La ruleta como herramienta educativa

Por: Educación 3.0

Los docentes Jorge Paredes y Laura Díaz explican las ventajas de emplear el juego de la ruleta como herramienta educativa en las aulas de Infantil y Primaria, a la vez que aportan ideas prácticas para llevarlo a cabo.

Digitales, interactivos, gráficos, didácticos, de entretenimiento… Existen miles de recursos educativos, entre los que también se encuentran materiales convencionales que pueden ser excelentes herramientas educativas. Una simple ruleta como herramienta educativa, ya sea de madera, plástico o de cualquier otro tipo de material, nos ofrece un sinfín de posibilidades en las programaciones didácticas.

¿Por qué utilizar la ruleta en nuestras clases?

Se basa en considerar este material como un potente instrumento educativo ya que es una manera sencilla, a la vez que original, de abordar el currículo de las diferentes áreas de una forma innovadora, creativa y diferente.

Además, resulta atractivo para los estudiantes, ya que aporta un elemento motivador que es el denominado factor suerte y azar. Por todo esto, podemos considerarla como una herramienta que ayuda al desarrollo global del alumnado en todos sus ámbitos: a nivel físico (motricidad), cognitivo (agilidad mental, resolución de problemas…), social y afectivo (participación, habilidades sociales, constancia, juego en equipo, autonomía…). Se consigue así en el discente favorecer la comprensión y aceptación de las diferentes reglas de cada una de las actividades (existen unas normas que hay que respetar para no quedar fuera del juego).

¿Cómo utilizarla en nuestras aulas?

ruleta como herramienta educativa

La ruleta se introduce para abordar contenidos de las diferentes áreas o materias de aprendizaje en todas las etapas educativas. Por ejemplo, es posible utilizarla en Lengua en la etapa de Primaria para trabajar los cuatro grandes bloques como son la expresión oral, escrita, ortografía y gramática y lectura.

  • Para el juego de las tarjetas numeradas: la ruleta tiene cada uno de los apartados numerados, por tanto, el juego consiste en hacerla girar y según el número que nos indica la flecha, coger la tarjeta correspondiente y representarla mediante la comunicación oral. Ejemplos son deseos, películas, actividades que les gusta hacer, anécdotas…
  • Con iconos de objetos: en cada apartado de la ruleta se engancha un círculo que contiene un objeto. Se gira tres veces y con los tres elementos que nos salgan explicamos y/o inventamos una historia.
  • Ruleta de las letras: se engancha una letra en cada apartado de la ruleta. La actividad tiene la misma dinámica que la anterior, pero esta vez son los alumnos quienes tienen que pensar tres objetos para su historia cuya inicial sea la letra que les ha tocado.

Si pasamos al bloque de la expresión escrita, indicar que sirven cualquiera de las actividades indicadas anteriormente para la expresión oral. Por ejemplo, a partir de los tres iconos seleccionados por la ruleta pueden realizar una redacción. Otra de las opciones es trabajar las diferentes tipologías textuales (narrativa, descriptiva…), y una vez redactado el texto es posible potenciar tanto la lectura como la ortografía y la gramática (las reglas de acentuación, sinónimos, composición de palabras…).

ruleta como herramienta educativa

En el área de Matemáticas la podemos utilizar para el cálculo, los números romanos, los decimales, positivos y negativos, las medidas (de longitud, capacidad, peso y tiempo), figuras, rectas, ángulos…

En Educación Infantil

En esta etapa las áreas de aprendizaje globalizadas ofrecen la posibilidad de poder usar la ruleta en diferentes ámbitos teniendo siempre presente qué contenidos necesitamos reforzar o introducir, adaptándonos siempre a la realidad del aula, de nuestro alumnado y de los diferentes ritmos de aprendizaje.

Algunas de las actividades podrían ser las siguientes:

  • Juego para incentivar el inicio de la lectoescritura: girar la ruleta tres veces y formar una frase escrita usando las palabras que salen.
  • Para trabajar la conciencia fonológica: se disponen las letras del abecedario en cada apartado de la ruleta, al girarla tenemos que buscar palabras que inicien, que acaben o que contengan la letra correspondiente. También podemos aprovechar la misma actividad para conocer las letras que componen nuestro nombre, es decir, buscar si nuestro nombre contiene la letra que ha tocado al azar o qué compañeros sí la tienen en su nombre.
  • Para conocer el cuerpo humano. Pegando imágenes correspondientes las partes del cuerpo. Cada vez que gira, tenemos que tocarnos esta parte del cuerpo, así trabajamos la asociación y conocimiento de sí mismos, así como el vocabulario correspondiente.
  • Desplazamientos o movimientos según la ruleta nos indique: imitando algún animal, con alguna parte del cuerpo (a la pata coja, usando solo los brazos…), usando diferentes conceptos (rápido, lento…).
  • Para trabajar la estimulación del lenguaje: podemos disponer alrededor de la ruleta diferentes onomatopeyas para que las vayan reproduciendo.

Y como vemos, las posibilidades son muy extensas y abarcan cualquier ámbito del área de aprendizaje en el que queramos profundizar.

También se pueden buscar actividades relacionadas con los contenidos que estamos trabajando: buscar simetrías de imágenes, asociación de oficios con las herramientas de trabajo, juego para el reconocimiento de los colores, operaciones matemáticas sencillas, juegos de mesa como el bingo…

En definitiva, la ruleta educativa es una dinámica fácil y divertida que despierta la curiosidad del alumnado para ayudarle a alcanzar y adquirir los diferentes bloques de contenidos de las diferentes áreas o materias. Además, sirve para fomentar hábitos de cooperación, convivencia y de trabajo en equipo.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/ruleta-herramienta-educativa/

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Murió el argentino Mario Bunge, Premio Príncipe de Asturias en 1982

América del Sur/ Argentina/ 25.02.2020/ Fuente: www.lanacion.com.ar.

meses de haber cumplido cien años, anoche, en un hospital de Montreal, falleció el argentino Mario Bungefísico y filósofo, quien desde hacía años vivía en Canadá y quien durante toda su carrera fue reconocido por sus trabajos, se defensa del realismo científico y su lucha contra las pseudociencias.

La noticia fue confirmada por el diario El País, que estuvo en contacto con fuentes cercanas de su familia. Bunge vivía en esa ciudad desde 1966. En Argentina comenzó su carrera en la Universidad de La Plata, donde fue profesor de física teórica y filosofía. Tras ello dictó clases en la Universidad de Buenos Aires. En la actualidad era profesor de lógica y metafísica en la Universidad McGill.

Escribió cerca de 70 libros y combatió aquellas áreas en las que no creía, como el psicoanálisis y las medicinas alternativas. Publicó más de quinientos artículos y fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades y Comunicación en 1982 por la influencia internacional de su filosofía.

Además, fue distinguido con más de veinte doctorados honoris causa y cuatro profesorados honorarios en universidades europeas y americanas. En términos políticos, defendía el socialismo entendido como cooperativismo pero estaba en contra del socialismo soviético y del populismo.

Su vida

Bunge nació en el Gran Buenos Aires el 21 de septiembre de 1919. Estudió física y matemática en la Universidad Nacional de La Plata. Casi veinte años después, en 1938, fundó y dirigió la Universidad Obrera Argentina, que llegó a tener más de 3000 estudiantes antes de ser clausurada.

También creó la revista de filosofía Minerva (1944-45) y cocreó la Asociación Rioplatense de Lógica y Filosofía Científica (1956), de la que fue presidente.

Irrumpió como autor en 1959 en el campo de la Teoría de la Ciencia con su obra Causality: The Place of the Causal Principle in Modern Science, traducida a siete idiomas, y en la que defiende un principio ampliado del determinismo en la ciencia moderna, de acuerdo con lo publicado por la agencia Télam.

Entre sus libros más reconocidos se encuentran La ciencia, su método y su filosofía, de 1960, donde explica las bases del método científico, y los ocho volúmenes de Tratado de filosofía básica.

Desde 1969 y hasta 1989 Bunge trabajó en la construcción de un sistema filosófico que abarca la ontología, la semántica, la teoría del conocimiento, la filosofía de la ciencia y de la tecnología, la teoría de valores y la ética.

En 2009 recibió el Guggenheim Fellowship y en 2014 el Premio Ludwig von Bertalanffy. Ese mismo año publicó una autobiografía de casi 400 páginas: Memorias. Entre dos mundos, en la que repasó su vida y su obra con el estilo ameno, directo y frontal que lo caracterizaba.

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