Los Daños Sociales de la Des-Información. Nuevos Delitos de Lesa Humanidad

Por: Fernando Buen Abad

No se tipifican ni penalizan, con los rigores éticos o jurídicos más obvios, los daños que produce la desinformación y que son siempre muy severos contra el tejido social todo, ocurran donde ocurran. No hay atenuantes. A estas alturas de la historia la agenda temática indispensable para cualquier sociedad no es un misterio ni un enigma indescifrable. No hay territorio en el planeta que no tenga urgencia de saber qué pasa (verdaderamente) con la economía, no como la trama de negociados procaces culpables de la miseria sino como la realidad cruda y dura del paradero de las riquezas producidas por los trabajadores. Y sobre eso reina la inanición informativa. No hay territorioque no requiera saber, con nitidez escrupulosa, qué hacen los “políticos”, no por el entramado tóxico del trafico de influencias, favores u odios entre ellos, sino por la calidad y la cantidad de los problemas sociales que deben atender bajo mandato democrático. No hay palmo de planeta que pueda confiar en su estructura social sin conocer la dinámica completa del avance de sus derechos y sus responsabilidades frente a la complejidad misma de su dialéctica histórica, en las ciencias, en las artes, en la conflictividad y principalmente en la evolución de sus luchas, todas y cada una, en el espectro complejo de las conductas en comunidad. Y eso es de lo que más se silencia y tergiversa. Desfigurar los hechos es también des-informar.

Hace mucho tiempo, en los métodos y los instrumentales científicos de la producción informativa, dejo de tener valor la excusa de la ignorancia. Lo que se publica -o lo que se silencia- tiene la marca de los grupos de “inteligencia”, públicos o privados, que operan dentro y fuera de los medios de información. Ahí se cuecen los datos, su extensión, su profundidad su calidad y su cantidad. Ahí se definen los temas y se define el “canon” informativo obligatorio que una sociedad requiere para su desempeño cotidiano. Pero, bajo el capitalismo, que ha convertido la información también en mercancía, secuestrada para tribulaciones políticas o mercenarias, el “canon” (el conjunto mínimo obligatorio de información) no obedece a la producción social de conocimiento colectivo sino a la lógica de la ignorancia de mercado.

Tal “canon” y su dialéctica histórica, son hoy una referencia ineludible para medir la calidad y cantidad de la producción, la distribución y la interlocución con la información ofertada. Hay perfiles etarios, de género, de oficio, de orientaciones políticas, estéticas o científicas. Hay datos poblaciones suficientes, relevamientos geográficos, climatológicos económicos, políticos y culturales abundantes, como para proveer a las sociedades enteras con informaciones pertinentes, oportunas, amplias y críticas. Sin excusas, sin pretextos y sin omisiones. Y, sobre todo, proveer al “canon” con verdad científica, diversa, rica, consensuada y enriquecida permanentemente. Hay métodos avanzados para garantizarlo a pesar de que la niebla de mediocridad y servilismo que cubre a la mayoría de los “medios” no permita que se conozca la fuerza de la ciencia al servicio de la información social cotidiana.

Desinformar no sólo es suspender la “transmisión” de “datos”, es también sepultar un canon social informativo obligatorio. Es reducir el acto de informar al capricho convenenciero de los fabricantes de “noticias”. Es redactar corpus cercenados, al antojo de una ofensiva contra la consciencia de los interlocutores, para entregarles una visión (o noción) de la realidad deformada, desfigurada, desinformada. Es un fraude de punta a punta. No es una “omisión” más o menos interesada o tendenciosa…no es una “falla” del método; no es un accidente de la lógica narrativa; no es un incidente en la composición de la realidad; no es una “peccata minuta” del “descuido”; no es una errata del observador; no es miopía técnica ni es, desde luego, “gaje del oficio”. Es lisa y llanamente una canallada contra el conocimiento, un delito de lesa humanidad. Es como privar a los pueblos de su Derecho a la Educación.

A estas alturas de la Historia y, especialmente de la historia de los “medios de comunicación”, es insustentable e insoportable cualquier escusa para no informar oportuna, amplia y responsablemente. No hay derecho que justifique la acción deliberada de silenciar lo que ocurre y, en el poco probable caso de que un medio de información no se entere de los que ocurre, ese medio realmente no merece respeto alguno. La excusa de “no saber”, de “no conocer”, de “no tener información” para, por ello, no asumir la responsabilidad profesional y ética que le compete a un medio informativo… es francamente sospechosa y ridícula. ¡Renuncien!. Ningún pueblo debería soportar la ineficiencia inducida de un medio, concesionado por tal sociedad, para el ejercicio profesional y obligatorio de transmitir la información que es propiedad social. Hay tecnología y metodología suficientes que invalidan toda palabrería esmerada en excusar las intenciones míseras de los que desinforman. Incluso si lo hacen mintiendo con emboscadas finamenteelaboradas en laboratorios de guerra psicológica.

Artículo: 19 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” Declaración Universal de los Derechos Humanos. A la vista de todas las canalladas inventadas por el capitalismo para violar el legítimo derecho de los pueblos a la mejor información evaluada ética y científicamente por las sociedades, bien vendría instruir una revolución jurídico-política hacia una nueva  Justicia Social, irreversible, que tuviera como ejes prioritarios los que competen a la Cultura y a la Comunicación como inalienables. O dicho de otro modo, que nunca más la Cultura, la Comunicación ni la Información puedan ser reducidas, retaceadas ni regateadas por el interés de la clase dominante contra las necesidades de las clases oprimidas, impunemente.

Fuente: https://nuevarevolucion.es/los-danos-sociales-de-la-des-informacion-nuevos-delitos-de-lesa-humanidad/

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En Venezuela: Conclusiones del I Foro Latinoamericano de Psicología, Violencia y Operaciones Psicológicas

América del Sur/Venezuela/CorreodelOrinoco

El psicólogo social, Fernando Giulliani, participó en el acto de clausura del I Foro Internacional de Psicología, “Violencia y Operaciones Psicológicas en Venezuela”, donde expuso los alcances del evento para promover la resolución de los conflictos en el país.

Giulliani, se encargó de leer las conclusiones generales del foro señalando que “marcan nuestra posición haciendo énfasis en los temas trabajados durante los 3 días del Foro, estamos contribuyendo desde la psicología, con capacidad crítica y objetividad” enfatizó el psicólogo.

La Declaración final se enfocó en 9 puntos estratégicos en los que los expertos en la materia coincidieron que la situación que atraviesa Venezuela se basa en un conflicto netamente político , dentro del cual se utilizan estrategias de guerra no convencional.

Igualmente, el texto señala la necesidad de promover la justicia en el país, frente a los hechos que han provocado el sufrimiento de la población venezolana.

Asimismo, dentro de las conclusiones alcanzadas por los psicólogos internacionales destaca el creciente nivel de intolerancia política y social con sus correspondientes expresiones de odio y violencia, la cual puede llegar a naturalizarse, legitimarse e incluso, glorificarse.

Por último, el escrito considera fundamental generar espacios de discusión, debate y diálogo que estimulen el intercambio dentro de las reglas éticas de convivencia para la sana confrontación de ideas.

A continuación la declaración final:

I FORO INTERNACIONAL DE PSICOLOGÍA 
“VIOLENCIA Y OPERACIONES PSICOLÓGICAS EN VENEZUELA”

1. Asumimos que en la realidad venezolana se está dirimiendo un conflicto esencialmente político, dentro del cual se utilizan estrategias de guerra no convencional, llamada así por el imperio para lograr sus objetivos, que incluyen operaciones psicológicas destinadas a alterar la psiquis individual y colectiva con el fin de generar condiciones propicias para la desestabilización.

2. Destacamos el profundo valor ético que tiene la paz para la convivencia humana, y reivindicamos el valor psicológico que también tiene la paz para el desarrollo de toda sociedad. En este sentido, asumimos y planteamos el uso de la psicología para la paz, la promoción de la salud mental y el desarrollo pleno e integral del ser humano y de la sociedad y a tales fines, proponemos la creación de laboratorios para la paz con el fin de contribuir de manera persistente a alejarnos de la lógica de la guerra.

3. Frente a la situación actual caracterizada por altos y complejos niveles de conflictividad que han producido una importante dosis de sufrimiento y heridas a la población, consideramos necesario promover todos los esfuerzos posibles que conduzcan al establecimiento de la verdad con el objetivo que pueda impartirse justicia. La verdad y la justicia no solo representan una exigencia ética sino que aportan un inestimable valor de reparación psicológica para las personas y para la sociedad en su conjunto. En tal sentido, queremos resaltar y reafirmar que la venganza no debe tener la menor oportunidad dentro de una sociedad, bajo ninguna de sus expresiones y mucho menos como instrumento sustitutivo de la justicia. Al mismo tiempo, consideramos que es necesario fortalecer el significado simbólico y material del concepto de autoridad como elemento regulador de la convivencia; lo cual obviamente debe inscribirse bajo los principios humanistas y éticos con los que estamos comprometidos.

4. Vemos signos alarmantes que requieren una urgente atención y que podemos considerarlos como efectos muy recientes de estas operaciones psicológicas. Se observa un creciente nivel de intolerancia política y social con sus correspondientes expresiones de odio y violencia, la cual puede llegar a naturalizarse, legitimarse e incluso, glorificarse. Mención especial merece el impacto que todo esto tiene en la población infantil y juvenil, especialmente en niñas y niños, por lo que hacemos un llamado urgente para implementar estrategias de prevención y protección frente a estos efectos.

5. Es también imprescindible generar todos los mecanismos y procesos necesarios que contribuyan al reconocimiento del otro en el marco de la conflictividad y de la convivencia. Se deben hacer todos los esfuerzos posibles para que todas y todos puedan hacer visibles sus heridas y sufrimientos, así como también sus ideas, sus propuestas, sus creencias y toda la diversidad de perspectivas y puntos de vistas como en la sociedad existan. Para ello, consideramos que es fundamental promover y estimular actitudes basadas en sentimientos de aceptación y respeto y en información objetiva y libre de prejuicios y estereotipos. Es necesario promover y estimular en forma intensiva la capacidad de reflexión crítica de toda la población con el fin de neutralizar los efectos perversos de la manipulación mediática. Proponemos que, por un lado, se hagan todos los esfuerzos para suministrar en forma clara y transparente información precisa y objetiva que ayude arrojar luz sobre los aspectos más críticos que en este momento representan núcleos de conflictividad. Por otro lado, se deben desarrollar estrategias comunicacionales que tengan un marcado enfoque pedagógico y crítico que estimule el discernimiento ponderado. Adicionalmente, consideramos fundamental generar espacios de discusión, debate y dialogo que estimulen el intercambio dentro de las reglas éticas de convivencia para la sana confrontación de ideas. Todo ello representa un poderoso instrumento que contribuye al desarrollo de la salud mental individual y colectiva al rescatar lo comunitario y lo público como un espacio para el encuentro y el uso de la razón como máximas expresiones de la cualidad humana.

6. Dentro de la dimensión comunicacional recomendamos estudiar y evaluar las estrategias comunicacionales actuales con el fin de determinar con base científica los efectos que están causando en la población venezolana. Asimismo es necesario diseñar estrategias comunicacionales orientadas al plano internacional con el fin de neutralizar la manipulación mediática en el exterior y hacer visible la verdad de lo que ocurre en Venezuela.

7. Recomendamos desarrollar programas y estrategias orientadas a estimular conductas, pensamientos y sentimientos positivos que sirvan de base para fortalecer la convivencia en la diversidad y la resolución pacífica de los conflictos.

8. Decidimos, a partir de este foro internacional, la creación de una red de psicólogos y psicólogas de Latinoamérica, el Caribe y de otras latitudes, orientada a la producción, sistematización, difusión y formación en materia de psicología al servicio de la causa de la liberación de los pueblos.

9. Por último, queremos concluir renovando nuestra apuesta para construir la esperanza como horizonte fundamental de la vida humana, porque donde hay esperanza se excluye la posibilidad del aniquilamiento y desaparición del otro. Estamos convencidos que otro mundo mejor es posible y la psicología tiene mucho que aportar en este viejo anhelo de esta parte del continente que ha mantenido una histórica lucha por su independencia y liberación definitivas.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/fernando-giuliani-expuso-conclusiones-generales-del-i-foro-internacional-de-psicologia-declaracion-final/

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