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ESPECIAL: Mira cómo el mundo celebra el Carnaval

Por: VTV

Es el más corto del año, pero el más movido. Febrero incluye también el Carnaval. La celebración invita al mundo a ataviarse de fiesta, música, color y baile.

Veamos algunos de los Carnavales más particulares que celebra la humanidad  por estas fechas:

El Mardi Gras de Nueva Orleans (EEUU)

En la mítica ciudad del Mississippi, el Carnaval recibe el nombre de Mardi Gras. Durante dos semanas las calles de la ciudad de Nueva Orleans se ven invadidas por desfiles de carrozas y disfraces con un claro origen y gran influencia francesa; el más famoso de los carnavales estadounidenses tiene claras reminiscencias de los negros del África que llegaron como esclavos, como es el desfile Zulu, que recorre el distrito de Uptown.

Cada año, entre todas las carrozas destacan las realizadas por las distintas Krewe, asociaciones de artesanos, que discurren por las calles principales de la ciudad. En Nueva Orleans el Carnaval es una apoteoisis de lujosos trajes, carrozas y extravagantes comparsas que desfilan al son de la música de jazz.

(Foto: Archivo).
(Foto: Archivo).

La elegancia del carnaval de Venecia (Italia)

Durante diez días, la elegancia y el buen gusto están presentes en los espectaculares desfiles de disfraces de la plaza San Marcos, en los grandes bailes públicos y privados y en las procesiones de barcos tradicionales por los principales canales de la ciudad.

El origen del Carnaval de Venecia se remonta al siglo XI, aunque se consolidó en el XVIII. Entonces, el carnaval duraba hasta seis meses y en ese tiempo en la ciudad reinaba la magia de las máscaras y los elaborados disfraces detrás de los cuales se escondían en el anonimato los venecianos. Hoy, poco ha cambiado, quizás el número de personas que llenan las estrechas calles de la capital del Véneto, pero los trajes de época, la nariguada máscara del Doctor Peste, el anonimato de sus habitantes y el ambiente de desinhibición siguen presentes en Venecia.

(Foto: Archivo),
(Foto: Archivo),

Colonia, una fiesta de toda Alemania

El Carnaval de Colonia se inicia todos los años el día 11, del mes 11, a las 11 horas, y es una fiesta en la que participa toda Alemania, hasta tal extremo que es conocida como la Quinta Estación del Año. Durante estos días, llamados Días locos -y a pesar del frío- las calles se llenan de gente disfrazada y con ganas de pasarlo muy bien.

El día más popular del Carnaval es el Rosenmontag, el lunes de Carnaval, cuando tiene lugar el desfile más multitudinario. Además, Colonia luce sensacional estos días con una bella decoración luminosa, fuegos artificiales y puestos callejeros donde degustar la famosa cerveza local, Kölsch.

(Foto: Archivo).
(Foto: Archivo).

Río de Janeiro, a ritmo de samba

El Carnaval de Río de Janeiro es sinónimo de música y samba, luces y lentejuelas. Su origen se remonta a finales del siglo XIX, cuando en Brasil se empezaron a popularizar las fiestas alegres y desinhibidas de París. Pero con un toque brasileño. La samba inunda la ciudad con las actuaciones de las escuelas de samba que realizan exhibiciones impresionantes.

La apoteosis del Carnaval de Río es el desfile de las escuelas de samba por el Sambódromo, un fantástico espectáculo donde la riqueza de la música y la belleza rítmica de los participantes se mezcla con el lujo de los trajes y el esplendor de la decoración de las carrozas. Durante cuatro días, Río está invadida por el caos hasta el final, en que se declara la escuela ganadora de este disputado concurso.

(Foto: Archivo).
(Foto: Archivo).

Carnaval de Niza (Francia)

Desfiles de carrozas, charangas, cabezudos y bandas de música recorren estos días una Niza engalanada e iluminada con miles de bombillas de colores. El gran acontecimiento de los carnavales de la ciudad de la Costa Azul son las llamadas Batallas de Flores, que tienen lugar en los días señalados y que consisten en una lluvia de flores lanzadas desde las carrozas a los espectadores. También los concursos de cabezudos, carrozas y personajes tienen gran popularidad. Las concluyen la primera semana de marzo con la tradicional quema del rey y una sonada Batalla de Flores.

(Foto: Archivo).
(Foto: Archivo).

Montevideo, el carnaval más largo del mundo

En la fiesta intervienen grupos de candombe, murgas (género coral-teatral-musical), parodistas y humoristas que recorren los “tablados” al aire libre en la capital.

Los “tablados” funcionan en barrios periféricos y a precios populares con el subsidio del gobierno local, pero también en las zonas adineradas.

Paralelamente, el concurso oficial tiene lugar en el Teatro de Verano, con un aforo para seis mil personas, que luce colmado la mayor parte de las noches.

La murga y el candombe son las expresiones artísticas autóctonas más representativas de la fiesta popular que, incluso, trascendieron fuera de sus fronteras.

Con 17 hombres disfrazados y de caras pintadas, la murga actúa, canta y baila al ritmo de bombo, platillos y redoblante con una mirada sobre la realidad plena de humor, sátira y crítica.

El candombe, ritmo musical generado por tamborileros, es una tradición de los esclavos africanos que llegaron al país en el siglo XIX, declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

Parodistas, humoristas y revistas escenifican espectáculos en los que plantean con distintas variantes de acuerdo a la categoría, humor, baile y canto.

El carnaval más largo del mundo concluye en marzo después de varias semanas de concurso.

(Foto: Archivo).
(Foto: Archivo).

El Carnaval de Huejotzingo (México)

A corta distancia de la Ciudad de Puebla se realiza cada año un grandioso carnaval, una fiesta popular en la que se representan escenas de la historia y personajes de México, el Carnaval de Huejotzingo.

Por su gran atractivo se trata de una de las fiestas regionales más visitadas por turistas nacionales y extranjeros, miles de personas llegan estos días a la ciudad para presenciar la celebración.

Los festejos comienzan el fin de semana anterior al miércoles de ceniza y se desarrollan por varios días.

En su realización participa la comunidad con el apoyo de las autoridades. Los grupos o batallones son encabezados por mayordomos que se encargan de su organización y los propios danzantes se hacen cargo de sus vestuarios. Según se sabe, esta tradición se ha realizado cada año sin interrupción desde el siglo XIX.

Durante el carnaval cientos de danzantes recorren las calles de Huejotzingo disfrazados con máscaras y vistosos trajes para representar legendarios militares, turcos, indígenas, diablos y calaveras.

(Foto: Archivo).
(Foto: Archivo).

Carnaval de Tlaxcala (México)

En el Estado de Tlaxcala, uno de los más interesantes en el centro del país, se realiza una gran verbena, es un evento ejemplar e inicia con un baile sumamente colorido que incluye comparsas, carros alegóricos y grupos de bailarines.

Los participantes de la fiesta recorren las calles con grupos de bailarines denominados como camadas. Los integrantes de estos grupos recorren las principales calles de la ciudad de Tlaxcala, animando a lugareños y turistas. A los miembros de las camadas se les conoce como huehues, nombre que hace referencia a Huehueteotl, deidad náhuatl del fuego y el saber.

Como parte de los festejos de clausura, en el marco del carnaval tlaxalteco, los jefes de los diferentes grupos de catrines cargan cruces en sus espaldas, las cuales colocan en un gran altar de la iglesia local. Después rezan algunas oraciones y mientras tanto los catrines se congregan para efectuar algunos bailes acompañados de las melodías de bandas musicales. A la postre deambulan por las calles principales de la ciudad y concluyen con vistosas danzas en el zócalo.

(Foto: Archivo),
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Carnaval, en el Fin del Mundo

El ciclo de carnavales en la ciudad de Ushuaia se desarrolla con participación de distintas expresiones populares. En la fría localidad -la más austral del mundo- se despliega el color, el ritmo y la alegría.

Con una variedad de coreografías, vestuarios llamativos, máscaras, bailes y música las agrupaciones carnestolendas alegraron en las dos jornadas

La municipalidad organiza juegos y premios con la tradicionales kermes (Bailes) y corsos (desfiles).  /EM

(Foto: Archivo),
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Fuentes: National Geographic / Telesur / pueblosmexico.com.mx / ushuaia.gob.ar / eldiariodelfindelmundo

Fuente: http://vtv.gob.ve/especial-mira-como-el-mundo-celebra-el-carnaval/

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La piedra de SÍSIFO

Adolfo del Ángel Rodríguez

En el famoso Mito de Sísifo, relatado por Camus, el protagonista de la historia rueda infinitamente una roca sobre una colina, la cual se le vuelve, pero debe rodarla nuevamente como castigo por su desprecio a los dioses y su pasión por la vida, pues en las faltas que se la atribuye haber cometido está el haber revelado secretos de los dioses a cambio de agua para la ciudad de Corinto, irreverencia que le costó el castigo eterno en el infierno.

Haciendo apología del mito en cuestión, la historia mexicana, en muchos aspectos (social, educativo, económico) está condenada a repetirse infinitamente, haciendo rodar la piedra cada vez, afianzados a la esperanza de que las cosas pueden cambiar, pero en realidad parece ser una de las condiciones para que el mundo sea aceptado como es, como parte de la existencia misma, siendo la esperanza un mal necesario para el hombre, puesto que se traza metas emergentes para comprender su entorno.

Abel Quezada, en su libro El mejor de los mundos imposibles, muestra una viñeta acerca de la historia de Latinoamérica, en donde claramente se aprecia la lucha del pueblo en contra de las dictaduras que se han establecido a lo largo de la historia, sin embargo, dichos líderes populares han terminado convertidos en los nuevos dictadores y la lucha vuelve a comenzar, a la manera de la condena de Sísifo; al respecto, dice Camus en su texto, la felicidad consiste en seguir la corriente, en dejarse llevar y que el conflicto se presenta cuando se hace consciente del peso de la piedra, de tener la esperanza de algo diferente, de ya no cargarla, de lo angustiante de su peso, de llevarla a la cima de la colina.

El dejarse llevar conlleva a aceptar la realidad, en confiar en que el peso de la piedra es normal, que ruede de nuevo cuesta abajo es normal, lo que se puede comparar con la pérdida de la conciencia histórica, de lo que se hacen cargo los diferentes aparatos sociales que identificó Gramsci, la religión, la escuela y, ahora, la televisión y el internet; el primero ofreciendo otro tipo de esperanza, basado en la consecución de una meta a largo plazo basada en “buenos comportamientos”, la segunda en la formación de “ciudadanos útiles”, la tercera ofreciendo una realidad alterna, basada en la felicidad de poseer, aunque sea sin sentido y la última creando confusión con el exceso de información obligando a estar detrás de un dispositivo, fragmentando la sociedad en individuos inconscientes de su realidad, individuos que se declaran revolucionarios, pero solo virtuales, quedándose en una realidad alterna que no impacta a la real.

Al parecer hacerse conscientes es, hoy en día, una tarea muy difícil, donde la felicidad es ofrecida como sinónimo de posesión, de distracción, de eliminar al otro, de concebir al otro diferente, de la pérdida de identidad; y lo aceptamos, rodamos la piedra sin chistar, sin cuestionar, sin concebir que la realidad es el conflicto constante, como lo decía Camus y los existencialistas, pues es a partir de ahí, de concebirse un ser histórico que puede transformarse la situación: dejar de rodar la piedra y buscar segundas opciones. Esa debería ser la tarea formadora de nuevos ciudadanos.

Fuente del articulo:http://insurgenciamagisterial.com/la-piedra-de-sisifo/

Fuente de la imagen:http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2017/02/acracia.jpg

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Pachamamistas y pachapapistas: el camino y el caminante

Por: Atawallpa Oviedo Freire

A la retorcida utilización y manipulación del conocimiento, la espiritualidad, la filosofía, y sistema de vida de los pueblos originarios de los Andes, se la ha calificado como “pachamamismo”. Sin embargo, estos críticos por falta de ecuanimidad, profundidad y conocimiento han caído en el otro extremo, sin que hagan la diferencia para que sus posturas sean valorables y rescatables. Si bien es cuestionable el “pachamamismo” no se puede caer en el otro lado a pretexto de combatirlo, por lo que los vamos a bautizar como “pachapapistas”. En última instancia, ambas posturas resultan perspectivas degradantes de la pachamama o madre tierra como de lo indígena o pueblos originarios. “Pachamamismo” y “pachapapismo”, dos caras de la misma moneda.

No se puede confundir al caminante con el camino. Los “pachamamistas” confunden al caminante y los “pachapapistas” al camino. Una cosa es cuestionar al camino y otra a los caminantes. No porque ciertos caminantes hagan mal uso de un camino milenario se puede decir que el camino está equivocado, a menos que también estén en desacuerdo con ese camino. Y esto último, es lo que se puede observar de los “pachapapistas”, quienes al criticar al caminante terminan al mismo tiempo criticando al camino, distorsionando el legado epistémico y modo de vida milenario de los pueblos indígenas. Crítica –que por cierto- no se diferencia mayormente de la que hicieron los conquistadores, o a como lo han hecho los criollos y lo siguen haciendo los neo-colonialistas en nuestros días.

Los “pachapapistas”, resultan en muchos casos más papistas que el Papa. Obviamente, no somos ilusos en creer que el indígena de la colonia y de la actualidad es igual al indígena precolombino, pero es obvio que hay trazas y líneas rectoras que guían el entendimiento de un pasado cognitivo. Y por otro lado, leyendo críticamente a los cronistas españoles de la época, podemos colegir los lineamientos generales de una cosmovisión. Aunque muchos de esos principios y postulados, no hayan sido, ni son aplicados en su total magnitud por los indígenas; pero, ¿acaso los marxistas son plenamente marxistas?, ¿acaso los cristianos lo profesan al 100% su cristianismo?, ¿acaso los antiguos conservadores no son los liberales de ahora?

Los colonialistas, desde un principio criticaron al sistema y forma de vida de los pueblos amerindios, mientras los actuales neo-colonialistas, de derecha e izquierda, académicos y políticos, lo siguen haciendo de la misma manera. Tanto, conservadores y marxistas siguen diciendo que el pensamiento indígena es atrasado, que solo el pensamiento liberal y el materialismo dialéctico sirven para entender la vida y la historia social y su devenir.

Pero lo que más extraña, es que quienes se dicen defensores de lo indígena, ancestral u originario, y se autocalifican de indianistas o kataristas, comulgan y asimilan posturas positivistas y desarrollistas para hacer sus críticas a los “pachamamistas”, y no lo hacen desde concepciones y epistemes propias de los indígenas.

Los “pachamamistas” dicen defender a la pachamama, pero al mismo tiempo la folclorizan y paralelamente apoyan políticas extractivistas. A su vez, los “pachapapistas” dicen también defender lo indígena, pero cuestionan el concepto y visión vitalcéntrica de la pachamama, pues para ellos la tierra no es “madre dadora de vida” sino tan solo recurso natural. Es decir, no hay mayor diferencia con la visión materialista, cosificadora y utilitarista de la naturaleza del pensamiento antropocentrista colonial y republicano, pero irónicamente dicen que están por la descolonización del pensamiento y del saber.

Por lo tanto, tenemos dos extremos, los que se han desviado del camino (pachamamistas) y los que desconocen el camino (pachapapistas).

Entre los “pachamamistas”, tenemos principalmente a los autodenominados “nueva izquierda” o progresistas o socialistas del siglo XXI (que están actualmente en el gobierno) y a un sector de las izquierdas que los apoyan; como además a grupos new age (Freddy Ehlers), esotéricos, espiritualistas, neo-chamánicos, ecologistas. Entre los “pachapapistas”, tenemos a socialistas, comunistas, indianistas, kataristas, indigenistas, liberales, conservadores, socialdemócratas, cristianos, católicos, positivistas, ateos, académicos, etc., quienes califican al concepto animista de pachamama, como: “atrasado”, “arcaico”, “esotérico”, “mágico”, “new age”, “irracional”, “subdesarrollado”, “poético”, “de ciencia ficción”, “romántico”, “esencialista”, y demás calificativos provenientes de la mentalidad analítica divisionista, problemática y sectaria. De esta manera, coincidiendo posiciones extremas, desde científicos hasta religiosos, desde neoliberales hasta marxistas, desde indianistas hasta burgueses. A la postre, resulta entre occidentalismo/patriarcalismo y andinismo/feminismo. Siendo esa la contradicción de fondo, esto es, la crisis del sistema-mundo civilizatorio, piramidal, antropocéntrico; una de cuyas partes es el capitalismo.

Aquí cabe hacer referencia a ciertos académicos, la mayoría de éstos nacidos en occidente u occidentalizados (Altmann, Bretón de Solón, Manosalvas), aglutinados en corporaciones y revistas (Iconos) dedicadas a investigar (desde sus escritorios) el “Buen Vivir” en nuestras tierras y para quienes los únicos referentes válidos son los de la academia, especialmente aquellos que guardan una irrestrictica ortodoxia logocrática y el método cartesiano de fragmentación y demás existentes (FLACSO).

Se asustan, cuando escuchan de espiritualidad o de chamanismo y se hace referencia a personajes como Carlos Castaneda, Masaru Emoto, Osho, Chopra. Quienes, según ellos, “no responden a la lógica occidental de pensamiento y de investigación, y por ende no son válidos”. Y dentro de los pensadores indígenas, los únicos reconocidos son aquellos con título académico y que responden o actúan dentro de la rigurosidad de los marcos teóricos delimitados por sus pares académicos occidentales, caso contrario –sin más- son excluidos de la academia.

La academia es occidental y solo puede medirse desde ahí, todo lo demás es “esotérico” “periférico”, “subjetivo”, “intrascendente”. La perspectiva indígena deberá ser (para ellos), irrestrictamente aquella que proviene de la Academia (de libros que hablan de otros libros), no de las propias sabidurías y conocimientos indígenas, no de quienes acogen o estudian responsablemente el legado epistémico ancestral, sino de aquellos que han leído académicamente a los indígenas. Seguramente, estos “pachapapistas” nunca han leído a José Maria Fericla, Alberto Villoldo, Jeremy Naiby, y muchos otros PhDs, que tienen posturas totalmente diferentes.

Lo que se puede observar, es un fundamentalismo de lado y lado. Los “pachamamistas”, con posturas culturalistas, ecologistas, indigenistas, socialistas, comunitaristas, puestos cada uno – o un grupo de ellos –, como entes céntricos, y sin que haya una mirada transversal, integral, relacional. Pero lo más cuestionable de ellos es su práctica, llena de domesticaciones, romanticismos y manipulaciones, que han sido muy evidentes en los gobiernos de Morales y Correa. Hablan de Buen Vivir/Vivir Bien, pero lo único que han hecho es reforzar y modernizar el capitalismo, a pesar de ciertos nacionalismos y actos de soberanía.

Y por el lado de los “pachapapistas”, tenemos otro tipo de dogmas y sectarismos, como el patriarcalismo, el materialismo, el desarrollismo, el racionalismo, el antropocentrismo, el productivismo, el economicismo, el cosifismo, etc. Al igual, con las mismas falencias de falta de complementariedad, reciprocidad, completud, continuidad histórica, entre cada uno de esos elementos. Por ende, ambas visiones son sectoriales y aisladas, aunque algunos de izquierda crean que sus posiciones sean revolucionarias y verdaderamente indianistas, y que ciertos académicos crean que sus teorías sean la realidad objetiva e inobjetable.

Al “pachamamista” de Evo Morales jamás se le había conocido como alguien que participe de rituales ancestrales o de que practique la espiritualidad indígena. En realidad, ha sido, y es, más creyente católico que espiritual andino. Tan solo se lo vio por primera vez, cuando fue investido en tan alta magistratura de presidente de Bolivia siguiendo el ritual de posesión de la tradición aymará. Pero, los que estuvieron a cargo de este acto y que manejaban la “Asociación de Amautas de Tiwanaku”, no eran los más idóneos ni los más consecuentes con la espiritualidad indígena, pues hace tiempo que la habían comercializado y folclorizado, frente a tanto turista que llega hasta Tiwanaku. Es más, quién le envistió con el poder de mando resultó ser un narcotraficante.

Si bien todo esto es criticable y rechazable, no se puede meter a todos en el mismo costal y en ello a la espiritualidad indígena, viéndolo todo en blanco y negro. A menos, que en el fondo se quiera cuestionar la espiritualidad como tal y se utilicen estos ejemplos para mal interpretarla y desmontarla, lo cual es otra cosa. Siendo eso lo que hacen los “pachapapistas”, cuando se puede criticar pero al mismo tiempo diferenciar entre folclorismo y profundidad, o entre maquillaje y enraizamiento.

Habría que preguntar a los “pachapapistas” si rechazan el ritual espiritual como tal, sea cual sea y sin importar la tradición, o lo aceptan como otra expresión simbólico-cultural. Si lo menosprecian, es que han elegido otro camino, que puede ser laico, ateo, seglar o cualquier otro, y por lo tanto no es el camino de la cultura indígena que es espiritual, aunque no religioso. Y esto es fundamental entender, pues luego de la influencia católica hay en la mayoría de los indígenas una mezcla de lo milenario con lo colonial, a través de la cual se ha ido desnaturalizando y deformando la concepción y visión ancestral andina. Pero no por ello, se trata de negar y peor rechazar la espiritualidad y cosmovisión o conciencia andina, como lo hacen los “pachapapistas”.

Los “pachapapistas” no pueden diferenciar entre religión y espiritualidad, calificando a todos como esotéricos o new age o paganos. Incluso, la creencia en la divinidad, ya es un absurdo para algunos de ellos y terminan rechazando toda expresión sagrada. Con lo cual, coinciden con visiones ateas o laicas en el mismo orden que algunos positivistas y materialistas colonialistas. Lo que significa que el “pachapapismo” no es una propuesta descolonizadora sino otra forma patriarcal de lo mismo.

De otra parte, el camino indígena milenario no entiende a la naturaleza como cosa, sino como un ser viviente y por lo tanto sintiente y pensante. Muy diferente a las visiones antropocentristas del materialismo histórico y del positivismo, para quienes la vida es la continuación de la evolución de la materia. En cambio, para los pueblos milenarios andinos desde su visión tetrádica (o tawantin en quechua o tiwanaku en aymará): la vida, es la fuente de la vida misma o la expresión de la existencia, y sin que nadie o algo fuera de ella la haya creado.

Bajo todas estas circunstancias señaladas, los “pachapapistas” son virulentos y dicen que se quiere regresar al pasado, que no se quiere el desarrollo/progreso, que se defienden posturas irracionales, retrorevolucionarias (Sánchez Parga), etc. Si bien, los “pachamamistas” reivindican el pasado y tienen posiciones idealistas sobre el pasado, tampoco se trata de minimizar y denostar la experiencia acumulada. Es obvio, que no se trata de idealizar ni de volver al pasado, pero sí de tomarlo de referente o de experiencia. Como también existe la posibilidad de que el caminante pueda constituirse parte de un encadenamiento histórico, o el de continuar tejiendo el camino milenario en estos nuevos tiempos y circunstancias diferentes, pero sin desviarse del camino. Y no, el de crear una mixtura poscolonial como es la propuesta del socialismo antropocentrista o del “poder indio” de los “pachapapistas” indianistas.

Es indudable que se quiere un cambio, mejorar las condiciones de vida, un nivel más alto de conocimientos, pero para ello, no se trata de recurrir o de plegarse a los paradigmas antropocentristas del desarrollo y el progreso, que justamente han provocado lo contrario. Por lo que resulta falso y maniqueista decir que no se quiere el desarrollo y el progreso, y que en el fondo se quiere continuar en la pobreza o mantener el actual estado. Una cosa es el sustantivo desarrollo/progreso, y otro, el paradigma o concepto del desarrollismo/crecimiento ilimitado. Confundir lo uno con lo otro, es simplemente un acto de deshonestidad y arribismo.

En todo caso, ambas posiciones, encierran –unas más que otras- nociones marxistas, indigenistas, comunistas, desarrollistas, liberales, que más se acercan a uno y otro extremo de la filosofía positivista colonial que a la vitalcéntrica y armonista de lo indígena. En el fondo (especialmente el “Poder Indio”) lo que quieren es virar la tortilla contra los blancos y los mestizos (q´haras). Hay que terminar con el capitalismo, pero no recrear un patriarcalismo y un desarrollismo indio.

Con esto, no defendemos purismos ni chauvinismos ni aislamientos ni esencialismos, pero sí, el entender que la raíz principal es la ancestral, y a la cual, hay que agregar los elementos y las situaciones que sean necesarias para que se manifieste en su misma expresión dentro de las nuevas realidades, y no al revés, como propenden los “pachapapistas” indigenistas. Es decir, un proceso de descolonización implica pensar de una manera propia o desde sus propias epistemologías, la misma que tiene un recorrido de miles de años y que no empieza con la resistencia a la colonización (la independencia) ni se termina con las generaciones actuales. No se trata de quedarse en el pasado, como tampoco de tan solo idealizar el futuro.

Entonces, con “pachamamismos” y “pachapapismos” no hay descolonización alguna sino, nuevas formas de dominación. De ahí, que sus extremismos los diferencian pero también los asemejan.

Cuando se habla de armonía con la naturaleza, significa entender que la vida funciona por la polaridad de fuerzas opuestas o contradictorias, pero las cuales no se anulan sino que se complementan las unas con las otras para hacer posible la vida. Lo contrario, es la visión dicotómica de la lucha de contrarios y la anulación o superposición de uno sobre otro, que es lo que ha guiado el pensamiento antropocentrista del eurocentrismo en la supuesta lucha del bien contra el mal. Hablar de armonía -antes de la invasión española- no quiere decir que se vivía en un paraíso o en mundo rosa sino, que se buscaba el equilibrio o el punto medio (taypi) entre las diferentes disputas o controversias sociales que se daban. Algo que no siempre se lograba, pero había la intención de practicar conceptos como el consenso, la conciliación, el equilibrio, la reciprocidad, la integralidad, la espiralidad. Definitivamente, no eran “buenos salvajes” ni pueblos bárbaros, eran pueblos en la búsqueda del equilibrio y la armonía (que eso significa sumak kawsay/suma qamaña).

No porque los pachamamistas con su buen vivir/vivir bien hayan desnaturalizado al modo y concepto de vida indígena, se pueda despreciar y rechazar al sumak kawsay/suma qamaña o sistema comunitario de vida andino. Se puede criticar al prostituido Buen Vivir/Vivir Bien, pero al mismo tiempo trabajar por profundizar el milenario sistema comunitario y no criticar a los dos como que fueran lo mismo.

Esto es lo que tampoco puede ver Pablo Stefanoni[1], cuando critica a intelectuales y académicos que desde esa condición hablan de la pachamama, como que ella solo estuviera reservada para los indígenas y que un intelectual por ese hecho ya está impedido de sentir y pensar con la tierra inteligente, como diría James Loveloock. El problema no es racial o académico sino epistemológico y conciencial.

Asimismo, es típico escuchar o leer a Pedro Portugal[2] mofándose de los que hablan con los pajaritos. No sé si se refiere a Nicolás Maduro o a partir de él reírse de quienes hablan seriamente con la naturaleza, como un ser viviente y por ende inteligente. Si Portugal se ríe porque no se hable en castellano o en aymará con los animales para que le puedan demostrar a él que si es posible la comunicación con ellos, pues debe saber que hay muchos experimentos científicos[3] a nivel mundial, que señalan que las plantas o los animales reaccionan a los sentimientos y actitudes de los hombres, y por ende viceversa.

Les invito a Pedro Portugal, Carlos Macusaya[4], y otros pachapapistas no-indigenistas, a que cojan una planta y le comiencen a insultar y enviar odio por varios días para ver qué pasa. O que apliquen algunas de las investigaciones de Masaru Emoto con respecto a la memoria del agua. Luego de que hagan eso, podremos hablar seriamente. Si los animales, plantas y minerales reaccionan a los seres humanos, es obvio que los seres humanos también pueden sentir y percibir lo que pasa en ellos, para lo cual hay que saber cómo hacerlo. No porque algunos falsos chamanes hagan “teatro” con la comunicación con la naturaleza, se puede decir que no existe comunicación entre los seres humanos y la naturaleza en su conjunto. Y a partir de ello, decir que eso es una irracionalidad y defender una posición racionalista-positivista propia del pensamiento antinatural que nos ha conducido al cambio climático y a la crisis global actual, lo cual es un claro “pachamamismo”. Una cosa es lo irracional, otro el racionalismo, y otro lo racional. No por criticar lo irracional se puede ir al otro extremo, que es el racionalismo. El pensamiento indígena es racional pero no racionalista y peor irracional.

Si queremos una descolonización profunda, ello implica no caer en ningún dualismo, como el “pachamamismo” y el “pachapapismo”, u otros de diferente tipo, y que sean reproducción o consecuencia de la influencia del pensamiento antropocentrista patriarcal, sino, el saber guardar armonía y equilibrio en todo, como convoca y enseña la racionalidad indígena milenaria. Lo fundamental es manejarse con categorías y valores que han sobrevivido en el tiempo por cientos de años, para diferenciar lo uno y lo otro. Caso contrario podemos caer en neo-colonialismos de nuevo cuño, que es lo que más abunda actualmente.

Ello implica limpiarse de toda concepción patriarcal, antropocentrista, racionalista, logocrática, positivista, ilustrista, idealista, romántica, dogmática, etc. Todas ellas, cargas provenientes del colonialismo civilizatorio y que han sido asimiladas en diferentes formas por “pachamamistas” y “pachapapistas”, de los andes y de todo el mundo. La descolonización no implica borrar todo lo sucedido en estos 500 años ni de reproducirlo, sino de asimilar todo lo vivido para transmutar todo aquello que sirva para aprender/reaprender a vivir en armonía y equilibrio en el presente.

Todo esto nos dice, que no todo caminante que habla del camino, camina por ese camino; como también, no todo aquel que camina por el camino lo hace de forma perfecta, sino que está aprendiendo. No intentar caminar y solo criticar desde afuera, es realmente porque camina por otro camino, que en el fondo, es un camino neo-colonialista que se quiere mantener o imponer.

Notas

[1] http://www.sinpermiso.info/textos/adnde-nos-lleva-el-pachamamismo
[2] http://www.amigo-latino.de/indigena/noticias/newsletter_5/331_pachamamiso_PP.html
[3] Le invito a leer los siguientes artículos: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20101229/54095622430/las-plantas-tienen-neuronas-son-seres-inteligentes.html y,http://www.elcomercio.com/tendencias/cancer-perros-inglaterra-diagnostico-salud.html
[4] http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-116.pdf

Fuente: http://rebelion.org/noticia.php?id=211409

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El muro de Trump contra América Latina

Por: Ilka Oliva Corado

Sin ir tan lejos, el muro que pretende construir Trump no detendrá la inmigración forzada de latinoamericanos, porque se debe a la política externa de Estados Unidos y su injerencia en América Latina. Primordialmente. El asedio constante, la intromisión en asuntos internos de otros países que toma como propios. El saqueo despiadado en tierras que siempre ha vulnerado a su antojo.

Si especificamos la migración de centroamericanos y mexicanos hacia Estados Unidos y nos adentramos un poco en la historia de los últimos 50 años en la región, veremos con detenimiento el papel que jugó el Plan Cóndor y las dictaduras impuestas que dieron paso a la creación de gobiernos neoliberales que responden a mandatos estadounidenses.

Las personas no se van porque es un lujo vivir en Estados Unidos, se van porque son obligadas a salir de sus países de origen. Las obligan los gobiernos corruptos con políticas clientelares e impunes que benefician a las grandes corporaciones de la oligarquía y del extranjero.

Estados fallidos, las grandes mafias que pululan en el sistema de justicia, de educación, de salud. La carencia de una infraestructura adecuada. La nula oportunidad de desarrollo que ofrezca y respalde una vida saludable e integral. Las razones están a flor de piel, son visibles y palpables, no podemos ser inmunes a la tragedia de la migración forzada. Ni nosotros como ciudadanos, ni la mediatización y mucho menos los gobiernos del país de origen, traslado y llegada.

Trump lo sabe, sabe que sí ayudaría y bastante eliminar la versión renovada del Plan Cóndor. Terminar de tajo con el carácter injerencista de las embajadas estadounidenses al sur del río Bravo. Devolver lo robado. Dejar de promover, manipular y llevar a cabo golpes de Estado.

Sacar de los países latinoamericanos la bases militares estadounidenses que de misiones humanitarias no tienen nada.

Si Trump realmente quiere terminar con la inmigración forzada de latinos hacia Estados Unidos, debe cortar de tajo con el Plan Mérida, el Plan Frontera Sur, el Plan Maya-Chortí , el Plan Alianza para la prosperidad, más al sur el Plan Colombia. Eso para comenzar.

Terminar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana. El Tratado de Libre Comercio Chile-Estados Unidos. El Tratado de Libre Comercio Perú – Estados Unidos y, por supuesto dejar de insistir en que Suramérica le dé el sí con el Área de Libre Comercio de las Américas.

Porque todos estos tratados son nada más renovaciones del Plan Cóndor disfrazados de políticas de inclusión y hermandad entre países; son injerencias aceptadas por los gobiernos de carácter corporativo que solo benefician a las oligarquías y a Estados Unidos. Son maquinarias de destrucción masiva de vidas humanas y del ecosistema de Latinoamérica. Empobrecen más la región y la destruyen.

Mientras Estados Unidos no deje su injerencia en América Latina, no habrá muro que sea capaz de detener la migración forzada. Por más deportaciones masivas, la gente necesita comer y a Estados Unidos viene a buscar el sustento que le niega y le roba su país de origen.

Lo triste de todo esto es que, mientras se firman Acciones Ejecutivas y palabras van y palabras vienen, miles siguen muriendo en la frontera de la muerte, miles siguen siendo secuestrados, torturados y desparecidos, en su paso por Centroamérica y México buscando llegar a Estados Unidos. ¿Qué gobierno firmará una Acción Ejecutiva para detener ese genocidio de indocumentados? ¿Quién se indignará ante tanta tragedia?

No es un muro, es la injerencia de Estados Unidos en Latinoamérica.

Posdata: Ya que estamos en éstas, ¿cuándo firmará una Acción Ejecutiva para eliminar el Decreto contra Venezuela? Digo, aprovechando lo de la feria de firmas de Acciones Ejecutivas.

Fuente: https://www.aporrea.org/internacionales/a240569.html

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EEUU entrena a los nuevos golpistas en América Latina

Por: Emir Sader

EEUU ha preparado a los golpistas del golpe militar de Brasil en 1964, a partir de la fundación de la Escuela Superior de Guerra, fundada por Golbery do Couto e Silva y Humberto Castelo Branco, que habían convivido con las tropas norteamericanas durante la participación de Brasil al final de la Segunda Guerra Mundial, en Italia. Junto a la Escuela de las Américas, en Panamá, se formó así la generación que preparó y puso en práctica el golpe militar de Brasil en 1964. La Doctrina de Seguridad Nacional y los métodos de tortura fueron las dos claves esenciales del régimen de terror que fue implantado en Brasil y en los otros países del Cono Sur de América Latina.

En la pos-guerra fría los EEUU buscaron su nuevo enemigo, figura esencial para exorcizar hacia lo exterior, los problemas de la sociedad norteamericana. Junto al narcotráfico, se fijaron en el terrorismo

Como parte de la lucha en contra del terrorismo, con toda la amplitud que George W. Bush pasó a dar al tema, se desarrolló un campo de actividad llamado de “contraterrorismo”, como parte de la función de “policía del mundo” que EEUU han asumido.

El blanqueo de dinero pasó a ser parte de esa acción, en la creencia de que el terrorismo lavaba sus recursos en los mecanismos bancarios. Se pasó a la “investigación y castigo en los casos de blanqueo de dinero, incluyendo la cooperación formal e informal entre los países, confiscación de bienes, métodos para extraer pruebas, negociación de delaciones, uso de examen como herramienta y sugerencias de cómo tratar con las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), sospechosas de ser usadas para financiamiento ilícito”.

En el seminario “proyecto Puentes: construyendo puentes para la aplicación en Brasil” – cuyo tenor fue revelado por WikiLeaks -, realizado en octubre de 2009, en Rio de Janeiro, contó con la presencia de autoridades norteamericanas encargadas de la formación del nuevo personal al servicio del Imperios, para consolidar el entrenamiento bilateral de aplicación y habilidades prácticas de contraterrorismo. Han participado promotores y jueces federales de 26 provincias brasileñas, además de 50 policías federales de todas las provincias, en la más grande delegación, reunión que contaba también con representantes de México, Costa Rica, Argentina, Panamá, Uruguay y Paraguay.

En el trascurso de la reunión intervino nada más que Sergio Moro, el hoy muy conocido promotor brasileño, que pretende ser un “justiciero, al margen de la ley, en contra de la corrupción”. El habló sobre los “cinco punto más comunes de lavado de dinero en Brasil”. Los participantes han solicitado entrenamiento adicional, sobre la búsqueda de evidencias, entrevistas e interrogatorios. Ese interés se daría porque “la democracia brasileña no tiene todavía 20 años de edad. Así, los jueces federales, los promotores, los abogados son novatos en el proceso democrático, no fueron entrenados en cómo lidiar con largos procesos judiciales (…) y se encontraron incapaces de utilizar eficazmente el nuevo código criminal que fue completamente alterado”.

El informe pide, en los resultados de la reunión, que se realicen cursos más profundos en Sao Paulo, Curitiba y Campo Grande. El informe concluye que “el sector judicial brasileño claramente está muy interesado en la lucha en contra del terrorismo, pero necesita herramientas y entrenamiento para empeñar fuerzas eficazmente. (…) Promotores y jueces especializados han conducido en Brasil los casos más significativos de corrupción de individuos de alto nivel”.

El surgimiento de gobiernos que contrarían las orientaciones de EEUU fue la oportunidad para adaptar esas orientaciones a proyectos de desestabilización de esos gobiernos, apoyados en acciones que se concentran en la denuncia reiterada de supuestas irregularidades cometidas por esos gobiernos, por los partidos que los apoyan y por sus líderes. La contribución de Moro y de sus comparsas es la de usar los métodos que aprendieron con los norteamericanos – que incluían ya el uso de las delaciones, entre otros métodos -, para destruir la democracia, reconstruida después del agotamiento de las dictaduras militares, instaladas por la generaciones anteriores de golpistas, igualmente formados por los EEUU.

Los datos revelados por WikiLeaks ya habían demostrado que la información fruto del espionaje hecho por el gobierno de los EEUU en la presidencia de la república de Brasil, en el Ministerio de Minas y Energía y en Petrobras, fue suministrada a Sergio Moro y su comparsa, para que dieran inicio a las denuncias en contra del gobierno del PT. Esa reunión de 2009 es significativa de los nuevos métodos de desestabilización política generados por EEUU, con intervención escandalosa en los asuntos internos de los otros países, violando su soberanía y contando para ello con miembros del Poder Judicial y de la Policía. Esa fue un episodio preparatorio de EEUU de la nueva violación de la democracia brasileña, apoyado en personajes que representan directamente los intereses del Imperio, como Sergio Moro y su comparsa.

Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).

Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/182618

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Matrimonio, embarazo, esclavitud y abuso: cuatro amenazas a niñas paraguayas

Paraguay/ 31 de Octubre de 2016/ Terra

El matrimonio infantil, el embarazo forzado, la esclavitud a través del criadazgo y el abuso sexual son cuatro de las amenazas que afectan a niñas y adolescentes paraguayas a partir de los 10 años, edad considerada clave por el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) para asegurar el desarrollo del país.

Las niñas de 10 años son las protagonistas del último informe de UNFPA sobre el estado de la población mundial, presentado esta semana a nivel internacional.

La elección se debe a que se trata de una «edad decisiva», en el paso de su infancia a la pubertad y la primera adolescencia, en la que empiezan a ver un «horizonte de posibilidades» que influirán en su vida adulta, dijo hoy en una entrevista con Efe la oficial de Género y Adolescencia de UNFPA en Paraguay, Mirtha Rivarola.

Sin embargo, en muchos países, este abanico de posibilidades se trunca porque, a esta edad, «las niñas abandonan la escuela porque empiezan a trabajar, porque contraen matrimonio, o porque se quedan embarazadas», declaró Rivarola.

El embarazo en la primera adolescencia es, de hecho, la «preocupación principal» de UNFPA en Paraguay, donde cada día un promedio de dos niñas de 10 a 14 años dan a luz bebés vivos, como fruto de embarazos provocados por abusos sexuales.

«Una niña que quedó embarazada como producto de violencia sexual necesitará un apoyo importante en cuanto a su salud mental, su entorno y el fortalecimiento de su autonomía. Por lo general, la niña abandona la escuela, con lo que no accede a las herramientas necesarias para enfrentar una vida plena, no tendrá acceso a un buen empleo, y terminará por reproducir la pobreza», explicó Rivarola.

Los embarazos infantiles, que han registrado un aumento del 62 % en la última década en Paraguay, según datos de UNFPA, son producto de abusos sexuales, un delito que continúa registrando «cifras altas» en el país, aunque existe «mayor transparencia» en cuanto a las denuncias.

Pese a ello, en lo que va de 2016, la Fiscalía paraguaya registró un total de 669 denuncias por abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes, menos de la mitad que en todo 2015, cuando la cifra total alcanzó las 1.711 denuncias.

Otro de los factores que influyen en la tasa de embarazos infantiles y abusos sexuales es la salida temprana del hogar debido al matrimonio precoz o a la unión de hecho de las niñas.

Así, un 15 % de las adolescentes de Paraguay están casadas o unidas, y 4 de cada 10 niñas menores de 14 años que dan a luz en el país están en pareja a la hora del parto, según UNFPA, pese a que la ley paraguaya prohíbe el matrimonio por debajo de los 18 años, y solo lo autoriza en menores de edad que tengan más de 16 años y cuenten con autorización de los padres.

Rivarola expresó que el matrimonio precoz tiene un «fuerte arraigo cultural» en Paraguay, debido a que parte de la sociedad «ve como natural» que una niña tenga pareja e incluso quede embarazada antes de los 14 años, porque «se cree que el matrimonio es a lo que una mujer debe aspirar».

En otros casos, el matrimonio aparece como la «única vía» para salir de situaciones de vulnerabilidad económica, pese a que expone a las niñas a situaciones de violencia, y obstaculiza sus posibilidades de educación y participación en sus comunidades.

Se trata de algo similar a lo que ocurre con el criadazgo, un sistema por el que una familia entrega a uno de sus hijos a otra de mayores ingresos, a cambio de alimentación y educación, y que afecta al 2,5 % de los niños, niñas y adolescentes de Paraguay.

Para Rivarola, el criadazgo es una «forma moderna de esclavitud» que debe estar «específicamente penada por la ley», mientras el Estado promueve políticas públicas que permitan a las familias de menos recursos mantener a sus hijos dentro de sus hogares.

La experta de UNFPA insistió en la necesidad de que el Estado paraguayo continúe invirtiendo en las niñas de 10 años, que son un total de 65.000 en todo el país, y en general en los adolescentes y jóvenes menores de 30 años, que representan el 60 % de la población del país.

«Paraguay se encuentra en un momento de bono demográfico, con una proporción histórica de población activa. Para aprovechar este momento, se debe invertir lo suficiente en los jóvenes, e incluirlos en el desarrollo del país», concluyó Rivarola.

 Fuente: https://noticias.terra.com/mundo/latinoamerica/matrimonio-embarazo-esclavitud-y-abuso-cuatro-amenazas-a-ninas-paraguayas,746cf75b5daa236d1218f419d15482e3qq83quko.html
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Conciencia colectiva para la convivencia mediante una cultura de paz en el ámbito educativo Latinoaméricano

José Gilberto Ugas (*)

En el mundo han existido innumerables conflictos entre los hombres. En Latinoamérica los problemas sociales, como la delincuencia, pobreza extrema, desnutrición, entre otros, crean un clima desfavorable, que trae como consecuencia mayor caos, y la generación de conflictos sociales.
Julien Freund (1995) señala:

El conflicto consiste en un enfrentamiento por choque intencionado, entre dos seres o grupos de las misma especie que manifiestan, los unos respecto de los otros, una intención hostil, en general a propósito de un derecho y que para mantener, afirmar o restablecer tal derecho, tratan de romper la resistencia del otro eventualmente a través del recurso de la violencia, la que puede, llegado el caso, tender al aniquilamiento físico del otro. (p. 58)

Por lo tanto, cuando no se llega a acuerdos entre las personas, generalmente, la violencia aparece, y el conflicto se traduce en vulnerar el derecho del otro.

De acuerdo con Barrionuevo (2005), para Locke “el derecho natural de cada hombre está limitado por el derecho igual de los demás hombres y, por lo mismo, descubre en el estado mismo de naturaleza la posibilidad de una ordenada y pacífica convivencia” (p-4). Entonces, si los conflictos son propiciados por el hombre, también la convivencia es responsabilidad de éste; en tal sentido, para que exista armonía en una sociedad se debe concienciar a la población en término de los valores para la convivencia.

El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) define convivencia como “acción de convivir” y convivir “es vivir en compañía de otro u otros”. En el orden de las ideas anteriores Ugas (2015) manifiesta que “La convivencia es la manera por excelencia de cohabitar dos o más personas con el fin de obtener beneficios positivos para un bien colectivo y sin discriminación alguna” (p. 64).

En ese mismo orden, Fierro (2011) manifiesta:

La convivencia es un componente indispensable de la calidad educativa porque alude al tejido humano que construye y posibilita el aprendizaje. Esto supone la capacidad de trabajar con otros, de resolver las diferencias y conflictos que se presentan en clase, de reconocer y apoyar situaciones que puedan demandar del apoyo y solidaridad de los compañeros, la capacidad de escucha activa y de diálogo así como la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona. (p.10).

Por lo tanto se concibe la coexistencia pacífica y armoniosa de grupos humanos en un mismo espacio, como aquella donde las interacciones diarias les permitan a las personas cooperar, compartir, establecer metas comunes y particulares; de modo que la convivencia se desarrolla en todos los ambientes, particularmente en áreas de trabajo, en las que la comunicación es altamente pertinente. Sin embargo, este hecho no es únicamente del espacio laboral, pues también son establecidas a lo largo de la vida como las que se dan en la casa, con padres, hijos, hermanos, además en la escuela con compañeros de estudio o de trabajo; a través de ellas, intercambian formas de sentir, de ver la vida donde comparten necesidades, intereses y afectos.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece la convivencia en su preámbulo como uno de los fines supremos, asimismo, esta presente en la Ley Orgánica de Educación, LOE (2009) en su artículo 3, la considera armónica, como uno de los valores fundamentales, en el marco de la solidaridad, la corresponsabilidad, la cooperación, la tolerancia y la valoración del bien común, la valoración social y ética del trabajo, el respeto a la diversidad propia de grupos humanos (p.4); igualmente, esta Ley en su artículo 6 numeral 4 literal a, en atención a las competencias del Estado Docente, refiere que éste:

Promueve, integra y facilita la participación social, a través de una práctica social efectiva de relaciones de cooperación, solidaridad y convivencia entre las familias, la escuela, la comunidad y la sociedad, que facilite las condiciones para la participación organizada en la formación, ejecución y control de la gestión educativa.

Asimismo la LOE en su artículo 15, numeral 4, señala que se debe: “Fomentar el respeto a la dignidad de las personas y la formación transversalizada por valores éticos de tolerancia, justicia, solidaridad, paz, respeto a los derechos humanos y la no discriminación”.

En referencia a lo expuesto, la escuela no solo es para enseñar sino también para reforzar los valores aprendidos en el hogar, en tal sentido, la LOE en el artículo 17 considera:

Las familias tienen el deber, el derecho y la responsabilidad en la orientación y formación en principios, valores, creencias, actitudes y hábitos en los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultas, para cultivar respeto, amor, honestidad, tolerancia, reflexión, participación, independencia y aceptación. Las familias, la escuela, la sociedad y el Estado son corresponsables en el proceso de educación ciudadana y desarrollo integral de sus integrantes.

En este orden de ideas, el docente debe ser una persona diáfana, abierto a los cambios de paradigmas, con equilibrio emocional y mental, además con una sólida formación en valores. Por otra parte, fuera de nuestras fronteras, el 15 de marzo de 2013 el Congreso colombiano promulga la ley 1620 mediante la que se crea el sistema nacional de convivencia escolar y formación para el ejercicio de los derechos humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y mitigación de la violencia escolar, su justificación expresa:

La educación para la paz y para la convivencia en el ámbito de la educación formal, es decir, en el contexto de la escuela, constituye una prioridad para el Ministerio de Educación Nacional habida cuenta de las circunstancias que afectan al país, pero también porque la escuela tiene una responsabilidad ineludible en la formación de ciudadanos capaces de ejercer la democracia, respetar los derechos humanos y relacionarse entre sí de manera constructiva.

Adicionalmente, en el artículo 5, numeral 2, la Ley General de Educación colombiana, respecto a los fines de la educación, asume “La formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad, así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad”.

Igualmente, Chile establece como Política Nacional la Convivencia escolar en el marco de la reforma educativa actual hacia la educación inclusiva. Surge de la Ley N° 20536 sobre la violencia escolar promulgada en el año 2011, cuyo objeto es abordar la convivencia en los planteles de todo el país.
La Ley General de Educación de Chile establece en su artículo 5:

Corresponderá al Estado, asimismo, fomentar la probidad, el desarrollo de la educación en todos los niveles y modalidades y promover el estudio y conocimiento de los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana; fomentar una cultura de la paz y de la no discriminación arbitraria; estimular la investigación científica, tecnológica y la innovación, la creación artística, la práctica del deporte, la protección y conservación del patrimonio cultural y medio ambiental, y la diversidad cultural de la Nación.

En otro orden de ideas, una de las misiones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), es crear una cultura de paz en todo el planeta para que de una vez por todas los minimice.

Lo señalado en el denominado informe Delors (1996), expresa:

Fundamentalmente la UNESCO contribuirá a la paz y al entendimiento mutuo entre los seres humanos al valorizar la educación como espíritu de concordia, signo de una voluntad de cohabitar, como militantes de nuestra aldea planetaria, que debemos concebir y organizar en beneficio de las generaciones futuras. En ese sentido, la Organización contribuirá a una cultura de paz (p. 30).

Asimismo, soporta a la educación sobre cuatro pilares fundamentales: aprender a hacer, aprender a ser, aprender a conocer y aprender a convivir, y es precisamente este último, el que constituye un bastión necesario para consolidar y/o construir una cultura de paz en el mundo; igualmente propone: “Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia -realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos- respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz” (p. 34).

El pilar convivir es primordial para hacer de los seres humanos individuos capaces de cohabitar en paz, sin violencia y esto se logra a través de la educación, con acciones donde se le inculque al niño la necesidad de aprender a convivir con los demás a pesar de tener posiciones distintas en el jugar, estudiar, hábitos alimentarios, entre otros; sin embargo, el trabajo debe ser compartido entre todos lo que hacen vida en las instituciones educativas (personal docente, administrativo y obrero) además de la familia y la comunidad. En ese sentido el manifiesto 2000 establece la campaña internacional para la cultura de paz y no violencia con seis puntos establecidos para lograrlo; respetar todas las vidas, rechazar la violencia, liberar mi generosidad, escuchar para comprenderse, preservar el planeta y reinventar la solidaridad, para que los ciudadanos asuman la responsabilidad de fomentar la no violencia desde su comunidad, ciudad, país, a fin de convertir los valores en realidad.

Finalmente, el convivir debe ser la actitud permanente de cada persona, ya que el hombre es parte de una conciencia colectiva, que desde la visión de Durkheim (1987), constituye “…El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad, que constituye un sistema determinado que tiene vida propia” (p. 89); así mismo, Marx (1980), plantea que “no es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que determina su conciencia” (p. 5); es decir, el hombre debe convivir con los demás para crear su conciencia.

De modo que el propósito es entender la importancia de la convivencia en el ámbito educativo, tanto nacional como latinoamericano a través de acciones que conlleven a una mejor comprensión entre sus actores desde la educación primaria hasta la universitaria o superior para facilitar la evolución de los grupos de trabajo en equipos, lo cual se logra cuando se ayudan entre sí para alcanzar las metas de la institución, es decir, logran ideas innovadoras las alcanzan y se adaptan al cambio y sus miembros están altamente comprometidos. A la vez establecer parámetros de significación como por ejemplo despertar las potencialidades humanas (amor, honestidad, comprensión, lealtad, entre otras) en las actitudes del accionar diario.

La convivencia armónica entre los pueblos es realizable solo cuando exista la buena voluntad entre sus habitantes y la disposición de sus gobiernos de hacer políticas de estado para el bien de la ciudadanía, a fin de convertir la convivencia, definitivamente, en requisito insoslayable en el sistema educativo de la región.

REFERENCIAS
Asamblea Nacional Constituyente. (1999). Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial Extraordinario Nº 5.496 (extraordinario) octubre 2000.

Asamblea Nacional de Venezuela. (2009). Ley Orgánica de Educación. Gaceta Oficial Nº 5.929 (extraordinario).

Barrionuevo, M. E. John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pensamiento. [En línea]. Consulta: [2016 septiembre 19] Revista Iberoamericana de Educación (ISSN:16815653).

Congreso de la República de Colombia (1994). Ley General de Educación. Disponible en http://www.oei.es/quipu/colombia/Ley_115_1994.pdf. Consulta [2016, julio 7].

Congreso Nacional de Chile (2011). Ley número. 20.536 sobre violencia escolar.

Delors, J. (1996.). Los cuatro pilares de la educación en La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI, Madrid, España: Santillana/UNESCO. pp. 91-103.

Durkheim, E. (1987). La división del trabajo social (Vol. 39). Ediciones Akal.

Fierro, M.(2011). Convivencia democrática e inclusiva. Una perspectiva para gestionar a seguridad escolar. Conferencia presentada en el Congreso Nacional de Gestión de la Seguridad Escolar. Identificación y transferencia de Buenas Prácticas. Cd. De México, 5 de diciembre 2011 HYPERLINK «http://basica.sep.gob.mx/escuelasegura/pdf/congresoBuenasPrac/» \hhttp://basica.sep.gob.mx/escuelasegura/pdf/congresoBuenasPrac/convivencia.pdf Fecha de consulta 23/09/2016

Fierro, M. C. (2011). Los indicadores de convivencia y cultura de Paz UNESCO. Un ejercicio de análisis para el diseño de investigaciones en convivencia. En IV Jornadas de Cooperación Educativa con Iberoamérica Educación y Cultura de Paz, la convivencia democrática y los derechos humanos. Santiago de Chile: OREALC.

Freund, Julien (1995). Sociología del conflicto. Editorial del Ministerio de Defensa, Madrid.

Marx, K. (1980). Contribución a la crítica de la economía política. SigloXXI. Buenos Aires.

Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO. Santiago. 2011)

Ugas, J. (2015) Las Relaciones Interpersonales, desde La Percepción del Personal en la Escuela Bolivariana Los Chaimas. Una Visión Fenomenológica. Universidad Nacional Abierta. Caracas.

UNESCO (1999) Manifiesto 2000 para una cultura de paz y no violencia. Fecha de consulta 20 de septiembre 2016 http://www3.unesco.org/manifesto2000/pdf/espagnol.pdf

UNESCO (2015). La violencia homofóbica y transfóbica en el ámbito escolar: hacia centros educativos inclusivos y seguros en América Latina. Chile.

(*) José Gilberto Ugas

contacto: gilbertougas@gmail.com

El autor forma parte del Doctorado Latinoaméricano en Educación: Políticas Públicas y Profesión Docente

Este articulo fue publicado con el consentimiento del autor

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