El fertilizante en tiempos del COVID–19

Por: Tlachinollan

 

El miércoles 24 de junio es el día de San Juan Bautista, que es el día en que los campesinos e indígenas del estado, tienen como fecha simbólica para la siembra del maíz, frijol y calabaza. Un policultivo que le ha permitido a los pueblos de Guerrero mantener una cultura milenaria cimentada en la milpa, es decir, en una comunidad productora de bienes básicos, donde la diversidad de saberes y formas de organización se materializan a través de la asamblea, que es la expresión más sublime de una democracia basada en el consenso.

El programa fertilizante en nuestro estado ha reciclado el control político de la población indígena y campesina del estado.  En sus inicios el gobernador Rubén Figueroa diseñó este programa como un asunto de control de la población más insumisa del estado. Fue una propuesta pensada más en la lógica de contrainsurgencia, para poder someter a la población rural más pobre del estado. Las matanzas que se han suscitado desde Aguas Blancas, tienen que ver con esa visión depredadora, de que a los campesinos y campesinas que se atreven a levantar la voz, hay que someterlos por la fuerza y darles “su merecido”, ya sea matándolos o domesticándolos con el fertilizante.

Desde la década de los noventas hasta la fecha, el Programa Fertilizante se ha transformado en un programa político, que ha servido a los candidatos y a los mismos gobernantes, como el instrumento más eficaz para imponer un control a la población indígena y campesina más pobre del estado. El apoyo directo ha sido la forma más clara y contundente para tener una gran presencia en el ámbito rural. El paquete tecnológico del fertilizante, que ha sido impulsado por las empresas agroquímicas del exterior, resultó ser el milagro de la agricultura temporalera.

El fertilizante, más allá de ser un agente depredador, se ha transformado en un programa para cualquier político. No distingue de qué partido sea. Los mismos campesinos e indígenas, ven en la autoridad que lo promueve como al mesías que viene a redimir el grave problema del hambre, que enfrenta desde que sus padres le enseñaron a cultivar el campo.

En la Montaña, el problema alimentario, sigue siendo uno de los grandes desafíos que enfrentan las familias indígenas ante su extrema vulnerabilidad por la falta de apoyos, para una producción suficiente y adecuada de los granos básicos en sus parcelas. Vemos con gran preocupación que, en el contexto de la pandemia, los productores de maíz quedan supeditados a los dictados de Segalmex, de los servidores de la nación y de los mismos presidentes municipales, quienes sin ser sembradores de maíz, son los que están determinando quiénes serán los productores que recibirán 6 o 12 bultos de fertilizante.

El gobierno federal, a través del presidente de la república, ha anunciado desde el año pasado que este programa es para apoyar a los pequeños productores, sin embargo, para los presidentes municipales, esto se traduce en la oportunidad para fortalecer cacicazgos políticos, orientados a garantizar el triunfo electoral de los próximos candidatos de su partido. Más allá del diseño que puede tener este programa, en la práctica, los fertilizantes son al final de cuentas un producto que genera dividendos políticos, porque los productores los han hecho dependientes de paquetes tecnológicos basados en el petróleo.

En la Montaña, se reciclan los conflictos comunitarios desde hace un año, con relación a la exigencia que legítimamente han planteado los productores para acceder a los fertilizantes. En el marco de la pandemia, la gente del campo entendió que habría que esperar el momento para registrarse como productores, y al mismo tiempo, darles oportunidad a las instancias de gobierno como Segalmex, que realizaran el traslado de los agroquímicos a las bodegas de sus municipios. El grave problema es que en este diseño, desde la elaboración del padrón, la distribución del fertilizante y la ubicación de las bodegas, se realizó en el escritorio. Es decir, en ningún momento se tomó en cuenta la opinión de los beneficiarios directos. Simplemente se apostó al volumen de millones de pesos que se autorizaban desde la federación para la compra del agroquímico y se planeó que, a través de Pemex, se iba a realizar toda la maniobra, para resolver los problemas de la entrega en cuanto a volumen y tiempo del agroquímico.

En los hechos resultó que Pemex no estaba en condiciones de atender está demanda, mucho menos de cumplir con el compromiso asumido por el Ejecutivo Federal, de que en este año se daría cumplimiento cabal a la entrega del fertilizante en tiempo y forma. Es más, que se ampliaría este programa a otros estados para demostrar la capacidad del gobierno federal y su paraestatal, de que estarían en condiciones de entregar estos insumos a la población campesina e indígena de la zona sur y centro del país.

Es increíble que las cifras que dan tanto el subsecretario de agricultura Miguel García Winder, de que se ha entregado a 167 mil productores el fertilizante, los funcionarios de Segalmex informen que han proporcionado a 227 mil 171, cuando la meta era beneficiar a 280 mil productores. La realidad es que hay un gran número de productores que han sido desaparecidos de los padrones, sin que los servidores de la nación puedan informar qué fue lo que pasó en este nuevo sistema de registro, controlado por la Secretaría del Bienestar.

A pesar de las reuniones que el gobernador del estado ha tenido con los presidentes municipales, cada municipio decidió la forma de apoyar a los productores. En el caso de la Montaña, desde el año pasado tenemos al municipio de Acatepec, como el ejemplo más claro del uso clientelar del programa. A todos los productores se les impuso una cuota de 100 pesos por hectárea para la entrega del fertilizante en sus comunidades. Esto mismo sucedió con el presidente de Tlacoapa, que está cobrando a los productores 50 pesos para el traslado del agroquímico a sus comunidades.

Son casos que hemos documentado y que las mismas personas nos han pedido nuestra intervención, sin embargo, no podemos hacer nada, porque resulta que los presidentes son autoridades intocables. Nadie puede obligarlos a cumplir con el compromiso presidencial, de que los 6 o 12 bultos que reciben los productores más pobres de país, tienen que asumir los costos para el traslado de los agroquímicos a sus domicilios. Ninguno de ellos pondrá de su bolsa, simplemente tendrán que utilizar el Ramo 28, de las participaciones federales.

Es el mismo negocio de los grupos políticos de antaño que en la actualidad, siguen reproduciéndose en el estado, porque forman parte de una estructura clientelar, que al final de cuenta se trata de expoliar al más pobre. En esa pirámide se encuentran tanto los funcionarios federales, del estado y los presidentes municipales, que forman parte del entramado burocrático, quienes lucran con las necesidades de la población más depauperada. Las mafias de los transportistas son los tentáculos de un poder caciquil que se mueven al ritmo del jefe político en turno. Ellos se encargan de movilizar a las clientelas políticas, y al mismo tiempo, de cobrar estos favores a la población más vulnerable, quienes para sobrevivir tienen que pagar el traslado de los agroquímicos para las siembras del hambre.

Las familias indígenas de la Montaña, en el marco de esta pandemia han tenido que esperar a la Secretaria de Desarrollo Rural y a los mismos presidentes municipales, para que hagan llegar el fertilizante a sus comunidades. Nada es gratis. Todo tiene un costo político y económico. La gente quiere sembrar, para que San Marcos les haga el milagro de que llegue la lluvia y puedan cosechar suficiente maíz, sin embargo, para los políticos el fertilizante es una gran oportunidad para afianzar clientelas que les garanticen el voto el próximo año, sufragando en favor de su grupo político o de su propia candidatura.

Hoy el reclamo de la población indígena de la Montaña es que se tome en cuenta a todos los productores y productoras. Que no se discrimine a las mujeres como está pasando en el municipio de Acatepec, a quienes se les asigna la cuota de 6 bultos, independientemente de que puedan acreditar dos o tres hectáreas. Por otro lado, también han reclamado, como sucede en el municipio de Alcozauca, que se incorporen 800 productores que han sido excluidos del padrón, por parte de los servidores de la nación, bajo el criterio de que no son personas afines a Morena.

El principio de la gratuidad no se está garantizando entre los municipios más pobres de Guerrero.  Por el contrario, las cabeceras municipales que el gobierno federal llamó de La Esperanza, por no haber registrado contagios del COVID – 19, sus pobladores son quienes padecen el trato discriminatorio al negarles la atención médica y la aplicación de las pruebas PCR, porque en la Montaña los indígenas no tienen derechos. Estamos ante una realidad que lacera, porque se sigue tratando a las poblaciones que poseen una identidad propia como entes manipulables y sacrificables.

No le cuesta nada al país que varios jefes o jefas de familia mueran por el COVID – 19 o por cualquier otra enfermedad, al final de cuentas se trata de población indígena, quienes, desde la colonia, han sido asesinados o contagiados por epidemias trasmitidas por los colonizadores. El fertilizante en tiempos del COVID – 19 sigue utilizándose en la práctica, como un programa de control político, más que de justicia social. El agroquímico es una apuesta por el poder político en la siembras del hambre.

 

Fuente e imagen: http://www.tlachinollan.org/opinion-el-fertilizante-en-tiempos-del-covid-19/

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España: Los #VoluntasGp enseñan, durante el fin de semana, a polinizar #SOSAbejas

España/Mayo de 2017/Autora: Nadia González/Fuente: Greenpeace

La próxima semana se discute en Bruselas la prohibición de tres de los plaguicidas más dañinos para los insectos polinizadores como las abejas, esos mismos que están acabando con ellas.

El 40% de los insectos polinizadores (como las abejas y las mariposas) está en peligro de extinción, cuando son responsables del 70% de los cultivos de los que nos alimentamos en España. Por eso, si siguen desapareciendo, víctimas de insecticidas dañinos y otros factores, tendremos que empezar a polinizar manualmente.

Los voluntarios de Greenpeace enseñarán este fin de semana a polinizar a la ciudadanía para concienciarles sobre la importancia de proteger estos insectos. Además están recogiendo firmas con las que presionar para que el Gobierno defienda una prohibición total del imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam y apueste por la agricultura ecológica.

La próxima semana entregaremos a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, el total de firmas recogidas (unas 400.000) para recordarle que la sociedad española sí exige un papel claro en la protección a los polinizadores como las abejas y las mariposas.

El papel de estos polinizadores es vital: nueve de cada diez flores necesitan de un insecto que las polinice para dar frutos y semillas.

Si quieres aprender a polinizar puedes hacerlo en:
– Cádiz: 10:30 a 13:00. Plaza Topete. Domingo 14.
– Madrid: 10:00 – 14:00. Callao. Sábado 13.
Mallorca: 10:00-14:00. Plaza del olivar, esquina C/ San Miguel. Sábado 13.
Navarra: 11:00 – 14:00. Carlos III (monumento al encierro). Sábado 13.
– Zaragoza: 10:00-14:00. Plaza España. Sábado 13.

Si no te puedes acercar en este vídeo te enseñamos cómo polinizar:

Únete el enjambre que está pidiendo un cambio de legislación para salvar las abejas, puedes firmar aquí.

Fuente: http://www.greenpeace.org/espana/es/Blog/los-voluntasgp-ensean-durante-el-fin-de-seman/blog/59399/

 

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Reciclar jugando: cómo enseñar a los niños a convertir residuos en fertilizante

www.ecoportal.net/14-09-2016

Una de las maneras es educarlos “jugando y reciclando”, verás que ellos absorben los conocimientos como “esponjas” y no solo eso sino que los comparten, los difunden y los contagian entre sus conocidos.

docente, un padre o un familiar -a través del Worms Box- puede explicarle a su hijo cómo reciclar residuos orgánicos “jugando”, interaccionando con otros seres vivos –las lombrices– y a su vez encontrando un resultado concreto: el humus de lombriz.

Este fertilizante natural se puede aplicar en el jardín o huerto y si el niño consume un fruto de ese huerto -que será sano, orgánico y natural- se cierra este ciclo virtuoso.

Por eso, cuando decimos que la solución a la problemática de los residuos orgánicos está en casa estamos en lo cierto.

No sólo de esta manera vamos a reducir la cantidad de residuos orgánicos que llegan a los basurales, sino que también podemos fertilizar nuestras huertas y jardines sin utilizar productos químicos que dañan la salud y el medio ambiente.

Es un contendedor cerrado que dispone de una bandeja de plástico reciclado en la que viven lombrices californianas. A medida que las lombrices van excretando y llenando el compartimento de fertilizante, se le van adicionando otras dos bandejas al box.

A su vez, hay un proceso de decantación en la cual el humus sólido puede transformarse en líquido en la última bandeja y se puede extraer simplemente oprimiendo la canilla.

El procedimiento es muy sencillo y los mismos niños lo pueden realizar con o sin ayuda de los mayores.

Los Worms Box son cerrados, por lo que no hay riesgo de olores fuertes, fétidos o falta de higiene, ya que el proceso se realiza en un recipiente que no permite fugas de restos orgánicos ni de lombrices.

l humus de lombriz –resultante de este proceso- es el fertilizante natural y acondicionador de suelos de mayor calidad con que contamos actualmente en el mercado. Su uso en lugar de químicos, sin duda redundará en nuestro beneficio y en el de futuras generaciones.

¿Qué pueden hacer los niños para ayudar con el Worms Box?

  • En primer lugar los niños pueden ayudar a armar la primera bandeja del Worms Box y colocar las lombrices –que vienen en una caja aparte- dentro del compartimento.
  • Los desechos orgánicos hogareños constituyen el 60% de todos los residuos y son los más difíciles de recuperar, por eso es tan valioso el contenedor. Explícales a los niños la importancia de separar los residuos y ellos mismos pueden depositar los de naturaleza orgánica sobre la bandeja superior del box para que las lombrices suban a buscar el alimento.
  • Elegir bien los residuos es muy importante. Lo que hay que evitar: pescados, carnes, verduras condimentadas y leche.
  • Los más chicos también pueden recoger el humus líquido oprimiendo la canilla. Como es un fertilizante natural concentrado es conveniente diluirlo en agua y colocarlo en un pulverizador para aplicarlo vía foliar a las plantas, flores y arbustos.
  • Los niños pueden igualmente ayudar a recoger el humus sólido para colocar a las plantas. Para ello tienen que separar con las manos (con o sin guantes) a las lombrices del humus, que es como una tierra fértil oscura y totalmente inodora. Es una tarea muy buena para los niños, para que se contacten con la naturaleza desde otro lugar e interactuando con seres vivos, animales nobles como las lombrices californianas.
  • Los más pequeños pueden colaborar con colocar este humus de lombriz –resultado de todo el proceso- en las macetas para cultivar las más ricas y sanas verduras. De la misma forma pueden ayudar a vaporizar las plantas con el humus líquido resultado de la decantación del Worms Box.

El Worms Box nos permite interactuar con nuestros hijos, haciéndoles ver el ciclo natural de la desintegración de los residuos orgánicos, enseñándoles que podemos generar fertilizantes totalmente naturales y darle un respiro a la agresión química que provocamos día a día.

Somos muchos los que estamos en este camino y cuantos más nos sumemos menos van a ser los químicos que le vamos a aplicar a nuestras plantas y más sano será nuestro planeta.

Ecoportal.net

Worms Argentina

http://www.wormsargentina.com/

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