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En nuestros cuerpos habita la lucha antirracista

Por:  Zur

 

El pasado 4 de julio, las mujeres del Bloque Antirracista convocaron a una movilizaron en Gonzalo Ramirez y Yaro, en repudio al racismo en Uruguay, en la región y en el mundo, porque el colonialismo se dibuja de múltiples formas y porque no quieren que otres hablen por  y en nombre de elles.Compartimos la proclama colectiva leída en la actividad y la cobertura fotográfica de Rebelarte.


«Desde el Bloque Antirracista nos pronunciamos en contra de toda práctica racista, estructural, institucional y simbólica en Uruguay y en la región.

El pasado 25 de mayo de 2020, en la ciudad de Mineápolis, Minniesota (Estados Unidos), George Floyd fue asesinado como resultado de su arresto por parte de cuatro policías locales. Se le detuvo por la sospecha de haber utilizado un billete de 20 dólares falso. George era inocente, tenía 46 años.

Este actuar policial remite a casos anteriores como el caso de Breonna Tylor, el 13 de marzo 2020, de 26 años, técnica en emergencias médicas. Recibió 8 disparos, cuando los agentes ingresaron a su departamento en Kentuchy. Estaban realizando una orden de allanamiento por una investigación de drogas en su edificio, no encontraron nada.

No son casos aislados: basta investigar sucesos para darse cuenta que las manifestaciones de discriminación racial que vivimos les afrodescendientes no son anecdóticas sino que tejen relatos de una historia de violencia estructural, de larga data y sumamente legitimada en las formas de hacer política a nivel mundial.

El racismo culpabiliza, restringe,vulnera y mata.

Ser un hombre afro es sinónimo de peligro y desconfianza para la sociedad y para las instituciones, sin embargo, la realidad demuestra que ser un hombre negro implica estar más expuesto a riesgos, amenazas y represión de toda índole. En concreto, la represión policial se ceba con ellos y la presunción de inocencia no se aplica. Se les trata como culpables en todo momento y se les niegan sus derechos humanos.

El racismo cosifica, violenta, viola y mata.

Ser mujer afro es sumar a lo anterior un fetichismo exacerbado de nuestros cuerpos a través de una hiper sexualización y un despojo continuo de nuestra condición de personas, cosifi­cándonos y tratándonos como mercancía y objetos, reproduciendo lógicas capitalistas y machistas. Las consecuencias para las mujeres negras, base de la pirámide racial, son demoledoras, las opresiones y la violencia de todo tipo (emocional, sexual, física, económica y política) y desde todas las esferas (sociedad civil, instituciones) cobran más fuerza sobre nuestros cuerpos.

No es casual que sean las mujeres afro, las personas más perseguidas y asesinadas de todes les actores involucrades en los movimientos sociales. Se ejemplifica con los casos de las lideresas asesinadas como castigo ejemplarizante para acallar los movimientos sociales.

Estamos aquí en la calle, haciendo frente a ese racismo cotidiano, a la violencia policial, no sólo la norteamericana, la violencia policial y los crímenes policiales que suceden aquí en Uruguay y en la región. En Brasil tenemos el caso de Mical Silva, joven de 11 años baleado y asesinado en la ciudad de Salvador durante acción de la policía militar en el transcurso de este año, entre otros casos que no hacen más que evidenciar que la vida en dicha región no vale nada, y cuando es racializada se hace más evidente.

Las muertes de mujeres activistas y representantes de movimientos sociales que están siendo asesinadas en Brasil y en la región no pasa desapercibido por nosotres, compañeres de lucha. La muerte más cercana de la socióloga, feminista, política brasileña y militante de los derechos humanos, y concretamente de los derechos de las mujeres negras en Brasil, Marielle Franco, PRESENTE!

Los y las indígenas de nuestra región son otra de las caras de este racismo desmedido, que vienen siendo estigmatizados por muchísimos años y en diferentes planos. Los Pueblos Originarios y regiones donde habitan son los más afectados y más abandonados a suerte en el tratamiento de la pandemia por el COVID 19. Y no sólo por los gobiernos. En la propia población, la «sociedad civilizada» que supieron construir, que haciendo gala de una profunda ignorancia, falta de solidaridad, falta de conciencia de todo tipo, esgrime la excusa del virus para marcar «la diferencia» presentándose a la vieja y macabra lucha de pobres contra
pobres.

Nos imponen su cultura capitalista, cultura de la escasez, estimulando las peores características del ser humano, pretendiendo desalentar los valores vitales con el sentimiento que mejor han sabido sembrar: el miedo.

Este miedo que mueve estrategias políticas, que en Uruguay está cobrando fuerza. La Ley de urgente consideración (LUC) viene por todes.

La falta de un abordaje urgente en violencia de género y sobre las cuerpas racializadas están a la vista.

La Luc está lejos de profundizar sobre las urgencias de las mujeres y las mujeres afro en particular y sobre la violencia que vivimos. En la que también afecta a los y las migrantes que viven en nuestro país.

Nos preocupa cuáles van a ser las formas de violencia policial que vamos a seguir padeciendo con una ley que buscará profundizar la represión y la criminalización de las cuerpas de las mujeres y disidencias, sobre todo porque en este punto habrá un claro retroceso en Derechos Humanos.

Con la nueva Ley de Urgente Consideración (LUC) ¿qué garantías tenemos como mujeres afro si desde siempre hemos sido estigmatizadas? La habilitación de un desmedido y peligroso uso de la fuerza policial es inminente y nos deja desamparadas. Vulnera nuestro derecho a protesta, a manifestarnos libremente, nos criminaliza habilitando la represión con armas de fuego y legitimando la presunción de inocencia de los efectivos policiales.

Desde el Bloque Antirracista condenamos, repudiamos y nos unimos al dolor y las movilizaciones mundiales que están teniendo lugar por el asesinato de Floyd, pero:

Entendemos necesario y urgente que la sociedad uruguaya profundice y se interpele sobre las prácticas relacionadas con el racismo, la xenofobia y la discriminación. ¿Somos conscientes de que en Uruguay hay racismo? ¿Por qué Uruguay se moviliza y manifiesta ante casos de racismo extranjeros y no lo hace ante los casos denunciados en nuestras fronteras y en nuestro país?

Es algo que ineludiblemente hay que revisar, porque si no lo hacemos seguiremos señalando afuera, pero reproduciendo adentro el racismo que se expresa día a día en nuestra sociedad y en el seno del Estado uruguayo.

El primero de este mes, Gustavo Castro Mercada, joven afro, en situación de calle, muere de hipotermia. Le negaron el acceso a un refugio, lo sacan por la fuerza policial. La respuesta fue el aparato represivo del Estado. Esta vida negra, no importa?

Hace unas semanas, un programa radial de importante audiencia, se burla de personas afro de la ciudad de Rivera, llamándolos «africanitos y bahianos», esos dichos y burlas tampoco importan?

En 2018, se realizó una marcha que convocaba por justicia por el maltrato del joven afro con discapacidad en una estación de servicio. En este hecho los propios compañeros de trabajo, maltrataban al joven afro, atándolo y golpeándolo mientras decían «así tratamos a los negros en Uruguay». A esta marcha, MUY POCAS personas tomaron las calles para decir que esta vida negra importa.

Entonces, ¿Cuáles son los casos de racismo que nos conmueven? ¿Cuáles son las vidas que importan? ¿Son las vidas negras de Uruguay?

Repudiamos la represión policial y su consecuente violencia, la criminalización de la pobreza y la violencia étnico racial a la que nos vienen sometiendo los gobiernos neoliberales en la región. Sabemos que nuestras cuerpas racializadas se convierten en objetivo.

Estamos despiertas,estamos en alerta.

Es preciso que escuchen nuestra voz. Esa tarea implica revisar constantemente nuestras prácticas machistas y sobre todo racistas, ya que, sin revisión continuará existiendo la voluntad de que otres hablen por nosotres y en nombre de nosotres. El colonialismo se dibuja de múltiples formas.

Esta acción busca posicionarse ante la lucha antirracista en nuestro territorio, recordando las voces afros, migrantes e indígenas.

Sepan que, donde habitan nuestros cuerpos habita la lucha antirrracista!»

Fuente e imagen:  https://zur.uy/en-nuestros-cuerpos-habita-la-lucha-antirracista-2/

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Seattle: la ciudad rebelde que experimenta vivir sin policía

América/ Estados Unidos/17/06/2020/Autor: Ramiro Giganti/Fuente: ANRed

 

En el marco de las masivas movilizaciones en todo el mundo contra el racismo y la represión policial tras el asesinato de George Floyd, Seattle volvió a ser sede de luchas en innovaciones. La misma ciudad que a finales del siglo pasado fue un símbolo de rebeldía y que dio inicio a las luchas globales durante la cumbre de la OMC en 1999, hoy tiene una zona “libre de policía” ocupada y autogestionada por manifestantes. Donald Trump, enfurecido, amenaza a las autoridades locales con mandar al ejército, mientras una estatua de Lenin permanece erguida en un parque de esa ciudad.

“Se debe terminar la toma de Seattle ahora!” Donald Trump.

Parte de la ciudad se encuentra tomada por manifestantes. Zonas “Libre de policías” dan su entrada rodeadas de barricadas. En su interior predominan los murales y la variedad de colores. Se autogestionan recursos y se realizan proyecciones en la calle.

Luego de otra movilización, un grupo de manifestantes se hicieron con el control de una zona del barrio de Capitol Hill, la que fue denominada como “zona autónoma”. Pusieron barricadas en las calles e instalaron carpas para medicinas y alimentos. Los manifestantes en Seattle pidieron reformas policiales (en algunos casos directamente su desmantelamiento), además de medidas en educación, laborales y de reinserción en las prisiones. La zona ocupada de Seattle, había sido escenario de continuos enfrentamientos a la represión policial desde que comenzaron las protestas. Allí surgió el CHAZ (Capitol Hill Autonomous Zone).

“Estas entrando al libre Cap Hill” dice el cartel en uno de lso accesos a la zona libre. Foto: David Ryder/Getty Images

La zona abarca varias cuadras del barrio Capitol Hill, donde docenas de personas acuden para escuchar a los oradores que piden una reforma policial, justicia racial y compensación para los grupos de indígenas norteamericanos en cuyas tierras se fundó la ciudad de Seattle. Los vecinos buscan mostrar un ejemplo de una comunidad sin policía y tienen tres demandas: retirarle fondos a la policía, usar ese dinero para invertir en servicios y salud comunitaria y retirar los cargos penales contra los manifestantes.

Durante el fin de semana, la policía había sido muy criticada por los miembros del ayuntamiento y otros funcionarios electos. Desde que la policía moderó sus tácticas, las manifestaciones fueron en su mayoría pacíficas. En los primeros días de movilizaciones tras el asesinato de George Floyd, la policía intento detener a un manifestante apoyando la rodilla sobre su cuello de la misma manera que Derek Chauvin había asesinado a Floyd, mientras eso ocurría era filmado y repudiado por manifestantes. Ante la presión, pocos segundos después, retiró su rodilla.

Mientras tanto crece la tensión entre Donald Trump y los gobiernos regionales que son de distinto signo político (Demócratas). Mientras el presidente enfurecido amenaza con mandar al ejercito y hace pública su bronca en redes sociales, tanto la alcaldesa de Seattle como otras autoridades regionales se encuentran en una situación ambigua, por la presión de su población y la incapacidad para dar soluciones de fondo.

El candidato presidencias por el parido demócrata Joe Biden se pronunció a favor de pequeñas modificaciones en el ejercicio represivo con el fin de salvar a la institución. En esa contradicción se encuentra el partido que perdió las elecciones frente a Donald Trump, algo que no sucedió en Seattle, donde tampoco Clinton había sido la preferida de los demócratas ya que había sido derrotada de manera aplastante por Bernie Sanders en las primarias.

Seattle es también un foco rebelde  en relación al bipartidismo que predomina en Estados Unidos. Desde 2014  Kshama Sawant es concejal de la ciudad habiendo logrado un hecho histórico en las elecciones de 2013: fue la primera vez que una candidatura abiertamente socialista logra una banca en décadas. Sawant logró continuidad en las elecciones siguientes, y actualmente es parte de los debates institucionales en la ciudad. Actualmente Trump sostiene que “la ciudad está ocupada por anarquistas”.

Mientras desde el gobierno local y la policía intentan generar divisiones entre manifestantes criminalizando a un sector, Sawant refutó el jueves las versiones de que los manifestantes están recurriendo a la violencia o la intimidación en el área de Capitol Hill, y dijo que era más como una especie de festival callejero con discusiones políticas y percusionistas. “La derecha ha estado propagando rumores de que hay algún tipo de ilegalidad y crimen en la Zona Autónoma de Capitol Hill, pero es exactamente lo contrario a eso”, declaró. La concejal agregó que quiere que la comisaría se “convierta en un recurso público que realmente será útil para la sociedad”.

Tres décadas en rebeldía

“Si alguno de ustedes, de alguna manera, odia a los homosexuales, a la gente de diferente color o a las mujeres, háganos un favor: déjenos en paz. No vengan a nuestros shows y no compren nuestros discos” Kurt Cobain

Desde el fin del mundo bipolar ,con la caída del muro de Berlín y la Unión Sovietica, donde un pensamiento único parecía imponerse sin ningún tipo de resistencia, en una cuidad algunos gritos se empezaron a oponer a los primeros atropellos de la ultima década del siglo XX. En enero de 1991, Estados Unidos invadió Iraq sin ningún contrapeso en la comunidad internacional. La “Guerra del Golfo” fue televisada sin debates ni cuestionamientos. Atrás parecía haber quedado un pasado de sueños e ideologías, de jóvenes que se movilizaban contra la guerra de Vietnam, por los derechos civiles o directamente contra el capitalismo. Sin embargo, el 14 de enero de 1991, mas de dos mil personas se manifestaron en contra de esa invasión en Seattle. 

El número de manifestantes parece bajo en relación a otros procesos, pero fue, probablemente, la mayor movilización de aquel entonces. Dos días después Estados Unidos invadió Iraq. Testimonios de aquella movilización caracterizaban una depresión e impotencia ante una coyuntura inevitable, pero también de unidad entre esas personas. Esos jóvenes deprimidos que ya no serían protagonistas del estado de bienestar, sino que, a pesar del privilegio de vivir en el primer mundo, enfrentarían una coyuntura de mayor precarización laboral encontrarían en la voz de distintos cantantes de bandas surgidas en Seattle una representación de esa decepción.

Foto de la movilización contra la guerra del golfo el 14 de enero de 1991 en Seattle. Phil H. Webber / Seattle Post

La ciudad de Seattle haría publica su voz algunos meses después con la explosión masiva de lagunas de las mas representativas bandas de Rock de la década. Con el éxito masivo de bandas como Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden o Alice in Chains, la juventud del mundo empezaba a escuchar nombrar a esta ciudad. En la actualidad cualquier persona de entre 20 y 50 años probablemente tenga a la figura de Kurt Cobain o cualquiera de estas bandas como primera asociación al escuchar mencionar a la ciudad.

Pero detrás del éxito masivo de de estas bandas existe un circuito under previo a esta explosión. Desde el sello independiente Sup/Pop que se dio a conocer justamente luego del éxito de Nirvana por haber patrocinado su primer disco, titulado “Bleach”, hasta  toda una movida de radios independientes que acompañaron este proceso de manera subterranea. Desde Sub/Pop hasta el mas actual KEXP, una radio de Seattle que sostiene presentaciones de bandas independientes y consagradas en vivo, la ciudad mantiene una tradición cultural, no libre de ser resignificada por el mercado, pero que permanentemente renueva también su protesta.

En estas idas y vueltas las derrotas parecen no ser eternas. En 1993, en pleno auge de las bandas de Seattle, el segundo álbum de Pearl Jam titulado Versus, batió record de ventas en su primer semana de lanzamiento. En ese disco, cuyo titulo simbolizaba disputas que la banda con la discográfica, hay una canción titulada “W.M.A.: Policeman” (la sigla W.M.A signifca “White Male American”, es decir “macho blanco americano”, por lo que el nombre seria: “Macho blanco Americano -Policía-“) la canción es un mensaje en contra de la represión policial y el racismo, Eddie Vedder reveló en una entrevista que se inspiró para escribir la canción cuando, al salir a la calle para tomar un descanso durante las sesiones de grabación, él mismo presenció cómo varios policías golpeaban a un joven afroamericano frente a sus ojos. De inmediato regresó al estudio enfadado e impotente y comenzó a escribir la letra.

Tras el suicidio de Kurt Cobain, todo parecía cooptado por el sistema. De una forma algo moderada Pearl Jam siguió cuestionando el sistema. En 1994 inició una batalla contra la megaempresa Ticketmaster que monopolizaba la venta de entradas a grandes conciertos. La banda, a pesar del éxito comercial, mantuvo la critica en las letras sus canciones. Este año lanzó su último disco con la critica al cambio climático como eje. También tuvo voz en diversas cuestiones de genero apoyando el derecho a decidir de las mujeres y criticando la violencia machista, llegando incluso a expulsar a un espectador que estaba golpeando a una mujer durante un concierto.

Con el “devenir moda” de esa escena cultural, y el posterior suicidio de Kurt Cobain, la disputa cultural parecía perdida en Seattle. Sin embargo en 1999 Seattle recuperaría el protagonismo en las movilizaciones contra la cumbre de la OMC. siendo esta la primera de una serie de movilizaciones de resistencia global que se darían los años siguientes en distintas partes del mundo. Cumbres de la OMC, el Banco Mundial, el G8 entre otras, encontrarían sus resistencias en ciudades como Praga, Melbourne,Barcelona o Génova.

Allí, durante las movilizaciones de 1999, en Seattle se formo la red Indymedia: un ícono de los medios alternativos en todo el mundo. Del plano cultural de buscar independencia artística, lo que se ve en 1999 es dar un paso para ir por todo: ya no solo expulsar al mercado de los aconteceres culturales sino de las vidas de las y los jóvenes disconformes frente a un sistema injusto.

Si de derrotas y el resurgir de las rebeldías se trata, esta ciudad tiene una interesante historia. Desde hace tres décadas se habla del supuesto “fracaso del comunismo” de su derrota. Si dicha derrota es eterna ¿por qué hay quienes acusan a todo lo que les desagrada de comunista? ¿Good Bye Lenin?

Lenin en Seattle

La estatua de Lenin en Seattle. Foto viralizada en redes sociales esta semana.

En el barrio de Fremont  reside desde hace mas de 25 años una escultura creada por el artista búlgaro Emil Venkov en 1981 por encargo del Partido Comunista de Checoslovaquia. Fue terminado y puesto en exhibición en la Checoslovaquia comunista en 1988, un año antes de la Revolución de Terciopelo de 1989. En 1993, la estatua fue comprada por un estadounidense que la había encontrado acostada en un depósito de chatarra.

La obra de Venkov no es la clásica imagen dogmática que muestra a un Lenin educador con un libro en sus manos, sino que lo presenta con una postura desafiante: es el Lenin de la revolución, no el idolatrado por autoridades de estados burocráticos luego de su muerte. La estatua fue creada en el contexto de un modelo que se estaba cayendo y fue polémica desde su inauguración en el este europeo. Hay versiones que interpretan una intención de protesta por parte de Venkov, la intención de retratar a Lenin como un portador de la revolución, en contraste con las representaciones tradicionales de Lenin como filósofo y educador. La obra fue terminada e instalada en Poprad, Checoslovaquia (ahora Eslovaquia), en el año 1988 a un costo de 334,0000 coronas checas(equivalente a 190.000 dólares en 2017), poco antes de la caída del régimen. De algún modo la obra fue parte de esa caída.

Hoy esa obra está en Seattle, y puede ser pensada como una expresión actual de critica a un sistema fracasado y opresor. Está ahí, ocupando un lugar polémico, está nuevamente en la lucha. Mientras hay quienes la repudian por ser un referente del comunismo (sin tener mucha de idea de lo que eso significa) muchos jóvenes se sacan fotos con él. La estatua ha sobrevivido a numerosos momentos en los que pudo haber desaparecido y sigue ahí. Mientras en Estados Unidos caen las estatuas comerciantes de esclavos o símbolos del colonialismo, la escultura del autor de “imperialismo: fase superior del capitalismo” permanece erguida sin propietario ni patria.

En 1993, Lewis E. Carpenter, un profesor de Inglés originalmente de Issaquah, Estado de Washington (cuya capital es Seattle) , encontró en Poprad, una ciudad en el norte de Eslovaquia, una escultura monumental acostada en un depósito de chatarra con un hombre sin hogar que vive dentro de la estatua hueca. El sistema que venía a ofrecer una vida mejor frente a la opresión del estado burocrático Checoslovaco, había dejado abandonada, no solo a esa escultura, sino al ser humano que dormía dentro de ella por no tener un techo donde alojarse. La estatua estaba destinada a ser cortada para vender el bronce que tenía encima. Carpenter se interesó en la compra de la estatua para preservar su valor histórico y artístico. Para ello se acercó a los funcionarios de la ciudad con la afirmación de que a pesar de su impopularidad, la escultura era todavía una obra de arte que vale la pena preservar, y se ofreció para comprarla por  13.000 dólares (equivalente a 20.000 en 2017). Después de obstáculos burocráticos, firmó un contrato con el Alcalde de Poprad el 16 de marzo de 1993. Tras nuevos procesos burocráticos, la estatua fe cortada en tres partes para su traslado viajando primero a Rotterdan, pero luego ir hacia Estados Unidos. El costo del traslado fue mayor a lo abonado pro la estatua:40.000 dólares(equivalente a 70.000 en 2017).  La estatua llegó en Issaquah en agosto de 1993, Carpenter había previsto instalar enfrente de un restaurante eslovaco, pero murió en un accidente de tránsito en febrero de 1994, mientras se desarrollaba el debate público sobre si se debe mostrar la estatua en Issaquah, que terminó en el rechazo de los residentes de la urbanización.

Nuevamente el destino de la estatua era ser vendida para su fundición. El responsable de la fundición, Peter Bevis, buscó en su lugar para mostrar la estatua en Fremont, Seattle y acudió a  la Cámara de Comercio de allí para poseer la escultura hasta que se encuentre un comprador. La estatua fue presentada el 3 de junio de 1995, en la esquina de Evanston North Avenue y la calle 34 Norte en la propiedad privada, a una cuadra al norte de otra obra representativa de la Guerra Fría fuselaje del cohete, otra atracción artística de Fremont. En 1996 la estatua se mudó a dos cuadras de allí. La estatua, actualmente en un fideicomiso, sigue sin ser vendida a la espera de un comprador. Se estima que tiene un precio por arriba de los 200.000 dólares, y con el pasar de los años se fue convirtiendo en una atracción turística de la ciudad. Desde hace algunos años suele ser decorada pro sus vecinos. Hubo quienes la vandalizaron y se pronunciaron en contra de ella, pero cada vez son mas quienes la visitan. Actualmente una foto de la estatua rodeada de jóvenes se viralizó en redes sociales mientras otras de traficantes de esclavos o racistas locales se derrumbaron.

Está ahí, molestado, provocando a quienes durante siglos convivieron en paz con el racismo y avalaron las guerras en nombre de la “libertad”. Está allí para asustar, como insinuando que nuevamente “un fantasma recorre el mundo”, ese fantasma que mientras infringió miedo obligo a quienes gobiernan occidente a ceder ante las luchas obreras permitiendo conquistas laborales, pero que en los últimos 30 años, ante su ausencia, algunas de esas conquistas se perdieron.

Está ahí logrando exhibir la hipocresía de quienes señalan los reales crímenes cometidos por el estalinismo mientras defienden las crímenes de occidente, sus guerras y dictaduras impuestas por Estados Unidos en todo el mundo. Mientras el presidente, que dejó morir a mas de 100.000 habitantes por no tomar medidas contra la pandemia del Covid-19, amenaza con mandar el ejercito para negar el derecho a los habitantes de esta ciudad a intentar vivir de otra manera, sin policías ni violencia estatal.

Fuente e imagen: https://www.anred.org/2020/06/14/seattle-la-ciudad-rebelde-que-experimenta-vivir-sin-policia/

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Francia bajo la sombra de Colbert, símbolo del colonialismo racista

Por: Eduardo Febbro

 

A partir del asesinato de George Floyd en EE.UU. se reactivó en Francia, pero también en Bélgica y en Reino Unido, el debate de los que están a favor de “descolonizar la memoria”, esto es, reapropiarse del relato nacional.

Desde París

La globalización del movimiento antirracista iniciado en Estados Unidos irradió los mismos gestos simbólicos en Gran Bretaña, Bélgica y Franciadesatornillar o taguear los signos de las memorias conflictivas encarnadas por las estatuas de personajes que, la mayor parte de las veces, cometieron actos de barbarie en sus cruzadas colonizadoras. En Francia, la figura más comprometida es la de Jean-Baptiste Colbert. Este personaje histórico (1619-1683) cuya estatua está en la Asamblea Nacional, en el Senado y tiene además una galería a su nombre, cuatro calles en París, un liceo y una escuela privada, son tres hombres en uno.

Es una paradoja deslizante: en una época de su vida representó el pasaje de la monarquía hacia la República. Colbert pegó su nombre al republicanismo, pero fue un ávido servidor del Rey Luis XIV y de la monarquía absoluta (ministro de Finanzas). Por último (o primero) es el redactor del llamado Código Negro. Redactado en 1685, el Código Negro regulaba la esclavitud en todo el imperio colonial francés, limitaba las libertades y las actividades de los esclavos libres, no permitía otra religión que no fuera el catolicismo y exigía que los judíos abandonaran las colonias francesas. La estatua de esta síntesis del colonialismo racista está en las afueras de la Asamblea Nacional y, adentro, hay una sala que lleva su nombre. También hay otra estatua en el Senado francés. Con Colbert como insignia, Victorin Lurel suele vivir momentos donde se chocan su presente de senador socialista de Guadalupe (territorio francés de ultramar) y el pasado esclavista y colonial rememorado en el Senado y la Asamblea con las estatuas de Colbert. Victorin Lurel es vice nieto de esclavos y le toca expresarse en el Senado “bajo la sombra tutelar de la estatua de Colbert. Ese hombre redactó el Código Negro. Cuando uno es oriundo de África o de Ultramar, hay de qué sentirse herido”, dice el diputado y exministro de Ultramar bajo la presidencia del socialista François Hollande (2012-2017).

Varias asociaciones exigen que las estatuas de Colbert sean desatornilladas de una vez por todas. En una tribuna publicada por el diario Libération, Louis-Georges Trin, presidente del Consejo representativo de las asociaciones negras (CRAN), es uno de los más fervientes partidarios de arrancar de sus pedestales esas memorias contaminadas por genocidios coloniales. Trin escribe que tanto el destornillamiento como el cambio de los nombres de las calles que llevan su nombre deben llevarse a cabo en nombre “de la descolonización de los espacios y las mentalidades”. La propuesta lleva varios años debatiéndose, pero ganó en intensidad con el ejemplo de Estados Unidos, Gran Bretaña y Bélgica. El historiador François Durpaire estima que “desatornillar las estatuas equivale a poner en tela de juicio el relato actual para aquellos que no pueden escribir libros. Es una forma de reapropiarse de su propia historia”. 

El proceso se reactualizó el pasado 9 de junio, en Richmond, Virginia, cuando la estatua de Cristóbal Colón fue decapitada, incendiada y arrojada al lago. En el puerto británico de Bristol los manifestantes arrojaron al agua la estatua del célebre esclavista Edward Colston mientras que en Oxford los estudiantes del grupo Rhodes Must Fall pugnan por que la figura de Cecil Rhodes, uno de los grandes promotores de la superioridad blanca, del colonialismo y del imperialismo británico, desaparezca del frontón del Oriel College. A su vez, en Londres, el Intendente Sadiq Khan permitió que la estatua del cultivador esclavista del Siglo XVIII Robert Milligan fuera desatornillada para su traslado posterior al Museum of London Docklands. En Bélgica, las estatuas o los bustos de uno de los criminales colonialistas más sangrientos de Europa, el Rey Leopoldo II, fueron pintarrajeadas de rojo (Bruselas) o directamente desatornilladas por los movimientos anti racistas en nombre de “la descolonización del espacio público”. El caso de Leopoldo II es aberrante. Sus estatuas y las calles con su nombre son como los fideos en la sopa: están por todas partes, él y sus acólitos. Sin embargo, Leopoldo II fue su majestad de los crímenes en masa durante la colonización de África. Rey entre 1865 y 1909 y colonizador del Congo, Leopoldo II está dotado del doble atributo de genio y tirano asesino. Su aventura colonial permitió que Bélgica tuviera bajo su poder durante casi 75 años el Congo y luego, entre 1920 y 1962 (hasta la independencia), Ruanda y Burundi. Leopoldo II fue un colonizador asesino: la epopeya y la “misión civilizadora colonial del Rey dejaron un saldo de 10 millones de muertos en África (Adam Hoschschil, Les Fantômes du roi Léopold), millones de torturados y mutilados.

En Bélgica se da el mismo debate que en Francia, con las mismas divisiones, incluso entre quienes están a favor de “descolonizar la memoria”: la reapropiación del relato nacional no debe conducir a una guerra cultural ni al olvido del presente. Nabila Qamar, secretaria Nacional del colectivo Memoria Colonial (Bélgica) estima que “desatornillar las estatuas podría ser peligroso si ello conduce a negar la relación entre lo ocurrido y el racismo actual”. En cambio, la historiadora y especialista de la esclavitud Myriam Cottias argumenta que “el derribamiento de las estatuas simboliza el derribamiento del relato histórico. Con el se cuestiona la historia escrita desde el punto de vista de los dominantes”. En Ciudades francesas como Nantes y Burdeos que fueron lugares centrales de la trata de esclavos habría casi que desatornillar la mitad de las estatuas y cambiar decenas de nombres que rememoran a constructores de barcos, hombres políticos y comerciantes esclavistas. Y más cerca nuestro ¿ qué habría que hacer con la llamada cintura roja de París donde hay, entre otros detalles poco honrosos, una avenida que se llama Avenue Lenin ?. En Burdeos y Nantes asociaciones como Mémoire & Partages proponen, en vez de desbautizar, colocar placas pedagógicas en las calles que tracen la verdadera vida de los personajes de las calles y las estatuas. Los próceres suelen tener la facultad movediza de la dualidad. Además de Colbert, en Francia se pone en tela de juicio la figura de Jules Ferry. La presencia de Ferry en placas, nombres de calles, avenidas, plazas y escuelas es masiva. Jules Ferry instauró la educación laica y gratuita para todos, pero fue, igualmente, un ardiente promotor del colonialismo en virtud de esa “misión” de civilizar que Occidente se auto adjudicó.

El Rex, uno de los cines más grandes de Europa con 2.700 butacas, retiró de su cartelera la película Lo que el Viento se llevó a pedido de Warner. El nuevo estreno estaba previsto para el próximo 23 de junio. La película de Victor Fleming con Clark Gable et Vivien Leigh transcurre durante la guerra de Secesión y está considerada como una colección infame de prejuicios racistas hacia los negros de Estados Unidos. ¿Ejemplo del mal pasado y pedagogía para el presente ?. ¿U honores a tenebrosos esclavistas y genocidas en el seno mismo de las instituciones democráticas y en las calles de las grandes capitales de Occidente ?.

El debate se mueve en ese fino hilo y no sólo concierne al Occidente colonizador sino, también, a los colonizados y sus agentes nacionales. En la Argentina, placas, estatuas y avenidas celebran a Julio Argentino Roca (1843-1914). El general, dos veces presidente (1880-1886, 1898-1904), estuvo al mando de un genocidio: la Conquista del desierto. Entre 1878 y 1885 se conquistaron territorios pertenecientes a pueblos originarios (mapuche, pampa, ranquel y tehuelche). Miles de personas fueron asesinadas, deportadas, arrestadas o expuestas miserablemente en museos. Roca, como Colbert y los europeos en África, masacró en nombre de la civilización. ¿Cómo interpretar sus placas y estatuas si no se da un potente contra relato de aquel mal llamado momento de “unificación nacional” (Roca y el Racismo, Luciana Arias, antropóloga). El derribamiento de bustos y estatuas o las pedagogías horizontales de la historia no es una tarea reservada únicamente a Occidente. Escribir bien la historia es la forma más lúcida de reconstruir nuestro presente sabiendo quienes somos.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/272336-francia-bajo-la-sombra-de-colbert-simbolo-del-colonialismo-r

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Vídeo: La onda expansiva de #BlackLivesMatter

Por: La Izquierda Diario.
El movimiento contra el racismo, que explotó en Mineápolis luego del asesinato de George Floyd a manos de la policía, ya no tiene fronteras: jóvenes antirracistas salen a las calles también en otros países del mundo, como Europa y Brasil. Entrevistamos a: Josefina Martinez, historiadora y corresponsal desde el Estado español; Alejandra Ríos, corresponsal desde el Reino Unido; Jean Baptiste Thomas, corresponsal de Revolution Permanente de Francia; Leticia Parks, miembro de la agrupación de negros y negras Quilombo Vermelho y corresponsal de Esquerda Diário de Brasil. #ClavesInternacionales La Izquierda Diario en redes sociales: Instagram: https://www.instagram.com/izquierdadi… Facebook: https://www.facebook.com/LaIzquierdaD… Twitter: https://twitter.com/izquierdadiario Web: http://www.laizquierdadiario.com
Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=tE4aX7IUu9I
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Black live matter

Por: Elisabeth de Puig

Tal como el coronavirus salió del control de las naciones más avanzadas del planeta la muerte del afroamericano George Floyd ha desatado un estallido de una magnitud insospechada.

De repente, los Estados Unidos parecen hundirse en la violencia extrema; violencia, que al igual que el racismo, ha sido de cierta manera consustancial a su existencia como nación.

Incendios, linchamientos, armas automáticas exhibidas en la calle, declaraciones criminales de dirigentes políticos e histeria racista salieron a relucir en estos últimos días, mientras se manifestaban ampliamente -de manera reconfortante- personas de todos los orígenes y grupos étnicos dispuestos a luchar de manera pacífica en contra de este mismo racismo.

Martin Luther King Jr. decía, en el famoso discurso que pronunció en Washington en 1963, que un siglo después de la declaración de la abolición de la esclavitud los descendientes de esclavos no habían podido acceder a una vida plena.

Señalaba que le habían entregado a la comunidad afroamericana un cheque sin fondos que, un siglo después, esta todavía no había podido cobrar.

A este propósito, es bueno recordar que cuando los norteamericanos realizaron su primer censo en 1790 se consideraba que el negro libre y el negro esclavo representaban las “tres quintas partes de un hombre”. 

Los Estados Unidos de hoy no son los del año 1776, fecha de la Declaración de Independencia que retoma toda una serie de valores y principios provenientes de sus orígenes anglosajones y protestantes, los cuales fueron a su vez incluidos en la constitución norteamericana pocos años después.

Aquella era una declaración de principios democráticos, pero sin resultados garantizados, que no le impedía al nuevo país independiente ser una nación esclavista.

“Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”, reza textualmente la Declaración.

El racismo norteamericano adoptó formas institucionales particulares: esclavitud, códigos de negros, así como prácticas sociales diversas.

Ya en el siglo XX, el movimiento por los derechos civiles (al igual que la Revolución de Independencia y la Guerra Civil), atentó contra un arraigado sistema ideológico de creencias y prácticas que implicaba al Gobierno Federal.

La ideología racista pasó a ser esencial en las estructuras económicas, políticas y sociales del Estado, así como en los comportamientos de las empresas y de las instituciones privadas de todo tipo, como parte de un sistema orientado a preservar y perpetuar los privilegios y el poder de la élite blanca dominante.

En su biografía “Becoming”, Michelle Obama cuenta la odisea de una niña de un barrio popular del South Side de Chicago, tataranieta de esclavos, que se transforma en la primera primera dama negra de los Estados Unidos, que tuvo -como ella lo cuenta- su corona de espinas.

Es muy palpable en su libro el peso transgeneracional que representa todavía para una afroamericana del siglo XXI, ser descendiente de esclavos.

En Estados Unidos, el negro debe luchar constantemente en contra de las dificultades provocadas por el estatus de inferioridad en que ha sido colocado.

A la vez, como todos los habitantes de su país, quiere fundir su identidad a la de la mayoría blanca en medio de la cual vive y gozar sobre un pie de igualdad del mismo estatuto que considera como su derecho.

Los acontecimientos que todavía se están desarrollando representan la resistencia de los afroamericanos contra la brutalidad sistémica de la policía y debe entenderse como parte de la corrosiva crisis de desigualdad agravada por la pandemia de coronavirus y el estrés permanente al cual está sometida esta comunidad.

Es evidente que, en un contexto como éste, las expresiones salidas de tono de las figuras más representativas del “hegemonismo blanco” estadounidense no ayudan a apaciguar los ánimos. Lejos de ello, los exacerban.

Hay que anotar también que, más allá del hondo significado de las protestas en los propios Estados Unidos, el brutal asesinato por asfixia de George Lloyd ha convocado actos multitudinarios a favor de la igualdad en las más diversas ciudades del mundo.

En nuestro país, que también sufrió la esclavitud, el negro siempre es el otro; mejor dicho, el haitiano, aquí somos “indios” o “morenos”, “descendientes de españoles”. Sin embargo, hay mucha estigmatización hacia las personas “de color”.

La violencia policial va generalmente dirigida a este segmento de la población, en muchas escuelas no se acepta el “pelo crespo”. Se prefiere el desrizado. En el ambiente laboral las limitaciones son reales.

Estamos presos en medio de una red de comportamientos socioculturales que ha sido el producto de un proceso de creación consciente, deliberado y continuo. Rechazamos el negro de manera mucho más subliminal que en los Estados Unidos, sin verdadero odio pero de manera perniciosa.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8827354-black-live-matter/
Imagen: https://cadenaser.com/ser/imagenes/2020/06/07/radio_bilbao/1591533678_121192_1591533818_miniatura_normal.jpg
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Países africanos piden un debate sobre el racismo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU

Redacción: El Comercio

Manifestantes protestan por el asesinato de George Floyd y la violencia policial en los Estados Unidos y Kenia frente al edificio del Parlamento en Nairobi, Kenia. (Foto: Archivo/ AP / Brian Inganga).Manifestantes protestan por el asesinato de George Floyd y la violencia policial en los Estados Unidos y Kenia frente al edificio del Parlamento en Nairobi, Kenia. (Foto: Archivo/ AP / Brian Inganga).
Los países africanos pidieron el viernes al Consejo de Derechos Humanos de la ONU organizar un debate urgente sobre el racismo y la violencia policíacos, en el contexto de la movilización mundial tras la muerte de George Floyd en Estados Unidos.

En una carta escrita a nombre de los 54 países del Grupo africano para asuntos de derechos humanos, el embajador de Burkina Faso ante las Naciones Unidas en Ginebra pidió al órgano de la ONU organizar un “debate urgente sobre las violaciones actuales de derechos humanos de inspiración racial, el racismo sistemático, la brutalidad policíaca y la violencia contra las manifestaciones pacíficas”.

La muerte de George Floyd no es por desgracia un caso aislado”, agregó y dijo que se expresa a nombre de los representantes y embajadores del Grupo africano.

La muerte de George Floyd a manos de policías en Minneapolis, Estados Unidos, generó movilizaciones en todo el mundo. (EFE/EPA/VINCENT JANNINK)La muerte de George Floyd a manos de policías en Minneapolis, Estados Unidos, generó movilizaciones en todo el mundo. (EFE/EPA/VINCENT JANNINK)

La carta, dirigida a la presidencia del Consejo de derechos humanos, la austriaca Elisabeth Tichy-Fisslberger, pide que ese debate se lleve a cabo la semana próxima, durante la reanudación de la 43º sesión del Consejo, interrumpida en marzo a causa de la epidemia de la COVID-19.

Este llamado ocurre luego de que la familia de Floyd, las familias de otras víctimas de violencias policíaca y más de 600 ONG pidieron al Consejo de derechos humanos asumir con urgencia el problema del racismo y de la impunidad de la que se beneficia la policía de Estados Unidos.

Fuente: https://elcomercio.pe/mundo/africa/george-floyd-paises-africanos-exigen-un-debate-sobre-el-racismo-en-el-consejo-de-derechos-humanos-de-la-onu-naciones-unidas-nndc-noticia/

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Turquía no necesita mirar lejos para encontrar el racismo

Asia/Turquía/10/06/2020/Fuente: https://www.anred.org

 

Las discusiones sobre el racismo en los Estados Unidos se han apoderado de Turquía durante los últimos días. Artistas, columnistas, periodistas, celebridades, clubes de fútbol, ​​atletas y actores turcos han compartido fotografías de George Floyd, quien fue asesinado por un oficial de policía de Minneapolis, acompañado de sus comentarios sobre lo tristes que están, adornados con el mensaje: “No podemos respirar”. Por Kurdistán América Latina.


Es cierto que “no podemos respirar”. Los kurdos no podemos respirar en este país, y no hemos podido hacerlo durante mucho tiempo. Los eventos en las últimas dos semanas deberían ser suficientes para entender por qué.

El 22 de mayo, 18 políticos y activistas del Partido Democrático Popular (HDP) y de la Asociación de Mujeres Rosa, en Diyarbakır, la ciudad más grande de mayoría kurda en el sureste de Turquía, fueron detenidos y algunos enviados a prisión.

Uno de los destinados a la cárcel fue Dilgeş, un niño de tres años. Dilgeş, a quien le extirparon uno de sus riñones debido a una afección crónica, esperó en el juzgado de Diyarbakır hasta la mañana junto a su madre. Tenía la esperanza de irse a casa, pero en su lugar lo enviaron a la prisión cuando su madre fue detenida.

La semana pasada, se descubrieron cajas de plástico llenas de huesos provenientes de 261 personas enterradas, una encima de la otra, debajo de un calle en Kilyos, en el norte de Estambul. Los huesos pertenecían a aquellos que fueron desenterrados de un cementerio en la provincia de Bitlis, de mayoría kurda, en el este de Turquía, y transferidos a Estambul sin el conocimiento de sus familias.

En otros países, este incidente podría haber desencadenado el caos. Pero eran huesos kurdos, por lo que en este país no se emitió ningún sonido. Huesos, apilados, debajo del pavimento, así como así…

Hace unos días, se descubrió una fosa común en Dargeçit, Mardin, otra provincia del sureste de mayoría kurda. Cráneos y huesos de 40 personas. 40 kurdos, que fueron expulsados ​​en los años 1990, arrancados de sus hogares y seres queridos, y luego asesinados. Este incidente también fue escondido, en silencio, debajo de la alfombra. Nadie preguntó quiénes eran estas personas, qué vidas llevaban, cómo se las arrebataron a las personas que las amaron, quiénes las mataron.

Un toque de queda fue declarado en 19 aldeas en Bitlis al otro día, y por supuesto nadie cuestionó por qué. La persona designada por el gobierno, que reemplazó al alcalde electo de Siirt, Berivan Helen Işık, quien ganó con el 48 por ciento de los votos por el HDP, ordenó a los trabajadores municipales que derriben la Biblioteca Celadet Ali Bedirxan, llamada así por el lingüista kurdo que compiló, por primera vez, la gramática que se utiliza en la actualidad en kurmanji, el dialecto kurdo hablado en Turquía, Siria y partes de Irak.

Mientras tanto, esta semana fotografías de tortura en la jefatura de policía de Diyarbakır circularon en las redes sociales. Nadie gritó desde los tejados que la tortura era un crimen de lesa humanidad.

Por alguna razón, todos los principios divinos, todas las creencias nobles, se siguen rompiendo contra el “kurdo” en este país. Pero condenamos a ese único oficial de policía en los Estados Unidos. Eso es mucho más seguro, naturalmente.

Mientras continuaban llegando las condenas en turco de la muerte de George Floyd, Ercan Kurkut intentaba que su voz se escuchara en Twitter tres años después de que su hermano Kemal fuera asesinado por la policía durante las celebraciones de Newroz, cuando los kurdos dan la bienvenida a la primavera todos los 21 de marzo.

“No hay límites para la tortura a la que fuimos sometidos en los tribunales. Nos duele el asesinato de nuestro hermano, nuestro hijo, que ingresa a la sala por la misma puerta que el panel de jueces, sonriéndoles. ¿Cómo podemos esperar justicia de estas personas ahora?”, preguntó Kurkut.

Mientras los altos funcionarios estatales turcos y de bajo nivel expresaron su pesar por la muerte de George Floyd, el ex diputado del HDP Ferhat Encü estaba escribiendo sobre sus familiares y hermanos que fueron destrozados por los aviones del ejército turco el 28 de diciembre de 2011, en lo que es conocido como la masacre de Roboski.

“Como una persona que ha experimentado cómo (los medios de comunicación) ponen la verdad al revés, estoy diciendo que su pánico no podrá ocultar la verdad”, dijo Encü en un tweet.

Besna Tosun, miembro de las Madres de los Sábados, un grupo que aboga por la justicia sobre las desapariciones forzadas de Turquía, demandaba justicia para su padre Fehmi Tosun.

“Hay 25 años entre las dos fotografías -tuiteó Tosun-. No sé cuánto tiempo más estaré vivo, pero en este camino que tomé para encontrar a mi padre, no me detendré hasta que llegue a la verdad y la justicia. Nunca estaré en silencio”.

Mientras los clubes de fútbol turcos emitían declaraciones antirracistas por George Floyd, algunos usuarios de redes sociales intentaban recordar a la gente el trato que los clubes kurdos Amedspor y Cizrespor han recibido a lo largo de los años frente a las “sensibilidades” de los mismos clubes responsables de algunos de los tratos racistas.

Esta semana, miles de kurdos hablaron de ejemplos de sus propias vidas y de los seres queridos que habían perdido, tratando de describir el racismo y la crueldad a los que fueron sometidos durante años, contra esta “sensibilidad” contra el racismo en este país con respecto a la muerte de George Floyd.

Desafortunadamente, estos son intentos inútiles. No tiene sentido siquiera escribir estas palabras en este país. La violencia contra los kurdos ha sido legitimada. No hay pena cuando muere un kurdo. Incluso el idioma del kurdo no es tolerado. Nadie dice, o puede decir: “El idioma materno es halal como la leche materna”.

Los huesos de los kurdos están en fosas comunes, o en contenedores Tupperware. No hay vergüenza al respecto, y tampoco se sensibilizan las fibras del corazón.

No busquen el racismo, ni mucho menos, mis hermanos y hermanas. El racismo está presente en este país, en sus tierras, en su idioma, allí mismo en su mente.

Fuente: https://www.anred.org/2020/06/08/turquia-no-necesita-mirar-lejos-para-encontrar-el-racismo/

Fuente original: Nurcan Baysal / Ahval / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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