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Bolivia:Educación para aprovechar el océano informativo, afirma Castells

América del Sur/Bolivia/21.03.2017/Autor y Fuente:http://www.prensa-latina.cu/
La educación es ahora más importante que nunca para aprovechar el océano informativo de la sociedad tecnológica actual, afirmó hoy el sociólogo español Manuel Castells, quien se encuentra de visita en Bolivia.

En declaraciones a Prensa latina, el teórico explicó que no hay excesos de información, sino una falta de capacidad educativa y cultural para moverse en los contextos digitales.

Sin una capacidad real para adentrarse en estos entornos, los jóvenes no pueden aprender. En el mundo digital está el 94 por ciento de la información del planeta, por lo tanto, es necesaria la inserción en esas tecnologías para alcanzar el desarrollo económico, aclaró.

En tal sentido, Cuba posee el mejor sistema de educación de América Latina, lo cual le ha permitido sobrevivir en estos escenarios.

Durante el encuentro sostenido con la prensa nacional e internacional, el profesor indicó que la revolución tecnológica es el equivalente a la revolución industrial. Internet es la electricidad de nuestros tiempos.

En Bolivia, donde hay un desarrollo extensivo de las industrias, resulta necesario hacer comercializaciones con valor añadido y dicha cualidad debe ser el conocimiento para generar la productividad, el crecimiento económico y con ello el desarrollo social.

Asimismo, resaltó el trabajo del gobierno en los últimos años para reconocer la multiculturalidad, la diversidad étnica y el papel de la mujer indígena.

Esos valores permiten estructurar una unidad nacional en base a la realidad social boliviana y así construir un proyecto que no sea solo de crecimiento económico, sino humano, añadió.

Los jóvenes de otras naciones tienen una gran esperanza en este país. Si fracasara el proyecto sería triste porque ésta es la prueba de que no todo acaba en desintegración y corrupción, acotó.

Anoche Manuel Castells impartió la conferencia magistral titulada ¿Es reversible la globalización? en el Banco Central de Bolivia, acompañado por el vicepresidente de la nación andina, Álvaro García Linera.

Considerado uno de los grandes teóricos de la llamada sociedad del conocimiento, Castells es autor de libros como La era de la información (La sociedad red, El poder de la identidad y Fin de milenio), Comunicación y poder, y Redes de indignación y esperanza.

Entre sus obras también destacan: Crisis urbana y cambio social, La ciudad informacional, y Tecnópolis del mundo: la formación de los complejos industriales del siglo XXI.

Fuente:http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=71173&SEO=educacion-para-aprovechar-el-oceano-informativo-afirma-castells
Imagen:http://www.prensa-latina.cu/images/2017/marzo/15/castells-exclusiva-para-PL.jpg
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Las diásporas juveniles en el siglo XXI

Por: Luis Bonilla-Molina

Lo que nuestros jóvenes deben saber sobre los procesos migratorios en el siglo XXI y la reconfiguración del modo de producción económico mundial

Globalización y mundialización

Con la llegada y popularización de la consola “Atari”, en la década de los ochenta del siglo XX, se inicia la más importante ruptura generacional de los últimos siglos.  Investigadores de la trayectoria de Maffesoli han llegado a plantear la irrupción de las tribus urbanas,  para destacar nuevas formas de asociación y relacionamiento de los jóvenes que le eran ajenas a las generaciones precedentes. A finales de la segunda década del siglo XXI, la explosión de las tecnologías de la comunicación y la información anuncian una cuarta revolución industrial, con profundas consecuencias en el modo de existir y entender la construcción de ciudadanía, el vivir y el compartir. Todo ello ocurre en el marco de la irrupción de la globalización económica y la mundialización cultural como expresiones del neoliberalismo.

La globalización es el desarrollo de un modelo económico hegemónico en el mundo: el capitalismo. La globalización económica impone nuevas dinámicas al campo financiero, productivo y al concepto de mercancías. Los capitales golondrinas dejan claro que para los señores de las finanzas, el dinero no tiene nacionalidad ni territorio y, que la voracidad de la ganancia especulativa reconfigura conceptos como la plusvalía o la explotación del hombre por el hombre. Las  fabricas se deslocalizan y surge la “maquila” como expresiones de la vuelta al pasado en materia de derechos laborales; algo que la llamada reforma laboral francesa sellaría en julio del 2016 con sus 46 horas semanales de trabajo.

Estas mutaciones laborales  -paradójicamente porque es el modelo quien lo genera-  tienen entre otras justificaciones, el creciente paro laboral de los jóvenes que mientras en Francia alcanza el 24%, según Eurostat 2015 -la oficina de Estadística Europea- en España ronda el 49,6%, en Grecia alcanza el 50.1%, siendo la media en esa región el 20,7%.

El desempleo juvenil se ha convertido en un fenómeno de toda Europa. El Youth Employment Decade (YED) construyó el mapa mundial del desempleo, en el cual se evidencia que el desempleo juvenil es un  problema creciente en los Estados Unidos, como en efecto lo señalaron las dos principales candidaturas presidenciales de 2016.

Por otra parte, en la globalización se multiplican las llamadas mercancías inmateriales y el trabajo inmaterial, como expresiones del mundo del trabajo en la segunda década del siglo XXI. El empleo se convierte en transfronterizo, utilizando los sectores empresariales a las grandes masas de inmigrantes, como instrumentos para la implantación de la flexibilización laboral y el trabajo precario; auspiciando con ello las contradicciones entre nacionales y foráneos, en el marco del desmantelamiento del Estado de bienestar keynesiano que mantenía algunas garantías sociales en materia de educación, salud y seguridad social.  Ahora los “recién llegados” a las naciones altamente industrializadas son recibidos como competidores por el empleo para los nacionales, ante un número cada vez decreciente de puestos de trabajo, como resultado de la onda expansiva de la crisis económica mundial iniciada en el 2008.

Por su parte la mundialización cultural crea la ilusión del emerger de una sola cultura global, de una ciudadanía planetaria uniforme, de una visión homogénea del mundo. En realidad, lo que viene ocurriendo en las últimas décadas, pero muy especialmente desde los ochenta del siglo XX, es un intento por la supresión forzada de las diferencias culturales. El árabe, el latino, el asiático, el africano se convierten en los “barbaros” y los nacionales de los países altamente industrializados como los “civilizados”. En ese contexto, se multiplica exponencialmente el drama de los inmigrantes, que ya Georges Moustaki describía en sus melodías en los setenta del siglo pasado. Los parias del pasado son los indeseables del presente.  La ilusión de una sola cultura planetaria queda relegada a la posibilidad de gustos homogéneos de los consumidores, que posibiliten al gran capital la venta de las mismas mercancías como necesidades creadas, no importa en el lugar del planeta en el cual se expongan.

El desempleo y su relación con los procesos migratorios

En el presente, los inmigrantes son los más afectados por la instalación a nivel planetario de la lógica neoliberal. La globalización y la mundialización, al plantearse la desaparición de los Estados nacionales, la flexibilización de las fronteras y la posibilidad de conseguir empleo en cualquier lugar del planeta, esconden con frases cuidadosamente construidas por la industria del marketing capitalista, el rostro siniestro de este proceso. Primero, como ya lo señalamos, la inmigración que promueve el gran capital es una herramienta para fomentar la disputa entre trabajadores nativos y los recién llegados, para lograr -en medio del caos propio de la desunión del mundo laboral-  desatar sus políticas destinadas a  borrar las conquistas laborales alcanzadas por los trabajadores en los últimos cien años.  Leyes draconianas contra el derecho a la sindicalización, la contratación colectiva, las jubilaciones y pensiones, la seguridad médica, el derecho a la educación se multiplican en todo el orbe como la peor de las plagas del siglo XXI.

Segundo, esta inmigración está asociada a la destrucción de la educación como derecho humano en los países llamados “desarrollados”, pues a la par que aceleran la privatización de los sistemas escolares, la desinversión en materia educativa y la destrucción de la profesión docente, procuran captar el mejor talento humano del planeta formado en los denominados países de la “periferia”. Un alto empresario estadounidense le señalaba al ex presidente Obama, que debería dejar de invertir tanto en formación profesional para concentrarse en hacer atractivo fuentes de empleo para los más talentosos, formados con dineros públicos, quienes podrían emigrar desde los países “dependientes”; esto describe la lógica del sector empresarial mundial en esta etapa.

Realmente quienes terminan siendo admitidos en los países industrializados a los cuales emigran un importante número de jóvenes de los distintos continentes, son aquellos que tienen alta calificación para contribuir al desarrollo del modo de producción del siglo XXI. Mientras una pequeña porción de los jóvenes “más calificados” son captados para el mundo del trabajo en los países industrializados, millones de los inmigrantes cuyas edades oscilan entre 16 y 30 años de edad son echados a un estado de miseria humana que muchos no conocían en sus países de origen. Es la hegemonía del peor “darwinismo” laboral conocido en la historia del capitalismo moderno.

Tercero, la criminalización de los inmigrantes, mediante una Orweliana mezcla de estereotipos que se utilizan para identificar a los “extranjeros” como potenciales delincuentes y terroristas, portadores de enfermedades, consumidores de los dineros de la seguridad social de los nacionales; siendo estos mecanismos coercitivos que promueven el auto retorno a casa, de quienes no encajan en la fabrica global de mercancías materiales e inmateriales que caracteriza al modo de producción capitalistas del siglo XXI. Eso sí, que vuelvan a casa a buscar dinero para comprar estas mercancías que los identificaran como seres “existentes”, es el lema silente de los grandes empresarios,

Cuarto, el surgimiento de regímenes y políticos autoritarios que centran su discurso en la colocación de barreras para los inmigrantes, por supuesto se refieren a aquellos que no aportan en lo inmediato al modelo de producción capitalista del presente. Ese fue el centro de la campaña xenófoba del presidente Trump, pero también de políticos emergentes como Marion Le Pen en Francia. Muchos de nuestros jóvenes han visitado como turistas a estos países y creen que los van a recibir de la misma forma cuando vayan, ya no a dejar sus dólares allí, sino a buscar empleo.  Señores como Trump, Rajoy, Le Pen o Macri están allí para hacerles saber lo equivocados que están.

Quinto, el drama de los jóvenes que han vivido en sociedades con sistemas de seguridad social generalizados, es que esperan encontrar la misma solidaridad colectiva en países que viven ahora la competencia como paradigma de vida. En los países industrialmente más poderosos y que suelen atraer a buena parte de la migración, desde la caída de la URSS se viene desmantelando la noción del compromiso social y, la salud, educación y las jubilaciones han pasado a ser mercancías a las cuales acceden quienes tienen recursos económicos para pagarlas. Es común encontrar en los chats de whatsapp, las conversaciones en facebook o de otras redes sociales, en las cuales los inmigrantes expresan su sorpresa y desconsuelo ante los costos elevadísimos de las medicinas, la atención médica o la educación universitaria, Muchos de ellos, especialmente los más jóvenes, salen de sus países obnubilados por la propaganda de las grandes cadenas televisivas que muestran al llamado “primer mundo” como sociedades políticamente ideales y socialmente sin problemas, sin los hechos cotidianos del “tercera mundo”, pero al llegar a sus destinos se encuentran con una realidad que le es común a los pobres y la clase media en cualquier lugar del planeta.  Es un mundo ideal para los ricos..

Sexto, cuando las administraciones americanas quieren atacar a un país, como ocurrió con la ex-Yugoeslavia, Irak, Libia e incluso como ocurre ahora con un socio mayor como lo es la Rusia capitalista, comienzan señalando deficiencias en sus sistemas políticos de gobierno, que si bien pueden en algunos casos llegar a ser ciertos, son señalamientos hechos por gobernantes cuya legitimidad no es producto del voto directo de la mayoría de sus ciudadanos. Recientemente leía el comentario de un joven que emigró a los Estados Unidos, sorprendido por el hecho, que el día de la elección del presidente norteamericano Trump, sus 15 compañeros de trabajo ni siquiera sabían que era el día de ir a votar. La despolitización de la juventud norteamericana contrasta con lo que ocurre en Latinoamérica, donde por ejemplo, es imposible pensar en un almuerzo de una familia venezolana donde no se hable de política, independientemente de la posición que se tenga sobre ello. En una oportunidad, conversando sobre lo que le ocurría a uno de los teóricos más importantes de la pedagogía crítica, Peter Mclaren -de origen canadiense quien emigró a los Estados Unidos- me sorprendió el relato de algunos de sus estudiantes quienes eran invitados por los servicios de inteligencia a grabar sus clases en la universidad, como un mecanismo de control y para censurar el pensamiento crítico en esa nación.  Precisamente en uno de los países que promueve la migración como arma de ataque a gobiernos, aunque después quienes parten para allí encuentren que es otra la realidad ,

El desencuentro generacional

Toda esta dinámica de la globalización económica y la mundialización cultural en el año 2017,  ocurre con problemáticas adicionales para los nacidos desde el año 1985 hasta la presente fecha. Una juventud que crece en la explosión del internet, la televisión satelital con más de 100 canales digitales, las redes sociales, los video juegos, el 4D y la realidad virtual aumentada construye un imaginario de éxito “efímero” no siempre asociado a soportes materiales en la realidad concreta. Y ahí dos aspectos a reflexionar.

Primero, desde las narrativas alternativas, son contadas las iniciativas para dotar de contenidos con sentido práctico a estos maravillosos desarrollos tecnológicos y comunicacionales, dejando, en muchos casos, el pensamiento crítico y los llamados “gobiernos progresistas” este campo de trabajo en manos y la hegemonía de la poderosa industria cultural de los países del G7+1. Sin embargo, mientras unos “no hacemos”, la industria cultural no cesa en su tarea de afirmar valores para el desarraigo cultural, la vergüenza étnica tercermundista, el consumo basado en necesidades creadas y la ilusión de alcanzar un estándar de vida fundamentado en la posesión de mercancías, que no alcanzan siquiera, la mayoría de los jóvenes nacidos en los países industrializados. Es urgente, el desarrollo de “tanques de pensamiento” desde el Sur, que analicen la industria cultural de las naciones más poderosas.

Segundo, existe un discurso propio de la generación precedente a la revolución científico tecnológica, es decir los nacidos antes de 1985, quienes ante la incapacidad para llevar el ritmo cambiante de este cambio de paradigma técnico y comunicacional, construyen desde  la academia, la política y los gobiernos un discurso conservador, que aumenta la ruptura generacional presente. Ante la incapacidad de las generaciones precedentes para entender y empalmar rápidamente, con sentido práctico y crítico pero no negador de la nueva realidad, los jóvenes de hoy se sienten en buena medida sin referentes de las generaciones que le preceden, lo cual es altamente peligroso, en el marco de la propaganda y producción de la industria cultural afín con los intereses de esta globalización económica y mundialización cultural. Es urgente, que los “mayores” entendamos esta situación y allanemos el camino del reencuentro no descalificador con los mas jóvenes o, estos últimos estarán aún más indefensos ante las avezas intensiones del gran capital. Así como en distintos momentos históricos fue ridículo censurar y responsabilizar de los males sociales al rock, la salsa, la lambada o ahora al reggaetón, porque ello solo mostraba la falta de diálogo inter generacional; hoy el dialogo entre los llamados “nativos” y los “inmigrantes” digitales es una tarea urgente, lo cual pasa no solo por una apropiación de las herramientas sino fundamentalmente por un reconocimiento mutuo de potencialidades y de encuentro.  Un discurso que censure lo tecnológico solo contribuye a la fractura inter generacional y fortalece dinámicas migratorias que frenan ese encuentro.

Los procesos migratorios en el marco de la restructuración económica global

Una muestra de ese desencuentro generacional lo ha sido la postura de los “mayores” respecto a la migración por parte de los más jóvenes en distintos momentos históricos  La construcción de las sociedades modernas ha significado procesos permanentes, constantes y diversos de migración. Primero fue de las fincas a las aldeas, posteriormente lo seria de éstas a las ciudades periféricas.  Tiempo después, con el surgimiento de las grandes ciudades se generaron masivos procesos de migración del campo, aldeas, pequeñas poblaciones a las ciudades centrales de los Estado nacionales. En el marco de la llamada oposición ciudad-campo surgió un discurso por parte de quienes se quedaban en el lugar contra quienes partían. “Traidores”, “desleales”, “desarraigados” fueron algunos de los epítetos con los cuales se señaló a quinees partían del lugar. Hoy la globalización económica y la mundialización cultural presionan por todos los medios, especialmente por los canales creados en la revolución científico tecnológica, para que nuestros jóvenes marchen fuera del país, en el marco de unas políticas del gran capital descritas anteriormente. Satanizar per se estas dinámicas, sin allanar caminos de reencuentro generacional, no contribuye a esclarecer las potencialidades y limitaciones de las dinámicas migratorias.

Por ello, la labor de las instituciones públicas de los países mal llamados en “desarrollo” y más aún, los dirigidos por gobiernos progresistas consiste en develar pedagógicamente los “entre telones” de esta ola de inmigración en cuatro dimensiones: las oportunidades reales, la dimensión  salarial, los aspectos de la seguridad social y la multiculturalidad, En el primero de los aspectos es urgente elaborar estudios y construir claras series estadísticas que muestre como el desempleo juvenil es un problema creciente y de alto impacto en Europa, Norteamérica e incluso en muchos de los países del llamado milagro asiático como Corea del Sur. Sólo un ínfimo porcentaje de los jóvenes que emigran hoy consiguen empleo, los restantes pasan a formar parte de los marginados entre los marginados.

Segundo, es importante sistematizar y publicar la relación de salario mínimo y profesional en los países que atraen inmigración y los costos de medicinas, alimentos, vivienda, transporte en países donde no existe la seguridad social para los extranjeros.  Ello no suprime la urgente necesidad de recomponer los salarios profesionales en nuestros países, para que resulten atractivos para los trabajadores de cualquier edad en el presente.

Tercero, nuestros jóvenes están acostumbrados a vivir en países donde los servicios, las medicinas, la comida son de muy bajos costos, donde elementos como la educación son gratuitos; por ello debemos explicarles cuales es la situación en esos países a donde quieren ir. Por ejemplo, mucho se publicita sobre la “maravilla” del modelo económico de Korea del Sur, pero pocos conocen el drama de una juventud de ese país, con severos problemas para conseguir empleo, en un marco de alta demanda social tanto de consumo, como para poder alcanzar logros tan comunes para nosotros como poder casarse y ser aceptado; esta imposibilidad ha llevado a que Korea del Sur, el gigante asiático, sea uno de los países con mayor tasa de suicidio juvenil.

Cuarto, la realidad social y poblacional no es de un solo tipo, no admite unidemensionalidad del pensamiento. Distintas costumbres, recorridos históricos, religiones hacen del mundo un lugar diverso.  Ello, es positivo y es obligación de nuestros sistemas educativos potenciar esta comprensión, incluso para decidir adecuadamente acerca de partir o quedarse.

Welcome al retornar a casa

A mi juicio existen tres tipos de dinámicas migratorias: (a) por razones de estudio, (b) por empleo, (c) el turismo “mochilero”. En cualquiera de los casos, expresan una tendencia de las nuevas generaciones  de vivir otras experiencias, conocer nuevas realidades y encontrarse con sus pares de distintas culturas. Si a pesar de que las generaciones mayores le expliquemos a los más jóvenes los riesgos y posibilidades de los procesos migratorios en el presente, ellos deciden probar suerte, como lo hicieron otras generaciones en el pasado; debemos garantizar que quienes partan lo hagan con la certeza que su país los recibirá nuevamente con los brazos abiertos, ya sea para desarrollar lo que aprendieron fuera o para apoyarlos en el reinicio de su desarrollo personal y profesional en la patria que los vio nacer.

La migración de los jóvenes en los cuatro puntos cardinales del planeta, a pesar de su inserción en la dinámica capitalista del siglo XXI, debemos verla también, dialécticamente hablando, como procesos hermosos de construcción de un nuevo prisma generacional que potenciará la construcción de identidad para nuestras naciones en el siglo XXI.  Sabemos que la mayoría de quienes parten regresarán, por ello debemos construir un cultura del “recibimiento” cálido y el reencuentro amoroso que posibilite seguir construyendo naciones independientes con todos y todas.

Lista de referencias

YEAD (2016) Youth Employment Decade Org. Mapa Mundial del Desempleo. Disponible online.

Desempleo Juvenil en Europa (2015). La vanguardia de España. Disponible en linea

[i] Docente e investigador en pedagogía critica y ciencias sociales. CEO del portal http://www.otrasvoceseneducacion.org

*(escrito originalmente para la revista síntesis de Venezuela)

*Imagen: http://juventudesargentinas.blogspot.com/

Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/03/10/las-diasporas-juveniles-en-el-siglo-xxi/

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El eurocentrismo de Slavoj Zizek

Atawallpa Oviedo Freire

“La sociedad humana misma advierte a la periferia como el centro de acción, porque ahí existe la conectividad de las cosas, que han sido aisladas de manera sublimada por las culturas predominantes”. Jaime Vargas Condori.  

El intelectual marxista de origen sloveno Slavoj Zizek, en su artículo “PIENSA LOCAL, ¡ACTÚA GLOBAL!” señala lo siguiente, y que es lo medular en la fundamentación de su discurso, como asimismo para darle título a su artículo: “En los años 60, el eslogan del incipiente movimiento ecologista era ¡Piensa global, actúa local!. Trump promete hacer exactamente lo contrario: Piensa local, actúa global.” [1]

Cuando surgió este axioma: “piensa global, actúa local” por un grupo de ecologistas de origen europeo, fue cuestionado y rechazado por otros ecologistas e intelectuales, principalmente de Sudamérica, que veían el carácter eurocéntrico y hegemónico de aquel principio, pues el “piensa global” significaba que había un solo pensamiento en el mundo o de que todos debían llegar a pensar de una sola manera. Evidentemente, el pensamiento global o “pensamiento único” que debía ser incorporado y asimilado por resto de la humanidad, era el de los autodenominados: primer mundo, desarrollados, civilizados, europeos, occidentales; ya que todos los demás eran tercermundistas, subdesarrollados, atrasados, primitivos, inferiores. En definitiva, dicha frase representaba una clara expresión homogeneizadora, monocultural, antropocéntrica, totalitaria.

Este cuestionamiento llevó a pensar por cierta intelectualidad que más bien podría ser al revés: “piensa local, actúa globalmente”. El “piensa local” significaba que en el mundo habían varias formas de concebir la vida y de vivirla, de que había que partir de la realidad cultural de cada pueblo, de que los procesos eran milenarios y diferentes en cada región del planeta. El “piensa local” no podía quedarse en un individualismo o un encerramiento para “actuar localmente”, sino que tenía que haber un “actuar globalmente”. Ese era, acompañar o apoyar otros procesos en otros lugares de fuera de lo local. Pensar desde su cultura o proceso histórico, pero estableciendo relaciones con todos los pueblos en el mundo, en la conciencia de que estamos en un solo mundo.

Pero, para las racionalidades de las “naciones primeras” además no se trataba de un “pensar individual” en cualquiera de las formas descritas anteriormente, sino de un “pensar colectivo” pues nadie piensa ni existe por sí mismo sino a partir del otro, en la conciencia de que en la interrelación o en el compartir se descubre a sí mismo y descubre a los demás. Pero este “pensar colectivo” no se circunscribe al “ser humanidad” sino al “ser natural” integral, el cual no solo es la materialidad sino la espiritualidad que extraña. Por tanto, no solo es un pensar sino un sentir, los cuales no están separados sino que están conectados en un “senti-pensar” o un “pensi-siento”.

No solo el ser humano “piensisiente” sino que en la vida todo es conciencia, habiendo tipos y dimensiones de la conciencia de acuerdo a la posición geográfica y a la altitud de cada región. Esta condición determina los procesos de cada sistema de vida en su relación con ese espacio o ambiente particular, pero no solo con el mundo de abajo-tierra sino con las fuerzas de arriba-estrellas. En lenguaje académico: al humano integral no le interesa solo el texto sino el contexto y el subtexto. Por lo que no hay separación o exclusión entre el pensar-actuar y lo local-global, sino un conjunto integrado y armónico.

Siendo justamente éste el conflicto de Zizek y del occidente en general, de que dichos conceptos o principios siguen guardando una separación entre el pensar y el actuar, entre lo local y lo global, entre lo individual y colectivo, entre el pensar y el sentir, etc. Terminan siendo expresiones dualistas, por ende, eurocéntricas, ya que siguen la misma lógica cartesiana del “pienso luego existo” o “existo luego pienso”. Es decir, son parte y prolongación de la misma visión dicotómica de lo que representa occidente o de cómo surgió la civilización, ya que antes de ello no existía esta concepción de exclusión en ninguna parte del mundo. Lo que nos da cuenta, que además hay un “pensar de inclusión” y un “pensar de exclusión”.

En la historia mundial, solo lo que dio en llamarse “civilización occidental” procedió a dividir y especializar a la vida, a la naturaleza, a lo sagrado, a la “realidad”; pues antes de ello todos los pueblos del planeta la veían complementariamente. Concebían la existencia de la diferencia y de la oposición, pero no de la fragmentación ni de la separación, en la medida de que entendían que todo estaba interrelacionado y de que todos dependían uno del otro. Siendo esta la divergencia fundamental, que marca la distancia y la ruptura entre el “pensamiento occidental” y el “pensisiento no-occidental”. Y a partir de ello dos sistema-mundos totalmente diferentes y excluyentes uno del otro.

El “pensamiento de exclusión” es el generador y el responsable de la actual situación de caos ambiental y global. El desajuste a los ecosistemas y su desequilibrio, la ha originado una manera de ser y de existir. La manera de concebir a la naturaleza y su relación con ella, es la que ha provocado el cambio climático y todas sus secuelas. La cosificación y mercantilización de la naturaleza, es el mayor acto de destrucción ambiental -por ende humana- llevado a cabo por el occidentocentrismo. Caos que en nuestros días ha llegado al clímax, con la posibilidad progresiva de que seamos la generación que vea la desaparición de la especie humana o una buena parte de ella, si es que no se cambia a tiempo con este pensamiento “contranatura” y se retoma el sentido de vivir en el “continuo de la natura” o “continatura”. Ese el dilema de la humanidad actual.

En este sentido, cuando Zizek utiliza estas analogías como fuente argumentativa de su discurso y de cómo las relaciona con Trump, deja ver otra parte de su euro-occidentocentrismo. Así, en dicho artículo habla de América, pero América es solo EEUU. No existimos los latinoamericanos y los indoamericanos. Los EEUU se apropiaron de todo, hasta del nombre América y hay quienes la validan y la reconocen como tal. En la práctica, para cierto “pensar globalmente” los centro y sudamericanos seguimos siendo el “patio trasero” de EEUU. Referirse a los estadounidenses como americanos, es una manera muy eurocéntrica de expresarse, con todo lo que ello implica o envuelve. Pero además significa que él acepta y reconoce al pensamiento europeo como el centro de todo y que las demás racionalidades o “pensisientos” son periféricos, es decir, menores. Zizek es crítico de la dicotomía centro/periferia, pero como su mentalidad es eurocéntrica no se interesa por conocer a cabalidad el pensamiento de la alteridad y peor de experimentarla en un ser. Sigue en la lógica de externalidad del fenómeno de estudio o de objeto de conocimiento. No sabe lo que es la relación sujeto-sujeto (inclusión) y solo conoce la de sujeto/objeto (exclusión).

En el fondo, él y toda la intelectualidad siguen “pensando” y “actuando” centradamente, es decir, eurocéntricamente. La periferia es básicamente un discurso para cuestionar la centralidad de los países ricos y de la derecha occidental sobre los países pobres y la izquierda, pero no para cuestionar verdaderamente el centrismo de todo occidente sobre el resto del mundo. Y esto se debe, a que no se cuestiona al dualismo centro/periferia desde el “pensisiento” o conciencia de “afuera” o de los “otros”, sino desde el mismo pensamiento de “adentro”. Y eso también es eurocentrismo. Algo muy típico en la izquierda y en los marxistas. Dicen que luchan por los olvidados, los ninguneados, los indios, los colonizados, pero lo hacen desde un pensamiento externo a ellos. Los “otros” son objeto de conocimiento analizados desde la externalidad y desde la lógica del pensamiento de exclusión o dialéctico.

El objetivo de las izquierdas es construir el socialismo y luego el comunismo en todo el mundo. Teorías éstas, provenientes o construidas en Europa. No les interesa que los “otros” continúen o profundicen en sus procesos milenarios y autónomos. Por el contrario, deben olvidarlos y lanzarse a hacer realidad las teorías y los experimentos de la “clase más avanzada” y del “pensamiento más adelantado”. O, como quizás diría Zizek: “seguid nuestro sueño de izquierda”.

Por ello, todo se desenvuelve en la dialéctica eurocéntrica: derecha / izquierda, capitalismo / socialismo, liberalismo / marxismo, idealismo / materialismo, episteme / doxa, etc. Debiendo todos inscribirse en esas categorías, y si alguien se sale de ellas -las izquierdas apuntan con el dedo y dicen-: “en el fondo es un derechista” o alguien que le “hace juego a la derecha”. Y luego gritan como machos alfa: “patria o muerte”, mientras en la alteridad se respira “matria y vida”. El eurocentrismo se dedica a orar a su “Cristo muerto en la cruz”, a su “Dios ha muerto”, a la “filosofía a muerto”, al “fin de la historia”, etc.; mientras en otros lares se dedican a la fiesta, el ritual, la ensoñación, el homenaje a la vida. Lo cual nos da dos mundos: uno vital y otro necrológico, uno animista y otro escatológico. Una cultura de la vida y una civilización para la muerte.

No pueden ver más allá, de ahí su miopía y anorexia. Y quién no responde a esta lógica eurocéntrica es simplemente: atrasado, extremista, fundamentalista, o un retro-revolucionario que quiere regresar al pasado, que no quiere desarrollarse y evolucionar. Típica forma para desvalorizar y minimizar a quienes piensan diferente al “pensamiento único” o “global”, de izquierda o de derecha. El dualismo, la dicotomía, la diastasis, la bifurcación, la dialéctica, etc., son para el eurocentrismo las únicas teorías sociales válidas de análisis y de síntesis. La “ley de la competencia” y de los “antagonismos sociales”, son las únicas fuerzas y motores que permiten el progreso y el crecimiento de la humanidad, o del “mundo civilizado” en palabras de Zizek. En suma, solo “la lucha de contrarios” hace posible la vida y su evolución permanente. Y todo lo que salga de ese molde, no es: académico, científico, serio, objetivo, verdadero.

En general, no conocen o entienden qué es la “armonía de contrarios”. No pueden ver que la civilización u occidente surge como substitución o reemplazo de este milenario y mundial principio, por el de “lucha de contrarios”. Siendo esta la base ontológica del sistema-mundo civilizatorio que en su cúspide de la modernidad gobierna a todos y hace que todo funcione en esa proyección: guerras, conflictos, sufrimientos, enfermedades, sequías, etc.

El objetivo de la derecha es someter o superponerse al “otro” o “menor” o “inferior”, y de la izquierda el de liberarlos o emanciparlos a partir de someter o dominar a los de arriba o explotadores. En la lucha capitalista los de abajo deben sostener a los de arriba, unos son los que dirigen y otros son los trabajadores. En la lucha socialista, los de abajo deben pasar arriba y éstos deben ser desplazados hacia abajo. Es lo que llaman la “democracia liberal” y la “dictadura del proletariado” –respectivamente-, pero que a la final son dos maneras de sometimiento o exclusión. Es decir, el sometimiento de unos contra otros, como práctica indefinida de vida. Aunque Marx soñaba que un día los sometedores proletarios convencerían a los sometidos burgueses de terminar con el Estado, el partido único, y la democracia. Es decir, cuando todos se volverían comunistas y con ello se terminaría para siempre la “lucha de clases”. Amén.

Por tanto, nos parece equivocado el señalamiento de Zizek de que Trump “piensa local y actúa globalmente”. Trump es super occidentocéntrico, piensa globalmente y actúa globalmente. Piensa que EEUU debe dirigir el mundo, que debe seguir mandado a todos, y de que no debe permitirse que sea desplazado como primera potencia mundial por la China u otro.

Un antiinmigrante y racista como Trump, quiere que en el mundo solo hayan “blancos”. Desprecia profundamente a los negros, hispanos, árabes, indios, chinos, y todo cuanto represente lo “no-blanco”. Trump piensa desde su ego y actúa en la búsqueda de un mundo a su medida. En este sentido, utilizar una frase nacida y cuestionada en un contexto para reproducirla en otro, es más de lo mismo y no una ruptura con la dicotomía cartesiana. Mucho más, al no tomar en cuenta la racionalidad de la alteridad o conciencia de la otredad. A los eurocéntricos, les interesa muy poco “descubrir” y “aprender” de los “otros” de los “diferentes”, pues están convencidos que la alteridad es la izquierda. Por eso Zizek llega a decir en el referido artículo: “La gran ironía es que los izquierdistas que durante tanto tiempo criticaron a Rusia Unida por sus pretensiones de convertirse en el policía global podrían acabar añorando los viejos tiempos en los que, con toda la hipocresía que conllevaba, Estados Unidos imponía valores democráticos al resto del mundo.”

Como básicamente conoce Europa y “América” (EEUU), y solo tiene ciertas referencias de los demás pueblos no-occidentales, Zizek también “piensa globalmente y actúa globalmente”. De ahí, su “obligado” apoyo que ofreció a Hillary, ya que para él “América” es el timón del mundo y lo que pase entre republicanos y demócratas es lo que marca el destino de la humanidad. Los occidentales son el centro y ellos marcan el destino de todos, hasta del planeta mismo y muy pronto del cosmos. Los demás países de fuera de occidente son la periferia de la periferia, los cuales tienen como misión el seguir a la derecha o izquierda si quieren salir de esa condición. Deben dejar de ser la alteridad para pasar a ser izquierdas liberales o marxistas. Puro eurocentrismo.

Aunque esto para él es una crítica absurda: “El eurocentrismo se ha acabado, estoy harto de que ante cualquier cosa que pase, Europa tenga la culpa”. [2] Zizek no entiende que la inmigración de ahora y de ayer, de que los ataques que sufren por parte de los fundamentalistas…, son el bumerán de lo que ellos hicieron cuando colonizaron el mundo. Los pobres y los extremistas de fuera de occidente, han llegado a ello o son consecuencia del proyecto occidentalocentrista o la globalización. Si ellos no hubieran colonizado el mundo, habría alguien que quiera salir de esa situación? Si ahora los chinos están colonizando el mundo, los occidentales no están temerosos de perder su majestad de potencias? Si los chinos someten a los occidentales, no se despertarán las ansias de descolonización y les regresará el bumerán a los chinos?

Es cierto, el capitalismo se ha vuelto global, pero el nacionalismo, el culturalismo y el centrismo también. Pero el problema no solo es del capital y/o del nacionalismo-culturalismo-centrismo, sino principalmente de una manera de concebir la “realidad”, entre los que han roto con las leyes naturales a través de su pensar global, totalitario, absolutista; y los que guardan respeto y comunión a través de la armonía y el equilibrio complementario. Resolviéndose esto, se resuelve todo lo demás. Y no al revés como cree el eurocentrismo y/o antropocentrismo de derecha e izquierda.


[1] https://lalineadefuego.info/2017/02/09/piensa-local-actua-global-por-slavoj-zizek/
[2] Slavoj Zizek critica la “falsa empatía” por los refugiados

Fuente del articulo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=223356

Fuente de la imagen: http://www.6yka.com/img/s/724×420/upload/images/0000000000000 avgust 2015/slavoj-zizek-livros.jgp

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El rumbo de las universidades que innovan

Por:  Fidel López Equizabal

Cuando se analiza el rumbo de las universidades, no es solo de verificar el tipo de equipo, infraestructura o tecnología con que cuenta, es también el tipo de maestros capacitados y dispuestos a enfrentar los retos de la globalización.

 Las universidades están enfrentando cambios debido a la virtualización de las carreras; las Tecnologías de la Información y la Comunicación son otro talón de Aquiles. En la actualidad, las carreras virtuales se han incrementado vertiginosamente. Innovar implica capacitar a maestros de todas las facultades para que logren impartir asignaturas en esa modalidad. ¿Existe deficiencia en la pedagogía virtual? ¿Se está incrementando la matrícula en modalidad virtual? ¿Qué pasará con las universidades que no innoven?

A la investigación y el desarrollo I+D, según mi análisis, se le debería incorporar la C, que significa competencia. Las competencias de cada estudiante también se suman al aprendizaje autodidacta. En la actualidad, los alumnos tienen toda la información en las manos; por lo tanto, un catedrático universitario debe ser capaz de convencer con nuevas formas de enseñar y no quedarse desfasado. Las mejores universidades invierten en investigación científica y desarrollo tecnológico.

A lo anterior se le suma que los equipos de prácticas educativas tienen que estar en constante renovación para poder enseñar con tecnologías de punta. La inversión que realiza cada universidad en tecnología hace tener a mejores profesionales y maestros capacitados.

La educación se ha orientado en un nuevo enfoque educativo, el cual ha ido cambiando no solo por la tecnología, sino por la era de la información. A principios del siglo XX los maestros explicaban y los alumnos entendían. En 1950, los maestros demostraban y los alumnos experimentaban. En el siglo XXI, el profesor se convirtió en mediador y los discentes en competidores. Es irrisorio constatar que hasta algunos colegios cuentan con mejor tecnología que algunas universidades.

Las universidades que no innovan irán perdiendo alumnos, y eso será un final duro que enfrentar. Deben competir con los MOOCS, cursos en línea impartidos a miles de participantes a través de internet. Es más, algunos cursos online ya están programándose y no necesitarán de maestros.

Carlos Vignolo, investigador de la Universidad de Chile, manifiesta: “La innovación no es una opción… o las empresas innovan o mueren”. En El Salvador, algunas universidades aún no están conectadas con el aprendizaje virtual.

La internacionalización de las universidades ya no es un mito, es una realidad. La globalización ha colaborado a ello. Los estudiantes son los que también encarrilan a un nuevo modelo de enseñanza. Los smartphones, las tabletas u otros aparatos les facilitan de una mejor manera el proceso de enseñanza-aprendizaje.

La piedra angular del desarrollo es la educación; sin embargo, la innovación de las universidades también tiene que ir de la mano con la empresa privada. Recordemos que la empresa privada necesita a universitarios con conocimientos modernos para aplicarlos. Es más, las empresas grandes cuentan con mejor tecnología. Eso implica que las universidades que no innovan quedan descontinuadas.

En 2016 la Universidad de Oxford quedó en primer lugar en el mundo debido a cuatro indicadores de la metodología: investigación, enseñanza, distinciones y proyección internacional. Con esto se constata que también la investigación es una premisa para lograr empoderar a las universidades que deseen estar en ese ranking. En cada región, cada universidad lucha por salir del anonimato y sabe que cada profesional graduado es el que logrará tener éxito gracias a su proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los mismos alumnos indagan sobre las carreras, el equipo o los laboratorios de prácticas educativas. Eso significa que debe haber transferencia tecnológica para semillero de talentos. Las mejores universidades deben aplicar desarrollo e innovación en todo el sistema curricular. Los maestros y discentes siempre deben estar en constante cambio con la mejora continua.

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«Compre usted para Ser Feliz»

Por: Vicente Berenguer

Nos bombardean constantemente a través de los medios de transmisión o medios de adoctrinamiento: compre la casa de sus sueños, el reloj que le hará sentir bien…apueste su dinero al poker on line o cómprese un coche nuevo…y así hasta un sin fin de mensajes diarios a los que todos estamos expuestos por el solo hecho de encender la televisión, abrir el periódico o navegar por la red. “Si compra mi producto usted será feliz”, parece ser la consigna, y la consigna, generalmente, es creída.

La publicidad, en efecto, nos transmite directamente un mensaje claro: “debe usted comprar mi producto”, pero asociado a esto se nos “cuelan” una serie de mensajes o supuestos que a menudo pasan inadvertidos como también sus consecuencias, supuestos que son mayoritariamente aceptados. El primero de ellos es el de la infelicidad humana. Los seres humanos somos infelices ya que nos falta algo: nos falta un producto, la mercancía que se nos anuncia. Sin él, la vida no tiene sentido. El primer supuesto es por tanto que debemos creernos infelices.

El segundo supuesto es el que ya hemos comentado, que si compramos el producto nos sentiremos mejor. Veo al señor o a la señora que aparece en el anuncio y me transmiten felicidad, tienen una sonrisa de oreja a oreja; la familia que sale en el anuncio televisivo parece feliz, con lo cual mi familia y yo también lo seremos si adquiero el producto: debo comprar.

Ya tenemos dos de los mensajes subliminales o supuestos que se nos transmite a través de la publicidad. Nos quedarían muchos más pero ahora nos ocuparemos de dos de ellos (sobre todo en los productos caros) como son el prestigio social y la envidia. Con respecto al primero se nos intenta hacer creer que el comprador del flamante coche será alguien que gozará de un prestigio social que ahora no dispone, y es que la sociedad, sí, valora a aquellos que posean riqueza y además la exhiben. El comprador del coche será admirado por los demás produciéndose un reconocimiento de su valía, de su valor: ahora es un héroe ya que ha sido protagonista de una gran gesta: comprar; ahora es alguien que puede ser feliz. Pero además será envidiado. Conducirá por las calles de su ciudad con su lujoso coche y allá donde vaya se le envidiará con lo cual el sentido de la vida del comprador cobrará toda su importancia; ¿quién no sería feliz siendo alguien valorado y envidiado?

Así, tenemos que se nos transmite el pésimo y falso mensaje de que la felicidad depende de la adquisición de productos materiales y hasta que no se consigan estos se vivirá en la infelicidad, así es que si no se dispone del suficiente dinero para consumir (superfluamente) uno tendrá la felicidad vetada. Se nos crean con todo esto unas necesidades que en realidad no tenemos, la necesidad de comprar productos porque sin ellos, así es, la vida carece de sentido. El problema es que este tipo de mensajes han calado en las distintas sociedades y de este modo se valora a las personas no por sus acciones en beneficio de las mismas sino por su capacidad de consumo. Los referentes sociales serán personas adineradas y no aquellos que están implicados en la construcción de un mundo mejor. Finalmente se llegará a la conclusión de que los que dispongan de menor capacidad de consumo deberán sentirse inferiores y los que mayores bienes materiales tengan, superiores y afortunados.

Y esta es la gran falacia y el gran engaño al que gran parte de la población se somete, el creer que nuestra felicidad depende de lo exterior y material en lugar de lo interior e inmaterial, una falacia que aparta a todo el mundo del ansiado bienestar, tanto a los consumidores irracionales que compran productos buscando la plenitud como a los que no pueden lanzarse compulsivamente a comprar y por ello creen que nunca la van a alcanzar. Y es que el anhelado bienestar depende mucho más de lo sentimental, de nuestras relaciones humanas y de la adopción de un adecuado sistema de pensamientos y valores que del conseguir un gran coche o un caro reloj abocándonos sin embargo esta última actitud a una pseudofelicidad que en realidad nos alejará de una vida plena.

No nos dejemos engañar pues por embaucadores; no otorguemos a las empresas comerciales el poder de decidir sobre nuestro bienestar presente y futuro; y, seamos en cambio, personas independientes que no se ciñen por parámetros materialistas ni consumistas ni por falsos prestigios sociales.

Vicente Berenguer, asesor filosófico

vaberenguer@gmail.com

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Entrevista a Said Bouamama: «El internacionalismo no es una opción sino una necesidad»

Entrevista a Said Bouamama, autor del libro “La Tricontinental: Los pueblos del Tercer Mundo al asalto del cielo”
«El internacionalismo no es una opción sino una necesidad»
Alex Anfruns y Raffaele Morgantini
Investig’Action

Enero de 1966, La Habana: Los pueblos y dirigentes políticos revolucionarios del Tercer Mundo se reúnen en la llamada Conferencia Tricontinental, organizada por Ernesto Che Guevara, Fidel Castro, Ho Chi Min, Amílcar Cabral y Mehdi Ben Barka. Desde la conferencia de los no-alineados en Bandoung en 1955, los movimientos de liberación nacional proliferaron sin conseguir la creación de un frente común internacionalista y antiimperialista. La conferencia de La Habana apuntaba en aquel entonces a rebasar aquella carencia sobrepasando las diferencias ideológicas uniendo a todos los pueblos y a todos los movimientos en lucha. ¿Cuál ha sido el legado que nos ha dejado la Tricontinental y por qué volver a hablar de ella hoy en día? El periódico de Nuestra América ha entrevistado a Said Bouamama, autor del libro “La Tricontinental: Los pueblos del Tercer Mundo al asalto del cielo” (Leer: Introducción de Saïd Bouamama al libro), con el fin de profundizar sobre los elementos clave de aquel acontecimiento histórico.

El periódico de Nuestra América: En 1966, en el momento de la conferencia Tricontinental, el mundo se encontraba en plena guerra fría, es decir, en un momento histórico decisivo. Por otro lado, la situación está al rojo vivo en el llamado “Tercer Mundo” debido al surgimiento de movimientos de liberación nacional ¿Cuál es el lugar de la conferencia Tricontinental en medio de toda esta coyuntura histórica?

Said Bouamama: El proyecto de la conferencia Tricontinental aparece en un contexto marcado efectivamente por la guerra fría pero también por la transición del sistema colonial al sistema neocolonial. La lucha armada en países como Kenya, Argelia, Camerun, Angola, etc…ponen en guardia a las potencias coloniales frente a un posible alineamiento generalizado, lo que las arrastra a promover procesos de independencia ficticios, manteniendo así la dependencia existente. El proyecto Tricontinental madura entonces en un contexto en el que quedan en evidencia las “traiciones” de los nuevos estados aparentemente independientes contra la lucha de los pueblos. Por ejemplo, Lumumba fue asesinado gracias a la complicidad de algunos de estos estados. Por otro lado, Francia defendió en la ONU la guerra sucia de Argelia gracias al apoyo de estos estados africanos llamados “independientes”.

Una nueva conciencia militante surge gracias a esta situación: en primer lugar, ya no se trata de que cada pueblo dominado se enfrente a una sola y única potencia colonial, al contrario, ahora deben enfrentarse al imperialismo, es decir, a todo un sistema de dominación a nivel mundial; en segundo lugar, ya no se trata únicamente de luchar por una independencia de tipo político, sino de luchar para lograr una independencia económica real; todas estas transformaciones de conciencia política permiten el acercamiento a las luchas que se están llevando a cabo en América latina, donde los pueblos se enfrentan desde hace décadas al nuevo rostro de la dominación imperialista, a saber, el neocolonialismo. Todas estas luchas en los tres continentes se desarrollan al mismo tiempo, y como consecuencia de esto se constituye el proyecto de una lucha común Tricontinental. Si bien es cierto que la Tricontinental fue promovida por “líderes” como Fidel, Ben Barka, Ho Chi Min, Cabral, el Che, etc… debemos pensar también que la situación mundial había llegado a un momento donde era inevitable la creación de un frente de lucha común.

Para los pueblos que estaban en lucha en aquel momento, La Tricontinental abrió una nueva ola de esperanza, ¿Constituyó también un peligro real para las élites y las potencias imperialistas?

El sistema imperialista mundial se había enfrentado en muy pocas ocasiones a un frente unido de esa importancia, por lo que sí había un peligro real. Conocemos muy bien las reacciones que tuvieron todas las potencias imperialistas del momento, tanto las fuerzas políticas que defendían al sistema capitalista, los propios Estados o los grandes medios de comunicación dominantes. Fruto de esta amenaza se desarrolló una estrategia global con la intención de destruir por la violencia las bases humanas y políticas de aquel proyecto de solidaridad intercontinental.

La contra-revolución funcionó de cuatro formas diferentes: primero, asesinato de decenas de líderes y miles de militantes; segundo, apoyo y promoción de golpes de estado contra regímenes progresistas; tercero, ofensiva propagandística inédita (apoyo a ONG instrumentalizadas, prácticas de “formación” en los USA o Europa para sindicalistas, militantes asociativos o políticos, becas de estudio etc…); Y cuarto, creación y formación de servicios secretos en los “países amigos” y grupos paramilitares contra-revolucionarios en los países hostiles.

Nunca habíamos conocido una contra-ofensiva tan amplia y dotada de unos medios financieros tan elevados desde la revolución de 1917. Las potencias imperialistas nunca se habían unido de una manera tan sólida frente a este “enemigo común” que constituía la Tricontinental.

El contexto internacional no ha cambiado mucho Desde los años 60 ¿Sigue siendo hoy legítimo hablar de la existencia de un Tercer Mundo?

En cierto sentido, el contexto ha cambiado completamente pero también ha continuado siendo el mismo. Las formas han cambiado, pero no el fondo. Lo que cambia son las condiciones del combate y no el combate en sí mismo. Ha habido cambios como la desaparición de los “países del Este” que han supuesto el fin del desequilibrio bipolar surgido de la segunda guerra mundial, y esto dificulta más la lucha de los pueblos. También ha habido una aparición de un “Sur dentro del Norte” en los países dominantes debido a su empobrecimiento, y también un “Norte dentro del Sur” en los países dominados debido a la aparición de clases dominantes enlazadas con el imperialismo. Sin embargo, los países que dominan el sistema económico siguen siendo los mismos que antes, y los que tienen economías dependientes también. De igual forma, siguen existiendo los mismos mecanismos que se encargan de promover la dominación (Intercambio desigual, mecanismo de la deuda, imperialismo cultural etc…). Los pueblos de África, Asia y América Latina siguen todavía hoy enfrentados al mismo dominio de entonces, a los mismos enemigos, al mismo sistema imperialista. En este sentido queda una “comunidad de destino” y una base material para el llamado “tercer mundo”.

Teniendo en cuenta la situación que encontramos hoy en el “Tercer Mundo” ¿Piensa que hoy en día sería imaginable la reconstitución de una nueva Tricontinental?

Nunca se reproducen de forma idéntica los modelos de luchas emancipatorias. Cada experiencia es fruto de los contextos y de las posibilidades de una época, y las de hoy ya no son las mismas de las que hubo en la década de los 60 y 70. Sin embargo, seguimos enfrentados a las mismas dificultades y a los mismos enemigos, y seguramente a corto o a largo plazo podemos esperar que esta situación nos lleve a nuevos ejemplos de solidaridad Tricontinental. Tenemos experiencias emancipadoras recientes, cuyos líderes (Sankara, Chavez, Morales etc…) siempre han hablado de una unidad necesaria de las luchas de los tres continentes. Por eso la importante repercusión que ha tenido en África algunas experiencias como el ALBA. Inevitablemente esto nos llevará a nuevas experiencias de luchas comunes, y quién sabe si a una Tricontinental del siglo XXI.

¿Cuál sería el interés que tendríamos en conocer la historia de la Tricontinental en el contexto europeo actual, caracterizado por la crisis de valores?

La historia de la igualdad y la emancipación se va construyendo a largo plazo. Se va formando poco a poco, con avances y retrocesos, con victorias y derrotas que, en el transcurso de la historia han ido dibujando un progreso innegable, cuyas etapas han sido la abolición de la esclavitud, la abolición de la colonización directa, del apartheid etc…Las clases dominantes están muy interesadas en borrar de nuestra memoria los momentos que ha habido de ofensivas, avances y victorias de los pueblos y de las clases dominadas. Lo que suele decirnos la ideología dominante sobre la pobreza, las guerras, y los dramas que afectan a los pueblos de los tres continentes, es que simplemente se deben a cuestiones culturales. Así se encargan de ocultar las causas sistémicas fundamentales sobre cuestiones económicas, políticas y culturales. Y así, tratan de difundir un sentimiento de impotencia y fatalidad para desarmar y desanimar a la lucha. Contra esto es muy importante conocer las luchas que ha habido en el pasado, es un poderoso antídoto. Y debe ser uno de los factores importantes para la contra-ofensiva de los dominados.

¿Por qué la Tricontinental le dio tanta importancia al desarrollo de su identidad a través de la creación de visuales y carteles de gran calidad artística?

Este material de lucha tiene una importancia primordial ya que tienen la voluntad de llegar al pueblo y no solamente a las “élites”. A través de la pancarta, el dibujo, el cine etc…lo que se pretende es llegar a las masas populares y no solamente a los militantes organizados. También se pretende recalcar la importancia que tiene el combate cultural como parte fundamental de la lucha social y política. Prueba de ello tenemos la utilización de iconografía popular en las pancartas (armas tradicionales, ropa tradicional etc…). En este sentido se trata de luchar contra la tendencia de “desvalorización de uno mismo” y la “vergüenza de uno mismo”, sentimiento que trata de difundir el sistema de dominación para legitimarse y perpetuarse.

¿Qué pueden aprender las nuevas generaciones, particularmente las de los países del sur, acerca de este periodo histórico?

En mi opinión, las nuevas generaciones tienen mucho que aprender de la experiencia de la Tricontinental. Aquella experiencia puede ayudarnos a no volver a reproducir algunos errores que se cometieron. Sin embargo, muchas de las adversidades que se encontraron en aquellos tiempos siguen siendo las mismas hoy en día, y por eso pueden constituir una valiosa ayuda ya que estas han sido confrontadas, reflexionadas y teorizadas en el momento de la Tricontinental. Encontramos también una dimensión subjetiva importante. El conocimiento de las luchas pasadas crea las condiciones subjetivas de una esperanza y una voluntad política, contribuye a romper el sentimiento de impotencia paralizante para crear un sentimiento de potencia colectiva y solidaria. Así pues, conocer el pasado nos permitirá situar en el buen lugar la escala de la lucha que debemos llevar a cabo. La ruptura con la dependencia solo es posible a través de la existencia de una solidaridad Tricontinental. Las victorias de las fuerzas populares en un país no bastan para hacerla irreversible. La solidaridad Tricontinental forma parte de las condiciones de emancipación en cada uno de los países. El internacionalismo no es una opción sino una necesidad.

Más allá del renombre póstumo de algunas personalidades como el Che o Ben Barka, sus ideas y aquellas de otros pensadores revolucionarios son todavía relativamente poco conocidas. ¿Cuáles fueron los ejes principales de su visión del mundo?

Me sería imposible resumir en unas pocas líneas la riqueza de los aportes de estas personalidades tan importantes en la historia de la Tricontinental. Pero podríamos citar algunas algunos: 1) Entendimiento de la dominación como un sistema mundial y global, que necesitaría a su vez de una solidaridad mundial de las clases y de los pueblos dominados; 2) Análisis de los mecanismos contemporáneos de dependencia que siguen siendo todavía los mismos (deudas, cooperación etc…) 3) Comprensión de la independencia y de la soberanía incluyendo las dimensiones económicas y culturales; 4) Análisis de la constitución de nuevas clases después de las independencias que nos llevarían no solo a luchar contra el imperialismo sino también contra estas clases sociales internas ligadas al mismo; 5) Una teoría de la necesidad de una “Violencia revolucionaria” en algunos de los contextos; 6) Comprensión de la dominación cultural como eje principal de la reproducción del sistema de dominación; etc…Podríamos poner muchas otras aportaciones en evidencia, pero estos son suficientes para mostrar que los actores de la Tricontinental llevaban un proyecto global de ruptura total con el sistema imperialista.

Traducción: Enrique Cebrian

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=222950

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Los huérfanos de la globalización neoliberal

Por: Emir Sader
 Era el camino inevitable, que superaba todo lo que la historia había vivido hasta entonces. El libre comercio, la apertura de los mercados nacionales, el fin de los Estados nacionales, la libre circulación de los capitales, la desterritorialización de las inversiones: en la globalización neoliberal desembocaba inexorablemente el movimiento histórico de universalización de las relaciones capitalistas, iniciado hace varios siglos.

Vivíamos ese momento privilegiado de mercantilización del mundo, frente al cual desaparecían las alternativas, todas restringidas, nacionales, anti-mercantiles, desaparecerían las regulaciones que obstaculizaban a la libre expansión del capital. Países de América Latina habían actuado a contramano de esa tendencia global irreversible, hasta que en Argentina y en Brasil se retomaba el camino de la globalización neoliberal y el futuro volvía a abrirse para esos países.

La elección de Hillary Clinton venía a coronar ese futuro, con un neoliberalismo renovado, teniendo a Macri y a Temer como protagonistas. Todo estaba listo para que la historia de América Latina retomara el camino equivocadamente abandonado por la vía del populismo. En este momento Hillary Clinton estaría desfilando por las pasarelas políticas de la región usando su look neoliberal sacado del closet y celebrada por los gobiernos de Macri y de Temer. Chile había declarado que el TPP (Acuerdo Transpacífico) era el acuerdo del siglo. México había jugado todo su destino en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

De repente, el voto de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea anunciaba que algo estaba fuera del orden mundial previsto.

Enseguida, Donald Trump gana y anula la participación de EE.UU.en el TPP, así como desiste del Tratado de Libre Comercio con Europa y cuestiona el Tratado con México y Canadá.

La brújula de los neoliberales se atasca. El futuro ya no es lo que sería. Justo quienes les habían vendido ese futuro, lo niegan y vuelven al proteccionismo, que decían que estaba superado definitivamente. Salen de los acuerdos de libre comercio que anunciaban que era el destino obligado. Retornan a la defensa de los empleos dentro del país, cuando explotaban mano de obra barata de afuera como el camino de mejorar la concurrencia.

Total, el futuro ya no es lo que fue. Volvió a estar abierto. Lo que se decía que era superado vuelve con fuerza. Lo que se prometía como el destino inexorable, dejó de ser.

Los que han atado su destino a la globalización neoliberal, se quedaron huérfanos. El canciller José Serra prometía llevar a Brasil al TPP, que ahora no existe más. Argentina y Brasil trataron de debilitar los espacios de integración regional, en función del retorno a la subordinación a los EE.UU. Ahora, al igual que a México, se les cierran las puertas. (A Argentina ya le costó el amargo cierre de la exportación de limones. A México le cuesta todo: inversiones, empleos, remesas desde EE.UU.)

No hay destino obligatorio para la humanidad. El futuro está abierto, será decidido por las vías que los pueblos decidan, democráticamente. ¿Por qué no Argentina, Brasil y México, con gobiernos soberanos, deciden próximamente reencauzar sus políticas externas y ampliar y reforzar los procesos de integración latinoamericana, estrechamente articulados a los Brics? ¿Por qué no?

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=Los+hu%C3%A9rfanos+de+la+globalizaci%C3%B3n+neoliberal&espv=2&biw=1024&bih=445&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjTiZzhw-LRAhXMdSYKHZWyDO4Q_AUIBigB#imgrc=tQ92wtS1UzZFTM%3A

 Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=222157
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