Page 49 of 88
1 47 48 49 50 51 88

Pobre la educación de los pobres

Por: Rosa María Torres

Guerras calladas

Hoy es el día contra la pobreza.
La pobreza no estalla como las bombas, ni suena como los tiros.
De los pobres sabemos todo: en qué no trabajan, qué no comen, cuánto no pesan,
cuánto no miden, qué no tienen, qué no piensan, qué no votan, en qué no creen.
Sólo nos falta saber por qué los pobres son pobres.
¿Será porque su desnudez nos viste y su hambre nos da de comer?
Eduardo Galeano, «Los hijos de los Días»,  Siglo XXI. Mayo 2012, pág. 329

(Fotos tomadas de diversas fuentes en internet. Pertenecen a Argentina, Ecuador, México, Perú)
Si la oferta educativa es de por sí pobre, paupérrima es la que les toca a los pobres.

Los pobres: sectores de «bajos ingresos», estratos populares, áreas rurales, zonas urbano-marginales,  grupos indígenas, «grupos vulnerables», «carenciados»… Los contados y clasificados como pobres o indigentes a partir de insondables criterios y siempre renovadas metodologías, por organismos internacionales, gobiernos e institutos nacionales de estadística. Los que se las arreglan – oficialmente, y en los llamados «países en desarrollo» – para vivir ¡con 1, 2 ó 3 dólares diarios!. Los que se consideran afortunados si llegan a calificar para recibir algún tipo de bono, a cambio de votos y bajo la promesa de que algún día las cosas cambiarán y tendrán trabajo digno en vez de limosnas.

Los ubicados abajo en los gráficos de ingreso, nutrición, salud, vivienda, alimentación, educación, acceso a información y a internet. Los ubica­dos arriba en los gráficos de analfabetismo, enfermedad, morta­lidad, fecundidad, trabajo infantil, desempleo adulto, desesperanza. Los que desconocen qué es la evasión de impuestos y quedan excluidos, por default, de los índices de corrupción.

Los que llenan las barras bajas de acceso, permanencia y completación en el sistema escolar, y las barras altas de «bajo rendimiento», «repetición», «deserción» y «fracaso escolar». Los que, desde pequeños, deben movilizarse por las suyas para llegar a la escuela, en campos y ciudades, a menudo caminando largos trechos. Los que, a merced de las políticas de «alivio de la pobreza», no pueden faltar a la escuela pues de ello depende que sus familias cobren los codiciados bonos de pobreza que permiten sobrevivir y «salir (estadísticamente hablando) de la pobreza». Prestaciones monetarias condicionadas: moderna modalidad de trabajo infantil…

Los que llegan a la escuela con hambre, sueño y cansancio. Los que comen poco y mal. Los que duermen poco y mal, hacinados, en el suelo o en camas atiborradas. Los que carecen de vivienda digna, agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, teléfono. Los que no tienen material de lectura en el hogar ni ven gente leyendo y escribiendo a su alrededor. Los que cuidan a los hermanos menores, ayudan en las tareas domésticas y deben trabajar desde niños para contribuir al ingreso familiar. Los que no tienen tiempo para jugar. Los bajo sospecha por sus condiciones de «educabilidad«…

Los bilingües y trilingües, pero en lenguas subordinadas que a nadie importa. Los con saberes y habilidades prácticas, útiles para la vida cotidiana, pero ignorados y despreciados en el currículo escolar y en la evaluación. Los analfabetos o con «educación incipiente», dados por ignorantes y eternamente tildados de «analfabetos funcionales». Los con padres y abuelos temerosos de la escuela e impotentes frente a las fatídicas tareas escolares.

Los con mal pronóstico escolar desde el primer día de clases. Los que no tienen voz ni padri­nos para pelear por la calificación o el pase de año. Los de la «paradoja de las aspiraciones«: se conforman con poco, agradecen lo que les dan, ignoran que la educación es un derecho y la buena educación algo por lo que hay que luchar. Los que aspiran solo a una escuela gratuita que dé de comer y a un profesor que no falte y no maltrate mucho. Los que votan al candidato que ofrece computadoras, sin exigirle la luz eléctrica indispensable y los profesores idóneos para manejarlas.

Los que asisten a las escuelas pobres, semivacías o desbordantes de alumnos, que carecen de todo, muchas veces hasta de pizarra, tiza, mesas y bancas. Las distantes, las con profe­sor o profesora orquesta, las sin agua potable o baterías higiénicas, las con artefactos arrumados que nunca llegaron a usarse, las con menos días y horas de clase al año. Las con profesores recién estrenados y sin calificación, deseo­sos de huir y avanzar hacia un lugar mejor, en la ciudad.

Muestran los estudios que los mismos profesores se comportan distin­to en las escuelas a las que asisten los pobres y aquellas a las que van los de familias acomodadas. Los estereotipos asociados a la pobreza y el desprecio hacia los pobres no se abordan como capítulo esencial de la formación docente, ni se desmontan las bajas expectativas respecto de los alumnos y sus capacidades. Al alumno pobre, con­siderado «caren­te», se le da menos y se le exige menos. Políticos y expertos, por su parte, proponen «reducir el fracaso escolar», no asegurar el éxito escolar.

Y es que, en lo que hace a la educación, a los pobres les toca por todos lados: por lo extra-escolar y por lo intra-escolar. A las condiciones socio-económicas des­favorables se agregan las malas condiciones de enseñanza y de aprendizaje. Los pobres no solo tienen menos acceso a la educación escolar sino que la que reciben es la más irrelevante y la de peor calidad.

Las estadísticas deshumanizan los problemas: los números sustituyen a las personas, los promedios desfiguran la realidad educativa de los pobres, semioculta tras los indicadores de los más favorecidos, tras los diagnósticos y evaluaciones que terminan dejando todo en su lugar, sin afectar las condiciones estructurales que explican y reproducen la pobreza en sus múltiples dimensiones.

Un estudio pionero sobre pobreza y educación en América Latina, basado en bibliografía producida en la región entre 1983 y 1987 (J.E. García Huidobro y L. Zúñiga, ¿Qué pueden esperar los pobres de la educa­ción?, CIDE, Santiago, 1990) indicaba que: a) la relación entre educación y pobreza empezó a introducirse como tema en la región a partir de 1983; b) aparecía mencionado de manera vaga y gene­ral; c) quienes más lo mencionaban eran los organis­mos inter­naciona­les (la mitad de los 912 documen­tos analiza­dos); d) a nivel nacional, quienes más se ocupaban del problema eran los cen­tros privados (dos tercios de los documentos de origen nacional); e) el tema no era tema para estados y gobiernos; f) de cualquier modo, eran principalmente los estados y la educación pública los que asumían la educación de los pobres.

Muchas cosas han cambiado desde entonces. En la últimas décadas la pobreza se instaló como tema central en las políticas económicas y sociales. Del objetivo de «erradicar la pobreza» se pasó al de «reducir la pobreza» y finalmente al de «reducir (a la mitad) la pobreza extrema». Al mismo tiempo, de «educación general básica para toda la población» se pasó a «educación primaria» y a «cuatro años de escolaridad» como meta mundial deseable y alcanzable para los pobres (Objetivos de Desarrollo del Milenio – ODM) para el año 2015.

La retórica educativa se llenó de calidad y equidad, pero poco se avanzó en los hechos. Cualquier cosa se da por «calidad»; la «equidad» se establece con parámetros de mínima.

Si nuestras sociedades se rigieran realmente por el sentido de la jus­ticia y la igualdad, los pobres deberían ser los mejor atendi­dos, los servidos con los mejores profesores, instalaciones, equipos y materiales, los prioritarios en términos de condiciones básicas de aprendizaje (nutrición, salud, vivienda, bienestar familiar, calidad docente, etc.). No solo porque los pobres están objetivamente en desventaja y en situación de vulnerabilidad permanente, y porque ya sabemos que la pobreza es un limitante de primer orden para el aprendizaje, sino porque  – digan lo que digan los cálculos y los indicadores oficiales – los pobres siguen siendo la mayoría de la población.

Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/2012/08/pobre-la-educacion-de-los-pobres.html

Comparte este contenido:

China: Vice primera ministra destaca papel de educación en reducción de pobreza

China/10 julio 2017/Fuente: Spanish People Daily

La vice primera ministra china Liu Yandong pidió el sábado mejorar la educación en las áreas subdesarrolladas en medio de los esfuerzos para combatir la pobreza.

«La educación es la manera fundamental de detener la transmisión intergeneracional de la pobreza, y a los niños que viven en áreas pobres se les deben garantizar las condiciones para recibir educación y perseguir sus sueños», destacó Liu en una conferencia sobre la reducción de la pobreza en la provincia noroccidental china de Gansu.

Pidió que mejoren las condiciones escolares en la enseñanza obligatoria, aumenten la cantidad y calidad de los maestros en las zonas rurales y se preste atención especial a los niños que se quedan en su lugar de origen cuando sus padres migran a otros lugares para trabajar.

«Los niños deben recibir una educación justa y sana al comienzo de su vida», sostuvo.

También pidió el desarrollo de la educación profesional y proporcionar a los alumnos ayuda económica para que puedan entrar en las escuelas superiores y obtener empleo.

China planea sacar a toda su población rural de la pobreza antes de 2020. Al cierre del año pasado todavía había 43 millones de personas del rural que vivían en la pobreza.

Fuente noticia: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2017/0710/c31621-9239289.html

Fuente imagen: http://s03.s3c.es/imag/efe/2015/05/08/20150508-10776607w.jpg

Comparte este contenido:

Las barreras a la inclusión educativa

Por: Paola González-Rubio

El derecho a la educación – estar, aprender y participar en la escuela – es un derecho humano, y como tal, debe garantizarse para tod@s independientemente de quién eres, de dónde vienes, qué te gusta, qué se te dificulta.

Para esto, el sistema educativo debe contar con un apoyo especializado constante que logre no sólo que cada niñ@ ingrese a la escuela, sino que también elimine cualquier barrera para el aprendizaje y la participación (BAP).

La condición de experimentar una BAP es comúnmente identificada como tener “necesidades educativas especiales” (NEE). Sin embargo, un enfoque en barreras deja de etiquetar a las personas por sus supuestas carencias y dirige la atención a lo que debe hacerse desde el sistema para transformarse hacia la inclusión.

Estas barreras muchas veces son ignoradas e incluso perpetuadas por los sistemas educativos y las prácticas en el aula de docentes que no han recibido una formación que les dé las herramientas para atender las barreras oportunamente, o no cuentan con el apoyo necesario para hacerlo. Esta situación viola del derecho a aprender de much@s niñ@s.

La educación sin exclusión y de calidad está contemplada en el artículo 3º de la Constitución Política. Actualmente, la atención para eliminar las BAP se concentra principalmente dentro del área de educación especial que debe atender a l@s alumn@s de manera adecuada a sus condiciones, procurando la equidad. Sin embargo, en nuestro estudio Tod@s hemos identificado y documentado que existen obstáculos en el sistema educativo mexicano para eliminar estas barreras que pueden categorizarse en:

1) Falta de identificación oportuna: las unidades encargadas de diagnosticar la existencia de barreras no llegan a tod@s, de hecho, llegan a muy pocos, por lo que las barreras se amplían y obstaculizan un pleno desarrollo.

2) Atención inadecuada: el apoyo para reforzar el aprendizaje y eliminar barreras no llega a tod@s. En Yucatán -estado en el que más niñas, niños y jóvenes con BAP son atendid@s por educación especial (Mexicanos Primero, 2016)- sólo 15.7 por ciento de quienes reportan necesitarla reciben atención.

3) Actitudes discriminatorias: las actitudes de familias y maestr@s hacia estas barreras representan un gran obstáculo; a veces las familias no están conscientes de que se debe dar atención especial a su hij@, o l@s maestr@s no están motivad@s para trabajar con un grupo con necesidades diversas.

Podemos aprender mucho de lo que están haciendo otros países para ser incluyentes y eliminar las BAP que experimentan l@s alumn@s. Por ejemplo, en Mongolia se identificó que much@s niñ@s que experimentaban barreras no asistían a la escuela porque las familias tenían vergüenza y l@s maestr@s no les aceptaban.

La organización Save the Children llevó a cabo sesiones de formación
continua para trabajar con maestr@s en temas de actitudes y habilidades para trabajar estas barreras. Esta formación hizo mucho énfasis en que se entendiera cómo impacta la vida de un niño o niña el poder estar en la escuela y les dieron herramientas para trabajar con las familias. Los resultados fueron positivos, aumentando el ingreso y permanencia (Save the Children, 2008).

Por otro lado, en Finlandia, uno de los países más incluyentes en educación, todas las escuelas cuentan con maestr@s especializad@s y asistentes de aula; esto permite que tod@s l@s estudiantes reciban educación especial bajo el supuesto de que en algún punto del proceso de aprendizaje, tod@s experimentarán alguna barrera para aprender o participar. Es un sistema enfocado a la prevención, no se “atiende” a una niña una vez identificada una barrera, sino se trabaja con tod@s
desde temprana edad para prevenir (Sahlberg, 2015).

En nuestro país, la escuela primaria Santiago Roel en Monterrey, ha implementado un sistema de mentoría entre alumn@s que les permite promover una experiencia incluyente para tod@s. Un alumno con desempeño alto se dedica una semana a ser mentor de una alumna que experimenta alguna barrera, con el apoyo y guía del personal docente. La idea es que quienes experimentan BAP fuertes, siempre tengan un compañero mentor y así los mentores generen un sentido de empatía e inclusión. La experiencia les ha dado muy buenos
resultados.

Existen muchos ejemplos que pueden ilustrar lo que podemos hacer en México desde el sistema educativo, pero también en las escuelas y en nuestros propios hogares. La inclusión es derecho y responsabilidad de Tod@s.

Puedes conocer más sobre cómo eliminar las barreras para el aprendizaje y la participación en todos.mexicanosprimero.org

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/las-barreras-a-la-inclusion-educativa.html

Comparte este contenido:

Unesco: Una guía para garantizar la inclusión y la equidad en la educación

Unesco/03 julio 2017/Fuente: Unesco

Desde 1990, los países han alentado el desarrollo de sus sistemas educativos con el objetivo de promover y facilitar la educación para todos los niños. Las experiencias obtenidas del movimiento de la Educación para Todos y de los Objetivos de Desarrollo del Milenio demuestran que a pesar de los logros significativos alcanzados quienes más lo necesitan no sacan provecho de forma automática de todo el espectro de oportunidades educativas en lo relativo a las oportunidades educativas de calidad.

¿Por qué esta nueva guía es importante?

Según las estadísticas de la UNESCO, 263 millones de niños, jóvenes y adolescentes, entre 6 y 17 años de edad, no han sido aún escolarizados y sus logros en el sistema escolar siguen siendo uno de los mayores desafíos para muchos países. Por otra parte, no significa lo mismo garantizar la inclusión de todos los niños en los procesos de enseñanza, que suministrar equipos y dispositivos al sector educativo. A muchos niños y jóvenes escolarizados se les sigue excluyendo de las posibilidades de aprendizaje y no obtienen, en igualdad de condiciones, los beneficios que se puede esperar de una educación de calidad. Según estudios recientes, los niños y jóvenes provenientes de grupos desfavorecidos, una vez escolarizados, corren más riesgo de convertirse en blanco de diversas formas de violencia escolar y acoso por parte de los docentes y de sus compañeros, algo que engendra consecuencias negativas en el ámbito de la calidad y del rendimiento escolar.

Si los países no formulan y no aplican las políticas y los programas educativos de carácter inclusivo, y si no ofrecen contextos de aprendizaje, programas docentes y planes pedagógicos que también sean integradores para los educandos, habrá pocas probabilidades de que esta situación cambie. El mensaje fundamental de esta Guía es que cada educando cuenta y cuenta en idénticas condiciones de igualdad que sus compañeros. En ello consiste el término de inclusión. Debemos respetar la diversidad de las necesidades, las aptitudes y características propias de cada educando, así como erradicar todas las formas de discriminación en los centros de aprendizaje. Tal y como Mel Ainscow, profesor emérito de la Universidad de Manchester y coordinador de la redacción de los aspectos más destacados de la publicación, observa: “promover la inclusión y la equidad en las escuelas significa que se aprende a convivir con las diferencias y que, en realidad, se saca una enseñanza de estas diferencias”. “Esto quiere decir que descubrimos las múltiples maneras de implicar a los alumnos en el proceso de aprendizaje para que puedan tener el control de este proceso y asumir sus responsabilidades”, añadió Renato Operti, especialista principal del programa en el seno de la OIE-UNESCO. Nada de esto puede llevarse a cabo de un día para otro. Para lograr implementar el cambio a escala de todo el sistema debe considerarse la inclusión y la equidad como procesos que requieren de un programa con diferentes niveles y la aplicación de políticas integrales, así como el compromiso de las diversas partes interesadas tanto dentro como fuera del sistema educativo.

Esta guía, redactada para garantizar la inclusión y la equidad en la educación, ha sido publicada en el momento en que el mundo acaba de asumir el compromiso de alcanzar un marco renovado de desarrollo sostenible. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 sobre Educación hace un llamamiento para garantizar una educación inclusiva y equitativa y a promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos de aquí al 2030. ‘‘Es parte de nuestro mandato ético y nuestra responsabilidad común velar para que los grupos de personas más frágiles y al margen de las oportunidades de aprendizaje gocen efectivamente del derecho a una educación de calidad’’, afirmó Florence Migeon, especialista del Sector de educación de la UNESCO para el programa de inclusión en la educación. Se trata de llevar a cabo un seguimiento exhaustivo de los grupos marginados y, cuando proceda, tomar las medidas necesarias para garantizar la presencia, la participación y el éxito de éstas en el sistema educativo. De este modo, queda claro que el nuevo ODS en materia de educación tiene como objetivo la enseñanza y el aprendizaje para todos.

¿Qué proporciona esta guía?

Mediante esta Guía la UNESCO tiene como objetivo brindar un apoyo de índole práctica para que los Estados Miembros logren detectar qué lugar ocupan la igualdad y la inclusión en sus políticas ya existentes, y decidan las medidas que deben tomarse en aras de mejorar dichas políticas, así como en dar seguimiento a los logros obtenidos tras haber emprendido la puesta en marcha de las acciones correspondientes. La Guía ofrece un marco de evaluación que presta asistencia a los países durante este examen, y toma en cuenta cuatro dimensiones clave: los conceptos, las declaraciones de políticas, las estructuras y los sistemas, y, finalmente, las prácticas.

Además, las conclusiones de las investigaciones en la esfera internacional que figuran también en esta Guía, permitirá que los Estados Miembros extraigan enseñanzas de los procesos llevados a cabo en otros países con miras a aplicar sistemas educativos inclusivos y equitativos. Cómo Ghana evalúa la inclusión en sus escuelas tradicionales, cómo Dinamarca fomenta una concepción unificadora en el plano comunitario al tomar en cuenta las opiniones de los niños con miras a mejorar la inclusión y la igualdad, o aun, cómo los alumnos de Portugal ayudan a los docentes a innovar. Son estos algunos ejemplos de prácticas eficaces que impulsan el derecho de cada educando a una educación inclusiva y equitativa.

La Guía para garantizar una educación inclusiva y equitativa (en inglés) fue publicada por la Sección de Educación para la Inclusión y la Igualdad de Género y la Oficina Internacional de Educación.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/a_guide_for_ensuring_inclusion_and_equity_in_education/

Comparte este contenido:

Colombia: Así se desarrolla la educación inclusiva de Medellín.

América del Sur/Colombia/04.07.2017/Autor y Fuente: http://www.elcolombiano.com/

En los colegios de Medellín están matriculadas 14.147 niños, adolescentes y jóvenes con algún tipo de discapacidad, de los cuales, 12.672 están en las instituciones educativas oficiales y de cobertura contratada. En 2012, esta cobertura solo alcanzaba para 6.534 personas.

Igualmente, hace cinco años, solo estaban escolarizados 3.767 individuos pertenecientes a grupos poblacionales diferentes a los discapacitados; otros miles quedaban por fuera de los programas y estrategias por falta de recursos y el talento humano que se requiere para brindar la atención especial que necesitan.

Hoy, el panorama en la capital antioqueña es diferente. Más del doble, 8.446 niños, adolescentes y jóvenes, de estos grupos, son educados mediante estrategias inclusivas de la secretaría de Educación.

Para brindar una atención especializada y facilitar el trabajo, el equipo de educación inclusiva del Municipio dividió en nueve poblaciones diversas (en situación de discapacidad, capacidades y talentos excepcionales, en condición de enfermedad, etnias, iletrados, extraedad, menor infractor, reintegrados y habitantes de calle) la demanda de atención educativa; cada una con un enfoque diferencial.

La secretaría de Educación de Medellín tiene a varios docentes y especialistas encargados de crear nodos —grupos interinstitucionales— para impulsar la articulación intersectorial y así apoyar las labores de educación inclusiva y garantizar, a lo largo del tiempo, la prestación de todos los servicios educativos.

El objetivo, antes de finalizar el cuatrienio, es haber conformado hasta 20 nodos, para poder consolidar y fortalecer este sistema de atención especial en Medellín y lograr un cobertura total en todos los grupos poblacionales.

Ejemplos

La inclusión va más allá de las necesidades de los estudiantes que pertenecen a poblaciones vulnerables o que tengan discapacidad física o cognitiva.

“Hemos detectado, en nuestros colegios y jornadas complementarias, niños y jóvenes con talentos excepcionales que, muchas veces, al no ser atendidos o encaminados como debe ser, pierden el interés, no ponen atención y se vuelven indisciplinados. Para explotar sus talentos cognitivos como debe ser, nosotros los tenemos georeferenciados por colegio, reciben una atención especial de los docentes y vamos a crear un programa para promover sus capacidades, ya sea en arte, ciencias, liderazgo, etc; y así tener un capital social positivo para Medellín”, comentó Luis Guillermo Patiño, secretario de Educación de Medellín.

Sin duda, los niños que sufren alguna discapacidad física que les impide desplazarse a las instituciones educativas, son la población que más requiere de los recursos y el talento humano de la entidad.

“Con ellos tenemos una estrategia que consiste en ir hasta sus casas con los profesores, materiales pedagógico y herramientas tecnológicas para que puedan recibir su educación. Lo mejor de este sistema, es que la familia se matricula con el niño para acompañarlo. Lo mejor es que hemos logrado ampliar la cobertura los niveles. Antes solo podían cursar hasta quinto de primaria, ahora les vamos a garantizar que puedan terminar su bachillerato”, manifiesta Patiño.

Para la población en condición de enfermedad, con diagnósticos de mediana y alta complejidad que dejan a los niños por meses en sus casas o en hospitales, y que eran olvidados por el sistema escolar, se firmó un convenio con las cajas de compensación familiar, hospitales y fundaciones, para tener aulas hospitalarias y acompañar al niño en su pénsum escolar, para que cuando se mejoren, puedan regresar a sus colegios estando al día en la mayoría de las materias.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/antioquia/asi-se-desarrolla-la-educacion-inclusiva-de-medellin-BG6822993

Imagen: http://www.elcolombiano.com/documents/10157/0/580×387/0c11/580d365/none/11101/LMLJ/image_content_28967350_20170630165500.jpg

Comparte este contenido:

Venezuela: A partir de este domingo Misión Robinson graduará a más de 72 mil venezolanos

Venezuela/03 julio 2017/Fuente: RNV

El ministro para la Educación, Elías Jaua, informó que a partir de este domingo comienza la jornada de graduación de 72 mil 582 venezolanos formados en la Misión Robinson.

De este total, 6 mil 115 recibirán su certificado como alfabetizados y 66 mil 467 como graduados de sexto grado productivo.

Durante el acto de conmemoración de los 14 años de la creación de este programa educativo, el presidente de la República, Nicolás Maduro, entregó los certificados al primer grupo de ciudadanos formados por la Misión Robinson I, dirigido a la alfabetización, y por la Misión Robinson Productiva, dirigida a quienes no culminaron el sexto grado de primaria, con el añadido de que además de las primeras letras, los integrantes aprenden oficios y son apoyados por el Estado para la conformación de unidades socio productivas en diversas áreas.

En el evento que se realizó en la sala Ríos Reina del Teatro Teresa Carreño, en Caracas, el jefe de Estado destacó la importancia de continuar la formación de estos venezolanos, y mencionó que la captación se debe hacer en los recorridos casa por casa que realiza los brigadistas del Movimiento Somos Venezuela , con base a la información obtenida en el Carnet de la Patria, en el que se inscribieron más de 14 millones de venezolanos.

Recordó que el Gobierno bolivariano vela por estos derechos constitucionales y además garantiza la protección social. “Este es el mandato que nos da la Constitución: estudio, trabajo y protección social”, dijo, al otorgarle el certificado como alfabetizada y la tarjeta Hogares de la Patria a Dessiré Guzmán, la primera alfabetizada de esta jornada.

En ese sentido, mencionó que los programas que desarrolla la Revolución Bolivariana para promover la atención integral de los venezolanos, contrasta con el modelo neoliberal que propone la derecha, y que se caracteriza por generar pobreza y exclusión.

“Ellos quiere un país de ricos y pobres. Ellos los ricos y todos los demás pobres. Nosotros queremos un país de iguales, un país de gente que se ame, un país armonioso, de gente con educación, que trabaje y que haga cultura. Queremos un país donde vayan desapareciendo esas diferencias de clase, un país de gente digna y un país de paz”, dijo.

Durante el evento, el Jefe de Estado también entregó financiamiento a graduados de la Misión Robinson Productiva, para desarrollar los diversos proyectos que suman al desarrollo económico nacional.

La Misión Robinson comenzó con el programa Yo sí puedo enseñó a leer y escribir, en su primera etapa, para formar a quienes durante años fueron excluidos del sistema de formación nacional, lo cual contribuyó a incrementar la tasa de alfabetización en Venezuela.

Esta misión condujo a Venezuela a ser declarada el 28 de octubre de 2005 territorio libre de analfabetismo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), luego de tres años de formar en las primeras letras a más de un millón de personas.

En la actualidad, este programa social ha alfabetizado a más de 1 millón 800 mil venezolanos.

Fuente: http://rnv.gob.ve/a-partir-de-este-domingo-mision-robinson-graduara-a-mas-de-72-mil-venezolanos/

Comparte este contenido:

Reforma educativa y educación rural en México

Por: Benjamín Berlanga Gallardo

Hay más educación para el medio rural y menos proyecto de educación rural

Hay cada vez más educación para las zonas rurales, pero hay cada vez menos proyecto o modelo de educación rural. Es más, ya no lo hay. En las dos últimas décadas del siglo pasado la cobertura de la educación preescolar, primaria y secundaria se ha extendido hacia las zonas rurales a través de diferentes tipos de servicios educativos. Desde el inicio de este siglo el mismo proceso se está dando con la educación media superior y superior. La oportunidades educativas para jóvenes de comunidades rurales se han ampliado significativamente (los telebachilleratos, los bachilleratos digitales, los bachilleratos comunitarios, las opciones de escuelas privadas dedicadas a preparar a jóvenes para presentar los exámenes de la SEP, la extensión de preparatorias de las universidades publicas hacia comunidades rurales, así como las ofertas de los CECATI e ICATI) Y lo mismo pasa con la educación superior. Hay una rápida extensión de la oferta educativa en las zonas rurales: las universidades privadas extienden los servicios con diferentes licenciaturas de fin de semana, semi escolarizadas; las universidades públicas crean unidades regionales. La mejora de las vías de comunicación, el alcance de las TIC y el crecimiento de las rutas de transporte hacen lo demás.

Sin embargo, esta extensión de la educación hacia las zonas rurales se ha dado desde la renuncia práctica al proyecto de educación rural, es decir desde la renuncia a la configuración de proyectos educativos específicos que definan una paideia que considere lo rural como forma de vida válida y necesaria y que consideren esa forma de vida como parte de la comunidad política.

Esta es una de las complejidades del cumplimiento del derecho a la educación. El derecho a la educación se sustenta en la aspiración de la universalización de la educación para que todas las personas tengan a lo largo de su vida la posibilidad efectiva de hacer uso de servicios educativos, establecidos fundamentalmente por quien es garante de estos derechos, el Estado. El derecho a la educación como práctica de inclusión social, se sostiene en la idea de que el acceso al sistema de educación normado por el Estado es un logro que permite igualdad de todos y todas, porque asegura que todos y todas tienen las mismas posibilidades de hacer uso de los servicios de educación. Más allá de ello, el cumplimiento del derecho a la educación se presenta como uno de los factores positivos de desarrollo, es decir, del logro de un modo de vida: un sujeto que ha sido educado hasta un nivel y grado determinado, es un sujeto desarrollado y entre más superior resulte ese nivel, más desarrollado resulta y más desarrollado el país en que vive. Sin embargo, el cumplimiento de ese derecho se hace efectivo mediante la universalización de planes y programas, la igualación de las diferencias en perfiles de egreso universales y en aspiraciones de educación que generan una igualación de lo diferente que termina por ser excluyente para muchos, una negación misma de la diferencia y el borramiento de ciertas vidas, la producción social de la ignorancia en el olvido de lo propio y la producción social de la indiferencia.

 

En el siglo XX la educación rural ha transitado de la escuela rural mexicana, a la educación y capacitación técnica agropecuaria, a la desaparición de la educación rural como proyecto cultural

En el siglo pasado se dieron tres periodos significativos en la educación rural a nivel nacional: a) el periodo que va de los 20 a los 50, que tiene como representación paradigmática la “escuela rural mexicana”; b) el periodo de los 60 a los 80 centrado en ambiciosos proyectos de educación y capacitación técnica agropecuaria y en la aparición de propuestas educativas para los campesinos sin potencial productivo, los campesinos pobres, que pronto serán “los pobres” sin más; y; c) el periodo del declive y práctica desaparición del proyecto cultural de educación rural, desde mediados de la década de los 80, que va aparejado a la progresiva extensión de un modelo educativo único y a la ampliación de la cobertura en todos los niveles educativos.

Estos tres hitos de la educación rural son correspondientes o se dan como parte de procesos específicos de articulación de las sociedades campesinas, siempre locales–regionales, en la sociedad nacional, a lo largo del siglo

  1. a) el periodo de incorporación del sujeto social campesino como parte del proyecto de nación entre los 20 y los 50, como resultado de la revolución mexicana y como intento de construir una país que considera a los campesinos como fuerza social, económica, cultural vigente (los saldos favorables del periodo pos–revolucionario);
  2. b) el periodo de “subordinación del trabajo campesino al capital” entre los 60 y los 80 enmarcado en la idea de desarrollo en el que los campesinos aparecen como fuerza subordinada a la lógica de acumulación del capital industrial;
  3. c) el periodo de “borramiento” del sujeto social campesino como productor, como sujeto de la política pública y su construcción cultural como “vida que no merece la pena ser llorada” (J. Butler), a partir de los 80 cuando se da el desmantelamiento definitivo de la unidad de producción campesina y el desplazamiento de productores a consumidores de los campesinos en la economía nacional y a fuerza de trabajo des localizada generadora de remesas.

No hay educación rural porque no hay sujeto rural en la consideración de las políticas públicas

 En la política pública educativa en México no queda nada o casi nada de la educación rural en tanto el sujeto de la educación rural, la campesina y el campesino, no aparecen: han sido borrados o des–habitados en la configuración política, económica, social, cultural del país: hoy hay política pública educativa y otras políticas para los pobres que viven en las zonas rurales, que no es lo mismo que para los campesinos y las campesinas.

En las condiciones actuales y desde la perspectiva del sistema la suerte de los campesinos y campesinas y de los indígenas, está cantada: han de desaparecer como grupo social. No son necesarios, no son importantes: lo que producen no cuenta, no vale; sus culturas son rémoras, arcaísmos innecesarios en tiempos de la modernidad (si acaso para museo, para recuento iconográfico de “los que hicieron la patria”); su presencia, un estorbo en una sociedad que se cree moderna, que se mira a si misma moderna, actual; sus revueltas, innecesarias, sus rebeliones contraproducentes: van en contrasentido de la marcha ineluctable hacia el progreso, la modernidad (¿regresar?, ni para tomar vuelo): la entrada de México a las naciones desarrolladas.

Son los “innecesarios necesarios”. La operación del sistema los hace innecesarios y, al mismo tiempo, necesarios, reconvertidos en otros en el imaginario social. El sistema no los necesita como campesinos y campesinas, pero los quiere y los busca ahora como consumidores: los habitantes de las zonas rurales devenidos “nicho de mercado”. En lo económico se les despoja de su valor como productores (resultan arcaicos, ineficientes, pre–modernos, costosos…) y de su capacidad misma como productores (desgastando y desmantelando sus unidades productivas). En lo social, mediante una inmensa operación cultural–política aparejada a su desvalorización como productores, se les nombra de otro modo: los pobres, pobres sin más: ciudadanos pobres si acaso. Y en esa operación como sociedad nos “cargamos” historias y culturas, pluralidad de modos de vida, de convivialidad y de relación con la naturaleza. Desde allí, el sistema los imagina incorporados a los beneficios del desarrollo y promueve una inclusión ilusoria y frágil: su incorporación a los circuitos de consumo y su ciudadanización política y social–política mediante el acceso a la democracia en el sistema de partidos y social, mediante su participación acotada y controlada en los asuntos públicos locales. Dejarán de ser pobres mediante su propio esfuerzo y mediante la asunción de una ciudadanía social participativa.

En esas estamos: para los campesinos e indígenas este tiempo es el tiempo de la negación y el ninguneo. Es el tiempo de las políticas de inclusión, pero no a partir de sus modos de vida sino desde la negación económica y sobre todo cultural y social, para hacerlos aparecer como los “otros”. ¿Qué “otros”?: los pobres, los que han de engancharse a la lógica del desarrollo para aspirar a dejar de ser pobres.

El perfil de egreso de la reforma educativa borra a los y las campesinas y borra lo campesino, lo rural, como proyecto cultural

 

En la reforma educativa actual (en su versión coherente y completa en términos de diseño, la presentada en 2016) no hay consideración de la educación rural. La educación rural no cabe en la formulación propuesta: no podría caber en un esfuerzo donde lo que se ha pretendido es “atrapar” lo que se denomina dispersión de modelos educativos en un “marco curricular común”; y no podría caber en un planteamiento discursivo y modelador de políticas públicas donde lo campesino ha sido reducido a pobreza rural

Por ejemplo, el perfil de egreso del nivel medio superior en la reforma educativa de 20161 está configurado por 12 rasgos que delinean a un sujeto presentado como un “ciudadano” que:

+ Tiene sentido de pertenencia y amor a México + Favorece la convivencia y el diálogo con respeto a la diversidad + Se preocupa y actúa por el medio ambiente + Valora el arte y la cultura + Colabora de manera constructiva + Se comunica con eficacia + Usa las habilidades digitales + Busca entender su entorno + Piensa de manera crítica + Razona y aplica conceptos numéricos + Comprende y entiende conceptos financieros básicos + Regula sus emociones y cuida su salud.

Sin embargo, estos rasgos del perfil se despliegan en una narrativa que describe a;

+ una subjetividad “amnésica” en su sentido de pertenencia y amor a México, que narrativamente no se sostiene en un ejercicio de recuperación y actualización de la memoria histórica, en un reconocimiento del testimonio de los mayores, en un sentido de transmisión y herencia cultural;

+ una subjetividad de convivencia “epidérmica” que no está elaborada en la configuración de la intersubjetividad sino en la soledad de un individuo que se relaciona con el otro desde la igualdad de derechos, el respeto a la diferencia, el reconocimiento de la diversidad, el reconocimiento de derechos y obligaciones;

+ una subjetividad que se sitúa desde la exterioridad en la relación con el medio ambiente en la que no se significa la pregunta por el cambio de modo de relación con la naturaleza a partir de la reconsideración de la naturaleza como vida;

+ una subjetividad en donde el “nosotros” es trabajo en equipo, colaboración asertiva, resolución de problemas: es momento antes de regresar al si mismo;

+ una subjetividad de comunicación “rasurada”, reducida a la eficacia y eficiencia del uso del lenguaje en la relación con los otros, que no es considerada como capacidad de “presentación” en el mundo con la palabra, como capacidad literaria para elaborar mundo, como donación de la escucha y la palabra para hacer conversación que hace lo común;

+ una subjetividad que hace del entorno dato, registro de información, análisis, formulación de hipótesis y planteamiento de soluciones, conocimiento objetivo y donde no aparee la elaboración de un saber desde las preguntas por de la experiencia de la vida;

+ una subjetividad con un pensamiento crítico acotado, reducido a la identificación y resolución de problemas, desligado de cualquier sentimiento de indignación y de reconocimiento de la injusticia;

+ una subjetividad de la razón técnico instrumental numérica, mensurable, para establecer escenarios, proyecciones, tomar decisiones;

+ una subjetividad que piensa los recursos para vivir como recursos financieros y toma decisiones basadas en el cálculo de riesgos;

+ una subjetividad con una emocionalidad regulada, auto controlada como aspiración de salud, centrada en si misma, en el propio proyecto de vida, en metas personales y en el manejo de sus emociones para enfrentar la adversidad con eficacia.

La reconfiguración tensionante de lo rural

 Asistimos hoy en las zonas campesinas e indígenas a una reconfiguración contradictoria y compleja de las identidades personales y grupales en condiciones que muchas veces parecieran generar conflictos y situaciones dolorosas en las personas y en las relaciones entre las personas. Un dicho se generaliza: “que mi hijo estudie para que no viva tan jodido como nosotros”: la percepción negativa de ser campesino, de vivir así, jodido, como campesino; la búsqueda del progreso personal y familiar fuera del campo. Y lo contrario: el creciente surgimiento de identidades campesinas e indígenas actualizadas a partir de una fuerza de recuperación de lo propio, que se conforman en movimientos sociales a nivel local y regional que marcan camino, que abren senderos con sus proyectos de vida buena, vividos no sin contradicción y problemas.

Hay que hacer una nueva lectura de lo que está pasando desde los sujetos sociales. No hay un proceso de aceptación pasiva y uniforme de aquello que coloca, con diferente modos de violencia simbólica y también física, a los sujetos sociales como sujetos destruidos en la significación social de sus vidas; tampoco hay un proceso de asunción pasiva de las subjetividades mínimas en las que se quiere colocar la valía social del sujeto para ser incluido; lo que hay son procesos complejos, abigarrados, heterogéneos, desiguales, múltiples, en los sujetos sociales a nivel personal y en las formas de colectividad y de diferentes niveles de articulación espacial, de autonegación–aceptación pasiva–producción del dolor–generación de la indignación–de la revuelta, todo al mismo tiempo, en el marco de la producción colectiva de imaginarios deseados de acción que devienen promesa movilizadora de los colectivos.

Hay desde los sujetos en movimiento un cambio que es importante notar y anotar. La lucha por el reconocimiento social de las forma de vida propias, la exigencia del derecho a un reconocimiento como mexicanos y mexicanas desde la especificidad de lo que se pronuncia como propio es una condición generalizada en los modos actuales de emergencia de los sujetos sociales campesinos e indígenas, en la constitución de nuevas subjetividades colectivas que toman la forma de movimientos, organizaciones sociales, re–organizaciones comunitarias. En este sentido, hay que mirar la emergencia de esas subjetividades producidas en las expresiones colectivas en diferentes espacios sociales y de diversos niveles de alcance, no solo como subjetividades organizadas en contra de algo: debemos mirar la potencia que se despliega en la producción de nuevos modos de subjetividad, desde imaginarios novedosos de vida buena elaborados colectivamente en procesos dinámicos, contradictorios, complejos. Son luchas por algo, esfuerzos colectivos por imaginarios de vida buena, por futuros deseados que devienen en promesa que compromete.

La educación rural se hace en la cotidianidad y en lo local: desde abajo en la estructura organizativa de los servicios y en los margenes del sistema educativo

Desde la década de los 80 del siglo pasado, la educación rural se hace en la parte de abajo de la pirámide organizativa de los servicios educativos y se hace en los márgenes, o casi al margen, del sistema educativo nacional: la educación rural está en la práctica cotidiana de miles de docentes que en las comunidades hacen educación y está en las iniciativas locales y regionales, algunas con influencia nacional, de organizaciones campesinas, indígenas y de organizaciones de la sociedad civil.

Desde mi punto de vista la educación rural se juega hoy como resistencia, como configuración de narraciones alternativas a las del sistema educativo nacional. Hay educación rural en todos los niveles educativos. Hay múltiples iniciativas anónimas, locales, cotidianas, que encuentran canales de expresión y presentación de manera esporádica. Son iniciativas personales, compartidas, colectivas, siempre locales, que no reclaman autoría y que sin embargo ganan reconocimiento social allí donde se dan. También hay configuraciones colectivas, institucionales vinculadas a organizaciones sociales campesinas y a organizaciones de la sociedad civil. Por mencionar, hacen educación rural a nivel superior la UNICAM de la CNPA en Zacatecas, Morelos y Michoacán; la UNICEM en Santa María Tlahuitoltepec, la UNISUR en Guerrero, la UCIRED y el CESDER en Puebla, Moxviquil en San Cristobal, El Patronato Pro Educación Mexicano en Guaquitepec Chiapas, la Universidad Ayuuk en Oaxaca, UNITIERRA de Oaxaca y de Chiapas. Hacen educación rural a nivel medio superior las prepas de los maristas en Oaxaca, las de CACTUS, organización fundada en Oaxaca por Betty Cariño, asesinada hace unos años, el Patronato en Guaquitepec, las prepas del Frente Popular de Lucha de Zacatecas, el CESDER, Tamachtini en Puebla, las prepas que tienen su origen en la OIT en Huehuetla en la Sierra Norte de Puebla, por mencionar algunas. Hacen educación secundaria, aun desde antes, el proyecto de telesecundaria vinculada a la comunidad que surgió en el CESDER, Surutato, las secundarias comunitarias de la sección 22 de Oaxaca, el Patronato en Guaquitepec, Tesisili en el municipio de Cuetzalan, las Escuelas Zapatistas en Chiapas, las secundarias en las sierra huichola impulsadas por AJAGI….

La educación rural que se hace desde la cotidianidad y en lo local tiene que ver con la presentación del sujeto negado, con la actualización de la matriz sociocultural y con la participación en la comunidad política desde la forma propia de vida

La educación rural que se plantea y se propone desde abajo de la pirámide organizativa de los servicios educativos y desde los márgenes del sistema educativo, se configura como otra cosa (muchas veces como verdadero proyecto de resistencia o como anomalía) que lo que hay. Desde este lugar la educación rural: no tiene que ver con un problema de cobertura, aun cuando el acceso forme parte de la disputa por la educación; no tiene que ver con un problema de multigrado, aunque tenga que considerarse la organización de las relaciones educativas y de los aprendizajes desde la precariedad; no es planteada como un problema sociológico de educación y trabajo, de educación y pobreza, aunque no hay trabajo y hay pobreza; no es un asunto de derechos, aunque resulta como conquista de un derecho; no es un asunto de inclusión social o de logro de justicia social, sino de afirmación de una forma de vida. Desde esta perspectiva, la educación rural, ante todo:

+ tiene que ver con la pregunta por los modos de presentación de los campesinos para habitar el mundo, con la actualidad de esas vidas que aparecen socialmente como vidas que no merecen la pena ser vividas, y por tanto tiene que ver con procesos de reconsideración de la identidad, con la elaboración de narrativas de presentación desde la recuperación de la memoria histórica, el testimonio como vidas negadas y con la elaboración de historias preferidas, frente a las historias dominantes que se les imponen;

+ tiene que ver con las preguntas y el caudal de imaginación y creatividad que reivindica la matriz sociocultural campesina como matriz civilizatoria necesariamente actual, con la puesta al día de la relación con la naturaleza desde el trato y la reconsideración de modos de convivialidad, y tiene que ver con los modos propios y locales de producción de saberes y con la recuperación de saberes propios;

+ tiene que ver con el impulso decidido y novedoso de participación en la comunidad política desde la reivindicación de la autonomía, más allá del mero ejercicio de la ciudadanía formal, es decir, con la exigencia de reconocimiento social de las formas propias de vida.

En las múltiples iniciativas de educación rural hay la configuración viva de una paideiaeducativa y una propuesta actualizada y abierta de subjetividad campesina

Desde mi punto de vista es posible establecer algunos rasgos compartidos o comunes que hay en los proyectos de esa educación rural, la única educación rural que queda, que se mueve en los márgenes y muchas veces al margen de del sistema educativo nacional: se trata de la configuración compleja de una paideia y de la apuesta por la conformación de una subjetividad campesina, como configuración abierta, muchas veces incompleta, a ratos contradictoria en su formulación.

En las propuestas educativas lo que se busca es dar lugar a:

+ subjetividades implicadas que aprenden a poner el cuerpo, sujetos responsables y solidarios con los suyos y con los otros, dispuestos a intentar no sólo sus propios proyectos de vida sino los proyectos de vida colectivos;

+ subjetividades indignadas ante la injusticia y la negación que les afecta, con la capacidad de “habitar el mundo” con la fuerza de la palabra, dispuestos a desplegar la potencia el deseo y la imaginación para impulsar sus propio modos de vida;

+ subjetividades orgullosas y reconocedoras de la potencia de vida que hay en la matriz sociocultural campesina, de su actualidad y potencia en un mundo en crisis; con una memoria histórica viva, con capacidad de testimoniar, de recibir la herencia cultural y de proyectar el futuro;

+ subjetividades que reconocen el territorio como espacio de vida y que lo defienden;

+ subjetividades dispuestas a participar en el espacio público, conocedores de sus responsabilidades y obligaciones en la vida comunitaria y con la capacidad de ejercer una ciudadanía desde la reivindicación de las propias formas de vida;

+ subjetividades que fortalecen una relación con la naturaleza desde el trato con la vida y no desde la intervención para transformarla, y que para hacerlo recuperan la memoria histórica grupal de relación con la naturaleza y la actualizan;

+ subjetividades apasionadas, con capacidad de movilización, de asombro, de crítica ante lo que está pasando;

+ subjetividades con competencias para resolver la vida material mediante la relación con la naturaleza y mediante la pre–figuración de prácticas de subsistencia innovadoras;

+ subjetividades que valoran, reconocen y alimentan los saberes locales y que son capaces de articularlos con saberes y conocimientos especializados.

1 SEP, Propuesta Curricular para la Educación Obligatoria 2016, pp. 286–287

*CESDER–UCIRED

Fuente: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2017/06/30/reforma-educativa-educacion-rural-mexico/

Comparte este contenido:
Page 49 of 88
1 47 48 49 50 51 88