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¡Tomémonos en Serio el Juego»

Por: Patricia Sarlé

Un poco de teoría. “Todos juegan y yo también”

Todos los niños sanos juegan… y cuanto más pequeños, más orientaciones necesitan para jugar. ¿Cuántas veces, con un bebé en brazos, le acercamos un juego de llaves para que las chupara y las hiciera sonar y así la espera se convirtió en una suerte de juego y búsqueda de sonidos? Un rostro sonriente, la presentación de un objeto fuera de su uso habitual (cacerolas y cucharas de madera, un trozo de hilo abandonado en un rincón, unas hojas crujientes en la calle que vuelan impulsadas por el viento…), un juguete, la presencia de otros chicos… despiertan en el niño la curiosidad y “sin querer” lo invitan a jugar.

Algunos principios que necesitaríamos resaltar:

Jugar en un derecho de todos los niños y niñas… por eso es tan importante prestarle atención y brindarle a los niños oportunidades diferentes para enriquecer su juego.

Aún cuando los niños y niñas juegan de manera natural, es importante ofrecerles “otros” con quienes jugar. El juego es tanto una conducta natural como adquirida, social que se torna compleja en la medida en que aparecen “otros” (adultos, niños mayores, pares) con quienes hacerlo…

– Objetos y “sujetos” acompañan los juegos de los niños pequeños y son importantes para su desarrollo. Los objetos y materiales invitan a jugar y “esconden” un modo de uso que no se aprende solo con la exploración. Los objetos/juguetes facilitan el juego y hasta pueden orientarlo pero cuanto más restrictivos menos posibilidades lúdicas ofrecen. Ahora bien, el juguete por sí solo, no alcanza… Para que los juegos avancen más allá de lo espontáneo, el jugar necesita otros significativos (adultos, niños mayores o pares) con quienes compartir y aprender nuevos juegos.

El juego necesita tiempo y espacio. Esto es fundamental y más aún cuando el espacio es diferente al hogar… Especialmente en los espacios regulados (escuelas, clubes….) se necesita disponer el ambiente de modo tal que abra a la posibilidad de jugar solo y con otros. Hay reglas para el juego y reglas del jugar… Las primeras dependen del tipo de juego… las segundas de las características de los jugadores. Se puede jugar sin juguetes o sin objetos pero no se puede jugar sin “ideas” sobre las cuales jugar. Una pregunta cotidiana en los niños suele ser… ¿a qué jugamos? Por eso, a medida que los niños crecen necesitan enriquecer la propuesta de juego para no quedar encerrados en sus posibilidades.

Los juegos se suceden en la infancia y tienen tantos rostros y formas como niños los juegan.

La edad, las posibilidades que ofrecen los objetos y materiales del entorno, la presencia de un “otro” que invita a jugar… marcan diferentes modos de jugar.

En los más pequeños, chupar, golpear, arrastrar, poner y sacar, arrojar y levantar, abrir y cerrar, armar y derribar… son formas de ocupar el tiempo. Juegos que se inician “espontáneamente” como acciones repetidas de descubrimiento y exploración del objeto. Juegos que sorprenden al niño y que lo invitan a seguir actuando con los objetos, a mejorar sus ensayos iniciales… juegos que pueden durar un instante o largo tiempo de ejercitación y repetición hasta alcanzar un objetivo que conduce la acción del niño.

A partir de los 18-24 meses, estos juegos cobran nuevos sentidos. Acunar un muñeco, alimentar a un oso con “comidita de mentira”, manipular muñecos y realizar acciones familiares con ellos, darle voz al motor de los autos y recorrer largas distancias en las paredes y pisos… son modos de jugar que se agregan a la exploración y al descubrimiento de las propiedades de los objetos. El ocultamiento, las carreras, los juegos de vértigo, los primeros ensayos de juegos deportivos como patear la pelota o embocarla… van enriqueciendo las posibilidades de los niños pequeños y el intercambio con hermanos mayores, el conocimiento de las cosas, la entrada al Jardín, los dibujos que ven en la televisión, los cuentos que escuchan, los lugares que visitan… acercan nuevos temas e intenciones para jugar. El mundo se transforma y toma el sentido que el niño quiere darle. Una lapicera puede ser un avión, un palo se transforma en un caballo y la imaginación pareciera no tener límites para la iniciativa infantil.

En este recorrido evolutivo, jugar con otros abre la puerta a los juegos con reglas convencionales. Las manchas en los patios, los juegos con palabras (los cuentos de nunca acabar como “El cuento de la buena pipa”, “En la tienda de París”…, el Veo-Veo, el teléfono descompuesto…), los juegos a partir de canciones, las rondas y las rimas (¿quién no jugó a La farolera, El huevo podrido, el Antón pirulero, La Ronda de San Miguel, Martín Pescador?), los juegos de descarte (el Pisa-pisuela, el Ta-Te-Ti), los Juegos de mesa (los Rompecabezas, los Juegos con cartas, dados y tableros, los Laberintos y recorridos, el Memotest, el Dominó, el Ludo…)… los juegos de siempre (la Rayuela, La brujita de los colores, Las esquinitas, Las escondidas, El anillito, La payana, La Taba…) pueblan el universo de los juegos siempre que haya un “otro” capaz de trasmitirlo.

Los juegos cambian con la edad de los niños pero no sólo dependen de la edad. Algunos juegos requieren contar con objetos y juguetes, otros sólo aparecen por tener una buena idea o porque alguien enseñó la regla. A veces se necesitan espacios amplios. Otros no requieren desplazamientos y solo precisan que estemos muy quietos y atendamos a las palabras y los gestos. Hay juegos que se pueden jugar solos pero en muchos otros, la presencia de compañeros de juego resulta imprescindible.

¿Qué es entonces Jugar?

Jugar es una forma de utilizar la mente y una actitud sobre las cosas que permite poner a prueba ideas, emociones, iniciativas y experimentar con ellas. La posibilidad de jugar está “sostenida” por el desarrollo de la imaginación… pero la imaginación necesita contenidos sobre los cuales “crear”. Para jugar se necesitan “ideas maravillosas”.

Esta manera de definir al juego permite comprender por qué al juego se lo ha asociado con conductas tan diversas como la posibilidad de…

– … ejercitar lo que ya se conoce, comprender la realidad, potenciar la exploración y la construcción del conocimiento

– … ponerse de acuerdo con otros reconociendo los puntos de vista diferentes que cada uno tiene

– … coordinar acciones donde se complementen roles, se distribuyan tareas, se refuerce la interacción y se utilicen recursos comunicacionales variados

– … tomar decisiones y desarrollar progresivamente el pensamiento autónomo.

– … asumir los fracasos y los errores y ensayar nuevas respuestas

– … resolver problemas, desarrollar el pensamiento creativo, poner en juego las emociones, aprender a anticipar trayectorias, etc.

La variación del juego está fuertemente condicionada por la pertenencia social, por la experiencia y las condiciones de vida. De ahí que…cuanta más experiencia, más información y más situaciones nuevas se ofrezcan a los niños más se facilitará la posibilidad de jugar.

¿Cómo armar entonces una situación rica de juego?

Al ser el juego no solo una conducta natural y espontánea sino también un producto de la cultura, la variabilidad y disponibilidad de objetos, juguetes, espacios y tiempos, la riqueza y organización de las propuestas, la presencia de otros niños y adultos con quienes jugar… tornará al juego más rico y facilitará el desarrollo de las posibilidades representativas, de la imaginación, de la comunicación y de la comprensión de la realidad.

Algunas sugerencias que pueden ayudarnos a “dar una vuelta” al juego cuando está situado en espacios con diferentes grados de formalización (hogar, plaza, club, centro infantil, ludotecas, escuelas):

– Como el jugar supone no solo disponer de un espacio apropiado sino también de tiempo, se requiere asegurar ambas variables para que el juego ofrezcan la seguridad que el niño necesita para desarrollarse. Los juegos suelen iniciarse con un primer momento más exploratorio del material y las posibilidades que ofrece el lugar. Por eso, para evitar una conducta aleatoria y dispersa en los niños es muy importante recorrer todos juntos el lugar, presentar los juguetes que van a estar disponibles, los lugares donde se guardarán después de jugar y también señalar qué espacios no pueden usarse.

– La organización de sectores de juego – por ejemplo, sectores para dramatizar, pintar, construir o armar, jugar a las cartas o recorridos – permite jugar solos o en pequeños grupos. En este sentido, es importante que se respeten ciertas pautas para entrar o salir de esos sectores… tener cuidado con los que están jugando para no interrumpir el juego, cuidar los juguetes para el que viene después, etc. Puede ayudar que en algunos sectores haya adultos “acompañando” el juego o jugando con los niños. Y también no obligar a jugar con otros cuando un niño juega solo.

– En contextos donde participan muchos niños, el número de niños por sector dependerá de la cantidad de material y juguetes disponibles. Para los niños “compartir” debe ser una posibilidad pero no una obligación. Cuanto más pequeños son los niños mas se observan juegos “en paralelo” que requieren que cada uno cuente con sus propios juguetes y objetos. Jugar con otros es diferente a jugar junto a otros. En el primer caso, se pueden alternar el uso de juguetes porque se complementan las acciones. En el segundo, estamos “con” el otro… en el mismo espacio… pero aún cuando se mantenga una posición de “alerta” frente al juego del compañero, el pensamiento y el juego de los niños sigue su propio carril… Quizás por esto resulta tan importante contar con materiales y espacios suficientes para todos.

– La presencia de los adultos necesita ser orientada. Así como se recibe a los niños, también se necesita recibir a las mamás, abuelas o adultos que acompañen y compartir con ellos qué se espera que hagan. Orientar, animar a jugar con los niños, leerles un cuento… estar disponibles para lo que se necesite, ofrecer ideas para ayudar a sostener el juego, pueden ser algunas iniciativas que faciliten la integración y quiten el miedo de estar entrando en un territorio diferente al habitual pero muy atractivo para establecer nuevos vínculos.

– Puede ser que los “acompañantes” no quieran jugar. Una característica del juego es que no se puede “obligar a jugar”. Nadie juega sino quiere. En estos casos, se pueden pensar otras alternativas. Por ejemplo, ofrecer un taller de confección de juguetes o por qué no, proponer juegos para que las mamás también pasen un momento agradable entre ellas. Algunos juegos, como el Memotest, puede ser fácilmente adaptado para adultos… solo se requiere disponer de imágenes más complejas y mayor cantidad de piezas…

– Los diferentes tipos de juego requieren modos particulares de intervención y seguimiento. En un juego dramático, se necesitará facilitar la elección de los roles para jugar, animar los diálogos con preguntas e intervenciones que sostengan la acción dramática. Por el contrario, un juego de construcción quizás requiera solucionar un problema práctico para que la torre pueda “crecer en altura” o los “autos andar solos en una pista”. En este caso, construir junto con los niños puede ser una alternativa para animarse a ir más allá de las ideas iniciales. Finalmente en un juego con reglas convencionales, verbalizar las reglas mientras se juega, jugar con los más chiquitos sentados en la falda, equivocarse y perder o por el contrario, ganar y desafiar a jugar de nuevo… pueden ser intervenciones que alienten la búsqueda de nuevas formas de jugar.

Durante el juego… es cuando se necesita “estar” con los niños, acompañarlos en las elecciones, observar sus necesidades, ofrecer alternativas, animar a buscar otras soluciones, facilitar los procesos de búsqueda brindando nueva información… en suma, enriquecer en ellos la posibilidad de jugar.

– Mientras los niños juegan es importante estar atentos a la tensión que puede surgir frente al “ruido” inicial que lleva la organización y distribución de los niños en los sectores y animarse a “dejar jugar” y también a “orientar/pautar” el juego…. El “orden y caos” propio de los espacios lúdicos se contiene a sí mismo en la medida en que los jugadores superan el primer momento de confusión que plantea la diversidad de ofertas y la ansiedad por conocerlas todas. Probablemente, la primera vez que se ofrezca un espacio de juego aparecerán momentos de juego libre y espontáneo. A medida en que los niños conozcan el lugar, los materiales, las posibilidades… los juegos se irán enriqueciendo y ordenando.

Enseñar a jugar supone animarse a mirar al juego no como una única situación sino como una sucesión de escenas. Una de las características de un buen juego es que está como “volcado sobre sí mismo”, es decir, el juego llama al juego. Un verdadero juego no solo es divertido sino que invita a ser jugado nuevamente. La repetición, la exploración de nuevos finales, la inclusión de ideas y proyectos, la modificación de las reglas… forma parte del juego y nos revela como avanza el pensamiento infantil.

Jugar abre nuevos posibles en los que la confianza, la curiosidad y el pensamiento pueden seguir un cause propio para las posibilidades de aprender del niño y lo invitan a aventurarse más allá del punto de partida original. Aprendizajes necesarios para animarse a “aprender a aprender” y “elegir qué vale la pena aprender”. Aprendizajes imprescindibles para el mundo de hoy.

Fuente artículo: http://aprendiendoaserpapaz.redpapaz.org/index.php?option=com_k2&view=item&id=270:tom%C3%A9monos-en-serio-el-juego-patricia-sarl%C3%A9&Itemid=29

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La ballena azul, riesgos, padres y docentes

10 de mayo de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Rafael Orduz

Frente a amenazas como las del juego de la ballena azul, la clave está en el acompañamiento de parte de docentes y padres de familia.

De acuerdo con la información pública disponible, el juego de la ballena azul ha cobrado la vida de más de un centenar de adolescentes en Rusia y, sin que esté confirmado, parece expandirse a otros países y continentes. El juego, coordinado por un tutor virtual, está constituido por una serie de tareas  de corte transgresor que, finalmente, culminan con el suicidio del jugador.

La información sobre los peligros de la ballena azul ya se ha vuelto viral. Se dice, incluso, que algunos de los niños y jóvenes que se comprometen a recorrer las fatales etapas del juego lo hacen bajo amenazas. Los padres de familia, por su parte, están en una encrucijada y, muchos de ellos, desconocedores de los rudimentos básicos de las tecnologías de la información, no saben qué hacer frente a la potencial amenza a sus hijos. Algo similar puede afirmarse de los docentes que, en el caso de la educación básica y secundaria, tienen a cargo suyo a diez millones de niños y jóvenes en Colombia.

¿Qué hacer? ¿Cómo reducir el riesgo?

En primer lugar, hay que tener claro que las actuales tecnologías de la información (TI), como es el caso de cualquier tecnología disruptiva, son, sencillamente, herramientas. El uso depende de los seres humanos, que puede ser constructivo o lo contrario. Una característica de las TI, clave para despliegue y la interacción con “lo bueno” y “lo malo”es la de la ubicuidad: la posibilidad de comunicarse cómo, dónde y cuándo se desee, rasgo inédito en la historia de las comunicaciones.

Segundo, las amenazas en el mundo virtual existen desde el momento en que internet se convirtió en una plataforma comercial, en la primera parte de los años noventa del siglo pasado. Conocidos son algunos de los riesgos en materia financiera, secretos industriales y, en general, de información privada de las personas y organizaciones.  Así mismo, son muchas las víctimas que han caído en manos de redes que promueven la bulimia, la trata de personas, la pornografía infantil, cultos satánicos, para sólo nombrar algunos campos de riesgo para jóvenes y niños en cualquier parte del mundo. Esto significa que las amenazas siempre estarán en el mundo casi infinito de la virtualidad.

Tercero, en contraposición a las amenzas potenciales, las posibilidades de acceso e interacción con otras personas y organizaciones alrededor de contenidos constructivos es también, inmensa, sin precedentes, cosmopolita. La posibilidad de acceder a contenidos educativos, por ejemplo, está causando una revolución en los sistemas educativos, que ven derribarse, progresivamente, el esquema del profesor, que lo sabe todo, frente a los alumnos que nada saben; el docente actual se convertirá, en pocos años, en un articulador y orientador. La adquisición de competencias puntuales, en la forma de los nano – grados, las gigantescas bibliotecas, las posibilidades de autoaprendizaje, son tan sólo algunas de las posibilidades al alcance de cualquiera con conectividad fija o móvil.  Juegos, la creación de contenidos de opinión, el intercambio artístico, el disfrute de la música, se añaden a la lista.

En quinto lugar, queda la disyuntiva de lo que deben hacer padres de familia y los docentes: ¿Prohibir o acompañar? La respuesta es simple: apoyar a niños y jóvenes orientando y acompañando.  Sin embargo, la tarea no es sencilla, dada la brecha digital que se presenta entre jóvenes, de un lado,  y sus padres y maestros, de otro. De ahí que sea imperativo, con apoyo de las autoridades públicas,  que haya opciones de alfabetización digital para padres de familia de manera que puedan convertirse en interlocutores de sus hijos en la materia.

Sin duda, las reglas de juego en los hogares alrededor del uso de internet y, en general, del uso de dispositivos, es necesaria: el establecimiento de horarios de uso, normas mínimas para compartir en familia sin la mediación de móviles. No obstante, sin afecto es imposible construir la confianza necesaria para que padres e hijos compartan información acerca de las incursiones en internet.

Finalmente, sexto, el gobierno nacional y los territoriales, las asociaciones de instituciones educativas, públicas y privadas,  las de padres de familia, deben proveer la información oportuna acerca de riesgos a la salud física y mental que se detecten en la red y las recomendaciones del caso. Los mismos estudiantes, así como una dosis de inteligencia virtual, pueden  colaborar en ello.

Las TI son herramientas; utilizémoslas en formar mejor a nuestros hijos y conjuremos los riesgos con afecto y acompañamiento.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/editorial/la-ballena-azul-riesgos-padres-y-docentes

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Perú: “Juego Ballena Azul es una perversión”, advirtió la titular de la Dirección Regional de Educación

América del Sur/Perú/07 Mayo 2017/Fuente:peru21 /Autor: César Takeuchi

“La Ballena Azul no es un juego, es una perversión. Está queriendo dañar a nuestros adolescentes y no lo vamos a permitir”, manifestó ayer Killa Miranda, titular de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM), ante la posibilidad de que este peligroso juego se extienda en nuestro país a través de las redes sociales.

Como se sabe, en Sudamérica ya se habrían registrado víctimas mortales por este juego que consiste en cumplir una serie de retos que terminan en el suicidio.

Para evitar consecuencias negativas en nuestro país, la representante del Ministerio de Educación anunció ayer que esta semana se activará un plan de tutoría en todos los colegios públicos para brindar charlas educativas e informar a los menores sobre este riesgoso juego.

Asimismo, indicó que espera la colaboración de las familias. “Quiero pedirle a los directores de los centros educativos que abran las puertas de las escuelas a los padres. Se necesita crear un ambiente de armonía y amor para que nadie le haga daño a los niños”, afirmó Miranda a Perú21.

En tanto, el psiquiatra Horacio Vargas, del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, dijo que son más proclives a caer en este juego los adolescentes que tienen carencias afectivas de sus padres.

DATO

Unos 55 líderes estudiantiles de los colegios públicos de Lima brindarán asesoría en las escuelas para que los menores se informen de los peligros de la Ballena Azul.

Fuente de la noticia: http://peru21.pe/actualidad/juego-ballena-azul-perversion-2280384

Fuente de la imagen:http://cde.peru21.pe/ima/0/0/4/6/0/460738.jpg

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Cómo prevenir las consecuencias de la Ballena Azul

30 Abril 2017/Fuente: semana/Autor:semanaeducación

Este juego virtual que circula por Internet y los recientes casos de suicidio alertan a los padres sobre esta enfermedad. Le explicamos cómo enfrentarla y cómo enseñar a sus hijos a vivir plenamente.

Las noticias sobre un peligroso juego que circula por Internet ha encendido todas las alarmas entre los padres. La Ballena Azul, como se conoce, está compuesto por cincuenta retos, dividido en un intervalo de cincuenta días, que tiene como última fase el suicidio.

Los expertos indican que el juego tuvo su origen en Rusia, en donde se han registrado alrededor de 130 casos de suicidio, posiblemente relacionados.Este suceso ha generado temor y muchas preguntas: ¿cómo los niños y jóvenes están usando el tiempo libre y la información disponible en Internet? o ¿por qué los menores de edad están desarrollando esa tendencia hacia los retos que ponen en peligro su integridad?.

Según fuentes consultadas por Semana Educación, los padres no deben enfocarse en un juego específico. Cada cierto tiempo surgen modas, ya sea en Japón, Rusia o Suecia, con diferentes nombres y modalidades, que, desde luego, hay que conocer y atender para prevenir. Sin embargo, el centro de la discusión en colegios y familias debe dirigirse en otra dirección cada vez más preocupante en Colombia y el mundo: la depresión en niños y jóvenes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta a 300 millones de personas en el mundo.

Esta enfermedad se ha convertido en un serio problema de salud, “cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan cerca de 800.000 personas”, indica el organismo internacional en su último informe.

En niños y jóvenes deprimidos, juegos como la Ballena Azul con retos como interrumpir el sueño, ver películas de terror durante 24 horas seguidas, no hablar con nadie durante un día o autolesionarse no hacen otra cosa que acelerar e incentivar su predisposición a la tristeza.

¿Cómo enfrentar la depresión en los menores de edad?

1. Diferenciar entre tristeza y depresión.

No conviene que los padres estén predispuestos y todo el tiempo alerta, cada vez que sus hijos están tristes. La tristeza es una emoción importante, necesaria para la reflexión y normal en todas las edades. La depresión, en cambio, afecta las funciones motoras, altera el sueño, la alimentación y las relaciones sociales. Según la psicóloga Daniela Sánchez al entender la diferencia, hay que intervenir cuando se está presentando un caso de depresión, hablar, tomar las medidas necesarias y consultar con un especialista. Cuando se diferencia entre la tristeza y la depresión, es importante permitirle a los hijos estar tristes. Lo que está ocurriendo desde hace unos años es que ambos padres trabajan largas jornadas, tienen poco tiempo para comunicarse con sus hijos, y cada vez que los ven tristes o aburridos se preocupan y tratan de resolverlo fácilmente, con el celular, una tableta o un videojuego. Como si no les dieran permiso para aburrirse y estar tristes. Es fundamental que los niños sepan que la tristeza es normal, para que aprendan a manejarla y a regular sus emociones.

2. La comunicación es fundamental

Es importante encontrar momentos de intercambio de experiencias con los niños y jóvenes, preguntarles cómo están, cómo se sienten, para que se concienticen de sus emociones, asegura la psicóloga Liliana Godoy. También contarles francamente sobre las vidas cotidianas de los padres, los adultos también tienen días difíciles también, pero han encontrado soluciones para superarlos, según Sánchez.

¿Qué hacer para enseñar a ser felices

1. Enseñar a agradecer

Una costumbre de muchas religiones, tanto de Occidente como de Oriente, es el agradecimiento. Dar las gracias todos los días ha sido una costumbre durante siglos, sea a un dios, a la tierra, a las circunstancias, a la suerte, o a las personas que nos rodean. Esa tradición, según lo han comprobado las investigaciones de Martin Zeligman, profesor de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) y creador de la Psicología Positiva, tiene un alto impacto en el bienestar de las personas.

2. La meditación como ejercicio

Con la meditación ocurre algo parecido al agradecimiento. De formas diferentes, las religiones, especialmente las asiáticas, han encontrado desde hace milenios los grandes beneficios de la meditación. Sin embargo, solo hasta hace unos años, con las investigaciones en las facultades de psicología y neurociencia, en especial en la Universidad de Harvard, se ha empezado a demostrar cómo meditar todos los días tiene un efecto positivo, no solo en el bienestar (que incluye la salud física y emocional), sino también en la concentración, los resultados académicos y profesionales.

3. Las relaciones sociales son fundamentales

Ocupar la mayor parte del tiempo en Internet no es una actividad efectiva que ayude a los niños a sentirse mejor. Tanto adultos como niños, necesitan cultivar relaciones para tener una vida feliz. Tener la posibilidad de hablar con amigos, de exteriorizar los sentimientos es fundamental para entender las dificultades y también para liberarse de los pensamientos negativos.

Fuente de la noticia: http://www.semana.com/educacion/articulo/la-ballena-azul-como-prevenir-los-suicidios-y-la-depresion/523266

Fuente de la imagen: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2016/11/7/504650_1.jpg

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A la escuela se va a jugar

Por Laura Crespo

La educación infantil sigue encima de la mesa de debate; consensuada ya la importancia del desarrollo cognitivo y social de los niños en sus primeros años, los métodos empleados para fomentar ese desarrollo empiezan a desencorsetarse y a mirar a nuevas fórmulas. En ellas, el juego se afianza como herramienta clave: a la escuela se va a aprender… jugando.

Las nueve de la mañana. Los alumnos de Infantil 3 del colegio SEK-Ciudalcampo llegan a clase cargados: cajas de cereales vacías, los envases de los yogures que cenaron la noche anterior, bricks de leche gastados. Tienen entre cinco y seis años y durante las últimas semanas han construido junto a sus profesores un supermercado en el aula. Hay que llenarlo para después poder hacer la compra. Acordar el precio de cada producto; hacer una lista –la P, con la A y la N-; ahora tú eres cajero, ahora cliente; tres manzanas y dos naranjas son cinco piezas de fruta; si tengo diez y pago cinco, me sobran otros cinco para la semana próxima. Un juego. Y matemáticas; y lectoescritura; e inglés, porque el supermercado, como el colegio, mira hacia lo global; y normas (¿quién da la vez?); y socialización (pasa, gracias, por favor).

Los padres, al principio, fruncen el ceño. No hay fichas de ésas que ellos recuerdan vagamente de sus tiempos en la escuela infantil. ¿Libros? Los que se llevan de la biblioteca a casa una vez por semana para después contar a sus compañeros el argumento. Porque aquí, se trata de tocar, de entender e interiorizar. “El juego es muy importante, sobre todo la etapa más temprana de los cero a los seis años, porque a través del descubrimiento y de la creatividad se profundiza de manera más eficaz en el aprendizaje”, explica Judith Canning, coordinadora de la Escuela y Ciclo de Infantil de SEK-El Castillo.

Basado en la corriente constructivista de Lev Vygotski, el método del PEP (el Programa en la Escuela Primaria del Bachillerato Internacional) va edificando la educación sobre los conocimientos previos que tienen los niños. “Se trata de un tipo de aprendizaje aplicado. La lectoescritura, como las matemáticas, son realidades mecánicas, pero para interiorizar el aprendizaje hay que entender por qué tienes que leer o sumar: no sirve de nada leer muy rápido si no se entiende lo que se está leyendo y el concepto de sumar y restar es más importante que la suma o la resta en sí mismas. Para que un niño entienda para qué necesita las matemáticas, tiene que aplicarlas de manera práctica y si el proceso es divertido, un juego, se fija mejor”, cuenta Canning.

La fórmula es tan sencilla en su planteamiento como innovadora y eficaz en el modelo educativo: incidir en el aprendizaje situacional a través del juego simulado, sacar los conceptos del terreno de lo abstracto para introducirlos en situaciones cotidianas más fácilmente asimilables para los pequeños, y jugar a esas situaciones. Hoy es un supermercado, mañana, un restaurante, una casa o un jardín.

Con este sistema se fomenta, además, la diversidad, gracias a una metodología que se adapta a los distintos ritmos de aprendizaje de cada alumno y que se apoya de manera constante en el trabajo en grupo, aprovechando las sinergias entre los niños, fomentando las fortalezas de cada uno y logrando un refuerzo positivo en sus debilidades gracias a los otros.

Después de dos años sin libros ni fichas en la educación infantil de su centro, Canning asegura notar a los niños “más interesantes, curiosos, creativos y diversos”, además de acostumbrados a la inmersión en inglés.

Son exigencias del guión. La escuela no puede aislarse del ritmo vertiginoso de cambio que implica a todo lo demás: la sociedad, la familia, el mundo laboral. Y los nuevos métodos educativos empiezan a ganar en flexibilidad y a enfocarse hacia enseñar a aprender.

Canning mira al futuro: “No sé en qué van a trabajar estos niños el día de mañana, ni siquiera qué tipo de trabajos van a existir cuando sean mayores, así que lo importante es aprender estrategias, entender cómo pensamos, cómo aprendemos, cómo solucionamos”. Porque las matemáticas, antes de aprenderse, se pueden descubrir y tocar: botones o garbanzos que los niños clasifican por colores y tamaños desde antes de cumplir los tres años.Beneficios de aprender jugando

La coordinadora de Educación Infantil en el SEK-Ciudalcampo, Concepción García-Hernán, extiende los beneficios del juego como herramienta fundamental de aprendizaje en cinco niveles. El primero de ellos, el desarrollo motor, se empieza a trabajar desde la cuna, desde que un bebé, a partir de los tres meses, diferencia texturas al andar descalzo o es capaz de dirigir su mano hacia un juguete, funciones motrices fundamentales para el posterior desarrollo oculomanual: el que permitirá avanzar en la lectura y la escritura. Además, el juego fomenta el desarrollo cognitivo, el del lenguaje y la comunicación a través de los primeros balbuceos.

Por otro lado, los juegos dirigidos de este tipo de métodos educativos permiten un desarrollo social –el de comprender las normas, los valores, el tiempo de espera, el respeto a los demás…- y el afectivo: ayuda a exteriorizar las emociones, ya sea a través del lenguaje mismo o de las acciones que forman parte del juego, a gestionarlas y a desenvolverse en la resolución de conflictos.

La educación moderna está empezando aplicar de manera consciente el juego en la enseñanza, de una manera que, resume García-Hernán, favorece el desarrollo del niño en todas las dimensiones. Algunos colegios, como los de la Institución Educativa SEK, apuestan ya por organizar sus aulas en ‘centros’ de aprendizaje basados en el juego por los que los alumnos van rotando: ahora juego dirigido –por un educador-; ahora, simulado; ahora, y por supuesto también, juego libre; todo, cuenta la coordinadora, con un apoyo controlado de las nuevas tecnologías. “Cuando un niño está apasionado por lo que hace es cuando realmente aprende”, concluye.

Fuente: http://www.madridiario.es/441880/educacion-infantil-juego-simulado

Imagen: www.madridiario.es/fotos/1/139810_Foto24-2-1793208_thumb_722.jpg

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La importancia del juego en la educación

01 de febrero de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Por: Amaya Chamorro Díez

Llevo diez años dedicada a la educación y cada día estoy más convencida de que el método más eficaz para enseñar (sea cual sea la edad) es a través del juego.

  • Hoy en día tenemos a nuestro alcance multitud de recursos y materiales que nos facilitan aún más nuestra tarea docente. ¿Por qué no usarlos?
  • No hace falta motivar a un alumno para jugar. ¿Por qué no aprovecharlo?
  • La imaginación crea inquietudes en el saber y en el hacer. ¿Por qué cortar esas alas?

El objetivo que persigo es demostrar que con la imaginación del profesor, algún que otro recurso básico y la motivación del alumno se consigue todo lo que nos propongamos en nuestra tarea docente.

Para ello, una pequeña muestra.

LA FIESTA DE LAS LETRAS
Actividad destinada a los alumnos que comienzan con la lectura.

Materiales necesarios

  • Globos grandes de colores.
  • Palabras con las letras que ya conocen.
  • Música.
  • Cartulina y pegamento.

Preparación del juego

Cada palabra estará escrita letra a letra en papeles individuales que los introduciremos dentro de un globo que posteriormente lo inflaremos y ataremos.

Habrá por lo menos un globo por niño, como mínimo.

Desarrollo del juego

Los globos estarán esparcidos por toda la clase.

Sonará la música y ellos bailarán libremente hasta que se pare la canción.

Es el momento para que cada uno de ellos coja un globo, lo explote y con los papeles que hay dentro forme una palabra con todas las letras y las peguen en la cartulina de manera correcta.

Gracias a este juego consigo animarles a la lectura, repaso las letras conocidas, pongo en funcionamiento los engranajes de pensamiento y todo ello, sin esfuerzo.

Si a todo lo anterior le añadimos un poco de inteligencia emocional (entendiéndola como Antonio Vallés Arandiga me lo hizo entender en una sesión formativa: “Lo que verdaderamente permanece en nuestra memoria es aquello que nos ha provocado una emoción. Bien sea una emoción positiva o negativa, pero emoción al fin y al cabo”), el éxito de nuestra tarea docente es rotundo.

Dejemos que disfruten de su propio aprendizaje, que sean ellos los que tomen las riendas de su educación y nosotros los guías.

Si en la educación infantil es así de fácil, ¿por qué no se sigue utilizando en las etapas posteriores? ¿Qué es lo que nos hace cambiar la metodología si se está demostrando día tras día que es efectiva?

NUNCA DEBERÍAMOS DEJAR DE SER NIÑOS.
Si queréis conocer algún ejemplo más de juegos para aplicar dentro del aula, aquí encontraréis alguno que otro que espero que os puedan servir de ayuda.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/la-importancia-del-juego-en-la-educacion/

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Crear juegos educativos a partir del conocimiento

30 de noviembre de 2016 / Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/

Por: Claudia García

Crear un juego puede parecer sencillo; ya se sabe, jugar es cosa de niños. Nada más lejos de la realidad.

Se puede pensar que para crear un juego basta con una buena idea, un poco de tiempo y el dinero necesario. Pero ocurre que, como en la mayoría de actividades humanas, resulta difícil (por no decir imposible) realizar grandes proyectos de manera individual, sin la participación de los demás. El cambio que han experimentado las organizaciones ha fomentado una manera de trabajar más colaborativa y cooperativa. Si hasta ahora se podía organizar el trabajo de manera individual, ahora se hace necesaria la interacción de los implicados para conseguir finalidades compartidas, objetivos comunes, propósitos colectivos.

Para crear un juego se necesita un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de diferentes disciplinas que trabajen conjuntamente para un objetivo común.

Para empezar, necesitamos profesionales de la educación, maestros, profesores, psicopedagogos, psicólogos o pedagogos; un profesional del aprendizaje que esté trabajando en primera línea, en contacto con niños y niñas, los verdaderos protagonistas, a los que va dirigido el juego.

El día a día en el aula, en el contacto directo con los alumnos, aporta a estos profesionales un conocimiento real y ajustado de las capacidades, competencias, motivaciones, gustos y necesidades de los niños y niñas. Este saber basado en la experiencia diaria, unido a la formación inicial recibida y a la formación continua aprehendida, configuran un “corpus” de conocimiento muy interesante, muy rico, que puede contribuir a la mejora de la calidad educativa de nuestra sociedad.

Muchos profesionales crean sus propios materiales educativos, realizan sus personales adaptaciones, fabrican manualmente mediante el DIY (Do It Yourself) con materiales, a menudo reciclados, e incluso comparten en la red sus creaciones. Sin embargo, son unos materiales educativos que, con demasiada frecuencia, quedan en el ámbito local y de relación personal.

En segundo lugar, se hace necesaria la participación de profesionales del mundo del diseño: ilustradores, diseñadores gráficos, animación audiovisual, maquetistas. Profesionales en el arte de transmitir visualmente la idea del juego. Estos profesionales (a los cuales podríamos llamar “artistas”en el término de tener la habilidad para hacer algo con perfección) son capaces de dar color, forma, imagen, tipografía… al juego concebido e imaginado por el profesional de la educación, para que el niño se sienta atraído por la belleza de la propuesta educativa.

En pleno siglo XXI puede sonar antiguo hablar de belleza, esa experiencia sensorial que produce bienestar y placer; ahora más que nunca debemos educar en este aspecto de la existencia humana, y los juegos educativos deberían poder transmitir la experiencia emocional de poder expresar los sentimientos de placer y satisfacción que supone tener en sus manos ese objeto didáctico.

En este momento del proceso de creación del juego, es de justicia mencionar a los profesionales que puedan intervenir en la corrección del juego; des de los correctores ortográficos, hasta la comprobación exhaustiva por parte del responsable de calidad, pasando por los profesionales vinculados a aspectos concretos de los juegos educativos: si hablamos de un juego educativo relacionado con la alimentación, será necesaria la participación de profesionales de la nutrición, dietistas nutricionistas.

En tercer lugar, y no por eso menos importante, deben participar los profesionales de las artes gráficas que harán realidad física el juego: imprentas y empresas de manipulación y montaje de los juegos. Las relaciones con estas empresas creemos que también deben ser colaborativas: cuanto más implicadas se sientan del proyecto, mejor producto obtendremos.

Fuente artículo: http://revistaeducacionvirtual.com/archives/2669

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