Medio Ambiente: El fenómeno La Niña y la deforestación golpean a la mariposa monarca en Norteamérica

Las autoridades ambientales de México han registrado una disminución en las hectáreas de bosque que ocupa el insecto, lo que aumenta los temores sobre su preservación.

El pasado 19 de septiembre cruzaron el Río Bravo las primeras mariposas monarca en su viaje migratorio hacia los bosques de Michoacán y el Estado de México, donde se protegen del invierno colgadas de los árboles en enormes racimos. La fecha ha llamado la atención de las autoridades ambientales mexicanas, porque representa un adelanto en la temporada tradicional de migración, que es en octubre. Pero lo que más les ha desconcertado es una disminución en el número de hectáreas de bosque que este año ocupan las mariposas, una de las más bajas registrada desde 2018. Los ambientalistas ponen sus ojos en las temperaturas extremas generadas por La Niña —un fenómeno en el que desciende la temperatura global y que está cada vez más agudizado por el cambio climático— y la deforestación registrada en la reserva que es el santuario de la mariposa para explicar este cambio de comportamiento, que aumenta los temores sobre su preservación.

La mariposa monarca vuela a lo largo de 5.000 kilómetros desde Canadá hasta México para hibernar y reproducirse, en lo que es uno de los mayores espectáculos naturales del mundo. Este invierno, sin embargo, las monarca han cubierto apenas 2,1 hectáreas de terreno, una reducción marcada si se compara con la temporada de 2018, cuando ocuparon más de 6 hectáreas de bosques. Si esta tendencia continúa, las autoridades temen que se llegue a la situación de 2014, cuando las colonias de mariposas disminuyeron en un 95%, con apenas 0,67 hectáreas ocupadas. La desaparición de una flor conocida como algodoncillo, manjar para las mariposas que la tienen como una de sus principales fuentes de alimento, las temperaturas cada vez más extremas en invierno y la tala de los bosques donde está su santuario ponen en riesgo la migración de la mariposa y su propia supervivencia.

Jorge Rickards, director del World Wildlife Fund (WWF) en México, ha informado este jueves que entre 2019 y 2020 se han perdido 20,2 hectáreas de bosque en la reserva de biosfera de la mariposa, 13,3 de ellas debido a tala clandestina, lo que afecta las reservas de agua esenciales para garantizar la permanencia en la región de la monarca. “Sin duda el tema de la humedad del suelo, del ambiente, son elementos esenciales para la mariposa monarca”, ha explicado Rickards en conferencia de prensa. “En la medida que permitimos la degradación del bosque hay menos captación de agua, con efecto negativo para las monarca”. Gloria Tavera, bióloga de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, cataloga el fenómeno como “estrés hídrico” y asegura que este invierno colonias enteras de mariposas han bajado en busca de agua a las casas de los poblados cercanos a su santuario.

El santuario de la monarca, que es compartido entre los Estados de Michoacán y de México, está amenazado por el auge del cultivo del aguacate, fruto que tiene una gran demanda en Estados Unidos y del que Michoacán es el primer productor mundial. Muchos campesinos, agobiados por la pobreza, derriban los bosques de pino para cultivar el llamado oro verde. Pero en la destrucción del manto forestal también participan mafias que desarrollan toda una economía ilegal que incluye a taladores, centros clandestinos de procesamiento de los recursos forestales y transportistas, cuyo jugoso negocio es sacar de forma encubierta las materias primas, principalmente madera de pino, encino y oyamel. “Es difícil establecer la causa precisa del aumento de tala [durante el periodo 2019-2020]. Sin embargo, el cambio de uso del suelo es el tema que debe frenarse con mayor apoyo a todas las comunidades. Es necesario el aumento de programas de apoyo a proyectos productivos sustentables”, dice Rickards, del WWF.

A la pérdida del bosque se unen las temperaturas extremas que se registran en Norteamérica como consecuencia del cambio climático. Este año se ha producido el fenómeno La Niña, que tiene el potencial de generar un invierno más crudo. “En 150 años no habíamos visto esas bajas temperaturas en Texas y desde 1962 no había fríos tan extremos en Tamaulipas”, afirma Gloria Tavera. Esta bióloga dice que las heladas degradan los bosques y afectan los campos de flores donde se alimentan y reproducen las mariposas monarca, lo que preocupa especialmente a los ecologistas. “No ha habido mucho movimiento de apareamiento en las colonias, y en primavera las mariposas están listas para regresar [a Canadá]”, explica. “Esperemos que suban las temperaturas en la siguiente temporada para mantener este fenómeno migratorio vivo”, dice la bióloga. Si el frío vuelve a ser extremo, la monarca perderá su cálido refugio mexicano y con ello se acabaría su deslumbrante fenómeno migratorio.

Fuente: https://elpais.com/mexico/sociedad/2021-02-26/el-fenomeno-la-nina-y-la-deforestacion-golpean-a-la-mariposa-monarca-en-norteamerica.html

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