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Los perros como maestros de la empatía en el aula

Por:

España es pionera en la terapia asistida por animales para la prevención del bullying.

El bullying es un problema serio en la comunidad educativa desde que la educación estandarizada existe. A pesar de su prevalencia, sigue siendo un tema infraestudiado en Latinoamérica. De acuerdo con la ONG Bullying sin fronteras, las estadísticas sobre el tema son escasas, las más recientes antes de las provistas este año por ellos mismos en colaboración con la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) datan de 1990.

México ha visto un gran aumento en las estadísticas de violencia estudiantil. Bullying sin fronteras sostiene que en los últimos tres años siete de cada diez niños sufrían acoso escolar, y recientemente esta cifra subió a ocho de cada diez, colocando a México en el primer lugar de bullying en el aula entre los países participantes de la OCDE. En Estados Unidos esta cifra es uno de cada cinco. Ante esta situación, el rubro educativo se ha concentrado en una posible solución a través de aliados que no hubiéramos imaginado antes: los perros.

La prevención tiene cuatro patas

En el 2017, la Fundación Affínity, en conjunto con la escuela Lleó XIII en Barcelona (Cataluña), lanzaron el programa piloto “Respétame”, que consiste en educación asistida por animales para combatir el acoso escolar. La iniciativa funciona como una asignatura más en el horario escolar. Dentro de este espacio se manejan terapias asistidas con perros que tienen como objetivo principal fomentar el respeto, prevenir el bullying y reforzar la inclusión entre los estudiantes.

“Desde un aumento de la autoestima, o de la tolerancia a la frustración, el reconducir conductas no adecuadas, el saber trabajar en equipo, algo que parece muy simple, pero que a ellos les cuesta”. Dice Maribel Villa, técnica de la fundación, refiriéndose a los estudiantes y los beneficios que el programa les otorga, esto en una rueda de prensa realizada en el 2018. Agrega que se pueden trabajar innumerables objetivos para mejorar la inteligencia emocional de los alumnos en un curso electivo como este.

Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity, explicó durante el mismo evento la clave por la cual los perros son tan efectivos en el proceso enseñanza-aprendizaje de herramientas para fortalecer la salud emocional de los estudiantes y prevenir el bullying, entre otras cosas. Buil sostiene que los canes proveen un espacio seguro que es instrumental para que niños y jóvenes ejerzan la escucha y la empatía sin sentirse juzgados. Gracias a esta dinámica, niños y adolescentes pueden formar vínculos saludables con los animales de terapia y repetir estos patrones positivos en la relación entre el alumnado y personas fuera del aula.

Lo que hay detrás del perro

Existen otras instancias de prevención del acoso a través de la terapia con perros en España, como la asociación asturiana Entrecanes, que realizan diversas intervenciones asistidas con perros en ambientes como escuelas, universidades y empresas. En materia de educación, ofrecen planes para intervenir en las escuelas y reforzar el aprendizaje de las habilidades sociales necesarias para prevenir o reducir el acoso escolar.

“El objetivo es mejorar la convivencia en el aula, la cohesión grupal y trabajar aspectos como las emociones, la resolución de conflictos o la empatía”, expresa Oscar Bueno, portavoz de la asociación Entrecanes para El País. Reiteró que los talleres de intervención están dirigidos ya sea a la prevención de acoso o a su disminución en caso de que ya se haya presentado, agregando que es importante entender la diferencia al momento de trazar las metas. Destacó que los talleres y programas de esta naturaleza no se apoyan solamente en los perros, sino en profesionales de la psicología, la docencia y contenidos teóricos que ayudan a poner en contexto lo que se necesita que los alumnos aprendan para forjar vínculos positivos.

Una segunda oportunidad para los canes

El enfoque de la terapia o educación asistida con perros es la de ayudar a personas con problemas específicos de aprendizaje, comportamiento y manejo de emociones, pero un beneficio no declarado es la oportunidad de una vida útil y feliz para los perros que realizan estas tareas, especialmente en Latinoamérica donde el problema del abandono de mascotas es tan rampante. En México, el 70 % de los perros viven en situación de calle, colocando al país en el primer lugar de abandono canino en América Latina. Durante la pandemia, el abandono de mascotas aumentó un 20 % de acuerdo a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT). El organismo sostiene que solo el 10 % de los animales en los albergues son adoptados.

México y el resto de Latinoamérica comienzan a ver las ventajas de rescatar perros para integrarlos a programas de terapia y acompañamiento de diversos propósitos. Ya sea para el apoyo de niños con autismo, manejo de duelo y educación asistida. Si bien no se cuenta en el continente con organizaciones con treinta años de experiencia en programas personalizados, como Affinity, lo que se puede encontrar son nuevas ideas y entusiasmo por aprender cómo potencializar esta vertiente de apoyo educativo y psicológico.

En México se formó la asociación de Terapeutas Caninos México AC, además de la comunidad de Perros de Terapia en México. Colombia también se ha sumado a la tendencia con organizaciones como LATIMOS, que incluye desde educación para perros hasta talleres de intervención con perros entrenados para dar terapia.

¿Habías oído hablar de la terapia asistida con animales en el salón de clases? ¿Has estado en alguna sesión de este tipo? ¿Cuál fue tu experiencia? ¿Conoces algún otro tipo de terapia con animales distintos a los perros? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/perros-contra-bullying

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Hiperactividad: doble abordaje para un doble filo

Redacción: Correo Farmacéutico

El trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) no ha dejado de crecer. La Academia Americana de Pediatría ha actualizado sus pautas.

En mayo pasado, Marco Catani, del King’s College, de Londres, sugería en la revista Brain que Leonardo da Vinci pudo haber padecido trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Su incapacidad para finalizar proyectos y su extraordinaria creatividad serían dos de los síntomas. “Los registros históricos muestran que Leonardo pasó demasiado tiempo planificando proyectos, pero careció de perseverancia. El TDAH podría explicar su extraño genio volátil”.

El polifacético italiano dormía poco y trabajaba de noche o de día, sin pautas regulares. Era zurdo, quizá disléxico, con una curiosidad incansable y dificultades de concentración. Una mente inquieta y una voluntad ondulante: el doble filo del TDAH. “Hay una idea errónea sobre el hecho de que el TDAH es típico de niños con poca inteligencia, destinados a una vida problemática. Por el contrario, la mayoría de los adultos que veo en mi clínica informan de que han sido niños inteligentes e intuitivos, pero desarrollan síntomas de ansiedad y depresión más adelante por no haber logrado su potencial. Es increíble que Leonardo se considerara a sí mismo como alguien que había fracasado en la vida. El TDAH no estaría por tanto vinculado a un bajo coeficiente intelectual o falta de creatividad, sino a la dificultad de capitalizar los talentos naturales”. Ese mismo mes, British Journal of Sports Medicine recogía un estudio del Hospital Chung Ang en Seúl (Corea del Sur) que afirmaba que muchos atletas de élite pueden padecer TDAH. Frente a un 3%-6% de niños afectados y 2%-3%% de adultos en la población general, en estos deportistas llegaría al 7%-8%.

Considerados por algunos como enfermos imaginarios, como niños inquietos o como víctimas de una falsa enfermedad inventada por los laboratorios, su impulsividad y sus distracciones afectan a su rendimiento escolar, laboral y social. Sin embargo, como escribía en marzo pasado en Scientific American el investigador Holly White, de la Universidad de Michigan, muchas veces se benefician de un pensamiento divergente, una expansión conceptual y una ruptura creativa de los límites del conocimiento; es decir, traspasan las fronteras convencionales e imaginan soluciones y mundos desconcertantes, como prueban varios estudios que han enfrentado a personas con y sin TDAH.

Las primeras descripciones de algo similar al TDAH se remontan a los escritos de Alexander Crichton a finales del siglo XVIII. Su difuso conocimiento ha ido evolucionando y documentándose y hoy, a la vista de los estudios genéticos y de neuroimagen, pocos dudan de que se trate de una disfunción cerebral heredada en un 30%-40% y con desencadenantes tan variados como la dieta de la madre, el microbioma, la crianza, los hábitos alimenticios y el entorno contaminante. Un factor reciente sería la compulsión generada por los móviles, videojuegos y redes sociales, según apuntaba un estudio de la Universidad del Sur de California publicado en julio del año pasado en Journal of the American Medical Association y que evaluó a 2.600 adolescentes durante dos años: los que abusan de los dispositivos digitales tendrían el doble de probabilidades de mostrar síntomas de TDAH debido a la estimulación frenética y continua a la que se someten.

Nuevas pautas en el abordaje del TDAH

Debido a las dudas sobre si es una condición normal, dentro de ese arco tan flexible en el que se encuadra la normalidad, o un trastorno, en las últimas décadas se ha debatido ampliamente sobre si debería tratarse con terapia conductual o con fármacos. El más popular, el metilfenidato (Ritalin o Concerta), vende al año unos 3.000 millones de dosis, el 80% de ellas en Estados Unidos, y el 75% en menores de edad (cuatro veces más niños que niñas). Las nuevas pautas de la Academia Americana de Pediatría (AAP), publicadas hace dos semanas, mantienen el papel central de la medicación acompañada de terapia conductual, decisión que ha provocado cierto revuelo. Según se informaba en la web NPR, a algunos padres, médicos e investigadores que estudian a niños con TDAH les ha decepcionado que no recomienden primero el abordaje conductual, pues estudios recientes han sugerido que conduce a mejores resultados. Al margen del posible sobrediagnóstico, muchas veces por comodidad o falta de tiempo, hay padres que sienten el cambio de los fármacos en sus hijos: pérdida de brillantez vital y carácter apaciguado, aunque por otro lado les evita conductas arriesgadas o uso de drogas. Las pautas actualizadas de la AAP aconsejan una supervisión más estrecha y pruebas de detección de otras afecciones. Cualquier niño de 6 años o más debe comenzar a tomar medicamentos y recibir terapia conductual tan pronto como sea diagnosticado, dice la AAP. Los menores de 5 años deben empezar con tratamiento conductual antes de medicarse. “Creo que es un gran perjuicio no solo para los niños, sino también para los padres, que preferirían intervenciones conductuales”, se queja Erika Coles, psicóloga de la Universidad Internacional de Florida. Terapia cognitiva en la escuela y, en el hogar, sistemas educativos que guíen sus conductas con recompensas o castigos leves; intervenciones diseñadas para enseñar a estos niños estrategias que les ayuden a concentrarse y a reforzar sus habilidades sociales.

Si bien la AAP aconseja combinar fármacos y terapia conductual, según Coles los dos enfoques no se han evaluado con rigor. Un estudio de 2016 publicado en Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology mostró que los niños de 5 a 12 años con TDAH que recibieron tratamiento conductual antes de tomar pastillas se estabilizaban mejor que los que comenzaron con fármacos. Y otro estudio de Coles descubrió que el 37% de esos niños no necesitaron tomar pastillas. Y menos medicamentos significa menos efectos secundarios, como problemas para dormir, pérdida de apetito o incluso cambios de personalidad. Los análisis con metilfenidato no han mostrado efectos perjudiciales, pero no hay mucha investigación a largo plazo. La AAP asegura que no ha encontrado pruebas sólidas para justificar un cambio en las pautas. Sin embargo, todos están de acuerdo en que actualmente pocos niños reciben un tratamiento conductual adecuado, en parte por la escasez de terapeutas capacitados y por el coste asociado.

Fuente: https://www.correofarmaceutico.com/salud-publica/hiperactividad-doble-abordaje-para-un-doble-filo.html

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El complejo mundo de enseñar, adquirir y evaluar habilidades blandas

Por: Paulette Delgado.

¿Cuáles son las habilidades que necesitan los estudiantes para tener éxito en la universidad y en la fuerza laboral? Necesitamos un consenso sobre la forma en que enseñamos, desarrollamos y evaluamos las habilidades sociales.

Durante años, se ha intentado establecer una lista de habilidades que los estudiantes necesitan para tener éxito en la universidad y en la fuerza laboral, el llamado conjunto de habilidades que determina el «graduado ideal». A través de una encuesta, la Asociación Nacional de Colegios y Empleadores (NACE, por sus siglas en inglés) describió la comunicación, la empatía, la colaboración, la resolución de problemas, la iniciativa y la ética de trabajo, como las habilidades más atractivas que los empleadores buscan en el currículum de un candidato.

El Instituto Buck para la Educación (ahora PBLWorks) desarrolló un taller para descubrir qué piensan los financiadores, investigadores, educadores, políticos y miembros de la comunidad, sobre qué hace falta para preparar a los estudiantes para el mundo laboral. Los participantes acordaron que las llamadas soft skills o habilidades blandas, deben enseñarse a todos los estudiantes, que estas habilidades se deben calificar de manera sistemática y se deben mejorar a través del aprendizaje basado en proyectos (ABP) u otro método basado en la investigación.

Sin embargo, una tema importante a considerar sobre las habilidades blandas es si los docentes están informados sobre la forma en que los estudiantes desarrollan tales habilidades. Uno de los supuestos que tienen los educadores es que los alumnos deben desarrollar el conocimiento como un niño aprende a caminar, es decir, paso a paso, pero la mayoría de las veces el aprendizaje es un proceso gradual, que se suma a lecciones pasadas y formas de pensar alternativas.

Cuestionarse sobre el proceso de adquisición de habilidades no es nada nuevo; comenzó alrededor de 1890 con Bryan y Harter. Desde entonces, ha habido muchos marcos y teorías diferentes como el modelo Dreyfus, creado por los hermanos Stuart y Hubert Dreyfus.

El modelo de Dreyfus de adquisición de habilidades explicaba que los estudiantes aprenden a través de cinco etapas de desarrollo de habilidades: novato, competencia, dominio, experiencia y maestro. Seis años después del primer lanzamiento de esta teoría, los hermanos Dreyfus publicaron el libro «Mente sobre la máquina», ajustando la secuencia a novato, novato avanzado, competente, habilidoso, experto.

Los especialistas en desarrollo de habilidades en deportes y carreras universitarias también tienen diferentes teorías sobre el desarrollo de habilidades, como Paul Fitts y Michael Posner, quienes crearon un modelo de tres fases en 1967 sobre el crecimiento de habilidades motoras.

Fitts y Posner señalan que los alumnos desglosan una habilidad en diferentes pequeñas partes antes de poder aprender a combinarla y realizar la tarea, a esta fase le llamaron cognitiva. En el siguiente paso, el asociativo, los estudiantes comienzan a aprender qué funciona y qué no. La etapa final es la fase autónoma o de procedimiento, donde los alumnos perfeccionan sus habilidades y saben ignorar las aportaciones irrelevantes.

Un modelo más reciente es el de Dee Tadlock y Rhonda Stone, llamado Ciclo predictivo, lanzado en 2005. Esta teoría incluye cuatro etapas: intentar, fallar, analizar implícitamente el resultado y decidir tácitamente cómo modificar el siguiente intento para que pueda tener éxito.

Pero los educadores no son los únicos interesados en la adquisición de habilidades; las empresas también tienen sus teorías. Un gran ejemplo es Callibrity, una compañía de desarrollo de aplicaciones que diseñó un modelo de aprendizaje para las habilidades de sus trabajadores. Su método consta de seis etapas: juego, escuchar, aprendizaje, clases, emparejamiento y experiencia externa.

La etapa de «Juego» se refiere a la forma más natural en que las personas adquieren habilidades porque es puro instinto. Es una de las primeras actividades que las personas inician por sí mismas, por lo que desarrollan sus propios sesgos de aprendizaje. Es una etapa donde las personas tienen que hacer físicamente algo para aprender o jugar con ideas en su cabeza. En el caso de Callibrity, es una oportunidad para que los trabajadores exploren nuevos intereses e ideas.

La segunda etapa es «Escuchar», que reconoce que muchas personas aprenden cosas escuchando a otros, como los narradores de cuentos, pero también se refiere a leer y compartir conocimientos. En el lugar de trabajo, la presentación en reuniones y conferencias también se considera como parte de este proceso.

Luego sigue la etapa de «Aprendizaje», un método de aprendizaje que solía consistir en encontrar un mentor que capacite a alguien y tomarse años para enseñarle una habilidad en particular. Pero este era un proceso prolongado y muy limitado porque el mentor no podía asesorar a muchas personas a la vez. Actualmente hay programas de mentoría que pueden ser muy útiles para el aprendiz, siempre que tenga la oportunidad de aplicar lo que están aprendiendo.

Además, está la fase de «Clases», que en Callibrity significa que los miembros del equipo obtienen beneficios de los cursos. Se fomenta y reconoce el aprendizaje a lo largo de toda la vida, ya sea en línea o presencialmente.

La quinta forma de adquirir habilidades es mediante el «emparejamiento», siempre que sea útil, porque tener a alguien con intereses similares puede ayudar a aumentar su desarrollo. Además, puede ayudarnos a mantenerse concentrados, generar nuevas ideas y puede funcionar más y mejor que trabajar solo.

La etapa final es a través de la «experiencia externa». Callibrity piensa que incluso al hacer parejas, puede haber brechas en las habilidades, por lo que se debe consultar a los expertos para que puedan ayudar al empleado a desarrollar mejor sus habilidades.

El debate sobre qué habilidades son necesarias para tener éxito en la fuerza laboral actual y los métodos para enseñarlas sigue siendo un proceso de trabajo. Además, existen muchas teorías y formas diferentes de desarrollar habilidades, tanto para los jóvenes como para los adultos. Lo que es seguro es que si los educadores y los empleadores quieren encontrar a su «candidato ideal», es necesario que haya un consenso sobre la forma de enseñar, desarrollar y evaluar sus habilidades.

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Cómo desarrollar la resiliencia en el aula y mejorar el aprendizaje

Por: Educación 3.0.

 

La resiliencia permite a los estudiantes de todas las edades conocer sus valores personales y sociales y así mejorar su relación con el entorno. La psicóloga Rocío Rivero nos da las claves necesarias para trabajar esta capacidad en el aula de forma natural.

La resiliencia se define como la capacidad de doblarse, sin llegar a romperse, ante la presión y la adversidad, saliendo reforzados de ellas. Por lo tanto, es la habilidad que tenemos las personas para afrontar y salir fortalecidos de las situaciones adversas.

En el entorno educativo, la resiliencia no solo mejora el aprendizaje sino que, además, evita patologías y problemas psicológicos como la ansiedad, la baja autoestima o la falta de habilidades sociales. De ahí la importancia de desarrollarla entre los estudiantes mediante actividades concretas, tanto en el ámbito educativo como en el familiar.

Características de los resilientes

De los diversos estudios realizados en personas con aspectos resilientes se han destacado tres características principales:

  • Aceptan la realidad tal y como es, creen firmemente que la vida tiene sentido y tienen una inquebrantable capacidad para mejorar.
Sentimientos
  • Son responsables, conscientes de las obligaciones y practican la empatía poniéndose en el lugar del otro, siendo más tolerantes y comprendiendo los sentimientos de los demás.
  • Saben nombrar sus sentimientos, son resolutivos tomando decisiones, menos ansiosos y tienen menos miedos.

Cómo trabajar la resiliencia en la escuela

Existe una relación directa entre el aprendizaje y la resiliencia, llegando a producirse problemas de fracaso escolar o absentismo por la falta de esta capacidad. Así, los estudiantes poco o nada resilientes no creen en sus posibilidades, tienen baja autoestima, cuentan con más miedos que el resto de sus compañeros y, generalmente, son más ansiosos. Todo esto, indudablemente, afecta a su aprendizaje. Además, el desarrollo de la resiliencia requiere un trabajo cognitivo que tiene un efecto positivo en el ámbito educativo.

Resiliencia

En los centros educativos se puede y se debe trabajar la resiliencia, por ejemplo, a través del deporte. Los juegos permiten un desarrollo integral del estudiante a nivel cognitivo, social, motor y afectivo. Si conseguimos desarrollar distintos valores personales y sociales a través del deporte, estaremos mejorando la resiliencia del alumnado que lo practica.

Trabajo transversal

Otros aspectos que se pueden trabajar en el aula para fomentar la resiliencia en los estudiantes son la empatía, la resolución de problemas o la utilización de pensamientos positivos. Y todo esto se puede trabajar de modo transversal teniendo en cuenta que las actividades a realizar dependen de las edades de los alumnos con los que estamos trabajando.

Por ejemplo, para poner en práctica la empatía con el alumnado de 3 a 6 años podemos darles fichas con caras en blanco y que ellos dibujen una cara alegre, una cara triste, una cara asustada… Y a continuación pensamos con ellos situaciones en las que las personas pueden vivir cada una de estas emociones.

A partir de los 6 años es muy importante trabajar la comunicación y a partir de los 12 años en adelante es imprescindible hacerlo. Orientado a estos niveles educativos, propongo un ejercicio sencillo: fomentar diálogos y debates en clases e invitar a que participen todos aprendiendo a escuchar, a respetar el turno de palabra, a expresar libremente lo que piensan, a entender las opiniones de los demás, a razonar, a cambiar de opinión, deducir o intuir.

Fuente del artículo: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/desarrollar-resiliencia-aula-mejorar-aprendizaje/104912.html

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126 dinámicas de Educación Emocional

Por: recursosep.

 

Hace unos días descubrí una página que me dejó boquiabierto. Se trata del blog de Fernando Navarro, orientador, que propone más de 100 dinámicas para el aula para trabajar con los alumnos la educación emocional.

Espero que os gusten tanto como a mí. Yo ya estoy haciendo algunas de ellas en mis sesiones de tutoría 🙂

Fuente de la reseña: https://www.recursosep.com/2019/01/20/126-dinamicas-de-educacion-emocional/

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El parque, la mejor extraescolar para los niños

Por: Elisa Martínez de Miguel.

Beneficios que tiene ir al parque para la diversión y el desarrollo de los niños

Desde el comienzo de la etapa escolar de nuestros hijos, a los padres se nos presenta un asunto importante que nos supone un quebradero de cabeza, un auténtico “encaje de bolillos”: programar las actividades extraescolares de nuestros peques, con todo lo que esto conlleva, cuadrar horarios, coordinarnos con nuestras parejas, abuelos o amigos para poder llevarles y recogerles.

Si una cosa está clara, es que todos los padres queremos poner al alcance de nuestros hijos todo aquello que les beneficie, ayude y les sea útil en su futuro.

El bombardeo de información y de publicidad sobre dichas actividades, nos las presentan como de vital importancia para los niños ¡Imprescindibles para su desarrollo! Inglés, natación, música, deportes, etc.. Esto nos crea estrés, incertidumbre, dudas, en fin, una preocupación en toda regla. ¿Os sentís identificados?

Dicho esto, tomémonos un tiempo para recapacitar sobre este asunto. Nuestros hijos pasan en el centro escolar una media de cinco a ocho horas al día; durante este tiempo todas las actividades en las que participa les son impuestas, pautadas y dirigidas por adultos, excepto la hora del recreo. Los niños salen del cole, empachados de información y de actividad, con un nivel de estrés perjudicial para su corta edad.

Desde que salen del cole hasta que llega la hora del baño, cena y acostarse les quedan cuatro horas escasas libres de obligaciones, siempre y cuando no tengan que hacer deberes, que se resta de su tiempo libre.

¿Qué hace nuestro hijo durante ese tiempo que le queda?, ¿Cuál es la actividad extraescolar que realmente demanda y necesita cualquier niño? Una actividad innata en ellos, del agrado de todos los peques… ¡Jugar!

Ahora bien, si al “juego” le sumamos, ‘naturaleza‘, ‘luz natural’ y ‘entorno socializador’ creamos una receta deliciosa, del gusto de cualquier niño: ¡El parque! La mejor actividad extraescolar, que reúne todos los requisitos: gratuita, libre, disponible, accesible y el horario es flexible.

Beneficios de ir al parque con los niños

– Es un momento privilegiado para descubrir, crear e imaginar.

– Es una vía de socialización, cuando juega con otros niños gesta sus futuras habilidades sociales (asertividad , empatía).

– Desarrolla el sentido de la independencia y la responsabilidad, aprenden a ser mas autosuficientes y a tener más confianza en sí mismos.

– Al jugaren él parque con sus amigos, se transmiten valores tales como, bondad, honestidad, amabilidad, saber perdonar y ser perdonado, respetar, ser tolerantes.

– Al estar en contacto con la naturaleza y el aire fresco, el niño se calma, baja su nivel de estrés y tiene un efecto relajante. Así, al llegar a casa y ponerse hacer los deberes, estará más fresco y esto le ayudará a concentrarse en la tarea.

– Favorece a su salud. La actividad física que hacen en el parque les ayudará a construir huesos fuertes, mejorar su tono muscular y quemar calorías; por otro lado, la luz solar ayuda a la absorción de vitamina D de forma natural y mejora su sistema inmunológico.

Cómo los niños pueden jugar en el parque

Para terminar, me gustaría dejaros unas recomendaciones para que este rato en el parque sea más provechoso para vuestros hijos:

– Déjale que él decida con quien quiere jugar, cuando empezar y terminar el juego; que pacten ellos las normas del juego.

– Facilítales el juego, no importa que se ensucien, no les protejas en exceso.

– Si entran en riñas o conflictos con otros niños, es bueno que aprendan a solucionarlo entre ellos, solo ejercer de mediadores cuando se precise; esto le ayudará a su sociabilización.

– No abastecerle de juguetes, que utilicen elementos de la naturaleza (palos, arena, piedras, hojas, frutos) así hará que surja la magia del juego y la imaginación. Que observen la naturaleza e interactúen con ella. Les encanta observar insectos, recoger hojas, hacer construcciones con palos y piedras, excavar en la arena, trepar a los arboles…

Como veréis el parque da mucho juego y les aporta grandes beneficios. Lo ideal sería todos los días un ratito de parque, intentarlo ya veréis como después de una jornada estresante para padres e hijos, el parque os relaja un poco y baja el nivel de estrés.

Fuente del artículo: https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/motivacion/el-parque-la-mejor-extraescolar-para-los-ninos/?fbclid=IwAR3mSZx0xQUDsQrPLeIKogAas9so10KJoHLq1tZ2SHcX9Pdo_rekwNvghsg

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“La Luna”: un corto para reflexionar sobre el papel de padres y docentes en la formación de niños

Por: Elige Educar/Camila Londoño.

La historia de Pixar, dirigida por el italiano Enrico Casanova tiene un desenlace que invita a reflexionar sobre el papel de padres y profesores en los procesos de formación.

La Luna es la historia de tres generaciones: un abuelo, un padre y un hijo. El corto empieza con estos tres personajes en un bote. Por primera vez, el abuelo y el padre están llevando al pequeño a que aprenda un oficio familiar que ha trascendido generaciones. Él ya tiene la edad suficiente para hacer lo que sus antepasados han hecho toda su vida: barrer las estrellas que caen sobre la Luna. Desde el inicio, tanto el padre como el abuelo intentan imponer su estilo al menor… el abuelo le dice que haga algo y padre le dice que haga lo contrario. Confundido, el pequeño no tiene ni la menor idea de qué hacer y cómo hacerlo.

En la lucha por imponer sus conocimientos, padre y abuelo empiezan una absurda discusión que se ve interrumpida por la caída de una estrella gigante.

Ignorando al niño, ambos hombres intentan encontrar la forma de moverla, pero no tienen éxito. Mientras tanto, silenciosamente, el niño se aleja de sus parientes, explora la situación y liberado de la presión que ejercían su padre y su abuelo, encuentra la solución al problema.

El corto, dirigido por el italiano Enrico Casanova sirve para reflexionar sobre varios aspectos educativos.

Además de ser una especie de leyenda sobre cómo va menguando la Luna, la historia de estos tres personajes resalta la importancia de permitir a los niños encontrar su propio camino. Cuando el padre y el abuelo intentan imponerse, lo hacen convencidos de que es lo mejor que están haciendo por él, sin embargo, el desenlace de la historia evidencia que hay mayores frutos cuando dejamos que los niños exploren libremente y tomen riesgos.

Pixar

El papel de padres y docentes, teniendo en cuenta eso, es guiar y aconsejar sin imponer, pues de esta forma ellos podrán encontrar sus propias herramientas para seguir adelante en un proceso que estará lleno de grandes desafíos y satisfacciones. La familia y el colegio son dos ámbitos sociales donde el niño se expresa y actúa como individuo. Por eso mismo, su desarrollo en dichos espacios debe ser constructivo y positivo; eso no solo mejorará las habilidades sociales del niños, sino también la seguridad en sí mismo para relacionarse con otros y su capacidad de proponer, trabajar la mente y resolver problemas.

Enseñar también es dejar ser…

Fuente de la reseña: https://eligeeducar.cl/la-luna-corto-reflexionar-papel-padres-docentes-la-formacion-ninos

 

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