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La Universidad de Glasgow impartirá una clase de filosofía sobre Homero Simpson

Europa/Escocia/26 Noviembre 2016/Fuente: Semana

La prestigiosa universidad del Reino Unido dará un curso en el que el icónico personaje y su pensamiento serán el tema central. ¿Se inscribiría?

Cuando oímos el nombre Homero Simpson, muy seguramente lo último que se nos viene a la mente es la Filosofía. Y aunque se nos haga increible, el personaje más querido de la televisión será el tema central de un peculiar curso que impartirá la prestigiosa Universidad de Glasgow en Escocia.

Los Simpson se convirtieron desde 1989 en una sátira del sueño americano moderno y la sociedad contemporánea que aborda con ironía y humor negro temas populares que van desde la política, hasta los fenómenos culturales más relevantes del momento. En la serie de Matt Groening lo más absurdo de nuestra existencia queda expuesto y de una forma u otra gracias a ella podemos entender las teorías de filósofos como Aristóteles, Camus y Kant, y es por esto que el doctor John Donaldson decidió impartir el curso “D´Oh! The Simpsons Introduce Philosophy”.

Pero, ¿qué fue lo que llevó a que al profesor de esta institución decidiera impartir un tema de filosofía relacionado con la serie en Glasgow? El profesor Donaldson está convencido de que Los Simpson y Homero tienen una gran relevancia cultural y filosófica.Para él, Homero representa al típico hombre trabajador de la clase media americana y, de acuerdo a su testimonio en entrevista con la BBC, es un personaje complejo al que es difícil no querer.

El curso se impartirá del 14 al 21 de enero y  busca, de acuerdo a la página de la universidad, expandir las habilidades críticas y filosóficas de los alumnos mientras exploran algunas de las ideas más relevantes de la filosofía a través de la popular serie.

Entre ellas se abordará el comportamiento del personaje respecto a temas como la moral, ética y religión y tomará momentos de la serie para explicar cuestiones filosóficas. El objetivo es examinar la teoría clásica de Aristóteles sobre los hombres virtuosos y la ética, y compararlos con los comportamientos y actitudes de Homero Simpson. Así, los futuros filósofos debatirán si el personaje es o no un hombre virtuoso.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/universidad-de-glasgow-dara-una-clase-sobre-homero-simpson/506654

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Entrevista a Juan Dal Maso, autor de «El marxismo de Gramsci. Notas de lectura sobre los Cuadernos de la cárcel». Debates Marxistas Contemporáneos

Entrevista a Juan Dal Maso, autor de «El marxismo de Gramsci. Notas de lectura sobre los Cuadernos de la cárcel». Debates Marxistas Contemporáneos

«El libro sostiene una interpretación de problemática de la hegemonía que cuestiona la oposición de esta categoría con la de revolución permanente»

En la reseña del libro que presenta Ediciones IPS se hace un recorrido de los temas abordados en los diferentes capítulos. ¿Qué te gustaría resaltar?

-El libro se puede leer de dos maneras. Para el público que se está iniciando en la lectura de Gramsci y busca por así decirlo las “principales definiciones” que se hacen en los Cuadernos de la cárcel, hay una exposición bastante completa de conceptos como Estado integral, hegemonía, revolución pasiva, crisis orgánica, guerra de posición y guerra de movimiento, el moderno Príncipe, nacional-popular, las distintas acepciones del término Occidente, su concepción del Estado obrero y el socialismo o algunas cuestiones del itinerario de Gramsci en América Latina.

Para quienes están más familiarizados con el pensamiento de Gramsci, el texto propone una lectura “metodológica” que se basa en la idea de que los conceptos de “traducibilidad de los lenguajes científicos y filosóficos” y el “nuevo concepto de inmanencia” son inherentes a la construcción de los propios argumentos gramscianos. Esto quiere decir que aquellas categorías que Gramsci utiliza para pensar la coherencia interna del marxismo pueden utilizarse para comprender el modo en que él intenta desarrollar conceptos “unitarios” o “integrales” a partir de una relación permanente entre filosofía, política, economía e historia. Esto permite a su vez poner límites a las lecturas excesivamente “politicistas” de su pensamiento, que separan la política de las condiciones y los procesos económicos y sociales.

-Hablando de eso, la obra de Gramsci ha sido muy discutida durante las últimas décadas. Contanos sobre sus “usos”….

-Bueno, en primer lugar, deberíamos señalar que un “uso” no necesariamente es algo negativo. O mejor dicho, hay “usos” más distorsivos que otros del pensamiento de Gramsci. El “uso” es necesario porque la incorporación de los conceptos gramscianos también lo es para pensar ciertas situaciones históricas. Por ejemplo, si uno usa la categoría de “crisis orgánica” para analizar la situación de países como Estados Unidos (más ahora con el triunfo de Trump que fue posterior a la redacción de libro) o la de “revolución pasiva” como hace Massimo Modonesi para analizar los gobiernos “progresistas” latinoamericanos (desde el PTS utilizamos un término relacionado que es el de “pasivización”) no tiene nada de cuestionable en sí mismo, salvo que se defienda una concepción de tipo “academicista” sobre la teoría, en la que uno está obligado a hacer una especie de “historia de las ideas” cada vez que usa un término para analizar un proceso de la realidad.

En resumen, lo más discutible, por así decirlo, son los “usos” que asimilan a Gramsci a perspectivas políticas que le eran básicamente ajenas, en algunos casos incluso sin aclarar en qué medida se está distorsionando el sentido de sus ideas, como las instrumentalizaciones de su pensamiento que hizo el Partido Comunista Italiano durante la segunda posguerra o la que hicieron los intelectuales latinoamericanos cuando a principios de los ’80 presentaron a Gramsci como punto de partida para pensar la “transformación democrática” de la sociedad. De todos modos, incluso en esos casos hay desarrollos que pueden ser productivos. Fueron los propios intelectuales del PCI en un equipo dirigido por Valentino Gerratana quienes publicaron la edición crítica de los Cuadernos de la cárcel en 1975, superando las “ediciones” temáticas que habían sido publicadas por Togliatti y Felice Platone entre 1948 y 1951 y abriendo nuevas posibilidades para el conocimiento e interpretación de la obra de Gramsci. En el caso de América Latina, muchas reflexiones, sobre todo de Aricó y Portantiero, aunque se hicieran desde una matriz de tipo “reformista” echaron luz sobre problemas de la realidad latinoamericana, por lo que merecen ser rescatadas, aunque no compartamos las motivaciones políticas de los autores.

En un sentido más amplio, los desarrollos teóricos referenciados en Gramsci son muchísimos, desde los estudios culturales en Inglaterra y EE.UU., hasta la escuela de los estudios subalternos de la India, las distintas apropiaciones de su obra en América Latina entre las que podríamos mencionar además de José Aricó y Juan Carlos Portantiero a René Zavaleta Mercado, Carlos Nelson Coutinho, entre otros autores, obras como las de Giovanni Arrighi, teórico del sistema mundial o el referente de la lectura posmarxista y “populista” de Gramsci, Ernesto Laclau, aunque este último es especialmente distorsivo de las concepciones originales gramscianas, como señala Perry Anderson en su último artículo de New Left Review. Precisamente Anderson ha sido el autor de una obra muy popular, sobre todo fuera de Italia, que es Las antinomias de Antonio Gramsci y sintetiza varias de las críticas que se pueden hacer “por izquierda” a la interpretación eurocomunista de Gramsci. Aunque ha recibido varias críticas bien fundadas sobre algunas debilidades filológicas presentes en sus argumentaciones, que en parte podría distorsionar el sentido de ciertas ideas de Gramsci, a lo que hacemos referencia en el libro.

Después está todo el trabajo de tipo filológico que se realiza en los marcos de la International Gramsci Society, que si bien en muchos casos mantiene ciertos núcleos compartidos con aspectos de la lectura “togliattiana” de Gramsci, contiene muchos aportes, podríamos decir, científicos para la comprensión de su obra. Actualmente hay un equipo de investigadores dirigidos por Gianni Francioni que está preparando una nueva edición crítica de los Cuadernos de la cárcel.

Lógicamente, estos estudios no están exentos de interpretaciones, pero tienen la ventaja de que reconstruyen el desarrollo de los conceptos de Gramsci de un modo más ajustado al proceso de escritura, haciendo sinergia entre los textos precarcelarios, el texto de los Cuadernos, las cartas que Gramsci enviaba y recibía en la cárcel y el contexto histórico.

Otra cuestión interesante es la exploración sobre las relaciones de afinidad y diferencia entre Althusser y Gramsci, a lo cual dedicó su dossier de mitad de año la revista de estudios althusserianos Décalages.

-¿Cuál es tu lectura? ¿En qué te diferencias de las principales interpretaciones?

-Quizás sería un poco pretencioso hablar de “mi lectura”. En primer lugar porque antes de este libro algunas ideas las fuimos planteando en común con Fernando Rosso en distintos artículos de la revista Ideas de Izquierda. Vengo escribiendo sobre estos temas desde hace algunos años, tengo algo que decir, pero me considero nada más que un tipo curioso que trata de explorar y exponer algunas conexiones o relaciones en las que otros no repararon con tanta atención, o sea que la “lectura” sería más una lectura atenta que extremadamente novedosa. Esto lógicamente implica algunas hipótesis, para las cuales uno se apoya también en los resultados de otras investigaciones. En este sentido, creo que es importante que el libro sea un disparador para que los lectores aborden también los textos que están incluidos en la bibliografía, con los cuales hay un diálogo crítico implícito o explícito según el caso, como los de Gianni Francioni, Fabio Frosini, Guido Liguori, Giuseppe Cospito, Alvaro Bianchi y Peter D. Thomas, entre otros o los trabajos de Massimo Modonesi sobre la realidad latinoamericana.

Aclarado esto, propongo en primer lugar establecer un registro en el que no se contrapongan los “usos” con el trabajo de tipo filológico. Es decir que la interpretación se sostenga desde el punto de vista de un análisis cuidadoso del texto gramsciano. Sigue siendo una interpretación, pero tomando ciertos recaudos como el cotejo de las fechas de redacción de los pasajes que cito y una reconstrucción parcial de la cronología en que son elaborados los conceptos a los que hacía referencia anteriormente, además de distinguir aquello que es predominante o principal en la argumentación de Gramsci de aquello subordinado o secundario.

Yendo más a los contenidos, lo que sostiene El marxismo de Gramsci es una interpretación de problemática de la hegemonía que cuestiona la oposición total de esta categoría con la de revolución permanente. Este es muchas veces un lugar común compartido por tanto por gramscianos antitrotskistas como por trotskistas con una visión un poco estrecha. Por el contrario, una parte importante de este trabajo está dedicada a explorar las afinidades y los elementos en común entre las temáticas de la hegemonía y la revolución permanente. En este contexto, abordamos otros problemas relacionados, como la propuesta de una comprensión “integral” de la hegemonía contra la idea que contrapone este concepto a la centralidad de la clase obrera. Aquí es importante destacar que esto no se plantea desde un punto de vista “moral” o por defecto (“Gramsci luchaba por la revolución” o “Gramsci nunca renegó de la centralidad de la clase obrera”, cuestiones ciertas pero relativamente estériles teóricamente) sino estableciendo un nexo metodológico entre el “nuevo concepto de inmanencia” y el de hegemonía, que por razones de espacio no vamos a explicar acá, pero que podemos sintetizar en la idea de que el rol fundamental en la actividad económica es parte constitutiva de la hegemonía y esa cuestión es planteada claramente por el propio Gramsci.

Si se quiere, las dos principales “operaciones” del libro son esas, que a su vez guardan relación con los otros temas abordados, que mencioné al principio, del que destacaría la cuestión del Estado. De este modo, continuando el trabajo de reflexión sobre las convergencias y divergencias entre Trotsky y Gramsci que venimos realizando como corriente internacional (con los trabajos de Emilio Albamonte junto con Manolo Romano y Matías Maiello), intentó establecer o mejor dicho demostrar la existencia de un área de mayor convergencia entre ambas teorías que permita reflexionar sobre la cuestión de la revolución permanente en la actualidad.

-¿En ese sentido, qué contrapuntos y confluencias podés rescatar entre Gramsci, Lenin y Trotsky?

-Lenin es para Gramsci la referencia principal para pensar el problema de la hegemonía, por lo que considero infundadas las interpretaciones que dicen que en los Cuadernos de la cárcel Gramsci rompió con el marco teórico y estratégico de Lenin. Con Trotsky la relación es más problemática. Me parece que hay una confluencia clara en el análisis de la reconfiguración de las formas estatales durante el período de entreguerras, que Gramsci relaciona con la cuestión del Estado integral y Trotsky con la de la estatización de los sindicatos. A su vez, la reflexión gramsciana sobre la lucha por la hegemonía contra las alternativas burguesas que denomina de “revolución pasiva”, es decir, procesos en los que se refuerza la autoridad estatal asumiendo algunas demandas que vienen desde abajo pero vaciando su potencial revolucionario, tiene notables puntos de contacto con lo que sería la “mecánica” de la revolución permanente en Occidente. Hay un punto de confluencia también en la importancia de las relaciones de fuerzas militares, pero con diferencias de énfasis no menores. Ambos coincidirían en líneas generales en distinguir la lucha de clases “legal”, la guerra civil y la insurrección. Pero Gramsci de algún modo subsume la cuestión insurreccional en un proceso de más largo aliento, centrado en la preparación política primero y en la guerra civil después. Trotsky, por su parte, hace mucho más hincapié en la insurrección como momento específico clave de toda revolución. Por último, en el análisis de la relación entre política nacional e internacionalismo y la cuestión del “socialismo en un solo país” hay un punto de divergencia fundamental. Todos estos temas están abordados en el libro, aunque está centrado en los planteos de Gramsci y los puntos de vista de Trotsky se exponen sólo en la medida en que no se puede darlos por supuestos.

-¿Cuál te parece que es la actualidad de estos debates?

-Para decirlo resumidamente, la descomposición de la democracia burguesa y los fenómenos aberrantes de las derechas “populistas” como Trump permiten pensar que estamos viviendo un momento de “crisis orgánica” en algunas de las principales potencias y también en algunos países latinoamericanos. Este fue un debate que se dio en la última Conferencia de la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional, de la que forma parte el PTS. Es decir que la propia realidad internacional vuelve a plantear la vigencia de muchas categorías y análisis de Gramsci. Por otra parte, asistimos en los últimos años a las experiencias de formaciones de tipo “neorreformistas” como Syriza o Podemos, que buscaron reeditar una lectura “eurocomunista” de Gramsci, que lima el alcance revolucionario de sus ideas y políticamente da lugar a prácticas contrarias a la lucha consecuente de la clase obrera y los sectores populares. Ambas circunstancias plantean que la recuperación de su pensamiento es parte de una batalla teórico-política que tenemos que dar de manera urgente, aquí y ahora, en el terreno de las ideas y como parte de la lucha por unir a la clase trabajadora con el marxismo revolucionario.

La situación de la clase trabajadora es muy heterogénea. Incluye desde un obrero norteamericano “clásico” que vota a Trump como forma de rechazo a la degradación de sus condiciones de vida, como al trabajador inmigrante de cualquier país africano que trabaja en condiciones precarias en las ciudades europeas. Una concepción de la hegemonía en los términos de lucha cultural gradual es totalmente impotente frente a un cuadro como éste. Pero por otra parte, se demuestra que la dinámica objetiva de la crisis, no necesariamente produce procesos revolucionarios, porque no hay una correspondencia mecánica entre los procesos económicos y los políticos. En este sentido, frente a la crisis del movimiento obrero tradicional agrupado en los sindicatos burocratizados e integrados al Estado, y contra cierta izquierda quejumbrosa que centra sus críticas en el “atraso” de la clase obrera sin cuestionar su propia práctica, es necesario plantear una estrategia marxista que contemple tanto la cuestión de la hegemonía, es decir que la clase obrera levante las demandas de todos los sectores oprimidos, en lugar de actuar como un sector corporativo, como la de la revolución permanente, es decir, no buscar salidas intermedias sino el desarrollo hasta el final de las luchas que comienzan por demandas democráticas o parciales, y si no se dirigen hacia el objetivo del poder de la clase trabajadora son derrotadas, como pasó en Egipto y a otro nivel en Grecia. Es decir, se plantea en toda su vigencia dramática la cuestión de la hegemonía obrera como central para pensar la actualidad de la revolución permanente.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=219267

Imagen: http://www.gramscimania.info.ve/2015/12/o-renascimento-milagroso-de-antonio.html

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El secuestro de la mente y la paradoja de internet

Por: José María Agüera Lorente

Este año se cumplen diez de la publicación del libro El secuestro de la mente. Supe de él por un alumno que me recomendó su lectura hace años, porque relacionó su contenido –muy atinadamente, por cierto– con una de las cuestiones centrales que conforman la espina dorsal de la reflexión filosófica a lo largo de la historia; a saber: ¿es real todo lo que creemos? Pregunta en la que se imbrican ontología y epistemología inextricablemente, presente ya en la alegoría clásica de la caverna platónica y que en la actualidad sigue tan vigente como siempre.

El autor del susodicho libro es un psiquiatra, el doctor Fernando García de Haro. Al contrario de lo que pudiera pensarse por su profesión, a cuya práctica se dedicó durante la friolera de más de treinta y cinco años, el enfoque que desarrolla de la antes enunciada pregunta no es puramente médico, sino ampliamente filosófico, eso sí, partiendo de los conocimientos disponibles sobre el cerebro y la psicopatología, especialmente del trastorno mental que se conoce como delirio (diríase que en esto sigue a Mario Bunge, para quien –de acuerdo con lo que yo mismo le oí en una conferencia– lo que procede es «primum cognoscere, deinde philosophari»). El delirio es la capacidad de creer enferma, y la creencia, en según qué circunstancias y modos, puede acabar en delirio. En forma de eslogan el doctor García de Haro lo plasma diciendo que «si el delirio es una creencia de origen patológico, la creencia es un delirio de origen cultural». Tal delirio de origen cultural puede desembocar peligrosamente en fanatismo, el cual presenta rasgos que se asemejan a los síntomas característicos de la paranoia (léase el epígrafe titulado «sectas, paranoia, fanatismo y violencia»).

Todo el libro es interesante y está inspirado por un espíritu proveniente tanto del amor al saber que dio vida a la filosofía en sus inicios, como de los principios que engendraron el pensamiento ilustrado. A ambos alude cuando presenta su receta contra «las creencias y sus males», y que se compone de dos ingredientes esenciales: racionalidad y humanismo. Entonces puntualiza: «Esta es una vieja receta que se remonta a los llamados “filósofos griegos” y que se continúa en el Renacimiento, la Ilustración y en la actualidad en formas muy diversas. Parece evidente que sólo el pensamiento racional puede liberar al ser humano del laberinto de las creencias en el que se pierde desde el principio de su existencia sobre la Tierra».

¿Esa liberación tiene asegurado su progreso? Nuestro psiquiatra parece contestar afirmativamente a esta pregunta, y halla un poderoso argumento a favor de su respuesta en el papel que otorga a las nuevas tecnologías en relación con el combate entre racionalidad y creencias. He aquí su tesis: «Las tecnologías de la comunicación, tanto de la información como Internet, la televisión por satélite o los medios de desplazamiento, hacen que las culturas cerradas sean imposibles. Este mundo permeable instala al hombre en una realidad nueva, no fijada por una manera concreta y establecida mediante una creencia de origen divino. El hombre moderno no puede continuar en mundos cerrados y diferentes entre sí por mucho que se empeñen los custodios de las creencias. Este movimiento es imparable».

Por mi parte, tengo razones para no compartir la postura optimista del doctor García de Haro. La primera de ellas es de naturaleza empírica y tiene que ver con el fenómeno del terrosimo yihadista, de rápido y preocupante crecimiento, y que tiene su base en la expansión y asimilación de creencias que pueden desembocar en el fanatismo violento. En el clarificador libro de hace apenas un año titulado Objetivo: califato universal. Claves para comprender el yihadismo, sus autores (Eduardo Martín de Pozuelo, Jordi Bordas y Eduard Yitzhak) se dedican a un preciso y riguroso análisis del fenómeno referido. En el capítulo 7 titulado «la captación: de la mezquita a internet» encontramos la disección de los modos y los medios de los que se sirven los yihadistas para atraer a los jóvenes y convertirlos en adeptos a su causa. En una de sus páginas leemos: «El elemento tecnológico fundamental que marca un antes y un después en el proselitismo radical gira en torno a internet, las redes sociales y las grandes redes mediáticas que las organizaciones terroristas yihadistas del siglo XXI tienen a su disposición».

Esas organizaciones cuentan con agencias de información que se sirven muy eficientemente del mundo virtual con dos intenciones básicas: una es publicitaria y de propaganda; la otra es la captación, reclutamiento y adoctrinamiento de simpatizantes de todo el mundo. Mediante la red también informan y entrenan militarmente a quienes convierten en armas vivientes al servicio de sus siniestros propósitos.

Los autores del libro describen, a través de casos reales, cómo jóvenes europeos –por lo demás aparentemente «normales»– que muestran indicios de predisposición a la radicalización son contactados y sometidos a un auténtico aislamiento cultural y lavado de cerebro sectario que en muchos casos no serían factibles –y, desde luego, no serían tan efectivos– sin la herramienta de internet. Ésta es imprescindible en el terrorismo global del siglo XXI para inocular y activar en la psique el germen del fanatismo, que requiere la comunicación de las creencias radicales. Se trata de radicalizaciones urgentes, porque se llevan a cabo en lapsos de tiempo que se cuentan más bien por semanas que por meses.

Hay un momento decisivo en el proceso de captación. Tras haber conseguido atraer la atención del potencial recluta en las redes sociales mediante mensajes generales, y una vez discriminados los más susceptibles, los captadores los conducen a espacios virtuales más privados. Chats, grupos de whatsapp y otros recursos nuevos diseñados por los propios especialistas de la organización terrorista, que son objeto de menos vigilancia por parte de los grupos especializados de la policía, constituyen el espacio en el que se somete, sobre todo a los jóvenes, a mensajes de gran poder seductor que, a la postre, consiguen el secuestro de sus mentes, es decir, su desconexión de todo lo que hasta ese momento conformaba su mundo. Por último, llegará el contacto personal.

Como se ve, internet no es aquí la tecnología del librepensamiento, sino, muy al contrario, el medio de cultivar y extender el fanatismo, mal que le pese al doctor García de Haro. Se trata de toda una paradoja que el politólogo Benjamin Barber reconoce de la siguiente forma: «Estamos ante la grotesca situación de que gente pone “me gusta” en sitios de la web donde se ven decapitaciones. ¡Estamos ante el movimiento simultáneamente más moderno y más reaccionario de la historia! Están intentando destruir Occidente en parte debido a su modernidad y su tecnología pero al mismo tiempo son creaciones de la tecnología moderna, y dependen de ella íntimamente para generar miedo y odio».

No, las nuevas tecnologías por sí mismas no nos salvarán del delirio latente en las creencias irracionales. Es más, según lo dicho hasta ahora, hay que estar alerta ante su alto poder de sugestión. El universo de las pantallas puede crear auténticos mundos solipsistas que, sin darnos cuenta, nos aíslen de la realidad, ese lugar en el que nos hallamos con lo otro, y en el que hemos de convivir, lo que se hace imposible si nos enclaustramos en nuestros mundos privados.

El diálogo es imprescindible para el encuentro en el espacio objetivo de la realidad. Las redes sociales parecen, en principio, potentes recursos tecnológicos que incrementan esa capacidad nuestra de diálogo, pero hay quien detecta una deriva contraproducente en las innovaciones relativas al procesamiento de los big data incorporadas en los últimos años. En este sentido va la advertencia del activista de internet Eli Pariser, que se plasma en su teoría de la burbuja de filtros. De acuerdo con ella, existe una tendencia en la red de progresiva personalización de contenidos en los medios digitales, lo que conlleva la creación de una realidad distinta para cada internauta. Los algoritmos de Google o Facebook muestran resultados distintos para cada usuario, en relación a su historial de búsquedas y su comportamiento en la Red. Es por esto que la información que se nos ofrece a través de estos medios es sesgada: la mecánica de los motores de búsqueda hace que sólo seamos receptores de la información que se presupone de nuestro interés. Esos algoritmos acabarán decidiendo por nosotros qué es la realidad siempre en una senda de continua confirmación de nuestras creencias, reduciendo así el margen para la falsación de las mismas (para más detalle véase el vídeo en https://www.youtube.com/watch?v=S0m_nM8Dgng).

En consecuencia, no creo que las nuevas tecnologías por sí mismas tengan el poder de acabar con el efecto alienante de las creencias; pueden, incluso, potenciarlo. Es el sujeto desde la razón el que tiene que someter a esas sus creencias a juicio poniéndolas constantemente a prueba. Internet y los diversos medios digitales ayudan como herramientas que expanden nuestras capacidades cognitivas y su conexión a la realidad en toda su amplitud y diversidad de detalle, quebrantando cuando corresponda, sobre todo, nuestras más queridas expectativas sobre ella.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/el-secuestro-de-la-mente-y-la-paradoja-de-internet/

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Brasil: Secundaristas ocupam 62 escolas públicas contra a reforma de Temer

América del Sur/Brasil/Octubre de 2016/Autor: Cida de Oliveira/Fuente: Rede Brasil Atual

RESUMEN: Los estudiantes de secundaria de Paraná, Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Goiás, Distrito Federal, Mato Grosso, Sao Paulo y Rio Grande do Norte ocupan un total de 62 escuelas estatales y federales en contra de la Medida Provisional (MP) 746 de reforma de la escuela secundaria. Hasta el jueves eran 34. Los datos se han actualizado hoy (8) por la Unión Brasileña de Estudiantes Secundarios (UBE). Ayer por la noche (7) de la Escuela del Estado Caetano de Campos fue ocupada en el centro de Sao Paulo. Escrito por el Ministerio de Educación (MEC), el MP anunció en el último día 22, que exime a la enseñanza de la Filosofía, Sociología, Artes y Educación Física, haciéndolos optativas.

Estudantes secundaristas do Paraná, Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Goiás, Distrito Federal, Mato Grosso, São Paulo e Rio Grande do Norte ocupam um total de 62 escolas estaduais e federais contra a Medida Provisória (MP) 746 que reforma o Ensino Médio. Até quinta-feira eram 34. Os dados foram atualizados hoje (8) pela União Brasileira dos Estudantes Secundaristas (Ubes). Na noite de ontem (7) foi ocupada a Escola Estadual Caetano de Campos, no centro da capital paulista.

De autoria do Ministério da Educação (MEC), a MP anunciada no último dia 22, desobriga o ensino de Filosofia, Sociologia, Artes e Educação Física, tornando-as matérias optativas. Além disso, fragmenta o ensino, permitindo que os estudantes, optem por disciplinas do núcleo comum ou técnico-profissionalizantes.

Para estudantes, professores e movimentos em defesa da educação nacional pública e de qualidade, a MP dialoga com outras medidas do governo Temer em andamento no Congresso, como a PEC 241, que congela investimentos da União, afetando saúde e educação. E também com outras propostas conservadoras, como a da Escola sem Partido, que busca abolir o debate dentro da escola.

É por todas essas razões, conforme estudantes do campus Zona Norte do Instituto Federal do Rio Grande do Norte, na capital Natal, que o prédio está ocupado desde a noite do último dia 28, após deliberação por toda a assembleia. A ocupação simbólica, que não enfrentou resistência da gestão, consiste no pernoite de cerca de 30 estudantes em uma das salas. A administração continua funcionando normalmente, assim como as aulas continuam sendo ministradas.

O que muda, segundo o aluno do período do curso integrado de eletrônica, Junior Miranda, de 17 anos, é que os professores liberam as turmas para participação dos debates que estão sendo promovidos. E que a escola está aberta para toda a comunidade.

«Temos feito debate para esclarecer sobre os projetos em andamento, como a PEC 241, que afeta o ensino. São informações que a população não recebe, que não entende. Temos visto pessoas com graduação, que ainda não haviam entendido o conteúdo dessas medidas», conta o estudante.

Júnior conta que normalmente passa o dia todo e parte da noite na escola, estudando e participando de outras atividades. «O campus tem dez anos e vem dessa ampliação do governo Lula. Antes não tínhamos escolas como essa, que mudou a vida da comunidade e valorizou o bairro, que ganhou importância. Temos colegas aqui que já participaram de mostras estudantis em Portugal, França, Romênia, para apresentar os projetos que desenvolveram aqui. Muitos alunos têm bolsa de iniciação científica e ajuda para o transporte e alimentação. Se não fosse a escola, como seria a vida desses estudantes?», questiona.

Conforme o secundarista, o orçamento para o ano que vem é menor que o aplicado em 2014, quando havia menos alunos que atualmente. «Como manter a escola funcionando em manter o auxílio-permanência a esses alunos que necessitam? A demanda é grande mas a escola é a salvação para os estudantes, o ensino é libertador, muda as realidades. É para melhorar a qualidade da educação pública que estamos ocupando. Não podemos permitir que nos tirem essa conquista», diz. «A palavra de ordem é: se a PEC passar, o país vai parar. E vai. A luta é para manter e ampliar direitos».

Fuente: http://www.redebrasilatual.com.br/educacao/2016/10/contra-a-reforma-do-ensino-de-temer-56-colegios-publicos-estao-ocupados-7957.html

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Historicidad de los signos y símbolos comunicacionales

América del Sur/Venezuela/Octubre 2016/Nelly Blanco Uzcanga/

 

En la necesidad de interpretar y comprender un poco sobre la comunicación escrita,  se transita en la eterna aventura de los signos y símbolos comunicacionales, lo cual permite un conocimiento desde el mundo antiguo, tomando como referente algunos eruditos, estudiosos, pensadores, filósofos, teóricos de tal manera que,  al relacionar y comparar, respondan a las interrogantes: ¿cómo se produce las construcciones entre los sentidos y la escritura? ¿Qué sucede con razón y mente humana?, ¿cómo determinamos  el tiempo en la historia ?.

 Uno de los hábitos intelectuales vinculados con la escritura alfabética griega durante siglos, fue la escritura continua, es decir, sin espacios entre palabras, trayendo como consecuencia la hegemonía de lo visual sobre lo auditivo, y la simplificación del concepto de tiempo en Occidente, como tiempo lineal, y además uniforme, matemático, sucesivo y continuo.

El afán de racionalizar el tiempo y representarlo de esta manera, hicieron integrarlo en un movimiento globalizante, el de la razón y el progreso. En tal sentido, Foucault (1972) señala: La razón no puede apropiarse de lo que la desborda y la confinará siempre en límites estrechos.

En este sentido las construcciones del tiempo son construcciones sociales y provienen de discursos diferentes que irrumpen en ciertos periodos. En lo interno de esos discursos, enunciados y prácticas existen temporalidades construidas de tal o cual manera. Por tanto, hay formas de decir y de contar un acontecimiento, pero son diversas en función de los diferentes discursos.De allí surgen los sesgos a que ha sido sometido el tiempo en Occidente, como tiempo lineal y continúo.

El Esencialismo contempla las cosas no por lo que aparentan ser, sino por lo que se cree son en el fondo. Considera que tras todo lo existente hay una causa invisible, que ordena, alienta y vitalizar las formas que obran en el devenir físico.

En razón de este principio filosófico que estructura la vida intelectual de Occidente, el tiempo se asume como tiempo uniforme, y no adquiere así el sabor del acontecimiento, ni mucho menos es teñido por él. No sólo nos compete el tiempo del reloj hay además un tiempo emocional, inclusive, gobernado por nuestras pasiones, como constatamos a diario.

El encriptamiento de la escritura alfabética durante 1500 años o más, contribuyó al forjar el hábito del pensamiento causal. No obstante este fenómeno no es universal, abundan ejemplos que contrastan con esta idea, es el caso de la escritura ideográfico de los chinos que obliga a la recontextualización en el mundo del lector de los signos descontextualizados previamente por el autor.

En contrapartida a esta idea surge el estructuralismo, o si se quiere decir, el punto de vista holístico, rizomático Deleuze y Guattari (1972) , la hermenéutica y la desconstrucción, en sintonía con el arte, que propugnan alejarse de la concepción mecánica del intelecto.

Si el léxico de turno prefigura nuestra construcción de mundo, lo hace de manera interina, en la medida que las transformaciones sociales, la reflexión de los pensadores, la obra de los artistas, llevaría a la resignificación de las palabras, y en definitiva, el surgimiento de nuevos léxicos, en el marco de una dialéctica lenguaje-sociedad.

El mundo que reencuentran pensadores sería el mismo que habitan los poetas, en el que no hay universales sino diferencias, la conversación, la lectura, operan como provocación; mundo en el que el espacio no es uniforme ni el tiempo tampoco, y que, en definitiva, estaría regido por ontologías alternativas. Nietzsche ( 1975 ).

Historicity of signs and symbols communication
South América  / Venezuela/ October 2016 / Nelly BlancoUzcanga /

The need to interpret and understand a little about teaching – learning, it travels in the eternal adventure of signs and communication symbols, which allows a view or knowledge from the ancient world, taking as reference scholars, scholar, thinker, philosopher, theorists such that by relating and comparing respond to questions how the buildings between the senses and writing occurs? What about reason and human mind ?, how do we determine the time in history? . a little to approach states that:

 One of the intellectual habits linked with Greek alphabetic writing for centuries, was the continuous writing, ie, without spaces between words, bringing consequently the hegemony of the visual over the auditory, and simplifying the concept of time in the West, as linear, and also uniform, mathematician, successive and continuous time.

The desire to rationalize time and represent thus made integrate in a globalizing movement, reason and progress. In this sense, Foucault (1972) states: Reason can not appropriate what overflows and always be confined within narrow limits.

In this sense the constructions of time are social constructs and come from different speeches that burst in certain periods. Internally of these speeches, statements and practices are time frames constructed in such a way. Therefore, there are ways of saying and telling an event, but they are different depending on the different biases arise discursos.De there has been subjected to time in the West, as linear and continuous time.

Essentialism includes things not for what they seem, but what are believed in the background. He considers that all that exists there is an invisible cause, ordering, encourages and vitalize the forms that appear in the physical evolution.

Because of this philosophical principle that structures the intellectual life of the West, time is assumed as uniform time, and not acquired the taste of the event, much less is colored by it. Not only concerns us clock time there is also an emotional time, including, ruled by our passions, as we find daily.

The encryption of alphabetic writing for 1500 years or more, contributed to forge the habit of causal thinking. However this phenomenon is not universal, there are many examples which contradict this idea, it is the case of ideographic writing of the Chinese forces in the world recontextualisation reader decontextualized signs previously by the author.

In contrast to this idea structuralism arises, or if you want to say, the holistic point of view, rizomático Deleuze and Guattari (1972), hermeneutics and deconstruction, in line with art, advocating away from the mechanical conception of the intellect .

If the lexicon of turn prefigures our building world, it makes an interim basis, to the extent that social transformations, reflection of thinkers, the work of artists, lead to the redefinition of words, and ultimately, emergence of new lexicons, as part of a dialectic language and society.

The world thinkers would meet again inhabiting the same poets, in which there are no universal but differences, conversation, reading, operate as a provocation; world where space is neither uniform nor time either, and that, ultimately, would be governed by alternative ontologies. Nietzsche ( 1975).

Referencias

Deleuze, Gilles & Guattari, Félix (1972). Capitalisme et Schizophrénie 1. L’Anti-Œdipe. París

Foucault, Michel. (1972) El orden del discurso. Argentina. Buenos Aires.  Tusquets Editores.

Nietzsche F. la (  1975 ).La geneología de la moral. España.Madrid.

Fuente : Enviado por la autora.

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/6QjBc_3UqEBsRelbhtUeXfklVpV0MPafG25DvUmTzqWWP4-RSkUuBsCAfwIXzPCcWioY=s85

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