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El grave impacto de la pandemia en la educación mundial

Por: Human Rights Watch

Es necesario remediar el aprendizaje perdido, hacer que la escuela sea gratuita y accesible, y ampliar el acceso a Internet.

  • Los cierres de escuelas provocados por el coronavirus afectaron desproporcionadamente a los niños y las niñas, porque no todos tuvieron las oportunidades, las herramientas o el acceso necesarios para seguir aprendiendo durante la pandemia.
  • Para millones de estudiantes, el cierre de escuelas no será una interrupción temporal de su educación, sino un final abrupto de la misma.
  • La educación debería estar en el centro de los planes de recuperación de todos los gobiernos, para que la educación sea gratuita y accesible a todos los niños y las niñas del mundo.

(Londres) – Los gobiernos deberían tomar medidas urgentes para reparar los daños causados en la educación de los niños, niñas y adolescentes tras la interrupción sin precedentes provocada por la pandemia de Covid-19, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy. Human Rights Watch complementó su informe con una herramienta interactiva que explora las barreras comunes a la educación exacerbadas durante la pandemia.

El informe de 125 páginas, “‘Years Don’t Wait for Them’: Increased Inequalities in Children’s Right to Education Due to the Covid-19 Pandemic (“‘Los años no les esperan’: el aumento de las desigualdades en el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes debido a la pandemia de Covid-19”), documenta cómo el cierre de escuelas provocado por el Covid afectó a los niños, niñas y adolescentes de forma desigual, ya que no todos tuvieron las mismas oportunidades, las herramientas o el acceso necesarios para seguir aprendiendo durante la pandemia. La gran dependencia del aprendizaje en línea exacerbó la distribución desigual existente en la educación, reveló Human Rights Watch. Muchos gobiernos no contaban con las políticas, la infraestructura ni los recursos necesarios para desarrollar el aprendizaje en línea de manera que se garantizara que todos los niños y las niñas pudieran participar en igualdad de condiciones.

“Ahora que millones de niños y niñas se vieron privados de una educación durante la pandemia, es el momento de reforzar la protección del derecho a la educación mediante la reconstrucción de sistemas educativos mejores, más equitativos y sólidos”, dijo Elin Martínez, investigadora principal de educación de Human Rights Watch. “El objetivo no debería ser simplemente volver a cómo eran las cosas antes de la pandemia, sino arreglar los defectos de los sistemas que durante mucho tiempo han impedido que las escuelas sean abiertas y acogedoras para todos los niños y niñas”.

Human Rights Watch entrevistó a más de 470 estudiantes, padres, madres y docentes en 60 países entre abril de 2020 y abril de 2021.

“Su profesor me llamó para decirme que comprara un teléfono grande [smartphone] para la enseñanza en línea”, dijo una madre de siete hijos en Lagos, Nigeria, que perdió sus ingresos cuando la universidad donde limpiaba cerró debido a la pandemia. “No tengo dinero para alimentar a mi familia y me cuesta llegar a fin de mes. ¿Cómo voy a poder permitirme un teléfono e Internet?”.

En mayo de 2021, las escuelas en 26 países estaban cerradas, y en 55 países estaban parcialmente abiertas (ya fuera solo en algunos lugares o solo para algunos cursos). Se calcula que el 90% de los niños,  niñas y adolescentes en edad escolar del mundo han visto interrumpida su educación por la pandemia, según la UNESCO.

Para millones de estudiantes, el cierre de las escuelas no será una interrupción temporal en su educación, sino un final abrupto de la misma, advirtió Human Rights Watch. Muchos niños y niñas comenzaron a trabajar, se casaron, se convirtieron en madres o padres, están desilusionados con la educación y han llegado a la conclusión de que no pueden ponerse al día, o sobrepasan ya la edad para recibir la educación gratuita u obligatoria garantizada por las leyes de su país.

Incluso para los estudiantes que regresaron a clases, o que regresarán a sus aulas, los datos y estudios sugieren que durante años seguirán sintiendo las consecuencias del aprendizaje que perdieron durante la pandemia.

El daño a la educación de muchos niños y niñas se basa en problemas preexistentes: uno de cada cinco niños estaba sin escolarizar incluso antes de que el Covid-19 comenzara a propagarse, según datos de la ONU. El cierre de escuelas provocado por el Covid-19 tiende a perjudicar especialmente a los estudiantes de grupos que son sujetos de discriminación y exclusión de la educación incluso antes de la pandemia.

Entre ellos se encuentran los niños y las niñas que viven en la pobreza; los niños, niñas y adolescentes con discapacidad; las minorías étnicas y raciales de un país; las niñas de países con desigualdades de género; niños y niñas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT); los niños y las niñas de zonas rurales o afectadas por conflictos armados; y  niños y niñas desplazados, refugiados, migrantes y solicitantes de asilo.

“Los gobiernos contaban con años de pruebas sólidas que les mostraban exactamente qué grupos de niños y niñas tenían más probabilidades de sufrir educativamente durante el cierre de las escuelas, y sin embargo son ellos los que se han enfrentado a algunas de las mayores barreras para continuar sus estudios”, dijo Martínez. “La mera reapertura de las escuelas no deshará el daño, ni siquiera garantizará que todos los niños y las niñas vuelvan a la escuela”.

Cuando se desató la pandemia, las escuelas estaban mal preparadas para impartir educación a distancia a todos los estudiantes de manera igualitaria, concluyó Human Rights Watch. Esto se debió a la incapacidad de los gobiernos, a largo plazo, de remediar la discriminación y las desigualdades en sus sistemas educativos, o de garantizar los servicios gubernamentales fundamentales, como una electricidad asequible y fiable en los hogares, o de facilitar un acceso asequible a Internet.

Los niños y niñas de familias con bajos ingresos corrían un mayor riesgo de verse excluidos del aprendizaje en línea porque no podían permitirse un internet o unos dispositivos suficientes. Las escuelas con recursos históricamente insuficientes, y con alumnos que ya se enfrentaban a mayores obstáculos en su aprendizaje, tuvieron que esforzarse especialmente para llegar a sus alumnos a través de las brechas digitales. Los sistemas educativos a menudo no han proporcionado formación en materia de alfabetización digital a estudiantes y docentes para garantizar que puedan utilizar estas tecnologías con seguridad y confianza.

La educación debe estar en el centro de los planes de recuperación de todos los gobiernos, dijo Human Rights Watch. Los gobiernos deberían abordar tanto el impacto de la pandemia en la educación de los niños como los problemas preexistentes. A la luz de las profundas presiones financieras sobre las economías nacionales a causa de la pandemia, los gobiernos deberían proteger y priorizar la financiación de la educación pública.

Los gobiernos deben retomar rápidamente los compromisos que asumieron en 2015 a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para garantizar que todos los niños y las niñas reciban una educación primaria y secundaria inclusiva de calidad para 2030, dijo Human Rights Watch. Deberían realizar una intensa labor de divulgación para garantizar que los niños y las niñas con mayor riesgo de abandono escolar o que se enfrentan a obstáculos, vuelvan a la escuela.

Los gobiernos y las escuelas deberían analizar quiénes abandonaron la escuela y quiénes regresaron y asegurarse de que los programas de regreso a la escuela busquen a todos los que la abandonaron, incluso proporcionando beneficios financieros y sociales. El alcance de las campañas de regreso a la escuela debe ser amplio y acoger a los niños, niñas y jóvenes que ya estaban fuera del sistema educativo cuando las escuelas tuvieron que cerrar.

Todos los gobiernos, así como los donantes y los actores internacionales que los apoyan, deberían ser firmes en sus compromisos para fortalecer los sistemas de educación pública inclusiva. La construcción de sistemas más sólidos requiere una inversión adecuada y una distribución equitativa de los recursos, así como la rápida eliminación de las políticas y prácticas discriminatorias, la adopción de planes para reparar el derecho a la educación de millones de estudiantes y la provisión de una conexión a Internet asequible, fiable y accesible para todos los y las estudiantes.

“La educación de los niños y las niñas se perdió en un esfuerzo por proteger las vidas de toda la población del coronavirus”, dijo Martínez. “Para compensar su, los gobiernos deben estar a la altura del desafío y hacer que la educación sea gratuita y esté disponible para todos los niños y niñas del mundo”.

Las décadas de progreso lento pero constante en la educación de más niños y niñas en todo el mundo terminaron abruptamente en 2020. En abril, una cifra sin precedentes de 1.400 millones de estudiantes se quedaron fuera de sus escuelas de preescolar, primaria y secundaria en más de 190 países, en un esfuerzo por frenar la propagación del coronavirus, según la UNESCO. Las escuelas de algunos países volvieron a retomar sus actividades, o se abrieron para algunos alumnos, mientras que en otros no han vuelto a la escolarización presencial desde entonces. Durante el cierre de las escuelas, en la mayoría de los países, la educación se trasladó a Internet o se impartió de otra manera a distancia, pero con grandes diferencias en cuanto a acogida y calidad. Cuestiones como el acceso a Internet, la conectividad, la accesibilidad, la preparación del material, la formación del cuerpo docente  y la situación en el hogar, influyeron mucho en la viabilidad de la enseñanza a distancia.

Human Rights Watch encontró tendencias y patrones comunes en todos los países, pero no hizo conclusiones generalizadas sobre cómo la pandemia afectó a la educación y a otros derechos de los niños y niñas en países individuales. Entrevistó a personas de 60 países: Alemania, Armenia, Australia, Bangladesh, Bélgica, Brasil, Burkina Faso, Camboya, Camerún, Canadá, República Centroafricana, Chile, China, República Democrática del Congo, Corea del Sur, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Ecuador, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Ghana, Grecia, Guatemala, India, Indonesia, Irán, Irak, Israel, Italia, Japón, Jordania, Kazajstán, Kenia, Kirguistán, Líbano, Madagascar, Marruecos, México, Nepal, Nigeria, Nueva Zelanda, Países Bajos, Papúa Nueva Guinea, Pakistán, Polonia, Reino Unido, Rusia, Serbia, Siria, Sudáfrica, Sudán, Suecia, Suiza, Tailandia, Uganda, Venezuela y Zambia.

Selección de testimonios del informe

Un profesor de secundaria de una zona rural de California, en Estados Unidos, dijo: “Muchos de estos problemas a los que nos enfrentamos con la enseñanza a distancia son problemas con los que nos enfrentamos todos los días en el aula: falta de Internet en casa, falta de recursos, falta de apoyo por parte de los padres en casa, caos en casa, falta de un horario en casa, incertidumbre sobre la comida, incertidumbre sobre la vivienda. No son problemas nuevos. Simplemente se hicieron muy, muy evidentes cuando, de repente, los profesores obtuvieron un asiento en primera fila para verlo en los hogares de estos niños a través de Zoom o del hecho de que no estaban en la escuela”.

Una estudiante de 16 años de Garissa (Kenia) dijo que cuando su escuela no ofreció ninguna orientación sobre cómo estudiar durante el cierre de las escuelas, intentó ponerse en contacto con un profesor. “Nos dijo que no podía ir a casa de nadie, pero que podíamos ir a su casa. Al ser chicas temíamos ir a su casa, pero he oído que los chicos sí han ido”. Dijo que a veces veía las clases por televisión, pero que no podía asistir a todas debido a sus tareas en casa, ya que vive con dos abuelas que dependen de sus cuidados. “Me lleva una parte importante del día atenderlas. Mis tareas han aumentado, por supuesto, porque las escuelas están cerradas”.

Una madre de Armenia dijo que su hijo de séptimo grado, que tiene una discapacidad auditiva, asiste a las clases en Zoom utilizando un teléfono inteligente: “Es muy difícil para él ver el lenguaje de signos a través del teléfono… Imagínate verlo en el teléfono…[e imagínate también la pantalla del teléfono dividida en siete]”.

En Kazajstán, un chico de 16 años dijo que su escuela quería dar clases en la plataforma Zoom, pero que su conexión a Internet no era suficientemente buena: “Había fallos de conexión y de Internet”.

Un padre de familia de Mumbai (India), con dos hijos, dijo: “Tenemos un solo ordenador en la familia. Tanto mi mujer como yo trabajamos desde casa, así que lo necesitamos. Ahora los dos niños tienen clases, así que necesitan el ordenador. Dos niños con clases al mismo tiempo, así que en realidad necesitamos dos ordenadores. Nos están recortando el sueldo, ¿cómo podemos permitirnos comprar otro portátil? Así que un niño se está quedando sin clases”.

Un profesor de segundo grado en una escuela cerca de Potsdam, Alemania, dijo: “Anunciaron que instalarían Skype en los ordenadores de la escuela, para que los meastros pudieran utilizarlo y de esa manera, mantenerse en contacto con los alumnos y los padres… Resultó que los ordenadores de la escuela no tenían cámara, así que el tema se cerró… No se dan las condiciones para que los profesores trabajen en línea o por ordenador, lo que limita la capacidad de los profesores para impartir educación a los alumnos durante el cierre de la escuela”.

Un profesor de una escuela secundaria privada de São Paulo (Brasil), a la que describió como “extremadamente privilegiada”, dijo que ya llevaba cinco años enseñando con una plataforma digital: “Por eso puedo enseñar de la misma manera que antes… En mi mundo, las cosas son bastante fáciles”.

En Nepal, un chico de 14 años empezó a trabajar cuando su escuela cerró y su familia se quedó sin comida. “Durante un tiempo pensé que volvería cuando la escuela volviera a abrir, pero ya no lo creo”, dijo. “Me gusta conducir y ganar dinero, así que ¿qué voy a hacer volviendo a la escuela ahora? Incluso si vuelvo a la escuela, no será por mucho tiempo”.

https://www.hrw.org/es/news/2021/05/16/el-grave-impacto-de-la-pandemia-en-la-educacion-mundial

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La represión en China amenaza la celebración de las Olimpiadas de Invierno en Pekín

La organización Human Rights Watch (HRW) ha enviado este lunes una misiva al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, en la que le ha advertido de que «el aumento de la represión del Gobierno chino desde Xinjiang hasta Hong Kong» amenaza su capacidad para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero de 2022, según informa Europa Press.

El clima de Derechos Humanos en el país supone un motivo de preocupación para la celebración de los juegos en China, tal y como ha detallado la organización en un comunicado, que ha señalado la falta de libertad de los medios de comunicación y de Internet, el encarcelamiento de más de un millón de musulmanes en campos de «educación política» y la falta de transparencia. Asimismo, ha señalado la situación en Hong Kong y el aumento de las restricciones a la libertad de expresión.

Ante estas violaciones y represión, «el COI debe llevar a cabo inmediatamente una sólida diligencia en materia de Derechos Humanos en torno a los preparativos de los Juegos Olímpicos de Beijing de 2022 y explicar sus esfuerzos para gestionar los riesgos para los Derechos Humanos relacionados con los Juegos antes de febrero de 2021».

HRW ha señalado el deterioro «considerable» que ha tenido el país asiático en materia de Derechos Humanos desde la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008, aunque ya en ese entonces se cometieron atropellos como desalojos forzosos y el silenciamiento de activistas de la sociedad civil. Nadie consiguió obtener un permiso para protestar en las zonas que el Gobierno acordó establecer para los juegos, y al menos una persona que lo intentó, Ji Sizun, fue encarcelada por intentar conseguir un permiso.

No obstante, el Gobierno del presidente Xi Jinping «ha reforzado significativamente los controles sociales y la supremacía del Partido Comunista Chino», imponiendo mayores restricciones a la religión, la sociedad civil, Internet, los medios de comunicación y las universidades.

Además, ha procesado a numerosos activistas y periodistas con cargos infundados, ha perseguido a los musulmanes turcos en Xinjiang y a otras minorías étnicas y ha desmantelado drásticamente las libertades en Hong Kong.

La organización también ha denunciado que las autoridades chinas utilizaron los juegos de 2008 para justificar una importante expansión del aparato de seguridad nacional y la inversión y promoción de tecnologías de vigilancia como el reconocimiento facial, lo que «permitió una mayor represión durante la siguiente década».

En ese entonces, «el COI guardó silencio», ha asegurado la directora de China de HRW, Sophie Richardson, y ha asegurado que la adopción de nuevas normas requiere una acción significativa y decisiones difíciles, o de lo contrario es solo un insulto a todos los que sufren las violaciones masivas de derechos de Pekín», en referencia a la publicación a principios de año de un decálogo del COI en materia de Derechos Humanos.

Fuente:https://www.elperiodico.com/es/deportes/20201222/represion-china-amenaza-celebracion-olimpiadas-11416225

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Mozambique: Education Barriers for Children with Albinism

Africa/ Mozambique/ 24.06.2019/ Fuente: www.hrw.org.

 

Children with albinism face insecurity and significant obstacles to accessing quality education in the Tete province of Mozambique, Human Rights Watch said in a report released today.

The report, «From Cradle to Grave”: Discrimination and Barriers to Education for Persons with Albinism in Tete Province, Mozambique is in the form of a special web feature with video and photos. Human Rights Watch found children living with albinism in the central Mozambican province of Tete to be widely discriminated against, stigmatized, and often rejected at school, in the community, and, at times, by their own families. They struggle to overcome barriers such as insecurity, bullying, and lack of reasonable adjustments in the classroom, which violates their right to education. Although the Mozambique government has taken important steps to better protect the rights of children with albinism, it needs to do more to ensure equal access to education.

“Children with albinism have the same right as everyone else to a quality education with reasonable support to facilitate their learning,” said Shantha Rau Barriga, disability rights director at Human Rights Watch. “Yet many children with albinism in Tete are relegated to the margins of the education system, and of society as a whole.”

Human Rights Watch interviewed over 60 people between July 2018 and May 2019 in Tete province and in Mozambique’s capital, Maputo. Interviewees included 42 children and young adults with albinism and their relatives; albinism and disability rights activists; community leaders; teachers and school principals; and representatives of international organizations. Human Rights Watch also met with government officials in May and reviewed relevant national and international legislation and policies.

Albinism is a relatively rare condition caused by a lack of melanin or pigmentation in the skin, hair, and eyes. People with albinism usually have a paler, whiter appearance than their relatives. While albinism affects one out of about every 17,000 to 20,000 people in Europe and North America, it is more widespread in Sub-Saharan Africa, with reports indicating that it affects one in 1,000 people in southern Africa, where Mozambique is located.

Although not everyone with albinism has a disability, the melanin deficit can result in low vision and an increased vulnerability to the sun’s ultra-violet rays. People with albinism living in Sub-Saharan Africa are about 1,000 times more likely to develop skin cancer than the general population.

In 2012, Mozambique ratified the United Nations Convention on the Rights of Persons with Disabilities (CRPD), which guarantees the right to inclusive, quality education. This entails ensuring that children with and without disabilities learn together in mainstream classes in an inclusive environment, with reasonable accommodations.

Fear of Violence

In late 2014, there was a surge of attacks on people with albinism in Mozambique, including kidnapping and trafficking. At the peak in 2015, the UN independent expert on the enjoyment of human rights by persons with albinism received reports from nongovernmental groups of over 100 attacks that year alone. A belief in witchcraft is one of the root causes of attacks, the independent expert said, with assailants believing that body parts from people with albinism can produce wealth and good luck.

Although the reports of attacks and abductions have receded, the families of children with albinism still live in fear, some keeping their children out of school. The most recent report of an attack was the abduction of an 11-year-old girl in May in Murrupula district in Nampula Province. She was later found dead with her limbs cut off.

Joao, a 19-year-old from the Angónia district, told Human Rights Watch that around 2015, he stopped going to school for fear of being kidnapped during the long walk from home. He said people would sometimes follow him. Others would call him “money” and “business,” referring to his valuable body parts. Joao’s family went to the police after assailants allegedly tried to recruit his friend to help abduct him.

“My dream was to become a teacher,” he said. “It’s good work. I still have the dream but I can’t go to school.” Today, Joao works in the fields with his father, planting beans and corn. The work is hard and painful, because the sun hurts his skin.

The Mozambique government should increase efforts to dispel deadly myths about albinism, including through workshops and at outdoor cinemas in the local language, particularly in rural and isolated communities – such as those across Tete – that may not have access to television and radio due to a lack of electricity.

 

Barriers at School

Children with albinism face numerous obstacles at school, including bullying by students and sometimes teachers, little to no reasonable accommodation for their low vision, and requirements to participate in physical education classes outside without proper protection from the sun.

Human Rights Watch found that in schools in Tete province, students with albinism who also have low vision lack access to appropriate learning materials, such as large-print textbooks, extra time for exams, or seating arrangements next to the blackboard.

Fatima, 20, said she dropped out of school in Grade 5 after insensitive teachers bullied her.

When she would try to sit in the front of the class to see the blackboard better, one teacher would yell, “You albino, you stay where you are,” she said. Her father complained to the school, but it only made things worse. “When the teacher would say those things to me, it allowed the students to do the same. There were no consequences for any of them,” Fatima said.

The government should ensure that all teachers in the public education system are sensitive to the needs of children with albinism and trained to adequately provide for their needs. Schools should have resources to meet their needs, including textbooks and exams with larger fonts, and assistive devices to read the blackboard, Human Rights Watch said.

Government Response

In recent years, the Mozambique government has taken important steps to protect people with albinism, including adopting a comprehensive Action Plan in 2015 to deal with violence against people with albinism. The plan includes measures to promote education and awareness of albinism among families and communities. However, human rights advocates in Maputo said that although they participated in drafting the plan, the government has left them out of implementation, reducing its effectiveness. They also remain concerned that the plan lacks a specific budget, which seriously impairs effective implementation.

At the Global Disability Summit in 2018 in Britain, Mozambique pledged to create inclusive education policies and plans, including carrying out a national strategy for inclusive education. The most recent draft strategy for inclusive education was silent on children with albinism, but the Education Ministry has promised to revise it to include language on albinism.

As a priority, Mozambique’s government should also carry out the recommendations outlined in the Regional Action Plan on Albinism in Africa, the first continental strategy to address violations against people with albinism. The plan, endorsed by the African Commission on Human and People’s Rights in 2017, contains a series of immediate to long-term measures focused on protection, prevention, accountability, and non-discrimination.

“By taking steps to make sure that children with albinism can get a meaningful education while continuing to investigate and prosecute those responsible for attacks, the Mozambique government has an opportunity to further show its commitment to ensuring safety, inclusion, and dignity for people with albinism,”  Barriga said.

Source of the notice: https://www.hrw.org/news/2019/06/13/mozambique-education-barriers-children-albinism

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Pakistán: las niñas se ven privadas de la educación

Pakistán / 18 de noviembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: HRW

Los obstáculos incluyen la falta de inversión, tasas altas y discriminación

El gobierno de Pakistán no está brindando educación a una gran proporción de las niñas del país, dijo Human Rights Watch en un informe publicado hoy.

El informe de 111 páginas “‘Shall I Feed My Daughter, or Educate Her?’: Barriers to Girls’ Education in Pakistan” (“‘¿Debería alimentar a mi hija o educarla?’: Barreras a la educación de las niñas en Pakistán”) concluye que muchas niñas simplemente no tienen acceso a la educación, debido a distintas razones como la escasez de escuelas públicas, especialmente para niñas. Casi 22,5 millones de niños de Pakistán, un país con una población de poco más de 200 millones de habitantes, no asisten a la escuela, la mayoría niñas. El 32 por ciento de las niñas en edad escolar primaria no están escolarizadas en Pakistán, en comparación con el 21 por ciento de los niños. En noveno grado, sólo el 13 por ciento de las niñas todavía asisten a la escuela.

“El hecho de que el gobierno de Pakistán no esté proporcionando educación a los menores está teniendo un impacto devastador en millones de niñas”, dijo Liesl Gerntholtz, directora de derechos de la mujer de Human Rights Watch. “Muchas de las niñas a las que entrevistamos están desesperadas por estudiar, sin embargo están creciendo sin la educación que les ayudaría a tener opciones para su futuro”.

Human Rights Watch entrevistó a 209 personas para el informe, la mayoría de ellas niñas que nunca asistieron a la escuela o que no pudieron completar su educación, y a sus familias, en las cuatro provincias de Pakistán: Beluchistán, Khyber Pakhtunkhwa, Punjab y Sindh. Human Rights Watch también entrevistó a padres, educadores, expertos y activistas, y visitó varias escuelas.

Entre los factores que impiden que las niñas vayan a la escuela, Human Rights Watch descubrió los siguientes: la falta de inversión del gobierno en las escuelas, la escasez de escuelas, los precios prohibitivos de las matrículas y los costos relacionados, el castigo corporal y el hecho de que no obligar a implementar la educación obligatoria. Human Rights Watch también detectó problemas de calidad tanto en las escuelas públicas como privadas de bajo costo, así como una falta de regulación gubernamental de las escuelas privadas y altos niveles de corrupción.

Además de estos factores dentro del sistema educativo, las niñas también se ven excluidas de la educación debido a factores externos que incluyen el trabajo infantil, la discriminación de género, el matrimonio infantil, el acoso sexual, la inseguridad y los ataques contra la educación.

El gobierno de Pakistán ha invertido consistentemente mucho menos en educación de lo que recomiendan los estándares internacionales. En 2017, Pakistán estaba dedicando menos del 2,8 por ciento de su Producto Interno Bruto en educación, muy por debajo del cuatro a seis por ciento recomendado, lo que deja al sistema educativo del gobierno con una financiación muy limitada. Las escuelas públicas son tan escasas que incluso en las principales ciudades de Pakistán, muchos niños no pueden llegar a una escuela a pie de manera segura en un tiempo razonable. La situación es mucho peor en las zonas rurales. Y hay muchas más escuelas para niños que para niñas.

Aisha, una madre de unos 30 años, vive con su esposo y sus seis hijos en un área de Peshawar donde la escuela pública para niños más cercana, que ofrece desde guardería hasta décimo grado, está a menos de cinco minutos a pie. La escuela pública para niñas más cercana está a 30 minutos caminando y sólo llega hasta quinto grado. La hija de Aisha dejó de ir a la escuela a los nueve años debido a la preocupación de sus padres por su seguridad a la hora de caminar a la escuela.

“Incluso los padres que no tienen educación propia entienden que el futuro de sus hijas depende de que vayan a la escuela, pero el gobierno está abandonando a estas familias”, señaló Gerntholtz. “El futuro de Pakistán depende de la educación de sus menores, incluidas las niñas”.

Existe un “cuello de botella ascendente” a medida que los niños, especialmente las niñas, se hacen mayores. Las escuelas secundarias son más escasas que las escuelas primarias, y las universidades tienen incluso menos capacidad, especialmente para estudiantes femeninas. Muchas niñas que completan el nivel superior en una escuela no tienen acceso a una escuela donde podrían pasar al siguiente nivel. A falta de un sistema adecuado de escuelas públicas, ha habido un crecimiento masivo en el número de escuelas privadas, muchas de ellas de bajo costo. Pero las familias pobres a menudo no pueden pagar las tasas de matrícula y el fracaso casi total del gobierno para regular y supervisar estas escuelas significa que muchas son de baja calidad.

El manifiesto del partido político del nuevo primer ministro Imran Khan promete importantes reformas al sistema educativo, incluso para la educación de las niñas. “Daremos prioridad al establecimiento y la mejora de las escuelas para niñas y proporcionaremos una ayuda económica a las niñas y mujeres para que continúen su educación”, dice el manifiesto. Además, se compromete a “implementar la agenda educativa más ambiciosa de la historia de Pakistán, que abarca la reforma de la educación primaria, secundaria, terciaria, profesional y especial”.

“El gobierno reconoce que la reforma educativa es desesperadamente necesaria y promete convertirla en una prioridad, especialmente para las niñas, lo cual es un paso positivo”, dijo Gerntholtz. “Esperamos que nuestros hallazgos ayuden al gobierno a diagnosticar los problemas e identificar soluciones para darles a todas las niñas paquistaníes un futuro brillante”.

Estudiantes de la escuela secundaria estatal Behar Colony para niñas durante sus ejercicios matinales. La escuela está ubicada en el barrio de Lyari, en Karachi, Pakistán.

 © Insiya Syed para Human Rights Watch, Septiembre 2018

Selección de testimonios de personas entrevistadas

Falta de inversión y escasez de escuelas públicas

“Les podría llevar si hubiese una escuela pública”
—Akifah, 28 años, madre de tres hijos de 10, 8 y 7 años. La familia se mudó desde una aldea cerca de Multan a Karachi hacía tres años, en busca de trabajo. No tuvieran otra opción que asentarse en un área donde sólo había escuelas privadas que la familia no podía permitirse y no había escuelas públicas al alcance.

“Mis padres dijeron ‘si te interesa lo suficiente puedes ir caminando’. Quien quisiese ir, iba. A mí me parecía demasiado lejos. El camino era solitario y aislado y ha habido casos de dos o tres secuestros en esa áreas (…) Pero entonces me di cuenta de que necesitaba estudiar así que convencí a mis padres y me hice amigos para poder ir juntos caminando a la escuela”.
—Asifa, 20 años, en Punjab, no fue a la escuela hasta los 9 o 10 años porque tenía que caminar 45 minutos desde su casa. La escuela sólo iba hasta octavo grado así que después de terminar se fue a vivir con su hermana en la ciudad donde podía cursar noveno y décimo grado.

“El Estado nunca se ha tomado en serio la educación; nunca se le ha adjudicado recursos adecuados en ningún estado. El problema son las prioridades del gobierno: la educación no es una prioridad y no le dedican el presupuesto necesario”.
—Director de una organización no gubernamental dedicada a los derechos de las mujeres, en Punjab.

“[T]odas las madres quieren que sus hijos reciban una educación, pero no hay un sistema público que proporcione los servicios”.
—Directora de una organización comunitaria, en Karachi.

Discriminación de género en la provisión gubernamental de escuelas

“Si hay 10 escuelas para niños, sólo hay 5 para niñas”.
—Un experto en educación de Pakhtunkhwa.

Pobreza y costo de la educación

“El gobierno no ayuda a los pobres. No podemos educar a nuestros hijos, no tenemos ni para comer nosotros mismos”.
—Rukhsana, 30 años, madre de tres niños sin escolarizar cuyo marido apenas puede trabajar debido a una enfermedad. La familia no puede pagar la matrícula escolar y demás costos relacionados, en Karachi.

“La escuela puede ser gratuita pero siempre hay necesidad de dinero para alguna cosa u otra. Copias, libretas, cada día hay un gasto nuevo. Sólo una mochila escolar ya cuesta 500 rupias [US$4,76]…. Cada día, cada día hay algo.
—Zarifah, una madre de cinco hijos sin escolarizar, en Beluchistán.

“Quería que mis hijas recibiesen una educación pero no pude ofrecérsela porque somos pobres. El salario de mi marido es de 12.000 rupias [US$114] al mes. A final de mes, siempre nos quedamos sin [dinero] y nos preguntamos qué hacer – ya no queda nada. Quiero una escuela para niñas de familias pobres.

—Halima, 38 años, en Karachi, madre de cinco hijas de 13 a 19 años. Ninguna ha estudiado durante más de uno o dos años. Su marido trabaja en una fábrica de chicles.

Cuestiones de calidad y corrupción

“Muchas veces el maestro llegaba tarde o ni siquiera se presentaba. Nos quedábamos allí sentados y luego nos íbamos a casa”.
—Hakimah, 17 años, en Karachi, describe su escuela primaria.

“Desde hace cinco años, todo el mundo tiene que pagar [para obtener un puesto docente en una escuela pública]. Vale la pena aunque sea sólo por el salario: es una inversión. Esto tiene un impacto sobre la calidad de la enseñanza: no hay enseñanza”.
—Director de una organización comunitaria, en Karachi.

“[Los inspectores] venían una o dos veces al año, sin avisar. Se quedaban más o menos media hora. Quieren te y que los entretengas. Tienes que complacerlos o dirán que tu escuela no es buena. Una vez hice esperar al inspector y se enfadó y se marcho y dijo: “Redactaré un informe negativo”. Mi colega fue a su casa y le dio 25.000 rupias [US$239] y nos dio un informe favorable”.

—Directora de una escuela privada describe la supervisión gubernamental de la escuela en Punjab.

Fuente de la Noticia:

https://www.hrw.org/es/news/2018/11/12/pakistan-las-ninas-se-ven-privadas-de-la-educacion

ove/mahv

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HRW denuncia los abusos sexuales a adolescentes en colegios de África

Redacción: TN 8/31-10-2018

Adolescentes en Senegal sufren explotación y abusos sexuales por profesores y otros miembros del personal docente en escuelasde educación secundaria, denuncia un informe publicado hoy por Human Rights Watch (HRW).

El documento, de 85 páginas, relata las prácticas abusivas por docentes que ofrecen a las niñas dinero, buenas notas, comida, móviles o ropa a cambio de mantener relaciones sexuales.

«Un día el profesor me pidió ir a su casa y al llegar allí me ofreció dinero. Cuando le dije que no, se volvió desagradable y dijo que no me iba a poner buenas notas», explica Aïssatou, de 16 años, cuyo nombre real no ha sido desvelado para su protección.

El informe se basa en entrevistas realizadas a más de 160 niñas, así como a 60 padres, educadores, psicólogos y activistas en cuatro regiones de Senegal, donde son las propias adolescentes las que denuncian los abusos sufridos por los docentes.

Este es el caso de Fanta, quien ahora tiene 23 años y cuenta cómo mantuvo una relación con su profesor a la edad de 16 años.

Como consecuencia de esa relación, quedó embarazada y se vio obligada a abandonar la escuela para siempre por la discriminación de la administración y el resto de estudiantes.

«Mis compañeros de clase sabían que iba con él, también mis profesores, pero nadie dijo nada», lamenta Fanta.

Las niñas también denuncian otras formas de acoso por los maestros, quienes utilizan un lenguaje inapropiado en la clase y hacen constantes referencias a su cuerpo y la ropa que llevan.

«Senegal ha reconocido que la violencia sexual es un problema grave en sus escuelas, pero muchos maestros se salen con la suya y aún se toleran los delitos sexuales», lamentó la investigadora de derechos de la infancia de HRW y autora del informe, Elin Martínez.

Frente a esto, el país africano ha tomado medidas para combatir la violencia sexual en las escuelas secundarias con el fin de que más niñas accedan y permanezcan en las mismas.

Algunos centros cuentan ya con políticas de tolerancia cero contra estas prácticas y han creado espacios seguros donde las niñas puedan denunciarlibremente los abusos.

«Le digo a mis alumnas que si algún profesor que les pide favores, deben acudir a la comisaría a presentar cargos», indicó la profesora de secundaria Lalia Mané.

Estas medidas no se ven replicadas, sin embargo, en todas las escuelas, ya que no existe una política nacional para combatir el acoso sexual en los centros.

Además, algunas niñas tampoco se atreven a denunciar por temor a ser culpadas, la vergüenza y la falta de sistemas que garanticen su confidencialidad.

«El Gobierno de Senegal quiere ver a las niñas lograr éxitos educativos, pero para ello tiene que terminar con la cultura del silencio en cuanto al abuso y mandar un mensaje inequívoco de que es intolerable», concluyó Martínez.

Fuente: https://www.tn8.tv/mundo/459895-hrw-denuncia-abusos-sexuales-adolescentes-colegios-africa/

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Consejo de Seguridad de la ONU: Necesario proteger la educación contra ataques

ONU / 22 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: HRW

 

Los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y otros países miembros de la ONU deberían redoblar los esfuerzos para proteger la educación durante conflictos armados, incluso apoyando la Declaración sobre Escuelas Seguras, señaló hoy Human Rights Watch. El 13 de octubre de 2017, el Consejo de Seguridad celebrará una reunión aplicando la llamada “fórmula Arria” (que consiste en abrir el Consejo de Seguridad a la participación de actores significativos), para abordar los ataques a la educación y organizada por ItaliaFranciaSuecia y Uruguay.

Durante 2016, la ONU documentó cerca de 500 ataques contra escuelas o personal educativo en 18 de los 20 países en situación de conflicto analizados en el último informe del Secretario General de la ONU sobre los niños y los conflictos armados. La ONU también comprobó que fuerzas militares o grupos armados externos al Estado utilizaban escuelas para fines militares en 15 de los 20 países.

“Estudiantes, docentes y académicos han sido amenazados, rociados con ácido, otros, recibieron disparos y fueron víctimas de ejecución sumaria, e incluso, se han bombardeado, incendiado y lanzado proyectiles a escuelas y universidades”, señaló Zama Neff, directora de derechos del Niño de Human Rights Watch. “Los gobiernos deben intensificar sus esfuerzos para mantener la seguridad de las escuelas, los docentes y los estudiantes durante conflictos armados”.

Joy Bishara, una de las 276 niñas secuestradas en 2014 por Boko Haram de una escuela secundaria gubernamental en Chibok, Nigeria, realizará una exposición al Consejo de Seguridad durante el encuentro.

“Los estudiantes deben sentirse seguros y cumplir sus sueños sin temor”, manifestó Bishara en el discurso que preparó. “Espero y rezo por que ningún estudiante tenga que pasar por lo que yo viví debido a una escuela desprotegida”.

Los miembros del Consejo de Seguridad deberían adherir a la Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso político intergubernamental para proteger a la educación en los conflictos armados y evitar el uso de las escuelas para fines militares, observó Human Rights Watch. Desde que la declaración se presentó para la adhesión en mayo de 2015 en la Conferencia sobre Escuelas Seguras celebrada en Oslo, 69 países la han adoptado, incluidos países de todas las regiones, más de la mitad de los estados de la OTAN, y dos tercios de la Unión Europea. Pero solo cinco de los actuales miembros del Consejo de Seguridad — Francia, Italia, Kazajistán, Suecia y Uruguay— han adherido a la declaración.

“El Consejo de Seguridad ha reconocido los ataques a las escuelas como una grave violación contra los niños”, dijo Neff. “Los miembros deberían mostrar liderazgo en este tema, adhiriendo a la Declaración sobre Escuelas Seguras y utilizándola para proteger a las escuelas en tiempos de guerra”.

Neff, quien además copreside la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques, y Virginia Gamba, la representante especial del Secretario General para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados, también expondrán ante el Consejo de Seguridad en la reunión convocada con arreglo a la fórmula Arria. Se trata de reuniones informales con expertos de la sociedad civil y de otros ámbitos que tienen por objeto posibilitar que los miembros del Consejo de Seguridad debatan temas relevantes. La reunión tiene carácter público.

Neff y Bishara están disponibles para dar entrevistas a los medios de comunicación.

Fuente de la Noticia:

https://www.hrw.org/es/news/2017/10/16/consejo-de-seguridad-de-la-onu-necesario-proteger-la-educacion-contra-ataques

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HRW denuncia la falta de acceso de las niñas afganas a la educación

Afganistán / 22 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Europa Press

Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este martes el fracaso de los esfuerzos realizados desde 2001 por parte del Gobierno de Afganistán y de los donantes internacionales con el fin de garantizar el acceso de las niñas a la educación.

La ONG ha alertado de esta situación en un informe titulado: ‘No seré doctora y algún día estarás enfermo: el acceso de las niñas a la educación en Afganistán’.

La directora de Derechos de la Mujer para HRW, Liesl Gerntholtzt, ha asegurado que el Gobierno de Afganistán y los países donantes realizaron «promesas ambiciosas» en 2001 cuando se comprometieron a hacer posible el acceso de todas las niñas a la educación, ya que «la inseguridad, la pobreza y los desplazamientos están empujando a muchas niñas fuera de las escuelas».

Este informe pone de manifiesto que para poder ayudar a sus familias a sobrevivir frente a la pobreza extrema muchas niñas se dedican a tejer, bordar, mendigar o recoger basura en lugar de estudiar.

HRW ha subrayado que, 16 años después de la intervención militar estadounidense para desalojar a los talibán del poder, aproximadamente dos tercios de las niñas afganas siguen sin asistir a la escuela.

«El Gobierno necesita renovar su enfoque para garantizar que todas las niñas puedan acudir al colegio o se arriesga a perder estos avances», ha agregado Gerntholtzt.

El informe describe cómo, a medida que la seguridad en el país empeora y los donantes internacionales se retiran de Afganistán, los progresos hechos para que las niñas puedan acceder a la escuela pierden fuerza.

El estudio de HRW se basa en 249 entrevistas realizadas en las provincias de Kabul, Kandahar, Balj y Nangarhar, principalmente con niñas de entre once y dieciocho años que no han podido completar su educación.

HRW ha señalado que tanto el Ejecutivo de Afganistán como los países donantes a menudo han resaltado la educación de las niñas en el país como un éxito y, de hecho, actualmente existen varios millones más de niñas escolarizadas que durante la etapa de los talibán.

Sin embargo, la ONG ha advertido que el objetivo declarado de lograr el acceso de todas las menores a la escuela está lejos de cumplirse, al tiempo que ha denunciado que la proporción de alumnas en las escuelas está disminuyendo en distintas partes del país.

SOLO EL 37% DE LAS ADOLESCENTES ESTÁN ALFABETIZADAS

Según datos de las autoridades afganas, 3,5 millones de niños se encuentran fuera del sistema educativo y el 85 por ciento de ellos son niñas. Entre los adolescentes alfabetizados solo el 37 por ciento son chicas, mientras que los chicos representan un 66 por ciento.

HRW ha advertido de que el Gobierno de Afganistán destina más colegios para niños que para niñas, tanto en educación primaria como en secundaria.

Asimismo, la ONG ha denunciado que en la mitad de las provincias del país menos del 20 por ciento del profesorado son mujeres. Esto supone una de las mayores barreras de acceso a la educación para las niñas porque muchas familias no aceptan que las pequeñas sean instruidas por un hombre, sobre todo cuando son adolescentes.

Otro factor que destaca el informe es que muchos niños viven demasiado lejos de las escuelas, algo que afecta particularmente a las niñas. Alrededor del 41 por ciento de los colegios no cuentan con un edificio en sí y muchos carecen de agua y aseos, lo que afecta especialmente a las niñas.

Una de las menores entrevistadas por HRW es Jatera, de 15 años y natural de la provincia rural de Samangan. Jatera ha contado que vive «muy lejos del colegio para niñas más cercano», que está emplazado en otro pueblo. La adolescente también ha dicho que el viaje a la escuela «en burro o en caballo» puede prolongarse durante todo el día.

 

FAMILIAS «DIGNAS DE RECIBIR APOYO»

HRW ha señalado que las niñas normalmente se quedan en casa debido a las actitudes discriminatorias que no valoran o impiden su educación. Un tercio de las niñas se casa antes de los 18 años y, una vez comprometidas o ya casadas, muchas se ven obligadas a abandonar los estudios.

Sin embargo, HRW ha destacado que existen muchas familias que luchan de manera desesperada por educar a sus hijas enfrentándose a numerosos obstáculos, algo que las hace «dignas de recibir apoyo».

Hay familias que cruzan el país para encontrar un colegio para sus hijas, otras que se separan de ellas para que puedan asistir a una escuela e incluso familias cuyos hijos mayores viajan a Irán para trabajar de forma ilegal y poder costear la educación de sus hermanas pequeñas.

Las barreras administrativas y la corrupción son obstáculos adicionales, especialmente para las familias pobres y además desplazadas. Incluso cuando la matrícula es gratuita, existen gastos por enviar a los menores a la escuela y muchas familias pueden permitirse enviar a ninguno de sus hijos a la escuela o, en caso de hacerlo, debe ser bajo préstamos.

Fuente de la Noticia:

http://www.europapress.es/internacional/noticia-hrw-denuncia-falta-acceso-ninas-afganas-educacion-20171017152613.html

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