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Colombia: Así conmemorará Bogotá el Día Mundial en contra del Maltrato Infantil

América del sur/Colombia/25 Abril 2019/Fuente: El espectador 

la organización internacional Aldeas Infantiles SOS instalará una zona de juegos en el parque Bicentenario (Calle 26 con Carrera 6A) con el mensaje de velar por el derecho de los niños a estar alejados de todo tipo de violencia.

Foto de referenciaPixabay

Este jueves 25 de abril se conmemora el Día Internacional en contra del Maltrato Infantil y para celebrarlo en Bogotá la organización Aldeas Infantiles SOS liderará una jornada que tiene como fin hacer un llamado a prevenir el maltrato infantil, por medio de la instalación de una sala de juegos en el parque Bicentenario. 

Así conmemorará Bogotá el Día Mundial en contra del Maltrato Infantil

La organización internacional Aldeas Infantiles SOS instalará una zona de juegos en el parque Bicentenario (Calle 26 con Carrera 6A) con el mensaje de velar por el derecho de los niños a estar alejados de todo tipo de violencia.

Foto de referenciaPixabay

Este jueves 25 de abril se conmemora el Día Internacional en contra del Maltrato Infantil y para celebrarlo en Bogotá la organización Aldeas Infantiles SOS liderará una jornada que tiene como fin hacer un llamado a prevenir el maltrato infantil, por medio de la instalación de una sala de juegos en el parque Bicentenario. 

La actividad abarca rondas infantiles y juegos tradicionales como golosa, el salto de lazo y piscina de pelotas, buscando crear conciencia en la ciudadanía de la importancia de prevenir todo tipo de violencia. De igual forma, se pretende hacer un llamado a las instituciones responsables para hacer justicia en todos los casos que vulneren los derechos de los menores.

Así lo expresó la directora nacional de la organización, Ángela Rosales. «Exigimos al Estado justicia más efectiva en todos los casos que impliquen algún tipo de maltrato o abuso a los niños y niñas, y programas de fortalecimiento a las familias en riesgo. A la sociedad, la invitación es a que tengamos un mayor compromiso en el cuidado infantil para que cese todo maltrato contra la niñez”, afirmó.

En 2018, Bogotá registró el mayor número de casos de violencia contra niños y niñas, llegando a 4.155, seguida por Valle del Cauca, con 1.900 casos, y Cundinamarca, con 1.069. Además, según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el maltrato y al abuso es la principal causa de separación parental en los niños.

En Colombia, 68 niños y niñas son maltratados a diario, es decir, un promedio de tres cada hora, lo que hace que el país tenga una de las cifras más altas de este flagelo en América Latina, con más de 24.000 casos por año.

Junto a la promoción de la iniciativa, Aldeas Infantiles SOS Colombia dio a conocer algunas recomendaciones para que en las familias se evite el maltrato y abuso hacia los niños y niñas. Algunas de ellas son usar el diálogo para resolver conflictos y tener en cuenta las ideas de los menores, manejar la disciplina sin violencia o maltratos, ni físicos ni verbales, para llegar un acuerdo. Así mismo, llevarlos al colegio, interesarse por sus actividades y demostrarles afecto elogiando sus esfuerzos y siendo pacientes en la enseñanza.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/asi-se-conmemorara-el-dia-mundial-en-contra-del-maltrato-infantil-en-bogota-articulo-851769

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Save The Children presenta el informe “No a la guerra contra la infancia” para alertar sobre el maltrato y asesinato infantil

Redacción: La Hora Digital/27-02-2019

Actualmente en el mundo, muchos países presentan áreas de conflicto, perjudicando de forma mayoritaria al colectivo de la infancia, concretamente hasta 420 millones de niños y niñas viven en zonas guerra. Por ello, la Organización líder en defensa de los derechos de niños y niñas, Save The Children, lanza un informe “No a la Guerra contra la infancia” donde revela datos reales del maltrato y asesinato infantil y alerta del aumento de estas cifras cada año. La organización en España crea la campaña #NoaLaGuerraContraLaInfancia donde aprovechan para pedir al gobierno español la suspensión de prácticas llevadas a cabo que alimentan esta catástrofe infantil. La violencia física y sexual contra las niñas ha estado presente también en el informe, pues es considerado como una de las violencias más graves contra la infancia.

Save the Children es la organización líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Desde hace 100 años trabaja para asegurar la supervivencia de estos niños y niñas, de su aprendizaje y seguridad. Actualmente opera en más de 120 países, mientras que en España se centra en programas de infancia donde existe pobreza y exclusión social. El objetivo de esta organización es proteger a los menores frente a la violencia y que todos estos niños y niñas puedan disfrutar plenamente de sus derechos, independientemente de su residencia o condición.

Debido al centenario que cumple Save the Children y sobre todo, a las cifras cada vez mayores del riesgo que sufren todos los niños y niñas en todo el mundo, la organización presenta un informe llamado “No a la guerra contra la infancia”, donde revelan los datos alarmantes y explican las medidas necesarias que deben llevarse a cabo para evitar que estas cifras sigan aumentando.

Uno de cada cinco menores de todo el mundo, aproximadamente 420 millones de niños y niñas viven actualmente en zonas de guerra, 30 millones más que en 2016. Hasta un total de 142 millones viven en las denominadas “zonas de guerra de alta intensidad”, donde se producen más de mil muertes al año. Estos países que castigan cruelmente a la infancia son: República Centroafricana, Irak, Mali, Afganistán, República Democrática del Congo, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Siria y Yemen. En ellos, más de 550.000 niños y niñas menores de cinco años han muerto entre los años 2013 y 2017 y más de 175.000 soldados han sido asesinados en este mismo periodo.

“Se trata de una auténtica guerra contra la infancia: en los conflictos actuales hay cinco niños asesinados por cada soldado muerto en combate. Exigimos a los líderes mundiales que tomen medidas contra aquellos grupos armados, fuerzas militares y Estados que incumplen las leyes y tratados internacionales que les obligar a proteger a la infancia en situaciones de conflicto”, explica Andrés Conde, director general de Save the Children.

En España, la organización Save The Children crea la campaña #NoALaGuerraContraLaInfancia y aprovecha para pedir al gobierno español que suspenda de manera inmediata las transferencias de armas en países en guerra. “Es probable que todas esas armas que se venden desde España, sean utilizadas para atacar contra la infancia”, asegura Conde.

En el informe presentado, se aportan 20 recomendaciones para los Estados e instituciones internacionales con el fin de proteger la seguridad de los niños y niñas durante la guerra. Se establece la edad de 18 años como edad mínima para el reclutamiento militar, así como la prohibición de uso de armas explosivas en áreas pobladas y restricción en la venta de las mismas.Otro tema en cuestión dentro de este mismo informe son las denominadas ‘seis violaciones graves’ por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Hacen referencia al reclutamiento y utilización de niños como soldados, mutilación femenina, violencia física sexual, secuestro, denegación de acceso a la asistencia humanitario y ataques en centros educativos. En el año 2017, se llegó a la cifra más alta de la historia, cuando más de 25.000 de estas prácticas eran denunciadas o constatadas por Naciones Unidas.

“Calculamos que en el país hay más de 24 millones de personas necesitando ayuda humanitaria, las violaciones graves están provocando una situación insostenible”, afirma Sylvia Ghaly, directora de comunicación e Incidencia Polícita de Save the Children en Yemen. Más de 85.000 niños y niñas han muerto en el país de Yemen, desde que se intensificó la guerra hace cuatro años y debido al bloqueo de ayuda humanitaria por parte de los países implicados.

Violencia de género

Una de las violencias que más alerta contra la infancia es la de la violencia física y sexual contra las niñas.

Save The Children pide por ello, que se tenga en cuenta la importancia de los espacios seguros para la infancia durante un conflicto, como medida que garantiza su seguridad, pues cuando los niños y niñas están fuera de estos lugares seguros, como en la escuela, las probabilidades de ser reclutados o víctimas de violencia sexual son mayores.

Por último, destacar el testimonio que recoge el informe de «No a la guerra contra la infancia» de Masika de 15 años, víctima de violencia sexual y procedente de la República Democrática del Congo. Debido al fallecimiento de su padre, sus hermanos y ella fueron incapaces de poder mantenerse por sí mismos, por lo que tuvieron que abandonar el colegio. Masika tuvo que unirse a las filas del grupo armado y asegura “ser la única opción que tenía para sobrevivir”. “Cuando llegué los soldados no paraban de repetirme que me acostara con ellos y no me quedo otra opción que rendirme”. Masika finalmente logró escapar junto a otras dos niñas y pudo regresar a casa con su tío y volver a la escuela.

Save The Children apuesta por todas estas medidas para la erradicación de esta violencia infantil tan extendida. “Pedimos a la comunidad internacional que tenga tolerancia cero ante estas violaciones y que actúe contra los perpetradores”, concluye Andrés Conde, en defensa del testimonio de Masika y de todas las víctimas que lo sufren cada día.

Fuente: https://lahoradigital.com/noticia/19122/sociedad/save-the-children-presenta-el-informe-no-a-la-guerra-contra-la-infancia-para-alertar-sobre-el-maltrato-y-asesinato-infantil.html

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Sonia Mankongo desde Camerún: “Desde niñas, a las mujeres solo les han enseñado a aguantar y guardar silencio”

Redacción: El País

Sonia Mankongo, coordinadora en Camerún para la ONG Zerca y Lejos, quiere un país en el que todas logren alzar su voz en la sociedad a través de la educación

El silencio fue la única enseñanza que tuvo. Aguantar, guardar sus emociones y no alzar demasiado la voz. Sonia Mankongo (Ngambè-Tikar, Camerún, 1992), coordinadora del Plan de Educación de la ONG Zerca y Lejos, recuerda cómo su madre se escondía, lejos del resto de su familia, para poder romper a llorar. “Ella es ejemplo de cómo el sufrimiento y la frustración muy pocas veces se expresan de forma abierta”, asegura Sonia. Su madre, como tantas otras, no pudo formarse cuánto quiso y vivió el estigma de no haber dado a luz a un hijo varón. Sin embargo, entendía la importancia de la educación e hizo todo lo posible para que sus cinco hijas pudieran estudiar como cualquier niño. “A mi madre le quitaron el orgullo de ser mujer, pero luchó para que tuviéramos un destino diferente al suyo”, asevera. “Ver su realidad hizo que yo y mis hermanas quisiéramos rebelarnos contra todo esto”.

Lograr la implicación de la familia, en especial de los padres, cuya figura sigue teniendo un peso decisivo en la comunidad camerunesa, es uno de los grandes retos de la campaña Ellas Cuentan. Una iniciativa, basada en la perspectiva de género, con la que la ONG Zerca y Lejos quiere eliminar los obstáculos que muchas niñas y mujeres se encuentran en su camino educativo y cuyo trabajo Sonia ha dado a conocer en España, durante la que ha sido su primera salida del país. “En Camerún la brecha hombre-mujer es muy grande. Por eso, necesitamos enfocarnos en la perspectiva de género con esta campaña.

Los padres son la clave, sin su implicación no se puede asegurar la durabilidad de este proyecto. A través de una sensibilización cercana en colegios españoles, la campaña trata de poner en valor la educación de las mujeres del futuro en todo el mundo y cuya formación podría traducirse en economías más fuertes. Teniendo en cuenta tan solo los próximos 15 años y atendiendo a los datos que la UNFAPpublicó en 2016, el conjunto de los países en vías de desarrollo podría llegar a obtener o perder 18.000 millones de euros, como mínimo, dependiendo de la inversión en la educación y la independencia de las niñas de hoy en día. “Queremos orientar las ambiciones de los niños y niñas y evitar que los padres alimenten —consciente o inconscientemente— en los más pequeños que los chicos son más valiosos que las chicas” defiende Sonia.

Hay niñas que están prometidas incluso antes de nacer. Su destino ya está decidido y como su familia sabe que van a casarse, la preocupación educativa desaparece

A pesar de su deseo de alcanzar la educación primaria y secundaria universal, —recogido en el documento Stratégie du Secteur de l’Éducation et de la Formation 2013-2020 (DSSEF)— el 70% de las niñas de Camerún son analfabetas. Este fenómeno es especialmente visible en la región septentrional, al norte de Camerún, donde afecta a más de un millón de chicas de entre 10 y 19 años, representando el 31,9% de las niñas de la región, según datos de 2016 del Instituto de Estadística de la Unesco. La pobreza y los continuos ataques de las facciones de Boko Haram, que saquean y asolan las aldeas o atacan directamente las escuelas, aparta a muchas niñas de la escuela, otras directamente son expulsadas a causa de los embarazos no deseados o nunca llegan a acceder a las aulas debido a los matrimonios forzosos. “Algunas están prometidas incluso antes de nacer. Su destino ya está decidido y como su familia sabe que van a casarse, la preocupación educativa desaparece”, lamenta Mankongo.

Sonia, de 26 años, empezó a ser consciente de muchas de esas realidades durante un voluntariado en el sur de su país, otro de los territorios afectados por la falta de escolarización. Allí acudió para trabajar con las poblaciones de los pigmeos baka. “Me marcó mucho ver las condiciones en las que vivían, sin agua, sin alimento y bajo la indiferencia y el silencio del Gobierno”.

Su férrea implicación hizo que pasará de ser una simple voluntaria, a coordinar los proyectos educativos tan solo dos años después. Centrada en las mujeres y las niñas, destaca especialmente el caso de Julien, una mujer pigmea baka. “Para mí, ella es un cambio a nivel de conciencia feminista increíble. Hace 10 años, vivía acorde a todos los estereotipos de una mujer baka casada y sometida a un hombre bantú y ahora, ella es dueña de su destino, capaz de expresarse ante su marido, trabajando y colaborando con nosotros”, cuenta Sonia orgullosa. Sabe que el caso de Julien les permite ser optimistas y confía en le seguirán otras muchas niñas. El objetivo, que dejen de guardar silencio y tomen las riendas de su propio cambio.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/01/08/planeta_futuro/1546945585_383417.html

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Kiribati: “En las islas del Pacífico los niños están para ser vistos, no oídos”

Oceanía/Kiribati/10 Enero 2019/Fuente: El país

Hay pocos lugares tan aislados y dispersos como Kiribati. Este país del Pacífico central, de solo 116.000 habitantes, está compuesto por 33 atolones de coral diseminados en una zona mayor que el subcontinente indio. Kiribati está lejos de casi todo, mecido en verdiazules aguas ecuatoriales, pero incluso aquí llega la violencia contra los niños y niñas. De hecho, los 14 estados insulares del océano Pacífico concentran cuatro de los cinco países con más agresiones contra las mujeres del mundo y una de las mayores tasas de violencia contra la infancia. Allí donde se han recabado datos, siete de cada diez adultos, incluyendo maestros, admiten pegar a los menores con los que conviven.

“Aquí, la violencia contra la infancia es una lacra tremenda, pero escondida”, explica desde Fiyi Sheldon Yett, el representante de Unicef en el Pacífico. “Una de las razones es la percepción de que si te ahorras el palo, malcrías al niño”. En otras palabras, se considera que disciplinarlo utilizando la fuerza o agresiones verbales es necesario para educarlo y para que asimile su puesto en la base de jerarquía social. Las faltas de respeto a padres y profesores en países occidentales suelen atribuirse al poco rigor de los métodos educativos. “A estas normas sociales se suman cuestiones estructurales como la desigualdad y la pobreza; el poco interés de algunos Gobiernos en priorizar la cuestión y la falta de formación e información por parte de las familias,” añade Yett. Otro factor es el estrés parental exacerbado por cuestiones como el desempleo y las catástrofes naturales.

El maltrato y abandono de la infancia le cuesta 209.000 millones de dólares anuales a Asia del este y el Pacífico, el equivalente a un 2% del Producto Interior Bruto (PIB), y su incidencia es 10 veces mayor que la de todas las formas de cáncer juntas. En Vanuatu, se cobra hasta el 4% del presupuesto del país. “Las cifras son importantes para persuadir a los Gobiernos de que adopten medidas”, explica desde Tailandia Rachel Harvey, especialista de protección de la infancia de Unicef en Asia-Pacífico. “Acabar con la violencia no es solo un imperativo moral; si no protegemos a los menores, estamos socavando el desarrollo económico de nuestros países y no alcanzaremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.

Relaciones tóxicas

Según Harvey, los costes se desprenden de la demanda de servicios sociales y de los problemas de salud física y mental, que impiden una participación plena en la vida económica y social y pueden causar problemas como depresión crónica, consumo de drogas, conductas sexuales de riesgo y suicidio. Además, los supervivientes son más proclives a seguir recibiendo —y propinando— maltratos el resto de su vida y a padecer dolencias cardíacas y diabetes. Buena parte de estos problemas tienen su origen en un fenómeno descrito recientemente por la ciencia.

Atizar constantemente a un niño, ridiculizarlo en público o decirle que no llegará a nada en la vida cada vez que se equivoca les puede parecer poca cosa, pero neurobiólogos como los de la Universidad de Harvard en EE UU sugieren lo contrario. Se ha descubierto que la producción continuada de hormonas del estrés como el cortisol interfieren en el desarrollo del cerebro, alterando la arquitectura y la química neuronal. El daño afecta de por vida la capacidad de la persona de aprender, progresar en el terreno laboral y mantener relaciones estables. “Sobre todo si se produce en los primeros 1.000 días de vida”, señala Harvey.

Estudios en el Pacífico dan cuenta de la magnitud del reto: un 71% de los menores en Fiyi han experimentado violencia física y/o psicológica en su hogar; frente a un 72% en las Islas Salomón, un 78% en Vanuatu y un 81% en Kiribati. “Los niños están para ser vistos, no para ser oídos”, reza un dicho en las Islas Salomón. Hace apenas una década que se recogen datos sobre violencia en la región, por lo que los expertos coinciden en la importancia de seguir recabando más y mejores informaciones sobre el fenómeno y la eficacia de las intervenciones. Pero no es tan sencillo parece.

“Recolectar datos sobre violencia contra la infancia es muy caro y hacerlo en lugares tan remotos como las islas del Pacífico es extremadamente difícil”, explica Yett, de Unicef. Sabe por experiencia que, a menudo, la única forma de acceder a centenares de islas es en barco y a través de aguas embravecidas. “Es difícil llegar allí y saber qué ocurre en las comunidades, que son todas diferentes entre sí. Al contrario de lo que suele pensar la gente, trabajar con poblaciones pequeñas y aisladas es tanto o más complicado que hacerlo con grupos mayores y más concentrados”.

El Pacífico está realizando avances en materia de igualdad de género. Sin embargo, tiene tres de los cinco países del mundo con una mayor proporción de chicos adolescentes que aprueban que un hombre pegue a su esposa. En las Islas Cook, formadas por volcanes subacuáticos cubiertos de corales, una de cada cuatro mujeres considera que “el hombre debe mostrar que él es el jefe”, y una de cada tres víctimas no se lo cuenta a nadie.

Según un informe de Unicef y el Fondo de Población de la ONU, entre un 60% y un 80% de las mujeres en el Pacífico sur sufren violencia física y sexual durante su vida, tanto por parte de sus parejas como de otros hombres. En el archipiélago de Vanuatu, una de cada cuatro mujeres afirma que su primera experiencia sexual fue una violación antes de los 15 años. Para los niños, presenciar violencia en el hogar puede ser tan dañino como sufrirla, y al hacerse mayores tienen más probabilidades de emparejarse con personas que les maltratan y de agredir a sus propios hijos, perpetuando un ciclo de violencia intergeneracional. “La violencia contra las mujeres y contra la infancia van de la mano y deben abordarse de forma conjunta”, apunta Yett.

Esfuerzo colectivo

“La única forma de acabar con la violencia es mediante un esfuerzo colectivo”, afirma el responsable de Unicef en el Pacífico. “Los servicios educativos, de salud y de bienestar social deben arrimar el hombro, y necesitamos leyes adecuadas y medios para hacerlas cumplir, además de enseñar a las familias nuevas formas amorosas y constructivas de educar a los niños,” explica. Por ello, su equipo trabaja con organizaciones a todos los niveles: desde Gobiernos nacionales y locales, hasta escuelas, comunidades religiosas y grupos de la sociedad civil. Sensibilizando, formando, aportando apoyo técnico.

Una de las entidades con las que colabora Unicef es el Grupo de Apoyo a las Víctimas de Samoa (SVSG), una ONG creada en 2005 para acoger a las niñas que han sufrido agresiones y darles oportunidades de formarse y trabajar. “Al principio no fue sencillo porque nadie quería hablar sobre violencia, pero cuando más la escondemos, peor”, señala la presidenta de SVSG Siliniu Lina Chang.

Países de Asia-Pacífico se reunieron este octubre en Camboya para intercambiar experiencias sobre la cuestión, incluyendo el problema emergente del acoso online, y este 2019 se celebrará un foro político de alto nivel en la ONU.

“Tenemos que asegurarnos de que los Gobiernos comprendan la importancia del tema”, afirma Yett. “No es una inversión a la que puedas poner una placa y señalar con el dedo como es el caso de un edificio nuevo. El trabajo con las familias es lento y difícil de mostrar, pero es esencial para el desarrollo de las sociedades, en el Pacífico y en todo el mundo”. La violencia llega lejos, pero el cambio, también.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/11/14/planeta_futuro/1542211827_015390.html

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Asesinados, apedreados y hasta crucificados: la realidad de los niños en Siria

Redacción: Noticias ONU

Más de 7000 niños han muerto o sufrido mutilaciones en el país árabe desde 2013. Los grupos combatientes han reclutado a más de 3000 menores. La ONU pide una solución política al conflicto y que se garanticen los derechos de los niños.

Las partes del conflicto en Siria han mostrado un “desprecio flagrante por la vida y los derechos fundamentales de los niños”, concluye el segundo informe del Secretario General sobre los niños y los conflictos armados que documenta violaciones graves cometidas contra los pequeños en ese país.

«El informe describe la violencia profundamente perturbadora contra los niños, cometida en un clima de impunidad generalizada», declaró Virginia Gamba, representante especial del Secretario General para los Niños y los Conflictos Armados.

El informe describe la violencia profundamente perturbadora contra los niños, cometida en un clima de impunidad generalizada.

La investigación cubre una gran parte del conflicto de Siria (del 16 de noviembre de 2013 al 30 de junio de 2018), marcado especialmente por el auge del Estado Islámico en Iraq y el Levante (ISIL), el uso de agentes químicos tóxicos contra civiles, incluidos los niños, y la complejidad y multiplicidad de los actores armados que luchan en todos los lados del conflicto, ya sea en forma de alianzas, o de forma independiente.

Durante el período que abarca el informe, las Naciones Unidas verificaron 12.537 violaciones graves contra los niños.

PMA
Niños en el campamento de Rukban, en Siria.

Crímenes atroces contra los niños

El alto número de muertos y heridos, que ha ido creciendo a lo largo de los cinco años de conflicto, es una de tendencias documentadas más alarmantes . Se verificaron un total de 7.339 víctimas infantiles (3.891 niños muertos y 3.448 mutilados).

Algunos fueron víctimas de armas como bombas de barril o municiones en racimo. Otros niños murieron de forma espantosa al ser apedreados, crucificados y sujetos a otras tácticas brutales.

La segunda violación más frecuente es el reluctamiento y uso de niños en combate, con 3377 casos verificados . Estos números aumentaron  cada año durante el período que abarca el informe y  los niños asociados con fuerzas y grupos armados son cada vez más jóvenes. Una cuarta parte de los reclutados eran menores de 15 años, y el más pequeño tenía solo cuatro años.

La mayoría, más del 80% de ellos, fueron utilizados para combatir por más de 90 facciones de grupos armados no estatales, incluidos grupos auto afiliados al Ejército Sirio Libre (ISA), ISIL, grupos armados kurdos, así como el mismo Gobierno sirio y otras fuerzas y milicias progubernamentales.

Esto dio lugar a la privación de libertad de cerca de 300 niños. Mientras estaban detenidos por el Gobierno sirio o grupos armados, los niños denunciaron haber sido víctimas o testigos de torturas u otros malos tratos.

Los niños también sufrieron secuestros (693 casos verificados) y violencia sexual (98 casos, aunque esta violación sigue siendo mínimamente reportada), incluido el matrimonio forzado con miembros de grupos armados.

Los ataques a escuelas y hospitales, así como el uso militar de estas instituciones, afectaron enormemente la disponibilidad de servicios médicos y educativos esenciales.

Finalmente, el bloqueo a la ayuda humanitaria se convirtió en una táctica utilizada en este conflicto, en particular a través del asedio de comunidades enteras durante meses, sino años. Más de 2000 de las violaciones verificadas presentadas en el informe ocurrieron en áreas asediadas, demostrando cómo los niños también fueron víctimas de violaciones compuestas.

UNICEF/ Aaref Watad
Un grupo de niñas en una tienda de campaña de un campamento improvisado en el norte de Siria.

Hacia el futuro

Gamba asegura que el informe brinda pruebas adicionales de que es hora de que los niños de Siria tengan la oportunidad de vivir en paz.

“Llamo a todas las partes y a quienes pueden influir en ellas para que utilicen esta información, a menudo verificada con alto riesgo por nuestros colegas, en sus esfuerzos por aportar una solución política a este terrible conflicto «, declaró.

Llamo a todas las partes y a quienes pueden influir en ellas para que utilicen esta información, a menudo verificada con alto riesgo por nuestros colegas, en sus esfuerzos por aportar una solución política a este terrible conflicto.

El diálogo con el Gobierno de Siria dio como resultado el desarrollo de un plan de trabajo nacional para poner fin, prevenir y responder al reclutamiento de menores.

La ONU insta al Gobierno sirio a que se base en este plan de trabajo mediante el desarrollo de un plan de acción con la organización para terminar y prevenir el reclutamiento y uso de niños por parte de sus fuerzas y para implementar plenamente su legislación nacional, que prohíbe dichos abusos.

“El diálogo es esencial y pido un mayor compromiso con todas las partes en el conflicto, incluidos aquellos que ejercen influencia sobre ellos para mejorar la protección de todos los niños en Siria. La protección de los niños también debe incluirse en las futuras negociaciones de paz y los esfuerzos de estabilización «, declaró la Representante Especial.

«Todos los niños en Siria merecen estar en el centro de todos los esfuerzos para poner fin a este terrible conflicto y regresar a la vida pacífica que merecen», concluyó.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2018/11/1446351

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“Los efectos del maltrato son más graves y duraderos en niños con autismo”

Por: Carolina García

Un niño de ocho años con trastorno del espectro del autismo y que cursa Primaria ha sido presuntamente maltratado por dos de sus profesoras y una auxiliar de enfermería de su colegio, el centro de Educación Especial Ramón y Cajal de Getafe, según ha informado la cadena Ser. Las tres personas están siendo investigadas, después de que los padres colocaran un dispositivo de grabación entre la ropa del niño y pudieran registrar momentos de su rutina escolar, en los que las docentes le amenazaban con tirarle agua por encima, pincharle en el culo o se burlaban de su forma de hablar, según se oye en el audio. Ante estos hechos, los padres decidieron denunciar. Sostienen que el niño no había dado muestras de agresividad hasta que llegó a este centro. Las tres trabajadoras han justificado su comportamiento, basándose en el protocolo de actuación del mismo.

Los niños con autismo son más vulnerables que otros menores. Cabe recordar que el trastorno del espectro del autismo se caracteriza por hacer referencia a un conjunto amplio de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento cerebral, dando lugar, a las personas que lo padecen, a sufrir dificultades en la comunicación e interacción con los demás, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta. Una de las opciones educativas que tienen los padres de niños con autismo es escolarizarlos en centros de educación inclusiva, lugares que tienen como objetivo atender las necesidades de aprendizaje de todos los niños con especial énfasis en aquellos que son más vulnerables a la marginalidad y la exclusión social, entre otros.

Los expertos consultados coinciden en la mala praxis de los profesionales de este centro de Getafe, a pesar de reconocer que la información con la que se cuenta es parcial.  «No sabemos qué ocurrió antes ni después». «Pero el hecho en sí está mal hecho», explica por teléfono Luís Pérez de la Maza, patrono de Aucavi, centro especializado en TEA también asentado en esta población. «Las diferencias entre nuestro centro y el Ramón Cajal, son dos. La primera es que el nuestro es concertado y nos permite contar con autonomía para elegir a los profesionales que trabajan en él, los cuales, según las cualidades de cada niño, van adaptando su formación de forma continua. La segunda diferencia es que estamos especializados en niños TEA».

Por su parte, el investigador de la Universidad de Valencia y hermano de una persona con autismo, Gerardo Herrera, argumenta que, en su opinión, estos centros de educación especial deberían dar garantías a las familias de que los menores TEA van a tener apoyo, aportando profesionales cualificados. Normalmente, en los centros que trabajan con niños con autismo se aplican programas TEACCH (Treatment and Education of Autistic and Related Communication Handicapped Children). «Procedente de Carolina del Norte, este método puede ser un buen aliado a la hora de potenciar y mejorar la comunicación de los niños con autismo. Suelen ser muy sencillos de usar, muy atractivos visualmente y hay muchos sistemas, por ejemplo, como el uso de pictogramas o de una agenda donde se marcan las actividades diarias», explica Herrera.

«Siempre encontramos ejemplos buenos y malos de profesionalidad en estos centros. Pero esta vez ha sido una muy mala práctica desde el punto de vista del trato humano», argumenta. «Es muy grave lo que han hecho. Yo sacaría al niño directamente del colegio. No es la primera vez que ocurren este tipo de casos así, por desgracia».

Herrera expone que los menores con TEA con discapacidad intelectual tienen cinco posibilidades a la hora de su escolarización en España. La primera es la Educación Especial Generalista, que es lo que ocurre en el centro Ramón y Cajal de Getafe donde han ocurrido los hechos. «En estos centros, tienen cabida distintas discapacidades. Aún así, deberían contar con profesores especialistas en autismo»,reitera el experto. Luego existe también la Educación Específica del Autismo, las aulas TEA en el sistema público, las denominadas Aulas estables en la privada y la escolarización en aula ordinaria.

Para Ruth Vidriales, responsable de Asesoramiento de Autismo España, el centro ideal para un niño con autismo es aquel que mejor se adapte a las necesidades de cada alumno con TEA y cuente con los recursos y apoyos necesarios para responder a las necesidades individuales de cada alumno, porque «el TEA abarca un amplio espectro de características y necesidades, y se presenta en cada persona de manera diferente». Además, incide en la importancia de la relación y colaboración entre padres y profesores para prevenir estas posibles situaciones de maltrato. «Hay que intensificar», prosigue, «el trabajo en equipo entre la familia y el centro educativo, para que ambas partes puedan compartir estrategias que favorezcan el correcto desarrollo del menor y mejoren su calidad de vida. El apoyo y la ayuda entre ambas partes es esencial. Y, sobre todo, que todos nos esforcemos para que casos como este no vuelvan a repetirse», añade la experta.

Consecuencias del maltrato para un niño con autismo

Las personas con autismo y con discapacidad en general, pueden ser más vulnerables, pero vulnerabilidad no significa determinación. Esto quiere decir que no son las características propias del TEA (asociadas fundamentalmente a dificultades en el ámbito social y comunicativo) las que determinan el acoso o el maltrato. Los niños y niñas con TEA son, ante todo, niños que comparten intereses y disfrutan de la compañía de sus amigos como los demás. «Pero, en muchas ocasiones, son percibidos como diferentes, convirtiéndose en objeto de burlas, acoso o maltrato por parte de sus compañeros o, incluso, de sus profesores. Es el grupo, el contexto social, el que convierte la diferencia en motivo de maltrato», explica Vidriales.

«El problema de la burla o el maltrato hacia estas personas viene de una sociedad que no empatiza con ellas, que no se pone en su lugar ni se para a pensar en sus necesidades e intereses. Y ese desconocimiento lleva solo a centrarse en las cosas en las que presentan dificultades, y no dejan ver las capacidades y habilidades que tienen las personas con TEA», sostiene Vidriales. Esto hace que sea muy fácil que se conviertan en objeto de burlas por parte de otros niños y niñas, dejándoles fuera de juegos, o no invitándoles a cumpleaños: «Simplemente, porque los niños con TEA son percibidos como diferentes, porque sienten y viven de otra manera».

Las situaciones de acoso escolar o maltrato acarrean consecuencias muy perjudiciales para los menores, tanto para su desarrollo cognitivo como socioemocional. «En el caso de los niños con TEA, las consecuencias que padecen son similares, pero los efectos son más graves y más duraderos, traduciéndose en problemas de aprendizaje (por el miedo a ir al centro educativo), dificultades sociales (disminuyen las relaciones sociales) o malestar emocional (aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud mental), entre otros», termina la experta.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/04/18/mamas_papas/1524046832_516106.html

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Romper el ciclo perverso del maltrato

Por: Semana Educación 

Durante los últimos años, las cifras de maltrato infantil han crecido paulatinamente en Colombia. La tendencia prende las alarmas de una sociedad que necesita trabajar mucho más por la primera infancia. Este será uno de los temas a tratar en la Cumbre Líderes por la Educación.

Las cifras son espeluznantes. 66 casos de maltrato y abuso contra menores son reportados diariamente al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Según el Sistema de Información Misional (SIM), en 2016 se abrieron 23.101 procesos administrativos de restablecimiento de derechos a menores de edad; en 2017 la cifra aumentó en 1.229 casos más y en los primeros cuatro meses de 2018 ya se contaban 8.282 procesos. Los números no parecen decrecer y, lo que es más preocupante, existe una clara tendencia: en los tres años los principales motivos de apertura de estos procesos son maltrato por negligencia, maltrato físico y violencia sexual.

En 2017 esta última razón correspondió al 46,7% de los casos reportados y, en lo corrido de este año, representa el 49,8%. La historia de una niña de 3 años que en los primeros días de abril apareció en una clínica en Bogotácon lesiones graves de maltrato no es un caso aislado, es la realidad de muchos menores en Colombia. Aunque durante los últimos años los esfuerzos gubernamentales por cuidar la primera infancia han aumentado, todavía hay un largo trecho por recorrer. Mientras los entes gubernamentales crean nuevas políticas y estrategias para proteger a la primera infancia, las cifras muestran que se trata de un fenómeno social y cultural que necesitará de una participación activa de la ciudadanía.

Los efectos de estos maltratos inciden tanto en la vida educativa de los niños como en su futuro desarrollo como ciudadanos. Lo agravante del caso es que estudio tras estudio muestra que se trata de un ciclo: quienes fueron víctimas de maltrato en su infancia tienen más probabilidad de convertirse en victimarios. Romper este círculo vicioso depende de un gran esfuerzo que incluya acompañamiento psicológico y, más que eso, educación y formación de la ciudadanía.

El maltrato  y el desarrollo

El efecto que este tipo de agresiones tiene en el desarrollo integral de los niños es imposible de desligar de su educación, y menos aún si se está hablando de sus primeros años de vida. Según el documento “Sentido de la educación inicial”, durante esta primera etapa los niños aprenden a convivir con otros, a establecer vínculos afectivos con pares, a conocerse, a desarrollar confianza en sí mismos y, finalmente, a empezar a construir una identidad propia. Para la Comisión Intersectorial para la Atención Integral de la Primera Infancia, “el desarrollo infantil [está] estrechamente relacionado con los entornos de socialización de las niñas y los niños y las interacciones cotidianas [son] reconocidas por su potencial educativo”. Por ende, cuando se trata de casos en los que los niños han sido maltratados, asegurar la educación implica tener en cuenta “de manera sensible los sentimientos, las experiencias y las huellas que estas situaciones hayan dejado en niñas y niños”.

El impacto de las agresiones tiene un efecto directo en el desarrollo educativo de los niños. En todo el mundo, estudios como “Neurodevelopmental Biology Associated with Childhood Sexual Abuses”, publicado por la revista Journal of Child Sexual Abuse, muestran que el efecto de la violencia sexual –principal causa de vulneración de los derechos infantiles en Colombia– está relacionada con “déficits, fallas o retrasos de logros motores, emocionales, comportamentales, psicosociales, sociales, cognitivos y del lenguaje”. Para Victoria Cabrera, psicóloga y coordinadora de investigación del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, el desarrollo emocional de los niños está estrechamente relacionado con el desarrollo cognitivo.

Si uno de estos episodios ocurre durante los primeros 5 años, las secuelas pueden acompañarlo durante toda la vida. Así, el impacto de estos momentos de violencia crece en la persona. Según el último censo del Dane, la primera infancia en Colombia alcanza una población de 5.132.760 niños, de los cuales más de la mitad hacen parte de los estratos más bajos. Del total de esta población, solo el 24% recibe atención integral. El panorama educativo de los niños que han sido maltratados es complejo y, como establece el programa De Cero a Siempre, necesita estrategias de acompañamiento para asegurar la superación de experiencias traumáticas con la ayuda de equipos de trabajo psicosocial, con otros actores clave de la sociedad y con los agentes educativos que hacen parte de la atención integral.

El esfuerzo institucional

Asegurar este acompañamiento es verdaderamente un desafío. El ICBF ha estado adelantando programas y estrategias para ofrecer una atención integral a los niños desprotegidos, especialmente a aquellos que han sufrido episodios traumáticos. El nivel educativo de las madres comunitarias y otros agentes educativos ha sido uno de los puntos más discutidos respecto a la capacidad de atención de la institución. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de 2015, el 14,3% de los agentes educativos tiene algunos años de primaria; el 15%, la primaria completa; el 21,3%, una parte de la secundaria; el 22%, la secundaria completa, y el 7,7% no tiene ningún nivel educativo.

Aunque en este momento no todos los agentes educativos están capacitados como docentes, muchos hacen parte de nuevos programas de capacitación. De acuerdo con cifras del ICBF, desde 2011 se han formado 95.000 agentes educativos y desde 2010 el número de niños atendido integralmente ha aumentado de 386.000 a 12.600.000 en 2018. Además, el ICBF ha propiciado espacios de formación relacionados con la gestión de diferentes riesgos de la primera infancia. Dentro de estos están incluso programas con los padres como La Familia es mi Cuento, que busca fortalecer los vínculos familiares por medio de la literatura. Sin embargo, el panorama para los niños que han sido víctimas de violencia sexual y que no cuentan con un apoyo familiar es aún más complejo.

Si bien el equipo de Defensoría de la Familia del ICBF es el encargado de salvaguardar la integridad y velar por los derechos de los menores que han sido vulnerados, según Cabrera, el tratamiento de estos casos necesita un acompañamiento especial: “Es necesario que alguien al interior del ICBF tenga un vínculo afectivo con el niño. Además de las enfermeras que lo cuidan, debe haber alguien que le ofrezca acompañamiento y apoyo, alguien que pueda decirle ‘aquí estoy’”. El afecto, entonces, es una de las herramientas necesarias para superar este tipo de experiencias traumáticas.

Para Cabrera, el ‘cancer’ de la violencia infantil es una respuesta a un problema que, paradójicamente, viene de una falla educativa de generaciones pasadas que no son conscientes de la importancia de la familia en el acompañamiento y el crecimiento infantil. Así, el estado de la primera infancia en Colombia es en parte el resultado de esfuerzos de formación de generaciones pasadas. Según Gloria Carvalho, secretaria ejecutiva de la Alianza por la Niñez Colombiana, el país debe esforzarse por resolver este problema articulando diferentes estrategias. Así, las soluciones deben estar orientadas a resolver problemas estructurales, como la falta de educación en muchos hogares del país. Formar a las familias en prácticas de crianza positivas que potencien el desarrollo integral de los niños es necesario. Sin duda, el incremento de las cifras de maltrato infantil prende las alarmas de los entes gubernamentales y la ciudadanía, de cuyo esfuerzo depende romper este ciclo perverso.

Este será uno de los temas a tratar en la Cumbre Líderes por la Educación 2018, el evento más esperado del sector. Se llevará a cabo en Bogotá el próximo 19 y 20 de septiembre.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/el-perverso-ciclo–del-maltrato/578696

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