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Hablar a la ciudadanía, no a los medios

Por: Rafael Correa

La prensa mercantil perdió todo límite y escrúpulo, está cada vez más agresiva y existe menos balance en la información y opinión de los medios.

 

Uno de los principales problemas del mundo es la mala prensa, y, aunque es una cuestión planetaria, en Latinoamérica es mucho más grave por la mediocridad, mala fe, deshonestidad e impunidad de la que están prevalidos muchos periodistas y sus respectivos medios.

Creen que por ser negocios privados pueden “vender” información como vender churrascos, es decir, reemplazar el arroz por papas, añadir el aguacate, omitir la ensalada o darle tofú en lugar de carne a los vegetarianos. Después de estos cambios probablemente al churrasco lo podremos seguir llamando churrasco, pero la información ya no es información, es tan solo manipulación.

No entienden, no quieren entender, que la información no es una mercancía, es un derecho y la única forma de garantizarlo es que esa información sea absolutamente objetiva, oportuna y veraz, no susceptible de retoques, transformaciones u omisiones.

Pero incluso los juicios de valor -es decir, la “opinión”- deben ser fundamentados y rigurosos. No pueden tener un micrófono o un tintero tan solo para desfogar sus odios. No pueden repetir mil veces la misma mentira, buscando en la repetición la demostración de algo inexistente. Lo ideal sería que, especialmente cuando se trata de la honra de las personas, presentaran argumentos, es decir, razonamientos lógicos basados en pruebas, pero aquello ya es mucho pedir.

En Ecuador, esta mala prensa aún hace daño, pero ya no pone ni saca gobiernos como antes. Su poder y credibilidad han disminuido grandemente, gracias a diez años de desenmascarar sus falacias. Han tratado de desestabilizarnos, han calumniado, descaradamente se han involucrado en política, como en las últimas elecciones. Al ser derrotados quisieron crear un ambiente de fraude y hasta llegaron a proclamar al perdedor como presidente electo del Ecuador basados en una fraudulenta encuesta a boca de urna, obviando deliberadamente otra encuesta que decía exactamente lo contrario.

Publicaron las mentiras de una columna de chismografía de un diario amarillista de Panamá, involucrando al vicepresidente en casos de corrupción, pero jamás publicaron una coma de la extensa y precisa investigación del diario Página 12 de Argentina, que demostraba las 49 empresas off shore del candidato opositor, y cómo lucró con el feriado bancario por medio de la intermediaria financiera Andean Investment.

Nos han dicho todos los días -curiosamente en un país donde de acuerdo con ellos “no hay libertad de expresión”-, desde dictadores hasta criminales de lesa humanidad, bajo el pueril argumento de que por ser “personas públicas”, debemos soportar estas bazofias, obviando que la reputación es un derecho humano de toda persona.

¡Cómo distorsionaron todo, todo el tiempo, para boicotear la acción del Gobierno! Al dinero electrónico lo convirtieron en “moneda paralela”; al servicio de seguridad pública, en “guardia pretoriana”; a los impuestos a las bebidas azucaradas, en “zarpazo al pueblo ecuatoriano”; a un parque en la frontera en “muro contra la integración”. Son capaces de transformar a Víctor Jara en torturador y a Pinochet en filántropo humanista.

Pero resulta que todo ha sido un problema de “fluidez” en la información. Que nada de esto ha existido. Que tremenda lucha ha sido solo un problema de “temperamento”. Pareciera que por un supuesto diálogo los que ganamos las elecciones las hubiéramos perdido. Que la oposición era la que tenía la razón. Que en nombre de la unidad hay que volver a someter al país a los agonizantes poderes fácticos.

Se ordena informar a los medios, no a la ciudadanía, y les aseguro, después de una década de experiencia, que no es lo mismo. Grave error, gravísimo error.

¿Por qué las reformas a la Ley Orgánica de Comunicación -LOC- están en el “top” de la agenda política? No porque consta en el programa de Gobierno. No porque es la principal preocupación de la gente. Sencillamente, porque los medios imponen esa agenda. ¿Es eso democracia?

La prensa mercantil perdió todo límite y escrúpulo, está cada vez más agresiva y existe menos balance en la información y opinión de los medios. Podríamos también llamarle un “fraude moral” a ese periodismo parcializado en su rol de informar y servir a la sociedad.

Si alguna modificación habría que hacer a la LOC, es endurecer las sanciones y darle capacidad coactiva a la Supercom, para que se acaben tantos abusos de la mala prensa.

Fuente:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228046&titular=hablar-a-la-ciudadan%EDa-no-a-los-medios-
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Teoría de la Risa Falsa

Por Fernando Buen Abad

Pocas expresiones humanas son más desagradables (dicho con cautela) que las risas falsas. Y sin embargo abundan. Allá donde uno va encuentra, sin atenuantes, alguien dispuesto a sonreír, reír o carcajearse de manera falsa y, no pocas veces, estruendosa. Bajo el supuesto –estereotipado- de que “con una sonrisa se logra todo” tenemos a granel aventureros de la antipatía dispuestos a echarnos en cara una risotada sonora y falaz para auto-complacerse, convencido de que eso es “simpático”. Y uno quisiera salir huyendo.

Convertidas en muecas huecas, para una convivencia de fachada, las sonrisas falsas provienen de fuentes diversas. Unos piensan que es cortés (y de buena educación) interactuar, con todo mundo, muñido de algún estiramiento de labios más o menos creíble. Que eso ayuda a vender o a convencer a otros de que se es persona “segura”, “sincera” y “divertida”. En no pocos manuales de “relaciones públicas” se exige y se entrena a los trabajadores para que logren “naturalidad” en su sonreír falso y, no pocas veces, buscan y buscan en las revistas “del corazón” por ejemplo, una sonrisa imitable bien ensayada por alguna “estrella” del glamour político, empresarial o de la farándula. Formas de la extorsionar a la simpatía.

Se puede decir que una persona sufre de risa falsa cuando representa, confiado en nuestra complicidad, una especie de contracción de los músculos de la cara, parecida a la risa. Es una forma de aparentar una expresión con la que se finge lo que en el fondo son otros sentimientos. La risa falsa puede ser una enfermedad que se origina de cierta urgencia por ser aceptado a toda costa y que perturba el sentido común. El reidor falso también retuerce los labios, hace como que ríe, parece risa que busca la solidaridad de otros que no siempre tienen razones para contemporizar ni ser solidario. Es una falsedad urgida de connivencia que no es fácil si no se tiene habilidades pertinentes, ganas o paciencia.

También los mass media educan al “público” para adquirir una risa o sonrisa que opera como defensa psicológica para conjurar cargas de angustia que, cuando se generalizan las defensas, pierden estructura y se convierten en gesto neurótico, perverso o psicópata lleno de culpa, vergüenza o asco. El sonreidor impostado se construye una fantasía “plena de goce” en donde la sonrisa falsa es, muy a su pesar, la manifestación de un delirio de simpatía falaz. Se trata de sonrisas o risotadas producto de montajes mentales delirantes que no ocurrirían sin una lógica de las apariencias donde sujetos interlocutores también viven y practican el goce de lo falso, del engaño, de los discursos para quedar bien con todos.

Nos dejan ver que en el delirio del que sonríe falsamente, solo queda reinante él en su escenario mental que con piel de oveja esconde entre “risas” sus más profundos complejos sublimandos (con risas falsas) en aparentes luchas contra la indiferencia, la negación o el desprecio ajeno. Y sin embargo en el fondo, esas risotadas falaces guardan dentro de sí un profundo miedo e inseguridad en el que tal risotada es su espejo barnizado con vehemencia protagónica porque sienten no ser aceptados sino a fuerza de esgrimir muecas sonrientes sacadas de los estándares de sus “alter ego”.

Lo que son las sonrisas falsas es un arreglo pactado tácitamente entre una especie de secta, en donde confluye la lucha de clases, las aspiraciones políticas, empresariales e incluso “académicas”, entre cientos de sujetos, hombres y mujeres, que desconocen la crítica y la auto-crítica y deciden armar un montaje de risas para ser aceptados o queridos por alguno de sus pares y para legitimar el velo sonriente que cubre sus inseguridades o angustias. Basta de reír agobiado por esconder limitaciones sociológicas…es, acaso, más divertido reírse, naturalmente, de ellas.

En University College de Londres, por ejemplo, realizaron una investigación que ayuda a reflexionar algunas líneas del problema. Dicen ellos que sólo el 20% de las risas provienen de alguna broma. Dicen que “la mayoría de las risas humanas son fingidas” y que se nota mucho. Realizaron un experimento basado en mostrar risas descontroladas y fingidas a un grupo de personas. Casi todos los participantes fueron capaces de identificar las risas falsas. El mérito, no muy ingenioso, de la investigación ayuda a probar que se nota mucho la risa falsa. También encontraron que “a pesar de saber que era falsa, las personas reaccionaron de forma positiva a la risa fingida”. Y eso es lo verdaderamente terrible. Incapacidad para reconocer la estupidez propia.

Nos hemos acostumbrado a la falsedad incluso para reír y ya llegamos al punto en que se ofrecen cursos, de lo más diverso, para que la risa tenga certificado de buena imitación. Se enseña, incluso, como especialidad en algunos clubes de “yoga de la risa”. Y ya hay gurúes oferentes de “coaching” para fingir la risa porque trae “beneficios” contra el estrés. Por suerte también está vivo el debate y aún hay quienes insisten en que es mucho más bella la experiencia de la risa auténtica surgida en la dialéctica de las relaciones sociales fraternas.

No obstante hay quienes con una capacidad de comprensión ineluctable (o ignorancia cómplice) se adaptan y hacen creer al reidor falso que es gracioso, que se lo tolera y que se comprende su grito desesperado de aceptación. Muchas relaciones sociales depende de con quién se encuentre uno a la hora de las risas. No importa si se trata de mujeres u hombres, suele aparecer un payaso armado con risotadas que provienen de hacerse sentir a sí mismo el alma de la reunión y emprende el desafío de bromear, en el trabajo, en las casas, en la vía pública… sin importar el grado de fingimiento y ruido que despliegan. No se lo puede desear a nadie. Inseguridad, miedo e inferioridad. La risa falsa, además de cansar, da mucho miedo si se piensa que ella expresa una tensión interna extrema a la que no se da atención en los servicios de salud pública y se atiende poco en los códigos de convivencia urbana. La risa natural debería cultivarse como emancipación social desde la casa y, en público, debería estar prohibida la risa falsa, y más cuando es escandalosa.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Teoria-de-la-Risa-Falsa-20170525-0001.html

Imagen tomada de: http://3.bp.blogspot.com/-q9uKl-2qC88/VPgdmaK0nFI/AAAAAAAAAC0/QBUN7cShAV4/s1600/sonrisa-falsa.jpg

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La Dictadura Invisible del siglo XXI

Por: Germán Gorraiz López. España. 17/02/2017-Insurgencia Magisterial 

Con este artículo damos la Bienvenida a Insurgencia Magisterial al Analista internacional Germán Gorraiz. Un privilegio tener su mirada en este espacio colectivo. 

El actual sistema dominante o establishment utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas.

La manipulación de las masas

Edward L. Bernays, sobrino de Sigmund Freud y uno de los pioneros en el estudio de la psicología de masas, escribió en su libro Propaganda (1.928), “La manipulación deliberada e inteligente de los hábitos estructurados y de las opiniones de las masas es un elemento importantes en las sociedades democráticas. Aquellos que manipulan este oculto mecanismo de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder dirigente de nuestro país. Somos gobernados, nuestras mentes están amoldadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas, en gran medida por hombres de los que nunca hemos oído hablar”. Asimismo, fundamenta el sustento de todos los sistemas de gobierno en la “manipulación de la opinión pública”, al afirmar que “los Gobiernos, ya sean monárquicos, constitucionales, democráticos o comunistas, dependen de la aquiescencia de la opinión pública para llevar a buen puerto sus esfuerzos y, de hecho, el Gobierno sólo es Gobierno en virtud de esa aquiescencia pública”. En otro de sus libros, “Cristalizando la opinión pública”, desentraña los mecanismos cerebrales del grupo y la influencia de la propaganda como método para unificar su pensamiento. Así,según sus palabras “la mente del grupo no piensa, en el sentido estricto de la palabra. En lugar de pensamientos tiene impulsos, hábitos y emociones. A la hora de decidir su primer impulso es normalmente seguir el ejemplo de un líder en quien confía. Este es uno de los principios más firmemente establecidos por la psicología de masas”, por lo que la propaganda del establishment será dirigida no al sujeto individual sino al Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda envuelta en retazos de falsas expectativas creadas y anhelos comunes que lo sustenta.

La manipulación mediática

El estadounidense Harold Lasswell (uno de los pioneros de la “mass comunicación research”), estudió después de la Primera Guerra Mundial las técnicas de propaganda e identificó una forma de manipular a las masas ( teoría de “la aguja hipodérmica o bala mágica”), teoría plasmada en su libro “Técnicas de propaganda en la guerra mundial (1.927) y basada en “inyectar en la población una idea concreta con ayuda de los medios de comunicación de masas para dirigir la opinión pública en beneficio propio y que permite conseguir la adhesión de los individuos a su ideario político sin tener que recurrir a la violencia”. A ello, contribuye el encefalograma plano de la conciencia crítica de la sociedad actual favorecida por una práctica periodística peligrosamente mediatizada por la ausencia de la exégesis u objetividad en los artículos de opinión y el finiquito del código deontológico periodístico que tendría su plasmación en la implementación de la autocensura y en la sumisión “nolis volis” a la línea editorial de su medio de comunicación (fruto del endemismo atávico de la servidumbre a los poderes fácticos del status quo) y que habrían convertido al periodista en mera correa de transmisión de los postulados del establishment o sistema dominante.

¿Hacia el Individuo Multidimensional?

El sociólogo y filósofo alemán Herbert Marcuse, en su libro “El hombre Unidimensional (1.964), explica que “la función básica de los medios es desarrollar pseudonecesidades de bienes y servicios fabricados por las corporaciones gigantes, atando a los individuos al carro del consumo y la pasividad política”, sistemas políticos que serán caldo de cultivo del virus patógeno conocido como “autos-kratos” o autocracia. La autocracia sería una forma de Gobierno ejercida por una sola persona con un poder absoluto e ilimitado, especie de parásito endógeno de otros sistemas de gobierno (incluida la llamada democracia formal), que partiendo de la crisálida de una propuesta partidista elegida mediante elecciones libres, llegado al poder se metamorfosea en líder Presidencialista con claros tintes totalitarios (inflexible, centralista y autoritario), lo que confirma el aforismo de Lord Acton “El Poder tiende a corromper y el Poder absoluto, corrompe absolutamente”. Sin embargo, gracias a la interactividad que proporcionan las redes sociales de Internet (el llamado Quinto Poder que enlaza y ayuda a la formación de las identidades modernas), se estaría rompiendo el endémico aislamiento y pasividad del individuo sumiso y acrítico de las sociedades consumistas occidentales (Hombre unidimensional). Así, estaría ya surgiendo un nuevo individuo reafirmado en una sólida conciencia crítica, sustentado en valores caídos en desuso pero presentes en nuestro código atávico como la solidaridad y la indignación colectiva ante la corrupción e injusticia imperantes y dispuesto a quebrantar las normas y las leyes impuestas por el sistema dominante, Individuo Multidimensional generador de un tsunami popular de denuncia del actual déficit democrático, social y de valores e instaurador del caos constructivo que terminará por diluir el opiáceo inhibidor de la conciencia crítica (consumismo compulsivo).

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/la-dictadura-invisible-del-siglo-xxi/

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¿Agoniza el progresismo latinoamericano?

Pregunta rutinaria que repiten una y otra vez los medios de comunicación de carácter corporativo, como parte de la manipulación mediática con la que adormecen a las masas amorfas. Falacias que son hoy por hoy el brazo armado del neoliberalismo impulsado post dictaduras, como modalidad del capitalismo añejo de siempre. A la cabeza un periodismo fraudulento de quienes se venden con la urgencia de la infamia. Lo secundan atentos quienes solapan con el silencio, desde la comodidad del desfalco, el beneficio del abuso, el clasismo, el racismo y la exclusión.

¿Agoniza el progresismo latinoamericano?

Con la cantidad de zarpazos a traición que ha recibido este último año, el progresismo debería estar borrado del mapa, pero es tal y como los desaparecidos de las dictaduras y los mártires de la historia latinoamericana: Memoria Histórica, lealtad, conciencia y resistencia. Es como los Pueblos Originarios: inmortalidad.

Cristina debería estar en alguna isla paradisiaca gastándose los millones que dicen que robó, o bien impartiendo cátedra en alguna universidad de Estados Unidos, como muchos ex presidentes que se arrodillan ante el capital. Dilma y Lula, ladronazos según la desinformación mediática, deberían estar gozando a sus anchas el fruto de la traición. Cuba, después de Fidel debería estar rindiéndose ante las fauces estadounidenses e implorando perdón ante la insolencia de haberse atrevido… Pero no hay Cuba después de Fidel, Cuba es Fidel.

 Venezuela, con la infinidad de golpes blandos que recibe prácticamente todos los días, debería estar fulminada, con Maduro en Guantánamo acusado de terrorista y dictador, o bien asesinado en algún juicio de esos que inventa la derecha y Estados Unidos, como le sucedió a Gaddafi (¡qué la historia no lo olvide!) y la ultraderecha al mando del país y los saqueos millonarios.

Evo, que ha honrado a la Bolivia marginada debería ser un “indio patas rajadas” preso político en su propio país, por la insolencia de haber levantado la cara, ver de frente y alzar la voz por los suyos, por el pueblo boliviano milenariamente humillado y explotado. Por la decencia de haber nombrado y visibilizado lo que las mentes colonizadas menosprecian.

Correa, que le ha dado a Ecuador lo que ningún presidente en su historia, ha sido terriblemente calumniado dentro y fuera de su país. Y si a golpes blandos nos referimos, él como todos los presidentes progresistas también los ha tenido.

Razones por las cuales el progresismo en la Patria Grande debería estar muerto hay muchas, infinidad. ¿Pero qué sucede que no termina de sucumbir? ¿Por qué ha resistido tanto? Porque nace de la humanidad, la solidaridad y el compromiso social con los pueblos de la América Latina y el mundo. Nace de la identidad latinoamericana de los Pueblos Originarios.

El progresismo nace con Chávez, Lula y Néstor aquel 05 de noviembre en la IV Cumbre de las Américas en el instante mismo en que le dijeron no al ALCA, no a la injerencia de Estados Unidos.

Vienen como retoños de los mártires, de los desaparecidos, de los parias que a través de la historia del tiempo han sido humillados, explotados y golpeados por el sistema, la injusticia y la impunidad.

El progresismo viene con el Niño Arañero, el gran soñador de la Venezuela hermosa y de la Suramérica lozana. Nada más y nada menos que el propulsor de la Revolución Chavista. Viene con el abrazo hermano entre Cuba y el resto de la Patria Grande: cuando crean Chávez y Fidel, La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Cuando se unen en un solo corazón la Revolución Cubana y la Revolución Bolivariana.

Al contrario de la desinformación mediática y los ataques constantes de la OEA y el golpe traidor del Mercosur ahora con Temer y Macri, que quieren sacar a Venezuela para desestabilizar al país y al progresismo, éste sigue en resistencia. Vemos a Cristina, Dilma y Lula en Argentina y Brasil, haciendo frente y en las calles, como pueblo que son, entre el pueblo y con el pueblo. Vemos a Maduro, Evo y Correa haciendo lo suyo en sus países y fortaleciendo la integración y estabilización de la América Latina milenaria.

La mediatización es poderosa y el capitalismo es genocida, no dejarán de insistir en la injerencia y la manipulación, no dejarán de atacar con saña de águila imperial, porque Latinoamérica a pesar de la invasión, de los genocidios y de los saqueos milenarios, sigue siendo La Patria Grande que resiste con la identidad inquebrantable de Pueblos Originarios.

¿Agoniza el progresismo latinoamericano? No, está más vivo que nunca, y resiste con honra, conciencia, humanidad y amor. Con lealtad, y Memoria Histórica.

Audio: https://soundcloud.com/ilka-oliva-corado/agoniza-el-progresismo-latinoamericano
Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/12/14/agoniza-el-progresismo-latinoamericano/

 

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Agoniza-el-progresismo-latinoamericano-20161214-0007.html

Imagen: static.wixstatic.com/media/c06360_e1d6944da9b64a7c9eb51391ac2ae27e.jpg/v1/fill/w_620,h_451/c06360_e1d6944da9b64a7c9eb51391ac2ae27e.jpg

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Google, Youtube, redes sociales… Las armas de las sectas para cazar nuevas víctimas

Marta Sofía Ruiz

La llegada de internet y de las redes sociales ha modificado las estrategias de captación de las sectas —también conocidas como grupos coercitivos— que ahora cuentan con nuevas herramientas para atraer a posibles adeptos. De los panfletos y los anuncios en revistas y periódicos, estas organizaciones han saltado a la red, obteniendo un alcance más inmediato y global.

«Antes se llegaba a la gente con papeles pegados en las calles, ofreciendo cursos o conferencias, o bien te paraban para ofertarte cualquiera de las actividades del grupo. De esta forma atraían solamente a la gente de la zona, pero ahora el sector al que pueden alcanzar es muchísimo más amplio», explica a Teknautas Margarita Barranco, psicóloga y experta en sectarismo y dinámicas abusivas de REDune, ONG que trabaja en la prevención sectaria.

Según esta experta, prácticamente todos los grupos de este tipo, sustentados sobre una serie de procedimientos encaminados a fomentar la devoción de sus miembros hacia una ideología específica o hacia el propio líder y caracterizados por emplear técnicas de manipulación psicológica, tienen presencia en internet. Y no prevalece ningún perfil concreto. «Da igual que sean más religiosos, más políticos, culturales, pseudoterapéuticos o ufológicos… Todos tienen cabida», concreta la especialista.

Desde RedUNE señalan como ejemplo a un grupo pseudocientífico al que llevan tiempo denunciando: el movimiento de la Bioneuroemoción, liderado por Enric Corbera. Revestida con una capa de pseudociencia, sus vídeos en Youtube tienen una gran popularidad y alcanzan los 134.000 suscriptores. «Son los propios miembros los que han puesto en marcha el grupo de Facebook, con más de 100.000 suscriptores, y donde se difunden los postulados de esta ‘teoría’», relatan.

La psicóloga de la ONG explica que sus ideas sobre cómo curar enfermedades se basan en solucionar el supuesto conflicto emocional que las provoca ya que, según su discurso, al resolverse ese problema emocional se solventará el físico. Enric Corbera, en uno de los vídeos en los que habla de la «bioneuroemoción» en un espacio de la televisión pública, pone el ejemplo de alguien que está con su novia comiendo marisco cuando la chica lo deja. Después de eso, desarrolla una alergia al marisco que desaparecerá cuando elimine el trauma de la ruptura.

La Bioneuromoción encuentra en la Red la forma ideal para su difusión, llegando a miles de personas vulnerables. Trabajan con un concepto que está muy de moda, pero que no tiene ninguna base científica: nuestro estado emocional es el causante de las diferentes enfermedades y, por lo tanto, tenemos el poder dentro de nosotros para sanarnos, resolviendo ese estado negativo», explican desde RedUNE.

«Además, mezclan todas sus teorías con una pátina científica con la que tratan de otorgarle rigor, y la verdad es que para muchas personas resulta creíble», concreta la organización. De hecho, un vistazo a los comentarios de Youtube del canal de Corbera sirve para ver la fuerte creencia que muchos de sus seguidores muestran por sus postulados y las alabanzas al supuesto experto al que revisten en ocasiones de salvador.

Una estrategia en redes

Con un buen posicionamiento SEO (las técnicas que se utilizan para aparecer en los primeros puestos de buscadores como Google), estas organizaciones optan por tener distintas páginas web en las que se hable de ellas de forma positiva y en las que se presenten como grupos atractivos y sólidos. «Prácticamente todos los grupos tienen páginas web. Y no una, sino muchas. De hecho, acaban abriendo una por cada país y por cada zona de ese país, alabando las cosas que hace el grupo. De esta forma son más accesibles y, por tanto, llegan a más gente», relata la psicóloga.

Barranco cuenta que encontrar páginas con opiniones negativas sobre los grupos se convierte en ocasiones en algo casi imposible. «Que se llegue a las páginas críticas se hace difícil y complicado. Las personas normalmente pueden mirar como mucho las tres primeras webs de cualquier buscador, y luego dejan de buscar, por lo que es difícil que descubran los aspectos críticos», se lamenta.

Las estrategias de captación que emplean son muy variadas. A veces piden que el visitante deje sus datos en la página para enviarle información de las actividades; en otros casos, a través de los vídeos, acaban animando a la gente a que se apunte a cursos de formación, en algunos casos gratis pero en otros de pago.

La publicidad ‘online’ es otra de sus claves. A pesar de que empresas como Google o Facebook poseen normas que limitan el tipo de anuncios que aceptan, sus reglas suponen un cortafuegos muy débil para estos grupos. Según informan desde Google, en 2015 el gigante de Internet retiró más de 780 millones de anuncios por incumplimiento de sus políticas. Algunos de ellos correspondían a falsificaciones, medicamentos no aprobados o que ofrecían efectos inexistentes o estafas para perder peso.

En Youtube, la plataforma que muchos usan como escaparate —como en el caso de la Bioneuroemoción—, se prohíben los vídeos que contengan desnudos o contenido sexual, contenido violento o gráfico, piezas con incitación al odio, amenazas, ‘spam’, violaciones de los derechos de autor o contenido perjudicial y peligroso. En este último punto es en el que podrían escudarse aquellos que quieran denunciar los vídeos de estos grupos, debido a que sus teorías podrían, en el caso de los grupos pseudocientíficos, conducir a alguien a creer que una enfermedad puede curarse con «el método» y renunciar a tratamientos médicos reales.

Facebook posee una política similar a la de la compañía de Larry Page y Serguéi Brin. En concreto, los puntos que podrían usarse para oponerse a los anuncios de estos grupos serían los que afirman que «los anuncios no deben constituir, facilitar ni promover productos, servicios o actividades ilegales» y «los anuncios no deben incluir contenido falso, fraudulento o engañoso, como afirmaciones, ofertas o prácticas comerciales que puedan inducir a engaño». Sin embargo, probar que estos grupos realizan actividades ilegales no es fácil.

Barranco explica que, en ocasiones, se solicita el cierre de algunas páginas y la retirada de publicidad, pero el número de webs es muy alto y los grupos cambian su cara con mucha frecuencia. Para conseguir una retirada habría que demostrar que están cometiendo un delito que esté tipificado, «y ese es el gran problema», concreta la psicóloga.

En España, la legislación con respecto a estos grupos es complicada. El Código Penal considera que los grupos que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad, están incurriendo en un delito. A pesar de ello, definir cuándo se está controlando la personalidad o cuando suponen un daño para las víctimas ha sido un reto durante años en los tribunales, que en muchos casos han terminado desestimando las causas.

Por desgracia para víctimas, familia y para la propia sociedad, internet ha supuesto un trampolín para los grupos coercitivos que trabajan en su posicionamiento y su presencia web con el objetivo de captar a nuevos miembros que sigan sus planteamientos y respalden sus teorías. Al menos por el momento, las políticas de las compañías y el sistema judicial no son defensa suficiente para frenar su actividad, que cada día crece en usuarios y visitas.

Fuente del articulo:http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2016-07-31/google-youtube-redes-sociales-las-armas-de-las-sectas-para-cazar-nuevas-victimas_1240516/

Fuente de la imagen: http://5www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/5a8/29f/f5a/5a829ff5ad79bfcc97e7ecfca8791066/google-youtube-redes-sociales-las-armas-de-las-sectas-para-cazar-nuevas-victimas.jpg?mtime=146981616

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La ideología existe.

Por: Rolando Pérez Betancourt.

Bastante ha llovido desde que Antoine-Louis-Claude Des­tutt, marqués de Tracy, acuñara durante la Revolución Francesa el término «ideología». Aristócrata, político, soldado y filósofo de la Ilustración, el marqués definió la ideología como una ciencia de las ideas, «base de todas las ciencias».

Al cuestionarse de dónde provenían nuestras ideas y cómo se desarrollaban y elaborar, como respuesta a sus inquietudes, la teoría de que la conducta humana es formada por ciertos elementos ideológicos, de Tracy se convierte según no pocos especialistas en un antecesor del concepto de superestructura de la filosofía marxista.

Napoleón le estrechó un día la mano, pero terminó por no soportarlo cuando los iluministas del Instituto  de Francia, con Tracy a la cabeza, empezaron a criticarle sus guerras imperiales.  «Los ideólogos —dijo un Bonaparte airado— son todos aquellos intelectuales que no avalan mis planes políticos y que carecen de sentido realista y práctico».

Y Tracy fue conducido a la Bastilla durante casi un año, tiempo tras el cual, exiliado en Bruselas, escribió en cuatro tomos su trascendental Eléments D’Idéologie (1801-1815).

Muchas páginas han sido entintadas tratando de definir un concepto exacto de ideología, mancillada ella misma por manipulaciones espurias  provenientes del poder, como en sus días lo hizo el nazismo.

Si aquella ideología terminó por ser derrotada a cañonazos y  costó mucho sufrimiento y vidas, un papel meritorio correspondió a las fuerzas progresistas del pensamiento, adheridas a principios y valores civilizadores, lo que condujo a gran parte de los intelectuales a comprometerse  en sintonía con el  marxismo con la lucha antifascista.

Las ideologías existen en todas las sociedades, se hacen evidentes (y algunas exportables) tanto en las ideas como en las prácticas personales y es necesario conocerlas y explicárselas, más allá de la creencia  de que constituyen un asunto exclusivo de los estudios filosóficos.

Al referirse al poder de la ideología, el brasileño Paulo Freire (1921-1997), uno de los más significativos pedagogos del siglo XX, remarcó la «miopía» de los que «no quieren ver cómo son manipulados para aceptar dócilmente que lo que vemos y oímos es lo que en verdad es, y no la verdad distorsionada. La capacidad que tiene la ideología de ocultar la realidad, de hacernos “miopes”, de ensordecernos, hace, por ejemplo, que mu­chos de nosotros aceptemos con docilidad el discurso cínicamente fatalista neoliberal que proclama que el desempleo en el mundo es una fatalidad. O que los sueños murieron y que lo válido hoy es el “pragmatismo” pedagógico».

A la par del neoliberalismo, la ideología que lo defiende se globaliza y se hermana en un discurso beligerante, o de trivial disfraz (que es el que nos interesa), presente en los más diversos temas sociales, políticos y culturales aparecidos en los medios. No existen rangos a la hora de hablar del hambre mundial, de los daños colaterales causados por la aviación estadounidense en tierras lejanas,  o de la última conquista amatoria de una estrella de la farándula. Es más, receptores hay que,  dispuestos a quitarse de encima abrumadoras informaciones referidas al aplastamiento de la condición humana en diversos lugares del mundo, apartan la mirada y buscan alivio en un titular menos gravoso a su sensibilidad.

«No quiero ser apocalíptico escribió José Saramago pero el espectáculo ha tomado el lugar de la cultura. El mundo está convertido en un enorme escenario, en un enorme show».

La banalización es la gran estrella de ese show diario presente en los medios y en gran parte de los productos procedentes de la gran industria del entretenimiento, interesada  ella tanto en amasar dinero como en domesticar el pensamiento crítico ante lo que ofrece. (Luego de presenciar el segundo debate entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos y sopesar parte de lo que allí se dijo y se hizo, busqué en una larga lista de filmes «presidenciales» realizados por Hollywood escenas que superaran en fantasía a la realidad de los exhibidos por televisión, y tuve la certeza  de que,  en  todos los casos, la ficción se había  quedado por debajo de lo insólito real acontecido ante las cámaras).

Lo superfluo se extiende como una plaga y la bacteria ideológica  que lo acompaña cumple perfectamente su cometido de que la gente piense cada vez menos y acepte como natural la representación «ligera» de hechos trascendentes, o relacionados a la vida pública o privada de aquellos a los que la fama  ha convertido en personajes
Y de esa trivialidad, superfluidad, banalidad, surge una mercancía de moda acuñada por la insistencia y el machaqueo publicitario de una seudo cultura que hace del consumo frívolo la máxima felicidad individual a partir de la persuasión de que  «tengo que tener, para valer».

¿Qué hacer entonces para apartar lo genuino de lo falaz en esa revoltura de mareas que a diario se nos viene encima?
Aunque  no vivió en estos días, se me ocurre pensar que al marqués de Tracy no le hubieran faltado proposiciones, entre ellas, pensar, analizar y actuar ante las impunidades invasivas de una  ideología que interesada en seducir a incautos se disfraza de todas las maneras.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/la-ideologia-existe/

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La peor enemiga de las letras es la television: Poniatowska en el fic.

América del Norte/México/25.10.2016/Autor:Verónica Espinosa/Fuente:http://insurgenciamagisterial.com/

México es un país en el que se ejerce la crítica como casi en ningún otro, “ahora lo que falta es pasar de la crítica a la acción”, dijo aquí la escritora Elena Poniatowska, quien ofreció una charla como evento principal en el cierre del Festival Internacional Cervantino, en el que llamó a no dejarse influir por la televisión, y particularmente por Televisa, para decidir el voto, y tampoco por la pasividad.

“Tenemos que luchar contra lo que nos evita pensar, contra lo que nos evita sacar conclusiones”, planteó. “La peor enemiga de las letras es la televisión”.

En el Teatro Juárez y acompañada en el escenario por el director del Cervantino, Jorge Volpi, la escritora señaló que es vital “exigir a un gobierno ignorante, no limpio, cochinito, que promueva, que sepa que debe apuntalar todas las instancias culturales de nuestro país; que debe dar educación a todos los jóvenes de este país, que festivales como éste no pueden ser minimizados”.

Festivales como el Cervantino “nos hacen felices, son un momento de alegría, de enseñanza… en vez de que se gaste en cada cosa o que de plano funcionarios se queden con el dinero del erario y que cada presidente de la República trate al país como un rancho de su propiedad -que no lo es-”, por lo que dijo creer que es vital hacer todo lo que sea posible por la educación y la cultura.

A esta cita no pudieron llegar Fernando del Paso y el chileno Jorge Edwards –ambos impedidos por motivos de salud–, quienes conformarían con Poniatowska el trío de escritores galardonados con el Premio Cervantes que el FIC pretendía reunir en esta conmemoración de los 400 años de la muerte del escritor.

“Es muy importante nuestro voto, que no nos dejemos guiar por la televisión  y que sepamos que la primera revolución de nuestra vida es la revolución que uno hace consigo mismo. Entonces, se lucha primero desde adentro, contra nuestras debilidades”, expuso la autora de La noche de Tlatelolco, cuyo contenido –ratificó– es un mosaico de voces de  jóvenes y de madres de familia, principalmente, “porque mío debe haber un párrafo del tamaño de una servilleta”.

Muchas veces la mentira triunfa sobre la verdad y el fraude sobre la verdad o la valentía –mencionó al revisar la visión sobre Cervantes y Don Quijote de otros escritores en la historia–, “pero muchas veces ese triunfo es llamarada de
petate porque la genialidad y la verdad son como el sol que no se puede tapar con un dedo y en eso puede pensarse en Televisa”, apuntó.

Poniatowska mencionó a José Revueltas y Rosario Castellanos como ejemplos de escritores mexicanos “que fueron quijotes o tuvieron actitudes quijotescas” a través de su obra.

“Después el subcomandante Marcos en 1994 se basó en muchos de los libros que hizo Rosario Castellanos, sus dos novelas llamadas indigenistas, Balun Canan y oficio de tinieblas, y sus
cuentos comenzaron a leerse muchísimo”, añadió.

Un país opaco y espeso

Otro recurso que ha sostenido el ánimo de la sociedad, reflexionó ya al responder preguntas del propio Volpi y del público, es el humor.

“El humor de los caricaturistas nos hace un bien infinito, el humor de un hombre como Naranjo, como Hernández, Helguera, nos saca adelante y dan en el clavo. Muchas de las frases que he leído incluso en el Twitter son extraordinarias: además como una tachuela, lo dejan pegado en un muro, en una mesa… además ejerce un juicio muchas veces lapidario del que el funcionario público, escritor o actriz jamás vuelven a levantarse”.

Y fue aquí donde Elena habló sobre esa capacidad de ejercer la crítica desde la caricatura o las redes sociales, que no se ha traducido en la acción social.

Poniatowska aludió a Fernando del Paso, con quien dijo coincidir en su fervor por el Quijote.

“Prefiero al Quijote que a cualquier santo. Me es más fácil rezarle a él que a emperadores o pontífices… San Quijote de la Mancha, ruega por nosotros; no nos desampares, somos tus escuderos, somos tus aposentos, los guardianes de tus ideas, somos tus sortijas y tenemos la virtud de hacernos invisibles, sobre todo porque vivimos en un país opaco y espeso, en el que avanzamos entre maleantes e incapaces…”, fue la plegaria de la escritora.

Al referirse a su propia obra, Poniatowska la describió como la posibilidad de documentar todas las voces, mirar todas las grandes zonas vacías de México con desiertos sin conocer y personas sin escuchar, “documentar a mi país”.

“Yo hubiera querido aprender náhuatl, idiomas indígenas para poder comunicarme con la gente, porque me decían cosas que nunca escuchaba en el DF en mi clase social. Por ejemplo, a Jesusa Palancares, la heroína de Hasta no verte Jesús mío, le preguntaba yo ¿cómo era su papá? Me contestaba: -No era ni alto ni chaparro, ni gordo ni flaco, era una cosa así apopochadita. Descubrir que alguien podía ser apopochadito tenía mucho que ver con Cervantes, con Don Quijote, pero en esa época  no lo tenía yo (claro)”.

Así, luego de escribir sobre Demetrio Vallejo, el líder ferrocarrilero al que llamó Trinidad en El tren pasa primero, y sobre mujeres como Lupe Marín, Frida Kahlo (“ya es como un ícono, es como la Virgen de Guadalupe”) de Leonora Carrington o de Nellie Campobello (“que escribió dos libros extraordinarios sobre la Revolución, Cartuchos y Las manos de mamá y nadie le hizo caso”), ahora la escritora está ocupada en descubrir quién fue su padre.

Con dificultades porque no habla polaco y se confiesa ignorante de la historia de Polonia y de Europa, la autora deTinísima contó que se ha encontrado con un ancestro paterno del siglo XVII, Estanislao Augusto Poniatowski, último rey de Polonia y a quien le tocó vivir la escisión de su país frente al poder de Federico El Grande de Rusia.

“Como rey le fue muy mal; como amante le fue bien,  porque fue amante de Catalina La Grande de Rusia, que fue otra mujer muy poderosa, y como tuvo muchos amantes los relevaba así como panuchos o algo así. Tengo cartas de la familia donde Poniatowski dice:

-Yo no quiero ser rey, yo quiero estar en tu cama, pero nunca lo regresó a su cama”, describió, desatando las risas del auditorio.

Pero esta búsqueda la ha llevado también a leer a los escritores de la Ilustración francesa, a Rosseau, a Voltaire, a los Enciclopedistas, lo que ha sido un aprendizaje sobre la educación, la honestidad, el amor.

Finalmente, interrogada por alguien del público sobre el otorgamiento del Nobel de Literatura al cantautor Bob Dylan, Elena Poniatowska dijo creer que ha sido positivo que este reconocimiento de la Academia Sueca “abra sus parámetros” porque a fin de cuentas, la literatura está presente en muchos otros campos como la música:

“Creo que se abrieron dos puertas y dos ventanas que estaban clausuradas, y una ampliación de los criterios sí es benéfico para todos, para que se vea que la literatura abarca la música, obviamente la poesía y Bob Dylan es un poeta, y abarca también mover a la gente, sobre todo a los jóvenes, que a través de Bob Dylan lleguen a leer a Tolstoi, a Nabokov, y desde luego a Cervantes y a Shakespeare, eso abrir puertas siempre es bueno, no cerrarlas”.

Fuente: 

http://insurgenciamagisterial.com/la-peor-enemiga-de-las-letras-es-la-television-poniatowska-en-el-fic/

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