o el grooming, la distinción entre pornografía y educación sexual, el concepto de lo efímero y la autoestima aplicado a las redes sociales, los estereotipos de género y la reputación digital o la fijación de normas o límites a través de la denominada disciplina positiva.

Debemos invertir todo el tiempo de que dispongamos no solo en ocuparnos de nuestros hijos, sino de preocuparnos por ellos

En el caso de las familias, ¿qué recomendaciones encontrarán para que la relación con sus “hijos digitales” resulte más fluida?

La relación de los padres con los hijos debe partir de una buena comunicación, de un diálogo permanente, abierto y fluido. Y cuando me refiero a este tipo de comunicación entra en juego otro factor determinante: el tiempo. En mi blog Justifica tu respuesta tengo como lema “La Educación es tiempo”. ¿Qué quiero decir con esto? Que una buena educación, que una buena comunicación entre padres e hijos, es aquella  en la que el tiempo se convierte no en un enemigo, sino en nuestro mayor aliado. Debemos invertir todo el tiempo de que dispongamos no solo en ocuparnos de nuestros hijos, sino de preocuparnos por ellos. Eso se consigue interesándonos por ellos, por sus inquietudes, por sus miedos, sus inseguridades y también sus proyectos.

Debemos aprender a formular preguntas abiertas y encontrar momentos del día en los que nos podamos reunir todos en una misma mesa y también compartir el mismo tiempo libre. Y la tecnología no debe convertirse ni en una excusa ni en un impedimento. Porque una buena comunicación es aquella que, desde la asertividad, es capaz de poner límites que distingan claramente entre el uso, el abuso y la adicción. Y, muy importante, como adultos debemos dar ejemplo de ese buen uso que todos defendemos.

Según su experiencia, ¿qué cinco características destacaría de la incorporación de las tecnologías al aula?

Cuando se habla de tecnología, a mí me gusta referirme a la ella como una herramienta. El concepto de herramienta creo que sirve para darnos cuenta de que puede ser usada en nuestro beneficio o en nuestro perjuicio. Pues que no existen ni buenas ni malas herramientas. Todo depende del uso que hagamos de ellas o de la manera con que enseñamos a utilizarlas.

Con esta idea de la tecnología como herramienta también quiero dejar claro que la tecnología ha venido para quedarse y para hacernos la vida más fácil. Pero lo que también tengo claro es que nunca debería convertirse en un sustituto de la persona, sino en un complemento que ayuda a esa persona, a ese docente a enseñar mejor, a lograr que sus alumnos aprendan y que lo hagan de manera significativa.

Otro aspecto que destacaría de la tecnología en el aula es que podemos conectarla con las denominadas metodologías activas. Por ejemplo, metodologías como la flipped classroom han supuesto una transformación del tiempo y el espacio en el aula. También destacaría el hecho de que la tecnología ha facilitado que en las clases se trabaje de manera más inclusiva porque permite adaptar el ritmo de aprendizaje a las necesidades de los estudiantes. Por último, insistir en el uso de la tecnología como aspecto lúdico a través de, por ejemplo, la gamificación que adapta mecánicas de juego a aspectos ajenos al juego, en este caso aspectos educativos. Un claro ejemplo lo tenemos en Kahoot.

La tecnología me ha hecho mejor docente

¿Qué ha aprendido de la tecnología?, ¿qué le ha aportado a su labor como docente?

Como apasionado de la tecnología, tengo el pleno convencimiento de que me ha hecho mejor docente y me ha permitido transmitir mis conocimientos de una forma que llega mucho más a mis estudiantes. La tecnología me ha servido y me sirve para trabajar con nuevas metodologías, pero también me ha permitido trabajar aspectos tan importantes como la inclusión en el aula, el juego, la interacción con otros compañeros a través de distintas plataformas tanto sociales como educativas, formarme y formar a través de plataformas educativas on line…

¿De qué manera utiliza y aplica la tecnología en sus clases?

Tengo la gran suerte de que en los centros en los que he trabajado han visto la tecnología no como un problema, sino como una oportunidad. A partir de ahí, las posibilidades a la hora de enseñar y de aprender han sido y son enormes. En mi caso participar, por ejemplo, tengo mi cuaderno de notas en mi smartphone, proyecto mi libro interactivo en la PDI, subo el material de clase al aula virtual (Moodle) de mi centro, mis alumnos utilizan sus smartphones en el aula para jugar al Kahoot, para entrar en la app del Diccionario de la Real Academia y buscar el significado de un término… Como veis, las posibilidades son muchísimas y los chavales siempre muestran una gran receptividad con todo lo relacionado con el mundo digital.

El gran reto del profesor es tener la visión de adaptar las metodologías de enseñanza al perfil de su centro y alumnos

Si tuviese que elegir una metodología de enseñanza, cuál escogería y por qué

Hay una frase atribuida a Santo Tomás de Aquino que reza así: “Teme al hombre de un solo libro”. A mí es una frase que me gusta mucho repetir y compartir con mis compañeros porque creo que ilustra a la perfección la idea que tengo sobre la metodología de enseñanza que aplico en mis aulas.

Lo que quiero decir es que para mí no existe una única metodología válida, sino que creo que hay que tener el deseo de aprender todas aquellas que supongan una mejora para el alumnado. A partir de ahí y en función del centro educativo o del alumnado, hay metodologías que pueden ser muy útiles como la de la clase invertida para que los estudiantes mejoren su competencia digital, el aprendizaje cooperativo para que aprendan de manera autónoma y/o de sus propios compañeros, el ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) donde se trabaja de manera interdepartamental y multidisciplinar un aspecto que parte de las inquietudes de los alumnos y, por qué no decirlo, existen momentos en los que también podemos recurrir a la clase tradicional para trasmitir determinados contendidos.

Por tanto, creo que el gran reto del profesor no debe ser defender una única metodología a ultranza, sino tener la visión de adaptar la metodología al perfil de su centro y del alumnado (edad, nivel curricular, contexto socioeconómico…). Esta es para mí el verdadero significado de la expresión “Innovación educativa”.

Por último, un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?:

 Pantalla:

Conexión

Redes sociales:

Reputación digital

Tecnología:

Oportunidad

Trabajo cooperativo:

Inclusión

Aprendizaje:

Utilidad

Emoción:

Proyecto

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/santiago-moll-tecnologia-inclusion/51661.html

Comparte este contenido:

¿Hiperconectados? Educarnos en un mundo digital

José García acaba de actualizar su perfil profesional en la red, mientras Esther, su pareja, interrumpe la lectura en la tableta para enviar un mensaje de móvil a la abuela y recordarle que la esperan a cenar. Sus dos hijos acaban de dejar la videoconsola para ver una serie en el ordenador.

Los García podrían ser nuestra propia familia, una familia que incorpora recursos y aplicaciones de la cultura digital y que aprende a compartir de otro modo experiencias, conocimientos y emociones.

Jordi Jubany

Jordi Jubany, experto en educación digital, ha escrito un texto desenfadado y lleno de buenos consejos, que nos ayuda a orientarnos en este nuevo universo digital.

 

Descargar http://www.lectio.es/tasts/Hiperconectados_TAST.pdf

Fuente: http://www.lectio.es/hiperconectados-394

 

Comparte este contenido:

¿Cómo la tecnología está cambiando la Psicología?

Por:

La Psicología nunca se ha mantenido al margen de los adelantos tecnológicos, siempre ha intentado incorporarlos a su práctica. Si echamos un vistazo, a lo largo de la historia de esta ciencia descubriremos que muchos psicólogos, psiquiatras y neurólogos han inventado sus propios artefactos en base a los avances tecnológicos de la época.
En el siglo XVIII, por ejemplo, Franz Anton Mesmer, un médico austríaco, recurrió a los imanes para intentar aliviar los trastornos mentales. Creó sus famosas «cubas de la salud», un recipiente de madera en el cual dos hileras de botellas llenas de agua magnetizada corrían hacia una barra de acero provista de puntas conductoras movibles. El paciente se aplicaba una de esas puntas en la región dolorida. También solía sentar a las personas alrededor de esta cuba con las manos agarradas para transmitirse el magnetismo de unos a otros.
No obstante, fue en el siglo XIX cuando se desató en la Psicología la pasión por los aparatos, fundamentalmente de medición y restringidos al uso en el laboratorio. Tal es el caso del pletismógrafo, que podría considerarse como la antesala de la TAC y que medía los cambios en el volumen cerebral en personas con lesiones craneales.
Fue también en esta época cuando se inventó el quimógrafo, el precursor del polígrafo, que llegaría en las primeras décadas del siglo XX, y que aún hoy se sigue utilizando para medir las variaciones en los parámetros fisiológicos cuando la persona se expone a ciertos estímulos.
Ahora la Psicología se enfrenta a nuevos retos planteados por la tecnología digital, el avance de Internet y los móviles así como el uso de la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada, nuevos horizontes que están cambiando no solo nuestra manera de comunicarnos sino también de percibir el mundo y de vivir.

Las pruebas computarizadas se convierten en la norma

Antes los test de Psicología se realizaban a mano, con lápiz y papel. El psicólogo o psicometrista se sentaba delante de la persona y aplicaba las diferentes pruebas. Sin embargo, ahora muchas de ellas se completan en los ordenadores o directamente en los móviles. De esta forma se ahorra tiempo y muchas personas refieren sentirse menos nerviosas ya que la presencia del psicólogo les intimidaba un poco.
En el ámbito investigativo la posibilidad de realizar las pruebas a distancia abre nuevos horizontes ya que es posible recolectar más datos en muchísimo menos tiempo. De hecho, muchos de los grandes estudios, que implican a miles de participantes, se realizan basados en encuestas online que las personas pueden llenar desde cualquier parte del mundo.
Obviamente, esta nueva forma de recolectar información también implica que el psicólogo no puede brindar niveles de ayuda y ver cómo reacciona la persona. De esta manera, las pruebas computarizadas no analizan el potencial, sino que se centran en brindar un cuadro, más o menos certero, del presente. Por eso, es fundamental formular correctamente las preguntas y estructurar bien la encuesta, tal y como explican aquí, así como elegir la herramienta online más adecuada para crear el cuestionario. De esta manera se minimiza el riesgo de que las personas dejen las encuestas a mitad o de recopilar información que después es muy difícil de computar.

El “Big Data” le da un empujón a nuevas ramas de la Psicología

Antes cada ciencia iba por su propio camino, los resultados de sus investigaciones no trascendían ese campo. Sin embargo, con el Big Data el vasto océano de datos que produce cada uno de esos estudios se puede encauzar fácilmente, de manera que es posible tener acceso a bases de datos enormes en las que se pueden analizar y cruzar diferentes variables del comportamiento.
Esa posibilidad, antes inexistente, ha permitido que se desarrollen disciplinas como la Neuroeconomía y el Neuromarketing. De hecho, abre el camino a la realización de metaanálisis más completos donde se puede acceder a una cantidad de datos enorme que ofrecen conclusiones más cercanas a la realidad, a partir del análisis del comportamiento de cientos de miles de personas. De esta manera también se puede comprender mejor cómo reaccionan y en qué circunstancias, para diseñar tratamientos más adecuados.

Las consultas se dan por Internet

Ya no es necesario desplazarse hasta la consulta del psicólogo, basta tener una conexión Internet y se puede recibir la terapia en el hogar. Cuando el caso no es muy grave, muchos psicólogos ofrecen la posibilidad de realizar algunas sesiones online o incluso todo el tratamiento. De esta forma se abaten las barreras geográficas y las personas que tienen dificultades para desplazarse no tienen por qué renunciar al tratamiento.
Esta nueva forma de hacer terapia también anima a aquellas personas que tenían miedo a ser vistas entrando a la consulta de un psicólogo, ya que aún existen muchos estereotipos al respecto. Por otra parte, ya existen programas online en los que las personas pueden permanecer en el anonimato para aclarar sus dudas o recibir orientación psicológica.
Obviamente, las consultas online también tienen puntos en contra. Por ejemplo, al psicólogo le resulta más complicado leer el lenguaje extraverbal, de manera que puede pasar por alto detalles significativos. En las sesiones online se pueden captar pistas visuales pero existen límites y no es posible observar tantos signos emocionales como en un encuentro cara a cara.
También es más difícil establecer el rapport necesario para la terapia, así como lograr que la persona se sienta a gusto y apoyada. Aun así, un metaanálisis publicado recientemente ha desvelado que la terapia online puede llegar a ser tan eficaz como la terapia presencial para el tratamiento de trastornos depresivos, de ansiedad y las fobias.

Curarse en un mundo de Realidad Virtual para curarse en la vida real

La Realidad Virtual está ganando terreno en las consultas de Psicología, sobre todo para tratar trastornos como la ansiedad, las fobias y el estrés postraumático, donde ya ha demostrado su eficacia. De hecho, un metaanálisis que incluyó 13 estudios en los que se comparaba el uso de la Realidad Virtual con la terapia in vivo en casi 400 pacientes, concluyó que esta herramienta no solo es más eficaz, sino que sus resultados se mantienen a lo largo del tiempo.
La clave radica en que la Realidad Virtual aprovecha nuestro miedo y desconcierto, un estado que desencadena una fuerte respuesta emocional que cambia el funcionamiento de nuestro cerebro, impidiéndonos detectar los pequeños detalles que nos indicarían que no estamos en un entorno real. Todo esto ocurre en apenas 12 o 15 milisegundos y aunque la situación que la persona vive en el entorno virtual no es real, se activan los mismos mecanismos fisiológicos y psicológicos, por lo que se puede corregir la respuesta inadecuada con extraordinaria eficacia.
Además, la Realidad Virtual tiene un mayor índice de aceptación que la desensibilización sistemática y la exposición in vivo, ya que aproximadamente el 27% de las personas se niegan a someterse a las técnicas tradicionales simplemente porque tienen demasiado miedo. Al contrario, solo el 3% de las personas se niegan a usar la Realidad Virtual pues saben que podrán enfrentar sus miedos en un entorno terapéutico seguro y controlado, en el que pueden decidir cuándo parar.
Además, los sistemas de Realidad Virtual más modernos permiten que el psicólogo pueda graduar la exposición en cada instante de la terapia, adaptando la experiencia al nivel de cada paciente. También se pueden mantener monitorizadas las constantes fisiológicas de la persona, para saber exactamente su nivel de ansiedad y lograr que no aumente de manera excesiva.

¿Le contarías tus problemas a un robot? 

Sin embargo, lo más interesante no son los cambios que ya se están poniendo en práctica sino los que vendrán en un futuro. Ahora mismo, el 6% de las aplicaciones para móviles en el campo de la salud están enfocadas en la salud mental. Muchas de ellas pretenden convertirse en una especie de “coach digital” que le brinda orientaciones a la persona para lidiar con su trastorno o mejorar ciertas áreas de su vida.
Por otra parte, los ingenieros ya están trabajando en un nuevo campo denominado “computación afectiva” con el objetivo de lograr que las máquinas aprendan a captar y reaccionar ante nuestros estados emocionales. Por tanto, quizá en un futuro, podrías contarle tus problemas a un robot 😉
 Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2017/02/como-tecnologia-cambia-psicologia.html
Comparte este contenido:

«No hace falta que los padres sean informáticos para educar a un niño en la red»

Entrevista con María Zabala, experta en «e-paternidad» (familia y nuevas tecnologías) y fundadora de iWomanish

«Ser padre en tiempos de internet es ser un superhéroe». Esa fue la conclusión a la que llegó María Zabala tras su charla hace un par de meses ante un centenar de personas en la sede de Twitter (San Francisco, Estados Unidos). Su papel entonces fue dar voz a los padres del siglo XXI, «que nos encontramos inmersos en la complejísima tarea de educar a niños superconectados, superinformados y superdigitales». Ser padres hoy, concluye esta experta en «e-paternidad» (familia y nuevas tecnologías) y fundadora de iWomanish, «es una montaña rusa en la que uno tiene la sensación de que lo va a hacer mal, haga lo que haga, pero hay que ser positivos: si nos lo proponemos, los padres de hoy podemos conseguir cualquier cosa. Incluida la tarea de educar a los hijos en un buen uso de internet, de los dispositivos móviles y las redes sociales».

En este sentido, Zabala no cree en una «edad para el primer móvil, sino en educación». «No se trata de cuándo, sino de cómo, de por qué y para qué. Se trata del hecho de que estrenen móvil y lo usen de acuerdo con la educación que les das en casa. Si no les educamos desde pequeños para que lo usen bien, nadie nos garantiza que aunque estrenen el móvil con 17 años no se metan en líos. La enseñanza en el buen uso de la tecnología empieza en cuanto empiecen a usarla, algo que sucede cada vez antes».

Zabala recalca una y otra vez que no es el dispositivo. «No hace falta que tengan un móvil para meterse en dificultades. Los niños se mensajean con otros a través de las tablets, o se entretienen en videojuegos en línea en los que pueden conectar con desconocidos. O tienen correo electrónico y se escriben con amigos sin que tú sepas con quién. O ven vídeos de Youtube que no deberían ver». Por eso, concluye, «la pregunta no es cuándo comprarles un móvil, sino cómo educarles para que sea la forma correcta de conectarse, sepan ser buena gente, y buenos también online».

Fuente: http://www.abc.es/familia/educacion/abci-no-hace-falta-padres-sean-informaticos-para-educar-nino-201701091717_noticia.html

Imagen: www.abc.es/media/familia/2017/01/09/marIa-zabala-U10107421996k2G–620×349@abc.jpg

Comparte este contenido: