Casi 20 millones más de personas sufren hambre aguda tras la pandemia en los 13 países más afectados del globo

Noticia/elpais.com

La Red Mundial Contra las Crisis Alimentarias alerta del impacto del coronavirus en regiones azotados previamente por la hambruna y la emaciación infantil. Ya son más de 155 millones en el mundo

La crisis del coronavirus se ha cebado con los segmentos de la población más vulnerables. Ha confinado a personas que viven de la venta diaria, se ha llevado por delante a miles de ancianos y enfermos y ha quitado el alimento a quienes ya lo pasaban mal para conseguirlos. En concreto a 19,5 millones de personas en los 13 países más afectados del mundo, entre los que constan Etiopía, Somalia, Afganistán y República Democrática del Congo. Así lo detalla un estudio publicado este martes por la Red Mundial Contra las Crisis Alimentarias, en una de las conferencias celebrada en el marco de la Asamblea anual de la ONU, que cumple su 75 aniversario y lo celebra en modo virtual. Casi 20 millones de personas han pasado a estar en riesgo agudo de inestabilidad alimentaria en menos de un año. En abril eran 135 millones, en 55 países, según informe previo de la organización.

Hoy son más de 155 los millones de ciudadanos que se encuentran en las tres fases más críticas del hambre. Y las expectativas no son muy favorables. “Las necesidades son mayores que nuestra capacidad de respuesta”, lamentaba Jenny McGee, administradora de la organización americana de desarrollo internacional USAID, en su intervención durante el encuentro virtual.

El hambre se mide por fases. A partir de la tercera de las cinco existentes, la situación es grave: falta de acceso a alimentos básicos, desnutrición e incluso muerte por inanición. Las dos fases iniciales son el escalón previo. En la segunda etapa, se entiende que esas personas conforman un grupo en un estado de estrés cercano al hambre. El año pasado eran 183 millones de ciudadanos en 47 países. De todos ellos, 129 se centraban en África.

Los niños, la cara más cruda del hambre

El continente africano también ha sido víctima de un fenómeno cada vez más presente: la emaciación. Esta enfermedad afecta principalmente a los más pequeños y consiste en un adelgazamiento patológico a consecuencia de la pérdida involuntaria de más del 10% del peso corporal. Las razones detrás de la dolencia son principalmente tres: acceso deficiente a servicios sanitarios, carencia de un entorno salubre e inestabilidad alimentaria. La pandemia se tradujo en 6,7 millones de menores de cinco años afectados por esta patología. En 2019 ya había cerca de 47 millones, según un informe a cargo de Derek Headey, investigador senior en el Instituto Internacional de Políticas Alimentarias (IFPRI).

Pero el impacto del coronavirus en las cifras de la patología es tan solo la punta del iceberg. Headey también espera un aumento en otras formas de malnutrición infantil, incluyendo retrasos en el crecimiento, deficiencias nutritivas y sobrepeso. «La incapacidad de la comunidad internacional de dar con una solución tendrá devastadoras y duraderas consecuencias en los niños, en el capital humano y en las economías nacionales», alertaba en el estudio. Pero no es solo hambre. Los menores de edad cada vez saben más de pobreza. Más de 150 millones de ellos la han conocido tras la pandemia, según el último documento publicado hoy por Save the Children y Unicef. Sin embargo, se habla del término en el sentido más amplio. Se entiende por pobreza las carencias educativas, sanitarias y de vivienda así como la falta de alimento, agua y dinero. En total, cerca de 1.2 billones de niños afrontan un escenario similar.

RDC y Burkina Faso, los paradigmas del hambre persistente

En números totales, República Democrática del Congo marca récords históricos. Tras los meses de pandemia, 21,8 millones de personas están en situación de inseguridad alimentaria. Uno de cada tres congoleños. “Son datos especialmente preocupantes”, incidía Lavinia Antonaci, coordinadora técnica del informe. “Jamás se habían registrado estas cifras. En ningún otro país”. Burkina Faso, por otro lado, también preocupa especialmente a los expertos. No tanto por sus cifras totales sino por el abrupto aumento de la prevalencia —el porcentaje de afectados con respecto a la población—.

En apenas julio y agosto, se ha triplicado este porcentaje, que actualmente está en un 15%. Es decir, cerca de 3,3 millones de personas están afrontando una crisis alimentaria a raíz de los meses de la pandemia. De estos, medio millón forman parte del grupo de emergencia (fase cuatro) y 11.000 al de las catástrofes (fase cinco). El confinamiento rebosó el vaso de un país cuyo conflicto armado e inestabilidad persisten entre violencia y desplazamientos.

Una situación que también empeora para los niños. Más de 535.000 menores de cinco años están malnutridos en Burkina Faso, 156.500 en un grado severo de hambruna, según un informe publicado hace un par de semanas por Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia. Esta realidad la conoce bien Médiatrice Kiburente, especialista en nutrición de la organización en Burkina Faso. No se anda con rodeos: «Estos niños están en riesgo inminente de muerte si no se hace nada». Desde el inicio de 2020, han repartido 737.000 toneladas de comida de emergencia y leche, como tratamientos rápidos para personas malnutridas.

Pero no es suficiente. El coronavirus se suma a una larga lista de condicionantes. Los conflictos armados, los desplazamientos forzosos, el cambio climático y las crisis económicas están detrás de estas aterradoras cifras que solo aumentan. Los reclamos de los agentes sociales se repiten: más financiación, acciones coordinadas y una base de datos conjunta para tener una fotografía real de los que no tienen qué llevarse a la boca. Durante los meses de la pandemia se han sumado otras dificultades como el complejo acceso a los alimentos, fruto del cierre de fronteras, el desempleo y el encarecimiento de los productos.

 A Djimé Adoum, secretario ejecutivo del Comité Permanente Interestatal para la lucha contra la sequía del Sahel, esta realidad no le sorprende. Guarda las cifras en la memoria: “Los precios de los alimentos aumentaron entre un 40% y un 50% en estos meses, las actividades económicas en la calle pararon en seco, los medios de subsistencia se ha reducido hasta el 60%…”, enumeraba sin pausa al otro lado de la pantalla. “El primer paso que tenemos que dar es hacia el acceso a los alimentos. Solo así se prevé la malnutrición”, argumentaba tras incidir en la cooperación entre países y el intercambio de “buenas prácticas”: “Se están haciendo las cosas bien en muchos lugares. Tenemos que aprender de lo que está funcionando aquí y allá”.

Hacer frente a las crisis prolongadas en cooperación ha sido el objetivo de la Red Mundial Contra las Crisis Alimentarias, creada en la Cumbre Humanitaria Mundial de 2016 por la Unión Europea, el Programa de la ONU para la alimentación y la agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Una entidad que reconocía durante la conferencia estar “aún lejos” de la meta.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/09/15/planeta_futuro/1600195108_760338.html

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Coronavirus: cinco de los países con mayor riesgo de hambruna en 2020

Por: BBC Mundo

A medida que las muertes causadas por el coronavirus en todo el mundo continúan aumentando, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió que el mundo enfrenta una posible «pandemia de hambre», ya que la cantidad de personas que más necesitan alimentos podría casi duplicarse este año.

A finales de 2019, 135 millones de personas vivían con «hambre aguda». Pero con muchos países de todo el mundo aplicando cuarentena, es probable que ese número aumente a 265 millones, dice el PMA.

«Antes de que el coronavirus se convirtiera en un problema, decía que 2020 enfrentaría la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial por varias razones», dijo el martes el director ejecutivo del PMA, David Beasley.

La organización, que recibió $ 8,3 mil millones (£ 6,7 mil millones) en 2019, ahora necesita entre $ 10-12 mil millones para mantener sus operaciones para este año.

Mapa que muestra la cantidad de personas que enfrentan inseguridad alimentaria

Entonces, ¿qué países están en mayor riesgo?

Yemen

Incluso antes de que comenzara la guerra en Yemen, el país era el más pobre del mundo árabe.

Pero desde que una coalición liderada por Arabia Saudita intervino en el conflicto contra los rebeldes hutíes de Yemen en 2015, la situación humanitaria del país se ha deteriorado aún más.

«A medida que los conflictos se hacen más largos, más y más personas se vuelven vulnerables», dijo a la BBC el economista jefe del PMA y director de la División de Investigación, Evaluación y Monitoreo, Arif Husain. «En 2016 en Yemen, tal vez estábamos ayudando a tres o cuatro millones de personas. Hoy ese número es de 12 millones».

Para empeorar las cosas, el PMA dijo a principios de este mes que reduciría a la mitad la ayuda a las zonas controladas por los hutíes, por las preocupaciones expresadas por algunos países de que los rebeldes estaban obstruyendo las entregas de ayuda.

Yemen informó su primer caso confirmado de coronavirus a principios de este mes, y las agencias de ayuda advirtieron que la enfermedad podría abrumar rápidamente los debilitados sistemas de salud del país.

República Democrática del Congo (RDC)

Después de más de un cuarto de siglo de conflicto armado en partes del país, la RDC es la segunda crisis de hambre más grande del mundo, según el PMA.

Soldados marroquíes de la misión de la ONU en la RDC viajan en un vehículo mientras patrullan en el territorio devastado por la violencia de Djugu en el este de la RDCDerechos de autor de la imagenAFP

Más del 15% de la población del país está clasificada como «gravemente insegura de alimentos», lo que significa que se encuentran entre 30 millones de personas en zonas de guerra en todo el mundo que dependen casi por completo de la ayuda. Se necesitan casi $ 2 mil millones para asegurar el suministro de alimentos para estas poblaciones solo en los próximos tres meses, dijo Husain.

«Esas fueron las personas más afectadas y ahora están en más problemas», dijo.

La RDC también tiene 5 millones de desplazados internos y más de medio millón de refugiados de países vecinos.

Gráfico que muestra los países más afectados

Además del mayor riesgo que enfrentan las personas que viven en zonas de guerra, las personas desplazadas son aún más vulnerables durante el brote de coronavirus porque a menudo carecen de los servicios básicos de higiene necesarios para ayudar a detener la propagación de la enfermedad.

A principios de este mes, el portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, advirtió que la violencia en curso en la RDC amenazaba los esfuerzos para contener la propagación del coronavirus allí, que hasta ahora ha afectado principalmente a la capital, Kinshasa.

Venezuela

A diferencia de los otros países en la lista, el hambre de Venezuela no ha sido causada por conflictos o factores ambientales, sino por dificultades económicas.

Los ciudadanos venezolanos cruzan desde Cúcuta en Colombia de regreso a San Antonio del Táchira en Venezuela a través de un sendero ilegal en la frontera entre los dos países.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionAlgunos venezolanos se han visto obligados a cruzar la frontera ilegalmente para poder comprar alimentos y medicinas.

Aunque Venezuela tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo, la hiperinflación en el país alcanzó el 200% en enero del año pasado, dejando a un tercio de su población necesitada de asistencia.

Las dificultades se han visto agravadas por un éxodo masivo de trabajadores de la salud, según el PMA.

Y los problemas no terminan ahí: alrededor de 4.8 millones de personas (o el 15% de la población) han abandonado Venezuela en los últimos años, y cientos de miles de estos migrantes enfrentan inseguridad alimentaria en los países vecinos.

Sudán del Sur

El país más joven del mundo solo se independizó de su vecino del norte, Sudán, en 2011. La medida estaba destinada a marcar el final de una guerra civil de larga duración, pero el país cayó en un conflicto violento después de solo dos años.

El PMA advierte que el hambre y la desnutrición en Sudán del Sur se encuentran en los niveles más extremos desde 2011, con casi el 60% de la población luchando por encontrar comida todos los días.

Para empeorar la situación, los enjambres de langostas que habían destruido los cultivos en África Oriental llegaron a Sudán del Sur a principios de este año.

«Si Covid [-19] no fuera una historia en este momento, las langostas del desierto serían la historia más importante», según Husain.

Y como uno de los países más dependientes del petróleo del mundo, es probable que el país se vea muy afectado por la caída de los precios del petróleo.

El país ahora ha registrado cuatro casos de coronavirus, según la Universidad Johns Hopkins.

Afganistán

Otro país devastado por el conflicto, Afganistán había sufrido casi dos décadas de guerra cuando Estados Unidos invadió en 2001.

La fuerza de seguridad hace guardia mientras las mujeres hacen cola para recibir la ración gratuita distribuida por el PMADerechos de autor de la imagenEPA
Image captionEste soldado hace guardia en Herat mientras las mujeres hacen cola para recibir raciones.

Dieciocho años después, más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, y el PMA clasifica a más de 11 millones de personas como personas con inseguridad alimentaria severa.

Según las cifras del gobierno afgano, ha habido más de 1,000 casos confirmados de coronavirus.

Si bien los números parecen bajos, el país tiene acceso limitado a las pruebas y el sistema de salud ha sufrido décadas de conflicto.

También se teme que el virus se haya propagado después de que más de 150,000 afganos regresaron de Irán afectado por el virus durante marzo , mientras que decenas de miles de otros regresaron de Pakistán.

… y los nuevos 130 millones

Además de las áreas afectadas por la guerra, los problemas ambientales o las crisis económicas, es probable que muchos más países de ingresos bajos y medianos se vean afectados por la pérdida de empleos y otras dificultades económicas causadas por la propagación del coronavirus en los próximos meses.

El problema se agravará por presiones económicas similares en países de todo el mundo, lo que significa que las remesas, o el dinero enviado por familiares en el extranjero, caerán en estos países.

«Lo más importante es un tratamiento asequible que debe estar disponible para todos en todo el mundo», dijo Husain. «Pero hasta que lleguemos a ese punto, debemos asegurarnos de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para salvar vidas y proteger los medios de vida».

Fuente e Imagen: https://www.bbc.com/news/world-52379956

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