Las 15 Frases de Mafalda que están más vigentes que nunca

Joaquín Salvador Lavado, universalmente conocido como Quino, falleció a los 88 años. Entre 1964 y 1973 creó una de las tiras cómicas más famosas del mundo: Mafalda.  “Su vigencia es algo que no puedo entender”, confesó en 2014, tras recibir el Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades.

 

15 frases de Malfalda, más vigentes que nunca.

1- Nunca digas «de este agua no beberé»; porque al precio que están las gaseosas…

2- ¡Sonamos, muchachos! ¡Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!

3- ¿No sería hermoso el mundo si las bibliotecas fuesen más importantes que los bancos?

4- Lo malo de la gran familia humana es que todos quieren ser el padre.

5- No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta.

6- El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta.

7- ¿Qué habrán hecho algunos pobres sures para merecer ciertos nortes?

8- El problema es que hay más gente interesada que gente interesante.

9- Yo no quiero a mi inflación, ¿Y usted?

10- Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría

11- ¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?

12- Los diarios inventan la mitad de lo que dicen. Y si a eso le sumamos que no dicen la mitad de lo que pasa resulta que los diarios no existen.

13- Tenemos una moneda sana, no fuma, no bebe…

14- Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante.

15- ¿No sería mas progresista preguntar dónde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/295807-las-15-frases-de-mafalda-que-estan-mas-vigentes-que-nunca

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Aulas en positivo: el humor como herramienta pedagógica

España / 14 de julio de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Tiching

En las aulas de educación infantil y primaria reinan las risas, un ambiente relajado y un vínculo de confianza entre el alumnado y el profesorado. Como consecuencia, se evidencia un aprendizaje significativo a la vez que divertido. ¿Por qué, año tras año, el aprendizaje se vuelve más serio, rígido y aburrido?

Parece ser que cuando llegamos a secundaria, las risas y el buen humor de las etapas anteriores dan paso a la seriedad y a la rigidez del aprendizaje. Pero, ¡cuidado!, porque la seriedad y el aburrimiento no siempre garantiza un buen aprendizaje. Si te animas a darle un toque de humor a tus clases para hacer del aprendizaje una experiencia más atractiva para el alumnado, no dudes en seguir leyendo.

Ventajas de usar el humor en el aula:

  • Favorece un buen clima en el aula: introduciendo el humor en el aula conseguimos un ambiente más relajado y de confianza. Además, ayuda a disminuir el estrés del alumnado y a ver la realidad de forma menos dramática.
  • Mejora la relación alumno-profesor: relacionado con el punto anterior, podemos observar cómo el alumnado es más participativo, tiene menos “miedo” a equivocarse y ve al profesor como una persona más cercana. ¡La cual cosa no quiere decir que, utilizando este recurso, los alumnos y alumnas te pierdan el respeto!
  • Facilita el aprendizaje: el humor vinculado con el aprendizaje mejora la retentiva de nuestros estudiantes recordando conceptos o ideas durante mucho tiempo. ¿Quién no recuerda alguna anécdota divertida que nos haya contado un profesor o profesora y que nos haya enseñado alguna lección?
  • Facilita la expresión emocional: Como dice Francisco Mora: “Sin emoción no existe el aprendizaje”. El humor y la risa son fuentes de emoción e introducir este recurso en el aula permite que el aprendizaje sea realmente emocionante y por consiguiente, significativo.
  • Estimula la atención y el interés del alumnado: cuando estás dando una clase magistral e incluyes un comentario divertido, una anécdota o un chiste, rompes con la dinámica de clase y das un respiro a tu alumnado. Además, tienes la oportunidad de volver a captar la atención de aquellos que habían desconectado.
  • Mejora la gestión de los conflictos: el humor es una estrategia magnífica para relativizar los problemas, las inseguridades…¡También nos ayuda a asumir riesgos y a aceptar errores!
  • Aumenta la autoestima y estimula la creatividad y el ingenio del alumnado: los alumnos también pueden desarrollar respuestas divertidas con su espontaneidad y su imaginación.
  • Potencia el pensamiento lateral: dar doble sentido a una misma frase o dar respuesta a situaciones imprevisibles favorece la comprensión de otras formas de pensar.

Aspectos que tener en cuenta:

La línea que separa el humor de la falta de respeto es muy fina. Así pues, tenemos que dejar claros algunos aspectos:

  • Pon límites: haz que tus alumnos y alumnas no confundan que el buen clima del aula es como estar en el patio o con sus compañeros. Deben saber que están en clase y deben respetar ciertas normas y también tiene que quedar claro que puedes tener muy buen feeling con ellos pero que eres el docente y no un amigo.
  • No permitas que te ridiculicen a ti o a ningún compañero de clase. Tenemos que reírnos todos pero sin reírnos de nadie.
  • No abusar: el humor es una herramienta pedagógica muy válida pero pierde todas sus cualidades si se utiliza en exceso. El abuso de este recurso puede resultar pesado para los estudiantes y puede contribuir a que tú, como docente, pierdas el objetivo que te habías marcado: que tus alumnos aprendan.

5 formas para incluir el humor en el aula:

  • Añade recursos humorísticos a tus explicaciones: Si no se te da bien improvisar en el aula con algunos comentarios divertidos, ¡no pasa nada! Prepárate tus clases y añade alguna anécdota personal, viñetasvídeosmemesgifchistes que permitan a los alumnos y alumnas reírse un poco para después volver a concentrarse y a seguir aprendiendo con más ganas.
  • Ríete de tus propios errores o inseguridades: Si te ríes tú primero de algo que sabes que puede ser objeto de mofa, le estás quitando importancia al asunto y los alumnos y alumnas también lo harán. ¡Compruébalo!
  • Realiza actividades divertidas: La diversión no es incompatible con el aprendizaje. Así que te invitamos a que programes actividades en las que el humor pueda estar presente. ¡Pon tu creatividad en marcha e inventa tus propias dinámicas!
  • Evalúa a tus alumnos con un poco de humor: ¿Cómo reaccionarías si en medio de un examen te ponen una pregunta que no tiene nada que ver con el contenido y encima te sacan una sonrisa? ¡Seguro que los nervios disminuyen en gran medida!
  • Diseña un rincón del humor donde los alumnos y alumnas puedan aportar sus propios recursos, imágenes, citas…

¿Vas a darle un toque de humor a tus clases? ¡Seguro que tus alumnos y alumnas se irán más contentos del aula y volverán con ganas de seguir aprendiendo!

Fuente de la Reseña:
http://blog.tiching.com/humor-herramienta-pedagogica/
ove/mahv
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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 14 de julio de 2019: hora tras hora (24×24)

14 de julio de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 14 de julio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

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Profesores: se impone el rechazo a la propuesta del gobierno en resultado parcial (Chile)

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Andreas Schleicher: “El futuro de la educación es colaborativo”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315466

02:00:00

Brasil: comenzó el Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes universitarios con 18 mil delegados

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Educación: Mexicanos Primero y Poderes Fácticos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315434

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Universidades de todas las regiones del mundo declaran la emergencia climática

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315444

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5 recomendaciones para usar internet en educación #infografia #infographic #education

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315472

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Frente a las nuevas tecnologías, la escuela puede dejar de existir”: Mariano Narodowski

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315494

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Las 16 frases más potentes del mejor profesor del mundo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315512

08:00:00

Libro: Educación para otro mundo posible, Boaventura de Sousa Santos (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315506

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Instagram para introducir el visual thinking en el aula

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315481

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Libro: El desafío de las tecnologías educación 4.0 (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315503

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La adicción a los celulares preocupa a estudiantes y docentes

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315594

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Argentina: Debate sobre la crisis del financiamiento de la educación: “Existe una deuda social educativa”

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13:00:00

Una guía para aplicar la tecnología a la educación (Infografía)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315475

14:00:00

Holanda: La universidad destacada en ingeniería que solo contratará a mujeres

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315463

15:00:00

7 exámenes en una semana: ¿Evaluamos?

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16:00:00

Estados Unidos: Google lanza recurso educativo para enseñar programación en las escuelas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315469

17:00:00

Marilú Martens: “La sociedad debe valorar más a los docentes” [ENTREVISTA]

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315488

18:00:00

El mundo no cumplirá con los compromisos de la Agenda 2030 relacionados con la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315478

19:00:00

Organismo para la mejora continua de la educación

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20:00:00

¿Por qué cinco millones de niños mexicanos no van a la escuela?

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21:00:00

El último Nobel de Educación: «Un gran maestro debe creer siempre en el potencial de sus estudiantes»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315491

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Los consejos de un gurú de la computación mundial para aplicar en la escuela

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Aulas en positivo: el humor como herramienta pedagógica

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/315497

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

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Criar con humor es todo un arte

Por: Estefania Grijota

La crianza no es una tarea sencilla. Un recorrido en el que se incluye un terreno aún más difícil si cabe en nuestros días: la educación. Un gran reto en el que el arte y el humor quizás debieran estar presentes, o al menos intentar darles cabida, siempre. Y es que, los niños desde pequeños son como esponjas, lo absorben todo con mucha facilidad y cualquier cosa que recae sobre ellos les deja fácilmente una huella, por tanto, qué mejor que esas huellas sean positivas, alegres o repletas de anécdotas de humor. Porque esas son las que, en el fondo, recordamos todos.

Sin embargo, una reciente iinvestigación asegura que educar a través del humor, limita y reduce la capacidad de atención de los estudiantes, e incluso, y según los resultados del muestreo en el informe, los estudiantes a los que expusieron en los exámenes a ejemplos cómicos, obtuvieron peores resultados que los que fueron expuestos a los ejemplos estándar.

La investigación, llevada a cabo por expertos de la Universidad de Long Beach en Estados Unidos, se realizó precisamente para examinar el impacto del humor, integrado en las medidas directas de la capacidad de los estudiantes para retener y transferir información de las lecciones educativas.

La conclusión del estudio, llama cuanto menos la atención, pues al contrario de lo que casi siempre se piensa, tanto el rendimiento como la atención y la concentración de los estudiantes a la hora de realizar pruebas y exámenes en los que se emplearon en los dos experimentos ejemplos humorísticos, disminuyeron y, por tanto, los resultados fueron peores.

Cuando la creatividad y el humor van de la mano en la educación

No obstante, cuando se unen el arte, con el humor y la educación, en el caso de la artista Nagore Valera, los resultados son bien distintos. Se define como madre de Alonso, además de ilustradora. Su principal ocupación consiste en educar a su hijo a través del arte y, sin que falte el humor. En su blog nos cuenta algunas de las técnicas que utiliza para criar y educar a su hijo. Y una de ellas es la que ha denominado Cuentacuentoscomestible.

Según Nagore, esto es una buena manera de hacer partícipes a los niños, por ejemplo, para realizar algunas de las tareas de la casa. “El niño lee el cuento, buscamos los ingredientes de las recetas y las dibujamos. Unas recetas fáciles de hacer como la compota de manzana terminan siendo un plato en el cual ellos han leído un libro, las han dibujado y, aparte, se las han comido”, nos comenta Nagore.

Esto es lo que ella misma denomina «Disfrutar de un momento de calidad con nuestros hijos y aunar la comida con la lectura dos de las grandes pasiones que podemos tener en esta la vida». «Cuando le educas de una manera creativa, sus recursos en el fondo son más creativos, así el día de mañana quizás pueda ser capaz de otorgarle otros enfoques a las cosas», comenta Nagore. «Con historias que invento, por ejemplo, en el que mi hijo y yo somos dos gatitos, consigo sacarle más información sobre su día en el colegio o la relación que tiene con sus compañeros», añade. Para Nagore, el humor y la creatividad son piezas fundamentales en la crianza.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/04/16/mamas_papas/1523862096_728584.html

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Reír sin dejar de pensar

Por: Fernando Buen Abad Dominguez

Aunque los territorios de sus frecuentaciones filosóficas, literarias y musicales, son siempre recorridos con respeto meticuloso, Dolina se las ingenia para ser un “irreverente” de la inteligencia que imbrica su sentido del humor con una lista larga de cualidades creadoras en las que reír no es enemigo pensar. Rara avis.

Algunos creen que es muy fácil hacer humor en Argentina (patria de Dolina). Que las fuentes del cliché en la “melancolía”, lo “trágico” y la pesadumbre “tanguera” o “gaucha”, son caldo propicio para la comedia o que todo invita a la risa súbita por escuchar “relatos de la vida” tratados (a veces) como relatos futboleros… pero no. En la historia del sentido del humor argentino hubo y hay todo tipo de versiones y perversiones que, en búsqueda de risas y sonrisas, transitan los más escalofriantes y diversos devaneos ideológicos. Y no faltan quienes creen que siendo chistosos “todo se perdona”. Ahí están, en esa Historia, los más machistas y los más racistas; ahí están los más pesimistas y los más surrealistas. Con dictaduras o sin ellas, hay humoristas del teatro, televisión y cine… de la gráfica periodística, la caricatura y de no pocas revistas emblemáticas. No se consignarán aquí los nombres. Hay trabajadores del humor empeñados en cultivarlo como fuerza humana dignificante y hay parásitos de la banalidad empecinados en hacer de la burla, el escarnio y el linchamiento cultural un negocio “chistoso”. Tampoco se los nombrará aquí. ¿Se puede decir lo mismo de cualquier país?

Entre todas esas categorías de distingue, porque se distancia, la excepción que marca Dolina que no es un “humorista” ni es un cuenta chistes. Se distingue porque sus móviles están lejos de agotarse en la risita o en la risotada (aunque las provoque). Se distancia porque se ha empeñado en invitar a pensar de modos diversos los más diversos temas. Su “base de operaciones” es lo que él llama “La Venganza será Terrible”, programa de radio que remonta varios centenares de transmisiones y varios lustros. Más de una emisión completa puede ser escuchada y vista en YouTube o en alguna de las “redes sociales” que también publican transcripciones de las emisiones radiales.

Esa versión del humor cultivada por Dolina, da cita a coartadas narrativas múltiples sometidas al rigor de la improvisación y la libertad creativa. Tal cual. Todo eso cimentado en una cultura general amplísima y un culto riguroso al respeto por la inteligencia del destinatario. No hay chabacanería involuntaria, todo está calculado, ni hay anarquía del desmadre. Temas, tiempos y profundidades conceptuales se ciñen al requisito sistemático de la inteligibilidad que no supone inferioridad del interlocutor ni supone superioridad del que actúa lo que sabe a sabiendas de que realmente sabe. Lo dicho rara avis.

Y todo eso ocurre en un tono delicioso que cuida su vocabulario mientras lo barniza con acentos de “compadrito” o con retruécanos gauchescos. Todo eso ocurre entre erudiciones (algunas de ellas tangueras) y franca ignorancia sincera que no se disfraza ni se maquilla porque funge como un actor más en el escenario del juego placentero que hace de la Cultura, en su sentido más amplio, un entretenimiento no ofensivo. Sin didactismos petulantes. Todo con sello argentino o quizá rioplatense. Brilla con poder propio el dominio de la Dialéctica que haría las delicias de Hegel.

Pero especialmente es un lujo de matices. A cada aparente generalidad le acompaña toda suerte de advertencias, directas o indirectas, todo género de precisiones y salvedades que esculpen “la parte conceptual” (que es todo) para eludir la bravata epistemológica de las generalizaciones bobas. Así el juego de palabras es una casa de espejos en los que nunca falta la nota aclaratoria, el “pie de página” que distingue una afirmación general de sus sentidos relativos. Y siempre con humor inteligente y siempre inteligible. En esas condiciones se adentra en exploraciones filosóficas o históricas, en chismes de barrio o en “manuales del usuario” que le sirven de plataforma para suscitar una comunidad de sentido basada en el humor. He ahí el carácter espléndido en las reglas de su juego. Ausente, desde luego, en este intento de descripción.

Cuenta Dolina con un grupo de trabajo -colaborador y cómplice- que lo acompaña “en escena”, y fuera de ella. Grupo que se multiplica por cientos cuando la emisión radiofónica suma al “público en la sala” con radioescuchas fieles a la ubicuidad del programa y a la velocidad de sus contenidos. Es, lo dicho, una comunidad de sentido que juega con el saber y con la “ignorancia” una apuesta exquisita que nos incluye a todos. Dolina y su equipo actúan, cantan, leen mensajes del público, disertan, desertan, desarman y rearman capítulos enteros de la Cultura… para espejar un modo de ser y vivir la realidad que les tocó vivir como argentinos y como coautores de la experiencia común que construye ese peculiar derecho social que es el derecho al humor inteligente. Derecho mayormente mancillado o cancelado.

No es un espacio fácil de crear ni de mantener. A lo largo de su historia “La Venganza será Terrible”, con sus antecedentes y sus consecuencias, cuenta altibajos que son, todos, similares al propia obra de Alejandro Dolina [1] . Lo saben muy bien sus seguidores que conforman una feligresía que vive y entiende lo popular de una manera especial e irrefutable. La vida misma. De ahí se alimenta esa experiencia de Cultura y Comunicación que es la obra de Dolina, rigurosamente capaz de sintetizar las constelaciones y aventuras de los Dioses Griegos con las anécdotas de los barrios; algunos capítulos enciclopédicos y los anecdotarios futbolísticos más diversos.

Es falso que hablar del humor seriamente sea lo mas aburrido, o lo más petulante. Es falso que el cultivo del humor dependa sólo de la “gracia” que se tenga o de un misterio extraterrestre asimilado por alguna virtud extravagante. El humor es también una táctica y una estrategia narrativa que en manos de Dolina se rehúsa a las bagatelas léxicas o conceptuales recurrentes en el argot mediático, científico o académico. Por eso se agradece el trabajo que se esmera en respetar la inteligencia no como una dádiva de clase o distintivo de status, sino como una necesidad y un derecho, cada día más acosados, y del que los pueblos tienen “hambre”. A eso nos da otra lectura a “La Venganza será Terrible”. Porque será.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237506&titular=re%EDr-sin-dejar-de-pensar-

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El sentido del humor es un comodín fantástico a la hora de educar

Por: Olga Carmona

Los padres deben tomar conciencia de que instruir es una carrera de fondo y que son educadores 24 horas al dia, siete días a la semana

«… Papá… Si tú te enfadas cada vez que hago algo mal, entonces solo aprenderé cosas de agredir…» Nicolás (6 años)

A la hora de valorar que hacer frente a un “mal comportamiento” de un niño o niña, invito a una primera reflexión sobre si lo ocurrido es un mal comportamiento y para quien, y después planteo no quedarnos solo en cómo intervenir para enseñarles la forma adecuada de resolver un conflicto, sino ir más allá y tratar de entender por qué se provocó y qué está detrás de un mal comportamiento.

Y digo esto porque detrás de algunas “malas” conductas lo que hay es simplemente una falta de herramientas y/o de información que hubieran permitido al niño o niña actuar de otra manera.

Otras veces, las “malas” conductas encierran emociones dolorosas a situaciones para las que no tienen otra forma de gestionar ni de expresar, ni siquiera de identificar.

Por eso, como padres, como educadores, tenemos que trabajar en las dos direcciones paralelamente: la intervención y la reflexión. Y dado que está sobradamente demostrado que el castigo no sirve para crear aprendizajes a largo plazo, no cambia las causas que provocan la conducta inapropiada y conduce a emociones negativas hacia quien lo impone, tenemos que habilitar otras maneras de enseñar a nuestros hijos a manejarse de formas más constructivas, tanto para ellos como para los demás. Esto exige, desde luego el empleo de una gran dosis de inteligencia emocional por nuestra parte y también de creatividad. Dejarnos llevar por el impulso, por el castigo cargado de impotencia, por la falta de alternativas, por la agresividad que algunas situaciones nos generan, es lo fácil, lo automático, para lo que estamos programados. Pero eso no es educar. Eso es reaccionar.

Educar requiere un máximo de paciencia, empatía y de creatividad. Requiere una intención voluntaria de desprogramarnos, requiere muchas veces una “silla de pensar” para nosotros. Un lugar donde, a solas y apartado de nuestro hijo, seamos capaces de calmarnos y recuperar un lugar de serenidad. A partir de ahí, podremos “accionar” en lugar de “reaccionar”, podremos conectarnos con la situación objetiva y valorar con suficiente distancia lo que de verdad ocurrió y hasta qué punto era tan importante. Podremos ejercer como educadores, no como parte del problema.

Así pues, este sería el primer paso ante un conflicto que nos provoca emociones intensas de ira o agresividad: no actuar. Si se trata de una agresión entre hermanos, poner a salvo al agredido y tratar de hacer lo posible por no formar parte del círculo vicioso y añadir más agresividad y tensión. Parar. Buscar nuestra silla de pensar. Conectarnos con un lugar en calma porque es indispensable recuperar el equilibrio, por precario que sea, para poder ofrecérselo a ellos.

El siguiente paso sería neutralizar también la intensa emoción que tiene tanto el agresor, como el agredido, priorizando a este último. Si se trata de otro tipo de mal comportamiento, también suele desatar emociones muy fuertes en ellos y cuando su cerebro está inundado de cortisol (hormona del estrés) no escucha, no ve, no aprende. Está literalmente borracho de negatividad y nuestras palabras serán incluso contraproducentes, aún en el caso de que remotamente sean escuchadas.

El abrazo, si se deja, el acompañamiento tranquilo y silencioso, las palabras calmadas que no buscan culpables ni respuestas, hacer un chiste, unas cosquillas, ayudan a ir recuperando un estado donde sí será posible entenderse y tal vez, aprender algo.

Una comunicación efectiva, tras un conflicto requiere pautas muy sencillas pero que solo fluyen desde un estado de ánimo sereno y con ganas de construir:

  • Pedir al niño que describa lo ocurrido y escuchar sin corregirle, sin juzgarle.
  • Si no es capaz de hacerlo (por edad, por falta de recursos lingüísticos, etc.), ayudarle a la reconstrucción de lo que ocurrió, tratando de bajar el lenguaje de forma que nos podamos entender.
  • Que intente identificar la emoción que le llevó a hacerlo y la que sintió después de haberlo hecho: “me enfadé tanto con mi hermano que le di con la caja”.
  • Reconocer la emoción y darle importancia. No queremos inhibir el sentir, sino enseñarles a identificar sus emociones para poderlas manejar. No está mal sentir cualquier cosa, es parte de la naturaleza humana y juzgarlas como malas o buenas invita a la culpa e impide su canalización.
  • Explicarle cómo nos hemos sentido nosotros frente a su mal comportamiento, con palabras certeras, llamando a cada emoción por su nombre: frustrado, enfadado, triste… Desde el “yo me he sentido”, jamás utilizaremos “me has hecho sentir”. Debes hacerte cargo de tus emociones, son tuyas, no suyas. Bastante tiene él o ella con empezar a conocerlas como para además ocuparse de las tuyas. Se supone que eres el que tiene la mayor cantidad de información.
  • Ayudarle a empatizar, buscando ejemplos muy cercanos, cotidianos, que le conecten con una emoción parecida. Sirven los dibujos animados, los cuentos, algún incidente en clase… Recordemos que para educar necesitamos altas dosis de creatividad.
  • Algunas veces, tal vez más de las que nos damos cuenta, el conflicto se puede evitar. Ello implica estar presente, estar atento, y ser capaz de adelantarse a la situación. Y aquí quiero hacer una aclaración: la profecía autocumplida.
  • Prevenir un conflicto no significa decir “cuidado porque se te va a caer el agua”, porque hay muchas más posibilidades de que se caiga después de haberlo advertido. La profecía autocumplida es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad.
  • La prevención en este caso es evitar la situación que hará más que posible que “se le caiga el agua”: acción, no reacción.
  • Otra cosa a tener en cuenta cuando educamos es saber que nuestro cerebro tiene serias dificultades para procesar el “No”. Por tanto, tengo muchas más opciones de ser escuchado cuando enuncio frases en positivo que en negativo: “no debes pegar a tu hermano” es mucho menos eficaz que “me gustaría que cuidaras a tu hermano un poco más”… hay mil ejemplos.
  • Tener conciencia de que costará una y mil veces aprenderlo, de que parecerá que no ha servido de nada. Estamos sembrando, compañeros, estamos sembrando. Grandes dosis de paciencia, dije al principio. También para no caer en la inmediatez de algo tan difícil.
  • Reconoceremos cada éxito, pero también (o más) cada intento. Y, si es posible, haremos una “marcha atrás” donde le damos al botón que vuelve a empezar para darles la oportunidad de hacerlo de otra manera, con la nueva, con la recién aprendida.
  • El sentido del humor es un maravilloso comodín a la hora de educar. La risa desbloquea y sustituye el cortisol por endorfinas, creando un cerebro abonado para el aprendizaje, el que perdura. Solo aprendemos aquello que está asociado a una emoción. Entonces, tratemos de hacerlo en positivo.
  • Confía, confía, confía… si mandas el mensaje emocional de que no crees que será capaz de cambiar, de hacerlo mejor, no lo hará. Y lo peor, esa sensación le acompañará el resto de su vida. Te necesita para construirse. CONFÍA, con el corazón, con honestidad. Tiene todo el potencial para hacerlo, solo necesita tu mirada positiva.
  • Recuerda lo hablado o vuelve a hablarlo las veces que hagan falta, cada vez que lo necesite. Sin caer en el hastío, en el “ya te lo he dicho” o peor, en el “te lo dije”.
  • Es esencial también tomar conciencia de que esto es una carrera de fondo, de que somos padres y educadores 24 horas al día siete días a la semana y que nadie hemos aprendido en un solo ensayo. Que es más fácil enseñar a leer o a hacer un logaritmo que enseñar comunicación emocional, estrategias de aprendizaje vital, recursos para preservar y construir su autoestima, poner los andamiajes del adulto feliz y pleno que pretendemos sea algún día.

No debemos nunca olvidar que están aprendiendo cómo vivir y construyendo como ser, sin apenas recursos, inundados de estímulos y de emociones intensas. Le educación emocional le enseñara a ser quien quiera ser, en libertad, sin depender de los otros en su trayecto personal y vital.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/06/20/mamas_papas/1497957957_337985.html

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Carles Capdevila: “Educar significa acompañarles mientras crecen”

08 de enero de 2017/ Fuente: http://blog.tiching.com/

Carles Capdevila

Acaba de publicar su último libro con entrevistas con expertos de la educación como Francesco Tonucci, Eva Bach, Gregorio Luri o José Antonio Marina. ¿Cree que se reflexiona lo suficiente sobre educación?
Se habla muchísimo de educación, y a veces demasiado, sobre todo los padres. Estamos saturados de manuales y guías para familias. Por eso intento hablar de ello en clave humorística. Para el libro escogí a 11 de mis educadores de cabecera. Algunos son amigos míos y me han ayudado en mi vida personal, y con otros he colaborado a nivel profesional.

¿Y por qué ellos y no otros?
La idea era encontrar a 11 expertos que no acomplejan, es decir, que no dan lecciones y que no basan sus programas únicamente en su apellido. Así, intentamos que fueran personas que ayuden, que acompañen, un verbo que me gusta mucho; y, sobre todo, que empoderen. En este libro, al fin y al cabo, solo he sido el director de casting, y estoy orgulloso de la selección de entrevistados. Algunos dan una visión de la educación para niños, otros para adolescentes y otros un punto de vista más filosófico. Todos ellos te dan ideas para encarar la educación en casa y en la escuela.

¿Qué idea, de entre todas las que aportan los entrevistados, le ha llamado más la atención?
Carme Thió y Maria Jesús Comellas, que son dos amigas mías que me han dado múltiples consejos, tienen ideas muy interesantes. En el debate que existe desde hace tiempo en la educación, entre el conductismo, que está relacionado con el ‘adiestramiento’, y la educación con menos disciplina, ellas aportan el término medio. Me encanta porque ellas explican que hay que educar con normas porque a veces hace falta, pero también son capaces de encontrar el equilibrio. Además, ambas te ayudan a encontrar la receta en ti mismo: te dan consejos globales, pero tú decides cómo los aplicas.

En sus conferencias explica que educar es cada vez más difícil. ¿En qué sentido?
En muchos. Por un lado, antes los padres tenían muchos hijos, y ahora son los hijos los que tienen muchos padres. Por otro lado, tenemos muchos modelos educativos, y cada vez la gente tiene hijos más tarde, se lo piensan mucho. Además, hay muchísima información. Antes la familia era la que ayudaba a los padres a educar a los hijos, pero cada vez los padres están más solos y se apoyan en manuales. Ahí es donde nos acomplejamos. Por eso intento hablar de educación con algo de humor, no sólo para conseguir que sea algo divertido, sino para demostrar que es posible educar. Y es que veo a demasiados padres angustiados.

¿Cómo consigue educar con humor?
Yo no lo consigo, de hecho mis hijos están enfadados porque hablo de humor cuando en casa no lo hay (ríe). No lo consigo, pero lo recomiendo.

Vaya…
Estar de buen humor no siempre significa reírse, a veces conlleva estar con ánimo. En un sentido, educar con humor es ser positivo, sin miedo y con convicción. En otro, y esto lo he hablado con muchos profesores de secundaria, la ironía también es útil para educar. Los padres solemos intentar que los hijos nos acaben dando la razón, pero eso nunca sucede. Muchas veces pecamos de discutir demasiado, sobre todo con adolescentes. Así pues, la ironía a veces ayuda a calmar el ambiente. No podemos pasarnos el día enfadados, hay que restarle importancia a estas cosas. Debemos saber que nunca convenceremos a nuestros hijos.

La ironía, entonces, ¿sirve para quitarse esos complejos de los que habla?
Sí. Gregorio Luri explica en el libro que no existen los padres perfectos, y por tanto nadie lo será jamás. Puede sonar contradictorio, ya que la educación es lo más importante, pero hay que asumir que vas a fracasar mediante la autoironía. Gracias a ella podemos aceptar nuestros errores y relativizar nuestros fallos. En ocasiones cometemos errores y pensamos que hemos traumatizado a nuestros hijos, pero no es así. Si te ríes un poco de ti mismo, podrás superar estos deslices.

Respecto al sentido común, afirma que hay que usarlo en la educación, pero a veces éste brilla por su ausencia. ¿Cómo se aplica el menos común de los sentidos?
Hay gente que piensa que antes se educaba mejor, pero yo estoy orgulloso de trabajar con manuales, con psicólogos y con pedagogos en la educación de mis hijos. Sí que es verdad que nuestros padres antes educaban de forma más espontánea y natural y, sobre todo, con convicción. Ellos sabían que cuando tienes hijos hay que pringar, hay que decir que no y aprender a poner normas. Al fin y al cabo, no estaban asustados. Algo vital del sentido común es saber que nuestro hijo no entiende cómo funciona el mundo, y lo comprenderá gracias a nuestra reacción frente a lo que sucede. Entonces, no hay que perder demasiado los papeles y debemos asumir que nuestro rol es el de espabilar a los hijos.

Interesante…
Hoy en día existe la idea de la hiperpaternidad, que es la sobreprotección de los hijos. De todas formas, para mí la educación se basa en la distancia con los niños. Educar, creo, significa acompañar a tus hijos mientras crecen. La clave está en encontrar el equilibrio entre estar muy encima y estar demasiado lejos, y es que hay que asumir que los hijos son personas independientes y que deben crecer por sí solos. El sentido común, en suma, sirve para identificar tu rol como padre.

Respecto a la distancia con tus hijos, existe una tendencia que empieza a reducir los límites y las normas en la educación. ¿Qué consecuencias tiene esto?
Creo que puede ser la clave del éxito o del fracaso en la educación de tus hijos. Como padre debes darles amor incondicional, compañía y criterio. El criterio te sirve para asegurar a tu hijo que siempre estarás con él, aunque según lo que haga estarás ahí, pero enfadado. Para mí combinar el criterio y el amor incondicional es la clave del éxito, o del menor fracaso posible.

También explica en ocasiones que hay que educar en valores, pero los adultos no solemos ser buenos ejemplos. ¿Cuál es su experiencia con los valores y la educación?
La mejor forma de transmitir valores a tus hijos es tenerlos como padre. Los valores se pasan mediante contagio, y muchas veces esperamos de nuestros hijos cosas que nosotros no hacemos. Un gran ejemplo es el uso del móvil. Nos disgusta mucho que se pasen el día enganchados, pero nosotros somos los primeros en no soltar el aparato. Los sermones no sirven para educar en valores, solo sirve el ejemplo.

Los padres pasan cada vez menos tiempo en casa por culpa de estar muchas horas en el trabajo. En estos casos, ¿cómo afecta a la educación de los hijos?
Es un problema que está afectando mucho a la situación de las familias. Debido a que no podemos pasar más horas en casa, intentamos sustituir este tiempo con extraescolares, esperando que ahí se eduque a los niños en valores, pero eso no va a ocurrir. La sociedad actual parece estar preparada para que los padres entreguen a sus hijos a un monitor que les entretenga. Todas las grandes superficies tienen una sección de niños en la que puedes “deshacerte” de tus hijos.

¿Qué alternativas hay?
Yo creo que los hijos nos tienen que ver en la vida real, por ejemplo en el trabajo. Lo que sucede actualmente es que los niños saben que sus padres desaparecen durante horas, pero no saben qué hacen exactamente. Yo reivindico que nuestros hijos vivan nuestra vida de adultos, y que pringuen también, que no todo sea tan pedagógico. No siempre tiene que haber un adulto que le diga qué hacer, porque eso les coarta su libertad. Nuestros hijos tienen que ser niños y equivocarse, pero también deben entender cómo funciona la vida de adultos.

Y usted, ¿qué ha aprendido de sus hijos?
Muchas cosas. La experiencia es algo que te ayuda a aprender. Gracias a ellos he mejorado mi capacidad de adaptación frente a los problemas. Además, la mirada curiosa de los niños te aporta mucho. Mi hija de 8 años hace preguntas maravillosas. Al fin y al cabo, tener hijos es una experiencia que te ayuda a improvisar y a asumir que harás cosas que nunca habías imaginado. No hay recetas posibles, por eso me enervan tanto los manuales que marcan paso por paso lo que hay que hacer. Lo que sirve es conocer a tus hijos y entenderlos.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/carles-capdevila-educar-significa-acompanarles-crecen/

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