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Cinco ventajas didácticas de los audiolibros

Redacción: Observatorio de la Innovación Educativa

La lectura es la herramienta más básica para acceder al aprendizaje, la gran mayoría de los materiales didácticos se produce en textos impresos o digitales, por lo que aquellos estudiantes con problemas de lectura tienen una amplia desventaja.

Los alumnos con debilidad visual, problemas de atención, hiperactividad, o dislexia, enfrentan un reto más grande cuando sus materiales de aprendizaje son principalmente textuales.

Los audiolibros son una herramienta útil para los educandos que viven con este sesgo de aprendizaje. Representan un refuerzo que afianza el mensaje de los contenidos de texto y habilitan una lectura de comprensión más profunda que beneficia inclusive a alumnos sin problemas de aprendizaje. Si aún tienes dudas de porqué es importante considerar la inclusión de audiolibros en la lista de materiales didácticos, a continuación te compartimos cinco ventajas que brindan los audiolibros para mejorar las oportunidades de aprendizaje en el aula y fuera de esta.

Cinco ventajas didácticas de los audiolibros

1. Aumentan la exposición a las palabras y su vocabulario de una manera amigable

Los audiolibros ayudan a los estudiantes a aprender palabras sin el proceso de decodificación entre letra, sonido y comprensión de la composición que forman. Para algunos estudiantes, también es más cómodo; la primera forma de comunicación que aprendemos es la lengua hablada, es lógico que algunos estudiantes se sientan menos estresados y registren mejor las cosas que escuchan que las cosas que leen.

2. Como refuerzo, representan un estímulo doble de aprendizaje

Cuando el material didáctico es presentado en texto y audio, los alumnos cuentan con dos formas de recibir la información. Para algunos estudiantes, leer no es suficiente para formarse una idea completa de lo que están leyendo y comprenderlo al máximo. Entre más sentidos estemos usando para interactuar con determinado contenido, mejor retención y comprensión tendremos del mismo.

3. Ayudan a estudiantes con problemas de memoria

Los estudiantes que tienen problemas con las mecánicas de decodificación invierten leyendo y releyendo para retener las palabras de los contenidos escritos. La adición de un audiolibro les ayudará a recordar con más facilidad, tener las respuestas más frescas al momento de contestar un cuestionario y mejorar el proceso de comprensión a través de estos.

Al construir una memoria alrededor de la lectura se facilitan las demás tareas mecánicas para decodificar y comprender, en algunos casos incluso pueden mejorar significativamente algunos problemas de aprendizaje relacionados con la lectura.

4. Son auxiliares en las estrategias para alumnos con dislexia y debilidad visual

Los estudiantes con problemas de aprendizaje, como la dislexia o debilidad visual, tienen una curva de aprendizaje más amplia para dominar la lectura, especialmente en el proceso de decodificación. Al tener el complemento de un audiolibro que confirme palabra por palabra lo que están leyendo, los estudiantes pueden aprender cómo van escritas las palabras y este apoyo auditivo los ayuda a disminuir los síntomas de la dislexia, así como cultivar su autoestima al sentirse capaces de entender lo que leen.

5. Les ayuda a crear un sentido de aprendizaje independiente

Los audiolibros son materiales de aprendizaje que pueden llevarse a cualquier lado en un dispositivo móvil y ser usados en cualquier momento, al igual que los contenidos escritos, sin embargo, los audiolibros tienen la ventaja de que se pueden llevar varios libros o en un mismo dispositivo, lo que los hace más prácticos. Si bien es cierto que por sí solos no ofrecen el mismo potencial de retención, la repetición de los contenidos vía auditivo aumenta el nivel de recordación y les permite a los estudiantes recibir la información fuera del salón de clases, cuantas veces deseen. Gracias a esto pueden volver suya una parte importante del proceso de aprendizaje y ser independientes en el ritmo con que lo abordan.

Los audiolibros abren caminos para que el aprendizaje pueda darse por distintos medios y no solamente a través de la lectura textual, activan el uso de otros sentidos durante el proceso didáctico y aportan más dimensiones, facilitan el proceso de socialización, fomentan la empatía y ayudan a desarrollar la escucha. Por lo tanto, es recomendable para las instituciones educativas evaluar la integración de un equivalente de materiales auditivos para todos sus contenidos escritos.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ventajas-didacticas-de-los-audiolibros

 

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42 libros para tus hijos que los harán amar la lectura

Por: positivomundo.com.

 

Tu hijo agradecerá que lo hayas hecho leer de pequeño.

Todo niño, desde temprana edad, debe vincularse con los libros. Tratar a través del juego que se familiaricen con ellos y leérselos es un muy buen comienzo.

Los libros mejoraran sus capacidades cognitivas y los prepararan para la vida adulta.

Empezar con la lectura desde temprana edad les aportara una maravillosa herencia cultural, científica  y literaria.

En todas las edades la literatura ofrece muchas ventajas en el desarrollo del menor, incluso antes de comenzar a hablar, con libros en los que se encuentren ilustraciones, dibujos y sonidos.

Por supuesto que en la actualidad existen infinita cantidad de obras para poder ponerlas al alcance de sus manos, por lo que hemos realizado una selección que consideramos indispensable para que los chicos lean y conozcan:

Libros para las edades de 3 a 5 años

  • La Ovejita que vino a cenar – de Beascoa
  • El Capitán Hugo y los Piratas – de Juventud
  • El Monstruo de Colores – Ed. Flamboyant
  • Los tres bandidos – de Kalandraka
  • Winnie the Pooh – de A. A. Milne
  • Un Oso llamado Paddington – de Michael Bond
  • Bambi, una vida en el Bosque – de Felix Salten
  • Colección, el pequeño Dragón Coco – de la Galera
  • Azabache – de Anna Sewell
  • Como esconder un León – de B. de Block

Libros para las edades de 5 a 8 años

  • Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas – de Lewis Carroll
  • Historia del Arte en 21 Gatos – Ed. Mediterranea
  • El Patito Feo – de H. C. Andersen
  • Orejas de Mariposa – de Aguilar y Neves
  • El niño raíz – de Kitty Crowther
  • Hilo sin Fin – de Barnett y Klassen
  • El dragón de hielo – de Edith Nesbit
  • El Cocodrilo al que no le gustaba el agua – de Merino
  • No me han invitado al Cumpleaños – de Isern y Serra
  • La Princesita – de Burnett

Libros para las edades de 8 a 11 años

  • Las Aventuras de Tom Sawyer – de Mark Twain
  • La espada en la piedra – de T. White
  • La invención de Hugo Cabret – de Selznick
  • Heidi – de Spyri
  • Las Crónicas de Narnya – de Lewis
  • Charlie y la fabrica de Chocolate – de Dahl
  • La increíble Historia de la Abuela Ganster – de Walliams
  • Peter Pan y Wendy – de Barrie
  • Un beso de mandarina – de Canals
  • El Libro de la Selva – de Kipling

Libros para las edades de 11 a 15 años

  • La Isla del Tesoro – de Stevenson
  • Harry Potter – de Rowling
  • Los Hijos del Capitán Grant – de Verne
  • Mía se hace Mayor – de Peitx
  • Mujercitas – de Aleott
  • Mary Poppins – de Travers
  • La vuelta al Mundo en 80 días – de Verne
  • La linea del tiempo – de Goes
  • Caperucita en Manhattan – de Gaite
  • El dador – de Lowry

Libros para mayores de 16 años

  • El Retrato de Dorian Gray – de Wilde
  • El Guardián entre el centeno – de Salinger
  • La Metamorfosis – de Kafka
  • El Diario de Ana Frank – de Ana Frank
  • El País de las ultimas cosas – de Auster

Cada vez que leemos un Libro nos lleva a caminos escondidos, es como emprender una aventura, de secretos y de laberintos.

Fuente de la reseña: https://positivomundo.com/index.php/2019/06/22/42-libros-tus-hijos-los-haran-amar-la-lectura

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Docencia: La Lectura y las Élites

México / 28 de julio de 2019 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

Juan Domingo Argüelles retomó recientemente a Alberto Manguel y a José Saramago para referirse a la compleja relación entre los libros, la lectura y las élites. Manguel afirmó lo siguiente durante una entrevista: “… La proporción de lectores con respecto al resto de la sociedad es muy pequeña. Los lectores son una élite, pero una élite a la cual todo el mundo puede pertenecer.” En otra parte de su texto, Argüelles afirma: “Hasta José Saramago, a quien nadie acusaría de hombre de derechas, dijo lo que es obvio para quien realmente sabe sobre libros y lectura”: “Leer siempre fue y siempre será cosa de una minoría y no vamos a exigir a todo el mundo la pasión por la lectura”. (1)

Aunque la crítica que hace Argüelles está enfocada hacia las políticas culturales de la 4T (con la discutible interpretación de la “cultura del resentimiento”), su reflexión crítica acerca de las relaciones contradictorias entre los libros, la lectura y las élites, me recuerda y vincula con los procesos de formación escolar de las niñas, los niños, jóvenes y adultos en México, pero también, y en particular, me conecta con mis preocupaciones acerca de los procesos de aprendizaje de los docentes y directivos de la escuela pública en el tramo conocido como “educación básica”.

Algunas de las preguntas que me sugirieron tras la revisión de la reflexión crítica referida son: ¿Cómo se forman los hábitos de lectura de los docentes y directivos de la escuela pública? ¿La acumulación de horas de lectura que llevan implícitos los cursos en las Escuelas Normales o en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) son suficientes como para crear y establecer en los futuros docentes las rutinas lectoras y redactoras? Por otra parte, a nivel de las prácticas docente y pedagógica: ¿Qué impacto tienen las actividades lectoras y de escritura de los docentes y demás figuras educativas, en los aprendizajes escolares y, específicamente, en los hábitos de lectura y escritura de los estudiantes? ¿Qué leen y sobre qué escriben nuestros queridos maestros y maestras de la educación básica pública en México; y para qué; con qué intención lo hacen?

Considero que una referencia válida para identificar si en realidad las instituciones formadoras de docentes, directivos escolares y otros profesionales de la educación (con intenciones o no de constituir élites ilustradas), promueven la lectura y la escritura original, consistiría en saber si los docentes, asesores, personal administrativo y directivos de dichas instituciones son lectores y escritores asiduos o no. Mi experiencia en UPN es variada y oscilante al respecto.

Por cierto, en alguna ocasión propuse en la mesa o equipo técnico estatal de la educación básica en Querétaro que, al iniciar cada reunión de trabajo y acuerdos, alguno de los participantes hiciera una breve reseña sobre un libro que estuviera en proceso de lectura personal o grupal. La práctica despertó entusiasmo por un tiempo corto (unos cuantos meses), pero esa rutina se perdió posteriormente. Me quedé con la impresión de que, en las burocracias técnicas de la educación pública, (a partir de esta experiencia singular y sin ánimo de generalizar) los hábitos de lectura son escasos e intermitentes, y los de la escritura son prácticamente inexistentes.

Algún cambio urgente deberíamos de proponer al respecto. Voto por crear y promover formatos innovadores en ese ámbito. Además de reformar las agendas de los Consejos Técnicos Escolares (CTE), que han estado enfocados, desde 2013, a la reproducción acrítica del “gerencialismo tecnocrático” de lo educativo, propongo llevar a cabo círculos de lectura o talleres de redacción (sin pretensiones demagógicas como para formar “escritores”) en los colegios de profesores y directivos escolares, durante o de manera independiente a los tiempos marcados para realizar los CTE. Quizá una iniciativa de esa naturaleza contribuya, más que la retórica de la “excelencia”, a ejercer el derecho a la educación.

Por otra parte, el contacto con miles de estudiantes que me ha dado la tarea docente y la organización de procesos de formación continua para docentes en servicio, por más de 30 años, me lleva a la conclusión de que hacen falta más tiempos y espacios para el fomento y fortalecimiento de las actividades de lectura y escritura en favor de los docentes, asesores técnicos y directivos escolares del sector público tanto en formación como en el ejercicio de su profesión.

La discusión que sugiere Argüelles, en el sentido de que es casi imposible que la lectura o la escritura se conviertan en actividades de masas (“del bonche” o de gran cantidad de gente) porque son, por definición, actividades elitistas, requiere de incorporar más elementos de análisis o de matices (no se trata, por ejemplo, de que todos terminen sus vidas como escritores, sino que se generan las condiciones para ejercer esas habilidades trascendentes para la vida), por lo que no me pronunciaría a favor de que la lectura ni la redacción sean patrimonio de una minoría o de las élites (gobernantes o no), sino en todo caso pensaría que la lectura y a la escritura, como habilidades intelectuales, pueden ser accesibles a toda la población (sobre todo a través de la escuela pública) y que se unifican en la reivindicación del derecho pleno de todas las personas a la educación.

De ese piso básico pueden surgir, en efecto, los talentos para la prosa, para el verso, para la danza clásica o para el drama o la comedia; para el cine de arte o para el periodismo científico, pero lo más relevante es que estudiantes, docentes y directivos escolares vivan la experiencia y el gozo, en un sentido transformador, de ambas habilidades.

Concluyó con un fragmento de Argüelles con el cual coincido: “Lo importante, en la denominada “república de lectores”, no es que todo el mundo esté pegado permanentemente a los libros, sino que todo el mundo tenga acceso a ellos, más allá de que cada cual decida si le gusta leer mucho o poco, o no leer en absoluto. Hay inclinaciones intelectuales que resultan excluyentes, y no hay razón para lamentarlo.”

Fuente consultada:

(1) Juan Domingo Argüelles. La élite y el bonche: La cultura y el resentimiento. El Universal. Confabulario. 13 de julio. 2019.

https://confabulario.eluniversal.com.mx/mexico-politica-cultural/

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2019/07/16/docencia-la-lectura-y-las-elites

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 28 de julio de 2019: hora tras hora (24×24)

28 de julio de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 28 de julio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

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España: La escuela más grande del mundo

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La mirada de una joven refugiada sobre la educación. Muzoon Almellehan, embajadora de Unicef (VIDEO)

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Los títulos universitarios argentinos serán válidos en otros doce países

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18 ingeniosos y sencillos trucos para facilitar la labor en el aula

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La Fundación Vipeika gestiona e impulsa colegios en la zona más pobre de África

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11 tendencias sobre dispositivos móviles en educación #infografia #infographic #education

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Libro: Practica y experiencia; Claves del saber pedagógico docente – PDF

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¡Gracias, Peter Tabichi!

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Infografía: éxitos y retos en el uso de las redes sociales en las universidades

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La Entrevista Educativa – Jaime Lavados -Neurociencia y educación

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Libro: Aprende como Einstein (Lectura online)

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Maestros ¿agentes de transformación?

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ProFuturo lleva la educación digital de 8,2 millones de niños y niñas en todo el mundo

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Aula Invertida – 4 Fases para Crear Videos Efectivos | Infografía

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Argentina: Ajedrez en educación infantil: ¿cómo utilizar este juego para enseñar?

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Formación, aprendizaje… con nuevas ecologías!

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Los hijos de la educación privada que administran la educación pública en Chile

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Juan Ramírez: «En EE.UU. el dinero se va a las manos equivocadas»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/316988

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Universidades de EEUU se esfuerzan sin éxito por diversificar su profesorado

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/317017

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3 cuestiones incómodas sobre el cambio en educación

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Docencia: la lectura y las élites

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5 Cortometrajes para educar en valores

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Argentina: El precipicio del presupuesto universitario

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Editorialmente Cuarta Temporada Programa No.3 : «Transgresión y educación siglo XVI-XIX» (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/316925

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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30 libros africanos para 30 días de vacaciones

África/18 Julio 2019/Fuente: El país

Desde novela, poesía o relato pasando por el ensayo, la filosofía o la ciencia ficción. Hay de todo y para (casi) todos los gustos

Por fin llega el verano, las ansiadas vacaciones. Nos esperan largas tardes en las que nos imaginamos tirados en la arena, encima de una hamaca o sentados dentro de algún medio de transporte. Y siempre rodeados de libros. Dentro de las maletas o al alcance de las manos puedes tener algunos de estos títulos. O todos…

Seis títulos atemporales

30 libros africanos para 30 días de vacaciones

Murambi, el libro de los huesos de Boubacar Boris Diop. Editorial 2709books (digital) y Wanafrica (papel). Trad. Mireia Porta i Arnau.

Abril, 1994. Ruanda se rompía, hace 25 años, ante la mirada esquiva del resto del planeta. Boris Diop partiendo de su confesión sobre su propio desconocimiento escribe una novela sobrecogedora, lúcida y profunda. El mundo miraba a otra parte mientras morían asesinadas más de 800.000 personas en cinco semanas. «Siempre ocurría tan lejos», explica uno de los personajes al comienzo de la novela en países al otro lado del mundo… «Pero en aquel principio de abril de 1994, el país al otro lado del mundo era el mío».

Mi carta más larga de Mariama Bâ. Wanafrica. Trad. Sonia Marín Pérez.

Imposible de conseguir desde hacía mucho tiempo, pocas novelas provenientes del continente africano han sido tan demandadas como esta (traducida también a euskera bajo el título Hain gutun luzea). La senegalesa apenas escribió otra obra más, inédita en castellano Le Chant écarlate, pero Mi carta más larga fue suficiente para colocarla en la cima de las letras africanas y en el centro de nuestro corazón lector.

Algún día escribiré sobre África de Binyavanga Wainaina. Sexto piso. Trad. Jesús Gómez Gutiérrez.

Murió este mismo año el escritor, el incombustible e inesperado pertrechador de nuevas ideas e imágenes originales que hacían virar nuestro confortable punto de vista. Pero nos deja sus brillantes memorias (incompletas ya), donde descubría, retorciendo la vida, lo cotidiano y maravilloso que puede ser todo. En ellas un joven Wainaina anunciaba que iba a aprender giyuku (para hacer ”magníficos anuncios descolonizados sobre la Coca-Cola”. Dicen que le han visto por ahí bailando con Brenda Fassie.

Época de migración al norte de Tayeb Salih. Huerga y Fierro Editores y Alcor.

Escrita en árabe, su autor, originario de Sudán, tenía en mente contar un asesinato. La novela final nos habla de dos mundos, mientras nos sumerge en una trama llena de sensualidad y en la que la se leen dedicatorias como esta, máxima atención: “A todos los que ven con un solo ojo y hablan con una sola lengua, a aquellos para quienes las cosas sólo son blancas o negras, orientales u occidentales”.

Tierra sonámbula de Mia Couto. Alfaguara. Trad. Eduardo Naval.

Su reciente traducción a catalán (Terra somnàmbula), nos devuelve este libro imprescindible, pura literatura, que te imanta y te hace difícil el cerrarlo del todo, es de los que se quedan pegados en la mente como una especie de nube durante días. Conmueve con sus frases y sus historias, tan llenas de poesía y belleza y al tiempo tan llenas de sufrimientos y silencios. Como dice Gustau Nerín: “Couto no fabula, no inventa, pero sí poetiza. Consigue dotar de una gran ternura y sensibilidad a las más siniestras historias”.

La flor púrpura de Chimamanda Ngozi Adichie. Ramdon House. Trad. Laura Rins.

La primera novela que publicó la nigeriana es una de formación que se inicia con una mención a Todo se desmorona de Chinua Achebe. Elogiada por J. M. Coetzee, este la definió como: «la conmovedora historia de una niña expuesta demasiado pronto a la intolerancia y a la cara más horrible del Estado de Nigeria».

Seis inclasificables

30 libros africanos para 30 días de vacaciones

Quién teme a la muerte de Nnedi Okorafor. Crononauta. Trad. Carla Bataller.

De esta obra ha dicho Nawal el Sadawi: «Nnedi Okorafor nació en Estados Unidos, pero sus raíces nigerianas son tan fuertes que impregnan su trabajo con fantasía, magia y realidad africana. Muchas personas necesitan leer Quien teme a la muerte: es un libro esencial». La portada es una maravilla del sudafricano Joey Hi-Fi.

La revolución vertical de Ngugi wa Thiong´o. Rayo Verde.

A la publicación en castellano en formato libro del relato La revolución vertical, escrito en origen en gikuyu, que, gracias al colectivo Jalada Africa, se ha conseguido traducir a más de 80 lenguas, se une ahora la posibilidad de leerlo en catalán, euskera y gallego (Rayo Verde,Txalaparta, Falamos de Libros), asturiano (Rayo Verde) y aranés (Pagès editors). Con ilustraciones de Agustín Comotto y con canción incluida.

Amnesia colectiva de Koleka Putuma. Flores raras. Trad. Lawrence Schimel y Arrate Hidalgo.

Publicado por la pequeña editorial sudafricana, uHlanga Press, se ha convertido en un bestseller. Poemas directos, como dardos, como explosiones, que parecen arañar desde la profundidad de la que quieren salir. Sus versos aglutinan lo colectivo y se cierran sobre núcleos íntimos. Condensando el trauma y el dolor en estrofas potentes y rotundas que horadan sobre la cuestión racial, de género y sexual. Pero Putuma no se conforma solo con esto y quiere también contar historias de amor y de alegría

Cuentos para niños perdidos de Diriye Osman. Team Angelica Publishing. Trad. Héctor F. Santiago.

El autor se describe a si mismo de esta manera; “primero somalí, segundo musulmán y tercero homosexual”. Bernardine Evaristo ha dicho sobre el libro: ”Uno de los grandes placeres de leer es encontrar libros que narren historias que no suelen aparecer en la literatura comercial. Este es una cruda colección de relatos sobre la experiencia queer somalí. Casi todos tratan sobre el exilio: de la familia, del país, de la cordura, de uno mismo. Osman consigue manejar con soltura la tradición del cuento”.

La pesadilla de Obi de Ramón Esono. Autoedición. Varios autores (Chino y Tenso Tenso).

Estamos ante una novela gráfica que narra en tono de crítica delirante las desventuras de un personaje, trasunto de T. Obiang, que una mañana despierta convertido en un guineano más, víctima de la miseria y de la opresión de su propia dictadura. La obra se ha expuesto en varias ciudades españolas y nos habla de la capacidad del tebeo o cómic también para alterar, denunciar y crear conciencia.

Nuestra hermana aguafiestas de Ama Ata Aidoo. Cambalache. Trad. Marta Sofía López.

Podría estar en la lista de “atemporales”, pero la colocamos aquí por ser, además, una obra muy peculiar, un híbrido maravilloso. Aidoo propone un viaje a la inversa del formulado en El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad. Su traductora escribe en el prólogo: “la novela-poema de Aidoo es, con mucha diferencia, una de las obras más audaces, «modernas», visionarias y radicales que han surgido de África en la época de las postindependencias. O quizás la más”.

Seis novedades

30 libros africanos para 30 días de vacaciones

Bajo las ramas de los udalas de Chinelo Okparanta. Baile del Sol. Trad. Iballa López

Volvemos a Nigeria y a la guerra de Biafra. Ijeoma es cristiana igbo y Amina musulmana hausa. Son dos jóvenes que, a pesar de las diferencias, se aman. Okparanta ganó en 2014 el Premio Lambda Literario por su colección de relatos Happiness, Like Water en el que ya trataba una relación lésbica.

Doce relatos urbanos. Doce voces africanas, ed. Ángeles Jurado. Casa África y Baile del sol.

En torno a la ciudad, transportándonos a lugares como Abiyán, Lagos, Ciudad del Cabo, Dakar o Malabo, 12 escritores/as nos proponen sus historias. Son Véronique Tadjo, Trifonia Melibea, Noo Saro-Wiwa, Ken Bugul, Chimamanda Ngozi o Boubacar Boris Diop, entre otros. La ciudad de Tánger se la guarda Antonio Lozano para descubrirnos que es un lugar inmortal.

Antología poética de Gabriel «Mwènè» Okoundji. Pre-Textos

De versos como este está lleno este libro: «Se necesita todo el silencio de las palabras para decir tu nombre». El del poeta, admirador de Césaire, es uno de los más reconocidos. Originario de República del Congo, en 2010 le concedieron el “Gran Premio del África negra”. Su traductor y prologuista, Leandro Calle, recoge las palabras de Okoundji, quien afirma “No somos ante todo seres de inteligencia, somos ante todo seres emocionales”.

Cuarenta años esperando a Isabel de Said Jatibi. Baile del Sol. Trad. Noemi Fierro.

El escritor argelino nos introduce en la historia de Yousef, un pintor a quien, para sus últimas obras, la inspiración le llegará de la figura de Isabel Eberhardt. Jatibi repasa la historia de Argelia reciente desde la guerra de liberación al momento en el que en la década de los noventa se apunta al triunfo de los islamistas.

En el jardín del ogro de Leila Slimani. Cabaret Voltaire. Trad. Malika Embarek.

Trama dura, en la que somos testigos de cómo ese castillo de cristal tan firmemente construido que parece la vida de Adéle, la protagonista que parece tenerlo todo, se corroe por dentro a fuego lento ante la opresión exterior. Nada colma a Adéle para la que lo que la rodea ha dejado de tener sentido, empujada a encadenar relaciones sexuales sin parar. La vida familiar, tan presente en Canción dulce, aparece también en esta novela como el lugar donde parecen fraguarse los destrozos íntimos más crudos.

Corazón que ríe, corazón que llora de Maryse Condé. Impedimenta. Trad. Martha Asunción Alonso.

Premio Nobel alternativo de literatura 2018, este libro es una colección de 17 relatos que cuentan episodios de su infancia y juventud. En la biografía de Condé, mujer viajera en extremo, destacan dos paradas: la de su origen, entre su mundo caribeño y la metrópoli francesa, y la de África a donde llegó en búsqueda de sus orígenes (lo que la llevó a afirmar: “el orgullo de ser negra, el orgullo de ser mujer, el orgullo de ser lo que soy, ha sido África quien me lo ha aportado”).

Seis para pensar, saber

30 libros africanos para 30 días de vacaciones

Afrotopia de Felwine Sarr. Los libros de la Catarata y Casa África. Trad. Alba Rodríguez.

En esta obra, el pensador acuña dos nuevos términos. Estos son, Afrotopos “ese lugar todavía no habitado por esa África que viene” y Afrotopía “una utopía activa que pretende sacar a la luz los vastos espacios posibles de las realidades africanas y fecundarlos”. Son solo dos apuntes de un libro que abre el camino para que el continente se repiense, se represente y se proyecte.

Las mentiras que nos unen de Kwame Anthony Appiah. Taurus. Trad. María Serrano.

El filósofo angloghanés ha escrito un libro con la idea central de echar por tierra un error en el que solemos caer: «el de dar por hecho que en el corazón de cada identidad residen unas similitudes profundas que vinculan a todas las personas que comparten dicha identidad». En este sentido, analiza la cuestión identitaria, un eje en torno al que, sobre todo hoy en día, giran debates, opiniones y controversias.

Breve historia del África subsahariana de Eric García Moral. Nautilus.

“En estas páginas (el lector) no encontrará la historia africana en su totalidad, sino sólo una parte de ella”, se lee en su prólogo. Dirigido a un público general, no pretende ser un manual erudito y fue concebido como un libro que, potencialmente, podría leer gente que nunca ha oído hablar de la historia africana. Su autor, convencido de que hay que acercar la Historia a la gente, nos la cerca de manera sencilla pero siempre rigurosa.

El Himen y el Hiyab: Por qué el mundo árabe necesita una revolución sexual de Mona Eltahawy. Capitán Swing. Trad. María Porras.

Elthawy nos muestra que las mujeres árabes desde el estallido de las primaveras árabes han luchado por una doble revolución: contra los regímenes represivos y contra un sistema económico y político que reprime a las mujeres en Egipto, Libia, Túnez, Argelia entre otras naciones… El libro es, en opinión de Juan José Martín-González, “una llamada a la revolución y a la rebeldía y un cuestionamiento del sistema patriarcal árabe desde sus bases y dirigido a las propias víctimas de dicho sistema”.

Congo, Una historia épica de David Van Reybrouck. Taurus. Trad. Catalina María Ginard

700 páginas. A través de ellas el historiador belga rompe estereotipos mientras traza la trayectoria de este país colosal hasta la actualidad. Jeune Afrique ha dicho de esta obra: “Un ovni editorial que mezcla hábilmente los enfoques histórico, periodístico y literario. Es imposible dejarlo.”

Nuevas voces de la literatura de Guinea Ecuatorial 2008-2018, edición de Juan Riochí. Diwan.

En la antología participan 21 autores de Guinea Ecuatorial que nos dan la oportunidad de conocerlos y acercarnos a estas (nuevas) letras. Entre ellos, Ángela Nzambi, Edjanga Divendu Jones, Francisco Ballovera Estrada, Fumilayo Johnson Sopale, Guillermina Mekuy, Juan Riochí Siafá, Lucía Mbomío Rubio, Paloma Loribo (Paloma del Sol) o Recaredo Silebo Boturu.

Seis sin traducir (aún)

30 libros africanos para 30 días de vacaciones

Dance of the Jakaranda de Peter Kimani. Akashic Books.

Recomienda Chema Caballero: “Misterio, historia y poner en el centro a los asiáticos ausentes en la literatura africana. Una trama muy bien escrita que nos cuenta la historia de la construcción del tren en Kenia y la llegada de los asiáticos, cómo vivieron y cómo fueron discriminados, a la vez que ellos también discriminaron a los kenianos”.

Luanda, Lisboa, Paraíso. Djaimilia Pereira de Almeida. Companhia das Letras.

Recomienda Adriano Mixinge: “Recrea la nueva Angola desde la perspectiva diaspórica y global; la autora está preocupada con la memoria y la historia de la construcción de un imaginario póscolonial. Además, es preciosista en la escritura, demostrando un rico imaginario interior”.

Camarade Papa de Armand Gauz. Le nouvel Attila.

Recomienda Ángeles Jurado: “Es un retrato de la época en la que la colonización empezaba en esa zona de África que explica muchas de las cosas que pasan en la actualidad, mucho de lo que es Costa de Marfil hoy. Describe la riqueza y complejidad de las sociedades africanas precoloniales y el choque entre colonizado y colonizador. Además de estar maravillosamente escrito”.

Banat al-sabbar de Karima Ahdad. Le Fennec.

Recomienda Gonzalo González Padilla: “Está escrito por una mujer joven marroquí. Ofrece una visión crítica y al tiempo polifónica de la situación de las mujeres en el entorno rural. Está muy bien escrito y me recuerda a la prosa de Mohamed Chukri. el autor del Pan a secas”.

Kintu de Jennifer N. Makumbi. Transit Books.

Recomienda Arrate Hidalgo: Hay que leerlo. Porque es una épica familiar como pocas he conocido, porque sus personajes con sus dolores y esperanzas se quedan contigo mucho después de cerrar el libro, porque la voz de Makumbi es multicolor y profundamente humana.

Ebamba Kinshasa-Makambo de Richard Ali A Mutu. Mabiki.

En lingala se publicó esta obra en 2014 ya que este joven autor, nacido en República Democrática del Congo escribe en su lengua materna. Traducida a inglés por Bienvenu Sene Mongaba, bajo el título Mr. Fix It, es la primera novela en lingala en lograrlo. La obra se desarrolla en Kinshasa, ciudad de la que realiza un verdadero retrato (ciudad de la música y la moda), y cuenta la historia de un joven congoleño que lucha y trata de sobrevivir dividido entre la tradición y la modernidad.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/07/11/africa_no_es_un_pais/1562836732_219748.html

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Los consejos de un gurú de la computación mundial para aplicar en la escuela

Irán / 14 de julio de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Semana

En el mundo actual, es casi una exigencia que los jóvenes aprendan a crear apps, páginas web y programas computacionales desde temprano en el colegio. Entrevista con Hadi Partovi, CEO de Code.org.

Pocas personas conocen Silicon Valley tan bien como Hadi Partovi. Fue gerente general de Microsoft, vicepresidente de MySpace, fundó iLike, una red social para compartir música, y ha sido consejero de Facebook y Dropbox. Por eso entiende como pocos la relevancia de que los niños aprendan computación desde pequeños.

Hijo de una familia de recursos limitados que se mudó de Irán a Estados Unidos cuando tenía 12 años, considera que aprender programación le cambió la vida. Por eso se dedica a promover el pensamiento computacional en los colegios desde la ONG que fundó en 2013, Code.org. 

Ahora esta organización ofrece cursos de programación gratuitos a más de 36 millones de estudiantes en todo el mundo y es el principal referente en la promoción de la educación computacional en el mundo. En Colombia, cerca de 220.000 jóvenes aprenden código desde sus casas con ellos, y este año, en asociación con Computadores para Educar, lanzaron un piloto para llevar su modelo a 18 colegios oficiales de Popayán.

SEMANA Educación: ¿Por qué es importante que los colegios enseñen ciencias de la computación?

Hadi Partovi: En este siglo todos tenemos computadores o smartphones, y todos estamos usándolos en nuestras vidas, pero la mayoría de la gente no sabe cómo crear la tecnología. Para los niños usarla es muy fácil, ellos casi que nacen sabiendo hacerlo. Pero aprender cómo crearla es como un súper poder. Todos los problemas del mundo, económicos, medioambientales, políticos, etc. los podemos resolver con la tecnología y para darle las mejores oportunidad a todos los niños y jóvenes debemos enseñarles, no solo a usarla, sino a crearla. Por eso el currículo debe cambiar, porque las escuelas en todo el mundo han enseñado casi lo mismo por 300 años. Las matemáticas, la lectura, las ciencias son importantes, pero hoy en día también lo es la computación.

S.E.: Usted habla mucho de que la tecnología es un vehículo para promover la creatividad…

H.P.: Para mí ese es el cambio más importante de enseñar esto. En el futuro, todos los trabajos repetitivos se van a automatizar y solo sobrevivirán los trabajos más creativos. Pero la mayoría de escuelas no enseñan creatividad. Por ejemplo, tengo una hija que está aprendiendo multiplicación y la ponen a resolver varias multiplicaciones al día. Ella se sienta a hacerlas, pero luego -cuando quiere corroborar si están bien- solo tiene que gritar: “Alexa (el asistente virtual de Amazon), ¿cuánto es 1200 x 4?” y la máquina le responde. Y luego me pregunta a mí: «¿por qué estoy haciendo esto, si Alexa lo puede hacer?» Aprender multiplicación ya no es necesario. Es importante entender qué es, pero no hacer 100 operaciones cada día. Por el contrario, las ciencias de la computación es de lo que más promueve el pensamiento creativo y la resolución de problemas.

S.E.: ¿Y a qué edad se debería empezar a aprender programación?

H.P.: Depende. A los seis años puede que no aprendan a crear apps, pero puede aprender mediante juegos a resolver problemas, a entender la lógica del pensamiento computacional, a cuidar mejor su información cuando están online. Ahora, cuando tienen 10 años, ya pueden crear videojuego o páginas web. El aprendizaje de ellos es rapidísimo, mucho más de lo que los adultos piensan. Los menores viven hoy en una realidad digital y les encanta aprender del tema.

S.E.: ¿Cuáles son las principales barreras que encuentran a la hora de promover el aprendizaje de programación en los colegios?

H.P.: El primer obstáculo y el más grande es mental. Algunos adultos creen que eso es muy difícil para un niño, que deben enseñarlo después. En realidad, los niños de seis años pueden empezar a verlo. Otro creen que solo le sirve al 2% de niños que quieren ser programadores, cuando en realidad eso le sirve a todos los estudiantes, no importa qué profesión escojan. El segundo obstáculo es la disponibilidad de Internet y computadores en las escuelas y, tercero, la preparación de docentes.

S.E.: ¿Qué tantos países están enseñando programación es las escuelas?

H.P.: Hay 30 países que cambiaron su política o tienen planes para expandir las ciencias de la computación en su currículo. Los países que han hecho más en América Latina son Chile y Argentina. En este último la política de educación cambió el año pasado y ahora dice que todos los estudiantes deben aprender código. Es una política muy agresiva. Y en Chile el Ministerio de Educación preparó a cerca de 3.000 docentes para que les enseñen programación a 300.000 estudiantes.

S.E.: ¿Cómo funcionan los cursos de Code.org?

H.P.: Nuestro currículo es open source. Nosotros creamos la plataforma y los cursos gratis y las escuelas pueden elegir cómo implementarlo. Primero, la escuela debe elegir quién va a enseñar los cursos. Cada docente puede aprender, pero generalmente necesita una capacitación de unos dos días para un docente de primaria y una semana para los de bachillerato. Después de eso, puede enseñar ciencias de la computación avanzada, incluso si no tienen nada de experiencia en el tema. Lo segundo es que la escuela determine cuántas horas cada día le deja a los estudiantes para aprender en nuestra plataforma. En los cursos de menor edad es más fácil porque los niños pequeños necesitan tiempo para jugar, y la programación se puede enseñar como un juego. En las edades más grandes es una cuestión de cambiar las clases de tecnología, que ya reciben, donde solo les enseñan a usar la tecnología, para que aprendan también cómo crearla.

S.E.: ¿Todo su material de está disponible en línea?

H.P.: Sí, nuestros cursos son completamente gratis.

S.E.: ¿Y cómo se financia entonces?

H.P.: Esa es la peor parte. A nosotros las grandes empresas del sector (Microsoft, Amazon, Facebook, entre otras) nos donaron dinero. Pero cada año me toca pedir más, es terrible (risas).

S.E.: ¿Un padre interesado en enseñarle pensamiento computacional a sus hijos puede usar las herramienta de Code.rog?

H.P.: El primer consejo es que debería decirle a su escuela que le enseñen programación a sus hijos, porque así puede impactar no solo a su grupo familiar sino a toda la comunidad. Pero sí, también hay muchos niños que usan Code.org desde su casa. Casi un tercio de nuestros estudiantes son aprendices independientes. Muchos padres nos dicen que sus hijos no quieren salir un sábado en la noche porque quieren quedarse en casa y programar.

Fuente de la Entrevista:

https://www.semana.com/educacion/articulo/entrevista-con-hadi-partovi-ceo-de-code-org/622656

ove/mahv

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