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Bolsonaro acusa a la OMS de incentivar la masturbación y la homosexualidad entre niños

Redacción: El Mundo

El presidente brasileño echa mano de ‘fake news’ para atacar a la organización. Desde el principio de la pandemia, Bolsonaro se ha enfrentado a la OMS por su defensa de las medidas de aislamiento social.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, echó mano de ‘fake news’ en su particular guerra contra la Organización Mundial de la Salud (OMS). La madrugada de este viernes publicó en Twitter críticas a la organización por supuestamente incentivar la masturbación y el sexo entre niños, sin citar ninguna fuente ni documento oficial. Poco después, dio marcha atrás y borró el tuit.

«Esta es la OMS que muchos dicen que tengo que seguir en el caso del coronavirus. ¿Entonces deberíamos seguirla también en sus directrices para las políticas educativas?», se preguntaba Bolsonaro, que añadía que, para los niños de 0 a 4 años la entidad recomienda «satisfacción y placer al tocar el propio cuerpo (masturbación)» y que «jueguen a los médicos» para expresar sus deseos y necesidades.

Según el presidente brasileño, entre los 4 y los 6 años la OMS recomienda «masturbación en la primera infancia» y «relaciones entre personas del mismo sexo», y un poco más adelante, para los niños de 9 a 12 años, la primera experiencia sexual.

Las noticias falsas de contenido sexual no son algo nuevo en el presidente Bolsonaro. Durante la campaña electoral de 2018 su entorno difundió ampliamente en WhatsApp y en las redes sociales el bulo de que su rival, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT) quería distribuir a los niños biberones en forma de pene.

Tampoco son nuevas las críticas a la OMS en plena pandemia del nuevo coronavirus por su defensa de la necesidad del aislamiento social para frenar la expansión del virus. Además, Bolsonaro manipuló el discurso del director de la entidad, Tedros Ghebreyesus en varias ocasiones para sostener su discurso de que hay que reactivar la economía y volver a trabajar lo antes posible.

El 31 de marzo, en un discurso a la nación, insinuó que Ghebreyesus le daba la razón al decir que los países pobres tienen circunstancias diferentes porque muchos trabajadores informales tienen que salir a la calle para poder comer, pero omitió la parte en que la decía que «es vital» que los gobiernos den a esos trabajadores las condiciones de poder realizar el confinamiento en sus casas.

La semana pasada, Bolsonaro insistió en los ataques directamente al director de la OMS, diciendo que no tenía credibilidad: «Me estoy enfrentando a procesos dentro y fuera de Brasil, siendo acusado de genocidio, por haber defendido una tesis diferente a la OMS. Hablan mucho de seguir a la OMS… ¿el director-presidente de la OMS es médico? ¡no es médico! ¿lo sabíais?«, decía a sus seguidores en un vídeo en directo en Facebook.

Ghebreyesus es biólogo, tiene un doctorado en salud pública y fue ministro de Salud y Relaciones Exteriores de Etiopía, además de acumular una vasta experiencia en el área de salud. Hace unos días, cuando fue preguntado por las críticas de Bolsonaro se limitó a decir que los países que han seguido las recomendaciones de la organización están en una situación menos dramática.

Para algunos miembros del Gobierno, la OMS es vista con aún más escepticismo. El ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, escribió que detrás de la pandemia hay un plan para implantar el comunismo a nivel mundial. El anterior ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, fue destituido tras semanas intentando convencer a Bolsonaro de la necesidad de implantar medidas de confinamiento, y su sucesor, Nelson Teich, todavía no ha presentado un plan claro contra la pandemia. Bolsonaro dijo ayer que está dando directrices al ministro para que permita abrir «rápidamente» la economía.

Mientras tanto, Brasil sigue en la curva creciente de casos y ya cuenta más de 5.400 muertos y 78.000 contagiados de covid-19. Algunas ciudades, como Manaos, Fortaleza, São Paulo y Río de Janeiro ya están con sus hospitales y cementerios al borde del colapso.

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2020/04/30/5eaad04f21efa0a0538b4575.html

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Brasil entre el laberinto y el callejón sin salida

Por: Eric Nepomuceno

El viernes pasado asumió el nuevo ministro de Salud del gobierno ultraderechista de Jair Bolsonaro. Se trata de un oncólogo vinculado, a ejemplo del antecesor renunciado el día anterior, Luiz Henrique Mandetta, al sector privado de salud.

Nelson Teich tiene amplia experiencia en administrar hospitales y planes de salud privados (y carísimos). Ya de sistema público, nada de nada.

En su primer día en el cargo se conocieron los nuevos números de la epidemia del Covid-19 en el país, acorde con los datos oficiales, los muertos eran 2 mil 141 y los contagiados, 33 mil 600.

No son números fiables; como en Brasil se aplican pruebas en volumen absurdamente ínfimo, médicos, científicos e investigadores consideran que el número real sea de entre 10 y 15 veces superior. Además, se da por hecho que la curva ascendente de contagiados a partir de ahora gana impulso, para llegar a su pico en mayo y, posiblemente, extendiéndose hasta junio.

Remplazar a un ministro de Salud en medio de semejante escenario suena a iniciativa irresponsable y demencial.

Y exactamente de eso se trata: ya no a cada semana o día, sino a cada hora resulta más claro y evidente que la nación se encuentra bajo el mando errático, absurdo, irresponsable y demencial de un sicópata.

Mandetta tiene, es verdad, parte de la responsabilidad por el actual cuadro. En su primer año como ministro, y a raíz de sus vínculos con los planes de salud privados que en Brasil se ofrecen a precios exorbitantes, trató de recortar recursos del Sistema Universal de Salud, estructura pública inaugurada hace 20 años exactos.

En el primer momento de la actual pandemia no hizo nada para anticipar un plan viable frente al peligro que se avecinaba con ferocidad.

Pero también es verdad que tan pronto quedó evidente el peso del cuadro que se desplomaba sobre Brasil, cambió radicalmente de rumbo. Pasó a respetar todas las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud y de médicos, científicos e investigadores locales y de otras partes del planeta.

Se mantuvo firme en posición absolutamente opuesta a la de Jair Bolsonaro, que critica furiosamente el aislamiento social y la cuarentena adoptados por gobernadores y alcaldes de todo el país.

Y han sido precisamente sus aciertos, los que llevaron su popularidad a las nubes, que el resentido, rencoroso y envidioso primate que ocupa el sillón presidencial decidió echarlo.

Mandetta sale con la imagen ampliamente fortalecida. Y cuando se confirme la tragedia que exhala robustas señales, de inevitable y veloz, su peso se desplomará exclusivamente sobre los hombros de Bolsonaro.

Con relación a Teich, el nuevo ministro, de entrada dejó clara cuál fue la razón de haber sido elegido: se declaró totalmente afín al ultraderechista Bolsonaro. Dijo que, de momento, el aislamiento y la cuarentena no sufrirán cambios radicales, y nada más.

El problema central es que esa figura, sin ningún vestigio de experiencia en el sistema público de salud, asume cuando los hospitales de São Paulo y Río de Janeiro, y también de Manaos y de Fortaleza, se acercan al colapso a una velocidad acelerada.

Teich declaró que necesitará unos 15 días para enterarse no sólo de la situación actual real, sino también del funcionamiento del ministerio que asumió.

A un ritmo de 200 muertos diarios, de aquí a unos 3 mil cadáveres habrá empezado a darse cuenta de la realidad.

Y eso, considerando los datos oficiales. Si se confirman las proyecciones de lo que serían los números reales, será sobre un total de unas 30 mil vidas.

Semejante panorama, especialmente agobiante, coincide con otro, también abrumador: la turbulencia cada día más violenta en el escenario político.

Jair Bolsonaro, además de moverse sin norte ni rumbo, está oscilando entre el aislamiento absoluto y la tutela drástica de los uniformados que lo rodean en el palacio presidencial.

A esas alturas, es blanco directo del comando de las dos casas del Congreso, de la mayoría de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, de los gobernadores de los estados con más peso político y económico del país y de los mismos medios hegemónicos de comunicación que fueron cruciales para que llegara a dónde llegó.

Un silencio estruendoso es el resultado de la ausencia absoluta de diálogo con esos sectores claves de la nación, especialmente en medio a una crisis de proporciones inimaginables.

Por si fuera poco, ahora, con la salida de Mandetta, quedó claro que la aplastante mayoría de sus ministros se reducen a figuras inocuas, patéticas cuando no aberrantes, y que en Brasilia hay de todo, excepto gobierno.

El día en que Teich asumió su ministerio, el vicepresidente, general Hamilton Mourão, se dirigió de manera sucinta a los periodistas: está todo bajo control, aseguró. Para luego añadir: “lo que no se sabe es de quién…”

Mientras el combate a la pandemia deambula en un laberinto confuso, el gobierno de Jair Bolsonaro se mete más y más en un callejón.

Queda por ver si habrá salida.

Fuente : https://www.jornada.com.mx/2020/04/19/opinion/014a1pol

Imagen: https://www.shutterstock.com/image-photo/brasil-infected-covid19-severe-acute-respiratory-1666126099?irgwc=1&utm_medium=Affiliate&utm_campaign=Pixabay+GmbH&utm_source=44814&utm_term=https%3A%2F%2Fpixabay.com%2Fimages%2Fsearch%2Fbrasil%2520coronavirus%2F

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Asesinan a líder indígena de la aldea de Zutiua en Brasil, profesor de una escuela pública

América del Sur/ Brasil/ 02.04.2020/ Fuente: www.telesurtv.net.

 

El líder indigena de la aldea de Zutiua Zezico Guajajara fue ultimado por sujetos desconocidos, las comunidades indígenas reclaman al presidente brasileño, jair Bolsonaro, adoptar medidas por la protección de la vida ancestral, e implementar normas contra la minería ilegal.

El Gobierno del estado amazónico de Maranhão, confirmó este martes el asesinato de la líder indígena, Zezico Rodrigues Guajajara, en las inmediaciones de la aldea Zutiua en la tierra indígena Arariboia.

Rodrigues Guajajara, de 47 años de edad era conocido por impartir conocimientos como profesor en una escuela pública, y director del centro de educación escolar indígena Azuru, ubicado en el municipio brasileño de Arame en el territorio indígena de la amazonia de Arariboia.

Según testigos de la zona, el cuerpo de Rodrigues fue encontrado con indicios de impactos de bala. Asimismo, el reporte de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) ente adscrito al Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, señaló que el hombre había presentado denuncias formales por amenazas de muerte sin conocimiento de los motivos, por parte de sujetos desconocidos.

Líderes indígenas argumentaron que avisaron a las autoridades sobre el lamentable hecho pero estas no llegaron a tiempo, ya que el componente de la fuerza nacional más cercana que se encuentra en la región de Canabrava tiene restricción de circulación por la zona de Arariboia, toda vez que existe un decreto del ministro de justicia y seguridad pública, Sérgio Moro, que les impide la prestación del servicio.

El líder indígena había denunciado públicamente los constantes asedios de madereros o taladores de árboles, igualmente se opuso a la quema indiscriminada de gran parte del bosque amazónico.

Las autoridades locales y comunidades indígenas rechazaron el asesinato de Rodrigues, y han exigido al Gobierno de Jair Bolsonaro, garantías en materia de protección para los diferentes grupos ancestrales.

Fuente de la noticia: https://www.telesurtv.net/news/asesinan-brasil-lider-indigena-aldea-zutiua-20200331-0036.html

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Covid-19: Brasil a contramano de la ciencia

Redacción: RCINET

Critica el cierre de las escuelas y comercios. Se opone a la prohibición del transporte y al aislamiento de las personas. Enfrenta a los gobernadores que adoptan medidas de cuarentena para la población. Dijo una frase que todavía resuena: “No hay por qué cerrar escuelas, cuando en el mundo los más afectados por la pandemia son las personas mayores de 60 años”.

Se trata del presidente Jair Bolsonaro quien se toma muy a la ligera el avance de la pandemia del coronavirus en su país.

En las últimas 24 horas hubo 23 muertes por la COVID-19 llevando su total a 159 personas según informes del Ministerio de salud de Brasil, con 4.579 casos positivos.

Su posición preocupa tanto que hasta sus propios seguidores empiezan a darle la espalda, destaca Jean-Michel Leprince, corresponsal de Radio Canadá en América Latina.

El presidente de Brasil enfrentado a sus propios ministros por coronavirus

A los ministros y otras autoridades les preocupa que su presidente califique al coronavirus de gripecita. Porque eso tiene repercusión en la manera de abordar el problema.

“El ministerio de Salud tiene una posición ante el coronavirus. El presidente otra. Uno defiende el aislamiento social como forma principal de intentar contener la expansión del coronavirus en el país. El otro está a favor de un aislamiento vertical, o sea, restringido a los mayores de sesenta años”.

-Jean-Michel Leprince

Bolsonaro se posiciona contra los postulados y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando pide a los brasileños que regresen a trabajar.

Según informan diversos medios en América latina Bolsonaro había dijo que el director de la Organización Mundial de Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus, coincidía con él en estar en contra del aislamiento social horizontal. Lo que fue desmentido inmediatamente por el propio Gebreyesus según información de OGlobo.

El Dr. Luiz Henrique Mandetta Ministro de Salud, el Ministro de Justicia Sergio Moro y el Ministro de Economía Paulo Guedes, considerados como cargos clave del gobierno de Bolsonaro ya manifestaron su desacuerdo públicamente con el jefe de Estado concerniente a la falta de medidas para luchar contra la pandemia.

26 de los 27 gobernadores advirtieron ya que seguirán fieles a las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS).

Brasil va por mal camino dicen expertos

La mayoría de expertos en temas de pandemia lo repiten: hay que aislar y aislar. Poco importa las edades.

El Imperial College de Londres estima que si hoy Brasil toma medidas más restrictivas para combatir el coronavirus el número de muertes no pasaría de los 50 000.

Si solo se aplica el postulado de Bolsonaro de aislar a los mayores solamente, esta cifra podría superar los 500.000.

Las autoridades canadienses en todos los niveles gubernamentales siguen los preceptos de los expertos en salud. Salud Canadá  afirma que las medidas de distanciamiento social tienen por objetivo reducir al mínimo el contacto estrecho con otros miembros de la comunidad.

Por eso son importantes respetar las consignas de cuarentena y aislamiento a nivel individual, así como social. Para el organismo de salud pública, es crucial respetar esas medidas.

El primer ministro de Canadá Justin Trudeau lo dice y lo repite en cada una de sus conferencias de prensa cotidianas.

Váyanse a sus casas y quédense en sus casas”.

Además, los estudios de referencia muestran que el distanciamiento social no sólo ayuda a evitar la sobrecarga del sistema de salud, sino que también facilita la recuperación económica después de la pandemia.

La última decisión del presidente Bolsonaro fue eximir de la cuarentena a los cultos religiosos y casas de venta de lotería.

Este lunes, los líderes de la izquierda en Brasil pidieron la renuncia del presidente, considerando su manejo de la crisis sanitaria como algo irresponsable y criminal.

Fuente: https://www.rcinet.ca/es/2020/04/01/covid-19-brasil-a-contramano-de-la-ciencia/

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Boaventura de Sousa Santos: O Brasil tem dois problemas de saúde pública: a pandemia e o presidente Jair Bolsonaro

Presenta: CLACSO

Falo de Portugal, da minha aldeia, do isolamento voluntário em que me encontro, para mandar duas mensagens muito rápidas. A primeira é que essa grande crise humanitária que estamos vivendo deixa claro duas coisas; em primeiro lugar a total falência dos governos de direita e de extrema direita para salvar vidas, poupar vidas, num momento de crise tão grave porque põem seus interesses econômicos acima dos interesses da vida, exemplos: Inglaterra, Estados Unidos, Índia e o Brasil. Mostram também duas coisas, independentemente da urgência, os países menos atingidos pela lógica neoliberal do capitalismo selvagem e bárbaro, disposto a sacrificar vidas para salvar os seus lucros, resolvem melhor os problemas da crise que todos os outros: Singapura, Taiwan e China. Mas o Brasil tem um caso especial porque o Brasil não tem um problema de saúde pública, tem dois problemas de saúde pública: a pandemia e o presidente Jair Bolsonaro.

Jair Bolsonaro é obviamente um homem transtornado mentalmente, um louco que deve sair do poder o mais rápido possível. Mas a sua loucura não é indiscriminada, a sua loucura serve para aquilo que os interesses econômicos das elites brasileiras, que o puseram no poder, querem continuar possuindo. É aproveitar essa crise para destruir toda a lógica da proteção do trabalho e dos trabalhadores do Brasil, toda a lógica social, de políticas sociais, aproveitando a crise para criar um Estado completo de um capitalismo totalmente selvagem. É isso que ele está fazendo.

Mas é verdade que há lutas importantes e urgentes. A luta importante é evitar que essa política siga adiante, a luta urgente é impedir Bolsonaro de continuar no poder, são as duas crises que estão relacionadas. A pandemia é importante obviamente e é a mais importante de todas, mas a mais urgente é que Bolsonaro deixe de ser o presidente do Brasil.

E depois, as forças de esquerda que tem estado perturbadoramente silenciosas nesse caso, apesar dos panelaços, é evidente que é muito importante saber que a luta depois começa. Uma luta muito forte porque o próximo presidente, nesse caso o Mourão, certamente vai querer continuar seguindo as políticas de proteção dos interesses econômicos da burguesia que puseram em primeiro lugar o Bolsonaro no poder.

E aí tem que ver uma luta obviamente, tem dois problemas depois: um problema econômico que é Paulo Guedes e um problema político que é Sérgio Moro. São as lutas que é preciso travar a seguir. Mas a luta mais urgente é essa. Eu peço a todos os brasileiros e as brasileiras a realizarem o quanto antes seja de esquerda ou de direita, o exemplo dos governadores é um bom exemplo, é preciso tirar esse homem do poder e toda a sua família, e toda a corja de máfia miliciana que está à volta dele e que querem destruir o Brasil. É essa a missão de agora.

Um grande abraço solidário aqui de Portugal.


Brasil tiene dos problemas de salud pública: la pandemia y el presidente Jair Bolsonaro

Boaventura de Sousa Santos

Compañeros y compañeras,

Hablo de Portugal, de mi pueblo, del aislamiento voluntario en el que me encuentro, para enviar dos mensajes muy rápidos. Lo primero es que esta gran crisis humanitaria que estamos viviendo deja en evidencia dos cosas; en primer lugar, la falencia total de los gobiernos de derecha y extrema derecha para salvar vidas en un momento de crisis tan grave porque ponen sus intereses económicos por encima de los de la vida. Ejemplos: Inglaterra, Estados Unidos, India y Brasil. También muestran dos cosas, independientemente de la urgencia: los países menos afectados por la lógica neoliberal del capitalismo salvaje y bárbaro, dispuestos a sacrificar vidas para salvar sus ganancias, resuelven mejor los problemas de la crisis que todos los demás: Singapur, Taiwán y China. Pero Brasil tiene un caso especial porque Brasil no tiene un problema de salud pública, tiene dos problemas de salud pública: la pandemia y el presidente Jair Bolsonaro.

Jair Bolsonaro es obviamente un hombre mentalmente trastornado, un loco que debería salir del poder lo antes posible. Pero su locura no es indiscriminada, su locura sirve a lo que los intereses económicos de las élites brasileñas, que lo pusieron en el poder, quieren seguir teniendo. Es aprovechar esta crisis para destruir toda la lógica de la protección del trabajo y de los trabajadores de Brasil, toda la lógica social, de políticas sociales, aprovechando la crisis para crear un Estado completo de capitalismo totalmente salvaje. Eso es lo que está haciendo.

Pero es cierto que hay luchas importantes y urgentes. La lucha importante es evitar que esta política siga adelante; la lucha urgente es evitar que Bolsonaro permanezca en el poder. Las dos crisis están relacionadas. La pandemia es obviamente importante y es la más importante de todas, pero lo más urgente es que Bolsonaro deje de ser el presidente de Brasil.

Y luego, las fuerzas de izquierda que han estado inquietantemente calladas en este caso, a pesar del “cacerolazo”, es evidente que es muy importante saber que la lucha comienza. Una lucha muy fuerte porque el próximo presidente, en este caso Mourão1, seguramente querrá continuar las políticas de protección de los intereses económicos de la burguesía que pusieron a Bolsonaro en el poder.

Hay que ver una lucha obviamente, hay dos problemas más adelante: un problema económico que es Paulo Guedes y un problema político que es Sergio Moro. Estas son las luchas que se deben combatir a continuación. Pero esta es la pelea más urgente. Pido a todos los brasileños y brasileñas que lo hagan lo antes posible, ya sea de izquierda o de derecha. El ejemplo de los gobernadores es un buen ejemplo, es necesario sacar a este hombre del poder y a toda su familia, y a toda la mafia miliciana que está a su alrededor y que quieren destruir a Brasil. Esa es la misión ahora.

Un gran abrazo solidario desde Portugal.

Fuente: https://www.clacso.org/o-brasil-tem-dois-problemas-de-saude-publica-a-pandemia-e-o-presidente-jair-bolsonaro/

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Indígenas colombianos y brasileños toman medidas por Covid-19

América del Sur/Colombia,Brasil/26-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Las comunidades indígenas en Colombia y Brasil, ante la ausencia de políticas de sus Estados para enfrentar la pandemia del coronavirus, optaron medidas propias para salvaguardar la vida de sus integrantes.

Comunidades indígenas y campesinas de diferentes países de la región han anunciado la implementación autónoma de medidas para prevenir la propagación del coronavirus (Covid-19), a pesar de no contar con el acompañamiento estatal en cuanto a garantías en seguridad, salud, servicios públicos domiciliarios y acceso a bienes.

El pasado lunes 23 de marzo la Organización Nacional del Pueblo Arhuaco adscrito a la Confederación Indígena Tayrona (CIT) en Colombia, anunció que ante la expansión de la pandemia del coronavirus adoptaran normas para evitar que los integrantes de las comunidades indígenas se contagien.

Según la circular conjunta por las autoridades centrales de Yewrwa y Simunurwa, quienes ejercen como instancia de Gobierno al interior de sus comunidades, ordenaron el cierre de sitios turísticos, la restricción de vehículos y personas, activando dos puntos de control en la cabecera municipal de Pueblo Bello en el Departamento del Cesar (norte de Colombia), específicamente en las zonas de Las Delicias y Ariguani, puntos de ingreso a los resguardos indígenas. Este trabajo se llevara a cabo en coordinación con la Alcaldía y la fuerza pública.

Confederación Indígena Tayrona@CIT_indigena

Las autoridades regionales del Pueblo Arhuaco toman MEDIDAS DE CONTROL TERRITORIAL PARA PREVENIR EL CONTAGIO DEL COVID 19 (CORONAVIRUS) EN LA POBLACIÓN ARHUACA.

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Igualmente las comunidades campesinas de Colombia se unieron autonomamente a la implementación de medidas de prevención contra el Covid-19 exigiendo mayor protección al Gobierno del presidente Iván Duque. En ese sentido también le solicitaron a los diferentes grupos armados cesar el fuego para dar atención adecuada a la problemática sanitaria.

Por su parte, la Asociación de Servidores de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) en Brasil, revela que las organizaciones indígenas aplicaron políticas para proteger sus vidas, ante la indiferencia del jefe de Estado, Jair Bolsonaro, respecto a la pandemia del Covid-19.

Las investigaciones realizadas por el médico especializado en salud indígena e investigador la Universidad Federal de São Paulo y miembro del grupo Xingu, Douglas Rodrigues, demuestra que las comunidades indígenas son más vulnerables al contagio de cualquier enfermedad debido a la precaria atención en salud que tienen.

La Organización de Naciones Unidas (ONU), revela que en Suramérica existen 119 comunidades indígenas en aislamiento voluntario ante el riesgo de contagio.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/colombia-brasil-indigenas-toman-medidas-covid-20200324-0035.html

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Brasil: por si fuera poco, una crisis con China

Por: Eric Nepomuceno

Desde Río de Janeiro.En un solo día, el viernes 20, Brasil vivió una formidable secuencia de turbulencias: el número de casos confirmados de coronavirus se acercó a mil, se constató que el crecimiento ocurre a una velocidad comparable al registrado en Italia al principio del surto, el ministro de Salud Luiz Henrique Mandetta anunció para abril un “colapso” en el sistema público del sector, el gobierno divulgó su nueva proyección de expansión de la economía para cero por ciento y el ultraderechista presidente Jair Bolsonaro afirmó que “por ahora” decretar el estado de sitio «no está en nuestro radar”.

Aprovechó para recordar, con todas las letras, que en caso de que se llegue a esa necesidad, no habría dificultades para implementarla (dependería de aprobación por parte del Congreso, pero siempre existe la salida de un autogolpe sin más demoras).

Impacta que un capitán retirado del Ejército por actos de indisciplina diga todo eso cercado por generales de variadas estrellas, algunos en actividad, la mayoría en retiro, sin que a ninguno de ellos se les ocurra la necesidad de manifestarse. Lo ideal, que sería hacer callar al despotricado presidente, no ocurrirá tan temprano. Pero el silencio es inquietante y estruendoso.

Es decir: una economía colapsada (analistas del mercado financiero hablan claramente de una recesión de hasta el 4%), sistema de salud colapsado, y la democracia, en manos de un ultraderechista desequilibrado, acercándose al colapso. Y no hay salida a la vista.

Todo eso en un solo día sirvió para ocultar otro campo de crisis: Bolsonaro intentó hablar por teléfono con el presidente chino, Xi Jinping, quien se negó a atender la llamada.

El motivo: hace unos días el diputado nacional Eduardo Bolsonaro, uno de los tres hijos hidrófobos del presidente, divulgó por tweet mensajes durísimos acusando a China de ser responsable por la pandemia del coronavirus y, de paso, pidió que se instale un régimen de libertad en el país.

De inmediato el embajador chino en Brasil, el veterano diplomático Yang Wanming, emitió una nota contundente, diciendo que Eduardo, que integró la comitiva del papá a Florida, volvió del viaje contaminado por un “virus mental”.

Se trató de una mención casi explícita al vasallaje de Bolsonaro frente a su mito Donald Trump, alineándose de manera radical con la política de Washington de confrontación con China.

Le tocó entonces al ministro de Aberraciones Exteriores (perdón: Relaciones), el patético Ernesto Araujo, entrar al ruedo. En un comunicado oficial sin nexo ni lógica, exigió que el embajador chino pidiese disculpas al gobierno brasileño. Veteranos diplomáticos en actividad se sorprendieron y se asustaron con el tono de la nota de su jefe, absurda en todos los sentidos.

Y para no dejar dudas sobre la gravedad del caso, la negativa del presidente chino a hablar por teléfono con su desequilibrado par brasileño elevó la temperatura a niveles más que preocupantes.Lo que se comenta por aquí es que mientras el diputado Eduardo Bolsonaro no pida disculpas por sus enloquecidas palabras, la tensión no hará más que subir.

Los chinos – la tan nombrada paciencia china… – sabrán esperar. El problema es si Brasil podrá esperar. Además de ser el país que ofrece al gobierno de Bolsonaro el mayor superávit comercial, China es un país clave para la economía brasileña, gracias a sus pesadísimas inversiones en Brasil. En términos de comercio exterior, basta un ejemplo: el mercado chino es el destino de 78 por ciento de las exportaciones brasileñas de soja. Perder ese mercado hundiría de manera tenebrosa la ya muy caótica economía del país presidido por ese esperpento.

¿Más? Sí, sí, hay más.

Varios gobernadores, principalmente de estados del nordeste, piden ayuda a China para dar combate a la pandemia en su región, que es muy pobre. Piden no solo equipos, como respiradores artificiales, sino directamente ayuda médica, medicinas incluidas.

Bolsonaro también pierde precioso tiempo en guerrear a los gobernadores de los dos principales estados brasileños, San Pablo y Rio de Janeiro. Los critica duramente porque adoptaron medidas de combate a la circulación de gente, determinando cuarentenas domiciliares. Dice que, con eso, ambos perjudican a la economía. El país, rigurosamente convulsionado por un acumulado de crisis absolutamente sin precedentes, tiene como presidente a semejante aberración.

Con 40 por ciento de la fuerza laboral trabajando en condiciones precarias, con – en Rio de Janeiro – poco más de dos millones de moradores en “favelas”, o sea, villas miserables en que lo común es hasta seis personas acumuladas en poco más de treinta metros cuadrados, nadie sabe prever la dimensión del genocidio que podrá ocurrir.

Se calcula que en todo Brasil alrededor de veinticinco millones de personas viven en situación semejante, en los grandes centros urbanos. Vivimos en un mundo a la deriva. Y en ese mundo, Brasil es presidido por un energúmeno sin rumbo.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/254493-brasil-por-si-fuera-poco-una-crisis-con-china

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