La OMS previene de un gran rebrote por la vuelta al cole y la gripe

Según la organización internacional, se va a incrementar la incidencia de la Covid-19 en los grupos de edad más jóvenes de Europa.

Varios países de Europa están registrando estas últimas semanas notables repuntes de infecciones diarias de coronavirus, incluso hasta niveles no conocidos desde abril y mayo. Son numerosos los países que contabilizan cifras máximas en los últimos días —como Croacia, Rumanía o Hungría—. Y todavía no ha empezado la vuelta el colegio en la mayoría de estados.

Precisamente, este es uno de los puntos que más preocupa a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa. El director regional de la entidad, Hans Kluge, ha advertido de un posible gran incremento de la pandemia de Covid-19 en los próximos meses de transición del verano al otoño por la vuelta a los colegios. A esto se suma la temporada de gripe y la mayor mortalidad de los ancianos durante el invierno.

“Es un momento difícil ahora cuando pasamos del verano al otoño con tres fenómenos que se juntan: uno es la reapertura de las escuelas y el año académico. El segundo es la temporada de gripe, por lo que pedimos a los grupos de riesgo que se vacunen contra la ésta lo antes posible. Y el tercer fenómeno es el exceso de mortalidad que vemos en los ancianos durante el invierno”, ha resaltado este jueves en rueda de prensa virtual.

La OMS ha expresado ya en varias ocasiones su preocupación por la convivencia del coronavirus con la gripe en los hospitales, lo que puede llegar a provocar que colapse el sistema sanitario si no se gestiona de manera eficaz. Ambas enfermedades, además, presentan síntomas similares por lo que su diagnóstico se complica. En la pasada temporada de gripe estacional hubo una «drástica» desatención de ésta a causa del coronavirus, según la OMS.

Kluge alerta también de “un aumento de la incidencia” de la Covid-19 en los grupos de edad más jóvenes por toda Europa. “Nuestro mensaje ha sido consistentemente que nadie es invencible. Puede ser que los más jóvenes no necesariamente vayan a morir por ello, pero es un tornado con una larga cola y es una enfermedad multiorgánica. El virus está atacando los pulmones, pero también el corazón y otros órganos y es una etapa en la que la gente más joven, particularmente con la llegada del invierno, estará en contacto más cercano con la población de edad avanzada”, ha añadido.

En 32 de los 55 estados europeos ha aumentado la tasa de incidencia en 14 días más del 10%. Por lo que, “definitivamente hay un aumento que está generalizado en Europa, sin embargo el escenario dista del que se vivió en febrero”.

Reunión global sobre la reapertura de las escuelas

El próximo 31 de agosto se celebrará una reunión virtual para todos los países miembros de OMS Europa que tratará la reapertura de las escuelas. “Presentaremos lo que sabemos: que no podemos abrir sociedades sin abrir primero la escuela. Éste ha sido el mayor trastorno en la educación de la historia, con 1.600 millones de alumnos afectados en más de 190 países, por lo que la cuestión clave aquí es que depende mucho del nivel de transmisión en la comunidad”, ha avanzado.

A pesar de que el entorno escolar no ha sido un contribuyente principal al Covid-19, hay cada vez más publicaciones que se suman al conjunto de pruebas de que los niños sí juegan un papel en la transmisión.

Fuente: https://www.economiadigital.es/politica-y-sociedad/alerta-de-la-oms-la-vuelta-al-cole-y-la-gripe-amenazan-con-un-rebrote_20092315_102.html

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Un enfermero escolar alerta: «Con la apertura de colegios y la llegada de la gripe nos viene un tsunami»

Por: Carlota Fominaya

Estos profesinales están sin duda capacitados para la identificación de los síntomas de Covid-19.

Niños con diabetes, alergias alimentarias graves que cursan con shock anafiláctico, casos graves de epilepsia, golpes, caídas, casos no diagnosticados de enfermedad cardiaca no diagnosticada… y ahora, por desgracia, coronavirus. A juicio de Borja Mediero, enfermero escolar en un instituto madrileño de Secundaria, la necesidad de estos profesionales en los colegios en tiempos de coronavirus queda fuera de toda duda, porque «están sin duda capacitados para la identificación de los síntomas de Covid-19. Nuestra figura es clave -insiste-. En los colegios es necesaria la visión de un sanitario a la hora de organizar un protocolo de actuación frente al Covid, tanto en prevención, como en detección de casos en el aula».

Mediero teme la llegada la apertura de los colegios y la llegada del frío, donde augura que se van al mezclar los síntomas de la gripe con los del coronavirus, y va a ser muy difícil de diferenciar entre ambas enfermedades hasta que no haya un diagnóstico hecho con PCR: «nos viene un tsunami», augura. «Ahora mismo, por ejemplo, estamos viendo que no todos los adolescentes están concienciados con todo esto, y qué mejor que darles formación sanitaria, tanto sobre el Covid y sus consecuencias, como otras muchas cosas que les rodean, como el alcohol y el tabaco».

De hecho, «la ley de regulación de profesiones sanitarias establece que las enfermeras son las responsables de ejercer esta promoción de la salud en la ciudadanía», explica Mediero. «Esta labor de prevención y promoción de la salud es la que ocupa gran parte de nuestra jornada laboral: organización de charlas, clases para evitar el tabaquismo, talleres sobre alimentación y nutrición, consumo de alcohol, drogas, estilos de vida saludables, RCP para el manejo de situaciones de emergencia…». Es más, a este profesional no se le olvidará en la vida el día en que tuvo que atender a un menor que presentaba una parada cardiorrespiratoria por atragantamiento. «Volvió a la vida tras hacerle una resucitación cardiopulmonar», rememora.

Porque el abanico de problemas sanitarios que se puede dar en un colegio es infinito. «Podemos realizar una atención práctica, de urgencia como una PCR… pero prevenir hábitos malos es básico para la sociedad., pero también realizamos una labor importantísima de educación sanitaria y de prevención… Es decir, además de hablar de lavado de manos y correcta utilización de mascarillas, tenemos mucho que alertar sobre el consumo de sustancias perjudiciales, por ejemplo».

La presencia en la enseñanza pública

Sin embargo, denuncia, « la tónica general es que no haya enfermeras en los colegios públicos. La ley solo establece que haya un sanitario, enfermera o enfermero escolar en caso de que haya algún niño que cumpla ciertos requisitos médicos. En Primaria se suele establecer cuando hay menores diabéticos, que necesitan un control del azúcar antes y después de las comidas, del recreo, cuando toca el comedor…». En Secundaria, prosigue, «nuestra presencia está más orientada a niños con problemas motóricos, de desplazamiento, que necesitan alguna adaptación porque van en silla de ruedas… Es decir, por problemas funcionales».

La presencia en la enseñanza privada

En los colegios privados, explica este enfermero, «esto lo gestionan las ampas (Las asociaciones de padres y madres de los centros escolares). Ellos son quienes contratan una enfermera escolar para que haya un control de parte de un sanitario. El centro contrata este tipo de profesionales cuando hay una petición generalizada por parte de los padres para atender a niños con epilepsia, diabetes, alergias alimentarias graves, alguna ambiental, etc.».

Pese a todo, el debate, reconoce Mediero, está ahí. «Muchas veces se discute sobre si los centros educativos necesitan una enfermera escolar o si los profesionales de enfermería de atención primaria pueden ejercer la labor que hacen los enfermeros escolares. yendo ellos a realizar esa atención in situ al colegio, o realizando los talleres de forma puntual. Como defensa de la profesión de enfermería escolar creo que un profesional de Atención Primaria puede atender a un niño con una enfermedad crónica o ir a dar un taller, pero no puede hacer un análisis de esa población. Eso solo lo puede establecer un enfermero que va a convivir con ese grupo escolar. La evidencia así lo dice: a la hora de prevención y promoción de la salud hay que establecer las necesidades de esa comunidad en la que se va a actuar».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-enfermero-escolar-alerta-apertura-colegios-y-llegada-gripe-viene-tsunami-202008190119_noticia.html

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Los pediatras apuestan por un sistema de «burbujas socializantes» en la vuelta de los menores de 6 años a las aulas

Por: ABC

Se propone también un compromiso o acuerdo firmado por los padres de que el niño no irá a la escuela si tiene > 37,5ºC, fiebre, tos, diarrea u otras manifestaciones que sugieran enfermedad.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha actualizado sus recomendaciones para la reapertura de centros educativos de edad infantil (menos de 6 años) en la que se incluyen medidas específicas a considerar en relación con la vuelta a las aulas de los más pequeños. Esta actualización, que se redacta acorde a las nuevas evidencias científicas, así como a la evolución en nuestro medio de la pandemia y a la situación epidemiológica en el momento actual de la epidemia COVID-19 en nuestro país, pone el acento en la importancia de la socialización en la enseñanza en los más pequeños y en que también ellos puedan volver a su «nueva normalidad», lo que incluye la vuelta a las escuelas infantiles. Este documento complementa a la propuesta anteriormente elaborada por la AEP en el mes de mayo 2020, que incluía pautas para la vuelta al colegio en todos los niveles educativos.

La nueva sociedad en la que vivimos, con la incorporación muy temprana de las mujeres tras la maternidad al trabajo y los amplios horarios laborales, ha propiciado la necesidad de muchas familias de incorporar a los niños muy tempranamente a la Escuela Infantil. Por ello debe considerarse, como un entorno educativo prioritario que debe prevalecer al aspecto puramente de guardería o cuidado como se entendía clásicamente. Pero, además, la Escuela infantil, nos ofrece la oportunidad de detectar y compensar posibles carencias de las familias en relación con la estimulación de los aspectos del desarrollo del niño, así como otro tipo de necesidades de carácter nutricional, afectivas o sociales. «La edad comprendida entre los 0 y 6 años es extremadamente vulnerable y sensible a los cambios, además de ser una etapa fundamental para el desarrollo emocional, educativo y la implantación de hábitos de vida saludables. Muchas familias, por diversas circunstancias familiares, económicas, sociales o formativas, no pueden ofrecer a los pequeños los estímulos adecuados para este desarrollo», asegura la doctora María José Mellado, presidente de la AEP.

« La evidencia científica, más reciente, nos ha demostrado que los pequeños no son los “grandes contagiadores” como se pensaba al inicio de la pandemia y, como ya sabíamos, la COVID-19 representa en los niños alrededor de 1% de los casos globales y cursa en la inmensa mayoría de los casos de manera leve en la edad pediátrica. Otro aspecto determinante para esta nueva directriz, es el momento epidemiológico, en el que se propone la reapertura que es claramente favorable en cuanto a número de casos de nuevos diagnósticos», explica la doctora Mellado.

Desde la AEP se considera que las propuestas generales emitidas anteriormente se mantienen válidas, en los menores de 10 años. En este sentido, la AEP propone, que, si se mantiene en el aula la distancia entre alumnos al menos de entre 1,5 metros como recomienda la OMS, puede contemplarse la retirada durante la clase de las mascarillas, que en muchos casos serían desplazadas del lugar óptimo y manoseadas; perdiendo así su efecto preventivo y flexibilizar los horarios de entrada y de salida de forma que se permita una mejor distancia física entre alumnos y se eviten aglomeraciones en la puerta de la escuela.

Para las entradas y salidas, estancia en las aulas, y, sobre todo; para las pausas de recreo y de comidas, nos planteamos crear grupos fijos de compañeros de un número reducido de niños, una especie de «burbujas socializantes» con un mismo profesor que facilite el contacto mínimo con otros grupos. Estos grupos facilitarían también el aislamiento posterior y trazabilidad de la infección en caso de aparición de algún caso. La burbuja debe ser lo suficientemente pequeña para que puedan observarse una normas claras de comportamiento. Esta medida posiblemente sea más efectiva cuanto más se complemente con medidas de higiene. Es recomendable también la actualización del calendario vacunal antes de la reincorporación a las aulas.

No llevar al niño a la escuela con fiebre

Se propone un compromiso o acuerdo firmado por los padres de que el niño no irá a la escuela si tiene > 37,5ºC, fiebre, tos, diarrea u otras manifestaciones que sugieran enfermedad o que ha estado en contacto con algún familiar enfermo o personas posiblemente infectadas, en cuyo caso debe ser atendido por el pediatra para que valore el aislamiento. Es importante tener en cuenta que este grupo de edad es el que presenta una mayor frecuencia de procesos febriles, y una menor capacidad de comunicar sintomatología, por lo que el profesor debe estar atento a inicio de fiebre en la escuela y a cuadros compatibles con la enfermedad.

Para el personal que trabaja en la escuela debe seguirse el mismo protocolo de vigilancia de temperatura, síntomas y aislamiento si ha contactado con personas sospechosas de enfermedad, además de asegurar el uso de mascarillas y todas las medidas de prevención rigurosas entre el personal educativo. Debería habilitarse una zona de «aislamiento» por si la aparición de la fiebre ocurre una vez los niños o los profesores ya están en la escuela.

Otro aspecto clave es maximizar el tiempo en el exterior, al aire libre, dado que la transmisión del virus es claramente más frecuente en ambientes interiores o cerrados, y relativamente infrecuente en el exterior. Se recomienda, por tanto, que aquellos centros que dispongan de espacios al aire libre trasladen una parte o la totalidad de actividades docentes al exterior. En cuanto a la comida, lo ideal sería que cada grupo pudiera comer en la propia aula, minimizando así el contacto con otros niños y el de compartir superficies o material de comedor. Los comedores, si se utilizan, deberán ser muy rigurosos en cuanto a la higiene, uso individual de utensilios y mantener la distancia de seguridad (puesto que no se puede usar mascarilla comiendo). La alimentación debe ser sana, adecuada a la edad y con nutrientes de alto valor biológico. En los centros en los que sea jornada continua se podría recomendar que, en la medida de lo posible, coman en sus domicilios, al igual que en guarderías.

Se deberán articular protocolos para trabajar conjuntamente con los equipos de Pediatría de Atención Primaria y con los Servicios Sociales Comunitarios de referencia, para atender de forma integral y prioritaria a los niños con necesidades especiales y apoyar a sus familias. También habría que tener implantados canales de evaluación del funcionamiento adecuado del centro, la implantación en el inicio de tareas en casa mediante la tecnología digital (dibujos, letras etc.); así como valorar ayudas a las familias más vulnerables (maternidad reciente, monoparentales, extensos horarios laborales, cambios de horario en jornada de trabajo etc.) que precisen ayuda concreta en este periodo de reincorporación de los más pequeños a las escuelas infantiles.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-pediatras-apuestan-sistema-burbujas-socializantes-vuelta-menores-6-anos-aulas-202006161318_noticia.html

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