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Educação para a Cidadania Democrática em Angola – Contributos para o Bem-Estar Social e Escolar

Africa/2015/Angola//Fuente: Embaixa da Republica de Angola em Portugal

Link: (http://www.embaixadadeangola.pt)

Resumo: A finales de noviembre del 2015, tuvo lugar la Presentación del Libro Educación para la ciudadanía democrática en Angola. Contribuciones para un bien estar social y escolar, cuya autoría es de la Prof. Doctora Amelia Cazalma.

No âmbito dos 40 anos da Independência de Angola, teve lugar na Embaixada de Angola, o lançamento do livro ‘Educação para a Cidadania Democrática em Angola – Contributos para o Bem-Estar Social e Escolar’, da autoria da Prof. Doutora Amélia Cazalma

O livro identifica documentos estratégicos que mostram a preocupação com o melhoramento da vida das comunidades, da educação e bem-estar social, o cumprimento das metas preconizadas pelos Objectivos do Milénio, as orientações gerais das políticas e das reformas de educação para a cidadania e os programas educativos e formativos sobre a educação para a cidadania democrática, promovidos pelo Executivo, nomeadamente através da Presidência da República, Ministérios do Interior, Família e Promoção da Mulher, Ciência e Tecnologia, Ambiente e Planeamento.

A Prof. Amélia Cazalma afirma. “Sinto-me extremamente orgulhosa por o meu livro estar inserido nas comemorações dos 40 anos de independência do nosso país. Este livro é direccionado pelo mundo afora, para o cidadão planetário, não apenas para Angola. Cidadania é responsabilidade individual e colectiva, não é apenas esperar pelo estado, mas sim nós fazermos por nós e pelos outros. O livro é para um público mundial, sendo mais um contributo para a educação”

Esta visão de cidadania de Prof. Amélia Cazalma identifica os conceitos de igualdade, de direitos humanos, uma cidadania axiológica. E dá resposta a um dos maiores desideratos do mundo da psicologia contemporânea.

Editora:Keyla Isabel Cañizales

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Construir la paz en momentos de violencia

En Burundi germina una nueva generación de paz

El Pais, Septiembre 2015

Educación, el arma del futuro

“La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”, decía Nelson Mandela. Facilitar el acceso a la educación se considera clave para la integración en la sociedad. “Quiero ir a la escuela. No quiero mendigar más”, le dice uno de los niños a Teddy mientras, junto a otros miembros de New Generation, hacen una ronda nocturna por Bujumbura para repartir comida a los cientos de menores que se acumulan en cada esquina. “Casi todos ellos quieren estudiar. Tienen una sed de aprendizaje brutal y saben que la educación les puede sacar de la calle y darles una vida digna. Pero New Generation no da abasto. Nos hace falta más espacio, más camas, más dinero para becar a los estudiantes en secundaria y en la universidad”, reconoce el trabajador de la organización.

Según datos de las Naciones Unidas, las tasas de alfabetización en Burundi pasaron del 59% al 96% del 2005 al 2011. Sin embargo, según el mismo informe, la mitad de los estudiantes deja la escuela antes de terminar la primaria y solamente el 41% empezarían secundaria. “Nosotros, a parte de facilitarles ir a la escuela, les suministramos comida siempre que podemos, porque el tiempo que dejan de estar mendigando en la calle se tiene que compensar con lo que ganarían estando en ella”, dice Dieudonné. Pero su mayor logro no es el de facilitar una continuidad en la educación primaria y secundaria, sino el de ofrecer educación en valores.

Fuente:
elpais.com/elpais/2015/09/02/planeta_futuro/1441191608_188094.html

Editor y/o Editora: Lermit Rosell Puche

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La Educación de la Memoria: El Caso del Currículo Greco-Chipriota

Chipre/Universidad de Chipre y Universidad Europea de Chipre, 2010. Edición: Enero, 2016 /Autores: Miranda Christou y Stavroula Philippou/ Traducción: José María Pérez Agote.

La Memoria Colectiva Educada y el “Yo No Olvido” Chipriota

Educando la Memoria Colectiva

El material curricular que corresponde con el objetivo del lema “Yo no olvido” se usa en el contexto de muchas materias escolares y no se adscribe a ningún curso en particular. Los educadores aprovechan cualquier oportunidad para sacar a colación el problema de la ocupación, bien a través del tema de /Arbor Week /–en referencia a los recursos naturales de la parte ocupada–, bien a través de /Easter Week /(Semana de Pascua) –la ocupación de Chipre comparada con la pasión y crucifixión de Cristo–. El lema “yo no olvido” aparece como objetivo primordial al comienzo de cada curso académico y permea todos los aspectos del curriculum al actuar como un asunto cultural actual que afecta la vida de todos los greco-chipriotas en lugar de hacerlo como un lejano suceso histórico. Todas las circulares del Ministerio de Educación y Cultura que se leen habitualmente a los escolares hacen alusión directa al año 1974. Por ejemplo, en el discurso inaugural del curso en septiembre de 2006 el ministro se dirigía a estudiantes y docentes en estos términos: “En las difíciles condiciones del mundo en este siglo XXI, nuestra tierra libra su propia batalla para lograr, de forma pacífica, la liberación de las tierras ocupadas que, durante más de 32 años, han estado bajo la dominación del Atila turco (el ejército turco)”. También en 2008 el ministro hacía alusiones semejantes: “Desafortunadamente, el comienzo de este nuevo curso encuentra a Chipre aun dividida por la ocupación. Esperemos éste sea el último”.

Finalmente, tanto los concursos de redacción como las exposiciones de arte convocan regularmente a los estudiantes a narrar e ilustrar los padecimientos de 1974: los escolares escriben sobre la belleza de los pueblos ocupados y el dolor de los refugiados; dibujan paisajes pintorescos de zonas que nunca han visitado y retratan el sufrimiento de las madres de desaparecidos. De estos datos surgen dos temas en relación a la cuestión inicial sobre la memoria colectiva y sus contenidos. El primero es el tema de la memoria colectiva como exploración geográfica de áreas ocupadas. El material del “Yo no olvido” se presenta frecuentemente como topografía, centrándose en las zonas de ocupación como paisaje inexplorado. El material del libro se organiza por áreas geográficas, resaltando el carácter único de cada uno de los pueblos y ciudades ocupadas. También es interesante resaltar cómo las fotografías que se incluyen sobre la zona ocupada datan de comienzos de los 70 y generalmente presentan paisajes pintorescos sin presencia humana. Esta identificación de la memoria colectiva con la geografía de la zona ocupada también tiene su reflejo en trabajos escolares diseñados en el contexto de este objetivo curricular: por ejemplo, una redacción sobre la belleza de Kyrenia o las tradiciones de Lysi (ambas áreas ocupadas). El énfasis puesto en la dimensión geográfica de las áreas ocupadas refleja la idea de que un ciudadano de Chipre lo es de toda la isla, especialmente aquellos ciudadanos que comparten una afinidad por estos territorios. A los estudiantes se les educa para “recordar” estas zonas tal y cómo miles de refugiados las dejaron atrás en 1974 y se les motiva para que las asocien con el deseo del retorno. Por ejemplo, muchas redacciones y poemas incluyen conversaciones en las que un niño pregunta a qué se debe la tristeza del abuelo y comienza un diálogo sobre el dolor de la pérdida de las personas queridas y de la vida lejos del hogar.

Las zonas ocupadas se representan como las áreas más bellas de la isla, y los refugiados relatan sus vidas anteriores a 1974 como idealizaciones en su sencillo y bello paraíso (Véanse Zetter, 1994, 1999; Dikomitis 2004; Loizos, 1981). En la introducción del libro (D5-6 “Yo no olvido y lucho”) el director de la Educación Primaria escribía: “Nuestros hijos, que (…) no pueden visitar nuestra tierra esclavizada porque los ocupadores han levantado alambradas y dividido nuestra patria, pueden sin embargo, a través de estas redacciones y poesías, viajar mentalmente por los idílicos paisajes y la belleza de nuestra tierra.”

El segundo tema que surge del material “Yo no olvido” es el acento en las tradiciones de Chipre a través de la memoria de las zonas ocupadas. Muchas de las redacciones presentadas en el libro “Yo no olvido” incluyen información sobre tradiciones en los pueblos y aldeas que ya no se practican hoy en día. Por ejemplo, el libro de educación secundaria (D7-9) incluye rimas populares cantadas por agricultores cuando los campos de trigo tenían que ser recolectados a mano, juegos a los que los niños solían jugar y técnicas de tejer artesanales. Todas estas historias no se presentan solo como tradiciones, sino como tradiciones que tienen su raíz en las zonas ocupadas y que, por tanto, han de ser preservadas junto con la memoria de la tierra perdida. Además, y más allá de la información proporcionada sobre los pueblos ocupados y las tradiciones del pasado, el curriculum “Yo no olvido” tiene una dimensión marcadamente emocional, al centrarse en el sufrimiento provocado por la invasión turca de 1974. Por ejemplo, los retratos presentados en el libro “Yo entiendo, lucho y no olvido” (D1-2), escrito para niños de entre 6 y 7 años, presentan a adultos a menudo llorando o muy tristes y sólo los presentan alegres cuando aparecen habitando aquellos pueblos que ahora están ocupados; y de esta misma manera también representan a niños que en su tristeza conectan con el sufrimiento adulto.

El lema “Yo no olvido” no es solamente, por tanto, una llamada al recuerdo de las zonas ocupadas sino también a identificarse con aquellos que han perdido seres queridos o han tenido que abandonar su hogar. Ser un buen Ciudadano equivale a comprometerse en la lucha por el recuerdo del desastre de 1974 y a mantener vivo el deseo de retorno a la tierra ocupada. En este sentido, el objetivo curricular del “Yo no olvido”  es una forma de educación afectiva para la ciudadanía en la que el trauma de 1974 define al “buen chipriota” como el ciudadano que no olvida y que cree que un día “nosotros” podremos regresar a esta parte de la isla.

Comentario del editor: El siguiente aparte “Educando la Memoria”, es un fragmento del artículo “La Educación de la Memoria en la Formación del Ciudadano: El Caso del Curriculum Greco-Chipriota”, escrito por Miranda Christou y Stavroula Philippou en el 2010 y traducido al español por José Pérez Agote. Artículo que en esencia recoge un programa educativo desarrollado en Chipre, vigorizando el rescate de la memoria histórica como soporte para la formación de la ciudadanía chipriota, partiendo de No Olvidar lo que fue la invasión turca. Programa intitulado “YO NO OLVIDO” basado en una serie de libros, al estilo de lo que en Venezuela se ha denominado la “Colección Bicentenario”. Los libros “Yo No Olvido” son utilizados en diferentes niveles de la educación en Chipre. Estos libros de Miranda y Stravroula, ambos personal docente de la universidad de Chipre, los explican y analizan. Para mayor información pueden leer el artículo completo en el link al final anotado y pueden contactar a Miranda y Stravroula a través de: (miranda.christou@ucy.ac.cy), (s.philippou@ucy.ac.cy). Nos conduce a preguntarnos, en el resto del continente europeo y en el mundo, ¿dónde están los Yo no Olvido en el currículo que administramos?, ¿cómo rescatar la memoria histórica en los contenidos / procesos educativos y su adecuación en los distintos niveles?

Fuentes: Revista: Política y Sociedad, 2010, Vol. 47 Núm. 2: 121-132

https://revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/download/…/21620

Editor: Alí Marcano. Coord. CNIE-Estado Sucre (Venezuela). Zapatero y Campesino devenido en Profesor de Historia (Jubilado MPPE). TSU en RR.II, Especialista en Andragogía, MSc. en Geohistoria, Doctorante en Cs. de la Educación (en desarrollo de tesis). Docente contratado nivel Postgrado UPEL-IPMALA.

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Descubriendo los Derechos del Niño en Mónaco

A pesar de ser el segundo país más pequeño del mundo, Mónaco tiene el PIB per cápita más alto de todos. Según reporta Alice Chatelet, el gran desarrollo económico y la excelente infraestructura proporcionan servicios médicos y educativos de primera clase, además de todas las ventajas que se pueden esperar de una sociedad desarrollada y estable. La gran mayoría de la población está establecida en las zonas urbanas, y todos los niños tienen acceso a los servicios primarios de salud y educación. Un bajo crecimiento demográfico y en particular una tasa de natalidad más baja que la media de la Unión Europa explican por qué Mónaco tiene pocos niños. Solo el 12% de la población son menores de 14 años, y el 2% menores de 5. (más…)

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