Ser maestro hoy

Por: Jorge Camacho Bueno.

Ser maestro es una de las profesiones más apasionantes; tiene la virtud de mantenerte siempre joven, porque se renace año a año al recibir nuevos alumnos. Es un trabajo que nunca es el mismo y cuya mayor recompensa es ver convertidos, a los que una vez tuviste como alumnos, en hombres de bien.

En esta fecha tan especial, en que rendimos homenaje a los maestros, es preciso resaltar el valioso impacto en la sociedad que tiene su labor diaria en el aula. El maestro es el corazón de la escuela, quien con su conocimiento, aprecio y preocupación hacia sus alumnos va enseñándoles, día a día, a vivir en esa pequeña sociedad que es el aula. Allí un niño va aprendiendo a convivir con los demás; a comprender distintos caracteres y gustos; a cuidar el orden y limpieza del salón, los patios, y los baños; a proponer con respeto su punto de vista; a participar en las actividades escolares; a respetar las cosas de los demás; a pedir por favor; a agradecer.

El ritmo de vida que impone la sociedad de hoy está cargando sobre los hombros de los maestros aspectos que antes se aprendían en casa. El maestro además de ser bueno en su curso debe enseñar a sus alumnos modales al comer, a respetar las reglas, a saludar, a agradecer, a esperar su turno, a convivir sin violencia. Si queremos forjar una sociedad democrática, justa, segura, donde todos trabajemos por el bien común, debemos reforzar los cimientos. Las familias buscan paz y seguridad en el colegio, pero la escuela será el segundo hogar solamente cuando la familia sea la primera escuela.

Ahora no se puede plantear la formación en virtudes ciudadanas sin involucrar también a las familias. Los colegios organizan sus escuelas de padres porque se reconocen como una comunidad integrada por padres de familia, profesores y directivos, que deben estar unidos en un clima de confianza, trabajando armónicamente para formar a los ciudadanos que el Perú necesita.

Estos últimos años hemos visto con preocupación cómo la actividad educativa va perdiendo prestigio social. Cada vez menos egresados de secundaria desean dedicarse a la docencia. Para el 2021 se ha proyectado un déficit de 469.900 profesores en el sistema educativo. Esta cifra, según un estudio patrocinado por el Ministerio de Educación (2015), incluye los niveles de inicial, primaria y secundaria.

Por otro lado, la sobrerregulación de la actividad docente junto con la inseguridad y violencia en nuestra sociedad están llevando a que cualquier discrepancia sea ocasión de denuncia hacia el maestro y el colegio. Este alto riesgo hace que un maestro se inhiba de corregir o poner orden en clase, y se limite solamente a instruir, perdiendo el niño lo más valioso que puede recibir de su maestro: la formación socioemocional que le permitirá ser buen ciudadano. Esta formación socioemocional será posible solamente si en los colegios se cultiva un clima de confianza y respeto hacia el maestro.

“Educando ciudadanos para el Perú que queremos” fue el tema de CADE Educación de este año. Allí se abordaron diversos aspectos de cómo a través de la escuela se puede educar a los niños y adolescentes para que empiecen tomando conciencia de lo que es vivir en sociedad, colaboren con iniciativas de otros, y pasen luego a ser promotores de soluciones a algún problema de su comunidad. Es decir, ayudarles a salir de la indiferencia social, de la queja y lamento estériles, enseñándoles a involucrarse activamente en cambiar lo que tienen entre manos.

Esta mirada de algunos de los retos actuales de la profesión docente debe llevarnos a generar políticas e iniciativas que: motiven a los alumnos que terminan la secundaria a estudiar la carrera de pedagogía; promuevan la formación de las familias para que cumplan su rol de primeros educadores de sus hijos; y restauren el clima de disciplina y confianza que toda actividad educativa requiere.

Fuente del artículo: https://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/maestro-dia-docente-minedu-educacion-hoy-jorge-camacho-bueno-noticia-ecpm-652854

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