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Presidente boliviano aboga por la igualdad desde el sistema educativo.

America del Sur/Bolivia/12.09.2017/Autor y Fuente: http://www.prensa-latina.cu
El presidente boliviano, Evo Morales, insistió hoy en la necesidad de comenzar la lucha por la igualdad desde el sistema educativo, a propósito del Día Internacional de la Alfabetización y Educación Alternativa.
‘En este Día Internacional de la Alfabetización, reafirmamos la lucha de la igualdad desde la educación que viene realizando nuestra Bolivia’, escribió en su cuenta de Twitter.

Morales recordó que los gobiernos neoliberales apostaron a privatizar el conocimiento, una situación que los bolivianos derrotaron con la alfabetización para poner fin, además, a la ‘exclusión y los muros mentales del capitalismo’.

Según el Ministerio de Educación, la tasa de analfabetismo del país en la actualidad es de 2,7 por ciento, la más baja de su historia.

En 2006, el gobierno inició, con la ayuda de Cuba, el programa de Alfabetización Yo Sí puedo, con el que logró reducir esos índices de 13,3 a 2,7 por ciento.

De 2006 a 2017 se logró alfabetizar a un millón mil 372 personas, de ellas, el 74 por ciento son mujeres, un sector marginado y discriminado en épocas neoliberales, precisó el jefe de Estado.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=114362&SEO=presidente-boliviano-aboga-por-la-igualdad-desde-el-sistema-educativo
Imagen: http://www.prensa-latina.cu/images/2017/septiembre/08/evo-educacion.jpg
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UNESCO – Ecuador: Construyendo Igualdad en la Educación Superior

Documento: Construyendo Igualdad en la Educación Superior

La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT) pone a disposición del Sistema de Educación Superior del Ecuador el presente documento de fundamentación, estándares y lineamientos para la transversalización en la educación superior de los ejes de igualdad de género; pueblos, nacionalidades e interculturalidad; discapacidad; y ambiente. El propósito de esta publicación es fortalecer los procesos de construcción de la igualdad en y desde la educación superior, teniendo como fin último el compromiso por la conformación de una sociedad igualitaria, democrática e incluyente y el reconocimiento del rol de liderazgo que el sistema de educación superior está llamado a ejercer en la transformación de las prácticas sociales. Este documento se publica en convenio con la Oficina de la UNESCO en Quito y Representación para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, en el marco de su misión institucional de promover el ejercicio pleno del derecho fundamental a una educación de calidad a lo largo de la vida que garantice la igualdad, la equidad y la inclusión, en correspondencia con los objetivos de desarrollo sostenible planteados por la comunidad internacional en la Agenda Post 2015.
El documento Construyendo igualdad en la educación superior cristaliza el trabajo participativo liderado por la Subsecretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación y la Coordinación de Saberes Ancestrales, en colaboración con la academia, instituciones públicas, organismos internacionales y de la sociedad civil, quienes debatieron el sustento normativo, la trayectoria y el contexto actual de los ejes mencionados, para complementar y refinar la propuesta de estándares y lineamientos para la transversalización de los ejes de igualdad. La publicación de este documento es el primer elemento dentro de un proyecto más amplio de fortalecimiento participativo de la política pública de igualdad en la educación superior, el mismo que se complementa con un proceso de difusión, capacitación y acompañamiento a las iniciativas de las instituciones de educación superior (IES), y cuenta con el apoyo técnico de la Oficina de la UNESCO en Quito, en el marco del convenio de cooperación técnica interinstitucional para promover la transversalización de los ejes de igualdad en la educación superior.
El documento está organizado en cinco capítulos. El primero presenta los enfoques y principios que orientaron el trabajo de sistematización de la normativa y la discusión conceptual. A saber, el enfoque de derechos humanos, fundamentado en el discurso global de derechos; el de interculturalidad como meta y proceso de construcción de una sociedad diversa, igualitaria y equitativa; y el interseccional, definido como el reconocimiento de la compleja interacción de múltiples identidades y discriminaciones; enfoques que en su conjunto proveen el marco filosófico y metodológico del trabajo desplegado.
En este marco, se seleccionaron los principios de igualdad y equidad, entendidos, el primero, como el reconocimiento de la igualdad en dignidad de todo ser humano y, el segundo, como el conjunto de medidas que contribuyen a modificar la situación actual de desigualdad para acercarse a la noción ideal de igualdad; desarrollo integral e incluyente, concebido como el compromiso de cultivar el conjunto de talentos y capacidades que cada ser humano posee en el marco de una sociedad que no discrimine ni segregue en razón de la diferencia; vinculación orgánica con la comunidad, comprendida como el establecimiento de una relación de aprendizaje mutuo entre las instituciones de educación superior y las comunidades en las cuales se encuentran insertas, superando la acción académica aislada de su contexto o planteada como asistencialista; y armonía con el medio ambiente, entendida como una reorientación profunda de la vida social para superar un paradigma antropocéntrico y reemplazarlo por una sociedad biocéntrica que genere nuevas pautas de producción material, consumo, organización social y generación del conocimiento acordes con el respeto por la vida en todas sus formas. Estos enfoques y principios, junto con el análisis de la normativa vigente, permitieron llegar a veinte estándares, cuya sólida base normativa indica que su implementación es vinculante para el Sistema de Educación Superior.
Para descargar el documento, haga clic, aquí:
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“Para hablar de igualdad hay que hablar de feminismo”

Por: Eduardo Azumendi

Miguel Lorente, forense y experto en violencia de género, asegura que el problema de los hombres es que han vivido la infancia, pero no han sido sido niños.

Para Miguel Lorente Acosta, profesor titular del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada, una de las profundas raíces del machismo en la sociedad actual es que hombres no han sido niños. “Hemos vivido la infancia, pero no hemos sido niños”. La manera de entender lo que es ser hombre va a venir marcada por un contexto y referencias que se van a “interiorizar” en el proceso “madurativo, educativo y de socialización”, expone.

Lorente ha participado estos días en el curso de verano ‘Niños son, ¿qué hombres serán?’, organizado por la Universidad del País Vasco. Durante este curso, varios especialistas han puesto el foco en los niños y en su desarrollo como hombres: qué mensajes reciben (educativos, familiares, comunicativos…) y de qué manera contribuyen (o limitan)  su desarrollo integral, su aprendizaje de las relaciones de convivencia y del ejercicio del poder; el manejo de la violencia y su implicación a favor de la igualdad real. En este sentido,  “para hablar de igualdad tenemos que hablar de feminismo, que es el ‘ especialista ’ de la igualdad. El feminismo es una referencia para remodelar las identidades sobre la igualdad”.

La infancia negada

“Antes que ese hombre hay una cultura, que es el machismo. Desde pequeños los niños viven situaciones y experiencias que les hacen entender lo que tienen que hacer para poder llegar a ser un hombre. Es la infancia negada, ya que desde pequeños los niños producen un rechazo hacia lo femenino, ocultan sus emociones, tienen mucha competitividad a la hora de jugar con los demás y empiezan a tener una imaginación sobre la violencia. Además están expuestos a diferentes juegos, series, películas o situaciones que todavía refuerzan más esa cultura machista”.

Esa cultura ha ido creando una “normalidad tramposa” en la que la sociedad entiende que hay algunos espacios, elementos o circunstancias de desigualdad, como por ejemplo en el trabajo o el sueldo, pero no la asocian con el machismo. “Por un lado está la desigualdad que ven en ciertas situaciones y por otro el machismo. La idea es entender que la propia normalidad es el machismo porque si no se seguirán construyendo estas identidades y no las cuestionaremos”.

Lo que la sociedad tiene que hacer es “educar la cultura” tanto en las familias, colegios  e incluso instituciones. “El objetivo del machismo es mantener la cultura ya que la cultura es machismo”, advierte. Por lo tanto, “ hay que hacer ver a los niños desde una edad muy temprana que esto no es así”.

Los nuevos cambios conseguidos gracias a la transformación de las mujeres no son bien recibidos por los hombres. “Esta nueva situación ha hecho que los hombres se sientan amenazados o cuestionados y en vez de avanzar recurren al machismo y con ello a la violencia. La violencia no ha disminuido porque los hombres no están a favor de este cambio, por lo que responden con violencia para intentar conseguir con ella lo que antes se conseguía con el control social: la ‘normalidad tramposa’. Los hombres tienen que incorporarse a ese cambio social y entender que ese modelo construido desde la infancia es erróneo”.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/hablar-igualdad-feminismo_0_662134697.html

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Basamentos sólidos de la justicia

14 de junio de 2017 / Fuente: https://www.cronica.com.ec

Por: Augusto Costa Zabaleta

La verdadera justicia, esa virtud que inclina a dar a cada uno lo que le pertenece; una de las cuatro virtudes cardinales que consiste en arreglar a la suprema justicia y voluntad; es un derecho, una razón y una equidad, que se debe obrar según derecho o razón.

Es la justicia la que regula la igualdad o proporción que debe existir entre las cosas y las personas para que haya armonía de derechos, que obra en razón según el mérito sin atención a otros motivos.
En el equilibrio y armonía del universo, existe una justicia distribuida, que siempre ha encomendado a la perfección de la naturaleza la ejecución de sus resoluciones y sentencias, con una prodigiosa sabiduría y elocuente potestad, toda vez que el objeto de la justicia es dar a cada uno  lo que le es debido, sintetizando  y plasmando la diáfana verdad, de que los derechos y los deberes deben ser recíprocos y limitados, y la regla fundamental de su reciprocidad y limitaciones es la justicia; en la razón inequívoca de que el atropellador de toda ley, que se atreve a todo, que todo trastorna y confunde sin atender el verdadero significado de la justicia, esa persona tarde o temprano será abatido por el imperativo de la justicia.
Cuando la justicia impera en el Estado, con características inviolables de generalidad, equidad e igualdad, sin odiosos marginamientos, prebendas y canonjías, se está cimentando una robusta paz y armonía; la utilidad pública, es la meta y el norte donde debe dirigirse la vara de la justicia, esa es la más privilegiada finalidad y, la esencia de la justicia es ejecutar sin deferirla ni relegarla, hacerla esperar es injusticia, la justicia que no es piadosa, resulta ser la más cruel de las injusticias.
“Ser justo antes de ser generoso; ser humano antes de ser justo”; el que gobierna sobre los humanos debe ser impolutamente justo, lo que es justo no admite discusión sino prisa para ejecutarlo; no se puede ser justo si no es humano; la justicia es el vínculo que une a los hombres y a las naciones civilizadas, es el puente eterno y fraternal de la convivencia en una sociedad incólume. (O).

Fuente artículo: https://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/19510-basamentos-solidos-de-la-justicia

 

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Diversidad y convivencia

Por: Ángeles Solanes

Vivimos en sociedades cada día más diversas, conformadas por personas que se identifican con unos grupos y unas formas de vivir, sentir y actuar que se diferencian, cuando no se oponen, a las de otros. Esta diversidad podría ser motor de desarrollo y crecimiento personal y colectivo, pero mal gestionada nos conduce a escenarios de enfrentamiento, garantía desigual de derechos y retroceso civilizatorio. Incluso, en el peor de los casos, incentiva un odio extremo que acaba teniendo consecuencias devastadoras.

La multiculturalidad exige convivir en la diferencia y requiere un urgente compromiso social y político con la causa de la humanidad compartida y de los derechos humanos. Solo así puede contrarrestarse el vigor que están tomando los discursos encaminados a instaurar un régimen de terror que justifique la violación de los derechos. Como alertaba Zygmunt Bauman, es preciso detener ese proceso de «adiaforización» que opera especialmente contra los inmigrantes y refugiados, y por el cual eximimos de cualquier evaluación moral a las manifestaciones de racismo, xenofobia y discriminación que se dirigen contra los otros.

El análisis de la diversidad latente en el espacio público y en la cotidianidad de Europa, lejos de ser una cuestión de potencial conflicto, debe enfocarse como un desafío no resuelto. Un reto inaplazable que conlleva el debate sobre cuestiones fundamentales como el acceso equitativo al espacio público, la distribución del poder y de los recursos y las políticas liberales en diferentes ámbitos como el laboral, el educativo y el sanitario. El reconocimiento de la diversidad requiere garantías jurídicas para el desarrollo de un ámbito de autonomía y libertad personal, con especial atención a las cuestiones que atañen a la igualdad efectiva por razón de género.

La máxima de un modelo progresivo de convivencia intercultural en sociedades abiertas y plurales exige no reducir el soporte normativo al monopolio coercitivo como única precondición posible, sino más bien apostar por transformaciones sustantivas del derecho para acomodar lo diverso a los estándares internacionales de protección exigibles. Para que dicho modelo sea posible, hay que ser conscientes de la necesidad de una acción conjunta que entienda la diversidad como un valor positivo para hacer frente común a la denominada por Ulrich Beck como «sociedad del riesgo», que menosprecia al ser humano.

Para abordar éstas y otras cuestiones que contribuyan a una gestión de la diversidad, potencien la convivencia pacífica y garanticen los derechos humanos, con la colaboración del Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de València, un grupo de expertos procedentes de Canadá, Perú, Reino Unido, Francia, Italia, Grecia y España, nos reunimos hoy y mañana en la Facultat de Dret, en el III Congreso Internacional Multihuri sobre derechos humanos, diversidad y convivencia (I+D+i DER2015-65840-R, Mineco/Feder). Ésta es una oportunidad de reflexionar, desde el convencimiento, como propone Axel Honneth, de que la ciudadanía debe tomar consciencia de su capacidad para mejorar la sociedad junto a una teoría crítica que tiene ahora la obligación moral del optimismo.

Fuente: http://www.levante-emv.com/opinion/2017/06/01/diversidad-convivencia/1574418.html

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Entrevista: «La auténtica revolución del siglo XXI es la pedagogía feminista»

Entrevista a: Mercedes Sáches Vico

La docente Mercedes Sánchez Vico, responsable de un proyecto de Género a través de la Imagen y de dos producciónes audiovisuales ‘Ellas: Mujeres que han hecho historia, pero que no están en la historia’ y ‘Las Educadoras’, participa en Jerez dentro del foro Mujeres en el espacio del Mediteráneo y explica la relevancia de la coeducación.

Mercedes Sánchez Vico fue considerada una loca por llevar a cabo una pedagogía feminista en sus clases de Secundaria. Hoy, desde que creara su proyecto educativo de Igualdad de Género a través de la Imagen y realizara dos producciónes Ellas: Mujeres que han hecho historia, pero que no están en la historia y Las Educadoras, atesora seis galardones y reconocimientos variados por su gran labor coeducativa. Hace apenas dos meses que ha recogido el primer premio Rosa Regás por su contribución a la hora de promover la igualdad de género en el IES Eduardo Janeiro de Fuengirola. La entrevista se produce durante su visita a Jerez como ponente en el Foro de Mujeres en el espacio del Mediterráneo para hablar el proceso pedagógico que lleva a cabo en el instituto malagueño. “Todo el mundo se piensa que soy de Málaga, pero soy jienense”, aclara al inicio de la entrevista.  “Andaluza, mujer, feminista…”, continúa.

Se considera feminista entonces.

Sí, sí, claro.

Es que me llama la atención que en el primer documental que produjo y en el tráiler del segundo, no aparece la palabra feminismo.

Bueno, damos ya por sentado que la mujer, evidentemente y de manera obvia, debe de ser feminista. Y de hecho todas las mujeres que intervienen en el proyecto de Las Educadoras son feministas. Y el primero, Ellas: Mujeres que han hecho historia… lleva ya el mensaje feminista intrínsecamente, es decir, yo no entiendo la educación sin la pedagogía feminista. Yo creo que ahora mismo es lo que está revolucionando la enseñanza y lo que mueve los hilos de absolutamente de todo.

¿Cuánto tiempo lleva en la lucha de visibilizar a la mujer en la educación?

Yo en la docencia llevo cerca de 26 años, pero lo llevo en la sangre desde que era pequeñita. Creo que desde el primer momento en que empecé en la educación, no la concebí si no era transformando y educando en valores. En la lucha por la igualdad de género, aproximadamente de manera muy activista, hace 20 años. Y hace diez que cree el proyecto educativo de Igualdad de Género a través de la Imagen como asignatura.

¿Cuándo se dio cuenta de que la desigualdad entre géneros existe?

Desde pequeña. A mí se me exigía que hiciera las tareas de la casa y a mi hermano no. Y yo me rebelaba contra ello. Tuve unos padres fabulosísimos y además me educaron para que yo tuviera una formación educativa. Sin embargo, no tenían claro que los chicos tenían que participar en la corresponsabilidad de las tareas de la casa. Y yo por el hecho de nacer mujer, sí tenía que hacerlo. Yo me decía, ¿por qué por unos genitales yo sí tengo que hacer unas determinadas cosas que mi hermano no?

Una familia de mente abierta, pero nacida, educada en una sociedad machista.

Exactamente, educados bajo un patriarcado evidente y una educación machista en la que indiscutiblemente sí intentaron siempre que yo estudiara. Es más, mi propia madre siempre me dijo que fuera independiente. Que no

dependiera de nadie, ni económicamente ni nada. Sin embargo había determinadas fronteras que a ellos todavía les costaba mucho atravesar. Mi madre incluso llegó a reconocerme alguna vez que efectivamente yo podía llevar razón, pero que esas cosas no se podían cambiar. Pensó que esas cosas no se podían cambiar. Y es cuando yo dije que sí se podía transformar el mundo. De hecho mi lema es: Coeducar, coeducar y coeducar para transformar el mundo.

¿Y qué es la coeducación?

Es educar en valores en igualdad para que se llegue a una regulación y a una equidad real entre chicos y chicas. Sobre todo en cuanto a lo que es su educación, la visibilización de la mujer, la erradicación de la violencia de género y en cuanto lo que son sus orientaciones sexuales. Es educar para conseguir una igualdad plena entre hombres y mujeres.

El docente entonces, va más allá del contenido de la materia y busca nutrir al alumnado en valores sociales.

Debería. Todos los docentes, den la asignatura que den, transversalmente, siempre deberían educar en género. De hecho la propia ley ya te lo exige, pero todavía creo que estamos a años luz de poder conseguir eso de una manera total y absoluta. Tenemos algunas veces una igualdad legal muy buena, unas leyes que nos dicen que debemos hacer determinadas cosas, pero todavía están muy distantes de lo que es luego una igualdad real.

¿Se ha encontrado con compañeros reticentes y que se han opuesto a lo que usted imparte en sus clases?

¡Hombre! En mis inicios yo y otras personas en mi misma situación éramos las locas de los institutos. No le daban ninguna importancia. Es más, no consideraban ni que fuera fundamental la labor que queríamos ejercer y la revolución, porque esa es la palabra que queríamos llevar al campo de la pedagogía.

¿Cuál era la etiqueta?

Por ejemplo: Ya están las locas estas de nuevo, ya tienen otra idea. En mi caso y en el de otras compañeras, claro que sí. Pero la auténtica revolución del siglo XXI es el feminismo, la pedagogía feminista. Lo que va a hacer que hoy en día, todavía en pleno siglo XXI, haya cosas que transformar. Porque nos están vendiendo lo que es el espejismo de la igualdad, pensar que hemos conseguido la igualdad. Cuando nos dicen: ¿Pero las mujeres todavía por qué os quejáis si ya vivimos en una sociedad igualitaria? Falso. Estamos en pañales. Yo siempre le digo a mi alumnado, que estamos empezando. Queda mucho por hacer. La propia OMS ha dicho que hasta finales del siglo XXI en los países más avanzados del mundo no se llegará realmente a una igualdad real. Y esa revolución que tiene que hacer el feminismo en el siglo XXI todavía, y que lo ha hecho ya en el siglo XX, es la verdad. Ahora mismo es la fuerza y el instrumento más potente que tenemos para conseguir eso. La igualdad se aprende. Nos han educado en desigualdad desde la más tierna infancia, desde que nacemos ya nos ponen el rosa y el azul. Pues igual que nos enseñan en desigualdad, tenemos que enseñar en igualdad. Y si conseguimos llevar eso hasta sus últimas consecuencias, pues conseguiremos cerrar los juzgados de guardia de violencia de género. Educando en igualdad, ganamos hombres y mujeres, porque el patriarcado y el machismo hacen mucho daño también a los hombres.

¿Es el sistema educativo la herramienta que perpetúa esos roles de género?

Creo que desde que nacemos, la forma en que sociabilizamos es lo que ya nos genera los estereotipos o esos roles de género. Cuando el niño o la niña llegan a la escuela ya llegan con esos roles. Esa sociabilización está en la cultura.

Pero usted trata únicamente la igualdad en el instituto, ¿qué pasa con el colegio, qué pasa en infantil?

Se debería de hacer desde la más tierna infancia. Desde el segundo cero. Debería ser una serie de valores que se transmitiera en el aula nada más entrar el niño y la niña en el sistema educativo. Algo crucial, porque cuando llegan al instituto el trabajo todavía es mucho más duro.

Hay que deconstruir.

Tienes que deconstruir absolutamente todo. Es aprender a desaprender. Lo que nos han dicho que es el amor realmente no es amor, lo que nos han dicho lo que en realidad es una relación de pareja, no lo es… Es muy duro porque la coeducación tiene que salir de debajo de la piel, de dentro. Y claro, tienes que romper con muchos miedos. La coeducación abre puertas y nos ayuda a construirnos también como seres humanos. Y también a ser mejores personas. Por eso es tan completo y extraordinario el campo de la coeducación, aunque todavía no se le esté dando el lugar y la importancia que debería de tener.

¿Cómo reacciona el alumnado ante estos asuntos?

Los chicos, en un principio, a la defensiva; no todos, porque no me gusta generalizar, pero yo creo que es importante dejarlos ya que lo han educado también desde esos roles de género. Sienten que tienen que defenderse. Sin embargo, cuando se relajan, porque empiezan a ver que no se trata de una lucha ni de una batalla que hay que ganar. Los chicos están completamente castrados en el campo emocional. No pueden llorar, no pueden experimentar sus emociones, no pueden mostrar físicamente su afecto como pueden hacer las chichas… Todo eso lo ha traído el patriarcado y el machismo. Cuando empiezan a entender que efectivamente su propia castración emocional viene también de ese patriarcado que les va a impedir una paternidad plena, un mundo de efectividad total y absoluto hacia sus amigos, sus propios hijos, su relación de pareja… Empiezan a darse cuenta de que efectivamente tienen que cambiar de actitud. Es más, muchos de mi alumnado masculino, cuando terminan de estudiar el proyecto, me dicen: Mercedes soy feminista. Y eso es extraordinario.

¿Y cómo reaccionan sus alumnas?

Las chicas en líneas generales mucho menos a la defensiva, pero es verdad que muchas de ellas también, porque ha habido en los últimos años un retroceso, tienen que deconstruirse como mujeres. Nos han contado cuentos desde pequeñitas, de princesas, donde siempre tenemos que ser salvadas por príncipes azules. Nos tenemos que salvar nosotras mismas. Es deconstruir todo ese mundo también infantil en el que nos han educado: princesitas, cocinitas, el cuidado… Nos enseñan a ser cuidadoras, frente al hombre que se le ha negado este rol. Deconstruir la manera en la que le han educado a ella para que la mujer se empodere, sea asertiva, tome sus propias decisiones, sea valiente… Tiene muchas ganas de actuar y de hacer cosas, pero evidentemente tiene que entender que es fundamental la coeducación. Un cambio a la par. Tienen que ir a la par, chicos y chicas, en esa transformación.

Fuente: http://www.lavozdelsur.es/sanchez-vico-la-autentica-revolucion-del-siglo-xxi-es-la-pedagogia-feminista

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Estados Unidos: Mississippi accused of unequal schooling for black students

Jackson / 24 de mayo de 2017 / Por: JEFF AMY / Fuente: http://www.hawaiinewsnow.com

Mississippi is denying good schools to African American students in violation of the federal law that enabled the state to rejoin the union after the Civil War, a legal group alleged Tuesday.

The Southern Poverty Law Center wants a federal judge to force the state’s leaders to comply with the 1870 law, which says Mississippi must never deprive any citizen of the «school rights and privileges» described in first post-Civil War constitution.

That law still obligates Mississippi to provide a «uniform system of free public schools» for all children, but the state has instead watered down education protections in a white supremacist effort to prevent the education of blacks, the group said.

«From 1890 until the present day, Mississippi repeatedly has amended its education clause and has used those amendments to systematically and deliberately deprive African-Americans of the education rights guaranteed to all Mississippi schoolchildren by the 1868 Constitution,» the suit states.

Attorney Will Bardwell says the suit, filed on behalf of four African-American mothers with children in public elementary schools, aims to force the state to provide equal opportunities and outcomes. Mississippi’s leaders are welcome to do so without increasing spending if they can, he said.

«I’m filing this lawsuit because the state has an obligation to make the schools that black kids attend equal to the schools that white kids attend,» said Indigo Williams, the parent of a first-grade boy at Raines Elementary School in west Jackson.

The named defendants include Gov. Phil Bryant, Lt. Gov. Tate Reeves, House Speaker Philip Gunn and Secretary of State Delbert Hosemann, all Republican elected officials. It also names state school Superintendent Carey Wright and the nine appointed members of the state Board of Education.

Mississippi’s public schools have stubbornly ranked at or near the bottom of national measures of academic achievement and progress. But Bryant and Reeves said Mississippi’s education system is improving under their leadership.

«This is merely another attempt by the Southern Poverty Law Center to fundraise on the backs of Mississippi taxpayers,» the governor said in a statement. «While the SPLC clings to its misguided and cynical views, we will continue to shape Mississippi’s system of public education into the best and most innovative in America.»

Reeves called the SPLC a «fringe organization,» and said it’s «almost laughable» that the legal group is simultaneously trying to «protect the status quo» by challenging efforts to direct public funds to charter schools that would provide more choices to minority students.

All 19 Mississippi school districts rated «F» by the Mississippi Department of Education have overwhelmingly African-American student bodies, while the state’s five highest-performing school districts are predominantly white, the SPLC says.

The schools attended by the plaintiffs’ children «lack textbooks, literature, basic supplies, experienced teachers, sports and other extracurricular activities, tutoring programs, and even toilet paper,» the SPLC said.

Mississippi already faces a lawsuit over funding for all public schools. Former Gov. Ronnie Musgrove is representing 21 school districts demanding that the state pay back amounts it has shorted districts under the public school funding formula between 2010 and 2015.

Musgrove said the Legislature can’t evade a 2006 law requiring it to fund the amount required by the formula. He also argues that the funding law is reinforced by the current constitution.

The SPLC suit takes a sharply different view of the current law and constitution.

Its lawsuit recites changes to the provision, including a 1960 amendment that made public schools optional and could have allowed Mississippi to close public schools to evade racial integration.

That change was partially reversed in 1987, when voters amended the state constitution to again make public schools mandatory, but the amendment didn’t require a uniform system, and said lawmakers could impose «such conditions and limitations as the Legislature may prescribe.»

«This is one of the weakest education clauses in America because its mandate creates virtually no obligations that the Legislature does not choose for itself,» the suit states.

That’s close to the view of proponents of Initiative 42, a failed attempt in 2015 to amend Mississippi’s constitution yet again to require «an adequate and efficient system of public schools,» and allow people to sue over funding shortfalls.

Tuesday’s lawsuit, if successful, could also set the stage for such suits. Bardwell said if the SPLC wins and state officials don’t follow the revised constitutional mandates, the organization could sue again for more specific remedies.

Fuente noticia: http://www.hawaiinewsnow.com/story/35496485/mississippi-accused-of-unequal-schooling-for-black-students

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