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¿Amenaza la identidad indígena el uso de tecnología?

Semana Educación

Semana Educación habló con diferentes expertos sobre las circunstancias en que la tecnología puede ser un riesgo o un beneficio para el mantenimiento de la cultura de los pueblos originarios.

Escondida en la vasta selva del Vaupés, una niña indígena de la comunidad Ceima Cachivera ve por primera vez un capítulo de “Pepa Pig”, el programa infantil más popular entre los niños de 4 a 8 años en el mundo. Más tarde, a escasos 30 minutos de este resguardo, un joven, también indígena, intenta ingresar a internet a través de su smartphonedesde uno de los pocos puntos de conexión que tiene Mitú.

Para muchos expertos, ver este tipo de imágenes representa la degradación de una cultura ancestral. En cambio, para otros, garantizar su acceso a la tecnología desde la escuela, como cualquier ciudadano, significa un avance esencial en su formación. Si bien es cierto que algunas comunidades indígenas no están recibiendo una educación de acuerdo con su identidad, privarlos de los avances del mundo porque pertenecen a otra cultura, es una postura que debe discutirse.

Para María Paula Martínez, directora ejecutiva de Save the Children Colombia, nada es malo per sé, “todo depende de si esas herramientas tecnológicas llegan acompañadas de metodologías, contenidos y traductores que les ayuden a formarse de acuerdo con su contexto”, explica.

Así mismo para el docente Felipe Mora, quien dictó clases entre 2014 y 2015 en el Litoral de San Juan, Chocó, a la comunidad indígena Wounaan, decir que las tecnologías afectan la cultura indígena del país no tiene sentido. Cree que son excusas para no conectar a los que más lo necesitan. “La tecnología les ayuda a mostrar sus conocimientos. Ellos quieren aprender, no es raro verlos con sus celulares, ¿por qué vamos a privarlos de algo que ya han empezado a usar?”, se pregunta este docente.

Óscar Sánchez, director de Educapaz cree, al igual que Martínez, que el uso de la tecnología como herramienta para propiciar comunicación y adelantar los propios proceso de aprendizaje, es muy bueno y las comunidades indígenas lo reclaman. Sin embargo, “esto depende de si tiene sentido en sí misma, es decir que la tecnología se use como herramienta de un proyecto educativo y didáctico”, afirma.

Para Sánchez, uno de esos ejemplos en los que la tecnología rompe con la identidad de los pueblos indígenas es el programa de Computadores para Educar, liderado por el Ministerio de Educación y el Ministerio de las TIC. A pesar de sus esfuerzos para llevar la tecnología a los lugares más apartados, no ha tenido un enfoque diferencial que permita reconocer las múltiples identidades de los pueblos indígenas. “Los materiales que el gobierno  propone se estrellan con lo que para ellos no es apropiado para su identidad”.  Sin embargo, según el Ministerio de Educación, “las decisiones respecto a los programas de alfabetización digital o de proyectos como bibliotecas y señal satelital se dialoga en un proceso de concertación con las Autoridades de los  Pueblos Indígenas, quienes deciden o no la implementación de estos programas y el alcance en los contextos escolares”.

Pero también hay experiencias donde la tecnología es usada de una manera constructiva en la comunidades indígenas, como es el caso en el norte del Cauca, en el municipio de Jambaló, donde la Institución Educativa Sesteadero tiene un proyecto de observación de aves. “Aquí los muchachos y los maestros hacen uso de cámaras muy sofistacadas para hacer fotos de las aves, las editan y las comparten en su página web, de esta forma se comunican con observadores de aves del mundo, desde su comunidad. Otro ejemplo, es de emisoras y canales de video producidos por los propios indígenas, en los que registran su realidad para fortalecer su identidad y también para ayudarnos a los mestizos  a entender su diversidad”, cuenta Sánchez.

 

¿Cómo va la educación étnica en el país?

Según el informe “Etnoeducación, un reto por el respeto y reconocimiento de nuestra población” presentado por Save the Children Colombia con cifras del Ministerio de Educación, se estima que en el país hay más de cinco millones de personas pertenecientes a un grupo étnico que representa el 13.7 por ciento de la población colombiana, según  el censo de población del 2005 del Departamento Nacional de Estadística (DANE).

Además, es en la zona rural donde más reside la población indígena, especialmente en las regiones de la Amazonía, Orinoquía, en el Litoral Pacífico, Cauca y Nariño sin litoral y en el Sur de Bolívar, Sucre y Córdoba, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) del 2010. Las personas que habitan en estas regiones tienen los índices de riqueza más bajos, factor que puede asociarse con el menor número de asistencia a centros educativos. Por ejemplo, entre las personas de 16 a 20 años sus asistencia a un centro educativo es de 56 % y entre los 21 a 24 años, es de de 26 %. “Esta realidad se traduce en una cobertura educativa restringida con dificultades de acceso, de infraestructura, económicas y de distancia. Poca pertinencia de los proyectos educativos y una escasa flexibilidad del sistema escolar que impide el completo desarrollo de las comunidades según su idioma, usos y costumbres,” comentó María Paula Martínez, directora ejecutiva de Save the Children Colombia.

Frente a este panorama, el Ministerio de Educación (MEN), asegura que en la actualidad existen 39 organizaciones étnicas que administran 1.667 sedes en donde se educan 126.168 niños indígenas, de acuerdo con sus Proyectos Educativos Comunitarios (PEC), un modelo que articula el tratamiento de las lenguas nativas con los principales desarrollos conceptuales, pedagógicos y metodológicos de cada grupo étnico, y  los conocimientos de las asignaturas básicas exigidas por el MEN.

Finalmente, aunque las comunidades indígenas entiendan la importancia de la tecnología, lo que se reclama, según Óscar Sánchez, de Educapaz, es la forma de imposición de una perspectiva del mundo, esto quiere decir que si la tecnología llega con contenidos occidentales, sin un propósito educativo, los pueblos indígenas sí puede sentirse amenazados

Fuente del articulo: http://www.semana.com/educacion/articulo/cuales-el-papel-de-la-tecnologia-en-los-pueblos-indigenas/540920

Fuente de la imagen: http://static.iris.net.co/semana/upload/images//2017/9/18/540943_1.jp

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Indígenas de Guatemala, ante una discriminación social y económica arraigada

Guatemala/07 de Agosto de 2017/WRadio

Los indígenas de Guatemala, casi la mitad de la población, continúan hoy enfrentando una discriminación social y económica arraigada en la sociedad y en las políticas públicas del Estado, por lo que es necesario hacer una «reflexión colectiva» para cambiar esta situación.

Los indígenas de Guatemala, casi la mitad de la población, continúan hoy enfrentando una discriminación social y económica arraigada en la sociedad y en las políticas públicas del Estado, por lo que es necesario hacer una «reflexión colectiva» para cambiar esta situación.

Esta es una de las principales conclusiones de un análisis hecho hoy en Ciudad de Guatemala sobre la situación de este colectivo, en el que participaron miembros de la ONU, de la Defensoría de la Mujer Indígena, la Comisión Presidencial Contra la Discriminación y el Racismo, entre otros.

El representante en Guatemala de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Diego Recalde, destacó que en el país, al igual que en el mundo, aún persisten «grandes desafíos» para hacer efectivos los derechos de los pueblos originarios, como la justicia, la salud, la educación, la alimentación, el derecho a la tierra o el trabajo.

«Hay que lugar contra el racismo y la discriminación arraigada» en la sociedad guatemalteca, enfatizó Recalde, y señaló que esta situación particular «de alta vulnerabilidad» de los pueblos indígenas es un problema mundial que requiere «redoblar» los esfuerzos para ponerle fin.

«La sociedad guatemalteca tiene esa oportunidad de cambiar estas cifras tan lamentables», señaló al recordar que la desnutrición crónica afecta a más del 70 % de los niños menores de 5 años en el occidente del país, cuando el promedio es de 56, o la falta de acceso a educación y salud.

Es por ello que abogó por promover nuevos modelos de desarrollo, con un enfoque de derechos humanos y desde el aspecto inclusivo e incluyente, máxime ahora que se cumple el décimo aniversario de la proclamación de la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.

Guatemala, que celebrará la próxima semana el Día Internacional de los Pueblos Indígenas con diversas actividades, es un país multicultural y plurilingüe compuesto de cuatro grandes culturas: Maya, Xinca, Garífuna y ladina, y en su territorio conviven 25 comunidades lingüísticas.

Según datos facilitados por Naciones Unidas, se calcula que en la actualidad existen unos 370 millones de personas de diferentes comunidades indígenas repartidos por noventa países alrededor del mundo.

En Guatemala, el porcentaje de la población indígena es de un 41 %.

Entre los departamentos de Guatemala con mayor porcentaje de población indígena figuran Totonicapán (98,3 %), Sololá (96,4 %), Alta Verapaz (92,9 %), Quiché (88,8 %), Chimaltenango (79 %) y Huehuetenango (65,1 %).

De la inversión pública total, Guatemala dirige hacia los pueblos indígenas tres veces menos que a la destinada a la población no indígena, un hecho que no hace más que aumentar la brecha y la discriminación racial económica.

Según un estudio divulgado recientemente por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), por cada quetzal (14 centavos de dólar) invertido en los pueblos no originarios, el Estado tan solo destina 33 centavos (4 centavos de dólar) a los pueblos indígenas.

El análisis, realizado sobre el presupuesto de gasto público de Guatemala ejecutado durante 2015, identifica que del total dirigido al ciudadano, 42.623 millones de quetzales (5.818 millones de dólares), solo la cuarta parte se destinó a los pueblos indígenas, 10.646 millones de quetzales (1.453 millones de dólares).

Estas cifras dejan entrever que las inversiones dirigidas a la población no indígena (mestiza o ladina) representaron un 6,5 % del producto interno bruto (PIB), en contraposición al 2,2 % de los pueblos originarios.

Fuente: http://www.wradio.com.co/noticias/internacional/indigenas-de-guatemala-ante-una-discriminacion-social-y-economica-arraigada/20170803/nota/3539144.aspx

 

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Indígenas: Condenados por la Escuela Mexicana

Rogelio Javier Alonso Ruiz*

Se dice que un sistema educativo debe estar orientado hacia la promoción de la movilidad social y regido por principios de equidad y justicia. De este modo, el asistir a la escuela debería representar una oportunidad de mejoramiento en cuanto a las oportunidades de desarrollo del individuo. Desafortunadamente, el Sistema Educativo Mexicano actúa a la inversa: en vez de propiciar las condiciones para procurar la movilidad social de quienes atiende, reduce drásticamente las posibilidades de superación de sus estudiantes. Es más, según palabras del Dr. Manuel Gil Antón, la escuela mexicana se especializa en encadenar el origen y el destino de los estudiantes: si los padres de un mexicano no tienen estudios, sus probabilidades de asistir a la preparatorio son del 2%, mientras que si los padres cuentan con estudios de posgrado, la probabilidades aumentan al 93%. Datos tan contundentes como el anterior ponen de manifiesto que la educación mexicana promueve la desigualdad.

En nuestro país, uno de los grupos más desfavorecidos son los indígenas. Desafortunadamente, en México se les asocia, de manera casi automática, con pobreza y discriminación. El Censo de Población y Vivienda 2010, reveló algunas injusticias que sufre la población que habla lengua indígena. En materia laboral, de la población económicamente activa, más del 40% se ocupa en el sector primario, es decir, en el de menor remuneración; 69% recibe menos de dos salarios mínimos por su trabajo (incluso 30% no recibe salario); sólo el 1.8% percibe una jubilación. En cuanto a educación, el 8.9% de los indígenas de 15 a 24 años son analfabetas, por sólo 1.3% de los no indígenas. Por último, en relación a salud, el 42.9% de quienes hablan una lengua indígena no tienen derecho a servicios médicos.

Así pues, es evidente que los indígenas son quienes más necesitan de la educación para superar sus precarias condiciones de vida. Si la equidad fuera un principio rector de nuestro sistema, las escuelas indígenas tendrían que ofrecer  un mejor servicio que las escuelas generales. El propio INEE (2014), ha puesto a la luz rasgos de la escuela mexicana que confirman su naturaleza discriminatoria. Por ejemplo, en cada escuela primaria pública indígena hay, en promedio, 3.5 docentes, es decir, a cada uno le corresponde atender dos grados; en cambio, en las primarias públicas generales, el promedio es de 6.7 profesores. No obstante que la cantidad de maestros tiene que ver con la matrícula escolar, lo cierto es que los alumnos indígenas no tienen la posibilidad de contar con un maestro especialmente para el grado que cursan; asimismo, los profesores de estos planteles enfrentan mayores dificultades pedagógicas al tener que atender simultáneamente a dos o más grados. En suma, una injusticia para los alumnos indígenas.

En cuanto al equipamiento de las escuelas, el 15.8% de las primarias indígenas tienen acceso a una computadora para fines educativos, mientras que la media nacional se sitúa en 39.6%; en el acceso a internet, sólo el 8.3% de las escuelas indígenas cuentan con acceso a internet, por 37% de los planteles del país. Las privaciones de las escuelas indígenas llegan a situaciones increíbles: la mitad de las primarias no cuenta con drenajes, uno de cada cuatro preescolares carece de sanitarios y, además, también una cuarta parte tiene un techo en condiciones precarias. Si algún indígena logra la hazaña de llegar a Educación Media Superior, se encontrará con que es casi imposible encontrar a un docente de este nivel que hable su lengua (0.6%). En un sistema educativo que debería estar regido por la equidad, es decir, darle más a los que menos tienen, es inadmisible que los planteles escolares indígenas sean los que encabezan las carencias en infraestructura, afectando así a la calidad del servicio que ofrecen precisamente a quienes más necesitan de éste.

No es casualidad entonces que Oaxaca y Chiapas, las entidades con mayor número de indígenas, sean también las que tienen mayor número de analfabetas en el país. No es fortuito tampoco que el índice de abandono escolar durante el tránsito educativo ideal de las escuelas primarias indígenas (9.9%) sea el doble que el de las escuelas primarias generales. Tampoco es coincidencia que  de cada 100 alumnos, haya cinco más en educación indígena que en educación general en edad no ideal. Está claro: los indígenas asisten a una escuela que representa un obstáculo para su superación.

Por el bien de los indígenas y muchos otros mexicanos desfavorecidos, el sistema educativo debe ser reorientado en busca de la equidad. Las escuelas indígenas deben funcionar promoviendo la reducción de las brechas sociales entre los mexicanos y no perpetuándolas. Para eso, son necesarias muchas acciones para convertir a estas escuelas en verdaderos centros de superación: capacitación docente, mejoras en infraestructura y aumento de la planta docente de cada escuela, por mencionar algunas. No debemos olvidar también la importancia del mejoramiento de las condiciones socioeconómicas, pues de ellas depende en gran parte el éxito educativo de un alumno.

Fuentes de información:

INEE. Panorama Educativo de México. Indicadores del Sistema Educativo Nacional. 2014. Educación Básica y Media Superior.México: INEE, 2015.

INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Disponible en www.censo2010.org.mx

GIL ANTÓN, Manuel. “La Reforma Educativa y la Educación que México necesita” (Conferencia). Sonora, 2016.

*  Profesor frente a grupo de Educación Primaria, en la Esc. Prim. Distribuidores Nissan No. 61 T.V. y profesor normalista de la Licenciatura en Educación Primaria del Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima. Twitter: @proferoger85

Fuente del Artículo:

Indígenas: Condenados por la Escuela Mexicana

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Garantizar educación de calidad para pueblos indígenas de América Latina: Unesco

05 de abril de 2017 / Fuente: http://regeneracion.mx

América Latina y el Caribe es el hogar de más de 600 pueblos indígenas que han sido marginados históricamente por los sistemas de educación y la política social general quedando atrás en todos los indicadores sociales de la región en comparación con los grupos no indígenas,  los alumnos indígenas han obtenido de forma constante los peores resultados en logros de aprendizaje en los últimos 10 años.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) advierte que la marginación histórica a que han sido sometidos los pueblos indígenas persiste en los sistemas educativos de la región

El estudio Conocimiento indígena y políticas educativas en América Latina. Análisis exploratorio de cómo las cosmovisiones y conceptos culturales indígenas de conocimiento inciden, y pueden incidir, en la política educativa en la región, como parte de las acciones de la “Agenda 2030 para  el Desarrollo Sostenible: Transformar nuestro mundo”, el organismo apunta que si bien 36.6 millones de habitantes de la región son indígenas, su cosmovisión, filosofía y cultura no forman parte de los saberes considerados “científicos”, por lo que siguen fuera de la enseñanza.

Los especialistas de la Unesco alertan que pese a la necesidad de garantizar sistemas más equitativos e incluyentes en el sector, lo que significa para los pueblos nativos “ser capaces de ejercer su derecho a establecer y controlar sus sistemas educacionales”, como señala la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aún subsiste la “brecha en el pensamiento occidental moderno y otras epistemiologías que se han considerado invisibles”.

El estudio subraya que entre los desafíos para visibilizar a esas comunidades y sus culturas como parte de los sistemas educativos de la región, se incluye el revalorar e incluir sus conocimientos. Se enfoca al análisis de los sistemas educativos de Perú, Ecuador y Bolivia, señala que es necesario “superar la dicotomía entre el conocimiento de los pueblos indígenas y lo occidental, como si fueran entes homogéneos, negando la diversidad misma entre los pueblos”.

Además considera que es necesario impulsar mayor diálogo con las distintas culturas originarias y favorecer el mejor intercambio entre distintas culturas, lo que requiere de consultas a maestros y alumnos, pues destaca que “sin este soporte pedagógico y una orientación intra e intercultural es más difícil avanzar en la valorización del conocimiento indígena y su posible inclusión en contextos nacionales”.

Fuente noticia: http://regeneracion.mx/garantizar-educacion-de-calidad-para-pueblos-indigenas-de-america-latina-unesco/

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México: Necesaria, una educación que destierre las actitudes discriminatorias contra los indígenas: INEE

México / 22 de marzo de 2017 / Por: Erick Juárez Pineda / Fuente: http://www.educacionfutura.org

En el marco del  foro Espacios de diálogo para la mejora de la atención educativa de niñas, niños y adolescentes indígenas realizado en el recinto legislativo de San Lázaro, la consejera presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle, destacó que es necesario evitar la reproducción del rezago educativo en las nuevas generaciones y convertir a la educación que recibe la niñez indígena en fuente de orgullo de su identidad y desarrollo integral.

Luego de informar ante legisladores y autoridades educativas, federal y locales, que en México 21% de los mexicanos declaran ser indígenas y que de ellos 7 millones tienen menos de 17 años, consideró pertinente buscar una educación que destierre las actitudes discriminatorias y que, por el contrario, logre la valoración y el aprecio de nuestra diversidad. Con ello, dijo, se espera contribuir a hacer de la educación un factor de inclusión, de equidad educativa y social, y a asegurar el derecho de todos a una enseñanza de calidad.

Al referirse al rezago educativo de los pueblos indígenas, Sylvia Schmelkes dio a conocer que el analfabetismo en esa población es tres  veces mayor que en el resto del país; su escolaridad promedio es de primaria –mientras que en el resto de la población es de secundaria–; uno de cada cinco niños indígenas entre 3 y 17 años no asiste a la escuela; uno de cada 10 no cursa el grado escolar que le corresponde y que cuatro de cada cinco estudiantes indígenas que cursa la educación primaria no obtiene los aprendizajes esperados en Matemáticas y Leguaje y Comunicación.

Para contribuir a erradicar la situación antes expuesta, acompañada de los consejeros de la Junta de Gobierno del INEE, Teresa Bracho González y Eduardo Backhoff Escudero, resaltó que este organismo autónomo –en cumplimiento de su mandato constitucional– emitió una serie de recomendaciones, denominadas directrices, con las que busca contribuir a garantizar el derecho a una educación de calidad con pertinencia lingüística y cultural y con enfoque de diversidad e inclusión, así como fortalecer la coordinación institucional del Estado mexicano y con la sociedad para mejorar la educación hacia los indígenas.

Para elevar la calidad de los servicios educativos de esta población, Sylvia Schmelkes consideró necesario mejorar el presupuesto público, las acciones contra la no discriminación, la oferta de educación intercultural y bilingüe, la oferta de formación continua a los maestros, la asignación de los docentes de acuerdo con las necesidades culturales y lingüísticas y las condiciones básicas de infraestructura de las escuelas, entre otros.

Finalmente, señaló que el Nuevo Modelo Educativo presentado por la Secretaría de Educación Pública abre la posibilidad de que las Directrices para mejorar la atención educativa de niñas, niños y adolescentes indígenas se lleven a cabo. Subrayó que la consolidación de este modelo será un proceso gradual y progresivo.

Fuente noticia: http://www.educacionfutura.org/necesaria-una-educacion-que-destierre-las-actitudes-discriminatorias-contra-los-indigenas-inee/

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México: En dos años, invertirán 358 mdp en educación indígena

América del Norte/México/04 Marzo 2017/Fuente y Autor: planoinformativo

El titular de la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado, Joel Ramírez Díaz, dijo que con acciones como la inauguración del campus Tancanhuitz de la Universidad Intercultural por parte del gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras López, realizada en el marco de la celebración de la Educación Indígena, se fortalece a dicha modalidad educativa.

Ramírez Díaz recordó además que el titular del ejecutivo anunció que durante los dos primeros años de su Gobierno se atenderán a cerca del 60 por ciento de las escuelas de Educación Indígena del Estado, lo que representará una inversión de más de 358 millones de pesos y mil 105 acciones de construcción, rehabilitación y equipamiento (más de dos acciones por plantel en promedio).

En el tema de la inauguración del Campus Tancanhuitz de la Universidad Intercultural, durante la cual estuvo también presente el Director General de Educación Intercultural y Bilingüe de la SEP, Moisés Robles Cruz, dio a conocer que esta obra con una inversión de alrededor de 16 millones de pesos, es una de las que se realizarán en las distintas sedes de dicha institución, lo que representará una inversión importante en el tema de la Educación Superior.

“Por otra parte, el gran trabajo que realiza el INEA ha permitido que el año pasado lograran que 2 mil 677 jóvenes mayores de 17 años concluyeran su primaria, secundaria o aprendieran a leer y a escribir y gracias a las gestiones que ha realizado el Gobernador del Estado, su director General, Mauricio López Velázquez, anunció que se invertirán alrededor de 65 millones de pesos para este 2017 en comunidades indígenas, además aseguró que se logrará reducir a menos del cuatro por ciento el analfabetismo en nuestra entidad en esta administración estatal.”, dijo.

Recordó que este miércoles se culminó con la entrega de los uniformes escolares que se otorgaron a alumnos de educación Indígena del Estado y dijo que se entregarán uniformes deportivos y tenis en el próximo ciclo escolar, además que se continuará con la atención en alimentación por parte del DIF y la dotación de útiles escolares.

Finalmente, el titular de SEGE expresó que Simón Villar Martínez, director general del Conafe, -quien estuvo presente en el evento para destacar los apoyos que reciben las escuelas indígenas que forman parte de dicho organismo- comprometió la entrega de mochilas para alumnos de las comunidades indígenas para el próximo periodo escolar, aunado a los útiles escolares que ya se han venido otorgando.

Fuente de la noticia: http://planoinformativo.com/nota/id/508668/noticia/en-dos-anos,-invertiran-358-mdp-en-educacion-indigena

Fuente de la imagen: http://planoinformativo.com/stock12/image/2017/Marzo/03/alfabetizar2.jpg

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La Economía Indígena Autodeterminada en la Amazonía Peruana

15 de febrero de 2017 / Fuente: http://www.ecoportal.net

Por: Rodrigo Arce Rojas

Mientras el modelo empresarial subyacente en los promotores externos del manejo forestal comunitario ven en la acumulación un valor legítimo por el cual vale la pena desplegar esfuerzos, recursos y capacidades, para los pueblos indígenas existen valores del buen vivir que van más allá de los enfoques crematísticos, por ejemplo, valoran la salud, la disponibilidad de alimentos, la posibilidad de poder compartirlos, la unidad familiar, entre otros valores.

Existen muchos estudios que dan cuenta de experiencias de convivencia entre pueblos indígenas y bosques no sólo para la Amazonía peruana sino en general para la cuenca amazónica. Estas experiencias se basaban fundamentalmente en imitar la estructura y funcionamiento de los bosques para poder contar con múltiples productos de los bosques, esquema funcional para economías centradas en la autosubsistencia y bajo condiciones de baja densidad poblacional y sin mayores presiones de actores externos.

Con el tiempo, aparecieron nuevos factores que presionaron para un uso más intensivo de la tierra y de los recursos del bosque, la población indígena se incrementó y aparecieron nuevas necesidades por satisfacer. Es así como apareció la propuesta externa de manejo forestal comunitario con una lógica de articulación al mercado y de formalización en el marco de los Estados nacionales. Todas estas propuestas fueron generadas con las mejores intenciones de contribuir a mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Después de algunas décadas de trabajo pocas son las experiencias de manejo forestal comunitario que han logrado despegar de manera autónoma, otras subsisten por la existencia de subsidios. Los subsidios no deben verse necesariamente como algo negativo pues forman parte de las políticas de inclusión social de los gobiernos como inversiones necesarias para contar con actores productivos que enriquezcan la economía formal. La pregunta que hay que hacerse es de qué manera los subsidios pueden en realidad convertirse en factores estratégicos de ciudadanía económica o en qué medida han estado o están contribuyendo a la artificialización de los sistemas productivos.

Múltiples son los problemas que explican por qué el manejo forestal comunitario no ha tenido el éxito esperado. Algunos de los problemas centrales que se señalan refieren a la debilidad organizativa y las limitaciones para la comercialización de la producción forestal. Habría que profundizar si estos son los problemas reales o hay otros que no han recibido suficiente atención.

Mientras el modelo empresarial subyacente en los promotores externos del manejo forestal comunitario ven en la acumulación un valor legítimo por el cual vale la pena desplegar esfuerzos, recursos y capacidades en el campo se verifica que no siempre prima esta única variable. Para los pueblos indígenas existen valores del buen vivir que van más allá de los enfoques crematísticos, por ejemplo, valoran la salud, la disponibilidad de alimentos, la posibilidad de poder compartirlos, la unidad familiar, entre otros valores.

Hay que estar claro, no obstante, que las comunidades indígenas se encuentran en un fuerte proceso de aculturación por lo que es posible encontrar diferentes matices respecto al grado de “pureza” de la matriz cultural original. Ello en función a que la cultura no es estática y es más bien su dinamismo y sus interacciones los que le dan vida. En las comunidades se puede encontrar diferentes intensidades de convivencia y de oposición entre los valores de solidaridad, reciprocidad y acumulación. Así mismo, se puede encontrar diferentes grados de sintonía entre el discurso y la práctica. Por ejemplo, aunque una respuesta mayoritaria indica la necesidad de realizar actividades productivas para generar ingresos no siempre las actitudes y prácticas van en la misma dirección.

Para hacer manejo forestal comunitario articulado a mercados y al Estado se necesita que las comunidades acepten un tipo de organización, una forma y ritmo de trabajo y la sujeción a normas y procedimientos oficiales. La premisa de las instituciones externas parece haber sido “para superar las condiciones de pobreza es importante que adopten las medidas que les estamos indicando pues es por su bien”. ¿Realmente las comunidades han asumido alterar su cultura para convertirse en exitosos empresarios forestales?

A las comunidades se les evalúa bajo la plantilla de empresas modernas y eficientes. Como consecuencia se encuentra: deficiente organización, falta de capacidades técnicas, falta de capacidades empresariales, falta de capacidades de comercialización y muchas otras falencias. Por añadidura los esquemas de manejo forestal y la estructura administrativa no calzan con los ritmos, tiempos y dinámicas de las comunidades.

Habría que preguntarse entonces si es que son las comunidades las que están fallando o son los promotores externos del manejo forestal que no han logrado entender la forma de apoyar a las comunidades sin que al final se genere mayor frustración de la que había inicialmente o lo que es peor la comunidad termine con deudas que no tenía en el punto de inicio del proyecto.

Ello nos está indicando que hasta ahora el tema de la interculturalidad no ha sido suficientemente abordado en las experiencias de manejo forestal comunitario. El reto es encontrar pistas para desarrollar experiencias de negocios culturalmente sensibles.

Es en este contexto que la propuesta de Economía Indígena Autodeterminada parte por reconocer que es la propia comunidad la que tiene que definir el ritmo con el que quiere correr, si es que así lo decide, y no suponer automáticamente que las comunidades están dispuestas a embarcarse en la aventura de convertirse en una empresa forestal exitosa, es decir generando ingresos económicos.

Esta perspectiva no tiene nada que ver con enfoques ya superados de autarquía comunitaria sino de reconocer en su real dimensión el derecho al autodesarrollo y el derecho a la autodeterminación económica. Esta no es una propuesta que privilegie únicamente los planteamientos comunitarios, sino que redefine los roles de los promotores externos que cumplen el rol de facilitadores del proceso, con información, con visualización de alcances, escenarios, tendencias y todo aquello que permita a la comunidad la mejor toma de decisiones.

Es la propia comunidad, informada y con un proceso profundo de reflexión y capacidad de propuesta, la que decide el grado de articulación al mercado. Decide además autónomamente qué aspectos de su cultura quiere mantener o cambiar con la finalidad de incursionar en el manejo forestal comunitario. Esto cambia las prácticas de las organizaciones promotoras que se mueven por tiempos, recursos e indicadores que tienen la única racionalidad de la eficiencia empresarial.

La propuesta de Economía Indígena Autodeterminada no se asocia ni con la economía de subsistencia ni con la economía de la acumulación pues éstas no son las categorías con las que se las evalúa. El indicador de éxito tiene que ver un balance energético y cultural positivo y no tanto por las cuentas contables, aunque no se dejen de hacerlas. Así como es más prudente subirse al potencial biótico del bosque para hacer bionegocios sostenibles también es más apropiado subirse a la energía social o cultural de las comunidades para no generar angustias ni tensiones innecesarias. Es la propia comunidad la que decide el grado de intensidad del sistema productivo y de comercialización. Bajo esta óptica no todo pasa por proyecto financiado externamente, ni todo pasa por las sagradas recomendaciones de la técnica forestal. Implica también que la administración pública forestal debe adecuarse a esta realidad múltiple y no pretender que todos los actores, sin ningún criterio de interculturalidad, se asimilen a su propuesta administrativa y procedimental, que muchas veces no son efectivas ni para el productor forestal convencional.

Fuente artículo: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Pueblos-Indigenas/La_Economia_Indigena_Autodeterminada_en_la_Amazonia_Peruana

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