Retos de enseñar en línea: el caso de las clases de Química

Por: Paulette Delgado

Debido a la pandemia, la educación tuvo que trasladarse al entorno virtual pero, ¿qué pasa con clases como química? ¿Se puede adaptar prácticas de laboratorio en línea?

La COVID-19 ha creado desafíos importantes en distintas áreas de la educación. De las más afectadas son aquellas cuyas clases prácticas necesitan de un equipo especializado, como las clases de Química.

A medida que la educación se ha trasladado al aprendizaje en línea a raíz de la pandemia global, adaptar las clases de laboratorio es uno de los desafíos más difíciles. El personal educativo de Química está tratando de descubrir cómo adaptar mejor a sus estudiantes.

Enseñando Química en línea

La revista Chemical & Engineering News pidió que profesores de Química con experiencia en aprendizaje en línea dieran consejos para el personal docente que tuvo que adaptarse a este modelo educativo.

El primer consejo que dan los expertos es familiarizarse con las herramientas disponibles para las clases virtuales. Muchas instituciones cuentan con software de grabación o teleconferencia, además de establecer diseños institucionales que pueden proporcionar un marco de referencia para las clases. Además, puede que algunas instituciones incluso hayan proporcionado información de cómo utilizar alguna plataforma de conferencias, como Zoom.

Para adaptarse a las clases en línea, es necesario sentirse cómodo con el sistema de aprendizaje y sumergirse en este. Aprender a organizarse y saber dónde está la información que necesita a la hora de enseñar el contenido, ya sea material de apoyo para entender la plataforma, dónde subir el material, revisar calificaciones, tomar asistencia o lo que necesite.

Además, es recomendable buscar si la universidad cuenta con expertos en accesibilidad y diseñadores institucionales. Aunque puede parecer un consejo extraño, Marita Barth, instructora de Química en línea en la Universidad Estatal de Oregon, asegura que ellos sabrán «cosas en las que no pensarías que hacen que las clases sean más útiles». Esta ayuda puede variar desde tener mejor presentación ante la cámara, hasta saber cómo aprovechar mejor las plataformas.

Otro punto importante es considerar los problemas de accesibilidad de los estudiantes, y considerar que no todos tendrán acceso a las herramientas adecuadas para aprender de manera remota. Aunque a las nuevas generaciones se les conoce por ser nativos digitales, es posible que no se sientan tan cómodos con el aprendizaje en línea. “Cuando comencé a enseñar en línea, asumí que todos mis estudiantes serían muy conocedores de la tecnología, y ese no es el caso en absoluto”, reconoce Barth.

Para que plataformas como Zoom sean una opción, el alumnado debe tener acceso a internet con una bancha ancha que soporte la transmisión. Si alguno no tiene, o se le dificulta entrar a la clase, lo mejor es proporcionarles videos que puedan descargar más tarde. Además, agregar subtítulos a los videos puede ayudar con la accesibilidad, más en clases como Química que tienen un vocabulario especializado. En su experiencia, Barth aconseja incluir los subtítulos manualmente ya que los automáticos pueden distorsionar lo que dice el profesor. Además, muchas universidades pueden contar con recursos disponibles para este fin. Incluir subtítulos en las clases ayudará no sólo a aquellos estudiantes que tienen problemas de audición, también es una solución para problemas de audio que pueda tener la transmisión.

Ian R. Gould, director asociado de la Facultad de Ciencias Moleculares de la Universidad Estatal de Arizona comparte que para él, el audio fue un gran desafío. Ofreció tabletas a sus docentes para que dieran sus clases en línea y muchas venían con micrófonos internos deficientes. Y aún teniendo un buen micrófono no sirve de nada si no hablan directamente o lo posicionan en un buen lugar. “Lo más difícil que tenemos es capacitar a los miembros de la facultad para que no caminen porque entonces el sonido va y viene”, dice Gould. Confiesa que buscaron comprar micrófonos de gama baja inalámbricos pero no eran buenos y los de gama altos eran muy caros.

Otro consejo que dan los expertos en diseño instruccional es practicar la clase, aunque sea frente al espejo. Esto ayudará a saber si lo que verán los alumnos es lo que la profesora quiere proyectar. Además, si se hace en alguna plataforma o por video, ayudará a saber qué botones apretar y cómo subir el material.

Otro punto importante es aprender a construir una comunidad con los estudiantes de manera virtual. Aunque utilizar plataformas sincrónicas como Zoom ayudan a tener señales visuales de los estudiantes, y saber si entienden el material, los estudiantes no siempre cuentan con cámaras o desean encenderlas. Además, la clase puede tener muchos participantes lo que complica poder visibilizar a cada alumno y saber si está bien.

El personal docente debe encontrar una vía de comunicación en la que el alumnado se sienta cómodo para hacer preguntas. Una de las vías más comunes puede ser, el correo electrónico. Para esto, es clave escribirles de manera conversacional para dejarles en claro que son accesibles, siempre dejando claro los horarios y vías de comunicación en las que los alumnos pueden contactar al personal docente cuando tengan dudas. «Puede ser aterrador levantar la mano en clase, pero es mucho más aterrador enviar un correo electrónico frío a un profesor que nunca ha mostrado interés en saber de ellos. Les escribo a mis alumnos en línea de una manera que probablemente no me comunicaría con nadie más, porque necesito que sepan que me preocupo por ellos y que está bien preguntar», aconseja Barth.

Adaptando el laboratorio en línea: el ejemplo de Berkeley 

Para enfrentar los retos de enseñar clases de laboratorio en línea, el departamento de Química de la Universidad de Berkeley tomó fotografías y grabó experimentos para sus nueve cursos de laboratorio, que van desde primer año de pregrado hasta posgrado. Después, hicieron presentaciones que los estudiantes descargan donde vienen todos los datos necesarios para poder realizar un informe de laboratorio.

Antes de hacer los videos, Erol Kepkep, el gerente del laboratorio, incluso consideró enviar por correo un kit de laboratorio a cada uno de sus 600 estudiantes. Pero al ver que una de las actividades era disección de ratas, esta opción se volvió muy poco viable.

Entre los instructores de posgrado que digitalizaron los laboratorios se encuentra Chung-Kuan Lin, también conocido como Andy. El instructor señala que la preparación de este material tomó solo días, debido a la pandemia, pero que en realidad es una actividad que debió tomar años. «Sentí que era como entrar en un territorio que ninguno de nosotros había explorado antes. Queríamos crear una experiencia de aprendizaje que permitiera a los estudiantes absorber a su propio ritmo, que se espera sea mucho más largo mientras aprenden en casa, y, mientras tanto, tuvimos que identificar objetivos y dar instrucciones muy claras. La parte más difícil probablemente sea buscar retroalimentación de inmediato; de lo contrario, esta experiencia solo sería un canal», dijo Chung-Kuan Lin al sitio de noticias de la Universidad de Berkley.

Además de laboratorios virtuales, los estudiantes también tienen la oportunidad de tener sesiones en línea con los instructores de posgrado o los mismos profesores y presentar sus informes de laboratorio como archivos PDF o de manera oral por Zoom.

Aunque los laboratorios virtuales han facilitado mucho la enseñanza en línea, aún flanquea la interacción activa. Lo que hace Michelle Douskey, profesora de Berkeley, es organizar fiestas de visualización donde los estudiantes ven y discuten los videos de laboratorio, pero donde también tienen la oportunidad de hablar entre ellos.

Muchas veces, las actividades que se realizan en los laboratorios se realizan en parejas o en equipo, algo que se dificulta actualmente en la pandemia. No sólo porque los estudiantes no asisten presencialmente a los laboratorios, sino también si las clases se dan de manera asincrónica lo que puede dificultar la interacción entre compañeros de laboratorio que no tengan acceso a internet a la misma hora.

Es evidente que áreas como Química, o aquellas que recurren de manera habitual a actividades prácticas en laboratorios, son de las más afectadas debido a la COVID-19. Lecciones de universidades como Berkeley, que encontraron una manera de adaptar sus laboratorios al modelo en línea, demuestran la creatividad que tienen algunos educadores y que el apoyo de diseñadores instruccionales es esencial.

Aún así, hasta no poder regresar al aprendizaje presencial, tanto el personal docente como los alumnos, deben irse adaptando y encontrando soluciones a este tipo de situaciones para seguir aprendiendo de manera virtual.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/retos-de-ensenar-quimica-en-linea

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La emergencia de los laboratorios ciudadanos

Juan Freire

Los laboratorios ciudadanos son la denominación que están recibiendo los entornos (una combinación de diferentes métodos, dispositivos e infraestructuras) puestos al servicio de la innovación ciudadana. Un laboratorio está diseñado para la escucha y la producción a través del prototipado, entendiendo además que los prototipos son a su vez dispositivos de escucha. Su enfoque es indisciplinar (lo amateur, lo interdisciplinar y las minorías son parte esencial), colaborativo y basado en comunidades de práctica. Por tanto podemos considerarlos como infraestructuras para que las comunidades puedan abordar retos de innovación y a la vez dispositivos que en su propia acción ayudan a visibilizar esas prácticas y por tanto a que los ciudadanos tomen conciencia de su papel, capacidad y responsabilidad en el abordaje de los problemas complejos que nos afectan.

Un laboratorio ciudadano utiliza diferentes dispositivos de escucha y prototipado y herramientas de interacción con las comunidades. En palabras de Antonio Lafuente podemos identificar 4 herramientas principales:

  • La convocatoria pública, como un mecanismo de comunicación de la misión del propio laboratorio, de atracción de personas interesadas, de conexión con comunidades ya existentes y, especialmente de escucha de las diferentes voces y sensibilidades que existen en la ciudadanía.
  • El prototipado, como proceso de producción experimental que constituye una poderosa herramienta de escucha dado que permite poner a prueba hipótesis e ideas y comprender en profundidad las perspectivas de los “afectados”.
  • La documentación, como parte esencial del proceso de trabajo y como forma fundamental de transferencia de conocimiento. Asegurar el código abierto tanto de los procesos como de los productos es la vía para asegurar el impacto futuro y el carácter recursivo y generativo del laboratorio y de lo que allí sucede (un recursive public en palabras de Christopher Kelty).
  • la mediación, un mecanismo amplio que opera de muchas formas, entre otras ayudando a incubar comunidades de práctica que nacen de forma orgánica o impulsadas por el propio laboratorio. En este sentido la función de mediación abarca roles diversos que van desde la acción pedagógica para hacer comprensibles los prototipos y proyectos al público en general, a coordinar y gestionar los trabajos que tienen que ver con los cuidados y lo reproductivo, o liderar procesos de investigación y producción.

Sin embargo, aunque el término laboratorio ciudadano es relativamente nuevo refleja prácticas y modelos institucionales que se han desarrollado en diversos contextos y que reciben nombres muy diversos. Una parte de los laboratorios ciudadanos nacen en el ámbito de la cultura digital y de las prácticas de las comunidades hacker. En este contexto nos encontramos hackerspaces, hacklabs, makerspaces, fablabs, medialabs … entornos donde las comunidades de práctica experimentan con las tecnologías digitales con reglas de juego que favorecen lo abierto y colectivo. Estas comunidades ha ido pasando progresivamente de tener un foco eminentemente tecnológico (el artefacto técnico como objetivo en si mismo) a centrarse en problemas “sociales” que requieren para su solución un desarrollo tecnológico (la tecnología como un medio y no como un fin en si mismo). Fenómenos similares, que podríamos definir como laboratorios ciudadanos, han sucedido y suceden en otros ámbitos del activismo y movimientos sociales, en colectivos artísticos y culturales o en comunidades científicas, por citar solo algunos casos.

Desde una perspectiva de políticas públicas, los laboratorios ciudadanos permiten abordar problemas con enfoques que no son posibles dentro de los marcos de actuación convencionales. Su carácter abierto, exploratorio y experimental los convierte en formas de 1) identificar problemáticas y procesos ciudadanos emergentes, y 2) producir nuevos marcos de actuación y herramientas para el abordaje y la solución de los problemas sociales. Pero esta doble función solo puede cumplirse si se preservan las características esenciales que describimos anteriormente; para ello el laboratorio debe ser protegido de presiones finalistas que amenacen la creatividad de los colectivos involucrados en la producción. En otras palabras, un laboratorio debe ser entendido como un contexto de aprendizaje y este debe ser el objetivo principal de sus actividades. La acción de prototipar tiene el propósito de colocar a los participantes ante la tesitura de obligarse a entender bien los problemas y, por tanto debe favorecer los equipos heterogéneos capaces de conectar con los afectados y las soluciones de bajo coste que antepongan el beneficio de la comunidad sobre cualquier otra circunstancia. Un laboratorio ciudadano o de prototipado es por tanto un espacio para la crítica donde los participantes son impelidos a explorar las consecuencias potenciales de lo que producen y donde necesariamente se dedica mucho tiempo a desplegar habilidades de escucha.

Este post es la continuación de La crisis de las políticas públicas tradicionales e Innovación social vs. Innovación ciudadanaEste texto fue parte de mi aportación al proyecto CO-LAB, Laboratorio de Innovación Ciudadana del Concello de A  Coruña y como el anterior está basado en las aportaciones de Marcos García y Antonio Lafuente.

Fuente del articulo: http://juanfreire.com/la-emergencia-de-los-laboratorios-ciudadanos/

Fuente de la imagen:http://juanfreire.com/wp-content/uploads/2017/02/w2uh8ldd3tc-jorge-gordo.jpg

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La relación con el aula ha cambiado: adiós a la clase magistral

Por María Teresa Coca

La realidad y la cotidianidad están desafiando los métodos de aprendizaje y los está sumiendo en una crisis debido a que las relaciones con el aula han cambiado. La fórmula de las clases magistrales pese a que es válida en determinadas circunstancias y para determinados contenidos ya no responde a las necesidades de la demanda porque la sociedad pide otro tipo de liderazgo. Las clases magistrales, «pierdan su valor», pero hay otra parte que lo gana: la gestión de la información y la interacción entre alumnos y entre los alumnos y los profesores, con una visión multidisciplinar que sobrepasa la organización tradicional por asignaturas.

Ante esta tesitura, la escuela de negocios Esade ha decidido reinventar su modelo de aprendizaje, porque los vectores de transformación del mundo -la globalización y la digitalización- han transformado la forma de trabajar en las empresas y lo que se requieren son perfiles multidisciplinares y participativos que sean capaces de discernir y evaluar situaciones. «Esade debe dar respuesta a las nuevas maneras de aprender y formarse de las actuales generaciones y a las necesidades de la sociedad que vive momentos de cambios profundos», ha destacado Eugenia Bieto, directora general de la institución durante la presentación de las novedades académicas para este curso.

En el último año y medio, Esade ha llevado a cabo una prueba piloto de la nueva metodología en la que ocho profesores, de departamentos muy diversos, han impartido sus cursos con el nuevo método a más de mil alumnos. Tras su validación, el proceso de transformación pedagógica está previsto que se ultima en el plazo de tres años para que al finalizar el mismo los 139 profesores ya lo hayan incorporado a sus clases. Para su desarrollo se requerirá una financiación de 10 millones de euros que la escuela tiene previsto captar fondos a través de la financiación fund-raising, al menos en parte. «No es un proceso fácil ni barato», ha reconocido Bieto y ha dicho que «necesitamos una fuerte inversión en tecnología digital, así como laboratorios que permitan combinar la labor del alumno que quiere aprender, el profesor que quiere investigar y experimentar y las empresas que buscan utilidades nuevas». Porque la pieza clave ya no son solo las aulas, sino también los laboratorios, puntos de encuentro entre el conocimiento, el aprendizaje y la empresa. Por ello, Esade ubicará sus nuevos laboratorios en el campus internacional de Sant Cugat, en el edificio Esadecreapolis, cuyo objetivo es el impulso de los procesos de innovación.

La directora general de Esade, Eugenia Bieto, ha expuesto que están invirtiendo esfuerzo, dinero e ilusión para recuperar la actitud visionaria de Esade cuando se fundó hace 60 años para formar directivos y ha añadido que el curso 2015/2016 ha sido «un año buenísimo, el mejor de los últimos seis» -cuando accedió a la dirección de Esade-, con 9.369 alumnos de 101 países entre los campus de Madrid, Barcelona y Sant Cugat del Vallès y una facturación de 99 millones de euros, un 4,2% más que el año anterior, sin aumentar precios (excepto algunos programas específicos) y permitiendo un beneficio positivo que no ha concretado.

Fuente: http://www.elmundo.es/cataluna/2016/10/25/580fb2b222601dd1288b462e.html?cid=MNOT23801&s_kw=la_relacion_con_el_aula_ha_cambiado_adios_a_la_clase_magistral

Imagen: e02-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2016/10/25/14774230785322.jpg

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Panamá: IJDM exige la construcción de laboratorios científicos.

Esto a pocos meses de culminar el año escolar, aún están a la espera que Ministerio de Educación le de una respuesta.

Centro América/Panamá/13.09.2016/Autor y Fuente: http://elsiglo.com/

El pésimo estado de los laboratorios de ciencia e informática mantiene preocupado a los educadores y estudiantes del Instituto José Dolores Moscote (IJDM) quienes tienen más de seis años sin utilizarlos.

Esto a pocos meses de culminar el año escolar, aún están a la espera que Ministerio de Educación (Meduca) le de una respuesta.

Esteban Vásquez y José Santana ambos docentes del plantel aseguraron que los más afectados son los graduando, pues vienen preparando a profesionales sin los recursos necesarios. Esta escuela, tiene una matrícula de 2 mil alumnos y exigen al Meduca que agilicen la construcción de los nuevos laboratorios. Pues se les ha informado que existe un proyecto para construir nuevas aulas científicas.

Fuente: http://elsiglo.com/panama/ijdm-exige-construccion-laboratorios-cientificos/23959985

Imagen: http://laestrella.com.pa/media/news/image/266466_750x480_crop_57d0b5f3f0f3e.jpg

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Más de un millón 700 mil cubanos en aulas de la Educación General

Centro América/Cuba/30 de agosto de 2016/ Fuente: cadenagramonte

Con una matrícula de más de un millón 700 mil alumnos comenzará el próximo 5 de septiembre el curso escolar 2016-2017, informó en esta capital Ena Elsa Velázquez Cobiella, titular del Ministerio de Educación (MINED).

En conferencia de prensa, a la cual también asistieron viceministros y directivos de áreas y enseñanzas, Velázquez Cobiella reiteró que elevar la calidad del proceso docente-educativo continúa siendo la máxima prioridad.

Este propósito implica que los alumnos no solo adquieran conocimientos y desarrollen habilidades, sino que, además, la formación de valores se refleje en el comportamiento adecuado dentro y fuera de la instalación, subrayó.

Enfatizó asimismo en la necesidad de potenciar aún más la atención a los maestros, en pos de lograr mayor compromiso y estabilidad en las aulas, que se sientan reconocidos y ello se traduzca en la mejoría de la docencia.

La Ministra de Educación afirmó que hasta este momento se garantiza el 94, 2 % de la fuerza laboral docente que se necesita sin el uso de alternativas, en las más de 10 mil 600 instituciones escolares con que funcionarán en este periodo lectivo.

Al referirse al recorrido realizado del 13 al 23 de agosto por todas las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, Velázquez  Cobiella significó que varios territorios mejoran su situación en el completamiento del claustro, así como también se reduce la cantidad de maestros sobrecargados, el uso de asistentes educativas y de auxiliares pedagógicos.

Destacó que mil estudiantes universitarios de cuarto y quinto años han manifestado su disposición de impartir clases en las escuelas, cifra que debe incrementarse en las próximas semanas.

Sobre las deficiencias de la cobertura docente, mencionó que se reportan 100 plazas sin cubrir en el área de Prescolar, con notable incidencia en La Habana; no obstante, señaló que el déficit es inferior con respecto al curso anterior.

Roberto Romero, director nacional de Logística del MINED, dijo que de los 307 títulos del plan bibliográfico de la primea etapa del curso ya se han distribuido poco más de la mitad, y resaltó que se trabaja con el Ministerio de Transporte para garantizar la presencia de los textos faltantes.

Comentó también que hasta la fecha se comporta de manera favorable el proceso de entrega de los uniformes escolares, cuya venta acumulada está al 83 %.

Francisco Navarro, director nacional de Inversiones del MINED, expresó que para el plan de mantenimiento constructivo de mil 976 centros docentes se han destinado más de 105 millones de pesos.

Precisó, además, que esas acciones han estado dirigidas fundamentalmente a la recuperación de la carpintería, las redes hidrosanitarias, la solución de problemas estructurales, y el acondicionamiento de locales con vistas a instalar 130 módulos de laboratorios de Física, Química y Biología en planteles de Secundaria Básica.

Fuente: http://www.cadenagramonte.cu/articulos/ver/63128:mas-de-un-millon-700-mil-cubanos-en-aulas-de-la-educacion-general

Imagen: www.radiorebelde.cu/images/images/cultura/pioneros-cubanos-foto-rodolfo-blanco-ain.jpg

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