Francesco Tonucci, pedagogo: «Los niños están en peligro porque no juegan entre ellos»

Redacción: Uppers

  • «Temo el momento en el que un niño no quede con sus amigos para verlos por Skype»

«Los niños están viviendo un momento de peligro muy grave, porque no es que jueguen poco, es que no juegan entre ellos«. Expeditivo. Contundente. El mensaje de Francesco Tonucci, pensador, psicopedagogo y dibujante, es claro: la sociedad actual no está permitiendo desarrollar el juego de los niños, al menos no de una manera saludable y libre.

El experto, que participó en la campaña de 12 Meses, la iniciativa de acción social de Mediaset España, ‘Jugar es un asunto muy serio‘ cree que a los niños hay que «dejarlos» jugar, pero que, habitualmente, «dejar» no es el verbo que acompaña a «jugar» sino, más bien, el de «acompañar», «vigilar» o «controlar». «Cuando se dice a algunos padres que hay que ‘dejar’ ir a jugar a los niños parece una frase incomprensible para ellos. ¿Cómo que vayan solos? Siempre tienen que acompañarlos, y eso significa ir todos los días al mismo lugar, a esos jardines de juego en los parques para niños, donde están cerrados y vigilados», explica el pedagogo.

En la sociedad proteccionista actual, Tonucci aboga por dejar que los niños puedan salir de casa sin adultos, que puedan estar con amigos, que elijan un juego adecuado para cada espacio, porque cada juego tiene sus necesidades. «La idea de que un niño vaya al mismo sitio, vigilado, hasta que se canse, no tiene nada que ver con el juego. Y cuando veo estos espacios pienso que los alcaldes y los arquitectos han tenido una suerte muy rara de la infancia, no han sido niños, porque cómo es posible que una persona que ha sido niño piense que ese espacio es bueno para jugar. Lo que siempre digo es que en el mundo del juego los adultos no deberían entrar«.

La creatividad ha dejado de existir

«Los niños son meros consumidores. El adulto espera hasta que el niño se canse para que puedan volver a sus actividades pero, si lo pensamos bien, un niño nunca se cansa cuando está jugando de verdad. Cuando un niño se cansa jugando en media hora es que algo no va bien», apunta Tonucci.

En toda esta amalgama de roles de la sociedad actual, los abuelos tienen que tomar partido de una manera activa e importante. ¿Cómo? No ya ayudando a sus nietos, sino a sus hijos. «Tienen que ayudar a los hijos a no tener miedo, a entender que la ciudad no merece el miedo que tienen y, a su vez, ser un poco guardianes de los niños. Niños y abuelos deberían ser aliados y pedir a los políticos que devuelvan el espacio público a la gente para que unos puedan pasar tiempo al aire libre y los otros puedan jugar, pero cada uno por su cuenta», explica el experto en Uppers.

Las calles han cambiado

Cuando Tonucci jugaba con sus amigos en la calle, era la propia calle la que se hacía cargo de los niños: los vecinos. Pero, hoy en día, todo aquello se ha perdido. El individualismo y el cambio de paradigma en el juego de los niños han hecho que todo aquello se volatilice y se pierda. ¿Para siempre?

«Lo que proponemos es volver a ese punto de partida», explica Tonucci, «cuando pedimos que los niños vayan a la escuela sin adultos, pedimos a los comercios que están en la calle que se sumen a este proyecto, que compartan la responsabilidad, y es muy fácil: poner una pegatina en el escaparate que los niños conozcan para que sepan que si tienen una necesidad como un vaso de agua, una llamada a casa, puedan entrar que no salgan de ahí si no han resuelto su problema».

Fuente: https://www.uppers.es/estilo-de-vida/vida-familiar/tonucci-pedagogo-juegos-ninos-12-meses_18_2863095052.html

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Hay que enseñar a los niños a ser felices

Por: Revista Semana Educativa

La educación positiva es una metodología pedagógica que se fundamenta en el bienestar de los estudiantes. Estas son algunas de sus ventajas si se implementara en Colombia, como recomiendan los expertos.

Una de las grandes críticas a los sistemas educativos contemporáneos es que no forma el carácter, ni preparan a las mentes para los retos de la vida, sino que se centra más en la obtención de resultados cuantificables. Los recién graduados de los colegio salen a las universidades sin saber cómo llevar sus vidas o darles un propósito. Es por eso que la necesidad de formar a los jóvenes en competencias blandas se ha convertido en una tendencia que va a en aumento.

Dentro de estas nuevas tendencias se han fundado nuevas metodologías y filosofías de enseñanza, entre ellas la educación positiva, la cual se basa en la psicología cognitiva, la neurociencia y las mejores prácticas del aprendizaje. Esta se diferencia de otros enfoques que incluyen las habilidades socioemocionales y las competencias ciudadanas, ofreciendo herramientas para la formación del carácter y el desarrollo de los procesos emocionales y motivacionales para que los estudiantes se conviertan en agentes de cambio para el desarrollo de sus comunidades.

“En días como hoy la educación está sintiendo una fuerte necesidad en cambiar el camino a seguir para formar a las personas del mañana. Pasa en los colegios y pasa al interior de las familias en donde se ha presentado un mayor interés en formar personas con base en la integridad, la honestidad y la compasión”, señaló en entrevista con Semana Educación Tom Harrison, director de Educación del Jubilee Center of Character and Virtue de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), institución pionera a nivel mundial en la investigación y aplicación práctica de la ética y los valores en los colegios, universidades y empresas.

Según el experto que estará en el país gracias al Instituto Florecer, la educación positiva se basa en crear en las aulas un ambiente caracterizado por una mayor atención y pensamiento positivo y holístico. “Los niños tienen la necesidad de sentirse queridos, por eso es necesario que estimulemos su sentimiento de autosuficiencia y expectativas de éxito en la vida”, agregó.

 Para él, los modelos tradicionales de educación se han anclado en evaluar a los estudiantes mediante pruebas, pero lo que realmente importa es cómo lograr desarrollar y potenciar las habilidades de los estudiantes. Y es que esta tendencia, ligada a la inteligencia emocional ha comenzado a ser uno de los rasgos más valorados por las empresas. La razón tiene que ver con que muchas veces el éxito profesional o familiar tiene más que ver con la forma cómo las personas se enfrentan a la vida que con el coeficiente intelectual o las calificaciones académicas.

Harrison recalcó que es importante formar el conocimiento de los jóvenes desde el carácter y competencias como la lealtad y la ética en los estudiantes más jóvenes, pero también en los profesionales.

La inteligencia emocional hizo su aparición en 1995, cuando el psicólogo estadounidense Daniel Goleman publicó su libro del mismo nombre.. La obra acaparó la atención tanto de sus colegas, como también de los publicistas  y los empresarios. Para Harrison, que ha trabajado con los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido en desarrollar metodologías encaminadas a formar el conocimiento y competencias como la lealtad, asegura que la gestión adecuada de las emociones permite a las personas ser más creativas e innovadoras. “Cuando uno se siente pleno y feliz con sus emociones es mucho más fácil enfrentar el fracaso. La clave está en el ensayo y el error”, concluye Harrison.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-positiva-que-es-la-educacion-positiva/519847

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Unicef celebra prohibición de matrimonio infantil en Honduras

Honduras/24 de Julio de 2017/Telesur

El organismo instó al Gobierno de Honduras a continuar haciendo esfuerzos para garantizar los derechos de los niños y niñas a la supervivencia, desarrollo, educación y protección.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) celebró este viernes la decisión del Parlamento de Honduras de prohibir el matrimonio con niñas y adolescentes en el país centroamericano.

Mediante un comunicado, el organismo indicó que “valora positivamente” el decreto aprobado por el Congreso Nacional y exhortó al Estado de Honduras a seguir haciendo “esfuerzos para garantizar los derechos de las niñas y los niños a la supervivencia, desarrollo, educación y protección”.

Ver imagen en Twitter

El decreto fue aprobado el pasado 12 de julio en tercer y último debate, y deroga el tercer párrafo del artículo 16 del Código de Familia, que actualmente permite el matrimonio de niñas de 16 años con la autorización de sus padres.

En Honduras, una de cada cuatro adolescentes entre los 14 y 19 años ha estado embarazada al menos una vez, mientras que siete de cada diez son víctimas de violencia de género, de acuerdo con un informe del Unfpa.

Cifras alarmantes de la Unicef:

– Una de cada tres niñas contrajo matrimonio o comenzó una unión marital antes de los 15 años.
– Más de 700 millones de mujeres en el mundo se casaron antes de cumplir 18 años.

Fuente: http://www.telesurtv.net/news/Unicef-celebra-prohibicion-de-matrimonio-infantil-en-Honduras-20170721-0054.html

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“Una infancia feliz garantiza un adulto seguro”

Por: Mariana Tello

La infancia siempre debe ser reflejo de felicidad, de bondad y de inocencia y es que los beneficios de la risa y del juego son interminables, que una sola carcajada oxigena la vida, favorece la  toma de aire y se logra disfrutar de los pequeños detalles diarios.

Los niños que crecen en ambientes familiares felices se convierten en personas más abiertas, interesadas por los estudios, más seguras y con un elevado grado de autoconfianza, por lo que suelen alcanzar el éxito más rápido.

Tener una infancia feliz es determinante en el éxito y el grado de satisfacción de una persona. Un estudio llevado a cabo por la Universidad College London, en el Reino Unido, así lo demuestra: “Los pequeños que viven en un entorno que desborda felicidad tienen más posibilidades de alcanzar el éxito de adultos”. ¿El motivo? Crecer en un ambiente feliz te hace ser una persona más abierta, estudiosa, muy segura en el trabajo y, por lo tanto, con más facilidades para llegar al éxito.La risa es una señal de buena salud psíquica y física para niños. Es una acción que se debe practicar, fomentar y disfrutar.

Explica la psicóloga Marlene Finol que “la sonrisa es el mejor regalo que podemos recibir de un niño, cuando se sienten bien, es el reflejo de su estado de ánimo. Por el contrario no hay nada más angustiante que ver a un niño apagado”.

Por su parte, la docente Liomar Ramírez destaca que una infancia feliz se traduce en un adulto seguro.

«Los padres son moldeadores de la vida del niño, debemos inculcar valores, dar mucho amor, apoyo y compañía para que al crecer sean adultos seguros de si mismo, con metas claras y sentido de superación».

 

 

 

«Como madre no hay nada más gratificante que ver a mi hija reír. Busco siempre alternativas que me permitan ser cercana a ella con límiles y normar, pero que se sienta cómoda, que disfrute del juego, de la fantasía porque una infancia feliz me garantiza una mujer independiente, decidida y con menos complejos».

 

“Cuando una persona sonríe se activan miles de nervios sensitivos que estimulan la secreción de una hormona que produce una sensación muy agradable no solo en la persona q sonríe sino también quien la recibe, por eso SONRIE vale más que cualquier palabra y este tipo de conductas de alegría, felicidad o simplemente buen humor también la imitan nuestros niños”, precisó a PITOQUITO la psicóloga.

 

 

 

 

Pitoquito y sus amigos comparten con ustedes un décalogo para una infancia feliz publicado por Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) para disfrutar de la crianza de tu hijo.

1.  Demuestra siempre a tu hijo lo importante que es para ti. Exprésale tu amor incondicional a cualquier edad con palabras, sonrisas y gestos: besos, abrazos, caricias,…

2. Cuida de su salud y ayúdale a crecer sano. Tú eres su modelo. Enséñale estilos de vida saludables en alimentación,  actividad física, sueño, higiene,… y también en cómo vivir sus emociones. Usa el sentido del humor.

3. Dedícale tiempo a diario. Juega y disfruta con él, sin dirigir mucho sus gustos o preferencias. Procura que tenga tiempo libre, a su aire. Y disfrutad juntos de la naturaleza.

4. No hace falta acumular cosas materiales. El tiempo que le dediques, la educación y los valores que le trasmitas serán tu mejor herencia.

5. Educa con cariño. Elogia lo que hace bien y también los esfuerzos por intentarlo. Ponle normas que pueda y deba cumplir: pocas, claras y adaptadas a cada edad. Enséñale lo que está mal, sin violencia, castigo ni humillación.

6. Estimula y apoya su aprendizaje. Fomenta su autonomía desde pequeño para las actividades cotidianas, como vestirse, lavarse o comer. No le des todo hecho. Es bueno que poco a poco vaya teniendo sus responsabilidades.

7. Escucha y dialoga con tu hijo desde pequeño. Muestra interés por su mundo, adáptate a los cambios normales de cada edad y acéptalo y valóralo como es: único y diferente a los demás.

8. Trasmítele seguridad, tranquilidad, confianza. No fomentes miedos artificiales, apóyale y ayúdale a entender sus propias emociones. Así fortalecerá su autoestima, su motivación y capacidades.

9. Déjale ser niño. No le hagas partícipe antes de tiempo de las preocupaciones de los adultos. Pero no le ocultes los hechos importantes de la vida. Enséñale y ayúdale a entender que la enfermedad, el dolor o la muerte existen y forman parte de ella.

10. Favorece las relaciones con la familia y los amigos. Lo acompañarán a lo largo de su vida. Ayúdale a ponerse en el lugar de los otros. Aprenderá a convivir y amar.

 

 

Fuente: http://www.panorama.com.ve/pitoquito/Una-infancia-feliz-garantiza-un-adulto-seguro-20170712-0085.html

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