Una mujer dalit se convierte en la voz de los agricultores en India

El 12 de enero de este año, en algún lugar de las afueras de la capital de India, la activista dalit Nodeep Kaur fue arrestada por la policía por protestar frente a una fábrica. Al cierre de 2020, ella se unió a una organización local de derechos de los trabajadores llamada Mazdoor Adhikar Sangathan (MAS) en el área industrial de Kundli, en Haryana.

En enero, fue acusada de maltratar presuntamente a la dirección y al personal de una zona industrial durante una protesta y también de agredir al equipo policial.

Kaur, de 24 años, también había estado participando en la protesta de los agricultores contra las nuevas y profundas reformas del sector agrícola del gobierno nacional del primer ministro Narendra Modi, en lo que ya representa una de las mayores movilizaciones de la historia de este país de 1300 millones de personas.

Fue detenida y acusada en tres casos separados en virtud de los artículos de la ley india que incluían intento de asesinato, extorsión, reunión ilegal, disturbios e intimidación criminal. Se le concedió la libertad bajo fianza, pero sus procesos aún están pendientes. El caso de Nodeep Kaur pasó a ser cubierto ampliamente por los medios internacionales luego que Meena Harris, sobrina de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, pidió su liberación.

«Soy mujer, soy dalit y le estoy dando voz a las personas que a menudo son reprimidas con mucha facilidad», dijo Kaur en una entrevista con IPS.

“Me arrestaron, me golpearon, me maltrataron, incluso dentro de la prisión había tanto prejuicio entre la gente de casta superior y de casta inferior”, explicó en referencia al sistema de castas del hinduismo que de hecho aún prevalece en India y en que la dalit (paria) es la más marginalizada en esa estratificación social.

“Me torturaron mucho, no podía caminar, tenía tanto dolor, no me dieron acceso a un médico y me mantuvieron aislada durante días. Agradezco haber salido con vida y estar aquí, donde se supone que debo estar, con mi gente, con la clase trabajadora y con los agricultores”, detalló sobre los días encarcelada.

Kaur proviene de una familia de activistas y sus padres se han asociado con el sindicato de agricultores en Punjab. En 2014, su madre Swaranjeet Kaur encabezó una protesta exigiendo justicia para una niña dalit menor que sufrió una violación en grupo en su aldea. Ella enfrentó múltiples amenazas de muerte, fue arrestada y mantenida bajo custodia durante días.

“Soy quien soy hoy gracias a mi madre. Nuestra sociedad no se crea igual, hay muchos prejuicios basados en las castas y si eres una mujer y una mujer de mi origen (dalit), es un desafío mayor. Desde muy joven aprendí a luchar no solo por mí, sino también por los demás”, dijo la activista.

En febrero, cuando a Kaur se le concedió la libertad bajo fianza, una de las primeras declaraciones que hizo justo después de salir de la prisión fue: «Definitivamente iré a la frontera de Singhu y me sentaré con los granjeros».

Semanas después, Kaur se ha convertido en una de las voces más fuertes y escuchadas que está liderando la protesta del campesinado del país.

“Esta solidaridad que se ve hoy entre los agricultores y la clase trabajadora es tan poderosa. ¿Se imaginan lo que puede suceder ahora que todos estamos unidos y defendiéndonos unos a otros?» dijo. “Mi batalla comenzó con la lucha por el impago de salarios y el trato injusto a la clase trabajadora en una zona industrial, y desde allí, hoy estoy aquí apoyando y dando mi voz a los agricultores”, añadió.

“No sé cómo ni cuándo sucedió, pero me llaman su líder y no los voy a defraudar», sentenció.

Miles de agricultores, en su mayoría de los estados de Punjab, el corazón agrícola indio, Haryana y el oeste de Uttar Pradesh, han protestado en las inmediaciones de Nueva Delhi desde noviembre de 2020 contra tres nuevas leyes agrícolas, aprobadas en septiembre de ese año, que desregulan y flexibilizan el sector.

Se trata de la Ley de Comercio de Productos Agrícolas y Comercio, el Acuerdo de Protección y Empoderamiento de los Agricultores sobre Garantía de Precios y Servicios Agrícolas y la enmieda de la Ley de Commodities.

Los agricultores también han exigido una garantía legal sobre los precios mínimos de apoyo (MSP, en inglés) para sus cultivos y también que retiren el proyecto de enmienda de la ley de electricidad, presentado también en 2020, ya que temen que eventualmente conlleve al fin de la electricidad subsidiada.

“Todo lo que pedimos es retirar esas tres leyes que desregularán la venta de nuestros cultivos”, dijo Sukhdev Singh, secretario general de Estado del Sindicaro Bharti Kisan.

“Nuestra mayor preocupación es que las leyes recientes que han sido promulgadas por el gobierno central desmantelarán por completo el sistema de MSP, solo los agentes privados se beneficiarán y nosotros los agricultores terminaremos sin actividad”, dijo en diálogo con IPS.

Singh subrayó que “no podemos darnos el lujo de cerrar el «sistema mandi«, así es como tenemos ingresos”.

Los mandis son unos 7000 mercados mayoristas regulados por el gobierno, que junto con el sistema de MSP han protegido por muchas décadas de los vaivenes del mercado a los campesinos en India, aunque para su prejuicio se ven cada vez más desvirtuados por los intermediarios y otras distorsiones.

Modi quiere romper con un desequilibrio: más de la mitad de la población india trabaja en la agricultura, pero esta representa solo un sexto del producto interno bruto (PIB) de este país del sudeste asiático y donde 68 por ciento de los productores agrícolas posee menos de una hectárea. Pero el campesinado considera que su reforma solo beneficiará a los grandes productores y empeorará sus ya precarias condiciones.

“Más de 300 agricultores han muerto hasta ahora mientras acampaban y protestaban en estas fronteras en Delhi. Ya hemos perdido mucho, pero nuestra lucha continuará”, aseguró Singh al explicar la determinación de los campesinos y las crecientes organizaciones sociales que los respaldan.

Mujeres, en la vanguardia

La protesta del campesinado se considera una de las mayores que se ha llevado a cabo en India, no solo por su tamaño, alcance y duración, sino también porque ha puesto a las mujeres en la vanguardia, que ahora a menudo se ven liderando la protesta a pesar de que se les pidió que se fueran.

«Esto es una revolución, estamos aquí para alzar la voz, si no lo hacemos hoy, ¿qué tendrán nuestras generaciones futuras», sostieve Ratinder Kaur, una agricultora de 65 años llegada desde Punjab.

Ella acampa en la entrada de Singhu a la capital desde enero de 2021 y planea permanecer en la protesta mientras su esposo tuvo que regresar a su finca en la primera quincena de abril para cosechar sus cultivos.

«¿Cómo puede alguien decirnos que no podemos participar? Las mujeres también somos agricultoras, vamos al campo, cultivamos, hacemos otros trabajos de incentivo laboral y también cuidamos de nuestras familias”, dijo esta mujer cuyo nombre es ficticio a su pedido.

El grupo humanitario internacional Oxfam afirma que casi 80 por ciento de los trabajadores a tiempo completo en las granjas indias son mujeres. Ellas suponen 33 por ciento de la fuerza laboral agrícola y 48 por ciento de los agricultores autónomos, pero representan solo alrededor de 13 por ciento de las personas propietarias de la tierra.

Las sociedades agrarias de India son extremadamente patriarcales, caracterizadas por estructuras feudales profundamente arraigadas en las que mujeres y hombres rara vez tienen el mismo acceso a los recursos.

Cerrar esta brecha de género es fundamental para acelerar el ritmo de crecimiento del sector agrícola, coinciden analistas, mientras la discriminación basada en el género continúa prosperando en el país de diferentes maneras.

A las mujeres agricultoras en India aún no se las reconoce como productoras en las políticas del país, “negándoles así el apoyo institucional de bancos, seguros, cooperativas y departamentos gubernamentales”, advierte la organización asistencialista Oxfam.

“¿Sabes por qué llamamos a Nodeep nuestro líder? Ella es como nosotras, las agricultoras, fuerte y resistente. Nada puede detenerla y cuando sube al escenario y habla, todos escuchan”, dice Kiranjeet, una agricultora de 57 años, también de Punjab que se unió a los manifestantes que acamparon en primero en el límite de Tikri con Nueva Delhi y desde marzo se trasladaron a la de Singhu.

“Dejé a mis hijos en casa en Punjab y me quedaré aquí, al igual que mis otras hermanas agricultoras. Es importante para nosotras las mujeres pelear esta batalla, cuando la inflación golpea, cuando los precios suben, cuando no hay dinero en casa, sabemos cuánto hemos luchado para conseguir la próxima comida”, dijo esta mujer, cuyo nombre también se alteró a su pedido.

“Nodeep es el futuro, necesitamos jóvenes como ella y tantas otras hermanas que vinieron a apoyarnos. Cuando una mujer habla, muchas otras se le unen. Nuestros maridos han vuelto a casa de su temporada de corte de cultivos y ahora vamos a estar aquí durante los próximos meses, es nuestro derecho y nuestra lucha”, aseguró.

La protesta de agricultores no es la primera en la que las mujeres indias asumen roles de liderazgo, tanto en movimientos políticos como en protestas masivas.

Las mujeres constituyeron una proporción significativa de los manifestantes durante las protestas de por la Ley de Enmienda de Ciudadanía (CAA, en inglés), vigente en el país desde diciembre de 2019.

Sin embargo, el mayor desafío en la India sigue siendo cómo transformar su liderazgo en una representación paritaria en puestos gubernamentales de alto nivel, sin prejuicios de género, casta o religión.

La sola idea de que el movimiento de agricultores en el país está transformando la presencia e influencia de las mujeres dentro de sus propias configuraciones patriarcales y, a menudo, basadas en prejuicios de castas, no puede volver a empujarlas a su tradicional espacio de invisibilidad.

“Sin mujeres no hay revolución”, dijo Nodeep Kaur en su entrevista con IPS.

“Nosotras (las mujeres) hemos pasado por tanto, hemos luchado tanto, hemos sobrevivido tanto, pensaron que podían meterme en una prisión y callarme. Estoy aquí para luchar y para quedarme, pase lo que pase, ellos me han hecho la líder de su pueblo y no los voy a defraudar”, sentenció esta líder del movimiento de los agricultores de India, cuyo desenlace determinará el futuro del sector.

Fuente: https://rebelion.org/una-mujer-dalit-se-convierte-en-la-voz-de-los-agricultores-en-india/

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El liderazgo femenino como potenciador del poder democrático en las comunidades

Por: Roberto Patiño

La presencia de la mujer es inseparable del trabajo que venimos desarrollando en Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive desde sus inicios. Muy temprano, cuando creamos el primer comedor de Alimenta la Solidaridad en La Vega, en el año 2016, fue evidente que el grueso de la participación de la comunidad se hacía cuerpo en un liderazgo femenino que asumía los objetivos de la organización como parte de un compromiso que era, a un mismo tiempo, personal y comunitario.

Cinco años después, con 240 comedores en 15 estados del país, 85% del voluntariado que da vida a Alimenta la Solidaridad, Caracas Mi Convive y Sustento está constituido por líderes que han desplegado un esfuerzo caracterizado por la transversalidad, el trabajo en redes y la articulación con sus vecinos.

Esta importancia de las mujeres en el trabajo en los sectores populares, que hoy recordamos durante la celebración del mes de la mujer, explica la razón por la cual pusimos en marcha el Programa de Liderazgo Femenino. Es evidente que todo proyecto de acción, cambio y mejora en la calidad vida en las comunidades, que aspire a conservarse en el tiempo y replicarse en todo el país, tiene que contar con un liderazgo femenino que sepa reconocerse como tal y que disponga, a través de este programa de formación, de las herramientas necesarias para su crecimiento.

Desde hace tres años, el Programa de Liderazgo Femenino ha venido acompañando a ese liderazgo natural que hay en los sectores populares, a través de herramientas de formación que les permite mejorar, potenciar y replicar el activismo comunitario al tiempo que ha sido parte del proceso de construcción y reconstrucción de buena parte del tejido social que se ha resquebrajado por la crisis y la erosión de las libertades políticas en Venezuela.

A lo largo de todos estos años que hemos compartido con nuestras líderes y con las profesionales que las acompañan en su proceso de formación, comprendimos que si hay algo que caracteriza al liderazgo femenino es su diversidad y su compromiso con la comunidad, entendida como una extensión de su propia vida doméstica. La mujer venezolana, cuando asume su rol de líder, cuando se empodera y toma conciencia de sus capacidades como activista y agente de cambio, se compromete en el servicio público con la misma lealtad con la que asume el trabajo por el bienestar de su familia, solo hay que dar oportunidades para que esta fuerza se despliegue.

El liderazgo femenino es diverso y complejo como lo es la vida en sociedad, y en ese trabajo por lo público se pone a prueba y ejercita las más profundas convicciones democráticas, al hacer del consenso, la resolución de conflictos y el trabajo en redes su mejor estrategia de lucha por una nueva Venezuela.

Estas nuevas generaciones de líderes mujeres, que apoyamos con firmeza desde Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive, a través del Programa de Liderazgo Femenino, son un reservorio de valores democráticos, de conciencia cívica, un lugar para el encuentro y el trabajo en redes, un espacio para el auto conocimiento y la reafirmación del compromiso por el cambio dentro de los valores de la solidaridad, el emprendimiento y la democracia.

n este mes se recuerda el esfuerzo por visibilizar las luchas ciudadanas en contra de las desigualdades de género y la violencia de género. En Venezuela aspiramos que el empoderamiento de la mujer se replique, extienda y multiplique por todo el país pues en ellas, nuestras líderes, se concentra buena parte de la fuerza que nos puede ayudar a hacer frente a la crisis y lograr el cambio que tanto necesitamos.

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/el-liderazgo-femenino-como-potenciador-del-poder-democratico-en-las-comunidades/

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Una educación libre de prejuicios sociales, esencial para fomentar la curiosidad científica y las vocaciones STEM en las niñas

Por: Nacho Meneses

La brecha de género que persiste entre las carreras tecnológicas y científicas hace que se pierda una parte importante del talento clave para afrontar el futuro

Más de la mitad del alumnado universitario en España, un 55 %, es femenino, y sin embargo la brecha de género es abismal en algunos estudios superiores. La presencia de la mujer continúa siendo minoritaria en las llamadas disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés): si en el curso 2018-2019, por ejemplo, un 51 % de las matrículas de Ciencias corresponden a mujeres, tres de cada cuatro alumnos matriculados en la rama de Ingeniería y Arquitectura son hombres, y en Informática las mujeres se quedan en un 12,9 %. Estas, por el contrario, representan una abrumadora mayoría en las ramas de Ciencias de la Salud (70,3 %), Artes y Humanidades (63,6 %) y Ciencias Jurídicas y Sociales (59,8 %), según datos del Ministerio de Universidades. Los datos fuera de España no cambian demasiado, y a nivel mundial solo el 29 % de los investigadores en el campo de las Ciencias son mujeres.

¿Obedece esto a una predisposición innata de género o es más bien producto de una larga historia de prejuicios y estereotipos sociales? Más bien lo segundo, afirman los expertos: “Lamentablemente, vivimos en un sistema profundamente dominado por los roles de género (…). Tradicionalmente, a las mujeres se nos ha socializado en los cuidados (del hogar, de la familia, de nuestros mayores y de nuestros hijos), y se ha dicho de nosotras que somos “más intuitivas” o “sensibles”, por lo que existe una mayoría de mujeres en carreras como comunicación, filologías, terapia ocupacional o enfermería”, sostiene Ludi García, directora gerente de la consultora de comunicación Hotwire. “Mientras tanto, a los hombres se les han atribuido fortalezas como la mente fría y analítica, empujándolos hacia carreras más científico-técnicas como las ciencias, las ingenierías o las matemáticas. Por supuesto, esto no son más que construcciones sociales que, por desgracia, siguen prevaleciendo en algunos sectores de la sociedad”.

Luchar contra la brecha de género, imprescindible

Para Ana Delgado, Chief Education Officer en The Valley, el talento femenino existe y es muy abundante, y considera que la base del éxito está en lograr un equilibrio que ponga en evidencia el valor añadido que puede aportar cada uno a este ámbito STEM. “Los equipos con perfiles variados y multidisciplinares incitan a la productividad, la eficiencia y la creatividad. De la misma manera que existen diferentes perfiles en cuanto a capacidades (como, por ejemplo, personas más dadas a la analítica, a la estrategia o al negocio), pasa lo mismo con el género. Y todos son necesarios”. Con los avances tecnológicos y la rápida evolución de la digitalización, se necesitan cada vez más expertos capaces de ayudar y guiar a las empresas y profesionales a abordar este nuevo panorama y cubrir esas necesidades, y en esta demanda resulta irrelevante si se es hombre o mujer.

“Un mantra que repetimos constantemente, pero que no por ello es menos cierto, es que por culpa de la brecha de género en estas disciplinas estamos perdiendo la mitad del talento. A día de hoy vemos que uno de los problemas principales, anunciado por la Unión Europea, es la falta de habilidades en los trabajos del futuro, aquellos ligados estrechamente a la tecnología”, afirma Belén Perales, responsable de RSC de IBM España. Los datos apuntan a que las disciplinas STEM no figuran entre las favoritas de los jóvenes, pero, aun así, un 16,3 % de los adolescentes españoles de 15 años contempla dedicarse a estas áreas cuando sean adultos: de ellos, un 12,1 % corresponde a los chicos y solo un 4,2 % a las chicas, lo que demuestra que la brecha de género se da ya en edades muy tempranas. “Desde IBM, consideramos que la solución se encuentra en fomentar la educación en estas disciplinas desde muy jóvenes, para acabar con estos estereotipos que hacen pensar más adelante que ciertas carreras son masculinas o femeninas”, añade.

Las proyecciones económicas y sociológicas apuntan, efectivamente, a que el bienestar de nuestro sistema económico pasa por un desarrollo de perfiles tecnológicos que no puede detenerse ante obstáculos de género y que implicará a todos los sectores productivos. “El futuro no estará tan demarcado como ciencias y letras, sino que vamos hacia una formación más transversal”, argumenta Rafael Conde, director del grado en Artes Digitales de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), en Madrid. “Las materias STEM estarán presentes en todas las formaciones. Antes, ser analfabeto era no saber leer ni escribir; exagerando un poco, pero no tanto, en el futuro lo será no saber código, te dediques a lo que te dediques. Por eso necesitamos mujeres STEM, para que rompan los estigmas y no solo las niñas, sino toda la población, se acerquen a estos conocimientos sin prejuicios ni complejos”.

Por supuesto, eso no implica que haya que forzar vocaciones científicas si no existe interés. El problema es que, como recuerda Conde, este existe, “pero muchas mujeres que querrían entrar no lo hacen por el estigma social que conlleva de “mundo masculinizado” y, sobre todo, algo asocial”. El caso del grado en Artes Digitales de la UCJC es algo diferente, ya que (si bien son un grupo pequeño) este curso el 100 % de las matrículas ha correspondido a mujeres, y en el segundo curso también hay una mayoría femenina. Allí, los estudiantes aprenden desde disciplinas más artísticas como la fotografía y el dibujo hasta elementos más técnicos como la programación multimedia, principios de robótica y diseño, entendido este como ilustración 2D, modelado e impresión 3D, diseño web, maquetación… Unos estudios cuyas salidas profesionales están en las industrias creativas, que hoy por hoy generan más empleo que la industria del automóvil de Estados Unidos, Europa y Japón juntas, según la OIT: la animación, el diseño digital, los videojuegos, los efectos especiales, la posproducción o el diseño web.

Una mayor visibilidad de referentes femeninos

Para fomentar la curiosidad científica y las disciplinas STEM entre las niñas se requiere de un esfuerzo conjunto que promueva valores inclusivos desde la infancia y que ayude a visibilizar los referentes femeninos que ya existen (y que han existido) dentro del campo STEM. Una labor en la que los padres y las familias, por un lado, y los educadores, por otro, juegan un papel fundamental: “Es necesario que no solo en el colegio, sino también en casa, se eduque en la igualdad y la colaboración. Es responsabilidad de todos que trabajemos en derribar las ideas convencionales y los roles tradicionalmente adjudicados a cada uno de los géneros”, reflexiona Ludi García.

Por otro lado, es necesario que, desde los centros educativos, se ofrezca una orientación libre de estereotipos en la que reforzar la presencia de mujeres en los contenidos educativos ayude a que las chicas quieran dedicarse a la ciencia. “La clave pasa por ofrecer experiencias con disciplinas de ingeniería, ciencias, matemáticas y demás desde pequeños, para que todos se familiaricen con esos ámbitos y vean todas las posibilidades que ofrecen, sin distinción de género”, incide Delgado. En cualquier caso, se trata de educar a los niños y niñas, inspirándoles e impulsándoles a avanzar en el camino que más les interese. “En general, la inclusión de referentes femeninos ayuda a disminuir la desigualdad de género en todos los ámbitos”, insiste Perales.

Sin embargo, cuando se trata de dar visibilidad a estos referentes, la responsabilidad va mucho más allá, e implica a empresas, instituciones públicas y privadas y medios de comunicación. Así, espacios públicos como ChicaStem, que recoge iniciativas nacionales e internacionales para fomentar las vocaciones en estas disciplinas, o el Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación, creado en 2019 para “combatir cualquier discriminación por razón de sexo, garantizar la igualdad de oportunidades y aumentar la presencia de mujeres en todos los ámbitos de la vida científica y universitaria”.

La Universidad Complutense de Madrid (UCM) presentó en junio de 2019 el proyecto Por qué tan pocas, que incluye un largometraje y 20 píldoras audiovisuales con las que se pretende visibilizar el papel de las mujeres españolas en los campos de la tecnología y la ciencia, con referentes como Margarita Salas (bioquímica), María Blasco (bióloga), Elena García (ingeniera robótica) o Clara Grima (matemática). IBM, por su parte, tiene en marcha desde hace varios años iniciativas como Watson va a clase y Open P-Tech, que ofrecen a los más jóvenes las herramientas necesarias para despertar esta curiosidad y fomentar la vocación en estas disciplinas.

El ámbito de la comunicación es, finalmente, muy importante a la hora de dar visibilidad a las mujeres y que las futuras generaciones vean referentes a los que seguir: “En muchas ocasiones, los estudiantes se interesan por una disciplina por las informaciones que ven en los medios. Si la periodista es una mujer, las posibilidades de que se sientan reflejadas y captar su interés son mayores”, concluye Ludi García.

Liderazgo femenino en el campo STEM

Si hay una brecha de género respecto al número de mujeres que entran en las titulaciones STEM, también la hay en cuanto a la cantidad de ellas que se incorporan a puestos de alta dirección en las empresas tecnológicas, una carencia del mercado que pretende contribuir a subsanar el máster Desarrollo Directivo para Mujeres STEM, de la UCM, una formación “dirigida a mujeres que han sido referentes y que llevan 15 o 20 años trabajando en áreas tecnológicas, formándolas en habilidades y competencias que les permitan ejercer ese liderazgo en unos contextos empresariales que son eminentemente masculinos”, explica Silvia Carrascal, directora del programa.

El objetivo, afirma, es empoderar a la mujer, aunque a la vez hace hincapié en que se trata más de poner en valor el talento y reconocer las competencias que se poseen, ya seas hombre o mujer, que de cumplir con un determinado porcentaje [por los planes de igualdad de las empresas]. El máster de la UCM pone así el foco en “contribuir a su desarrollo personal y su empoderamiento a través de la mentoría y del coaching de carrera, con expertos en habilidades comunicativas y sociales, liderazgo, toma de decisiones, visión estratégica y actualizaciones en la transformación digital de las empresas”.

Para Carrascal, se trata de aportar nuevos estilos de liderazgo, ya que la mujer puede promover “uno mucho más flexible y transversal, menos encasillado en lo que es el conocimiento y mucho más relacionado con los retos, los logros y los desafíos de una empresa, un equipo o un proyecto”. “Alguien”, continúa, “que es capaz de ver no solo el impacto económico, sino también el lado más personal y emocional de las cosas: el efecto que tiene en la sociedad; cómo es de sostenible para la empresa; cuál es el impacto positivo para sus empleados o qué políticas implementar para una mejor cultura organizativa”.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/economia/2020/10/28/actualidad/1603878746_104941.html

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Mujeres en el poder y su efectiva respuesta a la pandemia de coronavirus

ONUNOTICIAS

Liderazgo, firmeza, elocuencia y empatía por los más vulnerables están entre las de las carácterísticas de presidentas y primeras ministras que se han enfrentado con todo su ingenio al COVID-19 para proteger a su población. A pesar del éxito de las mandatarias, actualmente solo 20 de 193 países miembros de la ONU están liderados por una mujer. Noticias ONU conversó con la presidenta de la Unión Interparlamentaria sobre los retos de igualdad de género que aún enfrenta el ámbito político.

En las últimas semanas, medios de todo el mundo han publicado artículos en los que se destaca el trabajo de varias mujeres jefas de Estado durante la pandemia del coronavirus.

Países dirigidos por mandatarias como Nueva Zelanda, Islandia, Alemania, y Dinamarca, entre otros, han sido reconocidos por iniciativas que han resultado efectivas en el manejo de la crisis del COVID-19, algo que es significativo cuando se tiene en cuenta que menos del 10% de todas las naciones del mundo están lideradas por mujeres.

“Las mujeres líderes han tenido una particular disciplina, sensibilidad y capacidad de respuesta frente a esta pandemia, y por ello han podido desarrollar mejores políticas para ahora y para el futuro”, asegura Gabriela Cuevas, diputada federal mexicana y la actual presidenta de la Unión Interparlamentaria, la única organización que representa a la rama legislativa de los gobiernos en una escala mundial y promueve la cooperación.

Según Cuevas, las mujeres que están en cargos de decisión tienden a enfocarse en los bienes más esenciales como la salud y la educación, y en proteger a las personas que más lo necesitan, particularmente los niños.

“Por ejemplo, veíamos a la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, hablando de considerar como un trabajador esencial al Conejo de Pascua. Yo pienso que cuando un jefe de Estado es capaz de comunicarse incluso al nivel de los niños, es un ejemplo muy elocuente de las preocupaciones que tiene por los más vulnerables, que son a quienes más está afectando la crisis de salud, y que también probablemente afectará la crisis económica que apenas empieza”, dice.

ONU/Loey Felipe
Gabriela Cuevas Barrón, presidenta de la Unión Interparlamentaria.

Sus afirmaciones son respaldadas por los datos. Según el más reciente Mapa de las Mujeres en el Poder de la Unión Interparlamentaria y ONU mujeres, los portafolios de las mujeres en puestos políticos alrededor del mundo manejan en su mayoría las siguientes prioridades:

  1. Familia, niños, jóvenes, adultos mayores, y discapacitados
  2. Problemas sociales
  3. Medio ambiente, recursos naturales, energía
  4. Trabajo y educación
  5. Igualdad de género y cuestiones de mujeres

Se trata de temas que durante la emergencia actual son de especial motivo de preocupación para todo el mundo. El sistema de las Naciones Unidas y sus agencias, así como organizaciones a lo largo y ancho del planeta, han advertido que la pandemia de COVID-19 ha exacerbado desafíos como la desigualdad, el desempleo y han puesto en peligro los derechos humanos de los más vulnerables.

Lo que hacemos las mujeres es priorizar a aquellos que son más vulnerables.

“Yo quiero destacar que también se trata de mujeres muy preparadas, la canciller alemana Ángela Merkel, por ejemplo, no solo ha demostrado sensibilidad si no también una gran capacidad técnica. Por su misma formación es alguien que es muy buena para comunicar sobre la pandemia y sus efectos, pero también las soluciones y haciendo un llamado muy específico y claro a su población, y por eso vemos como Alemania está teniendo muy buenos resultados”, agrega Cuevas.

Entre la respuesta de las jefas de Estado y Gobierno que han recibido elogios a nivel internacional se encuentra una actuación rápida a través de medidas para proteger a la población, incluidas el confinamiento, el rastreo de casos y el control de fronteras con apenas pocos casos de COVID-19; la comunicación clara y constante con los ciudadanos, a veces con información y conferencias de prensa exclusivas para niños; la disponibilidad de test para toda la población y el uso de las tecnologías; así como las alianzas con influenciadores digitales para promover los buenos hábitos de higiene.

“Lo que hacemos las mujeres es priorizar a aquellos que son más vulnerables y me parece que estas jefas de Estado han demostrado una gran determinación, son mujeres valientes, son mujeres inteligentes que no solamente han llegado a un cargo público si no que han demostrado un gran liderazgo, y que han logrado que su población siga los consejos del Gobierno”, expresa Gabriela Cuevas.

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ONU/Kim Haughton
La canciller alemana Ángela Merkel conversa con la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, en la Asamblea General de la ONU en 2019.

El panorama de las mujeres en la política

Actualmente solo 20 de los 193 Estados miembros de la ONU están liderados por una mujer. ONU Mujeres y la IPU aseguran que el progreso en la representación sigue siendo lento, pero hay avances: en 2005, solo ocho mujeres estaban el poder.

Más de la mitad de las mujeres jefas de Estado y de Gobierno están en Europa. Casi todos los gobiernos de los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega) están encabezados por una mujer, con la excepción de Suecia.

En las Américas, hay tres mujeres líderes, la mitad de las que estaban en el poder en 2015. La región experimentó una disminución significativa en 2017, cuando el número cayó bruscamente a uno.

Tres mujeres se desempeñan como jefas de Estado o de Gobierno en Asia (Bangladesh, Nepal, Singapur), una en África (Etiopía) y una en el Pacífico (Nueva Zelanda). Ningún país de la región de los Estados Árabes ha tenido una mujer Jefa de Estado o de Gobierno.

En cuanto a los parlamentos y gabinetes ministeriales el progreso es mayor: las mujeres ahora representan el 50% de los puestos ministeriales en 14 países, frente a nueve en 2019. Otros 16 países tienen más del 40% de ministras.

Europa y las Américas son los líderes cuando se trata de tener paridad de género en los gabinetes. En dos países, España y Finlandia, las mujeres ocupan más del 60% de los escaños ministeriales. Finlandia se destaca además como el único país que tiene paridad de género en el gabinete y una mujer jefa de Gobierno.

ONU
Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, durante la celebración del Dïa Internacional de la Mujer en la sede de la ONU.

¿Cómo lograr la igualdad?

“Me parece que, si bien hemos alcanzado de 1995 a ahora, pasar del 11% a casi el 25% de mujeres en parlamentos en todos los países y llegar ahora casi el 20% de mujeres ministras, no podemos pensar que nos tomará otros dos siglos para tener igualdad de género. Yo creo que la única forma de tener sistemas plenamente democráticos es con la inclusión de las mujeres. Eso es lo único que le va a dar legitimidad y efectividad a nuestras instituciones”, asegura Gabriela Cuevas.

Para la presidenta de la Unión Interparlamentaria la legislación de cuotas de género es indispensable para avanzar hacia la igualad.

La única forma de tener sistemas plenamente democráticos es con la inclusión de las mujeres.

“Porque muchos países se escudan en que así es la cultura, pues necesitamos cambiar la cultura para generar igualdad, y no va a haber un cambio de cultura a menos que haya un cambio institucional, es decir, leyes de cuotas de género. Me parece fundamental que tengamos instituciones políticas, leyes, presupuestos, que nos permitan avanzar. Si esperamos a que se trate de un cambio cultural, pues probablemente tengamos que esperar siglos. Y me parece que no podemos darles esa respuesta a nuestras hijas, a nuestras nietas, a las mujeres que hoy demandan y merecen plena igualdad”, afirma.

Para Cuevas, uno de los mayores retos que enfrentan las mujeres para llegar a cargos de poder es la falta de una red de servicios para apoyarlas a tener una vida integral.

“La forma en la que  existen y viven nuestras sociedades condena a las mujeres a que sean ellas las únicas responsables del cuidado de los niños o de nuestros ancianos. O, por ejemplo, en mi país, en México, uno de cada cuatro hogares depende completamente del ingreso de una mujer. Pero no tenemos ni las guarderías ni las escuelas de tiempo completo que requerimos o no existen en muchos países derechos de propiedad para las mujeres o acceso a servicios financieros, a subsidios, apoyos e incluso en términos fiscales. Entonces creo que debemos trabajar, además de la legislación de cuotas, en generar un ambiente mucho más propicio para el involucramiento de las mujeres”, explica.

Otro factor fundamental para lograr la equidad de género tiene que ver por supuesto con la educación.

“Muchos de los estereotipos de género siguen siendo heredados por las madres, a sus hijos e hijas, o en muchos casos vemos a hombres que nunca fueron educados para la igualdad de género y que hoy se encuentran en importantes posiciones de poder. Entonces, creo que parte de la estrategia tiene que ser forzosamente trabajar en la vertiente educativa. También me parece fundamental explicarle muy claramente a la gente por qué es importante votar por mujeres”, asegura.

Mujeres que protegen mujeres

Gabriela Cuevas fue diputada federal de México apenas a los 21 años, cuando solamente el 11% de la cámara de 500 personas, estaba compuesta por mujeres. Hoy en día, después de un proceso de dos décadas, México es uno de los países donde la constitución establece que el 50% de las candidaturas debe ser obligatoriamente para las mujeres.

“Hoy en día en México es muy poca la gente que ya cuestiona por qué una mujer está en política o por qué son candidatas y cuando existen las cuotas de género, eso es forzar a los partidos políticos a que recluten, capaciten y apoyen más a las mujeres. Pero hay una segunda parte que es también una responsabilidad. Una vez que las mujeres llegamos a estos cargos de poder a una cámara de diputados o al senado, o un parlamento, es nuestra obligación ver por más y más mujeres. No podemos darnos el lujo de disfrutar el cargo, sino que tenemos la responsabilidad de utilizarlo para brindar las oportunidades a las mujeres que no han tenido la misma suerte que nosotras”, enfatiza la presidenta de la IPU.

ONU/Mark Garten
Maria Fernanda Espinosa, ex presidenta de la Asamblea General, junto a la primera ministra de Islandia y las presidentas de Estonia, Trinidad y Tobago. (izq a der)

Y es que, según los estudios, las mujeres líderes son además mucho más dedicadas a generar políticas públicas para proteger a otras mujeres, incluido en medio de la pandemia del coronavirus.

“En temas por ejemplo de violencia doméstica, en salud reproductiva, y también en entender lo difícil que es tener una vida profesional como mujer y al mismo tiempo cuidar de la familia, de los hijos de un entorno en nuestras comunidades. Entonces creo que esa sensibilidad que ellas han demostrado también las ha llevado a tomar decisiones muy importantes”.

La pandemia de COVID-19 tiene importantes dimensiones en materia de género ya que las mujeres se encuentran al frente de la respuesta, desde los hospitales hasta los hogares, donde también son más vulnerables a la violencia.

“Allí están las mujeres como una mayoría en el sector salud, en sectores de la limpieza, de la agricultura, de servicios. Y por supuesto cuando hablamos de servicios esenciales, los que nos mantienen vivos al día de hoy, tienen a una mayoría de mujeres atrás. Y además de todo este servicio público que están desempeñando, pues las mujeres tienen que seguir trabajando con sus familias, con sus comunidades, cuidando de sus niños y de nuestros ancianos. Si nosotros no vemos por las necesidades de esas mujeres que están proveyendo servicios esenciales y manteniendo el tejido esencial, pues nos vamos a colapsar”, advierte Cuevas.

Además, aparte de la discriminación sistémica que de por sí las mujeres enfrentan en tiempos normales, la pandemia exacerba las injusticias.

“Por ejemplo, los temas de ingresos y seguridad laboral, la falta de seguridad social o de cobertura en los servicios de salud y todo esto afecta de manera desproporcionada a las mujeres porque la mayoría trabajan en el sector informal. Y son quienes tienen muchas veces un salario menor, o incluso no reconocido. También se están enfrentando a la violencia dentro de los hogares, lo que es una tragedia a veces muy difícil de visualizar, allí también tenemos una deuda con las mujeres más vulnerables”, explica la diputada.

Los Gobiernos y los parlamentos están llamados a redefinir las prioridades para responder a la crisis, asegura la máxima de la IPU.

“Es decir, cuáles son los servicios esenciales que necesitamos que se mantengan, cómo podemos dar un mayor apoyo financiero, si tenemos que modificar las leyes o ajustar los presupuestos, o cómo podemos también vigilar que el Gobierno tenga una correcta aplicación del presupuesto y una correcta respuesta frente a esta pandemia, y lo que no podemos perder de vista es la visión de género, entender que la voz de las mujeres debe estar presente en cada una de nuestras decisiones”.

Spotlight Initiative/Agostina Chiodi
Protesta de mujeres en las calles de Argentina contra la violencia machista.

La igualdad como parte de la democracia

Para Cuevas, aún existen resistencias importantes que quieren frenar el avance de las mujeres.

“En mi propio país, todos los días 10 mujeres en promedio son asesinadas en manera de un feminicidio, es decir, con violencia propia de género. Yo, insisto, tenemos que educar a los hombres. No podemos seguir tolerando que los hombres agredan a las mujeres porque aprendimos a alzar la voz, porque aprendimos a decir lo que queremos y a luchar por nuestros sueños”, asegura, añadiendo que mantener sociedades democráticas durante y después de la pandemia es uno de los mayores factores que influye en el avance de la equidad.

“Este miedo que tenemos al COVID-19 y que es claramente justificado por su rápida propagación y por las miles de personas que mueren todos los días, puede ser utilizado por algunos gobiernos para querer implementar medidas completamente autoritarias, restrictivas de libertades, violatorias de derechos humanos y que probablemente tengan la tentación de querer que esas medidas se implementen después de la pandemia. En la medida en que entendamos que los gobiernos democráticos son gobiernos mucho más incluyentes, mucho más equitativos donde se puede respetar mucho más a las mujeres y a los derechos humanos, también entenderemos que será fundamental defender la democracia después de esta pandemia”, explica la presidenta de la IPU.

Para Cuevas, hay mucho que se puede aprender del ejemplo que están dando algunas jefas de Estado durante la situación actual.

“Todos debemos entender que debemos votar por más mujeres, el mundo tiene más del 50% de población como mujeres, y solo 1 de cada 4 lugares de los parlamentos son para una mujer. Y si tomamos en cuenta que 1 de cada 10 jefes de Estado es una mujer, eso nos deja ver que tenemos que tomar decisiones distintas como sociedad”.

Según la presidenta, estudios realizados por la Unión Interparlamentaria y las Naciones Unidas han concluido que las mujeres en posiciones de poder hacen de las sociedades espacios mucho más seguros, propicios para la paz y el desarrollo sostenible.

“Y, por supuesto, obtienen mejores respuestas para las crisis, no sólo en términos de COVID-19, pero, por ejemplo, también lo podemos ver en temas de cambio climático. Creo que hay que aprender de su determinación, y de su capacidad para sensibilizar, priorizar a los grupos más vulnerables, y por supuesto de su liderazgo”.

Reportaje: Laura Quiñones

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«Tenemos la gran responsabilidad de impulsar un liderazgo femenino»

Por: Observatorio de Innovación Educativa

Con información de Dulce Pontaza / Tec Review

Líderes universitarias de diferentes partes del mundo, compartieron los retos a los que se han enfrentado al ocupar puestos de poder en las universidades.

En el marco de la sexta edición del Congreso Internacional de Innovación Educativa (CIIE) del Tec de Monterrey, Mamokgethi Phakeng, presidenta de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica); Eva Alcón, rectora de la Universitat Jaume I (España); Sara Ladrón de Guevara, rectora de la Universidad de Veracruz (México) y Silvia Giorguli Saucedo, presidenta del Colegio de México, reflexionaron sobre los retos y problemáticas que enfrentan las mujeres que ocupan puestos directivos en las universidades.

De acuerdo con datos proporcionados por Sara Custer, editora digital en el Times Hidgher Education, quien lideró el panel, de las 200 universidades más importantes del mundo, sólo 34 instituciones, es decir el 17 %, tienen mujeres líderes en puestos altos,  una tendencia que va a la baja.

“Hay un estereotipo de debilidad en las mujeres, de que no tienen el carácter para tomar las decisiones, que si no se muestran firmes como un hombre fuerte, no van a poder con una institución como las que presidimos. Son estigmas que ahí están, que los tienen tanto hombres como mujeres”, dijo Silvia Giorguli Saucedo, presidenta del Colegio de México.

En el caso específico de Sudáfrica, donde hay 26 universidades, sólo cuatro de éstas son lideradas por mujeres. “Cuando hablamos de la representación de mujeres en liderazgo en educación superior también nos tendríamos que cuestionar, nosotras que ocupamos estos puestos, qué hacemos al llegar ahí, porque una vez que se obtiene esta posición para dirigir una universidad es tu trabajo cambiar el statu quo”, apuntó Mamokgethi Phakeng.

“Siempre hemos ocupado puestos importantes, pero no nos asegura llegar a las posiciones de poder”

Por su parte, Sara Ladrón de Guevara, rectora de la Universidad de Veracruz, dijo que cuando una mujer ocupa un puesto alto en alguna universidad, en muchas ocasiones,  no es bien vista, un aspecto sociocultural que se debe trabajar y mitigar. “En la educación siempre hemos ocupado lugares importantes, pero no nos asegura llegar a las posiciones de poder”, agregó Ladrón de Guevara.

Eva Alcón, rectora de la Universitat Jaume I, señaló que llegar a estos puestos conlleva una gran gran responsabilidad de impulsar un liderazgo femenino. “Creo que sería un error que una vez que llegamos a posiciones de responsabilidad en las universidades copiáramos patrones que han sido tradicionalmente masculinos. El liderazgo femenino es un liderazgo orientado al cambio”. Alcón también señaló que el reto es animar a las mujeres a dar el paso, a no tener miedo y a cuestionarse por qué no pueden tener los mismos derechos y oportunidades que el sexo opuesto.

“Yo creo que ésa es la innovación que nos falta por lograr, la igualdad de oportunidades, la equidad de género es una innovación que tiene formar parte de nuestros sistemas educativos”, compartió la rectora de la Universidad de Veracruz. Agregó que las universidades son los mejores espacios para que las mujeres puedan expresar, discutir, reflexionar y hacer visible esta problemática.

Por último, las panelistas reflexionaron sobre la importancia de que las universidades promuevan el equilibrio entre la vida laboral y la familiar, no solo para las mujeres sino también para lo hombres, porque es importante tener más mujeres en el mundo laboral, pero también más hombres en el mundo doméstico.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/lideres-universitarias

Imagen: AI Leino en Pixabay

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Ecologismo a ambos lados de África: “El acaparamiento de tierras es seguir colonizando pero de otra manera»

Africa y Europa, 20 de mayo de 2017. Fuente: EL PAÍS

“El acaparamiento de tierras es seguir colonizando pero de otra manera”. Así de tajante se mostró Mariam Sow en su intervención en el I Foro internacional de activismo, derechos humanos y justicia social de la XXVII edición del Encuentro de Solidaridad con los Pueblos de África y Latinoamérica (ESPAL), celebrado a principios de abril en Gran Canaria. La presidenta del consejo de la Red Internacional Enda Tercer Mundo, que tiene por misión “decir no a la injusticia social, proponer alternativas y pedir a la sociedad civil que tome partido”, habló, sin pelos en la lengua, de que los inversores que acuden a África en busca de terreno “en vez de negociar, más bien roban”. También insistió en que el rechazo a estos métodos tiene que venir desde abajo. “La población local debe estar al frente. Si resiste, no importa qué medios use el Estado, ¡venceremos!”, aseguró.

Wangari Maathai también era muy valiente. Nunca tuvo miedo a decir lo que pensaba y no toleró ninguna opresión. De este modo la recuerda la también keniana Marion Kamau quien, en calidad de representante de la Fundación Wangari Maathai, viajó a Las Palmas para impartir una conferencia sobre su amiga ya fallecida. En 1977, Maathai fundó el Movimiento del Cinturón Verde para buscar formas de mitigar el cambio climático, conservar el medio ambiente y promover el desarrollo comunitario. Con el tiempo, el Green Belt Movement se ha convertido en un enorme proyecto de reforestación en África: solo en Kenia se han plantado más de 10 millones de árboles y más de 47 millones en todo el planeta.

Reivindicación feminista

Pero la de Maathai no era una iniciativa meramente ecologista, sino también uno de los movimientos feministas más eficientes del continente. Toda mujer que se une al programa recibe clases sobre el mundo natural y su preservación. Además, ellas asumen papeles de liderazgo, dirigen viveros y trabajan con silvicultores, planeando e implementando proyectos para la recolección de agua y la seguridad de los alimentos.

Mariam Sow también tiene clara su responsabilidad hacia las mujeres: hay que reforzar sus capacidades para que puedan contribuir por igual. “Desde Enda, hemos aprendido a leer el interés de las mujeres en la lucha campesina. Lo que les interesa es la comunidad: quieren la tierra para sus hijos”. A fin de implicarlas en la batalla, hacen falta “comités paritarios en los pueblos” en los que las féminas puedan hacer valer su voz.

Para que su mensaje llegue hasta ellas y a una población a menudo analfabeta, la líder campesina ha escrito la canción Ma terre, ma vie, que interpretan Bideew Bou Bess, la banda de los hermanos Sall, del norte de Senegal, muy conocidos por utilizar su música para ayudar a promover el cambio social y el desarrollo sostenible.

Cambio climático

Aparte de la propiedad de la tierra y de la soberanía alimentaria “luchamos para que el Estado acepte financiar la agricultura y que el mercado africano esté más protegido” el otro frente de Mariam Sow es el cambio climático. Sobre todo, le preocupa la sequía en el Sahel. “Cada vez hay menos lluvias y, aunque tenemos un curso de agua importante gracias al río Senegal, desde que modificaron las corrientes que regaban los cultivos de sorgo hay que invertir mucho para extraer el agua que hay en el fondo. Y la población no tiene medios suficientes”.

La problemática del líquido elemento también inquietaba a Wangari Maathai. Según su colaboradora y amiga, en la década de los setenta, Maathai concluyó que hacían falta árboles para asegurar el ciclo hídrico. Así, plantar no solo servía para combatir la deforestación, evitar la erosión del suelo o impedir que el desierto del Sáhara siguiera extendiéndose hacia el sur del continente. También vale para hacer frente a las cada vez más frecuentes sequías.

Contra el poder

Al principio de su lucha, el Gobierno keniano no apoyaba a Maathai e, incluso, llegó a atacarla. Pero eso no la detuvo. Cuando su movimiento llevaba más de 20 años en marcha, la activista entró en la escena política de su país, donde llegó a ser viceministra de medio ambiente. Gracias a ella, hoy la Constitución keniana incluye un artículo de protección medioambiental que se aprobó tal y como lo redactó.

“El acaparamiento de tierras es seguir colonizando pero de otra manera”

Hoy las autoridades kenianas tienen muy en cuenta a la fundación que lleva su nombre. Han manifestado un notable interés por fomentar el cuidado por el medio desde la guardería, han creado programas de doctorado y másteres en gestión medioambiental y, en 2016, el presidente Uhuru Kenyatta colocó la primera piedra del futuro instituto Wangari Maathai, financiado en un 100% por el Estado.

Por su parte, la senegalesa Sow se enorgullece de haber llegado a “un consenso con toda la nación y con las autoridades de las seis zonas agrícolas del país”. Un consenso fruto de los talleres organizados con la población, “de los que han salido unos principios básicos que vamos a presentar al Estado para que no salga solo una ley, sino toda una política agraria”. Así, aunque según Sow toda la población senegalesa está sensibilizada, “el Estado a veces cierra sus oídos y solo mira por los intereses de los otros”, queriendo emprender una reforma agraria solo para dar seguridad a los inversores. “Pero no le vamos a dejar hacerla solo”.

Sow termina afirmando que va a seguir en la lucha y que confía en que las cosas pueden cambiar. Por su parte, la Fundación Wangari Maathai tiene la misión de continuar el legado de la que fue conocida como la mujer árbol y aspira a formar líderes valientes, íntegros y responsables con su medio ambiente.

Fuente noticia: http://elpais.com/elpais/2017/05/17/planeta_futuro/1495033530_234332.html

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