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Profesores y estudiantes protestan en Uruguay contra los recortes en educación

Miles de docentes, alumnos y sindicatos convocan un paro de 24 horas por el ajuste presupuestario de Luis Lacalle Pou.

«Esto no es sólo un debate concreto en el sentido de pragmatismo puro y duro, sino que tiene un trasfondo de una disputa ideológica, política y pedagógica que hay que desnudar: el modelo de ellos claramente es una educación que tenga elementos de salida muy rápido al mercado laboral de amplios espectros de la población, y el acceso democrático al conocimiento a una élite dirigencial y gobernante«, declaró a Página/12 el secretario general de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), Emiliano Mandacen.

Bajo la consigna: «Que el Gobierno rinda cuentas, presupuesto para el pueblo», los manifestantes se movilizaron desde la explanada de la Universidad de la República hacia la Torre Ejecutiva en plaza Independencia. «Tuvimos una movilización por toda la avenida 18 de Julio con varios miles de compañeras y compañeros. El nivel de adhesión al paro fue muy bueno, asistieron delegaciones de todo el interior del país que se trasladaron hasta la capital, pensamos que fue contundente», sostuvo Mandacen luego de participar de la marcha.

Los sindicatos de la enseñanza, nucleados en la CSEU (Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay), reclamaron un mayor presupuesto en la próxima Rendición de Cuentas, la última del período de Gobierno de Lacalle Pou, que definirá los recursos asignados al sector educativo. La movilización también fue en rechazo a la reforma educativa que lleva adelante el Gobierno desde la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública).

«Una doctrina de hostigamiento constante»

El proyecto de ley de Rendición de Cuentas empezará a tratarse en el Parlamento en julio. «No se ha presentado ningún número públicamente y los ámbitos de negociación están sumamente obstaculizados», destacó Mandacen, quien aclaró que esta actitud «tiene como trasfondo un Gobierno que ha ejecutado un modelo de desigualdad muy grande ajustando todo lo que son los planes sociales y también la educación».

Para el secretario general de la Fenapes, el Gobierno de Lacalle Pou presenta una «transformación educativa» que consta de tres dimensiones: «Una dimensión presupuestaria con un ajuste solo en la ANEP de 150 millones de dólares, un ajuste pedagógico que es un retroceso muy importante en las posibilidades de democratización del acceso al conocimiento, y un ajuste de derechos muy importante, con situaciones inclusive que están denunciadas a nivel de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), porque de alguna manera hay un grado de persecución muy importante en los colectivos docentes violentando su libertad de cátedra y de expresión, una doctrina de hostigamiento constante».

La lista de peticiones educativas incluye la masa salarial, que implica principalmente mayor cantidad de cargos, vacantes no asignadas y mejoras del salario general. Otro tema que preocupa a la federación de profesores de enseñanza secundaria es el acompañamiento a los estudiantes más allá de su desempeño en las instituciones escolares.

«Tiene que haber una política potente de becas, de acceso a la alimentación, que está vulnerado en amplios sectores. También trabajar en un acompañamiento mucho más estructural de todos los aspectos de salud mental y todo lo que implique violencia hacia los adolescentes», planteó Mandacen, quien destaca que el tercer eje de la plataforma del gremio es «el tema de la infraestructura que está muy deteriorada».

«Aquí no hay ningún privilegiado»

Cerca del mediodía del miércoles la movilización llegó a la Torre Ejecutiva, sede de la Presidencia, y allí Elbia Pereira, secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio (Fum-Tep), dijo que esta era la última oportunidad para «reclamar lo que es justo». De acuerdo al diario El País, Pereira recordó declaraciones del ministro de Educación, Pablo da Silveira, quien había señalado que los docentes debían sentirse «privilegiados» por formar parte de la recuperación salarial en el sector público.

«Con una mano en el corazón, les digo que aquí no hay ningún privilegiado ni privilegiada como nos quiere hacer creer el ministro de Educación. Se podrán imaginar que después de haber sostenido el sistema educativo en la pandemia, de estar en la primera línea, no somos merecedores de esa apreciación. Les quiero asegurar que si el Gobierno nos escuchara no estaríamos tomando esta medida», aclaró Pereira.

Fuente: https://www.publico.es/internacional/profesores-estudiantes-protestan-uruguay-recortes-educacion.html

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“Al mapuche lo quieren sumiso y empobrecido, no se bancan que tengamos un camino autónomo”

Por: Ezequiel Luque

 

El 4 de enero, se cumplieron tres meses desde que fuerzas federales irrumpieron en el territorio de la Lof Lafken Winkul Mapu en Villa Mascardi (Bariloche) y se llevaron detenidas a mujeres y niños mapuche. Cuatro de ellas permanecen todavía con prisión domiciliaria, entre las que se encuentra la machi Betiana Colhuan Nahuel, autoridad espiritual de la comunidad. Desde La tinta, visitamos la casa donde permanecen alojadas y dialogamos con ellas para comprender su reclamo y su vínculo con las tierras ancestrales que reconocen como hogar y son fundamentales en su espiritualidad.

La recuperación de las tierras en 2017 y la formación de la Lof Lafken Winkul Mapu; el inicio de la causa de Parques Nacionales y los operativos de la entonces ministra, Patricia Bullrich; el asesinato de Rafael Nahuel por parte de Prefectura; la campaña coordinada de estigmatización mediática; el crimen de odio contra Elías Garay; las amenazas de desalojo; las humillaciones; los ataques de falsa bandera; las decenas de causas abiertas… todo un extenso y sistemático camino de persecución policial, judicial y política que tuvo su episodio más reciente el pasado 4 de octubre de 2022, cuando el Comando Unificado de Seguridad -formado hace meses por el Gobierno nacional- ingresó a territorio mapuche en Villa Mascardi y desalojó a la comunidad que hacía cinco años vivía allí.

Sin intenciones de profundizar sobre este operativo -que bien ha sido relatado por las damnificadas a través de medios colegas-, es fundamental contar cómo sigue la vida de las cuatro mujeres y la decena de niños que aún permanecen con prisión preventiva y domiciliaria en el Centro Mapuche de Bariloche. Porque se trata de personas que, de manera abrupta, vieron interrumpidaero su vida en la montaña y ahora tienen que acomodarse a otro entorno, otros vínculos, otra espiritualidad, lejos de su hogar.

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(Imagen: Ana Medero para La tinta)
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(Imagen: Ezequiel Luque para La tinta)

La Lof Lafken Winkul Mapu hacía más de cinco años que estaba instalada en Villa Mascardi, en una porción de territorio que le disputa a Parques Nacionales, a quien acusa de hacer negocios con las tierras. De hecho, la mayoría de las parcelas con las que colinda la Lof pertenece a privados particulares, salvo una porción perteneciente al Obispado de San Isidro.

Desde 2017 a esta parte, la comunidad comenzó a trabajar con animales, tenía una huerta y hierbas medicinales, y había construido una docena de casas de madera (rukas) donde vivían cerca de 30 personas, entre ellas, niños y niñas que habían pasado toda su vida allí. Durante el desalojo, perdieron sus casas y sus pertenencias, ya que, hasta ahora, no las dejaron volver y el territorio se encuentra extremadamente custodiado por fuerzas federales.


“Nos destruyeron todo lo que habíamos construido con mucho esfuerzo estos años, pero no nos importa lo material ni lo económico. No lo vemos como un negocio para el turismo, como lo ve Parques Nacionales. Podemos volver a empezar de cero y levantar todo. Pero tenemos que volver. Lo que nos da ánimo es el territorio. El día a día en esa montaña nos cargaba de energía”, relata la machi Betiana Colhuan Nahuel, desde el otro lado de la mesa en la que compartimos unas tortas fritas con mate amargo.


El lugar en el que están ahora alojadas -apresadas- es una estructura cuadrada de cemento de dos pisos, en la que conviven Betiana Colhuan Nahuel, Luciana Jaramillo, Romina Rosas y Celeste Ardaiz Guenumil, junto a una decena de niños y niñas que van desde apenas unos meses de vida a, quizás, unos 9 o 10 años. Todos son criados en comunidad. Los adolescentes de la comunidad no están aquí. Me cuentan que ellos tenían aún el recuerdo latente de la represión de 2017 en la que murió Rafael Nahuel, por lo que huyeron montaña arriba apenas escucharon que se desató la represión de las fuerzas de seguridad.

“No tenemos otra opción de vida que volver al territorio. Nuestros hijos nacieron ahí, tienen sus placentas ahí y sus raíces ahí. No se les puede sacar de ahí y llevarlos a otro lugar para que sigan con su vida. Es como sacar a una planta de su entorno natural. No van a crecer como lo harían en su lugar nativo. Nosotras aspiramos a volver, por nuestra salud, por la de nuestros hijos. Tenemos todo ahí: nuestro bienestar de pueblo, nuestra salud física y espiritual“, sostiene firme la machi, mientras amamanta a su bebé apenas por encima de su vestimenta y platería tradicional.

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(Imagen: Ezequiel Luque para La tinta)
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(Imagen: Ana Medero para La tinta)

Las machi son las autoridades espirituales máximas del pueblo mapuche, que “vienen a este mundo a sanar con sabiduría natural”, tanto a personas mapuche como no mapuche. Después de 50 años, Betiana Colhuan Nahuel es la primera machi de este lado de la frontera, en el Puel Mapu, y es reconocida como referente espiritual de ambos lados de la cordillera.

En la Lof Lafken Winkul Mapu (Villa Mascardi), se encuentra también el único rewe que hay en pie en el país y se trata de un lugar donde la machi contacta a sus energías espirituales, renueva su fuerza y sabiduría, neutralizando energías espirituales causantes de enfermedades y males.

Tal vez sea difícil de entender desde una cosmovisión occidental, pero, desde la filosofía mapuche, son muy profundas las razones por las que una machi tiene que estar junto a su rewe. “No es un altar que se visite cada tanto. Es un newen, una fuerza que está ligada a la machi que allí desarrolla su trabajo y a ese rewe también quedan ligadas las personas que están en tratamiento y las comunidades que se vincularon. Todo rewe es un ser con vida que debe ser cuidado, acompañado y alimentado. Se preocupan por nuestra salud, pero nosotras decimos que la salud que está primero en peligro es la del rewe, la mapu y los kujfikecheyem. Por eso, también estamos todos en peligro”, expresaron las mujeres detenidas en el último Parlamento Autónomo convocado por diferentes autoridades ancestrales mapuche-tehuelche que se realizó a fines de noviembre.

La detención y desalojo de la machi Betiana Colhuan Nahuel tiene antecedentes similares en Chile, donde muchos pu machi han sido separados de sus pu rewe, como es el caso del machi Celestino Córdova, la machi Francisca Linconao y la machi Millaray Huichailaf, quienes también han manifestado públicamente la urgencia por regresar a sus territorios y evitar así las graves consecuencias que un rewe debilitado tiene para el pueblo mapuche.

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(Imagen: Ana Medero para La tinta)
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(Imagen: Ana Medero para La tinta)

Luciana Jaramillo es otra de las mapuche detenidas. Antes de arrancar a charlar, me pregunta si después voy a poder editar el audio de la grabadora y le aclaro que es solo para la nota, que no va a salir en ningún lado. Se la ve ahora más cómoda. Dice que recién están aprendiendo a dar entrevistas, que, hasta hace unos meses, nunca habían tenido que hacerlo. Aun así, comienza de manera contundente: “Toda esta persecución, todo este hostigamiento y criminalización es porque somos mapuche. Se vuelve a repetir lo que le ha pasado a nuestros abuelos. Es claramente un escarmiento, un castigo. Buscan disciplinar, no solo a nuestra comunidad, sino al pueblo mapuche entero“.


“Nuestro pueblo es preexistente al Estado. Nosotros retornamos al lugar de donde, en algún momento, fueron sacados nuestros abuelos. Por herencia nos corresponde. No somos usurpadores, cómo vamos a usurpar nuestra propia tierra, cómo vamos a comprar nuestra propia tierra (…) La solución a este conflicto es que reconozcan sus propias leyes y dejen de perseguirnos”, dice Jaramillo, en referencia a las leyes internacionales y a la propia Constitución Nacional (Art 75. inciso 17) que reconoce los derechos y la preexistencia de los pueblos originarios en el territorio nacional.


El edificio en el que transcurren la prisión domiciliaria se encuentra en el extremo noroeste de la ciudad de Bariloche, sobre una loma repleta de retama amarilla. En una de sus paredes laterales, hay ilustraciones de la simbología mapuche que permiten reconocer la casa casi desde la ruta costanera. De vecinos, tienen al Destacamento de la Policía Criminalística, en el que, todos los días, una formación militar realiza el izamiento de la bandera argentina.

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(Imagen: Ezequiel Luque para La tinta)
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(Imagen: Ezequiel Luque para La tinta)

Luciana cuenta, además, que autoridades gubernamentales les ofrecieron viviendas en la ciudad de Bariloche y dinero para que puedan sustentarse por seis meses, propuesta que rechazaron de manera inmediata.


“Al mapuche lo quieren así, en el medio de la ciudad, empobrecido, siendo la mano de obra barata de ellos, construyéndole la casa; siendo la sirvienta de ellos, cuidándole los hijos y lavándole la ropa. Así nos quiere el winka (hombre blanco), sumisos. No se bancan que tengamos un camino autónomo, porque quieren que les estemos besando los pies. Nosotros no estamos más en esa, queremos ser un pueblo digno y buscamos dignidad en nuestro territorio, si la sierra nos da todo lo que precisamos, no necesitamos nada de la ciudad estando allá. Sabemos sembrar, sabemos tejer, criar animales… y estamos construyendo nuestra espiritualidad que es lo más importante”, expone la joven.


La machi Betiana sostiene algo similar: “Queríamos tener una vida más propia del pueblo mapuche. Y damos el mensaje de aliento de que se puede lograr. Por eso, creo que el Estado nos tiene miedo. En la ciudad, nos sentimos despojados, no parte. Esa es nuestra herencia reciente. Nuestros padres y madres han sido la mano de obra barata, analfabetos, sin encajar en la sociedad. Es parte de la opresión que conquistó y esclavizó al pueblo mapuche. Seguimos siendo esto, de otras formas, pero seguíamos siendo sus esclavos. Por eso, decidimos no vivir más de rodillas, levantarnos y eso tiene consecuencias que debemos asumir“.

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(Imagen: Ana Medero para La tinta)

El pueblo mapuche tiene, como colectivo, derecho a la salud y a la espiritualidad. Y para su cosmovisión, esos dos pilares de la vida no están garantizados si la machi no retorna a su rewe.

Sumado a esto, hay infancias a las que se les está privando de su derecho a crecer en pleno ejercicio de su identidad cultural y religiosa. Desde que ocurrió el desalojo, algunos de los niños están sufriendo desequilibrios físicos y emocionales por estar fuera de su tierra, y lo demuestran con falta de habla o exhibiendo un estado de sobreexcitación. “Los más chicos nos dicen: ‘¿Por qué estamos acá? Vayamos para la ruka’. Ellos lo único que quieren es volver allá, a su lugar. Hacía cinco años que estábamos viviendo ahí, no conocen otra cosa”, señala Luciana.

Mientras, Betiana complementa: “Nosotras intentamos transmitir la cultura mapuche, no en un pizarrón ni como enseñanza de escuela, sino desde la crianza día a día, con las costumbres en el territorio. Que ellos lo vean como una forma de vida, más propia de nuestro pueblo. Hoy, se sienten muy despojados y reprimidos, porque se cortó mucho de esa crianza. Pero entienden lo que pasó y que les pasó por ser mapuche, por vivir en el territorio”.

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(Imagen: Ana Medero para La tinta)
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(Imagen: Ezequiel Luque para La tinta)

El próximo 12 de enero, se realizará una mesa de diálogo entre el presidente Alberto Fernández y referentes de comunidades mapuche de Río Negro, Chubut y Neuquén, para abordar la persecución a las comunidades, en general, y la problemática de Villa Mascardi en particular.

Consultadas sobre cuál sería la solución al conflicto, Betiana y Luciana respondieron: “La decisión es política. El conflicto que ellos mismos han generado con nosotros se resuelve con una firma del presidente, donde diga que nos cede ese territorio a nosotros, donde ya teníamos una vida y que, por derecho, nos corresponde”.

Imágenes: Ana Medero y Ezequiel Luque

Fuente de la información e imagen: La Tinta

 

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Quellón: magisterio interviene en concejo municipal acusando hostigamiento de concejales. Chile

América del Sur/Chile/23-09-2022/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl

La Presidenta del Comunal Quellón del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile, Rosa Pérez Sepúlveda, denunció ante el Concejo Municipal de la comuna el hostigamiento del que fue objeto la Escuela Básica Rural de Coinco por parte de los concejales Belisario Vera y Natalia Haro, quienes el pasado martes 13 de septiembre se apersonaron en el establecimiento para registrar la exposición realizada por los estudiantes de sexto año básico para abordar el objetivo de aprendizaje Nº8 de la asignatura de Historia, lo que se tradujo en una serie de publicaciones en redes sociales acusando de adoctrinamiento político a niños de 10 y 11 años. 

Sobre estos hechos, Rosa Pérez manifestó ante los concejales y alcalde de la comuna que: «El accionar de los concejales provocó el malestar de las y los docentes, pues atenta contra la libertad de cátedra. Por otro lado, el Politécnico de Quellón, también fue objeto de publicaciones tendenciosas, acusando a la comunidad de adoctrinamiento político, debido a una actividad del Departamento de Lenguaje e Historia, enmarcado dentro de los lineamientos del Ministerio de Educación. Como profesoras y profesores de la comuna no vamos a permitir que se nos coarte la libertad de enseñanza, mucho menos el amedrentamiento y la censura», enfatizó.

A continuación, el comunicado del Regional Los Lagos del Magisterio sobre esta acción de hostigamiento:

Puede ver y descargar este documento también AQUÍ

Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2022/09/22/quellon-magisterio-interviene-en-concejo-municipal-acusando-hostigamiento-de-concejales/

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México: Tras meses de hostigamiento, despiden a profesora por defender a un alumno trans

Por: Nancy Cázares

 

En el comunicado difundido señalan que si bien la incertidumbre y precarización de docentes de educación privada es común a miles por todo el país, este caso enfatiza el carácter retrógrada de un sistema educativo que «normaliza la estigmatización y nos aleja de una sociedad más justa».

 

Por medio de un comunicado difundido por el Sindicato 20 de noviembre/Coalición Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Privada, se informó del despido de Galia Domínguez Velázquez, docente en una secundaria privada quien había presentado una denuncia ante el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) en contra de las autoridades de su escuela. Entonces la docente denunció «discriminación, invalidación e invisibilización de un alumno que pedía respeto a su identidad», así como la censura de contenidos sobre educación sexual integral y diversidad en la materia que impartía.

A través de sus redes sociales, Domínguez Velázquez ya había denunciado previamente el hostigamiento del que era objeto, mismo que iba desde entorpecimiento de su labor docente hasta invisibilización de la misma. En el comunicado difundido señalan que si bien la incertidumbre y precarización de docentes de educación privada es común a miles por todo el país, este caso enfatiza el carácter retrógrada de un sistema educativo que «normaliza la estigmatización y nos aleja de una sociedad más justa».

El despido de Galia Domínguez ha generado indignación entre activistas y colectivos LGBTIQ+, quienes han suscrito con su firma la exigencia de derechos laborales para trabajadores de la educación, así como la exigencia de respeto a los derechos de las infancias y adolescentes.

A continuación reproducimos el Comunicado difundido y algunas de las firmas que se han sumado a esta denuncia:

A los alumnos, alumnas y alumnes que conforman las escuelas privadas;

A los colectivos que luchan día con día por el respeto a la identidad;

A los colectivos de la comunidad LGTBQI+;

A las organizaciones que defienden los derechos de niñas, niños y adolescentes;

A los medios de comunicación;

A los sindicatos independientes;

Por supuesto, a todas, todos y todes los educadores

El pasado viernes 17 de junio del presente año se le notificó a nuestra compañera GALIA DOMÍNGUEZ VELÁZQUEZ, profesora de la asignatura de Formación Cívica y Ética a nivel secundaria en la escuela privada Centro Escolar Lancaster, la decisión de “no renovar” su contrato para el siguiente ciclo escolar.

A pesar de que esta es la situación de miles de profesores que en el ámbito privado son despedidos ciclo escolar tras ciclo escolar, en el caso de la compañera Galia Domínguez, la escuela decidió, después de varios momentos de hostigamiento laboral, anunciarle su despido por haber realizado una denuncia ante el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) por discriminación, invalidación e invisibilización de un alumno que pedía respeto a su identidad y por censurar los contenidos de la asignatura Formación Cívica y Ética, específicamente los temas relacionados a la diversidad sexual y sexualidad. Es injustificable que una escuela en lugar de dar información y brindar herramientas para la erradicación de la discriminación reproduzca la invisibilización, la falta de diálogo y la hostilidad a la comunidad LGTBQI+. Dejar de señalar estos actos normalizan la estigmatización y nos alejan de una sociedad más justa y con garantía a los derechos fundamentales que históricamente han sido conquistados.

Estas acciones no solamente visibilizan la falta de voluntad para dar herramientas necesarias a la comunidad estudiantil y que puedan ejercer libremente su derecho a la identidad y al libre desarrollo a la personalidad que todo niño, niña y adolescente tiene derecho.

Es por eso que desde el sindicato 20 de noviembre/ Coalición de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Privada nos unimos para denunciar:

a) La situación laboral de miles de docentes que año con año padecen el abuso sistemático a sus derechos más esenciales a un trabajo y a una vida digna.

b) La vulneración que presentan nuestras y nuestros alumnos en sus derechos fundamentales para recibir una formación incluyente, integral y a la altura de las problemáticas contemporáneas.

c) La profunda precarización que viven los profesores en el ámbito de la educación privada, pues muchos de ellos son “despedidos temporalmente” hasta iniciar el ciclo escolar siguiente, bajo contratos simulados que desdibujan la relación laboral más básica: dejando a las y los profesores en una situación de permanente incertidumbre.

En este contexto es que exigimos un alto al despido, por lo demás absurdo e injustificado, por defender los derechos de los estudiantes a su libre identidad.

¡Como profesoras y profesores exigimos respetar y salvaguardar los derechos de niñas, niños y adolescentes, así como a mantener canales de diálogo con la comunidad escolar para atender las necesidades de los adolescentes como una prioridad!

Finalmente, pedimos a la Secretaría de Educación Pública no cerrar los ojos ante estos casos en las escuelas privadas y crear mecanismos que salvaguarden los derechos tanto laborales de los y las profesoras como el bienestar de la comunidad estudiantil.

Los abajo firmantes suscribimos estas demandas:

Movimiento de Izquierda Revolucionaria

Colectivas Las Matrioskas

Red de Psicólogas Feministas-Socialistas

Proyecto DesprincesamiDaniela Lobardo Hijar

Batallones Femeninos (Nosotras en el Hip-Hop)

Hijas de su Maquilera Madre (Colectiva de Ciudad Juárez)

Susana Molina Medina

Siobhan Guerrero Mc Manus

Security For All

Julio César Díaz Calderón

Hola Amigue

Mirel Rangel

Lu Peláez

Mak César

Miguel Torres Caudillo

Juntrans Fest

Coalición Mexicana LGBTTTI +

Colectivo Michoacán es Diversidad

Trensardina

Pablx

Resistencia No Binarix

Andras Hernández

Dra Guadalupe Mauricio Hernández, Investigadora de CINPECER y docente de la UANL.

Escuela para Juventudes Defensoras de Derechos humanos y Cultura de Paz

Christian Hernández Hernández

Eduardo G. Alvarado (ella/elle)

Queer: Jodiendo al género binario

Hans E. Sedella Malpica-Herrera.

Eduardo Ezequiel Sánchez González

Angélica Rodríguez Ortíz

Oaxatrans

Aref Azrael

Candy Castellanos

Josseline Mendoza Aguilar, Orgullo Ecatepec A.C.

Círculo Queer

Centro de Derechos Humanos de las Minorías CEDHUMI

Houston LGBTQ Jewish Caucus

Houston Progressive Caucus

Human Rights Minorities Rights Center

Círculo de Hombres Trans

Movimiento Igualitario LGBTQ

Coordinadora 1° de Diciembre

Yoru Martínez

Marcela Ramón Sala

Mónica Galarza Corona

Montserrat Velásquez

Inés Murga Ayuso

Le Paline

Lisa Sapien

Colectiva Chicatanas

Transformar Trascender

Sunny Xhantall Nuilah

Colectiva Aurora, Colectiva LGBTQ+ de la UAM Cuajimalpa.

Georgina Osnaya Romo

Karina Alvarez Ramirez

Yang Aiyal Arreola Cervantes Serrano

Revolución Iridiscente

Profesora María Cristina Romero Alfonso

Daniela Muñoz Jiménez

Leticia Vázquez Oropeza

Transpsición Podcast

Estrella Núñez

Adrian Kadrit lo

Katia Benjamín Lomelí Garza

Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio – Consejo de Mujeres Autónomas (APIIDTT – COMA)

José María Gatica Núñez

Ana Guadalupe Hernández Vilchis

Mónica Carmen Martínez Ruiz

Nahui Sanabria

SaiChaos Romero

Martha Forjas

Raúl Cruz V.

Giovanni Hernández

Asociación para las Infancias Transgénero A.C.

Tania Morales O.

Alexe Chávez

Emi Moreno

Óscar Borja S.

Carlos M. Paredes González

Brianda Rodríguez Romualdo.

Bren Ibáñez

María del Refugio Hernández Rivas

Víctor M. Campos

Lloret Gironés

Leticia Garcés Choussal

Diana Pombo Viaplana

Emilia Moreno Carrillo

Susana Salazar Sanchez

Diana Villegas Langle

Coral Ambrosía Delgado Piñon

Arrecife Arte Trans

Anémona, Infancias y Juventudes Trans

La Societas en Movimiento de la pskykhe Iluminada Veracruz asociación civil

Karina González Aguilera

Oscar Rodríguez Fuentes

Armando Osorio Chulín docente de secundaria en el Estado de México

Wendy Rosaura Cruz de la Rosa

Ulises Piñón

Román Ramírez López

Asociación Civil Trans Oaxaca

Daniel Nizcub Vásquez Cerero

Fernanda Dames

Yuvet Gutiérrez Rodríguez

Alina Fernanda Gómez Rivera

Patricia Melchor Blanco

Adriana Edith Sánchez Cuatianquiz

Paulina Benavides Pacheco

Lucia Martínez Hernández

Drag Queen Story Hour,. Mérida

Diana Fernanda Rubio Rojas

Ana Patricia Vázquez Cárdenas.

Mónica Kuhne Terrazas

Jesús Torres Hernández

Dr. Roberto González Villarreal

Dra. Lucia Rivera Ferreiro

Mtr. Marcelino Guerra

Francisco Oswaldo González Lorenzo

Celina Gómez

Ariel Avalos

Karloz Atl

Paula Delicia Ruiz González

Jessica Estefanía Rubio Pérez

Mario Gutiérrez Castañeda

Blanca Pérez Rodríguez

Araceli Hernández Sabino

Eduardo Ávila

Mónica Alducin

Miguel Ángel Vázquez Cárdenas.

Martha Vázquez Cárdenas.

Charlotte Cruz Delgado

Diana Delegado del Río

Jonathan Javier Nuño Alejandre.

Salvador Martínez Campos.

Belén del Rosario Aguilar Jiménez.

Catalina Juárez Oechler

Miriam Jelinek Mendelsohn

Familias por la Diversidad Sexual

Julia Guadalupe Alba Munguia

Gabriela Tames

Ana Cristina Vazquez Rodriguez

Juliette Greenham

Mónica Carreón M.

Ma. del Carmen Gutiérrez M.

URobin Willow Terrazas G.

Rocio Elizabeth García Gutiérrez.

Mauricio Sosa Ocaña

Jazmín Maricela Venegas Alvarado

Sahidi Luna Villanueva

Catalina González Pérez

Eurany Yamileth Villaseñor Pérez.

Aria De la Serna

Ancy Sofía Florentino Rojas

Angélica Rodríguez Ortíz

Jacobo Espinoza Hilario

Dra Guadalupe Mauricio Hernández. Investigadora de CINPECER y docente de UANL

Gabriela Vázquez Cárdenas.

Etienne Marion Rocha Montoya

Xavie Gálvez

Elsa I. Jiménez

Raúl Alfonso Bañales Aranda

Dario Muñoz Castro

Pablo Nicolás Sergio Hugo

Maroli Marian Rojas Guerrero

Luis Felipe Mendez Santiago

Linda Marlen Mendez Santiago

Margarita Cuéllar Reséndiz

Angel T. Aguilar Gómez

Daniela Camacho Flores

Yara Cassandra Sánchez Pérez

Alondra Díaz Gallegos

Nancy Castilleja Molina

Francisco Javier Solís Mendoza

E. Esmeralda Tafolla Salas

Verónica Vallejo

Joel Ortega Erreguerena

Sayak Valencia

Brenda Arely Hernández Hernández

Ofelia Desiree Arce Aguilar

Miguel Ángel Rodríguez Castillo

Andrade Mejía María Iyali

Elizabeth Figueroa Vargas

Saúl Juárez

Carolina
Abraham García Niño de Rivera

Aline Viridiana Hernández González

Liliana Cid Reyes

Raúl D. Peñaloza Ramírez

Carlos Vázquez Gutiérrez.

Miranda Ramírez

Luis Antonio Lara Rosas

Red Universitaria Anticapitalista

Edgar Francisco González

Salomón Ruiz Andrade

María del Rocío Martínez Martínez Central Campesina Cardenista Estado de México

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

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Juego de niños

Por: Gabriela Aguilar

 

El silencio de un niño encierra muchas respuestas, quizá más de las que estamos preparados para escuchar. En el caso de Camila fue el cambio de conducta durante sus actividades diarias lo que encendió la alarma en casa: se aislaba, no permitía que la tocaran, hasta el baño diario había cambiado su dinámica y los padres saben leer las señales.

Fueron semanas de hostigamiento los que a sus nueve años Camila vivió por parte de tres de sus compañeros en noviembre de 2019, y aunque en su momento lo reportó con su profesor no hubo ninguna acción al respecto: ni sanción para los tres niños responsables ni para sus padres ni para la madre de Camila. Todo se quedó en un juego de niños.

Pero esa violencia disfrazada de juego escaló a los golpes hasta llegar al abuso sexual… Sí, entre menores de apenas nueve años. El criterio del profesor no alcanzó para identificar lo que sucedía: para frenar el hostigamiento y para darse cuenta de que entre sus alumnos se estaba presentando una conducta irregular.

Ante las primeras alarmas, la madre de Camila solicitó información con el profesor del grupo, el cual negó cualquier indicio de abuso. Finalmente pidió ayuda profesional y fue a través de las sesiones de terapia que la pequeña reveló lo que le sucedía en la escuela. Más tarde pudo decírselo a su madre. Se rompió el silencio.

Tras la denuncia en enero de 2020, se reveló que en el mismo plantel de la primaria Marco Antonio Montes de Oca, en Zapopan, sucedió otro caso similar: el de Nínive, y en esa bola de nieve resultaron sancionados cuatro servidores públicos por omisión. Sin embargo, han pasado casi 18 meses sin justicia para las pequeñas y cuando finalmente llegó el día de la primera audiencia, el pasado 7 de julio, no se presentaron ni el profesor del aula ni la directora del plantel bajo el argumento de que “no fueron notificados”.

Tras la decepción y la impotencia, las madres se apoyaron de colectivos como Arpías Guadalajara para exigir respuestas a las afueras de las instalaciones de la Secretaría de Educación Jalisco, y las acciones de esas mujeres el pasado 9 de julio ganaron el ojo público por los daños al edificio, calificados como vandalismo, y no los denunciados en el caso de las pequeñas víctimas de abuso. Un caso más por el que incluso Amnistía Internacional emitió un llamado de atención a las autoridades estatales para no criminalizar a las manifestantes.

En esta enredada madeja de omisiones varias por parte de servidores públicos, de autoridades aletargadas, de manifestaciones con daños materiales y de menores víctimas de abuso, ¿a quién le corresponde brindar justicia a dos niñas que a sus escasos 10 años ya saben lo que es la violencia de género, la impunidad y la dilación de justicia?

 

Fuente de la información: https://www.informador.mx/ideas/Juego-de-ninos-20210714-0022.html

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Estudiar bajo apartheid: El día a día de los estudiantes palestinos

Por: Judit Rodríguez

“El apartheid israelí no necesita ninguna excusa para detener a ningún palestino. Cualquier persona en Burin o en otras ciudades de Cisjordania es amenazada con ser arrestada por los colonos y soldados israelíes. Cientos de veces son niños de 10 y 9 años… ¿Qué pueden hacer estos niños contra estas fuerzas armadas? ¿Qué hará una piedra contra un Jeep militar? Nada, no hay excusa. Siempre tienen el mismo pretexto: “es por motivos de seguridad”. Dicen que tienen que matar a nuestros niños antes porque si no ellos los matarán cuando crezcan.”

En el año 2020 fueron arrestados por las fuerzas de ocupación israelíes aproximadamente unos 543 menores palestinos. Se calcula que entre 140 y 180 niños siguen secuestrados en las cárceles de la potencia ocupante.

En 2016, el ente sionista de Israel aprobó la llamada “Ley de la Juventud” por la cual se legitimaba jurídicamente el encarcelamiento de niños palestinos menores de 14 años. Unos meses después de su aprobación, se aceptaba una pena de cárcel mínima de 3 años para jóvenes que tirasen piedras, dando lo mismo que tuvieran una edad de 10 o 20 años. Ese mismo año, fueron 450 los adolescentes encarcelados. Sólo un año después, en 2017, fueron 350, aunque los detenidos aumentaron a 1.467. Desde el año 2.000 hasta día de hoy, se calcula que más de 20.000 menores de edad han sido arrestados por las fuerzas de la ocupación. A ello se unen más de 2.500 niños palestinos asesinados en el período que corre desde 2.000 al 2020.

El Ministerio de Información palestino declaró en 2019 que el 95% de los menores arrestados sufren torturas y degradaciones durante la detención (golpes, patadas, vendaje de ojos, interrogatorios en hebreo -idioma que no conocen-, ausencia de abogado y/o algún familiar durante el interrogatorio, coacciones durante el mismo…). Es usual que estas detenciones se den en las inmediaciones de los puestos militares de control israelíes, conocidos como “check-points” y, principalmente, contra niños que se encuentran en edad escolar.

El Ministerio de Información palestino declaró en 2019 que el 95% de los menores arrestados sufren torturas y degradaciones durante la detención

Es el caso de Mahmoud Drar Qadus, estudiante palestino de 14 años en la escuela mixta “Burin High School” ubicada en un pequeño pueblo de 3.000 habitantes a 7 km al Sur de Nablus (Cisjordania) a quien tuvimos la oportunidad de entrevistar en Julio de 2019 sobre las condiciones que sufren los estudiantes palestinos bajo el asedio israelí.

Niños y niñas escuela colegio Palestina
Niñas y niños palestinos apoyando la campaña de boicot a los productos israelíes

La primera palabra que enunció Mahmoud fue “miedo”. La lejanía de la escuela con respecto a su hogar, pero a la vez la extrema cercanía de la misma a los check-points acrecienta los sucesivos ataques al personal docente y los alumnos de la escuela. La misma ha sido incendiada tres veces por los colonos israelíes. Esto no nos ha de extrañar si tenemos en cuenta que una de las principales estrategias de guerra sionistas contra los palestinos es el debilitamiento moral incesante a través de la amenaza y el miedo. El proyecto expansionista que moviliza la maquinaria de guerra israelí para la apropiación de la totalidad de la tierra histórica palestina trata de hacer sus vidas tan insoportables que tengan que huir y, así, argüir que “se fueron por su propio pie”, argumento propio de la narrativa sionista que justificó el genocidio en 1948 (La Nakba).

La escuela de Mahmoud ha sido incendiada tres veces por los colonos israelíes

“El principal problema al que nos enfrentamos es que la escuela está muy lejos de casa, pero al lado de un control militar israelí, y eso les da la oportunidad de atacarnos en la ida y la vuelta.”

“Todas las mañanas me aseo y bajo a la escuela para aprender, pero los soldados israelíes siempre interrumpen mi clase con bombas de humo, gas, insultos y golpes. Entonces nunca podemos seguir las clases y tenemos que volver a casa”, nos cuenta algo nervioso y, en un esfuerzo por continuar, nos relata la ocasión en la que un grupo de soldados irrumpió en tres aulas diferentes, entre ellas la de suya, impidiendo el desarrollo de la clase durante dos horas y media. Desafortunadamente, no sólo tratan de imposibilitar que los palestinos encuentren en sus aulas un lugar tranquilo y seguro donde sucede algo positivo para ellos mismos, el aprendizaje, sino que, además, numerosas mañanas bloquean las entradas a la escuela de Burin con los Jeeps blindados del ejército. Asímismo, durante el período de recreo lanzan explosivos entre los barrotes que rodean perimetralmente el patio provocando el pánico e incrementando la sensación de inseguridad entre alumnos y profesores.

 “A veces estamos jugando al fútbol en el patio de la escuela y de repente escuchamos gritos y comienzan a lanzar gases lacrimógenos. Cuando vienen a la escuela mientras estamos jugando al fútbol suele haber muchos problemas porque nos pilla desprotegidos. Pero los profesores siempre salen para protegernos de ellos.”

Armamento utilizados contra los colegios palestinos

A pesar de todo ello, Mahmoud reconoce que, si bien los momentos más tristes durante el curso son cuando los agreden o cuando hay algún compañero de clase que no asiste porque ha sido herido, también recalca que el cuidado y la protección de sus profesores es uno de los elementos que más feliz le hacen. Y es que la perseverancia y el compromiso del personal docente hacia su pueblo, su trabajo y sus alumnos es ejemplar.

“A veces estamos jugando al fútbol en el patio de la escuela y de repente escuchamos gritos y comienzan a lanzar gases lacrimógenos”

A este respecto, tuvo mucho que contarnos Ghassan Najjar, activista palestino impulsor de un proyecto de cooperativas agrícolas cuyo fin es impulsar una producción palestina que a día de hoy se mantiene asediada por la abusiva hegemonía económica israelí. Él fue nuestro traductor, guía y apoyo fundamental durante nuestra estancia en el territorio. Desafortunadamente, la madrugada del 25 al 26 de junio de 2020 fue secuestrado en su hogar y encarcelado posteriormente en las prisiones israelíes. A día de hoy sigue encerrado y sin que se conocieran los cargos.

“Hay una gran diferencia entre los profesores españoles y los profesores palestinos. En primer lugar, porque los profesores en España trabajan sin la presión y el miedo a la muerte, ello les permite ser capaces de focalizar su trabajo en la clase. Sin embargo, los profesores en Palestina vienen a la escuela, pero no saben si volverán con vida. En eso consiste la presión, en la inseguridad y el terror de ver peligrar sus vidas y la de 300 alumnos a su cargo”, declara. Como si no fuese suficiente con los impedimentos derivados de vivir y trabajar bajo un régimen de apartheid, los profesores han de enfrentarse también a las debilitadas e ineficaces autoridades educativas de Cisjordania que, según nos relataba Ghassan, también son responsables de la precariedad de este sector suyo sueldo, que ronda los 200 shekel mensuales (50 euros) en la escuela mixta de Burin, los condena al pluriempleo. Esto se comprende mejor cuando vemos que el coste de la vida en Palestina aumenta anualmente dada la condición de dependencia económica al coste de la vida israelí. El alquiler de la vivienda lo encontramos en unos 400 euros en una zona normal de la ciudad. Todo ello les hace imposible asegurarse las condiciones materiales para la conservación de sus vidas y un ejercicio profesional digno.

Ghassan Najjar es un activista palestino impulsor de un proyecto de cooperativas agrícolas cuyo fin es impulsar una producción palestina que a día de hoy se mantiene asediada por la abusiva hegemonía económica israelí

“No hay un verdadero apoyo hacia los profesores. Si ellos quieren hacer una huelga para mejorar la situación, el ministro de educación los expulsará de la escuela. Yo recuerdo una huelga del personal docente en la que pedían una subida de los salarios en Cisjordania y, desafortunadamente, cuando la huelga terminó fueron expulsados alrededor de 200 profesores.”

Sin embargo, la actitud del Ministerio de Educación de Cisjordania cambia respecto de otra de las escuelas de Burin. Se trata de la escuela de primaria y secundaria situada en el centro del pueblo y cuya construcción fue financiada por el gobierno alemán con un millón de dólares. Esta es la única escuela en Burin que recibe material y atención institucional. Irónico, por otra parte, que Alemania sea uno de los países europeos más preocupados por estrechar relaciones con el régimen criminal de Israel.

Diferente es el caso de la tercera escuela de Burin, la de preescolar, que acoge a niños/as de 5 a 8 años y que, en palabras de Ghassan “es como una cárcel”. Su infraestructura lleva desde su construcción sin ser revisada ni reformada.

Colegio Escuela Burin, Palestina
Escuela en Burin

La situación de los jóvenes estudiantes empeora debido al acorralamiento al que están expuestas las tres escuelas de Burin, especialmente la escuela de Mahmoud, donde los 300 estudiantes están cercados por dos de las colonias israelís más violentas de toda la Ribera Occidental de Palestina (Har Brakha; Yitzhar). Junto a ellas hay un campo militar flanqueado por torres de control que monitoriza los movimientos de la población palestina permanentemente durante las 24 horas del día.

La tercera escuela de Burin, la de preescolar, que acoge a niños/as de 5 a 8 años en palabras de Ghassan “es como una cárcel”

“Muchas veces los colonos israelíes han quemado la escuela y, lo peor, es que han quemado la librería. A ello se suma que las instituciones sólo se preocupan por las grandes ciudades y se olvidan de satisfacer nuestras necesidades y la de los campos de refugiados. No tenemos material suficiente para darle a los chavales una educación adecuada.”

Los perjuicios y pérdidas del material escolar debido al hostigamiento y acometidas diarias de los colonos y soldados no sólo pasan por la degradación de las mesas y sillas a causa de los impactos de los explosivos y misiles, sino también por la carbonización de los libros y el calcinamiento de las paredes a consecuencia del hollín que ocasionan las bombas de gas. De tal forma que estudiantes como Mahmoud, nos explica Ghassan, no poseen más libros que los específicos de cada asignatura, más color en sus aulas que el de las bombas de gas adherido a las paredes, ni más paisaje en su patio de recreo que las alambradas metálicas de seguridad. La extrema securitización que se ven obligados a desarrollar para obstaculizar las irrupciones del ejército hace difícil convertir la zona de recreo en una zona jovial y agradable en la que estar.

“Las escuelas necesitan jardines porque los niños sin ellos son mucho más violentos, juegan atacándose. La presión a la que están sometidos todos los días los convierte en monstruos para ellos mismos.”

La privación de espacios que fomenten el desarrollo y potenciación de sus habilidades; la intimidación: la violencia explícita e implícita diaria y el especial ensañamiento contra los menores no son, sin embargo, los únicos factores que inducen en los alumnos problemas psicológicos, identitarios y de expectativas de futuro. No hemos de omitir que el contenido de sus libros de texto depende de la aprobación del gobierno israelí. Mahmoud nos expresó, al preguntarle sobre su asignatura favorita y su opinión sobre el temario lo siguiente:

“Sobre la historia de Palestina nos dan muy poca información, es cuando hay que estudiar sobre la historia de otro país árabe cuando se menciona en los libros algo de Palestina. Pero no hay apartados que hablen sobre nuestro país en particular”.

El contenido de los libros de texto depende de la aprobación del gobierno israelí. “Sobre la historia de Palestina nos dan muy poca información”

Es la clásica maniobra colonial del expansionismo sionista, que busca la construcción del “Gran Israel” en Oriente Medio y, para ello, trata de hacer desaparecer cualquier categoría que haga alusión a Palestina para así despatriar a su población autóctona, los palestinos, diluyéndolos en la categoría general de “árabes”. De esta forma los extirpa de su tierra y los condena a vagar por el resto de los países a la espera de asilo.

“Estamos asediados y la ocupación no nos deja tener tecnologías, no quiere que nos eduquemos, no quieren que tengamos educación porque eso significa que nuestros niños sabrán quiénes son, sabrán su historia y su lucha, y eso los llevaría a luchar por sus derechos. Por este motivo ellos tratan de controlar nuestra educación. Lo que tenemos es una educación y una cultura de guerra con la ocupación, puramente defensiva. Y sin educación y cultura nunca seremos libres.”

El complejo de inferioridad, la confusión identitaria, la frustración, la permanente necesidad de una actitud defensiva, el miedo y la violencia cotidiana a la que están expuestos los alumnos/as de Burin ha llevado a que tengan ciertas necesidades especiales que deben ser comprendidas y tratadas en su especificidadr. La cantidad de problemas psicológicos que presentan estos estudiantes no son, sin embargo, tratados por psicólogos especializados en menores con estrés postraumático derivado de una situación de guerra. “Estamos perdiendo a nuestros niños día a día”, nos confesaba Ghassan preocupado e indignado, “cuando entro a clase a dar el taller de agricultura, los niños no son capaces de concentrarse en lo que digo. Un día fui a dar un entrenamiento, pero no respondían a mis estímulos. Me acerqué a uno de ellos y tenía piedras escondidas debajo de la mochila porque el día antes habían sido atacados en el recreo por un grupo de colonos israelís respaldado por el ejército.” Y añade, “¿Y son capaces de hablar de paz?, ¿qué significa paz?”

“Estamos asediados y la ocupación no quiere que nos eduquemos, no quieren que tengamos educación porque eso significa que nuestros niños sabrán quiénes son, sabrán su historia y su lucha, y eso los llevaría a luchar por sus derechos”

Ghassan Najjar
El profesor Ghassan Najjar

Esta tendencia automática a la defensa por parte de los jóvenes no está, en ocasiones, impulsada por un verdadero conocimiento político de la situación de su país, muchos de ellos no saben por qué ocupan su tierra. Esto es para Ghassan lo verdaderamente preocupante, pues no conocen sus raíces históricas, no entienden por qué lanzan esas piedras más allá del deber de resguardarse de quiénes los intentan matar. Se trata, en muchas ocasiones, de una respuesta defensiva por la supervivencia. “Ellos deberían aprender que Palestina debe ser libre desde el río hasta el mar.”

Ahora bien, durante el curso escolar 2018/19 se incorporó una asignatura-taller sobre agricultura impartida por Ghassan, hecho del que él mismo se alegra debido no sólo al rol fundamental que cumple la tierra en la construcción histórica de la identidad palestina, sino porque fomentar la producción agrícola palestina es vital para crear un mercado económico independiente al impuesto por el asedio israelí. Con todo, Ghassan se muestra firme en ratificar que lo más urgente para los estudiantes es el establecimiento de un plan que calme y aminore el miedo, la ansiedad y el estrés que les provoca vivir y estudiar bajo ocupación. Ver a sus propios compañeros y amigos de clase ser arrancados de sus pupitres y arrestados por los soldados los destruye psicológicamente. Asimismo, la cantidad de alumnos heridos cada semana hace imposible la convivencia en Burin.

“Necesitamos activistas de todas las profesiones y especialidades que vengan a ayudar a nuestros niños, que trabajen con ellos después de la escuela y que se centren en sus problemas psicológicos para mejorar su salud mental destrozada.”

Además, Ghassan reclamaba con urgencia la necesidad de un gobierno para el que la primera preocupación fuese la ocupación ilegal israelí, pero también la creación de un tejido social fuerte que trabajara en grupo para proteger la escuela de los ataques de soldados y colonos. En definitiva, grupos de personas que transmitiesen a los habitantes de Burin que están luchando para mejorar sus vidas. “Tenemos que hacer los estudiantes sientan que nos preocupamos por ellos.” Y, para ello, Ghassan concluyó invitando a todos aquellos activistas internacionales, profesores con formación psicológica, trabajadores y educadores sociales que supieran tratar con niños en contextos de extrema violencia a viajar a Palestina para colaborar solidariamente con los menores en edad escolar no sólo de su pueblo, Burin, sino de otros tantos pueblos y campos de refugiados palestinos que se encuentran en la misma o peor situación. Igualmente, difundir desde nuestros respectivos países el estado de apartheid bajo el ente israelí tiene sometidos a los jóvenes estudiantes en Palestina. Todos podemos poner nuestro grano de arena hablando de ello a nuestros familiares en casa, a nuestros amigos en el parque y a nuestros compañeros de clase y profesores en los colegios e institutos.

“Necesitamos activistas de todas las profesiones y especialidades que vengan a ayudar a nuestros niños, que trabajen con ellos después de la escuela y que se centren en sus problemas psicológicos para mejorar su salud mental destrozada”

A modo de reflexión final, conviene resaltar las palabras con las que Mahmoud quiso dirigirse a todos los estudiantes del estado español,  instándoles a la sensibilización con lo que sus homólogos palestinos han de sufrir en su día a día:

 “Los derechos de los niños palestinos no son los mismos que los de los niños de España. Nuestras familias siempre tienen miedo de que los soldados maten a sus hijos y por eso no nos dejan salir lejos de casa. Yo les digo a los niños españoles que ellos están bien sin ocupación y que por eso espero que nos puedan apoyar y saber de nosotros.

Festival cometa cometas Burin, Palestina
Festival de las cometas de Burin

Fuente e imagenes:  El Salto

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México: Ya no estamos dispuestos a vivir más en la calle»: otomís toman instalaciones del INPI

“No nos quedó otra alternativa más que tomar el Instituto para que las autoridades volteen a mirar nuestras necesidades”, dijo la mañana del  12 de octubre, Marisela Mejía Peréz, concejala del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), luego de que la comunidad otomí residente en la Ciudad de México tomara las instalaciones del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en el marco del 528 aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a América.


La concejala indicó que la comunidad otomí mantendrá la toma hasta que el titular del INPI, Adelfo Regino, y la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, entablen un diálogo para la resolución de sus demandas, entre las cuales se encuentra el cumplimiento de su derecho a una vivienda digna.

“Ya no estamos dispuestos a vivir más en la calle”, señaló Mejía. “Hoy estamos en tiempos de festejar, ¿pero festejar qué? Es el día de la raza, ¿y qué se festeja? ¿A las comunidades en la calle, las que no tienen en dónde vivir, a los que siempre los mismos los pisotean? Siempre nos ven hacia abajo. Ahorita sí dicen que hay que celebrar con las comunidades, pero nosotros no tenemos nada que celebrar. Llevamos tres años en la calle, ¿vamos a esperar otro año más?”, agregó.

Desde las diez de la mañana del  12 de octubre, los otomís entraron al Instituto a desalojar a los trabajadores de los cinco pisos del edificio. “Resistieron un poco, pero no pasó a mayores”, explicó la concejala otomí.

Los indígenas que el pasado lunes tomaron las instalaciones del INPI llevan tres años en campamentos improvisados, luego de que el sismo del 19 de septiembre de 2017 los obligara a abandonar sus casas. Desde entonces, las autoridades no han actuado para garantizarles su derecho a una vivienda digna.

“Según esta Cuarta transformación iba a llegar a cambiar, pero al contrario. Después de la pandemia hemos quedado peor, en los campamentos no hay agua, no hay nada”, explicó Mejía.

Los otomís señalaron que también tomaron el Instituto en solidaridad con las comunidad autónomas zapatistas en Chiapas y para exigir un alto al hostigamiento en contra del Ejército Zapatistas de Liberación Nacional (EZLN). “Si en Chiapas no los dejan en paz, no soltaremos aquí”, finalizó la concejala.

Fuente e imagen:  https://desinformemonos.org/ya-no-estamos-dispuestos-a-vivir-mas-en-la-calle-otomis-toman-instalaciones-del-inpi/

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