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Argentina: Quemas ilegales en Misiones: forestadores y profesionales sostienen que los incendios de pinares en el norte de la provincia son intencionales

Hay gran preocupación entre productores y empresarios forestales del norte de Misiones por los recurrentes focos de incendios que afectaron centenares de hectáreas de pinos de empresas de Iguazú, Wanda, Puerto Esperanza, Libertad, Eldorado y San Pedro, entre otros campos rurales y áreas de bosque nativos. «Un grupo reducido de individuos deliberadamente está prendiendo fuego las plantaciones forestales de todos los productores en la zona», sostuvo el coordinador del Consorcio de Protección Forestal Iguazú, Hernán Patzer, en diálogo con Argentina Forestal.

Fuentes del sector que fueron consultadas advierten que hay múltiples indicios que sugieren que las quemas serían intencionales. Resaltan que en casi todos los casos registrados al menos en los últimos 15 días se pudo determinar que los incendios comenzaron con varios focos que se encendieron simultáneamente, lo que sería ilógico que se produjera por causas naturales.  La situación ameritó que los propietarios, tanto productores forestales como empresarios industriales, decidan reunirse días atrás para analizar la situación.

Este escenario fue confirmado por el coordinador del Consorcio de Protección Forestal Iguazú, Hernán Patzer, que  nuclea a siete empresas del sector en la zona centro oeste y norte de Misiones.

“El incremento en cantidad de incendios creció significativamente en los meses de setiembre, octubre y lo que va de noviembre. En la medida que la sequía se agrava –por lo prolongada-  también los daños e impactos producidos por cada incendio, con importante afectación a plantaciones forestales, fajas ecológicas de monte nativo, con la consecuente pérdida económica y daño ambiental. Tan solo en una región como la conocida por 12 Octubre en el Municipio de Puerto Esperanza, situación que se extiende a zona Istueta y Delicia, los productores forestales están teniendo una ocurrencia de dos  a seis incendios por día con superficies que van de los pocos metros cuadrados y hasta más de 100 hectáreas, afectando todo lo que el fuego encuentra en su camino”, detalló el coordinador en una entrevista con ArgentinaForestal.com.

 

Quemas ilegales en Misiones: forestadores y profesionales sostienen que los incendios de pinares en el norte de la provincia son intencionales

“Son intencionales”

En ese contexto, Patzer respondió respecto a los motivos o causas a las que atribuyen el aumento de incendios, además de la negligencia en el uso cuando rige la prohibición de quemar: “Siempre se analizan varios aspectos para determinar las causas, en función de ello y para el caso puntual de la zona mencionada con un alto grado de acierto podemos afirmar que prácticamente todos los incendios de esa zona están ocurriendo por motivos intencionales. Un grupo reducido de individuos deliberadamente está prendiendo fuego las plantaciones forestales de todos los productores en la zona”, aseveró.

Asimismo, agregó que “en algún momento, personal que trabajaba en el combate de incendios fue amenazado por personas con la frase ¨vamos a prender fuego todas las plantaciones forestales¨, relató Patzer respecto a las situaciones que vivieron en la zona y que fueron denunciadas ante la Policía local.

En ese contexto fue creciendo la preocupación en la última semana, y días atrás se concretó una reunión entre varios productores, empresarios y vecinos. “En el encuentro se planteó pensar entre todos cómo nos organizamos para atender esta situación, una de las medidas que se fueron cumpliendo, las denuncias policiales correspondientes ante estos hechos, la organización y coordinación entre los vecinos, y finalmente la comunicación que ya generamos a todas las instancias posibles institucionales de Gobierno como también de organizaciones afines”, adelantó Patzer.

El consorcio privado monitorea una superficie de unas 274.000 hectáreas, de las cuales 145 mil son bosques de cultivo (pinos, eucaliptus, araucaria y otras especies). “Disponemos de una red de detección de incendios de 20 torres y 7 cámaras domo, contamos con todas las herramientas y equipos específicos para el combate de los incendios. Todas las empresas socias al consorcio trabajan en planes de prevención que consideran desde actividades en escuelas rurales, vínculo con vecinos y otros productores y la coordinación de planes con instituciones como Bomberos Voluntarios”, explicó el ingeniero Patzer (Arauco Argentina).

Para el coordinador, “la intencionalidad de incendios es uno de las principales causas, le sigue el uso de fuego para preparación de terreno. Algunas personas hoy día, ante la situación de peligro extremo y a pesar de todos los avisos que existen de prohibición, continúan quemando rastrojos y lógicamente causando incendios y daños a sus vecinos. Hemos tenido también casos donde algunos niños que en su inocencia prenden fuego para tal vez divertirse o llamar la atención”, relató el profesional.

Finalmente, remarcó Patzer que “lo más preocupante y que todo el sector productivo necesita, es que se investiguen los incendios intencionales y que a esos delincuentes se les aplique todo el rigor de la ley para frenar urgente estos eventos, en el caso de las quemas para preparación de terreno evidentemente es necesario una mayor campaña de prevención y actuación legal ante ocurrencia, y el caso de los niños un trabajo más fuerte en las escuelas y las casas de familia”.

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Alerta máxima y déficit hídrico hasta marzo de 2021

Desde el consorcio forestal privado de Iguazú cuentan con indicadores meteorológicos del Sistema Canadiense adaptado a la Argentina y con ajustes para Misiones. “Nuestra base de datos es de más de 35 años, el índice de sequía en este momento está en valores de >500% sobre los valores históricos promedios, el Índice de Peligro de Incendios varía mucho en función de los vientos y la temperatura pero en general está en valores de >300% sobre valores históricos. En función de los pronósticos conocidos, se espera que la temporada de déficit hídrico se extienda todavía hasta los primeros meses del 2021”, pronosticó el profesional, en coincidencia con la advertencia de una temporada crítica y de riesgos extremos de propagación de incendios desde el Ministerio de Ecología de la provincia.

 

En este contexto, cuando rige la resolución ministerial de prohibición de todo tipo de quema, sea en zona rural, forestal, urbana o semi-urbana, las autoridades provinciales y municipales recuerdan que toda quema es ilegal: «No se puede usar el fuego».

 

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Prevención y más control en el Norte

La semana pasada Bomberos Voluntarios de Iguazú, Wanda, Libertad y Puerto Esperanza socorrieron al Consorcio forestal para poder controlar focos simultáneos en las zonas de pinares de conocidas empresas y productores, desde Arauco,  Kunz, Rotahelmer, Reig, Lipsia, Pindo. Entre algunas de las zonas, desde Dorado, Residencia, Istueta, 12 de Octubre, y otras zonas donde fueron recurrentes los inicios del fuego.

En Esperanza incluso llevan días combatiendo incendios para poder extinguirlos y hasta han tenido que salir a terrenos al menos 8 veces en un solo día. En tanto, en Andresito los Bomberos Voluntarios han respondido hasta 12 veces en un solo día por la quemas ilegales.

El ingeniero forestal Hugo Reis (Pindo SA) se expresó a través de las redes sociales este lunes, ante el esfuerzo mancomunado de los últimos días de productores, vecinos y Bomberos Voluntarios de Wanda y Esperanza, por tratar de contener gran cantidad de incendios rurales y forestales “provocados intencionalmente vaya uno a saber por qué”, indicó.

En sus reflexiones que “hasta ahora grandes se provocaron daños ambientales y económicos, pero esperemos que no tengamos que lamentar daños a la salud humana de los combatientes. Recordemos que van presos los incendiarios”, remarcó el profesional.

Asimismo, en su mensaje pidió por redes sociales “que las diferentes autoridades municipales, provinciales y nacionales tomen nota”, reclamó públicamente.

 

Quemas ilegales en Misiones: forestadores y profesionales sostienen que los incendios de pinares en el norte de la provincia son intencionales

Pozo Azul. Desde la ruta se observaba este fin de semana quemas ilegales en zonas de comunidades indígenas

QUEMAS AFECTARON UNA RESERVA PRIVADA EN YABOTÍ

En tanto, el propietario de la Reserva Natural El Cantar de la Pachamama en el Soberbio, ubicada dentro del área de la Reserva de Biosfera Yabotí, denunció también a través de las redes sociales una quema día atrás en su propiedad provocada “por un ocupante ilegal, que viene haciendo quemas y rosado en varias partes de la Reserva, y la Justicia duerme», expresó el propietario

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Intrusión. Propietario denunció quemas ilegales en su reserva natural El Cantar de la Pachamama.

«Mientras, los legítimos propietarios vemos desde afuera como destruyen todo. La intrusión es la principal amenaza sobre de la biodiversidad. Las lluvias de hoy en la zona de San Pedro son una bendición que achica la posibilidad de que llegue a quemarse toda mi reserva. Una reserva declarada de interés provincial, pero que nada podemos hacer los propietarios para terminar con esta injusticia”, expresó el ingeniero Diego Teza.

Fuente: https://misionesonline.net/2020/11/10/quemas-ilegales-en-misiones-serian-intencionales-los-incendios-en-pinares-en-el-norte-de-la-provincia/

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Australia’s Bushfires Burned an Area Twice the Size of Florida. Climate Change Means That’s Just the Beginning, a New Report Warns

Australia’s Bushfires Burned an Area Twice the Size of Florida. Climate Change Means That’s Just the Beginning, a New Report Warns

The bushfires that scorched vast tracts of Australia in late 2019 and early 2020 were just a glimpse of what’s to come as global temperatures rise, a landmark report made public on Friday warned.

The Royal Commission into National Natural Disaster Arrangements, which was commissioned by the Australian government, says that global warming over the next 20 to 30 years is inevitable, and Australia must adapt to further changes to the climate.

“Australia will have more hot days and fewer cool days. Sea levels are also projected to continue to rise,” the inquiry, led by a former chief of the Australian Defense Force, a former federal court judge and a climate policy expert, found“Tropical cyclones are projected to decrease in number, but increase in intensity. Floods and bushfires are expected to become more frequent and more intense.”

Climate activists say they are hopeful the report will help break the country’s deadlock on climate reform—and spur a government that had been largely ambivalent on the issue into action.

“Climate change is real, climate change is affecting all of us and it’s time for urgent action,” says Greg Mullins, the former fire chief of New South Wales. “It’s time for the government to listen.”

Although fires are an annual occurrence on the continent, last season’s apocalyptic blazes, known as the “Black Summer” fires, burned up to 83 million acres, an area twice the size of Florida. The report’s findings come as fires rage on America’s West Coast. More than 90,000 people were urged this week to flee their California homes as Santa Ana winds fueled fires. Already, it has been a record-breaking fire season in the U.S., with wildfires tearing across parts of California, Oregon and Washington.

Australia’s last fire season was one of the worst on record, too. More than 30 people died in the blazes, including at least nine firefighters. More than 400 people may have been killed by smoke pollution from the fires, according to a study published in the Medical Journal of Australia. More than 3,000 homes and many other buildings were destroyed, and one researcher, in a widely shared figure, projected that as many as 480 million animals have been killed or would die in the state of New South Wales—where Sydney is located—alone.

The authors did not urge specific action to reduce Australia’s green house gas emissions—most of the report’s 80 recommendations revolved around practical ways to improve Australia’s natural disaster response. Mullins, who is also a councillor at the non-profit Climate Council, says the report makes a stronger statement on climate change than he expected. “It calls for mitigation across all sectors,” says Mullins. “I take that as code for the government must be serious with your policies on climate change.”

A quick search shows the phrase “climate” used 355 times in the 594 page document (in 67 of those instances the phrase “climate change” was used.)

Fuente de la Información: https://time.com/5904762/australia-bushfires-climate-change-report/

 

 

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La FAO brinda apoyo a Jordania en el control de incendios forestales

Bajo el objetivo de conservar los bosques y expandirlos, que se enmarca dentro del segundo objetivo estratégico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ‘Hacer que la agricultura, la silvicultura y la pesca sean más productivas y sostenibles’, La FAO apoya al gobierno en el cambio hacia una ‘economía nacional verde’.

Los incendios forestales se encuentran entre los desafíos más importantes que enfrenta el sector agrícola en general y el sector forestal en particular, y están afectando cada vez más la cubierta forestal limitada en Jordania y los medios de vida y la seguridad de las comunidades locales, según un comunicado de la FOA. 

Los datos compartidos por el Departamento de Montes del Ministerio de Agricultura (MoA) en Jordania mostraron un aumento gradual de los incendios forestales y el área afectada durante los últimos 20 años y una tendencia al alza en la frecuencia y gravedad de los incendios forestales.

En este contexto, el gobierno de Jordania ha solicitado el apoyo de la FAO para brindar asistencia técnica para mejorar la capacidad de manejo de incendios forestales en Jordania, según el comunicado.

La FAO, en cooperación con el Departamento Forestal y técnicos en Roma y la Oficina Regional, ha respondido a la solicitud del Ministerio de Agricultura de apoyar los esfuerzos nacionales de control de incendios forestales y mitigar sus efectos ofreciendo un Servicio de Proyectos de Cooperación Técnica (TCPF) de $ 100.000 para mejorar la capacidad del sector y contribuir al proceso de desarrollo nacional para conservar y gestionar de manera sostenible los recursos forestales de Jordania. Otros objetivos de este TCPF incluyen contribuir a la conservación de la biodiversidad, reducción de la pobreza, seguridad alimentaria, detener la desertificación, ralentizar la degradación de la tierra y mitigar los efectos del cambio climático.

Nabil Assaf, representante de la FAO en Jordania, afirmó que la organización apoyará al gobierno de Jordania para apoyar al sector agrícola a enfrentar los desastres naturales y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), principalmente el ODS 2 – Hambre Cero que tiene como objetivo eliminar el hambre y la inseguridad alimentaria. y desnutrición.

El ministro de Medio Ambiente y ministro interino de Agricultura, Saleh Al Kharabsheh, afirmó la importancia del sector forestal citando el lanzamiento de un proyecto nacional de forestación para plantar 10 millones de árboles para aumentar la vegetación en el Reino.

La protección de los bosques es un ‘pilar’ del Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 de las Naciones Unidas ‘Proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, combatir la desertificación, detener y revertir la degradación de la tierra y detener la pérdida de biodiversidad’.

Fuente: https://menafn.com/1100815368/FAO-provides-support-to-Jordan-in-controlling-forest-fires

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¿Qué será de nuestro planeta?

Enormes incendios forestales, potentes huracanes, grandes inundaciones, derretimiento de glaciales, abrumadoras oleadas de calor, terremotos y hasta pandemias de coronavirus atacan a nuestro planeta y amenazan con destruir economías y hasta la existencia humana. El cambio climático es una realidad que pende sobre todo el planeta con previsiones funestas.

La revista Journal of Geophysical Research: Oceans (JGR Oceans) publicó un estudio basado en las observaciones realizadas por los satélites ICESat y ICESat-2 de la Nasa el cual muestra que entre 2008 y 2019 el hielo marino en el Ártico ha disminuido un 20 % en 11 años, o sea, ha perdido 0,37 metros de grosor de su capa.

El Ártico es el área alrededor del Polo Norte que incluye partes de RusiaAlaskaCanadáGroenlandiaIslandia, la región de Laponia, en SueciaNoruegaFinlandia, y las Islas Svalbard.

Otra revista, la Geophysical Research Letters informó que

Groenlandia, la segunda mayor capa de hielo se derrite a pasos increíbles lo que provoca el aumento del nivel de los mares que hacen peligrar a islas y zonas bajas del planeta, mientras las olas de calor arremeten contra Europa, América, Asia y África.

Asegura que el 56% de la región está afectada por el derretimiento (zona de hielo sometida a temperaturas superiores a 0º C), incluso las más altas de Groenlandia. Solo durante el mes de julio de 2019, esa capa perdió 160 000 millones de toneladas de hielo lo que ha tenido un impacto significativo en el aumento del nivel del mar.

William Ripple, ecologista de la Universidad Estatal de Oregón, en un artículo publicado en el diario Motherboard señaló que desde 1992, las emisiones de CO2 han subido un 62 % y la temperatura global se ha incrementado en 29 %, mientras que la abundancia de fauna de vertebrados cayó un 29 %».

Ripple, quien participó en una investigación realizada y después firmada por 15 372 hombres y mujeres de ciencia de 184 países denunció que durante los últimos 25 años se ha detectado una reducción de 26 % en la cantidad de agua dulce por habitante, un aumento del 75 % de áreas muertas en los océanos, y una pérdida de 120 millones de hectáreas de áreas forestales. Y enfatizó “Necesitamos los medios proporcionados por la naturaleza para nuestra propia supervivencia».

Esa peligrosa situación a la que esta expuesta la vida del planeta es la que no entienden ni el presidente de Estados Unidos, Donald Trump quien retiró a su gobierno del Acuerdo de París sobre cambio climático aprobado por 195 países en 2015 y cuyo fin es reducir las emisiones de gases invernaderos a partir de 2020, ni su par brasileño Jair Bolsonaro, que bajo el argumento de incrementar la economía de la nación, ha justificado la destrucción de la Amazonía.

La Agencia Espacial Brasileña (AEB) informó que en un solo año del desgobierno de Bolsonaro habían sido arrasadas más de 958 000 hectáreas de la Amazonía, una extensión de selva casi del tamaño de Líbano.

Y lo peor esta por venir pues el ultraderechista mandatario abrió el bosque tropical a la explotación industrial, disminuyó su protección y en ausencia de agentes federales llegan a la Amazonía oleadas de madereros, ganaderos y mineros que arrasan con todo el medio ambiente.

Analicemos a grandes rasgos todo a lo que conduce el cambio climático. Al acumularse los gases contaminantes las temperaturas aumentan y los climas cambian, provocando sequías, incendios, deforestación y desertificación.

Como las temperaturas son más altas, las lluvias son menos frecuentes, pero más intensas y por tanto, el nivel de inundaciones y su gravedad también irán en aumento.

El cambio de temperatura motiva que en zonas templadas y frías se propaguen enfermedades que habían desparecido como dengue, malaria y otras, mientras las incrementa en las regiones cálidas.

La quema de combustibles fósiles y aumento de gases invernadero motivan que el Polo Norte esté mucho más caliente que hace 50 años lo cual pone en riesgo la vida de miles de personas por el crecimiento de olas de calor.

El derretimiento de los glaciales por altas temperaturas en los océanos incide en el aumento del nivel del mar situación peligrosísima pues muchas islas podrían desaparecer y en numerosas ciudades se reducirá la distancia a las costas.

Al potenciarse las temperaturas de los mares, los huracanes serán cada vez más violentos y peligrosos, dejando a su paso destrucción de ciudades, cultivos, desmantelamiento de infraestructuras, hambre y enfermedades.

Diversas especies de animales y de flora están desapareciendo al cambiar el clima y no pueden adaptarse como ocurre con los osos polares que mueren porque no alcanzan los hielos flotantes o las aves migratorias que pierden esa capacidad al verse imposibilitadas de seguir los flujos de temperaturas a las que están habituadas.

La producción de alimentos básicos para la subsistencia humana se reduce con los cambios climáticos lo que a la par conlleva su encarecimiento, situación más que difícil para las grandes mayorías pobres del planeta.

Por eso cada vez se hace más necesario recordar las palabras del líder cubano Fidel Castro cuando en la Cumbre de la Tierra efectuada en Río de Janeiro en 1992 advirtió: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre. Ahora tomamos conciencia de este problema cuando casi es tarde para impedirlo. Es necesario señalar que las sociedades desarrolladas son las responsables fundamentales de la atroz destrucción del medio ambiente”.

Y nos podemos preguntar ahora: ¿Qué será de nuestro planeta dentro de unos años. Podremos salvarlo?

Fuente del artículo: https://rebelion.org/que-sera-de-nuestro-planeta-2/

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El Ártico está en llamas

Una ola de calor sin precedentes desata incendios forestales que arrasan el bosque boreal

Una ola de calor como no se ha visto en miles de años asola al Ártico, arrasado por incendios que queman millones de hectáreas de bosques y amplifican el calentamiento global. El futuro solo puede empeorar.

El Ártico está siendo sometido a temperaturas extremas que ponen de manifiesto la gravedad del calentamiento global.

En agosto del año pasado, más de 4 millones de hectáreas de bosques en Siberia ardieron en el Ártico, pero este año los incendios forestales han comenzado mucho antes del mes de julio, señala Vladimir Chuprov, director del departamento de proyectos en Greenpeace Rusia, citado por AP.

“El Ártico está, figurativa y literalmente, en llamas: se está calentando mucho más rápidamente de lo que pensábamos en respuesta a los niveles crecientes de dióxido de carbono y otros gases de invernadero en la atmósfera, y este calentamiento conduce a un derretimiento rápido y un aumento de los incendios forestales”, añade el climatólogo Jonathan Overpeck, de la Universidad de Michigan.

“El calentamiento récord en Siberia es una señal de advertencia enorme”, advierte Overpeck.

Datos insólitos

The Washington Post destaca: partes de Siberia están más calientes que Washington: la capa de nieve desaparece, el hielo marino se derrite y los incendios, incluidos los posibles incendios de ‘zombies’ (latentes desde el año pasado) están desatados.

La semana pasada ocurrió además algo insólito: el termómetro alcanzó un récord de 38 grados Celsius en la ciudad rusa de Verkhoyansk en el Ártico, un dato que la OMM está verificando. En caso de confirmarse, será la temperatura más alta jamás registrada en el Ártico.

Aunque todavía es temprano en la temporada de incendios, las observaciones satelitales de incendios activos por parte de la NASA y los sensores MODIS y VIIRS de la NOAA, muestran que la cantidad de detecciones de incendios boreales se encuentra entre las más altas observadas en cualquier año desde 2003, señala la NASA.

Y añade: tanto 2020 como 2019 registran aproximadamente el doble de incendios forestales del promedio 2003–2020, y aproximadamente la mitad del 2011, el año hasta ahora más activo.

Una ola de calor tan prolongada no se ha visto en Siberia desde hace miles de años, y es otra señal de que el Ártico amplifica el calentamiento global más de lo que pensábamos, según Overpeck.

Salto dramático

Los registros satelitales de la región a partir de 2003 sugieren que ha habido un salto dramático en las emisiones contaminantes provocadas por los incendios del Ártico durante los últimos dos veranos.

Las emisiones lanzadas entre junio de 2019 y junio de 2020 han sido mayores que las emitidas durante todos los meses de junio transcurridos entre 2003 y 2018 juntos, según Thomas Smith, geógrafo ambiental de la London School of Economics, citado por Reuters.

Los registros atmosféricos que datan de hace más de un siglo muestran que las temperaturas del aire en el Ártico también alcanzaron nuevos niveles en los últimos años. Eso lleva a Smith a creer que la escalada de los incendios también podría tener precedentes.

«Lo que estamos viendo en este momento es la consecuencia de las emisiones industriales del pasado», destaca Smith. “Lo que sucederá dentro de 40 años ya no podemos impedirlo. Por eso debemos preocuparnos: el futuro solo puede empeorar.»

 

Anomalías en la temperatura de la superficie de la región ártica ente el 19 de marzo y el 20 de junio de 2020. Earth Observatory.

Calentamiento rápido

El Ártico ruso es una de las regiones que registran el calentamiento más rápido del mundo. Desde hace algunas décadas, la temperatura de la Tierra aumenta en promedio 0,18°C cada 10 años.

Sin embargo, en Rusia el aumento medio es de 0,47°C y en el Ártico ruso de 0,69°C , según Andrei Kiselyov, jefe científico del Observatorio Geofísico Voeikov con sede en Moscú, citado también por  AP.

Los científicos temen que las llamas boreales sean signos tempranos de condiciones más secas por venir, con incendios forestales más frecuentes: liberan reservas de carbono de turberas y bosques que aumentan la cantidad de gases de efecto invernadero y calientan aún más el aire del planeta.

Más leña al calentamiento

El clima cálido persistente, especialmente si se combina con incendios forestales, hace que el permafrost se descongele más rápido, lo que a su vez exacerba el calentamiento global: libera  grandes cantidades de metano, un potente gas de efecto invernadero 28 veces más potente que el dióxido de carbono.

Los científicos coinciden en que el aumento de los incendios forestales es indicativo de una tendencia al calentamiento global mucho mayor, porque las altas temperaturas del Ártico agregan combustible al calentamiento de todo el planeta.

Fuente: https://www.tendencias21.net/El-Artico-esta-en-llamas_a45958.html
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Los arrecifes de coral del Caribe podrían colapsar en solo 15 años

El Caribe/22-03-2020/Autor y Fuente: www.elespectador.com

Por: Agencia Europa Press – Ciencia Plus

Un nuevo estudio publicado en la revista “Nature Communications” sugiere que grandes ecosistemas como las selvas tropicales y los arrecifes de coral pueden colapsar a un ritmo significativamente más rápido de lo que se pensaba hasta ahora. Los investigadores aseguran que es necesario prepararse para cambios en los ecosistemas de nuestro planeta más rápidos de lo que se había previsto.

Los resultados de un nuevo estudio, publicado en la revista ‘Nature Communications’, sugieren que los ecosistemas del tamaño de los bosques amazónicos podrían colapsar en solo 49 años y los arrecifes de coral del Caribe, en solo 15 años.

Científicos de la Universidad de Southampton, la Escuela de Estudios Orientales y africanos y la Universidad de Bangor, todas en Reino Unido, estudiaron datos sobre las transformaciones de 40 ambientes naturales en la tierra y en las aguas. Estos varían en tamaño desde pequeños estanques hasta el ecosistema acuático del mar negro.

Estos datos han sido recopilados de publicaciones científicas, informes institucionales y bases de datos en línea sobre cambios de régimen y umbrales.

El equipo descubrió que si bien los ecosistemas más grandes tardaron más en colapsar, debido a su gran tamaño, la velocidad a la que ocurrió la transformación fue significativamente más rápida que el ritmo de cambio para sistemas más pequeños.

Los hallazgos pueden explicarse por el hecho de que los ecosistemas más grandes están formados por más compartimentos, o subsistemas, de especies y hábitats.

Esta configuración modular proporciona resistencia contra el estrés inicialmente, sin embargo, una vez que se pasa un cierto umbral, la misma modularidad hace que se acelere la velocidad a la que se desenreda el ecosistema. Esto significa que los ecosistemas que han existido durante miles de años podrían colapsar en menos de 50.

Los efectos desenmarañantes que el profesor Dearing y su equipo han destacado probablemente se ilustran por la rápida propagación de incendios forestales recientemente vistos en Australia y aumentan las preocupaciones sobre los efectos que los incendios recientes en la selva amazónica tendrán sobre su capacidad para resistir el cambio climático.

El profesor Dearing concluye que «estos hallazgos son otro llamado para detener el daño actual que se impone a nuestros entornos naturales que empuja los ecosistemas a sus límites».

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/los-arrecifes-de-coral-del-caribe-podrian-colapsar-en-solo-15-anos-articulo-908654

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“Cada vez son más frecuentes los movimientos que se plantan contra la inacción climática”

“Cada vez son más frecuentes los movimientos que se plantan contra la inacción climática”

Samuel Martín-Sosa y Joao Camargo publican Manual de lucha contra el cambio climático (Libros en Acción)

El año 2019 fue, tras 2016, el más caluroso desde que se iniciaron los registros de temperaturas (datan de 1850, de la manera en que son actualmente conocidos); además, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de Naciones Unidas, las medias más elevadas de las que se tiene referencia son las de los periodos 2015-2019 y 2010-2019. “La temperatura media mundial se ha incrementado cerca de 1,1ºC desde la era preindustrial y el contenido calorífico de los océanos ha alcanzado niveles récord”, advirtió el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, el pasado 15 de enero.

En cuanto a los gases de efecto invernadero, las concentraciones de CO2 en la atmósfera alcanzaron el pico de 407,8 partes por millón en 2018, “y en 2019 no dejaron de aumentar”; las de metano y óxido nitroso también alcanzaron en 2018 cotas máximas respecto a la época preindustrial (aumentos del 259% y del 123%, respectivamente). En octubre de 2019 se produjo otro hito: el nivel medio del mar a escala mundial llegó a la cota más elevada desde que empezaron –hace más de dos décadas- los registros de alta precisión por satélite.

“La pérdida de masa de los glaciares durante el periodo 2015-2019 es la más elevada de todos los quinquenios de los que se tienen datos”, concluye el informe United in Science coordinado por la OMM. Fenómenos que pueden relacionarse con el cambio climático fueron, en enero de 2019, las inundaciones en el norte de Argentina, diferentes departamentos de Uruguay y -en marzo- el área metropolitana de Sao Paulo.

En septiembre de 2019 los medios internacionales informaron de la sequía e incendios forestales en Indonesia, a finales de año en Australia y durante el verano en Alaska y Siberia. El ciclón Idai causó, en marzo, centenares de muertes en Mozambique, Zimbabue y Malaui; y en agosto, una ola de calor provocó decenas de muertos en Japón. Los cambios en el clima están favoreciendo la expansión de enfermedades como el dengue (2,7 millones de casos en América Latina, entre enero y octubre de 2019). Por otra parte, el pasado 7 de noviembre Intermón OXFAM alertaba en un comunicado: “Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Sudán se han enfrentado a la vez al desplazamiento de cerca de 750.000 personas debido a los conflictos y de 350.000 a causa de fenómenos meteorológicos extremos”.

El investigador y activista Joao Camargo y el responsable del área de Internacional de Ecologistas en Acción, Samuel Martín-Sosa, parten de un diagnóstico similar en el Manual de lucha contra el cambio climático, editado en septiembre de 2019 por Libros en Acción. Subtitulado Nada volverá a ser como antes, ni el clima, ni la sociedad, el libro de 288 páginas se define como “de divulgación científica, para los que no son especialistas”; y también como una guía “para aprender y enseñar a combatir”. Los autores citan investigaciones como la de Cristophe McGlade y Paul Ekins, del University College London, publicado en enero de 2015 en la revista Nature: un tercio de las reservas globales de petróleo, la mitad de las gasísticas y un 80% de las carboníferas deberían permanecer sin explotación en el periodo 2010-2050, para satisfacer el objetivo de los 2ºC (límite sobre el aumento de la temperatura media mundial acordado en la Cumbre de París).

Frente a la competencia, la competitividad y la violencia, “como característica masculina y fuerte”, que ha conducido a la realidad actual, el manual plantea la alternativa de un mundo nuevo -“también más duro”- pero en el que se respete el medio ambiente y la igualdad entre las personas; y que plantee, como fin, la distribución de la riqueza (presentado el 20 de enero, el informe de OXFAM Tiempo para el cuidado apunta que los 22 hombres más ricos del mundo poseen una riqueza mayor que todas las mujeres de África; además, el 1% de la fracción más opulenta tiene una riqueza de más del doble que la de 6.900 millones de personas).

¿Quiénes son los responsables del cambio climático producido por la acción humana?, se preguntan Samuel Martín-Sosa y Joao Camargo. Cerca de un centenar de empresas productoras de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) causan el 71% de las emisiones de gases de efecto invernadero. A partir de fuentes como la base de datos The Carbon Majors, destacan a China Coal, las petroleras estadounidenses Chevron y ExxonMobil; Aramco (Arabia Saudí); BP (Reino Unido); Gazprom (Rusia), Shell (anglo-holandesa), National Iranian Oil; Energa y Weglowa (Polonia), Pemex (México) o Coal India.

El manual también detalla los nombres de algunas de las personas “responsables”, siguiendo el Decolonial Atlas; por ejemplo Michael Wirth, director ejecutivo de Chevron; Ryan Lance, de ConocoPhillips (Estados Unidos); Dai Houliang (Sinopec), Tim McKay (Canadian Natural); Patrick Pouyanné, de la francesa Total; Bob Dudley (BP), Ben Van Beurden (Shell), Roberto Castello Branco (Petrobras), Vagit Alekperov, de la petrolera Lukoil (Rusia) o Josu Jon Imaz (Repsol), entre otros.

En 2018, China fue el principal emisor de CO2 procedente de combustibles fósiles, seguido de Estados Unidos, la Unión Europea e india; sin embargo, las emisiones de dióxido de carbono anuales de Estados Unidos, consideradas por habitante, son muy superiores a las de China. Asimismo, matizan los autores del texto, “China e India son importantes emisores de efecto invernadero (y productores de carbón), pero gran parte de los bienes que producen se exportan a los países ricos”.

El libro menciona otros actores contaminantes; en junio de 2019, el informe Costs of war de la Universidad de Brown (Estados Unidos) señalaba que, entre 2001 (invasión de Afganistán) y 2017, el ejército estadounidense emitió 1.200 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero; el Pentágono es el principal consumidor institucional de petróleo del mundo, añadía el documento. Además, si las fuerzas armadas norteamericanas fueran un país, “su consumo de combustible las situaría en el puesto 47 de los principales emisores, entre Perú y Portugal”, concluyen los investigadores B. Neimark, O. Belcher y P. Bigger (“El ejército de Estados Unidos contamina más que 140 países: se impone reducir esta maquinaria de guerra”, revista The Conversation, julio 2019).

En el capítulo titulado “¿Qué puedo hacer yo?”, Samuel Martín-Sosa y Joao Camargo defienden que la asunción individual de culpas supone “ignorar a los verdaderos culpables -todo un sistema que provoca cambio climático-, y abrir el camino a la depresión y la impotencia”. Y destacan el ejemplo de acciones colectivas, como la promovida en mayo de 2016 por el movimiento Ende Gelände, en la que participaron 3.500 activistas de 12 países; bloquearon durante dos días la mina de lignito a cielo abierto de Welzow-Süd, en el estado alemán de Brandeburgo, y una central eléctrica cercana.

O las protestas en Seattle contra los planes de prospección petrolífera de la multinacional Shell en Alaska (2015); las resistencias en Italia contra el gasoducto Transadriático (TAP), de 878 kilómetros, que forma parte del Corredor Meridional del Gas (cadena de gasoductos para el transporte desde Azrebaiyán hasta Europa); asimismo las manifestaciones, en julio, de indígenas maoríes contra la construcción de centenares de viviendas en tierras sagradas de la Península de Ihumatao (Nueva Zelanda).

“Comprar productos ‘verdes’ tranquiliza nuestras conciencias, pero no resuelve la crisis climática”, afirman los dos autores; apuestan por un activismo “paso a paso”, que podría empezar por la asociación en grupos de consumo agroecológico y la adquisición de productos de temporada; participar en cooperativas para consumir electricidad de origen renovable; en las redes de economía social y solidaria; y en la vida en comunidad o municipios en transición. El paso siguiente es la desobediencia civil, apuntan Samuel Martín-Sosa y Joao Camargo; por ejemplo desde 2015, la alianza Ende Gelände desarrolla campañas contra las minas de carbón en Renania y la región de Lausacia. También en Reino Unido surgió en otoño de 2018 el movimiento Extinction Rebellion (XR), cuando 1.500 personas participaron en una acción de desobediencia civil en Londres. Los grupos de XR se han ido extendiendo por todo el mundo y, ya en abril de 2019, se organizaron movilizaciones en más de 80 ciudades de 33 países.

Salir a la calles y a las plazas, y desobedecer. Constituyó otro hito la huelga que inició la joven de 15 años, Greta Thunberg, en el verano de 2018, por la falta de acción política ante la crisis climática; su protesta ante el Parlamento de Suecia, en horario escolar, fue el antecedente del movimiento internacional Fridays For Future. En cuanto a la plataforma By 2020 We Rise Up, fue promovida en 2019 por más de una treintena de grupos –la mayoría europeos- que reivindican la justicia climática y tienen como objetivo la coordinación entre las luchas (convocaron, junto a XR, acciones de desobediencia en octubre de 2019 contra la pasividad de los gobiernos, en Madrid, Londres, Buenos Aires, Nueva York o Melbourne, entre otras capitales). “Cada vez son más frecuentes los movimientos en los que un montón de gente se planta”, concluyen los autores.

Fuente de la Información: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=264934

Autor: Enric Llopis

 

 

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