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Aprendiendo a ser maestro. Didáctica de la Expresión Musical en Primaria

10 abril 2017/Autor: Amparo Porta/Fuente: openlibra

La educación musical se ocupa del aprendizaje de la música, y abarca todos los niveles educativos desde la educación infantil hasta la universidad que culmina con los estudios de máster y doctorado. Este libro trata de uno de sus tramos, la Didáctica de la Expresión Musical en Educación Primaria y está dirigido a los estudiantes de Grado en Maestra/o.

En el desarrollo de la Didáctica de la Expresión Musical intervienen según Escudero Muñoz cuatro grandes factores: la comunidad educativa, el currículum, la organización escolar y el desarrollo profesional (Escudero Muñoz, 2009). La comunidad educativa la ocupan todos aquellos agentes que tienen que ver con el desarrollo de la educación musical implicados: las variables y peculiaridades culturales del entorno, los padres, los responsables de la comunidad, los bienes y recursos, las normativas, espacios comunitarios y todos aquellos agentes sociales y culturales con los que guarda relación. El segundo de los factores es el currículum que de forma normalizada vertebra la educación musical en las distintas etapas y niveles, estableciendo sus finalidades, competencias y contenidos, y también delimitando las acciones y responsabilidades educativas y su normalización. El tercero es la organización escolar mediante la cual la música entra en la escuela que la recibe y organiza junto al resto de sus campos de acción. Así, la organización escolar establece los horarios y su ubicación, la distribución de los alumnos y los profesores, las aulas, materiales, atención a padres y relaciones con la administración. El cuarto factor es el desarrollo profesional que en este oficio de maestro, abarca toda la vida, desde la preparación inicial del profesorado hasta la educación a lo largo de la vida en un proceso permanentemente inacabado porque el maestro está condenado a seguir aprendiendo. Este libro va dirigido a la formación musical inicial de los estudios de grado de maestro de Educación Primaria, que abordaremos en este texto como material de ayuda para la asignatura de Didáctica de la Expresión Musical.

Para leer, descargue aqui:https://openlibra.com/es/book/aprendiendo-a-ser-maestro-didactica-de-la-expresion-musical-en-primaria

Fuente: https://openlibra.com/es/book/aprendiendo-a-ser-maestro-didactica-de-la-expresion-musical-en-primaria

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La perspectiva sociocultural sigue vigente

05 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Nancy Palacios Mena

Este texto es el resultado del intercambio de un foro Sobre una visión Socio-cultural del Aprendizaje, en un curso sobre visiones socioculturales STEM. 

En algunos sectores educativos caemos con facilidad en la tentación de desconocer y hasta desechar avances teóricos y metodológicos que costaron mucho esfuerzo, con la justificación de dar la bienvenida a nuevas posturas y a la innovación educativa. La solidaridad de una compañera de trabajo y su grupo de estudiantes me ha permitido asistir a sus clases y reflexionar sobre la vigencia de la visión sociocultural de la educación.

Además de muy potente, es totalmente vigente la perspectiva sociocultural, si la entendemos desde una visión que integra y aglutina las diferentes dimensiones del ser humano. En la presentación que hace Smidt, (2009) del pensamiento de Vygotsky, merece ser destacado hoy el uso de herramientas culturales y la mediación. Sobre esto hay dos planteamientos que quisiera señalar:

1. Los niños hacen desplazamientos de funciones mentales cotidianas a funciones mentales superiores, gracias a que en la experiencia concreta y cotidiana de la vida, se mueven de la dependencia de otros a la adquisición de autonomía; esta autonomía les permite adquirir y poner en práctica capacidades para interiorizar y usar la experiencia de manera independiente.

2. Las funciones mentales superiores aparecen a través de la actividad en la que el niño pequeño está ocupado explorando algo que pueda tener algún significado o relevancia para ellos.

Estos argumentos resaltan la potencia que tiene el conocimiento del entorno inmediato, las tradiciones, las costumbres, el saber ancestral y el popular en la construcción del conocimiento escolar. Este planteamiento no tiene ninguna novedad, desde varias corrientes pedagógicas se ha señalado el valor del conocimiento no escolar en la construcción del conocimiento escolar. A lo que se invita es a que reflexionemos sobre la resistencia de la escuela para hacerlo, es decir, la resistencia a vincular el entorno de los estudiantes y el saber de las comunidades al trabajo que se realiza en las aulas.

Uno de los compañeros del grupo responde en el foro a dicha inquietud sobre la dificultad que tenemos para vincular las problemáticas y los características del entorno al trabajo en el aula, subraya que para él, la resistencia está enraizada en el objetivo de la Educación, desde su punto de vista, éste está direccionado en estos momentos a la consecución de unos “logros” evaluados por “pruebas” “internacionales”, dejando de lado nuestro “entorno” o contexto y nuestro “saber” cultural relegado a un espacio solo histórico o cultural. Para el compañero del foro ,la argumentación de Vigotsky que señala que la mediación que es “el uso de herramientas o signos culturales” los que logran “cambios cualitativos en el pensamiento” para “representar la realidad y actuar sobre ella”, nos permite examinar los elementos constitutivos de la Identidad, que deviene de la internalización o interacción social que permite al educando “llevar a su propia conciencia el aprendizaje que ha sucedido” precisamente  para ser individuos autónomos dentro de la sociedad.

Según el compañero del foro, si el objetivo u objetivos de la educación no tienen en cuenta la Identidad será imposible lograr un desarrollo en el aprendizaje que vaya acorde con nuestras propias necesidades, si el objetivo es generar conocimiento para el beneficio de nuestra comunidad (la humanidad entera), deben pues ser elegidas las herramientas culturales desde la perspectiva cultural e histórica para que funcionen instrumentalmente en la construcción de pensamiento y la solución de problemas para generar un “poderoso impacto de la sociedad y la comunidad en el aprendizaje” y “el poderoso efecto de las herramientas culturales sobre el aprendizaje y la identidad” Smith(2009).

Otro de los aspectos en los cuales se evidencia la vigencia de la perspectiva socicultural es en la apertura teórica y metodológica; cuando Lemke (2001) cita ejemplos de trabajos en los que el currículo de ciencias se ha orientado a la investigación desde una perspectiva sociocultural de aprendizaje, como el de la educación matemática que combina el análisis del discurso del aula para interpretar las relaciones entre simbolismos matemáticos y diagramas, ilustra muy bien la postura de Vygotsky.  Para este autor, el enfoque conceptual en la educación científica cambia con la útil observación de que muchos estudiantes vienen al aula de ciencias con maneras alternativas de entender los fenómenos que ocurren todos los días. Coincido con el compañero del foro en lo interesante que resulta el planteamiento de Lemke (2001) respecto a lo innovador que puede ser la enseñanza de las ciencias, desde una perspectiva sociocultural que combine y/o articule la forma de proceder de los científicos con la actividad social de los seres humanos, en este caso de los estudiantes. Creo que este planteamiento es además de valioso, muy inquietante tanto para profesores de las ciencias sociales como para los de ciencias naturales.

Referencias

Lemke J. (2001) Articulating communities:  Sociocultural Perspectives on Science Education. Journal of research in science teaching. Volume 38, Number 3, pp 296  316, 01

Smidt, S. (2009). Introducing Vygotsky. A guide for practitioners and students in early years education. Chapter 2: On Mediation, Memory, and Cultural Tools, pp 1- 19

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-perspectiva-sociocultural-sigue-vigente

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Entrevista a Carlos González: (Entre maestros): “Nuestra educación es aún una analfabeta emocional”

27 marzo 2017/Fuente: Educacion Tres Punto Cero

Autor de la película-documental “Entre maestros” y del libro “23 maestros, de corazón – un salto cuántico en la enseñanza”, Carlos González reflexiona en esta entrevista sobre la necesidad de educar desde el autoconocimiento del alumnado y anima a los docentes a convertirse en maestros de corazón.

Carlos González

Es necesario despertar al maestro de corazón que todos llevamos dentro

¿Qué es un maestro/a de corazón?

Un maestro, de corazón, es alguien que pone por delante de las exigencias de sistemas educativos y de clanes culturales, familiares o ideológicos su sentir profundo; con sentir profundo quiero decir que su sentir no esté dirigido por estados de necesidad causados por creencias limitantes o desequilibrios interiores, este punto es importante porque se suele en determinados ambientes contraponer el sentir al pensar, cuando en realidad se han de complementar y ayudar entre sí para que podamos lograr mayor discernimiento. Un pensar libre, es decir consciente de los límites desde los que estamos pensando, nos ayuda a entender el nivel de la profundidad de nuestros sentimientos, un sentimiento profundo a su vez nos puede ayudar a salir de laberintos mentales o de pensamientos esclavizantes, de hecho no hay intuición que no requiera de una combinación de nuestro sentir y de nuestro pensar, y llegando aún más lejos: no hay sabiduría propia si pensar y sentir no están armonizados.

Nuestra educación es todavía una analfabeta emocional, de hecho lo es en todo lo relacionado con el autoconocimiento

Entre maestros¿Se habla de emociones en la escuela?

Para empezar depende de las escuelas. En España tenemos cada vez más escuelas en las que se trabajan las emociones, si bien son aún una minoría, para conocer a algunas de ellas recomiendo el libro de César Bona: “Las escuelas que cambian el mundo”.

Es evidente que si miramos el tema desde el punto de vista estadístico nuestra educación es todavía una analfabeta emocional, de hecho lo es en todo lo relacionado con el autoconocimiento, por eso creo que es necesario fomentar la idea de una Segunda Alfabetización basada esta vez no en conocer nuestra cultura y el mundo, sino en  conocernos a nosotros mismos, es un tema pendiente y fundamental para acabar con los grandes conflictos de la humanidad; la educación no ha de servir sólo para mantener lo que hay, tiene también que imaginar futuros con los cuales ayudar a crear una humanidad con mayor nivel de conciencia.

¿Qué necesita un maestro para mostrar a sus alumnos a vivir desde el corazón? ¿Tiene que empezar por él mismo?     

El ejemplo es la lección que todo el mundo puede entender, de hecho educamos mucho más con nuestro ejemplo que con nuestros discursos sobre la vida. José María Toro, un claro maestro de corazón, dice que el mayor recurso educativo es el maestro, es pues en su formación en donde hay que centrar cualquier avance educativo de verdad: es necesario despertar al maestro de corazón que todos llevamos dentro. Para ello como dije antes hay que lograr un exquisito equilibrio entre razón y corazón en nuestro interior y en la relación con nuestros alumnos e hijos, como indicación de cómo dar los primeros pasos en este importante camino hacia la armonía entre la mente y el corazón recomiendo  el libro de José María Toro: “Educar con co-razón”.

¿Qué ingredientes conforman a un buen maestro?

Creo que la mejor respuesta a esta pregunta es dejar hablar a mi libro “23 maestros, de corazón – un salto cuántico en la enseñanza”:

En primer lugar, amarse a sí mismo. No se puede ayudar a otro incondicionalmente sin haber conquistado esta necesidad interior. Tenderíamos, sin ser conscientes de ello, a utilizar al otro para que hiciese la conquista por nosotros; el “victimismo” sería una tentación constante, y tarde o temprano, sentiríamos el mordisco de la decepción, al no poder darnos la otra persona lo que le demandamos.

Segundo: Amar a la vida sin reservas. ¿Cómo puedo preparar para la vida si no la quiero…? Sentirla como un misterio a desvelar, como una oportunidad para crear, como un camino hacia el corazón del otro, como un espejo de mi propia belleza interior…

Tercero: Amar también sin reservas a la persona que pretendemos enseñar.

Cuarto: Provocarla. Este paso es imprescindible si queremos ser matrona de los potenciales que encierra el educando – dice esto clavando su mirada en Verchia y sonriéndole.

Quinto: Es el ingrediente que permite integrar todo lo anterior, se llama confianza. Esta es la base de la amistad junto con el amor. Un verdadero maestro es amigo, en su sentido más profundo, de su alumno. Algunos compañeros tienen pavor a emplear esta palabra en el contexto educativo. Para mí, si no se atraviesa este puente, habrá siempre una zanja que impedirá una educación radical, en el sentido bello de la palabra. Este pensamiento camina a la par con la idea de que no se puede enseñar, si a la vez, no se está aprendiendo; lo cual implica ver al educando también como educador, y por lo tanto, como un igual. La amistad puede tomar infinitas expresiones, siempre habrá algunas, que lejos de menoscabar la autoridad del profesor, la reafirme.

Educamos de una manera que nos desconecta de nuestra propia esencia y nos somete a las creencias y mitos de nuestra cultura y de nuestra familia

¿Qué mensaje quiso transmitir a los educadores con Entre maestros?

Entre maestrosLa película-documental “Entre maestros” es una experiencia pedagógica que pone en marcha y a la vista del espectador la mirada educativa que fui creando a lo largo de los años: “Educar Empoderando”. Esta mirada está basada en llevar el autoconocimiento a clase desde la perspectiva de los Nuevos Paradigmas del Conocimiento, que empezaron a desembarcar con la física moderna, una ciencia que no es consecuencia de la física anterior, sino que nace sin precedentes, es el fenómeno que se conoce con el nombre de “salto cuántico”, de ahí el subtítulo de mi libro: “un salto cuántico en la enseñanza”.

Mi preparación como físico fue esencial para poder crear mi mirada pedagógica: necesitaba pensar en un nuevo paradigma. También lo fue mi inquietud por el autoconocimiento. Junté ambas cosas descubriendo que nuevo paradigma y autoconocimiento se potenciaban mutuamente, de hecho no se puede entender en profundidad el uno sin el otro. Mis veinticuatro años como profesor de secundaria me permitieron observar cómo estábamos educando, ver qué creencias limitantes estábamos introduciendo sin querer en nuestros alumnos, creencias con las que la humanidad ha creado su historia conocida, que incluye dramas y tragedias tan devastadoras como las guerras.

Empecé a darme cuenta que no podríamos entender en profundidad esa historia sin saber cómo somos por dentro; de hecho, comencé a conectar los típicos conflictos de clase y los dramas personales de mis alumnos con la historia de la humanidad, y de ahí llegué a la conclusión que la clave de todo estaba en que educábamos de una manera que nos desconectaba de nuestra propia esencia y nos sometía a las creencias y mitos de nuestra cultura y de nuestra familia, llamé a esta educación limitada “educación en autoridades”. En ella el conocimiento se proporciona siempre acabado, sin posibilidades de contrastarlo con conocimientos alternativos a los de los libros de texto y, desde luego, con prohibición sumarísima de poderlo recrear en clase, todo esto hace que el alumno se sitúe siempre por debajo del conocimiento y que aprenda sin la presencia de su espíritu crítico y creatividad. El resultado es una sociedad que consume creatividad de unos cuantos, los genios, y que por ello tiende en gran medida a los victimismos.

Con el tiempo fui desarrollando técnicas para ir creando un clima de autoconocimiento en clase y también fui remodelando los temarios de mis asignaturas, física y matemáticas, para que se convirtieran en herramientas de autoconocimiento, era mi forma de honrar a Sócrates y su “conócete a ti mismo”. La educación en autoridades curiosamente explica en filosofía la importancia del principio socrático, pero sin dar ninguna herramienta a los alumnos para poder aplicarlo en sus vidas: es el sinsentido de una educación que no cuenta con la sabiduría interior de las personas y que las sitúa siempre por debajo de las autoridades que ha construido.

“Entre maestros” recoge todo lo anterior con alumnos que desconocen lo que me propongo, de hecho, antes de empezar la primera clase ni siquiera me conocían personalmente. La idea fue ver con un grupo reducido de alumnos  y en tan sólo doce días de clase qué efectos producía en ellos este tipo de educar. El docente que vea la película ha de contemplarla como una experiencia destinada a inspirarle en el arte de educar desde el autoconocimiento; no ha de verla como un conjunto de recetas, sería de nuevo una educación en autoridades, sino como una invitación a despertar su propia creatividad en las condiciones en las que él tenga que enseñar.

Entre maestros

¿Por qué en la escuela no se enseña autoconocimiento?

Este déficit educativo es debido a que los maestros hemos sido formados, desde prácticamente que nacimos, en una educación en autoridades: ésta crea como un punto ciego en nuestra mirada que impide darnos cuenta de que sin conocernos nunca podremos ser verdaderamente libres, incluso los maestros de filosofía en general no han desarrollado el autoconocimiento ni en sus vidas ni en sus clases. No se trata pues de un problema de sistema educativo, sino de una forma de ver, de un paradigma global en el que hemos estado pensando la humanidad sin darnos cuenta de ello, ahora se desvela todo este proceso porque está desembarcando un nuevo paradigma que nos da la suficiente perspectiva como para que podamos percibir lo que estaba pasando.

¿Está a favor de introducir la Educación Emocional como asignatura obligatoria en las escuelas? ¿Alguna alternativa?

No tiene sentido introducirla meramente como asignatura, el principio socrático ya está en los temarios oficiales de filosofía y sin embargo este hecho no ha enseñado a ningún alumno a conocerse a sí mismo. Partimos de un analfabetismo emocional, por eso la mayoría de las veces no sabemos ni cómo originamos los conflictos; para resolverlo es necesario empezar a plantearse lo que ya comenté anteriormente: una Segunda Alfabetización basada en el autoconocimiento, en la que estaría incluida la educación emocional. De momento lo que propongo es incrementar los cursos de formación que enseñen a los maestros autoconocimiento sobre ellos mismos y también cómo hacer posible su desarrollo en el aula, de forma que los alumnos puedan ir eliminando su analfabetismo sobre sí mismos. Todo lo que sea aprender sobre educación emocional en esta formación de los docentes bienvenido sea.

Por último un pequeño test. ¿Qué te sugieren las siguientes palabras?:

Autoconocimiento: dejar de vivir con un desconocido: nosotros mismos

Inteligencia emocional: saber de nosotros más allá de las mentiras de nuestras creencias limitantes: las emociones no mienten

Evaluación: el concepto clásico de evaluación es la subjetividad de un sistema educativo disfrazada de objetividad

Juego: la mejor forma para conocer, para investigar, sin necesidad de que intervengan autoridades.

Tecnología: un gran avance si la aplicamos con sabiduría, una razón más para que nuestras escuelas inicien el camino del mero conocimiento a la sabiduría (sabiduría = conocimiento para ser feliz, para saborear la vida).

Deberes: la consecuencia lógica de una educación en autoridades, de un aprendizaje no basado en la curiosidad y el disfrute. De hecho hemos sido educados en el sentido del deber en lugar de hacerlo en el sentido de la felicidad.

Creatividad: no creo, como dice Ken Robinson, que las escuelas maten la creatividad, lo que hacen es ponerla al servicio de la cultura y sus mitos, del Paradigma de la Dualidad; la evidencia de ello es que somos muy creativos creando conflictos y dramas a partir de pequeñas cosas. Se trata de educar en la creatividad libre, lo cual nos lleva de nuevo al autoconocimiento, si no sé lo que me influye, lo que me limita: ¿cómo voy a ser un creador libre …?

Metodología: la metodología te limita cuando sometes tu creatividad a ella, cuando quedas encerrado en tus propios métodos, y te libera cuando la ves como mero andamio para construir algo y que cuando acabes la obra puedas desmontar.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/carlos-gonzalez-entre-maestros-nuestra-educacion-analfabeta-emocional/45162.html

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Y, para ti… ¿qué es ser Maestro?

22 de marzo de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

Por: Tania Pasarín Lavín

Hace unas semanas podíamos encontrar en las redes sociales una imagen en la que se leía “Ser maestro es…” y la cual nos invitaba a la reflexión. Me pareció una bonita y creativa manera de abrir mentes y presentar un trabajo lleno de amor, vocación y aprendizaje. Se trataba de Raúl Bermejo, maestro de Educación Infantil que posteriormente sorprendió a sus seguidores con su experiencia en el libro Ser Maestro, el cual da la posibilidad a muchos docentes de aportar su granito de arena si no sabe como hacerlo.

Esto me llevó a pensar que actualmente vivimos en una sociedad en la que en la educación encontramos, por desgracia, desigualdad, elitismo, dificultades. Vivimos en un mundo en el que ser médico, abogado o ingeniero está más valorado que ser maestro, a pesar de saber que sin un maestro no hubiésemos llegado a ser nada de lo anterior. Es obvio que se trata de una carrera en la cual no exigen una nota alta y por tanto mucha gente accede por el mero hecho de tener un estudio superior, pero, ¿por qué no valoramos esta profesión? ¿Por qué cuando se nos dan bien otras ramas nuestros profesores nos recomiendan estudiar para trabajar en otra profesión “menos demandada”? ¿Por qué no empezamos los propios profesionales a valorarnos más y aportamos nuestro granito de arena para cambiar esto?

Ya en el s.XIX pedagogos como Friedrich Fröbel se habían dado cuenta de la importancia de una educación temprana en la que la familia es muy relevante para favorecer un buen desarrollo. ¿Por qué entonces en el s.XXI no conseguimos esta unión familia-escuela? Son muchos los docentes que están dedicando su tiempo y esfuerzo a intentar cambiar la perspectiva actual de la educación, perspectiva que infravalora esta labor y en la que todavía existe distancia entre familia y escuela.

Estos docentes están demostrando que la educación tiene que cambiar y dejar a un lado esta lucha sociedad-escuela, para abogar por una enseñanza adaptada al momento en que vivimos y alejada de la enseñanza tradicional, en la que el protagonista solo era el docente.

Nos encontramos con docentes muy conocidos por sus charlas o libros publicados, pero también están aquellos que prácticamente son invisibles porque no muestran lo que realizan en sus aulas al resto del mundo, y no por ello menos importantes. Pero también están aquellos como Raúl, que buscan las herramientas, y ha encontrado en las redes sociales (a través de @thinksforkids) la posibilidad de aportar al resto de compañeros, futuros maestros, alumnos y familias una forma nueva de enseñar, en la que los niños y niñas son los verdaderos protagonistas.

Nos encontramos también con jóvenes que inician carreras que abandonan al segundo año de estudios, personas que comienzan estudios de magisterio y no los terminan, o personas que empiezan otros estudios y al final acaban siendo maestros o profesores. Es el claro ejemplo de alumnos desmotivados que no concluyen sus estudios por querer dedicarse a aquello que les gusta… y, al fin y al cabo, lo importante es acabar donde quieres estar.

Este ejemplo nos sirve para demostrar que debemos dejar ser a los niños lo que quieran ser, si una niña quiere ser bombero no le quitemos la ilusión y si un niño quiere ser bailarín ¿por qué no? Dejemos los estereotipos a un lado y crezcamos con ellos, desarrollemos su creatividad y veamos hasta donde pueden llegar. Tal y como aporta Vygotsky, en su libro La mente absorbente, el niño es una impresión fotográfica que lo capta todo, por ello tenemos que ser un modelo a seguir e intentar ayudar a nuestros alumnos a encontrar su sitio en la sociedad.

Ser maestro significa eso, tener en cuenta lo que necesita el alumno para adquirir aprendizajes útiles para la vida, una profesión en la que recibes lo que das y en la que tienes que comprometerte con la sociedad para crear a los mejores profesionales del futuro. Ser maestro es vocación, y solamente aquellos que la sienten serán capaces de transmitir conocimientos verdaderamente importantes a los alumnos que los reciben. Ser maestro es sentir orgullo cuando oyes a un alumno decir “esa fue mi maestra en el colegio”.

Animo a todos mis compañeros docentes a vernos como un equipo en el que el engranaje falla si abusamos de la competitividad; un equipo en el que, si aportamos nuestro granito de arena, podemos hacer una montaña tan grande que cambie el sistema; un equipo que se siente orgulloso de ser maestro; un equipo que enseñará al mundo que, si los niños aprenden a aceptar la diversidad, no será necesario hablar de inclusión, sino de convivencia.

Como manifestó Jean Piaget: “El principal logro de la educación en los colegios debe ser crear hombres y mujeres capaces de crear cosas nuevas. No simplemente repetir lo que las generaciones anteriores han hecho”.

Y, para ti, ¿qué es ser Maestro?

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/y-para-ti-que-es-ser-maestro/

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Por qué no se deja hablar a los maestros

Abelardo Carro Nava

De nueva cuenta los medios de comunicación se inundaron el pasado 13 de marzo, con la presentación del nuevo modelo educativo que el presidente Peña Nieto, y el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, dieron a conocer a la sociedad desde Palacio Nacional.

El evento en sí, lució como era de esperarse: aplausos, adulaciones, reconocimientos, agradecimientos; en fin, toda la parafernalia que es parte de este tipo de acciones que emanan del gobierno federal y, que nos tiene acostumbrados cuando se trata de presentar algo que así, de botepronto, se expone como la panacea que solucionará los grandes problemas que aquejan a los mexicanos en el ámbito educativo – para ser más específicos –.

No obstante esta superflua realidad que viven ciertos políticos de mi México querido, es menester reflexionar sobre la eficiencia, eficacia y relevancia de dicho modelo. Claro, si lo analizamos desde el plano de una educación de calidad tan necesaria como indispensable en un país tan vapuleado como el nuestro.

Pues bien, en tal evento llamó la atención que se hablara de una verdadera “revolución” educativa con la idea de transformar un Sistema Educativo Mexicano (SEM) caduco y que, para acabar pronto, hasta nuestros días, no ha permitido el desarrollo del pueblo de México. Cosa más curiosa fue ésta, porque a fuerza de ser sincero, este discurso se me antojó meramente electorero y sin un propósito educativo en específico. Al escucharlo pues, mi mente trajo aquellos episodios en lo que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), arengaba a sus simpatizantes con los ideales revolucionarios que aludían a una justicia social sin precedente. Ciertamente, hablar de revolución implica una transformación del estado de las cosas pero, considero que quienes hicieron uso del micrófono en este evento, se les olvidó que este mismo partido, su partido, ha sido el que ha propiciado la mayor parte de los males que hoy padecemos millones de mexicanos. En todo caso queda una pregunta en el aire: ¿acaso Peña Nieto y Nuño Mayer son los caudillos del “nuevo” México?

Por lo que respecta a los documentos que integran la propuesta gubernamental, y que fueron dados a conocer por estos funcionarios públicos, me limitaré a afirmar que nada nuevo contienen. De hecho, en varias ocasiones, cuando amablemente me han invitado a participar en algunos foros, cursos o talleres para hablar del mismo, he señalado la deficiencias en su estructuración y, como parece lógico, para su implementación.

En este sentido, fue curioso escuchar que el CIDE recabó y proceso los resultados que se obtuvieron de los foros y las encuestas que la SEP formuló para integrarlas al modelo presentado el día lunes; sin embargo, la responsable de tal encomienda, Blanca Heredia, no tuvo mayor injerencia en este evento. ¿Por qué no se habló de la forma en que se organizó cada uno de los foros en las que los maestros expusieron sus ideas con la intención de fortalecer el modelo educativo? Créame usted, y lo digo con conocimiento de causa, de tres a 5 minutos que se les otorgó a los participantes para presentar una “propuesta”, fue irrisorio dados los elementos que tuvieron que abordarse para realizar tal planteamiento.

¿Por qué no se deja hablar a los maestros y maestras de México? Es una pregunta que aún retumba en mi cabeza. ¿Miedo, temor, desconocimiento, incertidumbre, desasosiego por parte de las autoridades educativas? Es posible. No obstante, creo que en el fondo de esto, subyace la idea de perder autoridad frente a los miles de docentes que conocen y conocen muy bien el tema.

Se dice que de perder las elecciones en el 2018 se corre el riesgo de que el modelo educativo propuesto retroceda, y esto puede ser posible; sin embargo, hacer este tipo de señalamientos y afirmaciones nada bueno traen consigo, porque así como suena, manda un mensaje nada favorable para asegurar la continuidad educativa que se piensa. Si es un buen modelo, casi casi el que habrá de sacarnos del atolladero en el que nos encontramos, ¿por qué se piensa que habrá de ser cambiado en los próximos años?

Tengo claro que política y educación van de la mano pero, en este caso, a todas luces se sigue anteponiendo los intereses de partido, de grupo o de élite, de los que la sociedad espera y demanda. Ojalá y se le diera voz al magisterio. A ese sector que ha sido injustamente golpeado por el gobierno peñista. Los maestros tienen mucho que decir y proponer. Lo sé y me consta a través del diario recorrido que realizó en diversos centros escolares en los cuales los profesores desean ser escuchados, ser atendidos, ser tomados en cuenta.

Espero, en lo sucesivo, se trabaje en este asunto. El modelo educativo como tal ya fue presentado. Con esto Aurelio Nuño se lava las manos y tal vez podría decir: “yo ya hice mi chamba”. No obstante, el gran reto que enfrenta el sector, se encuentra en cada una de las entidades de mi querida República Mexicana. A los gobernadores les hace falta un buen jalón de orejas para que se pongan a trabajar, pero trabajar en serio para que los niños y niñas de México, efectivamente reflexionen sobre éste y otros asuntos, como el hecho de contar con más de 60 millones de mexicanos sumidos en la más cruel de las pobrezas.

Como en reiteradas ocasiones lo he dicho y lo sostengo, cansados estamos los mexicanos de que nos quieran dar atole con el dedo. La revolución, señores priistas, es parte de la historia. ¿Hay que tomarla en cuenta? Si. Pero no se les olvide que las revoluciones las luchó el pueblo.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/por-que-no-se-deja-hablar-a-los-maestros/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2017/03/unspecified-768×512.jpg

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El profesor cierra los ojos

22 de febrero de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Miyer Pineda Pineda

Reflexiones de un profesor en medio de su ajetreado salón de clases.

El profesor cierra los ojos. Está agotado. Piensa en el momento en el que se metió en esto. Sonríe. No es para tanto (¿En verdad no es para tanto?). Comprende que ser profesor implica un diario ejercicio de reflexión sobre lo que significa entrar a un aula: ese espacio de construcción de sentido, ese espacio de construcción de lo humano. Se olvida del mundanal ruido; intenta recordar la imagen de su maestro favorito, aquel que se alejaba del concepto de profesor, o de docente, o de “facilitador”, (uno de sus jefes insiste en llamarlos así, porque las nuevas teorías dicen que así hay que llamarlos ahora). El profesor está cansado, imagina a Sócrates, -no como “corruptor” de menores sino como “facilitador”-; imagina a Cristo rodeado de algunas personas, lo imagina como “facilitador”, luego como profesor, finalmente como maestro, sobre todo cuando dicen que dijo: “Mi reino no es de este mundo”.

Intenta recordar a sus maestros de escuela o de colegio; uno que otro resalta en su memoria; había una profesora que golpeó a un par de niños con un palo de rosa; hubo otro que hizo lo mismo con un compañero de curso (incluso a él lo golpeó en dos oportunidades: puño en esternón). Uno más fue alcalde de la ciudad.  A los demás se los tragó el olvido. Se concentra en los que se alejaban de ser olvido y tristemente confirma que comienzan a desvanecerse. Los defiende; debieron ser importantes para alguien, para algún estudiante. Les reconoce el valor de haberlo soportado en clase; en soportar su inmadurez, su lento crecimiento. Luego, pasa a la Universidad. Allí sí hubo un maestro que se encumbró sobre los demás profesores. Era caleño y era poeta; contaba que había sido alumno de Estanislao Zuleta.

Se repite aquella conclusión: ser profesor implica un diario ejercicio de reflexión sobre lo que significa entrar a un aula: ese espacio de construcción de sentido, ese espacio de construcción de lo humano, a través del poder de la palabra.

El profesor cierra los ojos. Está cansado pero debe continuar. Tanto por calificar, por corregir, tantos formatos por llenar. Además debe dedicarle algo de tiempo a su familia. Se imagina a Sócrates llenando formatos (castigo para un ágrafo); se imagina a Aristocles llenando formatos, se imagina a uno de sus estudiantes estrella -Aristóteles- llenando formatos. Recuerda haber leído en algún libro que Aristóteles tenía unos 16 años cuando conoció a Platón, quien a su vez conoció a Sócrates. Se pregunta: ¿En qué momento ser maestro se volvió llenar formatos? Quiere continuar leyendo la novela de Padura; le dijeron que es mejor que cualquier libro de Isabel Allende; quiere leer algún libro de pedagogía aunque uno de sus compañeros le dijo que “la pedagogía se la habían inventado para los malos profesores”; quiere ver la película que le prestaron y que le va a cambiar la vida. Piensa que la escuela sería mucho mejor si profesores, directivos y estudiantes, tuvieran derecho a ver al menos una película a la semana: ¿cómo cambaría la visión de mundo de docentes y alumnos con 40 películas al año?  El cine como estrategia para taladrar la rutina. Ahora lo entiende, o cree que concluye algo: sus mejores maestros fueron esos con los que siempre estuvo solo, puliendo sus demonios, sus fantasmas interiores, los que lo atravesaron con el asombro. Comprende que, si en ese momento tuviera que elegir a un maestro, éste sería Carl Sagan o quizás Condorito; aprendió mucho de ‘Cosmos’: lo asombraba. Condorito era el humor, y a veces la ironía. Asombro, humor, ironía… ¿Y si el gran Carl Sagan le hubiera dado clase en el aula, él, como estudiante, se habría dado cuenta? Delira. Fantasea. Eso hacemos los seres humanos todo el tiempo. Recuerda que su mejor maestro de la universidad terminó siendo su amigo, y que las conversaciones que sostuvo con él eran más productivas que muchas clases magistrales de otros docentes. Esa es otra clave. El aula: ese espacio de construcción de sentido, ese espacio de construcción de lo humano… se dignifica a través del diálogo. Pero en una educación diseñada a tal punto que pareciera evidenciar que a través de los formatos cultiva un acelerado fetichismo temático, ¿cómo acercarse al diálogo?

El profesor abre los ojos. El asombro y el humor. Piensa que debe intentar en las semanas que vienen ser como Carl Sagan mientras busca alguna sonrisa; mientras cumple el papel de facilitador; mientras algunos de sus estudiantes fuman marihuana en los baños, o andan conectados todo el tiempo, explorando múltiples formas de alienación. Mientras hace el papel de portero, enfermero, psicólogo, chofer, prestamista (algunos alumnos le deben dinero), y hasta de sparring de alguno de sus compañeros al que le cayó mal desde el principio porque vio su llegada al colegio como una competencia o algo así… “Ese es el sino del poeta”, habría dicho su maestro de universidad, y luego habría citado a Borges o a Zuleta, o sabrá Dios a qué otro sabio; quizás habría citado el mismo refrán que utilizó Sagan en El mundo y sus demonios: “Enciende una vela en lugar de maldecir la oscuridad”. Ahora recuerdo que en el prefacio de este libro, Sagan destroza a sus maestros; solo valora a algunos de los que le enseñaron a nivel universitario.

El profesor cierra los ojos; mientras el tiempo pasa y piensa que debe hacer lo posible para que a él no le suceda lo mismo… es decir, no quiere ser olvido en la mente de sus estudiantes. Se repite aquella conclusión: ser profesor implica un diario ejercicio de reflexión sobre lo que significa entrar a un aula: ese espacio de construcción de sentido, ese espacio de construcción de lo humano, a través del poder de la palabra.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/el-profesor-cierra-los-ojos

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Roger Llopart: “Los métodos autoritarios solo dan resultado a corto plazo”

25 de enero de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Roger Llopart

¿Es el modelo tradicional del profesor como centro del aula un modelo autoritario?
Sí. Recuerdo una imagen, una pintura que se llamaba “Escuela en el pueblo”, de 1848, en la que se ve un profesor en una clase llena de niños con una vara en la mano. Se ven dibujos y enciclopedias de fondo. Es la imagen del profesor que con una vara debe intentar gestionar una clase de 40 niños. Hoy en día, por suerte, tenemos otros modelos más allá de la escuela tradicional y autoritaria. También tenemos muchas herramientas que hacen que el profesor no necesite una vara para generar autoridad o disciplina.

¿Qué entiende por autoridad dentro del aula?
Max Weber decía que la autoridad nos la ganamos, pero el poder nos viene dado. Yo entiendo que la idea es que el profesor tiene “el poder” por la posición que tiene, pero que la autoridad o el respeto se los tiene que ganar con la confianza y el vínculo cercano a sus alumnos.

¿Confundimos respeto con autoritarismo?
A veces, algunos profesores piensan que deben ser muy duros para no perder el control del aula. En estos casos, se priorizan los métodos autoritarios para gestionar esta situación. Lo cierto es que estos métodos pueden ser un camino y, en ocasiones, pueden ser útiles, pero tenemos otros métodos y herramientas.

¿En qué se diferencian?
Si desarrollamos estas herramientas podemos llegar a obtener los mismos resultados que cuando somos autoritarios. La diferencia, sin embargo, es importante: cuando eres autoritario haces daño al otro, a nivel físico o psicológico. La gestión positiva evita que se hiera la autoestima o la visión del propio niño.

Cuando encuentra a profesores que tienen esta idea, ¿qué les dice?
Los métodos autoritarios pueden dar resultado a corto plazo, pero cuando el profesor no mira, se distrae o no está en el aula, los comportamientos logrados desaparecen. La misión del profesor es que los propios alumnos lleguen a la conclusión de que deben portarse de una forma adecuada, pero debe basarse en la confianza y en la convivencia.

Comenta que cuando somos autoritarios nos hacemos daño. ¿Qué consecuencias tiene para los individuos una educación autoritaria?
Pueden tener afectaciones en su desarrollo emocional, moral y social. Los niños que son sometidos a situaciones violentas, tanto físicas como psíquicas, tienen tendencia a desarrollar patologías cuando son adultos, a tener baja autoestima, a ser dependientes, a generar conductas antisociales o a tener relaciones conflictivas, entre otros.

¿Existe un modelo perfecto?
Kurt Lewin realizó un experimento en 1939 para analizar distintos métodos de liderazgo. A un grupo de alumnos se les expuso a tres tipos de profesores: uno autoritario, otro democrático y otro partidario del libre albedrío. Las conclusiones fueron que, con el autoritario, el comportamiento de los niños era disciplinado mientras éste estaba con ellos, pero no cuando se ausentaba. Con el más liberal, los límites fueron difusos y hubo problemas de convivencia. Finalmente, en el caso del profesor democrático, los resultados fueron mucho mejores. Así pues, generar un buen clima dentro del aula puede ser una herramienta muy poderosa para crear convivencia.

Así pues, ¿es posible mantener los límites y las normas sin un modelo que afecte a la autoestima de los niños?
Es importante buscar modelos que generen un clima positivo y social agradable. Hay escuelas  que están poniendo en práctica herramientas muy útiles. Un ejemplo de ello son las que tienen formación de mediadores. Cuando hay un conflicto, los propios alumnos median entre sus compañeros.

Interesante…
Hay escuelas que cuentan con espacios para la reflexión sobre normas y comportamiento. También hay centros que trabajan las emociones y la relajación. Todas estas prácticas hacen que el clima mejore y disminuyan las malas conductas.

¿Por qué cree que algunos niños se portan mal?
Pueden ser razones diversas: porque hay una indefensión previa, por venganza, porque quiere llamar la atención o porque quiere manifestar su poder, por ejemplo. Identificar el porqué del conflicto es clave para resolverlo.

¿Y qué tipo de estrategias se pueden aplicar?
Hemos de partir de dos ideas clave: la primera es que las relaciones han de estar basadas en el respeto, y la segunda es no hablar de castigos, sino de consecuencias lógicas y naturales. Por lo tanto, si un niño se deja el bocadillo en casa, la consecuencia lógica es que ese día el niño no desayune, o que sus compañeros compartan el desayuno con él. Pero si viene su madre corriendo y se lo trae, el niño no ve la consecuencia lógica de su acto.

¿En qué consiste el modelo psicodinámico?
Consiste en, ante una situación de conflicto, seguir estos cinco pasos. Lo primero que hacemos es expresar nuestros sentimientos. En segundo lugar, hay que manifestar las expectativas y decirles a los alumnos lo que esperábamos de ellos. Lo tercero es que el niño rectifique y asuma la consecuencia de lo que ha hecho. Si, por ejemplo, rompe algo, que lo arregle o que asuma su reparación. Por último, hay que dar opciones: o nos comportamos de forma correcta o habrá consecuencias lógicas. Si un niño no se ha estudiado el papel de la obra de teatro no hará la representación porque no se sabe el papel, pero no porque su profesor le prohíba hacerla.

Los castigos, entonces, mejor evitarlos, ¿no?
Correcto. Hay muchos autores que nos dicen que no es bueno castigar a los niños. Un castigo no inhibe una mala conducta, solo conseguimos que el transgresor sea más cauteloso, que no deje pistas y que sea más hábil. El castigo puede controlar una conducta puntual, pero no enseña al niño a adoptar un comportamiento ejemplar.

¿Qué otras claves debemos tener en cuenta?
Es muy importante también saber cómo decimos las cosas y cómo utilizamos la asertividad. Debemos intentar positivizar siempre los discursos y evitar el “no”. De esta forma conseguimos que el niño haga aquello que le pedimos. Cuantas más órdenes damos y más negativo es el mensaje, más probabilidades hay de que la conducta que queremos evitar se repita.

Pero si un niño no sabe comportarse, ¿qué hacemos?
Es importante enseñarle cuál debe ser el comportamiento correcto. Para ello, hay que buscar espacios para hablar de las normas y, si se puede, hacerlas entre todos.

¿Qué papel tienen las emociones en el control del comportamiento?
La gestión de las emociones es muy importante, porque a veces tenemos sentimientos que desconocemos y debemos aprender a gestionarlos. Existe una relación directa entre lo que siente un niño y cómo se comporta. En el momento en el que un niño está a gusto, su comportamiento es adecuado.

Los sentimientos también son importantes…
Hay que aceptar los sentimientos de los niños. Los adultos a veces no los tenemos en cuenta, y hay que ponerles nombre a los sentimientos, tipo  “Pepito, te veo muy enfadado” o “María, te veo muy triste”. Cuando pones nombre a los sentimientos, los niños sienten que se les entiende.

¿Qué 3 consejos daría a profesores que quieran poner en práctica modelos menos autoritarios?
Una primera idea sería que trabajen las normas en clase y que generen normas positivas, claras y coherentes. En segundo lugar, tener una actitud positiva y evitar los chillidos y las faltas de respeto. Los maestros deben ser conscientes de la forma en que se están comunicado con sus alumnos. Por último, debemos evitar los modelos conductistas para basarnos en modelos alternativos al castigo.

¿Cuál diría que debe ser la máxima de un profesor cuando entra en su aula?
Es importante que, como educadores y profesores, tengamos presente que debemos ser blandos con las personas pero duros con los problemas. Hay que escuchar a los alumnos y ayudarlos.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/metodos-autoritarios-solo-dan-resultado-corto-plazo/

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