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FAO y UNESCO: Sin educación alimentaria será imposible erradicar el hambre y la malnutrición

Por: UNESCO/27-10-2017

La Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) han iniciado el 17 de octubre de 2017 el diseño de una estrategia conjunta de trabajo para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.

De acuerdo al último informe de la FAO Panorama de la seguridad alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe (2017), la desnutrición crónica infantil en la región se ha reducido de 24,5%, en 1990 a 11% en 2016. Sin embargo, aún 5,9 millones de niñas y niños se encuentran afectados por la malnutrición. Asimismo, el sobrepeso y la obesidad se han transformado en problemas de salud importantes en América Latina y el Caribe, donde el 7% de los menores de 5 años ya presenta índices de sobrepeso.

De esta manera, al firmar el acuerdo de trabajo Seguridad nutricional y alimentaria entre niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, la Oficina Regional de la FAO y la OREALC/UNESCO Santiago se unen para impulsar desde una perspectiva intersectorial el desarrollo de iniciativas, políticas y programas que desde el sector educativo contribuyan a mejorar la educación para la salud y el bienestar para lograr una mejor alimentación y nutrición de niños y niñas en edad escolar.

De acuerdo a la FAO, los programas de alimentación escolar refuerzan la continuidad del ciclo nutricional, fortalecen la cultura alimentaria y la participación social en la creación de hábitos saludables. La educación en salud para una buena nutrición y estilos de vida sana debe acompañar estos programas a lo largo del ciclo escolar, enfatiza la UNESCO.

Es así como desde el año 2009, la FAO, con el acompañamiento de la cooperación brasileña, impulsa el fortalecimiento de los programas de alimentación escolar y de escuelas sostenibles en 13 países de la región.

“Las niñas y niños en etapa escolar son una prioridad para las intervenciones de nutrición y la escuela es el lugar ideal para la enseñanza de conocimientos básicos en alimentación, nutrición y salud” enfatizó Adoniram Sanches, oficial principal de Políticas de la FAO para América Latina y el Caribe.

“En comunidades con altos niveles de inseguridad alimentaria, los programas de alimentación escolar también ayudan a combatir la desnutrición y a mantener a los niños en la escuela, así como a mejorar la economía local a través del acceso a mercados públicos de abastecimiento institucional de alimentos por parte de los agricultores familiares”, agregó Sanches.

Cecilia Barbieri, directora (a.i) de la OREALC/UNESCO Santiago, explicó que “tenemos mucha evidencia de la importancia de una alimentación sana en el aprendizaje efectivo de los estudiantes. Este acuerdo nos permitirá unir fuerzas para mejorar el acceso a alimentos suficientes y saludables para los jóvenes, dentro del contexto del trabajo de implementación de la Hoja de Ruta de la Agenda Educativa 2030 para América Latina y el Caribe y el Objetivo de Desarrollo Sostenible n°4”.

A través de este acuerdo de trabajo, ambos organismos impulsarán el fortalecimiento de la educación alimentaria y su integración en la formulación de políticas, considerando como base la sistematización de las políticas de seguridad alimentaria y nutricional de la región, las Guías Alimentarias basadas en Alimentos, el contenido curricular relacionado con la nutrición, educación física y temas afines y las experiencias en programas de alimentación escolar en la región.

*Fuente:http://www.unesco.org/new/es/santiago/press-room/single-new/news/fao_y_unesco_sin_educacion_alimentaria_sera_imposible_err/

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FAO y UNESCO: Sin educación alimentaria será imposible erradicar el hambre y la malnutrición

25 de octubre de 2017 / Fuente: http://www.unesco.org

Ambas agencias de las Naciones Unidas acordaron acompañar a los países latinoamericanos y caribeños en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible vinculados a la erradicación del hambre y al acceso a la educación.

La Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) han iniciado el 17 de octubre de 2017 el diseño de una estrategia conjunta de trabajo para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.

De acuerdo al último informe de la FAO Panorama de la seguridad alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe (2017), la desnutrición crónica infantil en la región se ha reducido de 24,5%, en 1990 a 11% en 2016. Sin embargo, aún 5,9 millones de niñas y niños se encuentran afectados por la malnutrición. Asimismo, el sobrepeso y la obesidad se han transformado en problemas de salud importantes en América Latina y el Caribe, donde el 7% de los menores de 5 años ya presenta índices de sobrepeso.

De esta manera, al firmar el acuerdo de trabajo Seguridad nutricional y alimentaria entre niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, la Oficina Regional de la FAO y la OREALC/UNESCO Santiago se unen para impulsar desde una perspectiva intersectorial el desarrollo de iniciativas, políticas y programas que desde el sector educativo contribuyan a mejorar la educación para la salud y el bienestar para lograr una mejor alimentación y nutrición de niños y niñas en edad escolar.

De acuerdo a la FAO, los programas de alimentación escolar refuerzan la continuidad del ciclo nutricional, fortalecen la cultura alimentaria y la participación social en la creación de hábitos saludables. La educación en salud para una buena nutrición y estilos de vida sana debe acompañar estos programas a lo largo del ciclo escolar, enfatiza la UNESCO.

Es así como desde el año 2009, la FAO, con el acompañamiento de la cooperación brasileña, impulsa el fortalecimiento de los programas de alimentación escolar y de escuelas sostenibles en 13 países de la región.

“Las niñas y niños en etapa escolar son una prioridad para las intervenciones de nutrición y la escuela es el lugar ideal para la enseñanza de conocimientos básicos en alimentación, nutrición y salud” enfatizó Adoniram Sanches, oficial principal de Políticas de la FAO para América Latina y el Caribe.

“En comunidades con altos niveles de inseguridad alimentaria, los programas de alimentación escolar también ayudan a combatir la desnutrición y a mantener a los niños en la escuela, así como a mejorar la economía local a través del acceso a mercados públicos de abastecimiento institucional de alimentos por parte de los agricultores familiares”, agregó Sanches.

Cecilia Barbieri, directora (a.i) de la OREALC/UNESCO Santiago, explicó que “tenemos mucha evidencia de la importancia de una alimentación sana en el aprendizaje efectivo de los estudiantes. Este acuerdo nos permitirá unir fuerzas para mejorar el acceso a alimentos suficientes y saludables para los jóvenes, dentro del contexto del trabajo de implementación de la Hoja de Ruta de la Agenda Educativa 2030 para América Latina y el Caribe y el Objetivo de Desarrollo Sostenible n°4”.

A través de este acuerdo de trabajo, ambos organismos impulsarán el fortalecimiento de la educación alimentaria y su integración en la formulación de políticas, considerando como base la sistematización de las políticas de seguridad alimentaria y nutricional de la región, las Guías Alimentarias basadas en Alimentos, el contenido curricular relacionado con la nutrición, educación física y temas afines y las experiencias en programas de alimentación escolar en la región.

Fuente noticia: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/fao_y_unesco_sin_educacion_alimentaria_sera_imposible_err/

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FAO: Perú tiene las condiciones para alcanzar el 2030 el objetivo “hambre cero”

Perú / www.americaeconomia.com / 25 de Octubre de 2017

La oficial a cargo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Perú, María Elena Rojas, destacó que el país tiene condiciones para alcanzar el 2030, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), Hambre Cero.

Este objetivo se refiere a poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, así como promover la agricultura sostenible.

“Creo que el Perú tiene las condiciones para alcanzar al 2030 el objetivo de Hambre Cero, si puede hacerse antes, mucho mejor”, declaró a la Agencia Andina.

Refirió que el país es “megadiverso” en alimentos, por la cantidad y variedad de productos con contenidos proteicos y nutritivos que van desde los granos andinos y carne de alpaca en las alturas, hasta productos en la selva y costa.

“Las legumbres, granos andinos, las carnes son los elementos importantes que tiene el Perú para cubrir o cerrar esa brecha de alimentos”, precisó.

Sin embargo, advirtió que no es suficiente solamente con producir, sino que también se tienen que dar otras medidas complementarias que ayuden a la comercialización, información y consumo responsable.

“Cuando hablamos de comercialización se tiene que dar un conjunto de medidas que están vinculadas a infraestructura como carreteras, almacenes, plantas procesadoras”, agregó.

Perú, referente en lucha contra desnutrición. Asimismo, refirió que el Perú es un referente internacional por la velocidad y sostenibilidad que ha tenido en la reducción de la desnutrición crónica infantil en menores de 5 años.

La prevalencia de la desnutrición crónica en menores de 5 años se ha reducido sustancialmente, desde el 28,5% registrado en 2007 hasta el 13,1% en 2016, de acuerdo a la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Asimismo, en el área rural este indicador se redujo de 47,1% (2005) al 26,5% en 2016 y en el área urbana disminuyó de 13,5% (2005) a 7.9% en 2016.

Lucha contra la anemia. En el caso de la anemia en menores de 6 a 35 meses de edad, no obstante su prevalencia se redujo de 57,7% (2005) a 43,5% en 2015, este indicador se incrementó ligeramente a 43,6% en 2016, de acuerdo al INEI.

En el área urbana su prevalencia disminuyó de 53.2% (2005) a 40,5% en 2015 y 39,9% en 2016, sin embargo, en el área rural tras disminuir de 64,5% (2005) a 51,1% en 2015, se incrementó ligeramente a 53,4% en 2016.

Al respecto, la representante de la FAO en el Perú, dijo que esta variación entre el 2016 y 2015 es una señal de alerta para corregirlo,  en una tarea que involucra a todos los actores en el campo de la lucha contra la anemia.

“Creemos que el Gobierno va a desarrollar las políticas necesarias para revertir esa situación y creo que las condiciones que se están dando en el país son favorables”, afirmó.

Cabe referir que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) recientemente lanzó la campaña “Papeao y Apapachao” para promover la prevención de la anemia en madres gestantes y en menores de tres años de edad.

Educación alimentaria. María Elena Rojas, señaló que las políticas para reducir la anemia tienen que ser integrales y no solo basarse en producir más alimentos, sino en consumir con responsabilidad y por ello los temas de “educación alimentaria” son fundamentales.

“Así que yo creo que existen condiciones y la voluntad política, que es muy importante para reducir la desnutrición; y los organismos internacionales como la FAO estamos para apoyar al Gobierno a fin que pueda alcanzar esas metas”, puntualizó.

Fuente: https://www.americaeconomia.com/economia-mercados/finanzas/fao-peru-tiene-las-condiciones-para-alcanzar-el-2030-el-objetivo-hambre

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Chile: La FAO y la UNESCO crean una alianza para fortalecer la educación alimentaria

Chile / www.wradio.com.co / 25 de Octubre de 2017

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unesco diseñaron un plan para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unesco diseñaron un plan para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.

El acuerdo «Seguridad nutricional y alimentaria entre niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe» fue firmado hoy por la oficina regional de la FAO y la oficina regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe (Orealc), en Santiago de Chile, según informaron ambas organizaciones.

El objetivo del acuerdo será impulsar iniciativas, políticas y programas desde el sector educativo que contribuyan a mejorar la educación para la salud, fomentando el bienestar de los niños en edad escolar de la región a través de una mejor alimentación y nutrición.

Según el último Panorama de la seguridad alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe (2017), de la FAO, aunque la desnutrición crónica infantil en la región cayó del 24,5 % en 1990 al 11 % en 2016, aún hay 5,9 millones de niños afectados por malnutrición.

El organismo destacó además el sobrepeso infantil, que se ha transformado «en un grave problema de salud pública» en la región, ya que actualmente el 7 % de los menores de 5 años tiene sobrepeso.

«Que 3,7 millones de niños y niñas sufran sobrepeso en la región es inaceptable. Estamos poniendo en riesgo el futuro de toda una generación de latinoamericanos y caribeños. El momento de actuar es ahora, por eso hemos construido esta alianza con Unesco», explicó el representante regional de la FAO, Julio Berdegué.

Afirmó que la región debe realizar el mismo esfuerzo que le permitió mejorar los índices de desnutrición infantil crónica y aguda para enfrentar la obesidad y el sobrepeso, y aseguró que la FAO y la Unesco trabajarán para que los gobiernos lo asuman como prioridad.

Según la FAO, una forma de enfrentar la malnutrición son los programas de alimentación escolar, que han tenido efectos «muy positivos» en la juventud de la región, pues refuerzan la continuidad del ciclo nutricional, fortalecen la cultura alimentaria y la participación social en la creación de hábitos saludables.

Para la Unesco, estos programas deben ser acompañados por educación en salud para una buena nutrición y estilos de vida sana a lo largo del ciclo escolar.

Cecilia Barbieri, directora regional de Educación de la Unesco, indicó que hay «muchas evidencias de la importancia de una alimentación sana en el aprendizaje efectivo de los estudiantes».

Por ello, afirmó que este acuerdo permitirá «unir fuerzas» para mejorar el acceso a alimentos suficientes y saludables para los jóvenes.

El acuerdo considerará la orientación de Guías Alimentarias basadas en Alimentos hacia el contenido curricular relacionado con la nutrición en los establecimientos educativos y sus actividades de educación física.

«Las niñas y niños en etapa escolar son una prioridad para las intervenciones de nutrición. La escuela es el lugar ideal para la enseñanza de conocimientos básicos en alimentación, nutrición y salud», expresó Berdegué.

Según la FAO, en comunidades con altos niveles de inseguridad alimentaria los programas de alimentación escolar también ayudan a combatir la desnutrición y a mantener a los niños en la escuela.

Además de ello, dinamizan las economías local cuando se conectan con programas públicos de abastecimiento de alimentos y con las cadenas de distribución de la agricultura familiar. EFE

Fuente: http://www.wradio.com.co/noticias/internacional/la-fao-y-la-unesco-crean-una-alianza-para-fortalecer-la-educacion-alimentaria/20171024/nota/3617494.aspx

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El Papa Francisco en la FAO: “Urge frenar las guerras y el cambio climático”

Por: Ecoportal/20-10-2017

Francisco ha dicho que estamos llamados a proponer un cambio en los estilos de vida, en el uso de los recursos, en los criterios de producción, hasta en el consumo”

En su discurso a la FAO en el Día Mundial de la Alimentación 2017, Francisco ha declarado que «la relación entre el hambre y las migraciones sólo se puede afrontar si vamos a la raíz del problema», pues tanto Naciones Unidas como otras entidades «concuerdan en que son dos los principales obstáculos que hay que superar: los conflictos y los cambios climáticos» que afectan a más de 70 millones de personas en el mundo.

Los conflictos armados

En cuanto a los conflictos armados, el Santo Padre ha señalado que «el derecho internacional nos indica los medios para prevenirlos o resolverlos rápidamente, evitando que se prolonguen y produzcan carestías y la destrucción del tejido social».

Al mismo tiempo, es necesario «remediar la funesta plaga del tráfico de armas» y no quedarse solo en palabras, pues «¿de qué vale denunciar que a causa de los conflictos millones de personas sean víctimas del hambre y de la desnutrición, si no se actúa eficazmente en aras de la paz y el desarme?».

El hambre mundial

El Pontífice ha rechazado la especulación con los recursos alimentarios que favorecen los conflictos y el aumento del número de personas que deben abandonar sus tierras. “Las muertes a causa del hambre o el abandono de la propia tierra son una noticia habitual, con el peligro de provocar indiferencia”, ha dicho. “Para algunos, bastaría con disminuir el número de las bocas que alimentar y de esta manera se resolvería el problema; pero ésta es una falsa solución si se tiene en cuenta el nivel de desperdicio de comida y los modelos de consumo que malgastan tantos recursos. Reducir es fácil; compartir, en cambio, implica una conversión, y esto es exigente”.

El director general de la FAO, José Graziano da Silva, también emitió su opinión. Cada vez más personas huyen de sus hogares porque “no tienen la posibilidad de quedarse en sus tierras”. Según este organismo, el hambre afecta a 815 millones de personas, el equivalente al 11% de la población mundial. Y por primera vez en más de 10 años, el número de hambrientos está aumentando.

Sobre el Cambio Climático

Sobre el cambio climático, el Papa comentó que «vemos sus consecuencias todos los días». A día de hoy, gracias a los conocimientos científicos, «la comunidad internacional ha ido elaborando también los instrumentos jurídicos necesarios, como, por ejemplo, el Acuerdo de París, del que, por desgracia, algunos se están alejando».

Este último comentario hace clara alusión a Estados Unidos, el segundo mayor contaminante de la atmósfera común después de China, que va en cabeza en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero por contar una población mucho mayor, pero está en el buen camino de reducirlas.

De todas maneras, la responsabilidad es de todos los ciudadanos del planeta, y Francisco ha dicho que «estamos llamados a proponer un cambio en los estilos de vida, en el uso de los recursos, en los criterios de producción, hasta en el consumo».

Día Mundial de la Alimentación

La FAO celebra el Día Mundial de la Alimentación cada año el 16 de octubre, para conmemorar la fundación de la Organización en el año 1945. Se organizan eventos en más de 150 países de todo el mundo, convirtiéndolo en uno de los días más celebrados del calendario de la ONU. Estos eventos promueven la concienciación y las iniciativas a nivel mundial a favor de quienes padecen hambre y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y dietas nutritivas para toda la población.
FAO, hambre, cambio climático, refugiados, armas

Como recordatorio, del Día Mundial de la Alimentación 2017, celebrado bajo el lema «Cambiar el futuro de las migraciones. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural», el Papa ha hecho entrega a la FAO de una estatua de mármol que representa al pequeño Aylan, un refugiado siriano cuyo cuerpo llegó en octubre de 2015 a una playa de Turquía. Al lado del pequeño cadáver, un ángel llora desconsolado por una muerte innecesaria.

Ecoportal.net

Con información de:

http://www.abc.es/

http://www.elmundo.es

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Cómo erradicar la pobreza rural y la malnutrición urbana

Por: Baher Kamal

Las aplicaciones nucleares en agricultura dependen del uso de isótopos y de técnicas de radiación para combatir plagas y enfermedades, aumentar la producción y los recursos hídricos, asegurar la seguridad alimentaria y elevar la producción animal. Crédito: FAO

El aumento de población, la creciente urbanización, las tecnologías modernas y el cambio climático aceleran la transformación del mundo. ¿Hacia dónde va? ¿A quiénes beneficia? ¿Podrá el futuro sistema alimentario dar de comer y emplear a los millones de jóvenes que entrarán al mercado laboral en las próximas décadas?

Algunas de las respuestas a esas interrogantes están en la transformación y la revitalización de las economías rurales, en particular de los países en desarrollo, donde la industrialización y los servicios probablemente no puedan cubrir la demanda de trabajo, señala el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2017.

El documento “establece una visión de estrategia de ‘enfoque territorial’ que conecta áreas rurales con centros urbanos, aprovechando la demanda creciente de alimentos en pequeñas ciudades y en megaciudades para reiniciar la agricultura de subsistencia y promover un crecimiento económico sostenible y equitativo”, señala el informe divulgado este lunes 9 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Uno de los mayores desafíos actuales es eliminar el hambre y la pobreza a la vez establecer una agricultura y un sistema de alimentación sostenibles, alerta, a la vez que explica que es una tarea “gigantesca” debido al continuo crecimiento poblacional, los profundos cambios en la demanda de alimentos y la amenaza de la masiva emigración de jóvenes del campo en busca de una vida mejor.

El informe analiza las transformaciones estructurales y rurales en los países de bajos ingresos y muestra cómo una planificación “agroterritorial” puede impulsar los sistemas alimentarios para promover un desarrollo rural sostenible e inclusivo.

De hecho, los 500 millones de pequeños agricultores del mundo corren el riesgo de quedar rezagados en las transformaciones estructurales y rurales, advierte. Ese sector produce 80 por ciento de los alimentos en África subsahariana y en Asia y urgen inversiones para mejorar su productividad.

“La urbanización, el aumento de población y el crecimiento de los ingresos elevan la demanda de alimentos en un momento en que la agricultura debe lidiar con limitaciones sin precedentes en materia de recursos naturales y cambio climático”, alerta la FAO.

Además, la urbanización y la creciente riqueza generan una “transición nutricional” en los países en desarrollo hacia un mayor consumo de proteínas animales. “La agricultura y los sistemas alimentarios deben volverse más productivos y diversificados”, precisa.

Pueblos y pequeñas ciudades como catalizadoras

Las pequeñas ciudades y pueblos pueden desempeñar un papel de catalizadores de la transformación; las áreas rurales y urbanas forman un “expectro rururbano” que va de megaciudades a grandes centros regionales, pueblos comerciales y zonas rurales cercanas, según el informe de FAO.

En los países en desarrollo, las pequeñas áreas urbanas desempeñarán un papel que es por lo menos tan importante para la transformación rural como el de las grandes ciudades.

“El desarrollo agroterritorial que vincula pequeñas ciudades y pueblos con ‘áreas de captación’ puede mejorar mucho su acceso a alimentos y oportunidades para los pobres del campo”. Ese enfoque buscar reconciliar los aspectos económicos del sector alimentario con sus dimensiones espaciales, sociales y culturales.

El informe explica que la clave del éxito de un enfoque agroterritorial es una combinación equilibrada de desarrollo de infraestructura e intervenciones políticas en todo el espectro, de lo rural a lo urbano.

“Las cinco herramientas del desarrollo agroterritorial más comunes, como agrocorredores, agrupaciones agrarias, parques agroindustriales, zonas económicas agrarias e incubadoras agroempresariales, ofrecen una plataforma de crecimiento agroindustrial y una economía rural no agraria”, analizó.

Cosecha de girasoles en Pakistán. Crédito: FAO

Clara llamada de alerta

Al adoptar la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible hace dos años, la comunidad internacional se comprometió a erradicar el hambre y la pobreza y a lograr otros importantes objetivos, como la agricultura sostenible, garantizar la salud de la población y un trabajo decente para todos, reducir la desigualdad y lograr un crecimiento económico inclusivo, recordó el director general de la FAO, José Graziano da Silva al presentar el informe.

“No puede haber una llamada de alerta más clara que las nuevas estimaciones de la FAO de que en el mundo hay 850 millones de personas crónicamente malnutridas. La mayoría viven en países de bajos y medianos ingresos, muchos de los cuales todavía deben lograr avances hacia una transformación estructural de sus economías”, añadió.

Graziano da Silva señaló que las transformaciones exitosas en otros países en desarrollo resultaron de un crecimiento de la productividad agrícola, que llevaron a un cambio de personas y recursos de la agricultura hacia la manufactura, la industria y los servicios, enormes aumentos de ingresos por habitantes y abrupta disminución de la pobreza y el hambre.

Los países rezagados en esas transformaciones están principalmente concentrados en África subsahariana y Asia meridional. Muchos comparten economías con una gran proporción de empleados en el sector agrícola, hambre y malnutrición generalizadas y elevados niveles de pobreza, explicó.

Hay 1.750 millones de personas con menos de 3,10 dólares al día

Según datos de la FAO, hay 1.750 millones de personas en países de bajos y medianos ingresos que viven con menos de 3,10 dólares al día, y más de 580 millones que sufren una malnutrición crónica.

Las perspectivas de erradicar el hambre y la pobreza en esos países se ve superada por la baja productividad de la agricultura de subsistencia, la poca industrialización y, por encima de todo, el rápido crecimiento de población y la explosiva urbanización, puntualizó Graziano da Silva.

De hecho, las proyecciones indican que la población total aumentará 25 por ciento, de 3.500 millones a casi 4.500 millones de habitantes entre 2015 y 2030; y la población urbana aumentará el doble, de 1.300 millones a 2.000 millones de personas.

En África subsahariana, las personas de 15 a 24 años aumentarán en más de 90 millones para 2030, y la mayoría residirán en áreas rurales.

“Los jóvenes del campo, frente a la perspectiva de vivir en la pobreza absoluta, es posible que no tengan más alternativa que emigrar, con el riesgo de que la mejoría sería insignificante, pues podrían superar la cantidad de puestos de trabajo disponibles en las ciudades”, alertó.

Enorme potencial sin explotar

La conclusión principal del informe es que para cumplir con la Agenda 2030 es necesario lograr avances en las áreas rurales, donde viven la mayoría de las personas pobres que pasan hambre, subrayó el director general de la FAO.

“Presenta evidencias que muestra que, desde los años 90, las transformaciones rurales en muchos países hicieron que aumentara en más de 750 millones el número de personas que viven por encima de la línea de pobreza”, indicó.

Para lograr el mismo objetivo en los países rezagados, el documento presenta una estrategia que impulsará el “enorme potencial sin explotar de sistemas de alimentos” para impulsar el desarrollo agroindustrial, mejorar los ingresos y la productividad de los pequeños agricultores y crear empleos fuera de las granjas al expandir los segmentos la cadena alimentaria y el suministro de alimentos.

“Esa transformación rural inclusiva contribuirá a erradicar la pobreza rural, a la vez que ayuda a terminar con la pobreza y la malnutrición en las ciudades”, aseguró.

Un impulsor de la transformación rural inclusiva será la creciente demanda procedente de los mercados de las ciudades, que consumen 70 por ciento del suministro de alimentos, aun en países con grandes poblaciones rurales, precisó.

El director general de la FAO explicó que gracias a los mayores ingresos, los consumidores citadinos realizan cambios significativos en su dieta, menos productos básicos y más carne, huevos, lácteos, frutas y verduras y pescado con valor agregado y más alimentos procesados en general.

El valor de los mercados de las ciudades de África subsahariana aumentaría de 150.000 millones de dólares a 500.000 millones entre 2010 y 2030, según Graziano da Silva.

La urbanización ofrece una “oportunidad dorada para la agricultura”, añadió. Pero también supone desafíos para millones de pequeños agricultores familiares.

“Los mercados más rentables pueden llevar a la concentración de la producción de alimentos en grandes haciendas comerciales, a cadenas de valor dominadas por grandes elaboradores y cadenas de venta al público y a la exclusión de los pequeños productores”, precisó.

Productores de pequeña escala

Según la FAO, para asegurarse que los pequeños productores colaboran para cubrir la demanda de los mercados urbanos, se necesitan políticas favorables: reducir las barreras que limitan su acceso a insumos, promover la adopción de tecnologías y enfoques sostenibles que no dañen el ambiente, aumentar el acceso al crédito y a los mercados.

También facilitar la mecanización agraria, revitalizar los sistemas de extensión agrícola, fortalecer los derechos sobre la tierra, garantizar la igualdad en los contratos de proveedores y fortalecer las organizaciones de pequeños productores.

“Ningún crecimiento de la demanda urbana por sí solo mejorará la producción ni las condiciones de mercado para la pequeña agricultura”, observó. Las políticas de incentivos y de inversiones son pilares clave para una transformación rural inclusiva.

El segundo pilar es el desarrollo de la agroindustria y la infraestructura, necesaria para conectar áreas rurales y mercados urbanos, indicó Graziano da Silva, antes de añadir que en los próximos años, muchos pequeños productores probablemente abandonen la agricultura, y la mayoría será incapaz de conseguir un empleo decente y las economías principalmente rurales de baja productividad.

Agroindustria, un sector importante

En algunos países de África subsahariana, el procesamiento de alimentos y bebidas representa entre 30 y 50 por ciento del valor agregado, y en otros, más de 80 por ciento, informó.

“Pero el crecimiento de la agroindustria se ve frenado por la falta de infraestructura esencial, desde caminos rurales, pasando por red eléctrica hasta lugares de acopio y transporte refrigerado”, detalló.

“En muchos países de bajos ingresos, tales limitaciones se ven exacerbadas por la falta de inversión público-privada”, explicó el director general de la FAO.

El tercer pilar de una transformación rural inclusiva es el foco territorial en la planificación del desarrollo rural, diseñado para fortalecer las conexiones físicas, económicas, sociales y políticas entre los pequeños centros urbanos y las áreas rurales circundantes.

En los países en desarrollo, alrededor de la mitad de la población urbana, o casi 1.500 millones de personas, viven en ciudades y pueblos de 500.000 habitantes o menos, según el informe.

“A menudo ignoradas por urbanistas y dirigentes políticos, las redes territoriales de pequeñas ciudades y pueblos son puntos de referencia importantes para las poblaciones rurales, los lugares donde compran sus semillas, envían a sus hijos a la escuela, acceden a atención médica y otros servicios”, señala.

Los últimos estudios muestran cómo el desarrollo de las economías rurales es a menudo mucho más rápido, y por lo general, más inclusivo, cuando se integra al de pequeñas áreas urbanas.

“El enfoque de desarrollo agroterritorial descrito en el informe, los vínculos entre las pequeñas ciudades y pueblos y sus ‘áreas de captación’ rurales, se fortalecen a través de obras de infraestructura y políticas que conectan productores, procesadores agroindustriales y servicios complementarios, así como otros segmentos de la cadena de valor alimentaria, como los circuitos locales de consumo y producción de alimentos”, añadió.

“A menos que el crecimiento económico se haga más inclusivo, los objetivos globales para terminar con la pobreza y lograr el hambre cero para 2030 no se alcanzarán”, alertó Graziano da Silva.

Traducido por Verónica Firme

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/10/erradicar-la-pobreza-rural-la-malnutricion-urbana/

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FAO y OIT con iniciativa para erradicar trabajo infantil

América Latina y el Caribe/30 Septiembre 2017/Fuente: Prensa Latina
Las oficinas regionales de la FAO y la OIT presentaron una iniciativa para capacitar a actores de sectores agrícolas, ganadero, silvícola, pesquero y acuícola con miras a facilitar la reducción del trabajo infantil.
Julio Berdegué, representante de la zona de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) opinó que el trabajo infantil en la agricultura puede poner en peligro el bienestar de menores de edad.

‘El trabajo infantil perpetúa el ciclo de pobreza para los niños involucrados, sus familias y comunidades. Sin educación, lo más probable es que estos niños y niñas sigan siendo pobres’, explicó Berdegué.

Por tal motivo la FAO y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ambas con delegaciones regionales en Chile, analizaron en un estudio conjunto la situación sobre trabajo infantil en la agricultura.

En América Latina y el Caribe (2013), el 48 por ciento de los niños y adolescentes que laboran lo hacen en el sector agrícola, ya sea para el propio hogar o para terceros.

‘La erradicación del trabajo infantil, especialmente en sus peores formas, es una prioridad de la acción de la OIT en la región’, comentó José Manuel Salazar-Xirinachs, director de la OIT para las Américas.

En el estudio, la FAO y OIT coincidieron en exponer que muchas de las tareas realizadas por los niños son de carácter peligroso: más del 39 por ciento trabaja en condiciones ambientales inadecuadas y el 15 sufre problemas de salud.

Con la idea de promover alternativas, ambas entidad de ONU promueven un curso para proporcionar los conceptos básicos relacionados con el empleo infantil y estrategias para reducirlo.

Hacer visibles los riesgos y consecuencias del trabajo infantil en la agricultura y mejorar los servicios de protección de derechos, especialmente de educación y de salud para los en el campo, es clave para disminuir su incidencia

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=119733&SEO=fao-y-oit-con-iniciativa-para-erradicar-trabajo-infantil
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